Partida Rol por web

En la noche se repite el sueño en el que estás en una escuelita de estilo lanetense, un maestro recita una lección que no oyes claramente. El cielo está despejado y hace un día precioso, hay un cerezo en flor que se ve por la ventana y un pétalo color rosa cae justo sobre el cuaderno que hay en la mesita delante tuyo.

Y suena el despertador.

Ahora tienes un cielo parcialmente nublado y se nota la humedad incómoda en el ambiente. Es posible que oigas algún que otro trueno lejano si prestas atención.

Te despiertas con el sonido del reloj y lo primero que ves es a Toto corriendo en círculos cerca de la puerta de tu cuarto. El cielo está gris y se nota la densidad del ambiente debido a la alta humedad.

Anoche tuviste un sueño rarísimo, y está complicado para recordar. Por otro lado, descansaste muy bien, por alguna razón, y ahora te encuentras con una buena reserva de energías para aprovechar la mañana.

Me levanto y me preparo para ir al colegio.

A ver qué locura pasa hoy.

Repaso que todo esté en su sitio y me encamino hacia la escuela esperando con paciencia a mi prima si desea venir conmigo.

Y encima se supone que tengo alas...

Yuri aparece en el comedor, donde Hanako está ya vestida y arreglada preparando el desayuno. Toto se persigue la cola sobre la alfombra, que ahora está limpia.

Sita mira fijamente a Yuri sin parpadear, lo saluda con la mano al verse.  A saber por qué, si se acercan a ella se oyen los acordes de guitarra de la intro de "I With You Were Here" salir de su boca entreabierta, una canción muy conocida de las décadas pasadas. Cuando la cierra la canción se detiene, y cuando la abre continúa.
Está parada en la puerta esperando para salir, con el uniforme que llevan casi todos los alumnos en la mansión.

Qué bonito...

Espero a que estén todos preparados y me encamino hacia la academia.

Se bajan del transporte público que los lleva hasta la mansión, allí los recibe el ambiente típico al que ya se van de a poco acostumbrando. No llegan ni muy tarde ni muy temprano, y la gente está metida en sus propios asuntos.

Octavio llega corriendo, vestido con un gi y una escoba en la mano. Viene gritando desesperado, traspirado y nervioso.
—Yuri! La maestra está que explota! y no me quiero llevar toda la bronca yo, anda rápido, por favor.

Lo que me faltaba...

Bajo la cabeza y le sigo.

Y seguro que la bronca me la como yo enterita y con buen arroz.

Corro tras él para que la menos no tenga mucho tiempo para seguir acumulando mal rollo.

La maestra Ifi está mirándote con esa sonrisa sádica que pone cuando va a castigar a alguien —ayer me quedé esperándote en casa.

—Por favor, señora, yo no tengo nada que ver, no me torture a mí también!

—Estamos todos en el mismo barco, aprende que si alguien comete una falta, el perjudicado es el equipo.

—Pero si ni siquiera quedé yo en ir a su casa! Me levanto temprano todos los días para venir aquí! bueno... solo ha sido ayer y hoy... pero sigue siendo todos los días!

Ifi parte en dos una escoba con la rodilla y se la lanza a Yuri —barrerás con esto este gimnasio durante toda esta sesión, la de la tarde, y también luego de noche hasta que me vaya, sí?

Ahora Sita mira a Hanako, esperando si va a hacer algo. La forma poco natural en la que está de pie inmóvil sin siquiera parpadear mirando a Hanako a los ojos es levemente perturbante.

Sita asiente a lo último y te sigue hasta la biblioteca.

Te hallas de nuevo en esa magistral colección de libros en la no menos impactante habitación cilíndrica con el suelo de mármol y la escalera en espiral que rodea las paredes.
Razonándolo un poco, buscas en la sección de eventos pasados algo que pueda revelar información sobre este misterioso individuo.

En la década de 810 hubo en Lanet una rebelión por parte de los alienas que buscaban su lugar en el mundo. El emperador se negaba a aceptar a las horrendas bestias en la sociedad, y por lo tanto explotó una guerra civil.
Los datos que hay son de poca ayuda, algún nombre importante o fecha por aquí y por allá, hasta que en una página aparece una foto, o más bien una pintura realizada con el estilo de la época.

Y el que ocupa la mayor parte de la pintura es tu primo, o mejor dicho, ese que se le parece demasiado. Es igual en rostro, expresión, gesto, hasta donde conoces a Yuri podrías decir que lo han pintado aquí.
Las personas que están con él no son humanas, lo distingues por las orejas largas y acabadas en punta, hasta reconoces al amigo que lo visitó ayer, un elfo oscuro de cabello largo.
Los otros dos son duk por sus pieles color blanco tiza.

Pese a no ser humanos, están usando armas y pertrechos lanetenses.

El texto de pie de foto dice "En el sentido de las agujas del reloj: Gintaro, Umenosuke Tani, Kogoro Katsura y Ryoma Sakamoto. Lannet, 811".

"Se encontraban rodeados por cientos de soldados en la noche del 2 de marzo de 811, sin embargo, debido a la sobrenatural habilidad con la espada de estos cuatro héroes, consiguieron sobrevivir y dar caza al shogun que se refugiaba en su castillo. La batalla duró hasta el amanecer."

"A la mañana del día siguiente, la cabeza del señor de la guerra rodaba por la escalinata del pórtico principal, la Bestia Blanca cubierta de sangre apenas se sostenía en pié."

Existe la posibilidad de que el alma de este personaje y la de tu primo sean la misma, ya se han encontrado casos en el pasado. Mientras la persona duerme puede compartir recuerdos antiguos por medio de los sueños, e incluso adquirir poderes sobrenaturales si el alma pertenece a una raza que los tenga.

Los daimah tienen la capacidad de ver el alma de las personas...

Sigo tranquilamente a Octavio, que parece bastante exaltado por la actitud de Ifi-sensei, pero de mi cabeza todavía no se van los pensamientos por el personaje que apareció ayer en el apartamento. No tiene ningún sentido... ¿O si? Esos sueños extraños y demás... no se me ocurre una explicación lógica para eso. Pero al llegar al gimnasio mi mente pierde toda niebla que podría tener al ver la sonrisa de mi maestra y el lío en el que está convencida que me he metido...

- Hey, hey!- Intento interrumpir a la maestra, pero termina por inculcarnos el castigo- Es que los profesores no te han dicho que ayer me castigaron durante todo el día hasta la noche?- Replico, protestón, ante el castigo que me quiere imponer mientras cojo al vuelo la parte de la escoba con la que quiere que limpie.- Aceptaré el castigo si así lo quieres porque es mi responsabilidad.- Continúo hablando, con un tono un poco más serio y mirando para Octavio.- Pero el error es mío por considerar más fuerte a Keira de lo que realmente era y Octavio no tiene nada que ver con el tema- Termino espetando, esperando que al menos mi compañero no sea castigado después del lío en el que lo metí ayer.- Si quieres darme algún papel que me exima de mis castigos para ir al dojo será diferente la próxima vez. Pero no puedo ignorar a los profesores, muy a mi pesar.- Termino, esperando una respuesta antes de ponerme con el castigo impuesto por la maestra. A este ritmo no voy a poder seguir con mi trabajo en la forja, ahora que parece que tengo una buena idea para hacer algo de dinero y darme algo de fama, pero tendré que esperar a que pase este bache de alguna forma.

Ifi se queda pensando un rato, hasta que mira a otro lado —tsk —y arruga el gesto.

—Ha chistado! Viste eso? Ella disfruta castigándonos! Es un ogro!

La expresión de la maestra vuelve a la normalidad, como si nada hubiera pasado —Puedo darte un certificado, sí, después de todo yo también soy profesora —lo dice como si hubiera olvidado que lo era.
—Bien, Octavio está exento —se dirige ahora a él— quiero que te pongas a practicar ya mismo.

Tras un buen rato barriendo Ifi se te acerca.
—Es importante que aprendas a medir la fuerza del adversario, o acabarás asesinando a alguien sin razón. No asumas que todos aquí son fuertes porque eso no es verdad.

—...nass... —Will hace su entrada, lanzando su petate contra un rincón, ya vestido con equipo deportivo.

—Esa no es forma de entrar, quiero que recojas tus cosas y las coloques en el mueble como corresponde —inmediatamente Ifi lo mira fijamente— Ve a dar vueltas al predio hasta que suene la campana, sí? A trote. Que no te vea caminando.

Queda más o menos una hora antes del inicio de la jornada, luego de que la maestra de por terminada la sesión de la madrugada y se dan una buena ducha Octavio se te acerca preguntándote qué harás endemientras.

—Ya estamos a... jueves? Quedan dos días para las pruebas del sábado. Has podido averiguar algo de tu adversario?
En el fondo se puede ver a Will corriendo con cara de amargado por el costado del muro que rodea el patio.

- Joder Ocatvio. Recuérdame que nunca te presente a mi padre- Le espeto tan tranquilamente con una gran carcajada cuando parece sorprendido porque Ifi-sensei parezca disfrutar con este... castigo si se le puede llamar así. Supongo que el ser profesora la limitará bastante a la hora de castigar alumnos.

Siento haber utilizado tanta fuerza en el combate- Contesto con tranquilidad, realmente avergonzado por haberle hecho tanto daño a mi compañera- Pero ataqué con la espada en su forma de madera y sin apuntar a puntos vitales... la verdad es que no se mucho mejor qué hacer para evitar ser tan bruto- Sonrío un poco, recordando cómo son las cosas en mi casa-Sabes que en casa eso de contenerse pude derivarse en morir, incluso quedando en familia la cosa. Pero sí es verdad que había considerado que Keira era más resistente a ese ataque. Fallo mío.

Ya va a empezar el día en la escuela y en vez de entrenar me he pasado todo el tiempo barriendo, pero supongo que es algo que no se podía haber evitado, la verdad. Octavio se acerca a mí para preguntar sobre mi prueba del fin de semana. Me había olvidado por completo!! Con tantos follones pasando esta semana me no me acordaba que tenía una prueba pendiente, pero por suerte ya tenía la información recabada de antes y, aunque todavía no estoy seguro de que es eso de "el emperador" si me han concretado que son guerreros mágicos que luchan por él... supongo que mi estrategia principal será luchar directamente a mi puro estilo Ishikawa y cargar contra él con todas mis fuerzas. Si su poder es algún tipo de hechicería necesitará acumular poder mágico para utilizarlo y mi mejor opción es no darle descanso ni la oportunidad de utilizar esos poderes.- Si, por suerte he conseguido averiguar que utiliza algo llamado "el emperador" para invocar esbirros que luchen por él, aunque no tengo más información... Un tal Víctor que parece ser un mafiosillo dentro del colegio, pero nada más... Creo que no necesitaré ninguna estrategia especial para luchar contra él... al menos no teniendo en cuenta mis habilidades naturales per se. ¿Y tú?- pregunto con tranquilidad- ¿Sabes algo acerca de quién te ha tocado y lo que vas a hacer? ¿Necesitas ayuda con algo?

—No, no realmente, no. Aún no soy bueno en nada en particular, la persona que hayan emparejado conmigo debe ser alguien sin mucho talento, así que no me preocupo.

El muchacho se queda pensando en lo que le dijiste, pero acaba negando con la cabeza —eso no me suena de nada, en mi familia no hay cultura mágica y nunca se habla de ella. De todas formas coincido en que mientras seas tú el que tome la iniciativa y golpee primero, imagino que te será fácil.

—Hooola! —por un pasillo se cruzan con Pi Meng, que los saluda alegremente— Saben, a Kamigawa no se la ha visto en todo el día, por una vez que quiero verla para hablarle respecto a lo del sábado...
—Podré tener esperanzas de que llegue el sábado y no aparezca? —ríe sin ganas— Ya, es demasiado pedir, sí.

No te menosprecies tanto. Estaría bien que investigaras un poco a tu oponente para ver si tiene una posible debilidad o un punto fuerte que intentar evitar a toda costa. Por ejemplo, ¿Qué haría yo si me tuviese que enfrentar a la maestra?- Quedo un poco pensativo, aunque mi respuesta está más que decidida desde que hice la  hipotética pregunta- Evitar que haya escobas cerca!! Y lo sabes!!- Exclamo con una gran carcajada, para intentar que el pobre se preocupe un poco menos acerca de eso y también darle un ejemplo cómico de lo que debería hacer. - Y por cierto, en mi familia tenemos algo de educación mágica... Si sabes que algo va a usar magia contra ti, patéalo antes de que pueda hacerlo- Sonrío ampliamente, siendo consciente de la burrada que es, pero que realmente es lo que mejor funciona en nuestro caso y mi abuelo llevaba a la práctica con extrema eficacia.

- Hola Pi, ¿qué tal va el día?- Pregunto cuando me cruzo con él, a forma de saludo- La verdad es que hace unos días que no la veo, pero no me preocuparía mucho por el tema... ¿No has pensado en esconderte detrás de su moto para que evite atacarte a lo bruto cuando sea?- Pregunto de forma cómica, sabiendo que cualquiera con ese tipo de vehículos no querría ni siquiera hacerle un rasguño por las buenas- ¿Pero por qué quieres hablar con ella de todas formas? ¿Las características del encuentro no las da el centro?¿O tenemos que elegirlas entre nosotros? Porque si ese es el caso tendré que buscar al tal Victor para saber lo que hacer...

—Eeh, sí, es fácil decirlo.

—Claro que nos las dan, no elegimos nada. Lo que quiero es ofrecerle una rendición, que no me masacre tanto, por eso necesito hablarle antes, a ver si llegamos a un acuerdo.
Pi se encoge de hombros —pero si no está, pues tanto mejor.

- Investiga un poco hombre.- Comento posando la mano en el hombro de Octavio a modo de apoyo-  Si necesitas ayuda o puedo montarte algo en la forja que te pueda ayudar cuando tengas información estaré encantado de que les des una sorpresa, dalo por seguro

Vaaale, vale. Eso hace que me preocupe un poco más... porque a saber en que nos piden que compitamos, pero bueno. Y tu no te preocupes, siempre puedes hablar con ella un rato antes de empezar el encuentro. Y  por cierto- cambio de tema por algo que se me acaba de acordar del primer día (que ya llovió, pero bueno) Que nunca me acuerdo de preguntarle a mi prima... ¿Sabes qué demonios es la sala del peligro? Recuerdo que el tutor dijo algo de que ella nos podía dar acceso, pero es que no tengo ni idea de lo que es y suena bastante interesante

—Pero Yuri, no tengo dinero para pagarte una espada! Mucho menos una hecha a pedido. Mi hermana y yo estamos fundidos, recuerdas?
Octavio queda cabizbajo pensando, y Pi ahora se dispone a responderte.

—Ah, es solo una sala de entrenamiento, el tutor o el delegado de tu clase te puede dar permiso para entrar. Es como... —hace gestos para explicar— un domo raro que funciona con magia, allí se puede emular cualquier tipo de situación para practicar tus habilidades.

- Bueno. El dinero no lo es todo Octavio.- respondo con tranquilidad, intentando dividir mi atención entre él y Pi Meng- Obviamente no te esperes un arma legendaria hecha de plata con joyas incrustadas como es lógico,- sonrío levemente- pero un arma básica de buena calidad no sería problema...- me quedo pensativo durante unos instantes- Si me quito de florituras te puedo hacer una buena espada del tipo que prefieras hecha con acero, que es barato y ya me pagarás simplemente los costes de material cuando puedas. - acto seguido cambio mi tono de voz, hablando rápidamente- A cambio, claro está. Si te preguntan por la espada porque les gusta le dices que te la hice yo y si te preguntan porque salió fea al no tener decoraciones les dices que te la encontraste tirada- termino estallando en una carcajada sonora, aunque asegurándome que nadie me ha escuchado que le iba a hacer un arma a Octavio, para que no se sumen por ahí rumores de que hago cosas gratis o a costo de material.

Esa sala de entrenamiento tiene buena pinta. ¿No tienen los datos de los alumnos para hacer diferentes simulaciones contra el oponente que nos toca? La verdad es que estaría interesante- pregunto, completamente interesado en ese sistema de entrenamiento del que habla. La verdad es que no se mucho de magia, pero algo que sí se es que se pueden hacer clones de algo conocido con ella- Y en cuanto a Momohime...- continúo- Podría mandarle un mensaje a Ifi-sensei a ver si sabe algo de ella si te urge el tema. Pero eso ya depende de ti, porque le pienso decir que es una pregunta de tu parte- le sonrío finalmente, esperando una respuesta.