Partida Rol por web

Hoy era un día como otro cualquiera, estabais como de costumbre en mitad de una de las clases del anciano Kraden. Sabíais que erais adeptos privilegiados por ser sus alumnos sin embargo había momentos donde deseabais que aquel anciano dejase de contar sus historias para pasar a cosas realmente útiles, sin embargo aquella tarea parecía complicada.

Los dos años que llevabais en la academia habían pasado como un suspiro, parecía ayer el día en el que entrasteis por primera vez y os conocisteis. Debíais agradecer toda la hospitalidad del pueblo de Vault y sobre todo de la paciencia que Kraden arrojaba sobre vosotros.

- ¿Me estáis escuchando? - comentó el erudito mientras sostenía un pesado libro con demasiadas letras y pocos dibujos. Vosotros tres estabais en vuestros pupitres, algo aburridos con la lección actual

- Os he dicho muchas veces que para entender la alquimia hay que conocer bien vuestra historia... a ver... por donde iba - comenzó a pasar páginas rápidamente

- Nuestros antepasados sellaron la alquimia en los aclamados faros elementales, era su manera de proteger al mundo de la decadencia del ser humano, sé que esto ahora puede sonar contradictorio pero la alquimia provocó muchas guerras y un descontrol difícil de detener - Kraden tenía la manía de cerrar los ojos mientras relataba la historia de la alquimia sobre Weyard

- Sin embargo, lo que nunca se esperaba es que sellar la alquimia provocaría que nuestro mundo comenzase a ser destinado a paso lento hasta su destrucción final, fue ese el motivo por el que los guerreros de Tale tuvieron que tomar la decisión de romper el sello de la alquimia, desatando todo su poder pero evitando a la vez la destrucción del mundo que conocemos hoy, que ya sufría las consecuencias del sellado de los elementos, imaginaos... terremotos, tsunamis ¡lo peor de lo peor!, seguro que vuestros padres se acordarán de aquello como si fuera ayer... - cerró el libro de repente e hizo una respuesta al aire para todos vosotros

- Bueno discípulos míos, vosotros sois adeptos que tras la liberación de la alquimia habéis potenciado vuestra capacidad para usar la psinergía ¿para qué creéis que debe usarse? -

Libis aquel día seguía atentamente la lección. A veces le resultaba harto difícil hacerlo, cuando el viejo empezaba a divagar y a contar sus aburridas historias, entonces su mente se alejaba de la clase y recordaba la brisa de la noche acariciando su pelo. Para ella era lo mejor del día, largos paseos nocturnos antes de irse a dormir, sola con sus pensamientos, sintiéndose parte de la noche.

Pero la lección de hoy le interesaba. Le gustaba comprender las consecuencias que tenía la alquimia sobre el mundo, y el caos que suponía sellar los elementos. Así que cuando el anciano preguntó, fue la primera en responder, sin pensarlo mucho, con determinación.

- Creo que hay que usar la psinergía siempre que la necesitemos. Si necesitamos agua, provocamos lluvia, si necesitamos calentarnos, invocamos al fuego, si necesitamos viento para navegar.. lo llamamos. Dijo lentamente mientras se apartaba sus hermosos cabellos violaceos de la cara.

- Además, como has explicado hoy, maestro, evitar su uso, solo provoca males en Weyard. La psinegía forma parte de nosotros y tenemos que usarla naturalmente, como usamos nuestros pies y manos.

Se quedó inmóvil, convencida de que su explicación había sido acertada, esperando la felicitación del maestro Kraden.

Intento con todas mis fuerzas no dormirme durante la clase de aquel día. Lo de madrugar no era lo mío, y estar tantas horas sentado, a las luz de las velas, rodeado de miles de tomos de viejos libros enmohecidos que rezaban antiguas historias sobre personas que seguramente ni hubiesen existido era lo más soporífero que me podían poner delante.

Las clases sobre psinergía debían ser como las de artes marciales, activas, en el exterior, con luz natural... creando tú mismo las historias en vez de tener que leer las que otros hicieron una y otra y otra vez.

- Estoy con Libis. Aunque bien es verdad que como ha dicho usted el uso indiscriminado de la psinergía para artes bélicas podría ser muy perjudicial para el hombre y para el planeta en general, esto no justifica que deba estar limitado y menos aún impedido. Sería como prohibir la pólvora sólo porque además de para usos beneficiosos para el hombre pueda ser también utilizada en guerras. 

Digo incorporándome un poco de mi posición de estar medio dormido. Las discusiones era si cabe lo más interesante que se podía hacer bajo techo, sin contar alguna que otra demostración o aprendizaje de un nuevo poder.

- Pero aún así no creo deba usarse siempre que queramos. A mí por ejemplo puede interesarme en un determinado momento leerle la mente a otra persona, pero esto sería una invasión de su intimidad. Si el uso de psinergía puede llegar a afectar negativamente a otra persona creo que deberíamos pensárnoslo dos veces antes de actuar, y sólo hacerlo si es realmente algo imprescindible.

Observo mi mesa tratando de trestar atención de algun modo a las explicaciones de Kraden.Me encnataban sus clases, pero  cuando el venerable anciano se ponia a divagar solia volverse muy tendiosa y aburrida, justamente era uno de esos momentos, asi que no tenia mas remedio que  tratar de concentrarse y no dormirse.

---Yo opino que la Psinergia se debe de usar  solamente en la justa medida y no a placer, no debemos olvidar que el ser humano tiene que valerse por si mismo y no por los poderes ya que llegara el dia en las que nos falle y solo podremos observar imponentes como el problema se nos hecha encima y acaba con todos.

Kadren asintió escuchando con paciencia cada una de vuestras respuestas. Después no dudó en iros mirando y respondiendo en base a vuestra contestación.

- Efectivamente la psinergía es algo natural en vosotros, sin embargo hay que hacer un uso inteligente, ya que de lo contrario nos volveremos personas dependientes y la dependencia genera necesidad, y esa necesidad puede generar malestar, y a raíz del malestar comienzan las disputas y los problemas. - comentó mirando a Libis

- Y está claro que hay que pensar muy sabiamente antes de usar la psinergía, el ejemplo que has dado, Hao, con leer la mente es un caso concreto de cómo hay que evitar ese tipo de poderes salvo cuando sea estrictamente necesario y sea para un fin mayor, todos tenemos derecho a nuestra intimidad y no puede ser vulnerada - comentó ahora mirando a Hao.

Por último dirigió su atención a Attem

- Vuestro compañero Attem ha hecho una valoración muy interesante, recordad, es muy importante vivir sin la necesidad de la alquimia, hubo una larga época antes del desate del Sol Dorado donde la mayoría de las poblaciones no sabían ni que existía la alquimia o seres denominados "adeptos" y podían vivir perfectamente valiéndose de sus herramientas cotidianas. - Tras aquella última reflexión tomó aire y dio un profundo suspiro

- Bueno chicos, ahora vamos a salir al patio, quiero que me mostréis hasta que punto ha ido mejorando vuestro uso de la psinergía. Id vosotros primero que yo os alcanzo, mis piernas están cada vez más viejas - dijo en tono burlón, aunque en el fondo le apenaba haber perdido casi toda su fuerza física de antaño.

No pudo evitar sentirse irritada consigo mismo. Aborrecía no tener razón y errar en sus respuestas. Siempre había sentido que la psínergia era parte de su vida natural. Y ahora, el maestro le aconsejaba usarla solo de manera prudente e inteligente. Incluso había dicho que se podría subsistir sin ella.

Se equivoca - pensó. No era la primera vez que dudaba de las palabras de Kraden, aunque siempre se obligaba a recapacitar sobre ellas.

Guardó sus libros y se levantó con ligereza. Como siempre sus movimientos eran armoniosos y acompasados. Al pasar miró los ojos a Hao, y negó disimuladamente con la cabeza, dándole a entender que no estaba muy de acuerdo con la última opinión de maestro.

Pronto se encontró en el patio, esperando a los demás. La brisa meció sus cabellos y le reconforto un poco, apartando por el momento las dudas de la lección. Se sintió un poco ansiosa, llegaba el momento de usar la psínergia.

Veo a Libis enfadada y me dan ganas de decirle que estaba con ella en todo esto. Aunque a mí me hubiera dado la razón, me parecía una tontería el no utilizar la psinergía en favor de hacer los trabajos de manera manual. Como él mismo había dicho en una multitud de ocasiones, la psinergía era algo natural en nosotros, por lo que renegar de ella o no utilizara por cuidado de quedarse un día sin ella me parecía un despropósito. Pero Kraden estaría detrás de mí y lo mejor era no trastear mucho con el tema.

Sonrío cuando Libis me mira y asiento dando a entender que pensaba lo mismo.

- Que sueño... parecía que esa clase jamás iba a terminar... - digo mientras me estiro un poco una vez había llegado al patio. 

Sonrio satisfecho por mi respuesta,aunque tambien estoy de parte de los demas, aunque no tanto.La Psinergia, era algo inato en nosotros y debiamos usarla para casos inprescindibles y necesario, sino el hombre nunca hubiese  podido sobrevivir a este mundo. En su aldea, habia aprendido a valerse sin la Psinergia y a usar las diferentes hierbas entre otras cosas para poder salir adelante antes de que el Sol Dorado brillase de nuevo.

Recogo con suma tranquilidad  mis objetos y salgo  en ultimo lugar  rumbo hacia el patio, donde oigo el ultimo comentario de Hao.

---- Bueno, todas las clases son asi, parece que sean interminables- digo mientras me acerco al duo.

Una vez en el patio pasaron varios minutos antes de que Kraden os pudiera alcanzar

- Por todos los ancestros, cada vez estoy más viejo - dijo dejando claro que era todo un cascarrabias

- Hace años era capaz de recorrer todo Weyard sin despeinarme y ahora miradme, peleándome para poder alcanzar a unos chavales - negaba mientras caminaba. Finalmente se colocó a un metro de vosotros, estabais en pleno patio, bastante espacioso y repleto de objetos, desde pilares de madera, rocas, cuencos vacíos repartidos por el suelo o enredaderas cubriendo las pequeñas murallas.

- Sé que os gusta mucho practicar con vuestra psinergía, así que quiero que me hagáis una demostración uno a uno, quiero que os concentréis y uséis uno de vuestros poderes mientras explicáis en qué situación la creeríais más útil para ayudar a los demás -

Libis se adelantó a los demás, algo ansiosa, y se situó en medio del patio.

- Desde que era pequeña he sentido como el aire me acariciaba y me contaba sus secretos. Gracias a la práctica y sus clases, maestro, he podido comprender lo que intentaba contarme desde hace tiempo.

Bajó la cabeza y concentró su mirada en el suelo a sus pies. La brisa comenzó a jugar con sus cabellos. Notó como la psinergía procedente del aire le inundo e intentó canalizarla.

Pero falló.

Un leve remolino se formó en sus pies, pero irregular e inestable. Su concentración se rompió, brevemente, pero lo suficiente para que la psinergía se disipase. Los nervios de quedar bien delante del maestro le habían jugado una mala pasada.

Enfurecida dio una patada al suelo, levantando una nube de polvo. Con largos pasos llegó donde se encontraban sus compañeros. Ni se atrevió a mirar sus caras por vergüenza y se sentó en el suelo, cruzándose de brazos.

Vuestro turno - dijo mordiéndose el labio.

Sonrío a mi compañera, intentando demostrar que no importaba que hubiera fallado, que todos sabíamos lo buena que era utilizando la psinergía, y que un día malo lo tenía cualquiera. Aún así, vista la actuación de Libis me pongo más nervioso. Bueno, peor no me podría salir. O sí. Seguro que la acaba cagando igual. 

- Vamos a ver... - digo mientras me relajo durante un instante, antes de iniciar la demostración de mis habilidades. Cierro los ojos y dejo mi mente en blanco durante un segundo. -  El Sol es lo que guía toda la vida del planeta. Su luz y su calor nos alienta y nos protege durante toda nuestra vida. Pero en este mundo no existe bien ni mal, al igual que luz sin oscuridad. De la misma manera que hay movimiento debe haber descanso.

Centro mi vista en un gato negro que hay arrimado a un árbol frente a nosotros. Era un gato bastante activo, que muchas veces se acercaba a mi casa. Incluso alguna vez había entrado por la ventana. Cuando lo veíamos siempre le acercábamos algo de comida del día anterior que hubiera sobrado.

Con mis poderes trato de generar una onda de calor sobre el gato. Un calor reconfortante. El tipo de calor que rodea a una familia que se reúne alrededor del fuego. O el que te abraza cuando te sumerges debajo del edredón cada noche. Un calor que sólo hace que desees cerrar los ojos y descansar.

Una vez hecho me retiro hacia atrás para reunirme con mis compañeros. 

Me acerco al cuenco  vacio pensativo.

---Bueno, creo que ahora me toca a mi- digo mentalmente mientras observo un grupo de pjaros que revolotean cerca de la muralla. Finalmente cierro los ojos y me concentro, al instante una pequeña nube  aparece sobre el cuenco y comienza a descargar una fina lluvia, poco a poco, el cuenco se va llenado hasta arriba, cuando lo veo, hago desaparecer la nube.- Perfecto- digo sonriendo.

A Continuación cojo el cuenco y reparto un poco de agua en las diversas plantas  que vea por ahi hasta que cuando queda mas o menos un charco lo dejo en el suelo. Los pajaros descienden rapidamente hacia el cuenco y comienzan a beber del preciado liquido; cuando lo veo me aparto satisfecho.

---Listo- digo mientras me giro para ver a lso demas

Kraden comenzó a asentir

- Excelente, excelente, hemos podido ver distintos tipos de psinergía, las formas de utilizarlo y lo más importante, las consecuencias de no conseguir bien sincronizar con vuestro poder - dijo claramente refiriéndose a Libis

- Libis, cuéntale a tus compañeros qué has sentido al comprobar que no has podido ejecutar tu psinergía, y sobre todo qué crees que ha ocurrido para que ésto suceda - después miró a Hao y Attem

- Vosotros estad atentos a sus palabras, porque en cualquier momento os puede pasar lo mismo a vosotros -

Mientras observaba la actuación de sus compañeros empezó a sentirse mal. Sintió una punzada de dolor en su cabeza. Al principio no le dio importancia, atribuyéndolo a la misma rabia por errar en su demostración, pero a medida que pasaba el tiempo el dolor se hacia más agudo.

Pudo observar el éxito de Hao y se alegró por él, pero cuando llegó el turno de Attem ya no pudo mirar, el dolor no se lo permitía. Sentada como se encontraba, escondía su cabeza entre sus rodillas, meciéndose, intentando así disipar el dolor.

Oyó como le preguntaba algo, pero no lo entendió. 

Maestro... mi cabeza... no puedo aguantar el dolor... ¡mi cabeza!

Miró a Kraden con lagrimas en los ojos.

Veo como mi compañero realiza al igual que yo un pequeño truco utilizando las cosas que teníamos alrededor. Sin ningún otro altercado. Me estiro y bostezo, escuchando las palabras del maestro Kraden. Así que eso era todo. Con un poco de suerte ésta sería la última clase del día y podría irme a casa... o no.

Me levanto y me dirijo corriendo hacia Libis, aunque no sabía bien cómo actuar. Nunca había visto nada igual. Ni siquiera había oído hablar de nada así. ¿La psinergía podía causar algún tipo de reacción adversa? Mierda, seguro que lo habían dicho en clase y no había atendido. 

- Maestro, ¡¿qué hacemos?! - digo, mirando al maestro, sin atreverme a hacer nada no fuera a empeorarlo todo.