Partida Rol por web

Norberto mira atentamente a la concurrencia. Apaleado posadero... marineros borrachos... lugareños aburridos...

- La ciudad no está nada mal. Tiene solera. - Piensa mientras cuenta mentalmente su escaso pecunio. - Qué narices, ¿para qué voy a preocuparme por esta momentánea falta de liquidez? - Así que se pide un vino, con algo para picar. - El emperador me guarda... el emperador me guía, no puedo pedir cerveza barata, no es buena política.

Entonces echa un ojo al elfo que anda por ahí, con pinta de entendido de algo.

-Ahummm, bueno, parece lo único mínimamente decente por los alrededores. - Se acerca entonces a él, achinando los ojos, como si no le hubiera visto bien.

- ¿Os importa que me siente? - Acento Kalamariano. Deja pasar un rato entre sorbo y sorbo, mientras observa y es observado. Juguetea con el papelote de aspecto antiguo que tiene entre las manos. - Me llamo Norberto, señor mío. - Mira alrededor, aburrido. - Busco fortuna y aventura. - Duda un poquito mientras se rasca la cicatríz que le cruza la cara. - Y el caso es que tengo aqui ¿cómo lo diría?... Un inicio, una semilla, que quizá nos pueda coducir a interesantes situaciones. - Se abanica con el papel. - ¿Os interesa?

-Por cierto, posadero, os agradecería infinitamente que no tocarais mi mesa con ese venerable trapo excrementicio, espero que lo comprendais. No es de mi agrado que pasen por donde poso mis manos toda una serie de ecosistemas en crecimiento exponencial. ¿Me hariais el inmenso favor de refregar el campo de mi condumio con algo remotamente limpio? - Entonces se fija en el ojo a la virulé y se muestra educadamente atento. - Ah, un hermoso testigo de refriega tabernaria ¿Estais herido? ¿Qué ocurrió para que exhibais tan portentoso tono cardenalicio en vuestra cuenca izquierda?

Hace dos dias hubo una refriega con unos forasteros, dos humanos y un elfo blanco y mataron a varios parroquianos. Desde entonces a la guardia de la ciudad le da por tomarse unos pinchos hasta la hora de cerrar. Asi que si deseais tomaros algo dejaos de milongas y no os metais en lios

ahora os traigo vuestra cerveza

dice de mala gana mientras olisquea su trapo

ultimamente no vienen por aqui mas que tipos raros, voy a meter a estos dos en esta mesa para tenerlos controlados.....

-Ah, veo que mi florido lenguaje os conturba un tanto y no habeis comprendido que os he pedido vino, lisa y llanamente. Y haced el favor de no traerme vinagre en lugar de vino. Y traedme también algo para picar por favor... algo que no tenga que cazar y matar aquí mismo, oh discreto posadero.

Dicho esto se acerca y le susurra...

-¿Dos humanos y un elfo blanco? ¿Y mataron a unos cuantos parroquianos? Ah, supongo que habrá recompensa por sus cabezas, mi muy estimado maestro de la hostelería. Decidme, por favor, pues me interesa...

a ver si aparece el otro (si no lo hace lo peenejotizo en 48 horas de mi primer post)

lo del mapa son unas indicaciones de viaje (rutas de un caravanero) escritas en un viejo pergamino que se encontro por casualidad con la necropolis y luego lo perdio todo jugando a los dados en una taberna de la bahia con un marinero

anduvo cambianmdo de manos hasta llegar a ti, parte de la puerta este de Dynaj y marca varios puntos de referencia (rocas y direcciones) del desierto de Kydoban

esta marcada la necropolis, y mas al este (muy lejos) esta macado el camino a la tenebrosa y rumoreada ciudad de los muertos

Sírë asiente a la petición y escucha tranquilamente la conversacion con el posadero.

Ofrecen 50 monedas por sus cabezas. O eso dijo el capitán de la puerta del desierto.

Una vez que el posadero se aleja alarga la mano para poder observar el papel, Quizás.

Norberto se vuelve al oir hablar al elfo.

-Ah, excelente, tenéis buen oido. - Le pasa el mapa para que lo lea. - ¿Quizá os embarqueis conmigo en la expedición? Bien. En cuanto al equipamiento, tengo una mula y una buena cantidad de ron, pero me temo que no mucho más. Y una considerable falta de liquidez. Aporto el mapa. Vos podeis encargaros de los víveres, si os place. ¿Estais de acuerdo? - Dice en un razonable tono de voz. - Decidios pues, nos espera la gloria, mi querido elfo de nombre desconocido pero seguramente impronunciable.

Mas bien, yo aportare mis conocimientos, conozco el sitio y puedo llevarte sin problemas. Los víveres tendrán que esperar.

Sírë de Yáwë termina de beber su consumicion.

Si quieres podemos partir de inmediato, no hay nada que me retenga ya.

-Si no aportais nada a la expedición, por lo menos pagad la ronda, diablos. Pues si que empezamos bien. Yo también tengo mis conocimientos. - Dice apurando su copa de vino y terminando los últimos alcagüeses del plato. - Oh innominado felfo, os veo en el mercado. - Se levanta y sale airosamente de la taberna no sin decir de paso al posadero: - paga él.

El capitan de la guardia dice que le invita a esta ronda señor....

Miras a la mesa donde estan los soldados y ves al guardia que te encontro en la puerta de Dynaj a tu regreso, que te sonrie y te guiña un ojo... parece que le gustas

Sin mas os disponeis a partir hacia la necropolis y abandonais la taberna