Partida Rol por web

Me encontraba suspendida en el aire, soteniéndome de algún tubo o eso parecía. Miro hacia abajo, temerosa y la cabeza comienza a darme vueltas. No aguantaría mucho tiempo en esa pocisión, mis manos y brazos eran débiles, pronto caería y todo acabaría para mi.

Cierro los ojos y comienzo a inspirar y expirar, intentando tranquilizarme y mentalmente me daba apoyo, pero solo me engañaba.

-Las damas primero, Sophia. No me parece un contenedor de basura el mejor sitio para una señorita. -Dice con ironía, sin perder el sentido del humor pese a la situación.

La calle está desierta. La gente a que no han podido salir con su vehiculo a abandonado sus coches y se han ido a pie, por lo que hay algunos coches disponibles.

-Me estoy cansando de este juego. -dice el hombre del helicóptero-

El helicoptero se encara hacia los dos restantes en el edificio y despliega de sus lados baterias cargadas de misiles.

-¡Somos mas inteligentes que tu, cabrón, deja de intentarlo y dile hola a la CIA, el FBI y no se quienes mas te vayan a buscar cuando le cuente a la poli sobre tu intersante charla!

Tosió. Forzarse a gritar en su estado no era lo mas indicado, pero quizá y lograra poner algo nervioso al tipo para darles mas tiempo a los otros dos de aterrizar.

Abro los ojos rápidamente al escuchar la voz de Andrue, luego miro hacia abajo y allí estaban Dan y Luna, salvos y sanos.

-No puedo...- digo entre sollozos y me aferro cuanto mas puedo. Sentía que mis manos se darían pronto por vencidas, asi que tarde que temprano caería al vacío o al contenedor.

La altura me atormentaba y era de psicópatas saltar, pero era mi única opción. Respiro profundamente, humedezco los labios y cieroo los ojos lentamente. Era ahora o nunca. Me suelto, profiriendo un ensordecedor grito, lleno de pánico y angustia.

El sonido de bolsas y la caída hicieron que abriera los ojos. Allí estaba, rodeada y casi cubierta de basura y con millones de germenes y bacterias en mi cuerpo, pero ¿Qué importaba? había sobrevivido a la caída, no era mucha altura, pero para mi, había sido sin duda un milagro.

Con cierta dificultad me incorporo y salgo del contenedor, tosiendo y con un gesto de asco; el olor no era muy agradable y si, aún en momentos como éste pensaba en pequeñeces.

Con una amplia sonrisa corro hacia mis compañeros, debíamos llevar a Luna al hospital cercano cuanto antes.

-¿Qué tal estan chico?- pregunto entre jadeos.

Cerca nuestro hay un coche en marcha cuyo conductor ha debido abandonarlo a toda prisa al verse envuelto en esta dantesca situación. Sophia acaba de caer en nuestro salvador montón de basura y, cuando asoma la cabeza por uno de sus bordes, le digo:

- Luna necesita un médico, se está desangrando. Miro al helicóptero que comienza a maniobrar de nuevo y señalo hacia el vehículo. Tenemos que largarnos de aquí pitando.

- Vamos Luna, le animo, tenemos que llegar hasta aquel coche, y le agarro para que se apoye en mí mientras nos dirigimos hacia allí.

Si veo que no puede con sus pasos, la tomaré en brazos y cargaré con ella como pueda. No hay tiempo que perder.

-Esto es un timo, yo esperaba un principe azul... -al menos podía verse que seguía teniendo conciencia y energía como para tocar la moral, con una sonrisa leve. De buena gana, empezó a andar dejandose ayudar- mierda, como duele...

Miro hacia el contenedor con algo de nervios.

-¡Ahora o nunca!

Salto al vacío mientras dos misiles provenientes de el helicóptero sobrevuelan mi cabeza. Consigo caer en el contenedor sano y salvo pero el edificio a mis espaldas se empieza a desplomar y a caer sobre si mismo soltando algunos escombros al aire y inundando la zona de polvo y restos violentamente.

Conforme intentaba avanzar sin relentizar demasiado a Dan, el edificio empezó a ceder, y salir de ahí era primordial. Sin embargo literalmente tuvo que "fumarse" una buena parte de la polvadera, lo cual le dolió en el alma en especial cuando se vió obligada a toser.

- No quedaban príncipes azules disponibles, lo siento -le replico a Luna, un poco tocado por su comentario y con una sonrisa forzada en la boca.

Continuamos a paso lento hacia el coche cuando el helicóptero dispara los misiles y una lluvia de escombros cae sobre nosotros. A pesar de estar herida, Luna reacciona rápidamente, mucho más que yo, que recibo un fuerte impacto en mi hombro. Una nube de polvo se levanta y, entre toses, vuelvo a ofrecerle mi apoyo a Luna, a ver si conseguimos alcanzar el coche.

Salgo del contenedor como si fuera la vida en ello literalmente y corro a alejarme del edificio. Cuando se desploma doy un salto para alejarme de la zona de peligro y me protejo tras un coche que había en medio de la carretera. Tras el accidente intento abrir la puerta del coche con exito, lo dejaron en marcha por el atasco; cosa que me podría suceder a mi al intentar escapar de aquel helicóptero.

Dejando atras esos pensamientos giro la llave y consigo arrancar el coche.

-¡Vamos, salgamos de aquí!

-¡Oh Dios mio!- grito al ver como el edificio comienza a desplomarse. Comienzo a correr con todas mis fuerzas, esquivando los escombros que caían.

Los brazos los llevo sobre la cabeza, protegiéndola y siento como el aire comienza a cambiar, el polvo llega hasta mis pulmones, mi garganta se seca y es inevitable no toser, lo cual hace que mi velocidad disminuya.

Por un momento me olvido de mis compañeros, tan solo pensé en salir cuanto antes de alli, sobrevivir. Al verlos en el coche, siento un alivio una ligera sonrisa se dibuja en mi rostro, saldríamos bien de ésta situación.

Me subo al coche, en el asiento delantero jadeando y miro por la ventana -¡en marcha Andrue!- le digo impaciente. Aparto la mirada de la ventana, giro la cabeza hacia la silla trasera -¿Qué tal se encuentra?- pregunto a Dan, mirando a Luna.

- Luna, ¿qué tal te encuentras? -le pregunto angustiado. Miro a Sophia y con la mirada le transmito que Luna está mal. Ha perdido mucha sangre.

- ¡Venga, joder, Andrúe! ¡Tenemos que salir de aquí y llegar al hospital! -vuelvo mi cabeza hacia la ventanilla, a ver qué maniobra hace el helicóptero.

-¿Conduzco yo? ¿O alguien tiene mas dotes de conductor?

Mientras dice esto pone la primera marcha preparado para arrancar en cuanto pueda.

El helicoptero se aleja hacia atras vuestra y luego se da la vuelta para poder poner el morro apuntando hacia la carretera sin estrellarse con esta. La ametralladora montada empieza a dar vueltas...

-Eh Dan, ya vale con cuidarme y conduce tu, que creo que me muero del disgusto si el niño bonito no sabe conducir. Pss...

Atinó a decir esto conforme se apoyaba en la ventanilla, liberando al joven de su peso. Reprimió algo de dolor por el movimiento, y agregó.

-Como no sea de noche, estoy bien jodida...

Lo cierto es que cada vez veía mas oscuro.

Miro a Luna con algo de tristeza y preocupación tras las palabras de Dan. Suspiro algo exasperada al ver que el carro no estaba en marcha.

-Decidan pronto, por favor- les ruego, al escuchar las últimas palabras de Luna. Luego miro por la ventanilla para confirmar si estaba oscuro o si su situación empeoraba.

Miro a Andrúe y éste asiente con la mirada. Mejor así; él aún lleva la pistola y ha demostrado tener buena puntería. Con toda la rapidez posible intercambiamos nuestras posiciones.

Acelero a toda prisa y, tras un par de virajes bruscos, salgo de ahí a todo trapo, mientras el helicóptero se prepara para tratar de agujerearnos.

- ¿Alguna idea para sacarnos de encima a eso? -les pregunto a mis compañeros.

Joder, un helicóptero cargándose un edificio y persiguiendo a un coche no puede pasar desapercibido. ¿Tendrá este cabrón controlados a todos los polis de la ciudad? ¿y al ejército?, pienso mientras procuro no estrellar el coche contra nada, a la velocidad que estamos tomando.

Tosió algo, y dijo con voz ligeramente ronca:

-Intenta ir por donde hayan esos carteles enormes en verde indicando lugares por la calle. Si pasa tal cual en el videojuego, el cabrón debería tener problemas para evitar eso, y con algo de suerte se haga mierda. Y ya vale, pero es que de otra forma nunca me he visto perseguida por un helicóptero.

Maldiciendo que mis conocimientos en videojuegos se reduzcan al FIFA, hago caso a los consejos de Luna, a la vez que acelero todo lo que puedo el vehículo. Toda una experiencia para alguien que se ha sacado recientemente el carnet de conducir.