Partida Rol por web

Hay un Logroño oscuro...

Misa a Medianoche

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03/09/2018, 12:19
Claudio

Según se acercaba a la iglesia, las malas sensaciones se iban acrecentando en Claudio. No cabía duda de que allí se estaba celebrando algo más oscuro y desasosegante que una misa cristiana sin más, dedicada a los jóvenes. Aquello cada vez tenía peor pinta, y los nervios se empezaban a apoderar del ex guardia civil.

Se aproximó a la puerta principal para intentar abrirla, pero parecía cerrada a cal y canto. Instintivamente, el grupo se fijó en una puerta lateral, que parecía bastante mal cuidada, probablemente en desuso desde hace mucho tiempo. Era la mejor oportunidad que se les planteaba en ese instante, así que Claudio no lo dudó y cuando estaba a unos pocos pasos se lanzó con el hombro por delante para intentar hacerla ceder.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Soy muy listo y he marcado la tirada oculta. Dire, ya me dirás lo que ha salido, confío en ti, xD

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03/09/2018, 18:19
Narrador

Claudio se lanzó sin dudarlo hacia la antigua puerta de madera. Le dio un buen golpe con el hombro, arrepintiéndose al instante. El paso de muchos veranos, alternados por inviernos fríos, habían dilatado y contraído la puerta, deformándola de su posición original hasta tal punto que se había quedado encajada. Un pinchazo intenso recorrió la espalda del ex-guardia civil, que apenas contuvo un gemido de dolor. 

Olivia, preocupada, puso su mano sobre el hombro de Claudio. ¿Estás bien? 

A pesar del fracaso inicial de su compañero, Laura intentó también abrir la condenada puerta, que no cedía fácilmente. No quería hacer demasiado ruido de manera que alertase a los de dentro, pero no les quedó más remedio. Pasó un minuto, dos, hasta que el forcejeo consiguió que las bisagras cediesen, dando paso libre al lúgubre interior de la ermita. 

Un par de velas iluminaban las estancia. Lo primero que vieron fue el altar, situado justo en frente de la entrada. Una escultura de una virgen, rodeada de tres santos, conformaba toda imagen religiosa. El resto del altar lo conformaban un par de cirios apagados y un ambón, desde donde se realizaban las lecturas religiosas. En frente había únicamente un banco de madera, pues el resto habían sido retirados al fondo. Había un par de sillas más allá, en la oscuridad del lateral opuesto. La sala estaba vacía, pero a Olivia le dio un vuelco el corazón cuando vio la gran mancha granate que empapaba la vieja alfombra del altar. ¡Dios mío...! Exclamó, llevándose la mano a la boca. 

Pero todo fue una falsa alarma, el líquido no era otra cosa que vino tinto que se había derramado de un copón, tal y como descubrió Laura al verlo tirado en el suelo. 

La sala principal conectaba con una habitación trasera a través de una puerta, de un aspecto mucho más corriente. El primer impulso de Olivia fue el de pasar inmediatamente a la otra sala. Pero el miedo la retuvo un momento. ¿Qué podrían encontrar al otro lado? ¿A quién habrían de enfrentarse?

En cambio, no pudo evitar echar un vistazo al único documento que reposaba sobre el ambón. Se trataba de una hoja de algún antiguo manuscrito, algún códice centenario. La hoja estaba arrancada y protegida por plexiglás tanto por delante como por la parte trasera. Olivia intentó leer el texto, que en seguida reconoció como Latín, pero fue incapaz de traducirlo en el momento. Era una lengua que había estudiado hace tiempo, pero su edad, unido a su estado de nervios, le hacían imposible recordar ni una sola palabra de lo que se dijo en aquellas clases. 

https://www.dropbox.com/s/6qyqzh22hct19cc/Manuscri...

Todavía con el documento en la mano, casi dio un brinco al escuchar el chirriante sonido de unos neumáticos, alejándose en la negrura de la noche. ¡Joder, se nos escapan!

- Tiradas (1)
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03/09/2018, 18:42
Narrador

La realidad iba y venía, entre momentos de oscuridad e instantes de lucidez. Daniel, desesperado, se limitó a observar, impotente, como aquellas personas lo levantaban del suelo, arrastrándole fuera de aquella sala. ¿Habrían escuchado el grito de dolor sus compañeros? ¿Podría el instinto de Claudio salvarle esta vez? 

Olió el frescor de la noche y supo que lo habían sacado fuera de la iglesia. El dolor en la cabeza le hacía perder el conocimiento a ratos. Lo siguiente que vio fue la oscuridad de un maletero muy amplio. El sonido chirriante de unos neumáticos le confirmó que, efectivamente, estaba en un coche. Un coche que se movía en la negrura de la noche a toda velocidad.

Notas de juego

De momento sigues medio inconsciente. Posteo más que nada de manera descriptiva. ¡Aguanta Daniel!

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03/09/2018, 23:14
Daniel

Notas de juego

Pal Ebro que voy ajajaj

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05/09/2018, 19:23
Laura

-Latín... -comentó Laura, intentando leer la hoja del manuscrito.

Durante su juventud, había estudiado un par de años Latín antes de acceder a la universidad, pero en esos momentos le resultó imposible traducirlo. Le llamaron la atención, sin embargo, dos nombres propios que resaltaban en el documento: Beelzebub y Sancho Garcés. El primer nombre estaba claro para ella, aunque no recordaba quién era el segundo. Sancho le sonaba a nombre de rey o noble medieval, aunque sin internet a mano era incapaz de recordar a ese tal Sancho Garcés.

El sonido de los neumáticos hizo que se girara de inmediato y saliera a toda prisa de la iglesia para ver quiénes eran los que se encontraban en fuga y en qué tipo de vehículo huían. Con suerte, a Daniel no le habría sucedido nada que hubiera que lamentar.

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10/09/2018, 12:46
Claudio

Maldiciendo para sí por su evidente pérdida de forma física a causa de la edad, Claudio entró tras Olivia en la iglesia por la puerta, que finalmente habían conseguido que cediera. Parecía que la actividad que estuvieran realizando había acabado, pues el silencio era total mientras se adentraban en el lugar. En la estancia principal de la ermita, los restos que encontraron parecían indicar que, efectivamente, se había llevado a cabo alguna ceremonia o ritual que había sido llevado a cabo en presencia de pocas personas. Pero poco más podían sacar de ahí. Tras el susto inicial de su compañera comprobaron que la mancha había sido producida por vino y no por sangre, dándoles un pequeño alivio dentro de la preocupación que tenían por el joven Daniel.

Localizaron un escrito en latín, y Olivia inmediatamente se puso a inspeccionarlo. Mientras esperaba su turno, pensando en si los lejanos recuerdos de sus clases de aquella lengua en el colegio le servirían de alguna ayuda, se vieron bruscamente sorprendidos por el ruido de un coche arrancando en el exterior.
-¡No me jodas!-Fue todo lo que acertó a decir mientras salía a la carrera por el camino que habían entrado para tratar de ver algo del coche que huía (matrícula, modelo, color...) que pudiera ser útil para tratar de buscarlo o identificarlo. Siempre tendrían tiempo de inspeccionar el escrito aquel con más calma después.

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10/09/2018, 17:40
Narrador

Una furgoneta mercedes negra. Eso es todo lo que el ojo clínico de Claudio pudo identificar. El vehículo entró en la rotonda prácticamente derrapando para desaparecer protegido por la oscuridad que da la noche, dirección centro. 

Así de rápido. Un abrir y cerrar de ojos, y ni rastro de Daniel. Quizá si hubieran entrado con él, acompañándolo, quizá si hubieran actuado más rápido, o aquella puerta de madera hubiera cedido antes... demasiados quizás rondaban la cabeza de los investigadores que, todavía aturdidos y en pleno ejercicio de asimilación de lo ocurrido, comenzaban a darse cuenta de que aquello había dejado de ser un juego hacía mucho. Ahora, literalmente, lo que estaba en juego era una vida. 

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10/09/2018, 17:45
Olivia

Olivia salió detrás de Laura, todavía con el manuscrito en la mano. No sabía lo que podía ser aquello, pero tenía la intuición de que se trataba de algo importante, así que había decidido quedárselo. Pero ahora lo que importaba era aquella furgoneta fundiéndose en la noche. Acababan de llevarse a Daniel; en la Iglesia, tal y como acababa de comprobar, no quedaba nadie. Se llevó la mano derecha a la frente, desesperada. Temblando, se sentó en el bordillo. 

Se acabó... -sollozó. -Se nos ha ido de las manos, voy a llamar a la policía. Miró a Claudio, casi retándole a que le dijera lo contrario. Sacó el móvil del bolsillo y comenzó a marcar. Pero una notificación hizo que Olivia se parase en seco. Daniel compartió ubicación hace 28 minutos. 

-¡Sí! Chico listo, Daniel. -secándose una lágrima que le resbalaba por la mejilla alzó el teléfono para enseñárselo a sus compañeros. ¡Los tenemos!

Una burbuja con la foto de Daniel se movía rápidamente por el mapa. En ese momento la ubicación marcaba que el vehículo estaba cruzando a toda velocidad el barrio de El Cubo, dirección centro.

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11/09/2018, 18:14
Laura

Aquellos hombres se habían llevado consigo a Daniel pero, afortunadamente, este había dejado activada la ubicación de su teléfono móvil, por lo que podríamos saber en todo momento hacia dónde se dirigía.

Entretanto, yo trataba de encontrar una traducción del manuscrito que habíamos encontrado. A pesar de que había estudiado Latín en mi juventud, mi conocimiento actual sobre el idioma era bastante pobre.

"Muchas cosas malas Belcebú muestra al homre y crea muchas malas penas para castigarlo" comencé a tratar de traducir, pensando para mis adentros, aunque no estaba muy segura de haber traducido correctamente. "En un tercio de la tierra de Sancho Garcés... ha hecho durante mucho tiempo una mala ¿suerte?, ya que el río crece incluso... Hmm, esto no sé lo que significa... Que duerme en la parte inferior del primer asiento... que más tarde los hombres fundaron la ciudad... Y al final de todo aparece la palabra sacrificio..."

-Chicos, creo que este manuscrito habla sobre la fundación de Logroño, relacionándola con el Diablo, aunque no termino de descifrar algunas palabras. No traducía Latín desde los diecisiete... -comenté, aunque de inmediato mi expresión cambia al ser que Daniel ha logrado activar su ubicación-. ¡Olivia, Claudio, vamos! ¡Podemos seguirlo con el coche! -Hice un ademán para subir en el vehículo de Claudio, aunque aguardé a oír lo que pudiera decir antes de que marcharnos-. Así descubriremos a donde lo llevan.

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14/09/2018, 12:06
Claudio

Toda aquella gente, fueran quienes fueran los que habían organizado aquella extraña ceremonia nocturna, habían desaparecido de repente, delante de sus narices. A pesar de salir lo más rápido que pudo, apenas pudo identificar modelo y color de la furgoneta, atisbar algo de la matrícula fue tarea completamente imposible.

Trataba de prestar atención a las palabras de Laura, que con toda su buena intención se esforzaba en traducir aquel texto. Pero en aquellos momentos su cabeza daba mil vueltas a todo, descifrar aquel manuscrito le resultaba algo muy secundario. Sin embargo, al escuchar las palabras de Olivia, su rostro volvió a iluminarse.

-¡Rápido, todos al coche! Tenemos que seguir la ubicación que nos está facilitando Daniel, antes de que los que le han secuestrado se den cuenta y eliminen la señal.

Tras decir aquellas palabras salió disparado hacia el coche, esperando a que montaran sus compañeras para arrancar a toda mecha y seguir la señal del móvil de Daniel para alcanzarlos lo antes posible.

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14/09/2018, 12:22
Narrador

Olivia y Laura se apresuraron a subirse al coche de Claudio. No había tiempo que perder. Aceleró con fuerza en el instante en que Laura cerraba la puerta trasera. Olivia, sentada de copiloto, guiaba al ex-guardia civil. Todo recto. No, esta calle no, la siguiente. Espera a que refresque, se me ha ido la señal. ¡Ahora! al centro, se dirigen al centro. 

El automóvil recorrió los tres kilómetros que les separaban de Logroño en tiempo récord. El coche avanzaba por la margen sur del Ebro, a toda velocidad. Claudio rezó por que no se encontrasen ningún control policial o alguna patrulla a la que dar incómodas explicaciones. 

La noche era calurosa, veraniega, y los pocos chavales que no habían subido al pueblo a veranear, organizaban un poco discreto botellón en la ribera, pasado el Instituto Batalla de Clavijo. Algunos silbaron cuando vieron pasar a toda velocidad el coche de Claudio, algunos le jalearon. El hombre hizo caso omiso, centrado como estaba en la conducción y en las indicaciones de Olivia. 

Se dirigen al barrio de la Villanueva. -pleno casco antiguo. Se dice de ese barrio que fue una judería, aunque eso no son más que conjeturas y habladurías. La iglesia de Santiago, Santa María de Palacio, no queda lejos, tampoco la de San Agustín. A decir verdad, nada queda lejos de nada en la ciudad de Logroño. -Aparca aquí, -indicó Olivia. -hay que seguir a pie. 

Dejaron el coche en la calle San Gregorio, en un metidito que encontraron pasado el puente de Hierro. La burbuja con la foto de Daniel se había parado un poco más allá, en algún punto de la calle Ruavieja. Laura, que había utilizado esa opción del móvil alguna vez, sabía que la incertidumbre del localizador era de varios, a veces decenas, de metros. Los tres se encaminaron escaleras arriba, salvando el desnivel que había entre la ribera del Ebro y el casco antiguo de Logroño. Un par de calles más arriba, la fiesta seguía, los bares comenzaban a servir cervezas, cubatas y calimotxos, y la música, cada una en su estilo, retumbaba gravemente. En la calle Ruavieja el ambiente era muy distinto. Reinaba un silencio sordo, estaba desierta y olía fuertemente a orina. Como bien sabían, aquel rincón era el urinario público de todos los jóvenes borrachos de ahí arriba. 

Entonces la vieron. La furgoneta mercedes negra. No podía ser otra, pensó Claudio, sería demasiada casualidad... Estaba aparcada en frente de un antiguo edificio de dos plantas que, a juzgar por su aspecto, no duraría mucho más antes de que la estructura venciese. Las ventanas estaban tapiadas a base de maderos y clavos, la piedra de la fachada estaba agujereada y resquebrajada por el paso del tiempo. El único acceso era un portón de madera carcomida que apenas cerraba el paso de cualquiera que quisiese entrar. 

 

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14/09/2018, 13:02
Olivia

Tiene que ser aquí. -susurró Olivia a sus compañeros. Todavía con el móvil en la mano, miraba fijamente la pantalla por si la posición de Daniel cambiara. Nada, definitivamente, el móvil de su compañero se encontraba en aquel edificio. 

¿Qué hacemos Claudio? No sabemos lo que nos vamos encontrar ahí dentro. Ni quienes son, ni cuántos, ni qué intenciones tienen. -miró fijamente al ex-guardia civil a los ojos. ¿Crees que podrías pedir ayuda?

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14/09/2018, 13:05
Narrador

¡Venga, que no tenemos toda la noche! ¡Descargádlo, rápido! ¡Así no, así no! Vale, venga, no hagáis ruido. 

Daniel pudo sentir como unos brazos fuertes le levantaban por las axilas. Había otra persona que le agarraba por los tobillos: le estaban metiendo en algún sitio. Pudo oler la orina de la calle, oír la música de fondo. No podían estar más que en la Mayor, la zona de fiesta de Logroño, en pleno casco viejo. A pesar de que Daniel prefería la tranquilidad de los planes en casa, sus amigos le habían animado a salir algún que otro día por la zona. En la mayor parte de los bares no le dejaban entrar: todavía no había cumplido los dieciocho, pero ya conocían a algún portero que hacía la vista gorda. 

La niebla que turbaba la mente del joven se fue diluyendo poco a poco. Cuando recobró el sentido, se hallaba encima de un colchón, con las manos esposadas a un viejo radiador que estaba empotrado en la pared, en una habitación muy pequeña apenas iluminada por la luz que se filtraba por el quicio de la puerta. Por el olor pudo saber que aquel era un edificio muy viejo y una vez los ojos se le habituaron a la oscuridad, pudo distinguir también un pequeño lavabo, cubierto de polvo, en el otro extremo de la habitación. El colchón ocupaba casi todo el suelo. La habitación no tendría más de seis metros cuadrados.

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17/09/2018, 00:32
Laura

El edificio al que se habían llevado a Daniel no era muy distinto de cualquier vivienda abandonada medio derruida, al menos en apariencia, por lo que nadie podría sospechar que se trataba de la probable entrada al refugio de aquella hermandad.

-Podríamos llamar a la guardia civil y después entrar -sugerí, con nerviosismo-. De ese modo, vendrán aquí a echar un vistazo sobre qué sucede mientras nosotros nos adelantamos. Aunque si la policía estaba comprada en los años noventa, puede que los guardias también lo estén... Pero es nuestra mejor opción. ¿Qué piensas, Claudio?

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18/09/2018, 01:49
Claudio

Tras una trepidante carrera por las calles de la capital riojana tras la señal GPS del movil de su amigo, habían dado con la furgoneta negra en una callejuela poco transitada, ante un edificio de apariencia abandonada. El sitio perfecto para llevar a cabo cualquier asunto turbio. La adrenalina de la persecución, las investigaciones... Todo aquello parecía estar despertando el espíritu profesional que se había aletargado en aquel hombre desde su jubilación.

Claudio escuchó con atención a sus compañeras. No andaban sobrados de tiempo, ni siquiera sabía si tal vez ya habían llegado demasiado tarde. Había que actuar ya.

-Si, llamemos a la policía. Pero mejor hacedlo alguna de vosotras, no estoy seguro de conocer ya a nadie de suficiente confianza en el cuerpo.-De hecho en un primer instante estuvo tentado de llamar a Serranes, pero tal vez hubiera sido un esfuerzo innecesario. Recurriría a su amigo en otras situaciones, pero no ahora.-Una vez hecha la llamada, entraremos a buscar a nuestro amigo.

A cada minuto que pasaba, los pensamientos sobre lo que podrían estar haciendo con Daniel se volvían más y más oscuros.

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18/09/2018, 10:02
Olivia

No hizo falta repetírselo dos veces a Olivia. Con el teléfono en la mano y el número de la policía ya marcado, solo tuvo que pulsar el botón de llamar y en menos de veinte segundos ya había alguien al otro lado prestando ayuda. 

- Buenas noches, les llamo para informarles de un posible secuestro con violencia en el casco antiguo de Logroño. - El tono de Olivia era calmado y la información concisa. Era una profesional de la comunicación. - Sospechamos que hay una persona herida en el número 5 de la calle Ruavieja. Es un edificio antiguo, y hay una furgoneta negra aparcada en la puerta. Ignoramos quien o quienes pueden estar dentro, pero suponemos que van armados y tienen intención de dañar a alguien. 

Olvia frunció el ceño, molesta. Respondió algo enfadada. - ¡Por supuesto que no es una broma! Envíen por favor una o dos patrullas, ¡y dense prisa, por favor!

El policía al otro lado debió captar la urgencia de la llamada porque Olivia enseguida colgó, satisfecha. - Ya están de camino...

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18/09/2018, 23:59
Laura

Respiré hondo al escuchar que Olivia había tenido incluso que insistir en que aquella llamada no era una broma. Podía entender que la policía recibiera cientos de avisos de jóvenes que, en ocasiones, llamasen realizando bromas, pero aquello desde luego no era ninguna broma. Al menos Olivia había colgado el teléfono satisfecha, por lo que lo más probable es que la patrulla ya estuviese en camino.

Me adelanté hacia el portón de madera y procedí a abrirlo para que pudiéramos entrar en el interior de la vieja casa.

-Entremos -dije, decidida-. Olivia, mira la ubicación del móvil de Daniel. Recordemos que esa hermandad podía moverse a través de túneles y galerías. Puede que se estén desplazando a través de uno de ellos ahora mismo.

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19/09/2018, 07:34
Director

Notas de juego

Daniel, te recuerdo que has recuperado la consciencia. Estas encerrado y esposado, pero al menos consciente, por lo que podrías postear si quisieses 

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19/09/2018, 12:59
Daniel

Recupero mi consciencia, estoy aún dolorido. Recorro la pequeña habitación buscando algo que me ayude a salir de allí . Busco cualquier objeto que pueda ayudarme.Tarde o temprano esos mantones volverían,quería estar fuera de aquí o al menos preparado para poder defenderme.Tambien intento escuchar a través de la puerta a ver si escucho algo

Notas de juego

Lo siento no había entendido que estaba recuperado,sorry.

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19/09/2018, 21:40
Narrador

Daniel intentó levantarse, ignorando su dolor de cabeza, pero un tirón de las esposas le detuvo. Se mano izquierda estaba esposada a un viejo radiador que resultaba a todas luces inamovible. Se estiró todo lo que pudo con el otro brazo para agarrar cualquier cosa que pudiera servirle como arma improvisada, herramienta o útil. Nada.

La habitación estaba totalmente desnuda. Exceptuando el lavabo y el colchón, la habitación estaba completamente vacía. Los muros de piedra dejaban entrar la humedad por doquier. 

Daniel agudizó el oído. Quizá era su imaginación, pero podía intuir unas voces en lo que debía de ser el piso de abajo, incluso un sótano.