Partida Rol por web

Héroes y Profecías

El Ejército de Berfôska.

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02/10/2009, 21:59
Director

Al llegar la mañana, los aventureros descubren que Naldar y Kandalian han cumplido su parte. El único recuerdo que queda de ellos es el equipaje que han dejado atrás para viajar lo más ligeros posibles. Elfo y Gnomo han partido antes del amanecer y con ellos ha desaparecido Amnyin. El oscuro personaje al parecer no ha dejado pasar la oportunidad de acompañar a sus dos amigos y ha marchado, llevándose con él el baston de curación que tan útil ha demostrado serle. Orphen y Arkaeron no dudan que - si los dioses lo permiten - volverán a verlos pronto; Vanth lamenta aún la cercana pérdida de Finrod y se pregunta si su destino le volverá a unir con sus otros amigos que le salvaron en la torre; Derek y Diana permanecen solemnes, preocupados por la misión de los aventureros y deseando la llegada de sus ansiados refuerzos.

A lo largo de los días siguientes, las mentes se ocupan como pueden. Orphen logra arrancarle al mago loco - a veces con la ayuda de Arkaeron - el significado mágico de las runas que decoran los bastones. El nigromante mira con buenos ojos los dos cetros de nigromancia idénticos; los cayados que contienen magia de fuego y defensiva vuelven a ocupar su sitio en el equipaje del caballo. Sin duda serán de utilidad, llegado el momento. Vanth pasa mucho tiempo con su animal, rehuyendo el trato con las simpáticas gentes y con los compañeros la mayoría del tiempo; las preocupaciones y pensamientos mantienen al bárbaro más silencioso de lo habitual.

Durante estos pacíficos días, los últimos mercenarios abandonan las cercanías de la ciudad. Tan solo quedan el conjurador demente y el fornido guerrero llamado Razzek. Antes de marchar, los exploradores y rastreadores informaron a Orphen de la clara conclusión de los rastros: todos llevan hacia el Oeste, hacia algún lugar demasiado lejano como para ser seguidos, pero el Bosque Extenso es un buen candidato. Las informaciones confirman que la misión de Kandalian y Naldar resultará de gran importancia, y que tal vez encuentren la misteriosa ubicación de ese ejército invisible.

Los agradecidos aldeanos trabajan sin cesar para recuperar el pueblo y pronto la batalla no es más que un mal recuerdo. La hospitalidad de los aldeanos se extiende indefinidamente, en incontables invitaciones hechas por Eben Espinel y cualquier otro habitante.

El cuarto amanecer tras la cruenta lucha, la agitación recuerda al cercano momento en el que tantas vidas se perdieron. A pesar de la temprana hora, voces gritan por las calles - esta vez, parece haber alegría en el tono - y cuernos hacen sonar sus avisos. Cuernos que en nada se parecen a los gnols, heraldos de tanta desgracia.

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02/10/2009, 22:27
Derek

Nuestras tropas, ya están aquí.

Anuncia exultante Derek. Ha sido el más madrugador del grupo, lo que le permite poner al día a los compañeros según los va encontrando.

Ya están aquí los refuerzos.

Ha llegado una avanzadilla anunciando su cercanía. Los exploradores han dicho que el ejército acampará a las afueras, en el Oeste. Nos recibirán en cuanto estemos listos para comunicar las noticias. Y hay muchas.

Señala el caballero. Por sus palabras, parece incluir a todos en la cita debida con sus superiores. Si hay alguna sombra en su mirada - quizá por la irregularidad del nombramiento de Finrod y sus posibles consecuencias -, Derek de Razoad no parece preocuparse por ellas.

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05/10/2009, 17:46
Vanth

Vanth se despertó y escuchó las noticias de Derek. Finalmente los refuerzos habían llegado, demasiado tarde para acabar con la amenaza de Berfoska pero todavía podrían tener alguna misión relativa al mismo ejército si éste llegase a ser encontrado.

Si debo asistir allí estaré. Dijo brevemente el bárbaro tras acercarse a Derek. Además tengo algo en mente... Comentó bajando la voz.

Notas de juego

Ufff... menudo finde, ya había leido, pero como pa no postear mucho estaba la cosa. Sorry.

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10/10/2009, 16:44
Orphen

Orphen se levanta tranquilamente, ha pasado estos dias relajadamente, algunas horas ayudando a la reconstrucción del pueblo, pero principalmente hablando y disfrutando de pasatiempos con su compañero.

Bueno...sera mejor que vayamos pasando a ver ese ejercito "puntual y siempre apunto".

Por cierto el escritor te dio sus notas?

Notas de juego

es verdad que se me olvido.

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10/10/2009, 22:38
Razzek

Razzek contesta a Orphen, al que parece seguir tratando como jefe.

Sí, ayer se fueron los últimos que quedaban, pero el escriba dejo sus pergaminos.

El guerrero parecía interesado en ver al esperado ejército; y disimulaba mal su curiosidad.

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13/10/2009, 19:04
Arkaeron

Paseo de un lado a otro mientras espero al ejercito, Al recibir la noticia voy con mis compañeros.

¿Y bien? ¿Vamos a recibir a nuestros aliados?

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13/10/2009, 22:35
Diana

Las calles están repletas de gente que dificulta la tarea de llegar a las puertas del pueblo. Una vez vueltos a reunir los compañeros, todos pueden notar la expectación en el aire.

Diana y Derek saludan a los últimos héroes en llegar y sus caras son las que más expresan impaciencia. Los dos llevan su armadura, como la noche de la batalla, pero esta vez por una cuestión ceremonial.

Ante la pregunta de Arkaeron, Diana asiente.

Por insólito que suene, tenéis esperando al comandante de las fuerzas de Berfôska - mi señor Hagen - y a parte del alto mando. La sonrisa en la cara de la guerrera es sincera y amistosa.

Se han dado prisa en montar campamento y están deseando veros... recupera la seriedad, mientras cambia una mirada con Derek, quien mantiene el silencio.

Aún así, será mejor que hablemos primero Derek y yo con nuestros jefes en su pabellón. Tras el informe oficial procederemos a las presentaciones.

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13/10/2009, 22:49
Director

Los dos caballeros montan, siendo imitados por los aventureros. Orphen, acompañado del guerrero que parece haberse convertido en su guardaespaldas, toman las riendas de los caballos en los que llegaron a la batalla hace ya cuatro días; Arkaeron ha aceptado un animal donado por Orphen, antigua montura de un mercenario que tuvo menos suerte que él; Vanth monta orgulloso en la temperamental pero imponente bestia que una vez perteneció a un mago del que guarda mal recuerdo.

Los cuatro hombres y la mujer cabalgan a paso tranquilo por el exterior de la ciudad hacia la estepa donde el glorioso ejército monta campamento. De camino, se cruzan con un pequeño grupo de caballeros sin armadura que avanza hacia la ciudad arrastrando un carro y guiados por un líder de frondoso bigote y aspecto curtido. Devolviendo el saludo que desde la distancia hacen Derek y Diana, los jinetes no se detienen y continúan su camino hacia el pueblo. Estos nobles guerreros tienen sus formas de hacer las cosas, que rara vez cambian: ese pequeño grupo será el único contacto con el pueblo de Asbrav; donarán armas, caballos y cualquier otra ayuda a cambio de provisiones mientras un mando intermedio - el hombre serio de bigotes - intercambia información y formalidades con cualquier representante de los habitantes. Redactado informe y cumplido el protocolo les quedará poco que hacer aquí. El poderoso ejército de Berfôska no puede emplear sus fuerzas en tierras en paz.

Entran en el recinto abierto formado por las dispersas tiendas y los grupos de soldados que echan miradas con curiosidad. Avanzan a lento paso de los caballos hasta una tienda más alta que las demás, aunque no mucho más grande. De inmediato, Derek y Diana dirigen una expresiva mirada a los otros tres y, tras desmontar, los dos caballeros se adentran en el interior de la tela de colores.

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16/10/2009, 18:21
Hagen

Pocos minutos después, sale de la tienda un apuesto hombre de armadura plateada. A pesar de que su enseña es un leon rampante, la coraza luce el dibujo de varios dragones metálicos tallados con tal acierto que parecen pequeñas y estáticas sierpes auténticas. Su blasón está dibujado en el pecho, como es habitual en los caballeros de alto rango, y lleva una bella espada envainada al cinto. Su porte, a pesar de ser estilizado, delata a un guerrero acostumbrado a pasar buena parte de su vida a caballo.

Con una mirada intensa observa a los tres aventureros. Su expresión, sin embargo, pronto se suaviza y sonríe al hablar.

Saludos, nobles guerreros dirige un vistazo a Arkaeron - su aspecto no es el de un combatiente - pero no se corrige, sino que continúa he oído algunas cosas de vosotros, y algunas más de lo que habéis hecho, pero os pediría - si no es molestia - que honremos uno de nuestros anticuados protocolos...

La forma de referirse a una tradición, lejos de ser irrespetuosa, sí que refleja humildad. Muchos estrictos caballeros son incapaces de entender que los civiles consideren pesadas y superfluas las normas de etiqueta en las órdenes de caballería.

...Por favor continúa el soldado cumplamos las debidas presentaciones.

Yo soy Hagen de Carcassone, comandante de los Caballeros del Gran Reino y, temporalmente, general de los ejércitos de Berfôska.

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17/10/2009, 03:51
Derek

Tras el majestuoso líder salen Diana y Derek. Mantienen respetuosamente cierta distancia, a su espalda, y permanecen callados.

La mirada de Derek, no obstante, refleja bastante bien sus pensamientos: le importa mucho la impresión que sus nuevos compañeros causen. La cara del serio caballero aconseja respetar los trámites debidos.

Notas de juego

En la presentación habitual entre caballeros se incluye el nombre, el lugar de procedencia y el rango. Los civiles no tenéis costumbres tan estrictas en cuanto a saludos y no tenéis rango militar, pero tendréis que adaptaros.

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17/10/2009, 05:29
Vanth

El joven bárbaro se vio en un compromiso ante la solemne presentación que llevó a cabo el Comandante Hagen. Él no conocía nada sobre protocolos de caballería o nobleza, por lo que respondió como mejor pudo.

Saludos, Hagen. Comenzó el chico interpretando el saludo "cortés" que le enseñaron hacía años, consistente en un leve cabeceo e inclinación de torso.Mi nombre es Vanth... jamás me pusieron apellido alguno, y mi procedencía es de la nómada tribu conocida como Bedin. Pese a lo extraño de la situación, Vanth habló con contundencia y sin vacilar. No tenía nada de que avergonzarse por ser un guerrero sin títulos o apellido... o siquiera cultura.

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19/10/2009, 19:12
Arkaeron

Tras la presentación de mi compañero, hago yo lo mismo.

Saludos comandante Hagen, mi nombre es Arkaeron, no tengo lugar al que llamar hogar y nunca se ma ha dado un rango, así que supongo que soy un soldado raso

Como siempre mi voz suena tranquila y con una fuerza aparentemente antinatural. Tras mi presentación espero a que mis compañeros hagan lo mismo

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20/10/2009, 00:54
Orphen

Orphen, sabia por encima estas presentaciones, mas bien no estaba acostumbrado a realizarlas.
Sin duda aprovecho el tiempo de presentación de sus compañeros para estudiar al comandante.
Soy Orphen Shoren de Myt Drannor, Capitán de los mercenarios por la liberación de Asrav.

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20/10/2009, 01:09
Razzek

El segundo de Orphen, que había esperado la presentación de su jefe para tomar la palabra, habla.

Razzek Unko... de Bulborp.

A pesar de que su cara refleja que la situación diplomática le supera, el humano guerrero sin duda sigue conociendo mejor la etiqueta entre militares que un mago o un bárbaro. Se inclina levemente, como en admiración al grado militar de Hagen pero sin reconocer, necesariamente, su autoridad. Lo escueto de su saludo, sin mencionar rango, deja claro que se considera un simple soldado; la posición del hombretón, un paso por detrás de Orphen, reconoce implícitamente el liderazgo de éste.

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20/10/2009, 01:18
Diana

A la espalda de Hagen, también Diana observa con atención las presentaciones de sus cuatro nuevos compañeros. Su expresión refleja que algo de tensión escapa de sus rasgos cuando Hagen asiente, tras los saludos, y la conversación demuestra empezar con buen pie.

Colocando mejor el peso de su armadura, la guerrera espera pacientemente y escucha.

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20/10/2009, 01:21
Hagen

El majestuoso guerrero, líder de las tropas de Berfôska, asiente satisfecho. Parece sinceramente contento de conocer al fin a los hombres que lucharon donde sus tropas no pudieron llegar.

Nómadas de tribus bárbaras, magos apátridas o guerreros sin bandera... habéis combatido hombro con hombro con dos de mis hombres cuando ningún juramento o deber os obligaba. Gracias a vosotros, un pacífico pueblo prevalece y un oscuro ejército se encuentra por fin contra la pared.

También demuestra sincero orgullo al hablaros así.

Sé que tendréis preguntas igual que yo, pero me lleváis cierta ventaja y por ello os pido que, antes de nada, confirméis mi información. Derek de Razoad y Diana de Berfôska me han contado parte, y he averiguado otras cosas por mis propios medios, pero aún tengo ciertas lagunas...

Hagen se acomoda, colocando su mano derecha sobre la empuñadura de su espada envainada. La postura es fiel reflejo de la que ahora mismo muestra Derek, detrás del líder, y que más de una vez habían podido ver en él.

Veamos: un grupo de cinco aventureros, alertados por un profeta, llegó hasta Asbrav sabiendo que iba a ser atacada. Tratando de poner sobre aviso al pueblo, imagino que terminaron por verse en la única decisión de luchar o huir dejando la ciudad a su suerte. Muy honorablemente, su elección es evidente ahora y el resto del relato pasará a la historia... pero no estoy seguro de comprender todas las piezas.

Con gesto de quien recapitula y, con esfuerzo, trata de ordenar y enumerar, Hagen continúa.

Tres de los compañeros iniciales han salido hace días en persecución del enemigo, según nos han comunicado - volveré a ellos más adelante, pero sigamos - otro de ellos, un valiente paladín, ha muerto en el combate, según me han comunicado su gesto refleja la conmoción de quien lamenta las grandes pérdidas, pero está acostumbrado a hablar de muerte, a su pesar creo entender que vos, Vanth, seréis el último de esos cinco viajeros, aunque tengo la impresión de no saberlo todo al respecto.

Mirando a Orphen y Arkaeron, formula al fin sus preguntas.

Si sé, en todo caso, que se me escapa el motivo de vuestra participación en lo ocurrido; los milagrosos refuerzos mercenarios venidos del norte y el poderoso nigromante que combatió con sus huestes de muertos muestra menos prejuicios al hablar así de Arkaeron de los que serían de esperar en un caballero fueron esenciales para encontrar la victoria. ¿Fue el conocimiento de la misma profecía lo que os hizo estar en el lugar y el momento apropiado?, ¿mera casualidad - o el Destino, mejor diría -? ¿o bien hay otras razones?

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20/10/2009, 02:26
Vanth

Así es. Respondió Vanth a la parte que le tocaba cuando el Caballero hubo terminado. Pese a no haber compartido con ellos más que la última parte de su peregrinaje, pertenezco al grupo de "compañeros inciales" como así nos nombraste.

Me salvaron de una muerte segura, y decidí acompañarles... eso es a grandes rasgos lo que me trajo a Asbrav. Zanjó el bárbaro, con la misma voz firme, pese a seguir temiendo por sus propios modales.

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25/10/2009, 04:48
Orphen

Conocía la profecía, por supuesto que la conocía, como también era consciente de que su ejercito no podría llegar a tiempo, por lo tanto de mi propia economía reclute todo combatiente que encontré de camino hasta aquí.
Sin duda Orphen era consciente de que realmente quería saber el comandante.
Supongo que la fortuna y fama no es el único objetivo y obligación del aventurero.

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25/10/2009, 22:52
Arkaeron

Yo también conocía la profecía, inicie el viaje con mis compañeros, aunque tuvimos problemas y me separe de mis compañeros.
Los motivos que me guían son las ansias de aventura y conseguir mas poder, no hay que decir que al conocer la profecia, no me pude resistir a viajar.

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26/10/2009, 10:56
Hagen

Hagen parece satisfecho, aunque ligeramente sorprendido por las respuestas.

Qué intrincado es el Destino, cuántos hilos se cruzaron para obrar este milagro.

Asiente, ampliando su sonrisa. Los rayos de luz arrancan un resplandor de su armadura plateada.

Antes de continuar con importantes temas, quiero corresponder a vuestras respuestas. No quiero que os parezca un mero interrogatorio. La situación también os habrá desbordado y no os preocuparán menos inquietudes... ¿tenéis alguna pregunta para mi?