Partida Rol por web

El ambiente solo dura cargado de tensión un par de segundos, Kandalian aparece discretamente al borde de la puerta por la que desaparecio, permaneciendo oculto para los extraños. Naldar corre hacia el lado opuesto de las escaleras buscando quedar en un lugar menos visible. Finrod se concentra en analizar la escena y a los recien llegados mientras Orphen comienza a abrir la trampilla, que cede sin dificultad.
La figura de la armadura negra permanece inmovil y el alto humano armado con un espadón no llega a reaccionar antes de que el estruendo de pasos que se oia del piso de arriba revele su fuente.

Un orco bien equipado, armado con un hacha enorme y protegido por una coraza metálica, baja las escaleras ruidosamente hasta parase a mitad de estas observando a los intrusos. A su lado un guerrero con armadura negra, armado igual que el otro. Ambos llevan sus armas en las manos y las alzan al veros. Ninguno de los dos parece percatarse de la presencia de Naldar ni Kandalian, sin dudar el orco se lanza escaleras abajo hacia el humano del espadón, el de la armadura oscura baja más despacio, con su mirada fija en los dos humanos del centro de la habitación, Orphen y Finrod.

Has estado atento a la escena que se desarrolla, el guardia de intimidante armadura oscura que cae escaleras abajo irradia un aura propia de maldad, algo que sabes que no es nada habitual. No son simples malas intenciones, ese guerrero ha sido tocado por el mal.
El humano de toscas vestiduras de piel no despierta tu alerta, al contrario que los dos que bajan tras él, como era de esperar.

Orphen deja de golpe la trampilla, un ruido seco resuena por la sala.
Mantiene fija la mirada del humano que baja por las escaleras mirando tanto al paladin como a Orphen.
Una sonrisa aparece en la cara de Orphen, mientras hace crujir el cuello a un lado y a otro, aun con la espada enfundada por poder tirar de la argolla de la trampilla.

Mira Finrod, este chico tiene mas estilo...sereno, tranquilo y con un objetivo, tu o yo? o nos lo jugamos a suerte?

Orphen parece que le ha cogido aprecio o mas bien respeto por alguien que no ataca solo al ver al enemigo sino que avanza tranquilamente para llegar al combate como un luchador seguro de si mismo.

¿Quienes son estos? ¿Por qué parecen omitir mi presencia? Tal vez no sean habitantes de la torre... Estos y otros pensamientos acudieron a la mente del joven Vanth, quien pareció por un instante decidido a hablar con aquel grupo de gente. No obstante, la reaparición de sus enemigos en la escalera le sacó de su ensimismamiento para devolverle al combate.

Mucho más tranquilo que antes y con las ideas más despejadas al encontrarse con menos desventaja, asió fuertemente su espada y esperó en su posición la llegada del orco.

Kandalian, como se esperaba, pasa desapercibido en la acción. El gnomo ata cabos y saca conclusiones, muy probablemente precipitadas.

El orco y el guerrero negro contra el humano del espadón. Dos contra uno. Pero, quién es el verdadero enemigo?

La respuesta a esta pregunta llega cuando ve la disposición del orco a atacar a Orphen y a Finrod.

Te pille!

Ataca contra el orco y busca desaparecer tras el dintel de la puerta para intentar conservar el factor sorpresa.

La duda al decidir qué hacer le hace perder un tiempo precioso en la iniciativa de ataque. Sintiéndose fatigado y a la espera del desarrollo de acontecimientos, el monje opta por sacar su arma a distancia y lanzar un proyectil.

Una piedra sale disparada de algún lugar de la habitación adyacente, golpeando al orco en el hombro que se gira alarmado pero no logra ver nada. Kandalian ha desaparecido tan rapido como aparecio tras el sorpresivo ataque.
El orco, distraido, se prepara para actuar ante el humano que es su única amenaza visible. El guerrero de negra armadura avanza, dejando al humano alto cubierto por el orco, a medida que se acerca a Finrod y Orphen sujeta con mayor firmeza su pesado escudo de acero y alza su espada preparado para el combate.

El guerrero de negra y pesada armadura, armado con una gran espada igual que el otro avanza decidido hacia Orphen y Finrod hasta ponerse a tu vista. No parece haberte visto. El resto de la escena de combate queda fuera de tu linea de visión, tan solo por el oido te haces una idea.

Bueno Finrod tu o yo... o nos lo jugamos a la pajita mas corta?deja pasar unos segundos....sin respuesta del otro humano desenvaina la espada y avanza hacia su enemigo.
Bien finrod estate quieto si quieres ayuda con el orco.

Orphen va andando de forma circula examinando a su objetivo y estudiándolo, mientras sus ojos los mantiene en el rostro del enemigo.
La posición marcial de orphen es un poco a la espera de su enemigo cediendo el primer ataque.

Naldar permanece atento, desde el escondite actual, a la escena que se desarrolla.

Orphen y el guerrero de negra armadura avanzan el uno hacia el otro, cediendo la iniciativa a su oponente Orphen desvía el fuerte golpe de su enemigo con un movimiento de su espada. El guerrero humano devuelve el ataque encontrándose con una defensa igual de eficaz. El escudo del guardia desvía parcialmente la espada de Orphen, que da a parar inofensivamente contra la armadura.

El orco balancea su hacha tratando de golpear al alto humano del espadón pero este se mueve rápido esquivando el golpe y el arma no logra impactarle.

inevitablemente Orphen sonríe, por una especie de alegria de encontrar a alguien que parece que disfruta con un buen combate, especialmente uno donde antes de golpear es estudiado y los ataques no son precipitados.

Interesante, necesitaba acción y este guerrero es un rival digno. Tal vez me esfuerce incluso...

Bonita armadura, por cierto...

si duda...primero observemos que puede hacer...espero no tener que utilizar el conjuro que almacenas...aunque la desesperación en su cara seguro que valdría la pena.