Partida Rol por web

En vista ed que no hay nada en la habitación me dirijo raudo a la puerta abriéndola, vamos, la gloria nos espera.

Nada más abrir la puerta, desembocais en un largo y estrecho pasillo.

Se ve a simple vista, que es un pasillo más funcional que otra cosa. Está escasamente decorado y presentís que es de uso casi exclusivo del servicio.

A un lado podeís ver un fuerte muro de piedra.

Hacia el otro lado, el pasillo gira a la derecha.

Casi enfrente, podeis ver una puerta de madera.

El Elfo vuelve a adelantarse.

Mientras hace gestos con las manos a el enano para que valla a abrir al otra puerta, le indica de igual modo que va a dirigirse hacia al final del pasillo para echar un vistazo.

Lentamente se acerca a al saliente de la esquina del pasillo, y con la ballesta en ristre asomo poco a poco la cabeza hasta distinguir el final del pasillo.

Contagiado por el entusiasmo de los valientes guerreros, los pasos le llevan hasta el exterior de la sala. para enfrentarse a un pasillo. Sus ojos se clavaron en los rincones desconfiados, no encontraron combatiente alguno tras la primera embestida, algo que no llegaba a agradarle del todo. Con cuidado... Sus pasos ahora danzantes como si quisiera seguir caminando por el aire.

Salgo al exterior de la habitación viendo el pasillo cortado, asiento a los gestos del elfo y antes de dirigirme hacia la puerta me limito a mirar por las paredes en busca de alguna puerta secreta que nos permita encontrar algún tesoro oculto.

El bárbaro se mueve hacia la puerta, intentando dar cobertura al enano.

Rincewind y Gotrek permanecen alerta, con los sentidos despiertos.

No se fian de lo que les puede estar esperando en esos estrechos corredores.

Mientras caminan hacia la puerta, van examinando minuciosamente cada palmo de terreno, aunque no encuentran nada extraño.

Cuando Tirathir se dirige al fondo de pasillo para examinar lo que había al otro lado, se da casi de morros con un fimir que estaba patrullando.

Ambos se sorprenden altamente al verse.

Afortunadamente el elfo es mucho más rápido en su reacción.

El elfo no sabe que al mirar mas lejos se econtraria con un fimir.
Es un enemigo nada despreciable, y lo peor de todo es que lo ha visto.

Mierdas de Azhnur

Rapidament encara el arma hacia donde se encuentra el monstruo y abre fuego.

Compañeros un Fimir en este pasillo

Susurra para no hacer mas ruido del necesario.

Los saetazos del elfo, se empotran con fuerza en el escudo de un habilidoso fimir, pero no puede evitar que uno de los virotes se clave en su hombro.

Con un grito de dolor, se avalanza sobre Tiranthir cimitarra en mano.

El Elfo sabia lo que se le venia encima. Intento esquivar el golpe lo mejor que pudo, pero se precipito y se trabo con la esquina.

Finalmente el arma lo alcanzo. Parecia una especie de ritual, la primera sangre era la suya. Pero tambien implicaria que saldrian todos de alli.

Ayuda...

Grito mientras volvia pasillo atras. Desde donde estaba no podia hacer uso de su ballesta sin quedar otra vez expuesto, y el brazo le dolia demasiado para intentar cualquier otra cosa, asi que desando lo andado.

Veo al elfo venir corriendo por la esquina del pasillo pidiendo ayuda, rápidamente encamino mis pasos en la dirección de la que procede, al llegar a la esquina veo a un fimir que le persigue, quieto ahí, antes tendrás que vértelas con un enano. Me lanzo a la carga blandiendo mi hacha hacia su persona.

El enano echa a correr pesadamente hacia el lugar donde el elfo había empezado a recular.

Con poco sibilinas zancadas, se planta frente al fimir nada más doblar la esquina, recibiéndole con un hachazo que lo levanta un palmo del suelo.

Khargos espera vigilante a que el resto de sus compañeros se reagrupen para poder abrir la puerta que está frente a él.

Puesto que adentrarse solo en las siguientes habitaciones no seria una buena opción, decidió avanzar hasta el nuevo camino que se les abría en busca de posibles salas escondidas que albergaran objetos de valor en aquella mansión. Sus pasos seguían siendo suaves y delicados, concentrado en no alarmar a los posibles guardaespaldas de aquel caudillo.

El Elfo saco una venda que tenia preparada y se la puso en el brazo. Enpeza a cogerle el truquillo a eso de los vendajes.
Gajes del oficio.