Partida Rol por web

El elfo tiene un mal presentimiento y se mantiene fuera de la habitacion. Espera que sus compañeros acaben cuanto antes. Ademas no deja de mirar de hito en hito la esquina por la que habia visto a la momia, no fuera a ser que le diera por acercarse.

Espero a que el bárbaro recoja la llave antes de salir de la habitación.

Cuando las manos del barbaro se dirigieron a coger la llave, sin ningun miramiento el mago agarraba uno de sus extremos... y si fuera una palanca... mmmm... si... ha de ser algun mecanismo... tirando de uno de sus extremos.

Tras manipular el ornamento con forma de llave, el trono se desliza con suavidad dejando al descubierto una puerta de madera robusta.

Escuchando a través de ella, podeis percibir ruido de armas.

Krugbarg se lanza a traves de la puerta magica, encontrandose con tres enemigos delante de él.

¡Esta noche cenareis en el infieeeerno! ¡Waargghh! grita mientras golpea a uno con su espada.

Al abrir la puerta encontrais a tres enormes orcos vigilando una gran mesa de alquimista sobre la que descansan varios libros con sus hojas abrasadas, pociones, viales, …

Las tres bestias se giran hacia vosotros nada más penetrar en la habitación, dispuestos a impediros el paso.

El barbaro se dirige hacia uno de ellos terminando con su vida de un simple y certero golpe.

Me muevo para ayudar al bárbaro, pero mis cortas piernas evitan que me pueda enfrentar a uno de ellos.

El Elfo ve como se abre una puerta tras el asiento. Y como el barbaro carga. Una mala costumbre que algun dia les cosatara cara.

Se mueve todo lo rapido que puede, pero no llega.

Maravilloso... traspasó su mente al observar el resultado del mecanismo. Lo sentía ahroa más cerca, por lo que se adentró con el bárbaro rápidamente para apoyarle en el combate. Aunque al observar aquella mesa, parecía estar más intrigado en que podía obtener de ella que en el propio objetivo de la piedra lanzada.

Los dos orcos se aprovecha de la indecisión del grupo y atacan al bárbaro enconadamente.

Ponzoñosas cimitarras surcan el aire.

Krugbarg se defiende como puede moviendose con rápidez

Avanzo hasta situarme frente a uno de los orcos que acosan al bárbaro y golpeo fuertemente al engendro.

Krugbarg para como puede los ataques, siendo arañado por uno de los monstruos.

ATaca pero falla al orco de su lado

El orco, más pendiente de Krugbarg que de otra cosa, no se percata del furioso enano que entra en la habitación repartiendo golpes a diestro y siniestro.

Inevitablemente, uno de esos golpes certeramente dirigido se estrella con potencia contra el pecho del orco terminando con su vida.

El Elfo entra aprovechando el hueco creado por el enano. Pivota agilmente hasta la esquina superior y desde alli abre fuego. Con un poco de suerte el Orco sera historia.

Con más fortuna que habilidad el orco logra esquivar las flechas del elfo y se prepara para el ataque.