Partida Rol por web

Hilos invisibles

Capítulo 0: Resonancia (Ruth)

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09/10/2015, 21:32
Narrador

Capítulo 0: Resonancia

Si tratara de describir esa sensación. La sensación que provoca la tibieza del sol, el olor del salitre, mientras al mismo tiempo estoy tumbada en la arena de la playa... con el sabor del mar aún en mi boca... diría que la palabra 'milagro' suena particularmente apropiada... ¿no crees?.

Sydney, 30 de Junio de 2015.

17:05 horas.

Han pasado veinticuatro horas y todavía no has encontrado nada en tu mente que pueda explicar lo que viste. Tus manos se mueven con rapidez, trabajando sin descanso, mientras una vez más lo sucedido vuelve a tu mente. El sonido de la lijadora apaga todo lo demás y te sirve para intentar abstraerte de todo. Pero hoy, más que nunca, se hace imposible.

Es inevitable buscar cada pocos minutos el reloj, esperando ese momento en que sus agujas encajen a la perfección con las del recuerdo de la tarde anterior. Y cuando está a punto de suceder sientes un cosquilleo en la espalda. Sin embargo, las agujas alcanzan ese punto y lo sobrepasan sin que nada suceda. Sin que vuelvas a verla. Pero no lo necesitas para recordar.

Ni siquiera estás segura de qué fue lo que viste. Quizá fue sólo una alucinación por el disolvente, pero no te había sucedido algo así antes. Estabas en el taller, como hoy, con Danny mirándote trabajar. El calor os rodeaba mientras trabajabas en la misma tabla que ahora. Sin embargo algo interrumpió tu labor. De repente y aparecida de la nada, había una mujer. Estaba allí, en medio del taller, sentada sobre una cama tan incongruente como su presencia. Y sin embargo ella parecía sentirse tranquila con su visita. Gloriosa. Vestía un camisón arrugado y su piel estaba cubierta por una capa de sudor. Sus ojos enormes y desorbitados se cruzaron con los tuyos y sentiste una extraña conexión con ella. Sentiste su dolor y su emoción. Su sonrisa te envolvió, y a pesar de que durante un instante una sensación de peligro te invadió, los segundos pasaron y esta fue disipándose en el aire como una colilla olvidada en un cenicero.

Después de veinticuatro horas algunos detalles se han desvanecido, pero la imagen general  de esa habitación de hotel que viste durante un breve parpadeo sigue presente. El papel de las paredes, monótono y repetitivo. La penumbra, mostrándote sólo el contorno de las cosas. La luz de la luna entrando por la ventana y dibujando para ti la esquina de un puzzle al que le faltaban demasiadas piezas como para que cobrase sentido. Repasar la imagen una y otra vez no te ayuda a comprenderla. Y aunque en aquel momento no viste a nadie más con ella, siempre tuviste la certeza de que no estaba sola. 

Todo fue algo confuso después. La mujer emitió un largo suspiro mirándote directamente a los ojos. Tus pupilas y las suyas parecían unidas por un hilo fino e invisible, como si fueran dos vasos de yogur y vuestros cerebros las usasen para comunicarse de una forma que no comprendías. Luego abrió la boca como si hablara con alguien, pero no te llegó su voz. Y entonces... Entonces un sonido rompió el ambiente tanto en el taller como en aquel hotel. El estruendo de la pólvora estallando, detonando una bala y una vida. Con el sobresalto inicial no llegaste a ver el agujero que atravesaba su cabeza, pero no te hizo falta para saber que estaba ahí. Y pudiste sentir cómo todo se apagaba mientras ella caía hacia atrás, rebotando en el colchón. En el último instante en que miraste al frente pudiste ver la salpicadura que aquel disparo había dejado en la pared. Casi parecía una flor. Un lirio oscuro, sombrío y cargado de muerte. 

Apenas transcurrió un pestañeo antes de que el taller volviera a la normalidad. Aquella cama había desaparecido llevándose a la mujer que descansaba en ella. Los últimos ecos de aquel disparo aún resonaban en tu cabeza, y no se apagaron hasta que no dejaste de ver aquella habitación de hotel. A tu lado, Danny se había tensado con tu sobresalto y te observaba con los ojos entrecerrados, intentando comprender qué sucedía. Sin embargo y sólo por si acaso no tardó en intentar aligerar el ambiente y la preocupación con una broma. Igual que lo hace ahora.

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10/10/2015, 23:55
Daniel Thomas

- Eh, rubia. - La voz de Danny te saca de tu ensimismamiento y cuando lo miras te das cuenta de que parece estar esperando algo por tu parte.

- ¿Hola? Tierra llamando a Mujer-Topo, ¿me recibe? - Con una mano delante de la boca simula estar usando un walkie. - Si no da señales de vida pronto montaremos una fiesta de críos en este mismo taller. Con pintura de dedos. Y guerra de comida. - Concluye, bromeando así con lo que aquello podría suponer para ti. Y debe imaginar la cara que pondrías después, porque una carcajada abandona su garganta y llena el ambiente incluso antes de que reacciones.

Sin embargo, su ceño se frunce y su rostro revela una cierta preocupación por ti cuando su risa termina. Se incorpora un poco y te estudia con calma. - Ahora en serio, ¿estás bien? Por la cara que tenías, creo que estaba hablando solo otra vez.

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11/10/2015, 11:00
Ruth Williams

¿Por qué me mira? ¿Quién es? ¿Qué ha ocurrido?

Sus ojos estaban abiertos de par en par, con la lijadora aún en la mano, mirando el lugar donde apenas un día antes todo había ocurrido. No sabía si pensar en que ya estaba perdiendo la cabeza, como su hermana decía, o si había sido un sueño en vigilia. Ruth podía asegurar que aquello había sido real, no solo había visto a aquella mujer y la había mirado a los ojos, sino que la había... ¿sentido? Por muy demente que sonara, había sentido sus emociones y luego, por alguna razón desconocida, la vio morir. 

¿Y si encuentro esa misma habitación de hotel? ¿Y si recuerdo los detalles? ¿Sabré que no fue un sueño?

Seguía mirando la pared cuando Danny, inquieto y preocupado, le habló. Fue en ese momento consciente de que la lijadora seguía encendida en sus manos, vibrando y pidiéndole que trabajara. Le había prometido a su padre que montaría aquella tabla para el campeonato y darle forma era solo una parte de todo el proceso. Parpadeó varias veces antes de volver en sí misma, era la primera vez que le ocurría aquello, que se abstrajera de su trabajo de esa forma. Incluso barrió con una mirada rápida la habitación para saber dónde estaba del todo.

Hubiera seguido perdida unos minutos más, pero su vecino decidió invocar el horror en una imagen sórdida: niños con pintura en su taller. La mueca de disgusto de la mujer fue demasiado exagerada.

-¿Niños? Ante te dejo que me pases esta lijadora por la cara- dijo ofreciéndosela, no se le ocurría nada peor que un montón de niños desordenando y descolocando todo, con el plus que suponía la pintura y la comida por todas partes. Ruth no era obsesiva de la limpieza, quizás porque su obsesión ya le ocupaba demasiado tiempo, pero comida y pintura en su taller de forma caótica eran una verdadera pesadilla. Ni dejaba bajar allí a sus sobrinos cuando le preguntaban que qué hacía en el taller. Ella siempre los asustaba explicando que descuartizaba un cadáver para que la abuela les hiciera la cena. 

La rubia se sacudió, fingiendo un escalofrío que no quedaba muy lejos de lo que sentía ahora mismo. -Estoy bien es solo...

... ¿Danny me entendería? Esto era demasiada locura incluso para lo que el resto piensa de mí...

...Pero a quién podría contárselo sino...

-... Ayer, en el taller, vi algo. Cuando paré de lijar, estaba recordándolo, fue algo extraño pero a la vez real- no podía explicar mejor aquella sensación, aquella visión de la que aún veía reminiscencias si miraba a la pared.

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13/10/2015, 23:56
Daniel Thomas

La carcajada de tu amigo se alarga algunos segundos más cuando das tu respuesta a aquella amenaza. Sin embargo ese sonido ya se ha perdido en el ambiente cuando comienzas a hablar después, y es evidente que su preocupación crece sólo con oír el tono que adopta tu voz.

Puedes ver con claridad cómo su ceño se frunce, y por un instante guarda silencio. Para otros sería difícil decir si esa pausa es para esperar más detalles o para asegurarse de que no se trata de una broma, pero su expresión te recuerda demasiado a aquella ocasión en que alguien llegó a buscarle para avisar de que sus padres habían tenido un golpe con el coche: finalmente no había sido nada, pero el susto inicial no se lo quitó nadie.

- ¿Algo extraño? - pregunta, poniéndose en pie y dando un paso lento en tu dirección- Algo... Espera, rubia, que me estás asustando -dice, y por un instante una sonrisa nerviosa aparece en su rostro-. ¿Algo extraño como un fantasma? ¿O algo más de tu rollo, como una veta rara en la tabla? -pregunta mientras se acerca un par de pasos más a ti-.

Justo en ese momento puedes oír un ruido cerca de la entrada del taller. Probablemente sea tu padre trabajando. La mirada de tu amigo se desvía hacia allí durante un instante y te hace un gesto, pidiéndote un momento. Con la naturalidad de quien pasa allí tantas horas como en su propia casa se acerca a cerrarla, lo cual sólo habéis hecho en contadas ocasiones, y al volver toma el taburete alto sobre el que estaba sentado y lo acerca a tu posición. Una vez allí, y actuando como cuando da tu trabajo por pausado toma asiento y coge una de tus manos antes de mirarte directamente a los ojos.

- Soy todo oídos -dice con seguridad, hablando como si para él el mundo se hubiera detenido en el mismo momento en que pareciste necesitarle-.

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14/10/2015, 09:37
Ruth Williams

Asiento a su primera pregunta. Algo extraño era, más que extraño, pues se salía de mis estándares. Había cosas que el resto del mundo encontraba bizarras y para mí eran normales, sobre todo cosas en mi día a día. La preocupación de Danny me hace inquietarme, no quería que se sintiera así, pero yo misma me sentía muy inquieta en mi interior, tenía que dejar aquello salir.

-Algo extraño extraño- aclaro, o eso pienso yo. -Y no era un fantasma, era muy real, lo sé. La miré a los ojos y luego...- me muerdo el labio, nerviosa. Había sido horrible ver a esa mujer morir, como si estuviera aquí delante de mí y yo no hubiera hecho nada.

Danny está cerca de mí y me reconfortaría darle un abrazo, pero me contengo. Oigo ruido al otro lado de la puerta y giro la cabeza, mi padre habría empezado su jornada laboral. Mi amigo y vecino cierra la puerta, tranquilamente, era una buena idea si quería oír todo lo que tenía que contarle. No me sentía como contándole todo aquello a mi padre, mucho menos a mi madre. Ella se volvería loca, llamaría a mi hermana y entre ambas volverían a llenarme la cabeza de regañinas sin sentido. Ellas no entendían nada.

Miro como Danny toma mis manos, como ese gesto me da coraje y anima. -Escucha... Puede que sea una locura, suena así. Pero ayer vi a una mujer aquí, me miraba, a los ojos. Era como... Como esas pelis de ciencia ficción... Mmm... Como si hubiera una mezcla entre dimensiones o alguna mierda así- aprieto los ojos con frustración y vuelvo a mirar a los de mi interlocutor, era complicado no saber qué había visto y a la vez no poder guardarlo dentro. -Bueno, esa chica me miró a los ojos, incluso sonrió, me veía. Ella estaba como en la habitación de un hotel... Creo... Y luego... Oh, joder, luego murió- por alguna razón noto humedecerse mis ojos con el recuerdo.

He visto morir a alguien, delante de mí... Y a la vez no... Y no pude hacer nada, solo mirar.

La necesidad es muy grande en ese momento, no podía aguantar más y abrazo fuerte a mi vecino. No puedo evitar sollozar. -Joder, la vi morir y no pude hacer nada- lloro sin poder borrar aquel recuerdo de mi cabeza, todo me había perturbado demasiado. Mi vida era muy tranquila, monótona y ahora no podía seguir con ella con normalidad, mis recuerdos no me lo permitían.

Notas de juego

No me di cuenta en el otro post que debía ser primera del presente, mis disculpas.

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16/10/2015, 00:57
Daniel Thomas

Tu amigo te observa con atención momentos antes de que llegues a hablar. Su ceño está levemente fruncido, más por preocupación que otra cosa, y toda su postura indica que está pendiente únicamente de tus palabras. La presión que sus manos ejercen sobre la tuya es débil, pero firme, y antes de que empieces a explicarte su cabeza asiente con gravedad, como si con ese gesto te indicase que está listo.

En el mismo momento en que dices que aquello puede ser una locura él simplemente niega con suavidad, descartando aquella idea, antes de seguir escuchándote. Y cuando un instante más tarde comienzas a exponer aquello puedes ver su ceño fruncirse un poco más.

- Ostras -comenta cuando te interrumpes durante un instante-.

Y cuando vuelves a buscar su mirada él aprieta un poco tu mano antes de tomar también la otra y tirar un poco de ti, acercándote a él. Un instante más tarde, con aquel luego murió puedes verle estremecerse durante un instante, y un segundo más tarde la piel de su cuello parece haberse erizado.

- Joder... - Enuncia entonces, aparentemente sin encontrar las palabras, aunque en sus ojos no parece haber ni la más mínima duda. Si tú lo dices es que debe ser cierto. Al mismo tiempo él se pone en pie, rodeándote con sus brazos y ofreciéndote su pecho para que tu llanto se deshaga. - Tranquila, rubia... - Murmura entonces mientras acaricia su pelo. - Tampoco creo que pudieras hacer nada, yo... -dice, aunque no tarda en volver a quedarse callado durante unos segundos, simplemente cuidando de ti-.

Por su cabeza probablemente estén pasando muchas cosas, pero no parece que la idea de que le estés tomando el pelo sea una de ellas. Ni la de que te hayas vuelto loca. Quizá la tradición aborigen de la isla, con la abuela de él como exponente más cercano, haga que su mente esté abierta a ese tipo de cosas. Desde luego él no es alguien que nunca haya negado la existencia de nada más allá de lo visible, aunque tampoco la ha defendido jamás.

Durante casi medio minuto él permanece en pie, sosteniéndote, siendo en esa ocasión el ancla de ambos con el mundo. En tu oído va desgranando palabras que intentan ser de ánimo o consuelo, pero es evidente que aquella situación le supera. Hasta que parece dar con algo.

- Eh, Ruth... - Te llama entonces, apartándose un poco y llevando una mano a tu barbilla para obligarte a buscar su mirada. - Ha tenido que ser la hostia de acojonante, pero esto es lo que pienso: - Anuncia hablando con voz forzosamente tranquila. Conociéndole, probablemente haya estado los últimos segundos dándole vueltas a lo que está a punto de decir. - No sabemos lo que es. No nos pongamos en lo peor -te dice-. Si es algo como una mezcla de dimensiones a lo mejor es algo que no pasó de verdad. O si pasó y pasó en otra dimensión, seguro que era algo que iba a pasar hicieras lo que hicieras -afirma entonces, dedicándote una pequeña mueca-.

Respira profundamente y te mira directamente a los ojos antes de suavizar su expresión. Puedes notar perfectamente cómo se estira la comisura derecha de sus labios, como hace siempre un breve instante antes de bromear. 

- ¿Y ahora qué hacemos? -pregunta mientras la sonrisa termina de nacer y extenderse por toda su boca- ¿Te llevamos con tu hermana o con mi abuela?

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16/10/2015, 10:57
Ruth Williams

Lloro como quizás no he llorado en años, para mí mi vida era perfecta y no merecía nunca la pena derramar ni una gota por tonterías. No era una mujer todo sensibilidad como quizás pudiera ser mi hermana, a ella que yo tachaba de llorona cuando hacía una montaña de un grano de arena. Siento la calidez de sus brazos rodearme, mientras me desahogo. Pero... Sus palabras no me reconfortan. Haber visto a esa mujer morir y no haber podido hacer nada solo me da un fuerte sentimiento de impotencia.

Mis sollozos cesan poco a poco, calmados por las caricias gentiles de sus manos. Se mantiene ahí de pie, tratando de animarme sin saber bien qué decir. Yo misma no sabía cómo afrontar esa discusión, era algo que nunca había experimentado y me mantenía con un amargo sabor de boca. Hasta sentía mi estómago revuelto. Mi vida era simple, plena y feliz, la muerte era un golpe de realidad que aún no estaba dispuesta a afrontar.

Danny se aparta y eleva mi cara, tomándola por la barbilla. Mis mejillas están húmedas y mis ojos siguen encharcados. De llevar maquillaje estaría por toda la cara y la camiseta de él, pero yo rara vez me maquillaba. Mi arreglo era lo justo para salir y en las sesiones de fotos no era yo la que tocaba las brochas. Finalmente él llega a una conclusión, mientras me seco las mejillas con el dorso de la mano.

-¿Y si es algo que va a pasar?- añado a sus posibilidades que incluyen el "ya pasó" o es algo "que pasaría". -Ella estaba en la habitación de un hotel... Puede que si encuentro algo por ahí, tenga respuestas. Si no ha pasado podemos pararlo- mis palabras suenan incrédulas hasta para mí, sé que no tuve una visión, sino que ella me veía al mismo tiempo. Acabo frunciendo el ceño yo, lo que decía sí que era ya la mayor locura. -... No dije nada, aunque... Sí que quisiera saber si encuentro algo de esa habitación, saber si es real sería útil.

No quiero que piense que estoy loca, pero... ¿ahora qué?
¿Debo vivir en mis pensamientos para siempre con esa imagen sin saber qué es? ¿Qué significa?

Me mira a los ojos y su expresión ya hace que yo también respire profundamente. Esbozo media sonrisa ante sus palabras y le empujo con suavidad, cerrando el puño y apretando contra su hombro. -Mi hermana tendrá la excusa para meterme al loquero y tu abuela es capaz de hacer algún rito de esos raros para casarnos en secreto. Su nieto querido aún no le ha presentado a la mujer de su vida y se le pasa el arroz- bromeo, más relajada. La presión en mi pecho es menor, aunque sigo igual de acongojada.
 

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20/10/2015, 21:23
Daniel Thomas

- Oh, joder -dice Danny, considerando la nueva variable que propones y achicando los ojos al hacerlo-. Pues eso también podría ser. Que hayas desarrollado poderes telequinéticos o algo así. - Hace una pequeña pausa y un gesto con la mano. - De ver el futuro y todo eso, ya sabes. 

Acaricia tus cabellos hasta que pareces estar algo mejor y sólo entonces se separa un poco de ti. Sonríe abiertamente cuando le sigues la broma y te devuelve el golpe en el hombro con suavidad justo antes de ponerse en tus manos con su mejor disposición, dispuesto a participar una vez más de la aventura que te traías entre manos, exactamente igual que cuando erais pequeños y lo convencías de subir al tejado de su casa o cualquier otra locura. Él siempre se había apuntado a todas y cada una de ellas sin dudar. Y después nunca había tenido problemas para cargar con sus culpas y con las tuyas si le parecía apropiado.

- Bueno, rubia. ¿Qué quieres que hagamos? ¿Por dónde empezamos? - Sus ojos recorren el taller y después llegan hasta la puerta. - ¿Quieres que traiga mi portátil de casa y empezamos por buscar si ha habido alguna muerte en hoteles últimamente? Y ya de paso si recuerdas cosas del sitio podemos buscar también, a ver si encontramos al menos de qué hotel es. Con eso quizás podríamos llamar por teléfono. ¿Sabes si era en Sidney?

Con su última pregunta ya está caminando hacia la puerta, dispuesto a salir a toda velocidad para traer el portátil.

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21/10/2015, 17:23
Ruth Williams

¿Poderes telequinéticos? De no ser por lo que vi le diría que está como una cabra.

No sabía qué pensar, él debería pensar que yo estaba loca. Yo misma debería pensarlo, no me sentía del todo cómoda con normalizar algo así, por lo que buscar una explicación sería lo mejor. Danny era todo lo que siempre había equilibrado mi vida. Él me comprendía, por muchas locuras que dijera, él se apuntaba a hacer cualquier cosa que sugiriera, él era como el hermano que nunca tuve. Las relaciones con mi hermana siempre habían sido tensas, frías y distantes. Ella no sabía de hermandad y amistad más allá del interés, porque se le daban mal las relaciones humanas. Incluso había quedado embarazada prescindiendo del padre en ambas ocasiones, por no crear lazos afectivos. Pero la que estaba mal de la cabeza era yo.

-Buscar una muerte en un hotel no estaría mal- asiento a la idea de Daniel, que me parecía más que buena para empezar a buscar. Era mejor que lo que yo podría haber concluido sola. 

Ya, pero un hotel dónde... ¿Y si realmente pasó en otra dimensión como va a haber noticias en esta?

-No tengo ni idea de dónde era- confieso y miro de nuevo a la pared donde el día anterior había tenido aquella epifanía. Ahora que lo había exteriorizado era más real y debía hacer algo con ello. Mis ojos se posan en la tabla en la que trabajaba por un momento y no puedo evitar mover los dedos, como recuerdo reflejo del tacto de la madera. No me gustaba dejar las cosas así, debía acabarlas, pero con aquella enorme duda en la cabeza no había trabajo posible. -Yo cojo mi ordenador también, podemos mirar ahí... Puede que en noticias internacionales o algún sitio donde salgan noticias extrañas o no sé... ¿Cómo de rara puede ser una muerte en un hotel a nivel mundial?

Queríamos abarcar algo muy grande y me sentía abrumada por ello. Mi vida se resumía a lo simple, a lo pequeño, a cambiar las cosas que estaban al alcance de mi mano, no a buscar alucinaciones transitorias.

¿Y si no fue una alucinación? ¿Y si está muerta? ¿Y si está por morir?

Muchas dudas y pocas respuestas. Abro la puerta del taller, quitando la llave que Dan echó y subo para mi habitación a quitar el portátil. Hasta olvido quitarme las ropas de trabajo, algo que nunca me había ocurrido antes.

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23/10/2015, 19:47
Daniel Thomas

Tu padre sólo te mira de reojo cuando pasas como una exhalación cerca del lugar donde él se encuentra apilando unos botes de pintura y barniz. Si nota algo extraño en tu atuendo o en tu actitud, no lo dice, y en menos de diez minutos, cuando Dan vuelve con su portátil, estás de nuevo en el taller con el tuyo encendiéndose.

Tu amigo te mira con decisión y no te cuesta darte cuenta de que ha debido hacer el camino de ida y el de vuelta valorando posibles ideas para lo que te ha pasado.

- Bien, Ruth. Entonces, tenemos muchas opciones. Puede ser algo que ha pasado, algo que podría haber pasado o algo que pasará. Y puede ser en esta dimensión o en otra, eso no lo sabemos. Ni dónde. - Se encoge de hombros. - No tengo ni idea de lo raro que puede ser que se muera alguien en un hotel, pero podríamos empezar por ahí y luego ir descartando cosas. 

Acerca una silla al lugar donde estás y se sienta sobre ella para abrir el ordenador después. Mientras se enciende, él sigue hablando. - También podemos buscar por poderes telequinéticos, aunque seguro que nos sale mucha mierda de películas. Y... Si puedes intentar recordar algún detalle que nos sirva de pista, estaría bien. Aunque mientras tanto, podemos empezar por buscar en Sidney, ¿no? 

Un sonido tintineante avisa de que el sistema operativo se ha iniciado y tu amigo abre un navegador antes de quedarse pensativo un momento. - Oye, rubia... -empieza, titubeando- ¿Y has pensado que a lo mejor era un fantasma? Uno que quiera que le ayudes a terminar sus asuntos o algo así... Como en la serie de la tía esa. ¿Sabes qué había aquí antes de tu casa? A lo mejor estamos sobre un antiguo cementerio indígena o vete a saber.

Mientras tanto, tu ordenador también está listo para comenzar a buscar.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Cuéntanos qué búsquedas harás o por dónde quieres empezar a investigar y nosotros nos encargamos de tiradas y resoluciones ^^.

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24/10/2015, 10:01
Ruth Williams

Tener a Danny era una ayuda mayor de lo que nunca podría haber pensado, ya se le había ocurrido mirar en internet las noticias, ver si alguien había muerto en un hotel. Yo no sabía cómo abordar todo aquello, la verdad es que estaba demasiado perdida como afrontar algo así de forma lógica.

Lógica... ¿Acaso algo de esto la tiene...?

-Si es algo que ha pasado... Fue ayer, deberíamos buscar en google por cualquier muerte en un hotel con noticia de hoy. Si fue hace tiempo, creo que será muy difícil encontrar un hecho así en el pasado y si está por ocurrir...- me muerdo el labio, aquella era la opción que no quería barajar. Si estaba por ocurrir y no llegaba a tiempo, sería como no hacer nada. Prever que alguien va a morir y sentirse impotente ante tal hecho, era lo que más temía desde que habíamos comenzado a hablar abiertamente de ello hacía unos minutos. -... si es eso... Temo que no podamos hacer nada, no recuerdo apenas nada del hotel, solo de ella.

Me pongo con mi ordenador sobre mis rodillas y abro a sí mismo mi navegador, tecleando "google.com" para ponerme a buscar. Mis conocimientos de informática eran básicos, sabía escribir y buscar cosas en amazon, poco más. Danny aporta otra idea que hace que arrugue levemente la nariz, un fantasma no me hubiera parecido tan real, ¿no?

-No creo que fuera un fantasma... Te digo que su aspecto era del todo real, como si la tuviera delante. Era rubia, joven, de ojos claros, tez clara, caucásica vamos... Sus rasgos eran aniñados, como si fuera muy poquita cosa, pero era una mujer mayor de lo que aparentaba. Se la veía triste y a la vez... feliz. Como si la razón de haberme visto la hiciera sonreír- sonrío a mi vez ante el recuerdo, para luego ensombrecer mi rostro. -Al menos así fue hasta que murió- incluso mi tono de voz es más sombrío, decaído y triste.

Notas de juego

Como Ruth no es una lumbreras del internet va a googlear: "chica joven muere en hotel", así a la locura xD

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28/10/2015, 02:46
Narrador

No demasiado convencida escribes las cinco palabras en el buscador y le das al cuadrado azul con la lupa dentro. Después sólo te queda esperar algunos segundos mientras carga la siguiente pantalla.

En tu ordenador empiezan a aparecer resultados, pero cuando comienzas a colocar el cursor sobre alguno de ellos, decidiendo cuál clicar primero, algo sucede de repente. La pantalla de tu portátil se queda repentinamente negra y sobre el fondo oscuro puedes ver unas letras que no parecen tener ningún sentido, casi como si fuese un código de esos raros de programadores y geeks. 

Sin embargo, cuando tu vista desciende un poco el código sinsentido se convierte en una especie de conversación que de alguna forma te resulta ajena y cercana al mismo tiempo, a pesar de que no tienes ni idea de qué va todo eso. El cursor parpadea en la parte inferior y justo mientras estás mirando una frase empieza a formarse en ese color verde brillante, sin que tú llegues a teclear nada ni tocar ningún botón: 

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28/10/2015, 03:49
Daniel Thomas

Mientras tanto, Danny parece enfrascado en la pantalla de su portátil. Teclea, entrecierra los ojos como leyendo algo, para después mover el ratón y volver a teclear. 

Tarda algunos segundos en hablar y aún cuando lo hace, sus ojos siguen clavados en la pantalla. - ¿Y sabes cómo murió? ¿Le dio un ataque o qué? -pregunta, siguiendo la conversación en el punto en el que se había quedado un momento antes. 

Sin embargo, antes de que te dé tiempo a responder, habla de nuevo, haciendo con la boca ese gesto tan característico que le has visto mil veces cuando está concentrado en algo, torciéndola hacia un lado y luego hacia el otro. 

- Ehhh... Rubia -dice, señalando con el dedo su pantalla y levantando la mirada de ella para fijarse en ti por primera vez en el último rato-. No sé si he encontrado algo interesante, acércate a ver.

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28/10/2015, 09:17
Ruth Williams

Comienzo a teclear, no veía otra forma de abordar aquello que dándome prisa en revisar todas las webs que google me ofreciera. Sin duda el buscador me da tantas opciones como esperaba encontrar, demasiadas entre las que elegir sin más. Miro la fecha, esperando encontrar alguna noticia del día. Para mí aquella muerte había ocurrido el día anterior, no podía verlo de otra manera, había sentido a esa mujer muy cercana a mí como para que fuera algo que tenía que pasar o que hubiera pasado.

Una mujer de 27 años muere en el hospital...

Comienzo a leer el pequeño resumen que hay bajo el primer link cuando algo raro ocurre. Cuando trato de clickear sobre el primero mi ordenador se vuelve loco. Por inercia quito las manos del teclado, en señal de "yo no he tocado nada aquí". Entrecierro los ojos tratando de leer aquel código raro, del cual no tenía ni la más remota idea, pero los abro ampliamente cuando eso se me hace visible.

-¿Qué coño...?- musito, leyendo aquella conversación que surgía delante de mí. Algo había ido mal en la net, estaba leyendo algún tipo de conversación que no entendía. Voy a dar un codazo a Danny para que mire mi pantalla cuando me habla. Tardo unos segundos en reubicarme en el hilo conversacional. -¿Qué... Ah... No, no parece que fuera un ataque, es como si estuviera genial y luego se fuera todo a la mierda, sin razón.

Vale, me explicaba mal, no era la mejor en oratoria, ni en escribir ni nada. Por suerte los editores de las revistas para las que hablaba le echaban imaginación, porque sino los artículos sobre mí serían horribles. Aún recordaba cuando el último tío de Surfskater magazine casi grita desesperado porque mis respuestas se resumían en sí, no, quizás y encogimientos continuos de hombros. Los fans era una cosa, pero un capullo que venía a preguntar cosas que no entendía a mi casa era otra. Intentaba que mi padre hiciera esas entrevistas por mí, pero muchas veces no se contentaban con ello.

Me acerco a Dan, mostrando la pantalla de mi ordenador. -No sé si lo tuyo será interesante, pero mi ordenador se ha ido a la mierda y le está pasando una cosa muy rara...

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31/10/2015, 01:40
Daniel Thomas

Danny se movió un poco cuando te acercaste con el ordenador, estirando el cuello para mirar tu pantalla. Durante algunos segundos la escrutó en silencio, con cara de extrañeza, pero finalmente terminó girándose para mirarte a ti.

- ¿Qué es lo que dices que le pasa? Yo lo veo normal. Dale al enlace de la primera noticia a ver qué pone. - Señala con el dedo un punto del monitor, en el que tú sólo ves esa conversación ajena, y en ese momento la pantalla parpadea de nuevo, recuperando la ventana del buscador tal y como la habías visto durante un instante. 

Tu amigo te mira, con una expresión a medio camino entre la curiosidad y la preocupación, puedes leer perfectamente en su rostro que a pesar de que agradece estar haciendo cosas tangibles, se siente todavía algo inseguro. - Yo he encontrado una especie de movida paranormal o algo de eso. Una convención sobre... -Se detiene para leer en voz alta, directamente de su pantalla. - Sobre "El verdadero poder de la mente. ¿Alguna vez has tenido una visión? ¿Tus conocidos se asombran de una percepción extrasensorial? ¿Quieres conocer cuáles son los límites reales del cerebro humano? El próximo uno de Julio, en el Radisson Blu Plaza Hotel de Sidney se celebrará un congreso sobre el verdadero poder de la mente. Ponentes de fama internacional acudirán de distintas partes del mundo..." - Danny hace una pequeña pausa y un gesto con la mano mientras deja de leer. - Y bueno, más blablabla. Dicen los nombres de esa gente y todo eso. A mí no me suenan de nada. Eh... Al parecer lo organiza una empresa llamada Farmatech Co. - Se encoge de hombros y hace una mueca con la boca. - Ni puta idea. 

Sin embargo, a ti sí que te suena de algo el nombre de la empresa. Aunque tardas unos segundos en ubicarlo, pronto te das cuenta de que es la farmacéutica para la que trabaja Roger Graham. Ese tipo te había comprado varias tablas personalizadas y habíais hablado en un par de ocasiones. Adora el surf, pero no se dedica a él en cuerpo y alma como haces tú. Recuerdas que alguna vez te comentó que él trabaja en una multinacional que tiene en Sidney su mayor sede. Farmatech, sí. Estás segura de que es esa. Aunque él nunca te ha comentado nada de asuntos paranormales ni nada parecido.

Danny te mira y hace un gesto con la cabeza hacia el ordenador. - Uno de Julio... Eso es mañana. Por lo que parece se pueden comprar por internet las entradas para el congreso ese. Cuestan setenta pavos cada una* pero joder, a lo mejor descubrimos algo. ¿Compro dos? ¿Te apetece ir a echar un ojo, rubia?

El hotel también te suena. Es bastante famoso y una vez te alojaste en él cuando fuiste a hacer una serie de entrevistas y apariciones públicas en Sidney. Te pareció entonces un lugar de bastante categoría, con cuatro o cinco estrellas si no recordabas mal. Uno de esos sitios donde organizar conferencias no es precisamente económico. Si van a celebrar un congreso allí, está claro que al menos mueven pasta en grandes cantidades.

Notas de juego

Radisson Blu Plaza Hotel.

*Setenta dólares australianos equivalen a alrededor de 45€. 

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31/10/2015, 09:20
Ruth Williams

Las palabras de Danny me hacen mirar de nuevo la pantalla que le muestro, no comprendía por qué él no veía lo que yo veía. Aquella pantalla negra con la conversación en letras verdes, la cual desaparece cuando me dice que clickeé en el primer link. Siento como un escalofrío con todo el asunto, a lo mejor me estaba volviendo loca, poco a poco. Ver cosas desde luego no era normal, este hecho acababa de confirmarme que Dan no podía ver nada de lo que yo veía.

¿Qué me está pasando...?

Mi cara refleja una extrema preocupación, no sé qué más decir a mi vecino que me mira preocupado y curioso. Niego levemente y hago un gesto con la mano, restando importancia, no podía darle todos los detalles ahora y comenzaba a abrumarme esta situación.

¿Por qué me ocurre algo así ahora? No será esto una puta posesión o a saber.

Echo un vistazo por fin al ordenador de Dan, lo que me muestra. Una convención de... de cosas raras y freaks, no tiene pinta de otra cosa. Arqueo una ceja cuando comienza a leer en voz alta, pero son ambas cejas las que se muestran arqueadas cuando sugiere ir. Es una casualidad lo de la multinacional y que Graham esté metido en ella, pero... ¿ir nosotros? El destino, o Dios, o quien quiera que moviera las cosas entre bambalinas en esta mierda de mundo se estaba riendo de mí. Había decidido que viera cosas raras, o poseerme, o ponerme un jodido tumor en el cerebro además. Había gente con tumores que olían y veían cosas, ¿no?

Gruño ante su sugerencia de ir al hotel. -Conozco a alguien de esa empresa, la Farmacosa... Pero quizás estamos tirando por cosas demasiado fantásticas... ¿Y si...

... tengo un jodido tumor de una pelota de ping pong en mi cabeza que está jodiendo con mi percepción?

Reflexiono que no es lo mejor decir eso, no quería preocupar a Daniel, en todo caso iría más tarde al hospital sola para una analítica o similar. Eso me dejaría más tranquila.

-No importa, mira... Compra las entradas, yo las pago, usa mi cuenta de paypal. Si vemos que aquello es una mierda, pues busco a Graham y le ofrezco comprar mi vieja tabla. Bueno, aún no es vieja porque no acabé está, pero pronto lo será- me pierdo de nuevo tratando de expresarme, pero hacía lo que podía. -Vamos a esa convención- mis palabras desde luego no suenan decididas, para mí aquello era como ir a una de esas reuniones multitudinarias donde iban los niñatos vestidos de sus series japos favoritas, donde cantaban y hacían cosas raras. Es decir... Era como tatuar en mi frente "freak show andante" y no era algo que quisiera, joder.

Gruño ante la decisión que he tomado, me tocará mascar mis reparos si iban a darnos respuestas. Clickeo en el primer link que google me ofrecía en la pantalla de mi ordenador, hasta de que mi mente me hiciera ver cosas como si fuera puesta de peyote hasta las cejas.

Mira, eso si podríamos hacerlo mañana... Beber cervezas hasta caer redondos.

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04/11/2015, 00:05
Daniel Thomas

- Ya -dice tu amigo, frunciendo un poco el ceño-. A lo mejor esto es demasiado freak. Pero vete a saber, a lo mejor hay en ese sitio alguien que sepa de estas cosas. Podemos preguntar por allí como si no fuese para nosotros y echar un ojo. 

Se encoge de hombros. - No se me ocurre mucho más, rubia. Si vamos y no nos convence, nos largamos y pista. Toma, mete tu contraseña -dice, mientras te tiende el portátil con la compra de las entradas a medias-. Con un poco de suerte al menos habrá barra libre -añade, esbozando una sonrisa, como si te hubiera leído la mente-. 

Y mientras tanto, en tu ordenador vas abriendo una noticia tras otra, pero realmente ninguna termina de resultarte definitiva. Al parecer hay un montón de gente que muere en los hoteles, eso sí que lo llegas a sacar en claro. Pero ninguna de las noticias trae una foto de la persona muerta, ni de las habitaciones donde sucede. En muchas de ellas ni siquiera pone el nombre, sino sólo las iniciales. Más bien son pequeñas notas de prensa sin mucha importancia. Y tampoco encuentras nada que relacione ninguna de esas muertes con Sidney. Es como buscar una aguja en un pajar.

La voz de Danny es lo que interrumpe tu investigación, mientras señala hacia tu portátil con el dedo. 

- Bueno, pues ya está. Te habrán mandado un e-mail con tu acreditación. Se supone que imprimiendo eso ya podemos entrar a la Farmamierda de los poderes mentales. 

Entonces parece caer en algo que había olvidado y sus labios se tuercen en una mueca. - Joder, yo tengo una clase con el grupo de yayas esta tarde, en media hora. - Te mira con seriedad y sus ojos se detienen en los tuyos. - ¿Quieres que lo cancele y me quede contigo? -pregunta, con una expresión decidida que te deja claro que la menor duda por tu parte será interpretada en ese sentido.

- Tiradas (1)
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04/11/2015, 09:37
Ruth Williams

Ya, como si no fuera para nosotros...

-Seguro que cuela eso de "es para un amigo", no se me ocurre ninguna situación donde nunca se hayan creído esa puta mierda- niego cuando dice de preguntar por un amigo, desde luego que me parecía una tontería. Era como cuando mis padres me pillaron una vez con maría siendo ambos adolescentes y dije que se la guardaba a un amigo. El problema en ese caso era que mi único amigo era Dan, y bueno, para él que fueron las culpas. Él no se lo tomó a mal, mis padres solo le miraron mal un par de días y luego se les pasó... Luego por supuesto nos fumamos la hierba.

Asiento a lo que dice, no había más opciones. -Sé lo que quieres decir, que o vamos y miramos, o nos quedamos con las dudas y sin hacer nada. Vale, vale, lo pillé- dejo mi portátil a un lado y cojo el suyo. Puede que él quisiera que compráramos estos billetes a medias, pero ya me encargo yo de pagar ambos cuando tengo su ordenador conmigo. Íbamos a esta tontería por mí, por lo que me parecía justo. 

Además que el maldito Danny nunca acepta un regalo, aunque sabe que el dinero me sobra... Idiota orgulloso.

Puede que él pensara que no quería aprovecharse de ninguna forma de mi fama, pero para mí el dinero que ganaba era inútil. Vivía con mis padres y casi todos mis ingresos eran para ellos, aunque mi madre no quería vivir por todo lo alto, ni que nos mudáramos. Esto último ni yo lo hubiera permitido.

-Entradas compradas, ojalá que tengan barra libre, sí... Pero sino te invitaré a unas cervezas- digo antes de retomar mi búsqueda. Google era muy útil para algunas cosas, pero eso de no tener filtro alguno era un problema. A excepción del safesearch, creo que sin ese filtro estaría viendo cuerpos muertos de hace décadas en hoteles, de forma violenta. Incluso muertes de famosos en hoteles, fotos de Janis Joplin o Sid Vicious tirados en la habitación de sus hoteles muertos de sobredosis.

Que imagen más inspiradora...

Reviso el e-mail y guardo el archivo, antes de seguir mirando y mirando links. -Esto es imposible- resoplo, tras comprobar una veintena de referencias recientes. Comenzaba a cansarme y cuanto más mirara entre páginas, más tiempo perdería. Como cuando comenzaba a enlazar vídeos de youtube, para entretenerte y acababas viendo alguna grabación que pretendía ser el Chupacabras y luego se veían un montón de sombras y luces moviéndose. Era en ese momento cuando sabías que habías tenido demasiado internet por ese día.

-Oh, no, no te preocupes... Por nada del mundo te impediría ir a ver esos cuerpos lozanos estirándose y sudando para ti- le sonrío. No quería que dejara el trabajo de lado por mí, ni que se sintiera mal. -Yo mientras seguiré con la tabla, le queda un par de capas de pulido y pintarla- señalo mi trabajo con el pulgar, el cual se había retrasado. Comenzaba a sentir la comezón interior de la urgencia por acabar aquella tabla, cuando eso pasaba es porque mi cerebro estaba acumulando trabajo. Si acababa una tabla, él podía dar paso a la visión del siguiente modelo al que mis manos darían forma. 

Me levanto, apago y cierro mi portátil. -Hora de trabajar, se acabó la búsqueda- confirmo a Dan. -Vete con tus jovencitas, que yo voy a tratar de acabar esto- entré de nuevo a dejar el portátil a casa, o al menos a sacarlo del taller. No quería que se me ensuciara y no era su lugar el portátil en el talles. Es más, no me contentaba dejarlo en casa sin más, por lo que subo hasta mi habitación a dejarlo en su sitio antes de volver al taller. Sí, sí, así mucho mejor, todo colocado.

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07/11/2015, 04:10
Daniel Thomas

- Vale -acepta Danny, siguiendo tu dedo y echando un vistazo hacia la tabla a medio tallar-. Pues entonces me voy a dar esa clase, pero si necesitas cualquier cosa, me llamas y vengo corriendo en cuanto pueda. 

Se pone de pie al mismo tiempo que tú y te dedica una sonrisa de medio lado, la que pone siempre que algo le preocupa pero quiere seguir manteniendo el buen humor. 

- Esas tersas y lozanas yayas me esperan, no puedo hacerlas esperar. Quién sabe si alguna de ellas será la mujer de mi vida. - Bromea mientras te guiña un ojo y después extiende su brazo con el puño cerrado para chocarlo con el tuyo. - Nos vemos luego, rubia. Si hay alguna novedad, avísame.

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07/11/2015, 14:24
Narrador

Las nuevas búsquedas no te aportan nada nuevo a lo que ya habías ido viendo antes: mucha gente muere en hoteles y nadie parece darle demasiada importancia. Sin embargo, sí que te hacen darte cuenta de que no vas a conseguir mucho por ese camino. La idea de buscar en internet antes no parecía mala, pero cada vez tienes más claro que no va a servir de nada. 

Tu amigo sale del taller y se marcha cuando abres la puerta para subir a tu habitación y dejar el ordenador allí. Tu padre no está en casa, pero por los ruidos que escuchaste antes, probablemente esté en la tienda. A tu madre, sin embargo, la ves sentada en el sofá del salón dormida con el televisor encendido, con una mantita sobre las piernas. Un escalofrío te recorre la espalda al ver que tiene los pies con los zapatos puestos sobre el sofá. Tantas veces que os riñó a Danny y a ti de niños por eso mismo y ahora lo hace ella. 

Cuando subes a tu cuarto y dejas el portátil pasas un momento por el baño antes de bajar de vuelta al taller, para lavarte la cara y despejarte antes de continuar trabajando con la tabla.

Las dudas por el asunto de la visión no dejan de dar vueltas en tu mente, angustiándote. ¿Servirá de algo ir a la convención esa? ¿Y si realmente tienes un tumor en el cerebro y adonde deberías ir es al hospital? ¿Y si no ha sucedido todavía y tú puedes detenerlo... pero no sabes cómo?

Es al levantar la cara después de remojarla con agua cuando buscas tus ojos en el espejo y al hacerlo te quedas congelada en ese movimiento. 

No es tu rostro el que te devuelve la mirada como sería de esperar, es una mujer oriental, de unos treinta años, la que lo hace. No hay rastro de tus cabellos rubios o tus ojos azules. Ella en cambio tiene el pelo negro, largo y reluciente y sus ojos son castaños. Va vestida con lo que parece ropa cómoda de dormir y su expresión de sorpresa es probablemente gemela de la que tú debes tener en este momento.

Percibes en su mirada algún tipo de frustración o enfado que te recuerda el que tú misma puedes sentir cuando un trozo de madera que considerabas perfecto para tallar una tabla se rompe bajo tus manos sin que puedas hacer nada para evitarlo. 

- Tiradas (1)