- Liriandra dice la verdad. No sabe quien es Cedrid. Entonces, ¿qué ha pasado con él?
Y si no llego y esta borracho en una cantina? bueno en todo caso pese a la cara esa todo parece estar tranquilo ¿ o no ? que era ese rostro ? el famoso fantasma? demasiado cerveza en mi vida afecto mi cerebro?
-Vamos a ver-dije intentando organizar un poco mi cabeza-.El propio Landathus declaró que fue Delthis quien mató a Cedric, así que lo que ha pasado con él es evidente, lo que quiero saber es por qué. Tal vez para el propio mago los pretendientes de su hija no tuvieran nombre ni siquiera rostro y se deshacía de ellos sin más. Dígame, Delthis, ¿qué pasaba con los pretendientes de Liriandra?-le cuestiono.
Escucho las declaraciones de mis compañeros, pero no le doy importancia, hace rato que sabemos que en esta torre no todo es lo que parece y además parece que hay cosas que se escapan de mis competencias. Wolf se mantiene a mi lado mirando al mago con sus ojos oscuros.
Delthis negó con la cabeza.
-No se de que hablais-dijo con voz temblorosa- no conozco a ningún Cedric. Marchaos y dejadnos a mi hija y a mi tranquilos!-se mostraba enfadado y pese a no estar mintiendo no parecía tener la cabeza en su sitio.
-¿Nunca vino nadie a pretender a su hermosa hija?-le pregunté con tono tranquilo y decidido.
-Si, han venido muchos pretendientes y todos se marcharon por esa puerta. ¡Como deberías hacer tu!-continuó el anciando enfadado. Su hija lo cogió del brazo al verlo tambalear.
-Tiene razón-dijo Liriandra- han venido muchos pretendientes pero todos se marcharon...
-No lo entiendo... entonces... ¿por qué dijo Landathus que usted lo había matado?-pregunto ahogando el impulso de ayudarlo al verlo tambalearse.
Liriandra se quedó mirando a su padre sin comprenderlo, pues por el hechizo todos sabían que Ladanthus no había mentido pero el anciano no hizo más que negar con la cabeza y decir que Ladanthus estaba loco.
Todos se marcharon. Pero ¿en qué estado? ¿y qué es todas esas cosas que hay en la torre? Esas presencias fantasmales que todos sentimos. ¿Acaso vosotros nunca las habéis sentido? ¿Y tú Lilandra, tampoco sabes de qué te estoy hablando?
Liriandra la miró un poco confusa.
-Algunas veces he sentido frío, o me ha parecido escuchar a alguien pero... no se, nunca me ha preocupado-dijo como si aquello ocurriera siempre.
Vais a tener que buscar alguna estrategia para sonsacarle la información o daos por contentos con lo que teneis :p
¿En qué estado se marcharon tus pretendientes?
-Está bien –me propongo ganar tiempo. –Nos marcharemos de su hogar en breve, tan sólo dejadnos ayudaros a arreglar este estropicio. Buscaremos unas mantas para envolver los cadáveres, los sacaremos y les daremos sepultura. De paso comprobaremos que esos rufianes que teníais por guardia hayan huido.
Me dispongo a salir del comedor. En cuanto esté fuera de la vista, trataré de atar cabos con los compañeros:
-¿Qué sabemos de ese Cedric? ¿Vino aquí sólo atraído por la fama de Liriandra?
“Si el ánima de la esposa de Delthis estaba en el cuervo, ¿cómo demonios pasó? ¿Tenéis alguna idea?
“Aunque hayamos liquidado a Landathus, creo que esta región no sigue a salvo: Delthis no está en sus cabales. Esta torre está maldita y no se me ocurre ninguna manera de sacar a la luz sus demonios. ¿Deberíamos marcharnos?
Delthis estaba a punto de responder a la paladín con un sencillo y airado "se marchó vivo y coleando" cuando se quedó a medias de la frase y confuso no logró dar respuesta:
-N-no... no lo sé...
El hombre pareció recobrarse por un momento.
-Hija mia, cogela-dijo señalando al blanco cuervo- y súbela a mi cuarto. Creo... creo que debo a estas personas una disculpa y una explicación. Después, será lo que ellos decidan... y lo que decidas tu si de verdad deseas casarte con el elf...con Reithar.
-Pero padre...-Exclamó Liriandra con los ojos llenos de lágrimas al darse cuenta de que su padre, con aquellas palabras, estaba afirmando ser culpable de tal crimen.
No discutas hija mia. Sube ahora y no bajes hasta que uno de los criados vaya a por ti. Todo lo que hice fue por una razón... No debes escuchar esto Liriandra. Marchate- Su voz, hasta ahora insegura, denotaba que no daba paso a la réplica. Cuando la muchacha, entre lágrimas, cogió al cuervo y subió os miró con una mirada seria pero en ella no había culpabilidad.
-Escuchad, os contaré lo que ocurrió pero debéis prometerme que Liriandra jamás sabrá una palabra de esto.
Venga chavales que esto se acaba.
Victoria asintió con la cabeza a la espera de que aquel hombre influido todavía por la zona de verdad les dijese todo lo que les había ocultado hasta ahora.
El derrumbamiento de Delthis me hace frenar en seco. ¿Ha podido estar resistiéndose a la invocación de Victoria? No sería extraño, puesto que se trata de un mago, aunque ignoro de cuánto poder. No había tenido noticia de él hasta estos últimos días.
Me muerdo la lengua, no me contenta guardar un secreto que pudiera perjudicar a nadie. Sin embargo, el mutismo de mis compañeros, el desaliento que los invade ante un misterio insensato, me fuerza a consentir:
-Está bien, no le contaremos nada.
Alaina asintió con la cabeza y miró con expectación como si fuera una niña pequeña a la que contaban un cuento.
Penejotizado
Hable y explíquenos que ha pasado. Queremos saber que ha pasado con ese muchacho pues nuestra amiga Victoria lo anda buscando y no quiero tener ningún misterio desconocido alrededor de vuestra hija-dijo pensando en su, ahora, prometida.