-¡Esto es el colmo! –estallé. –No me hago ilusiones en que vayáis a reflexionar en este preciso en torno a ello, sabio Delthis, tal es el aturdimiento en el que os mantiene sumido este… mayordomo, “hombre” de dobleces nunca vistos, pero dejaré sembrada la simiente de la duda al albur de vuestras noches insomnes:
“¿Sabéis que este hombre y sus secuaces acuden en su nombre a la aldea a reclamar tributo con maneras brutales, sabéis que puedan estar en connivencia con o tener amenazados con sus familiares al alcalde? ¿No le extraña que todos los pretendientes que se le hayan presentado sean tacaños o cometan trastadas siendo huéspedes? ¿Por qué vive su hija recluida, tan indigno es el mundo de su persona?
“ESTE –crucifico con el índice a Landathus. –Digo que ESTE hombre conspira contra la felicidad de su hija y su buen nombre. Ah, pero el exceso de confianza le va a ser fatal en este caso, ¡porque este pretendiente no ha venido solo!
Había estado asistiendo con el corazón en un puño a la petición de mano, y estado a punto de saltar con entusiasmo cuando Reithar reclamó una empresa en la que embarcarse, cuando se desató aquella farsa. Pero ahora, respiro hondo y estoy a punto de pulsar las cuerdas de mi instrumento y que provoque un chirrido que ni las bisagras del inframundo.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d20
Resultado: 20(+5)=25
¿Llevamos las armas encima?
¿Cuántos soldados son?
Lanzo iniciativa, me preparo para lanzar el conjuro de nivel 2: Explosión de sonido.
Edito porque es necesario un foco: el violín, del que imagino que no me he separado, eso al menos.
Así que no será el caso de darle un chillido a alguien en la oreja.
¿Como osais mentir solo para salvar vuestro cuello?-replicó enfurecido Ladanthus- Eso confirma mis sospechas de que sois los culpables de esta atrocidad. No se que traéis entre manos o si simplemente resulta que no sabéis controlar a ese lobo vuestro que tenéis pero esto se acabó. ¡Guardias cogedles!
Los guardias trataron de agarraros y desarmaros.
Son 5 guardias +ladanthus+ el perro.
Daré por hecho que llevais las armas, aunque no se por que llevariais las armas al desayuno pero bueno... esto es d&d no aquelarre.
Como supongo que ofreceis resistencia que to quisqui tire iniciativa. voy a intentar llevar los turnos mas o menos al dia, según vuestro ritmo de post asi que al ultimo que poste que no le extrañe si le salto.
Alaina se encontro en una situacion altamente incomoda , alguien mato al cuervo antes que ella y el bardo se adelanto en liarla
Si tienen la bondad de no atacar antes de que sepamos que pasa podran librarse de la sensacion de falta de aire en los pulmones .......los magos muertos no conjuran , los magos muertos no conjuran
Decia alaina mientras cargaba su ballesta
Motivo: iniciativa
Tirada: 1d20
Resultado: 11
No llego a comprender qué ha ocurrido con la situación y tristemente pìdo disculpas con la mirada a Liriandra antes de agarrar mi arco con las flechas. Wolf permanece pegado a mis pies y gruñe imperceptiblemente.
"Luchar de nuevo, parece que no somos capaces de arreglar las cosas de otra manera" pienso aunque sé que en este caso no había otra opción.
¡Un momento! Por favor. Landathus, Delthis. Como bien sabéis sé usar la magia divina. Creo que hemos tenido algún roce debido a eso. Pero como tal puedo usar un conjuro sobre cualquiera de nosotros, o incluso sobre varios. Con esto podemos desenredar este entramado para desvelar quien miente y quien no. Con esta magia podremos averiguar quien ha hecho todo esto. Qué me decís, me permitís usar los dones que me otorga Heioroneus para ahorrarnos que alguien salga herido?
La sonrisa de satisfacción que acababa de florecer bajo el espeso bigote del guerrero enano, se le quedó congelada al escuchar las palabras de Victoria. Con celeridad, sus manos habían buscado el mango de su hacha. Volver a sentir el peso del arma en sus cortos y poderosos brazos le reconfortaba.
Pero, a la sabía clérigo se le había ocurrido un plan mejor, no ten divertido, pero mejor, para resolver aquel entuerto. Pues estaba claro que ellos no eran culpables, y que estaban siendo objeto de un rebuscado plan.
Gog aguardó la respuesta del mago ante la petición de Victoria.
Motivo: iniciativa
Tirada: 1d20
Resultado: 9(+1)=10
La idea de Victoria no me parece del todo descabellada. Si bien no la hemos tratado muy bien ella sigue respondiendo ante nosotros, lo que me hace sentirme un poco frustrado.
Mis ojos van desde la paladín hasta LAndathus y de éste hacia Delthis.
Espero ansioso las respuestas mientras siento mi corazón cabalgar en mi pecho la fuerza de un trueno.
Todo el mundo se quedó en silencio cuando Victoria habló. Desde luego era ella la mas interesada en aquel asunto, pues el desaparecido era común de ella y no de los demás. Delthis alzó una mano y los soldados se quedaron quietos aunque sin apartar la punta de sus aceros de vuestros rostros. Ladanthus en cambio no parecía compartir la opinión de aquella buena idea.
-No la dejéis gran mago. Nos quiere hechizar y atrapar con su conjuro. Si les dejamos tratarán de matarnos...-pero el mago le interrumpió.
-No olvidéis-dijo amable, aunque se notaba dureza en su voz- que yo soy el ilusionista, el mago de estas tierras. Si de veras crees que pueden engañarme con un truco es que no me conoces. No Ladanthus, dejales que tramen su obra de teatro y veamos si lo que dicen es cierto o no-después miro a la muchacha sin bajar la mano- adelante, haz lo que creas necesario, pero no pienses que podrás dañarme con tu magia.
- Bien, pero para ello necesito que todos se sitúen en un lado de la habitación y que nadie se mueva de allí en un par de minutos. Lo que voy a hacer no es ningún tipo de ilusión ni nada por el estilo. Voy a lanzar un conjuro de verdad, cualquiera que esté bajo los efectos de este hechizo no podrá mentirnos, con lo que cualquiera que se oponga es que verdaderamente no está ocultando algo.
Colocaos todos los presentes en esa esquina, donde pueda veros.
Silenciosa Alaina acepto todas las peticiones de VIctoria pero asegurandose mantener distnte del enemigo
Todos parecen hacer caso a la paladín aunque los guardias no dejan de mirar recelosos a la mujer y a sus compañeros y no bajan las armas en ningún momento.
Gog se movió pesadamente hacia donde les había indicado la clérigo, no sin ocultar cierto recelo hacia los guardias que los apuntaban con las armas.
- Yo confío en Victoria. Dijo bajo su espeso bigote, como si su palabra fuera suficiente para que todos los demás actuaran como él mismo.
Aun con todo, la mano del guerreo enano descansaba sobre la ceba del hacha. Sus dedos repiqueteaban el metal, como si ansiara notar el peso de su arma.
Maese Landathus y Maese Delthis, verdaderamente están de acuerdo con lo que voy a hacer verdad. Quiero escuchar vuestras palabras de vuestra boca. No quiero que luego me acuséis de algo que prometisteis no dejare hacer. Quiero oirlo.
Y mientras esperaba la respuesta Victoria comenzó a lanzar un cántico a Heironeus.
Si me dicen que están de acuerdo lanzo "Zona de Verdad" en el lugar donde están todos reunidos. Para abarcar el máximo espacio posible y al número de máximo de individuos posible.
Ambos respondieron que sí y esperaron expectantes. Frente a vosotros, rodeados por sus guardias que parecían mas atentos a Victoria que del resto, estaban Delthis, Liriandra y Ladanthus. El canto de la paladín se metió en la cabeza de todos los que allí estaban. Cuando terminó el conjuro todos seguían callados, no parecía haber pasado nada aunque podíais sentir la presencia de la magia aún más de lo que la sentíais antes.
¿Y ahora que?-preguntó con un deje despectivo Ladanthus.
Pues ale, hechizo realizado. Ahora nadie puede mentir si se le pregunta. Aunque puede tratar de evadir el hecho de contestar, lo digo por si alguno de vosotros se ve comprometido XD
Ale ale a rolear ^^
Gog miró a sus compañeros por debajo de sus tupidas cejas rojizas, mientras movía el bigote de modo nervioso. Se le había puesto entre ceja y ceja comprobar si aquel milagro lanzado sobre ellos por Victoria funcionaba.
-Soy unnnaaaaa enaaa… Empezó a ponerse colorado como un tomate. – UN ENANO! Grito al fin, mientras abría la boca en busca de aire. Al momento, el enano recuperó el porte y la compostura. – Pues si… Dijo sonriendo satisfecho. – Funciona. Y lanzó una mirada de aprobación hacia Victoria.
La jaqueca de la víspera había sido un indicio del clima de opresión que reinaba en esta condenada aldea y que había acabado por sumergirme en una ofuscación tal que a punto había estado yo de desencadenar un grito pánico que no sólo pusiese en fuga a Landathus y sus rufianes, sino que también les hubiese pasado factura a mis compañeros. Pero entonces, Victoria, nos había refrenado. Por supuesto, la obedecí, me uní a los otros y relajé la mandíbula para recibir a su dios en mi lengua.
Es curioso, hemos accedido a permanecer bien próximos, en este aparte del escenario, aliados y adversarios, atendiéndola casi como espectadores, o mejor, como un coro teatral. Se me escapa una risita nerviosa ante la salida de Gog, pero de inmediato la reprimo, no vaya a ser que me pregunten a mí.
La parte más mezquina de mí mismo aprovecharía para preguntarle a Liriandra si es verdad que Reithar le interesa en la cuestión sentimental...
Victoria había quedado enmudecida al ver que toda la sala la estaba escuchando. La mujer era tímida por naturaleza y estaba tan ofuscada por lo que estaba sucediendo que había sacado el mismo valor que su dios Heironeus para formular aquel conjuro y haber soltado las parrafadas que soltó. Pero ante la mirada de todos los allí presentes no pudo más que agachar la cabeza y dejar que otros hablaran como era costumbre.
- Ahora... ahora... ahora ya nadie podrá mentir. Preguntad lo que queráis, si alguien esquiva una pregunta, es que estará ocultando algo... dijo sin más y después apartó la mirada a todo el grupo y la escondió bajo sus rubios cabellos.
Ea, preguntad vosotros que Victoria es muy tímida y no necesita hablar ella.
Todo es algo confuso. Nadie parece atreverse a preguntar nada después de que Victoria haya echado el embrujo. Estoy bastante tranquilo, mi vida es sencilla y a menudo la guía la verdad y la sinceridad, así que estoy sonriente a sabiendas de que mis sentimientos por la bella Liriandra son sinceros.
Espero, ansioso a ver si alguien me pregunta pues, de repente no sé muy bien cómo comenzar las preguntas.
-¿Quién empieza?-pregunto ansioso.
Alaina rompio el hielo
Ladathus hiciste algo a los pretendientes? mandas tu cobrar tributos? y sobretodo y mas importante ¿ mataste a esa criatura para culparnos?
Ladanthus había estado tensó. Quizás pensando la manera de no responder directamente a las preguntas pero aquella catarata de interrogantes que salía por la boca de aquella muchacha le desbarató los planes. Notaba como no podía contenerse y casi no podía responder a una cosa sin interrumpirse con la siguiente.
De un salto se colocó tras Liriandra y puso la espada en su cuello. Os miraba con odio pero no era capaz de hablar con normalidad.
-Yo no... Cedric... Lo mató él-dijo señalando con la cabeza al mago-Los tributos los... mando cobrar yo... pero... Voy a salir de aqu... si, yo maté al cuervo...¡Dejadme salir o la mataré!-era como si no pudiese controlar su lengua pero, dado que estaba bajo los efectos del hechizo, sabíais que la amenaza iba en serio.
El mastín, a sus pies, os enseñaba los dientes y tenía el pelo erizado.
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