Partida Rol por web

Historias de Horror I.

CC: 6- Prisión de Piedra Alzada.

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18/12/2017, 22:01
(CC) Doctor Querio Vandel.

Los sudores fríos de Sascha me permiten asegurar, sin temor a equivocarme, que ha recaído de su enfermedad y la fiebre le ha vuelto. Le está bien por tozuda, y por quererse hacer la fuerte delante de los demás, en lugar de guardar cama.

No había mucho en lo que Querio pudiese ayudar a la pelirroja, pues no era un doctor de verdad. Y puede que tampoco fuese un parapsicólogo de verdad, teniendo en cuenta las lecciones de Janos. Trató de mostrarse razonable, aunque al sentirse contrariado, Querio había sentido un pequeño resquemor en su corazón. Era como si la negatividad de aquel sitio pudiera minar hasta al hombre más sosegado.

Mira, niño...-contestó finalmente a Janos-Aún es pronto para sacar conclusiones, pero si en verdad se trata de trazas psíquicas, acabas de hacer efecto tapón, y todos esos problemas van a estallarnos muy pronto en la cara. ¿Quieres pensar que la rectitud soluciona todos los problemas? ¿Que solo hay blanco y negro? Bien. Pero el Profesor Lorrimor dejó la caja con la planchette para que la encontráramos. Estaba junto a un montón de cosas que se usan contra terrores que escapan a nuestra comprensión, y nos será de ayuda si las cosas se ponen feas. Así que no, ni el Profesor Lorrimor ni yo, ni por supuesto los buenos hombres y mujeres de la Orden del Ojo Palatino creemos que ese "impío artilugio" nos vaya a traer problemas. Muy al contrario, ayudará a la causa. Ya lo verás.

Ya está. Ya lo ha dicho. Tenía que soltarlo. Pero empezó Janos hablando mal del contenido de una caja con un escarabajo con un ojo. No se puede ser así de crítico con una organización opaca, supersecreta y que actúa en la más absoluta clandestinidad cuando Querio Vandel está presente.

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19/12/2017, 16:30
(CC) Velkan Matacambiantes.

Velkan avanzó en cuanto Janos con su ritual permitió que las puertas se abrieran. Los pesados pasos del matacambiantes no se detuvieron en el pequeño pasillo que encontró y fue con decisión a abrir la primera puerta con la que se topó esperando encontrarse con un enemigo al que abatir o un impresionante descubrimiento. Su decepción fue mayúscula al encontrarse con un montón de papeles que nada le interesaban y a los que no hizo el menor caso tras pasar un tiempo estudiando la pequeña estancia. Confiaba en que aquello no fuera más que una pequeña estancia que tuviera algo escondido, pero no fue capaz de encontrar nada que apoyara su teoría. Poco contentó avanzó por el pasillo en dirección a la siguiente habitación cuando se fijó en el rostro de Sascha y una rara expresión corporal en su cuerpo ¿estaba asustada? Al pasar por su lado Velkan apoyó la mano en uno de los hombros de su compañera de clan y la preguntó.

¿Ocurre algo? ¿Has visto algo?

Sus ojos veían cosas que la mayoría no podían ver y sabía que Sascha no era una mujer que se asustara por eso su expresión preocupó al salvaje que se paró junto a su compañera a la espera de que esta le diera una respuesta.

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19/12/2017, 21:58
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Ni siquiera miro a Vandel antes de contestarle, mientras camino a observar una de las oficinas que salen al pasillo en el que estamos:

 - "Se equivoca en demasiadas cosas, Doctor. Le aseguro, como sanador avezado, que en nada se corresponden la gripe y enfermedades respiratorias con lo que Sascha mostró en su rostro, que es pavor."

Reviso rápidamente la oficina, convenciéndome de que no hay nada ahí de interés. Luego, vuelvo rápidamente donde Sascha para ver si puedo ayudarla en algo y aprovecho de contestarle nuevamente al anciano:

 - "Como dije hace un rato, esas energías psíquicas están creciendo a cada momento y amenazan con explotar en la cara de todo Ravengro si no hacemos algo por detenerlas. Estamos, en este mismo momento, entrando en una casa incendiada para intentar apagar el fuego desde dentro así que sí, he hecho retroceder las energías para permitirnos llegar hasta nuestro objetivo. ¿Hablar con ellas usando ese artilugio? No lo recomiendo y no porque piense que la rectitud es la única respuesta, sino porque sé de estos temas y esa cosa es muy peligrosa si no se toman ciertos resguardos. ¿Quiere jugar con eso para ver si puede ayudar ahora? Perfecto, pero cuando un espíritu maligno use su cuerpo de receptáculo me dará la razón. Perfectamente puede haber sido guardada por la orden para mantenerlo lejos de manos curiosas."

Miro a Sascha y la tomo del brazo gentilmente, mientras le hablo:

 - "¿Estás bien? ¿Puedo ayudarte en algo?"

La mujer parece en buen estado, no es enfermedad ni hay daño alguno, solo es miedo puro y real. Espero pacientemente por si ella desea contarme lo sucedido. Velkan se acerca también y juntos, aguardamos a ver si se anima a confiar en nosotros aquello que tanto temor le causó al ver. Miro por la ventana, viendo si noto aquello que le causó pavor a la mujer.

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21/12/2017, 19:02
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

La respiración comienza a normalizarse y aflojo un poco el abrazo al hacha cuando Janos y después Velkan me hablan volviendo con sus voces y presencias a la realidad. Miro a ambos hombres que me ofrecen ayuda y, donde en otras ocasiones habría sido brusca y les habría dicho que me dejasen en paz, esta vez solo muestro confusión.

Dudo entre decirles lo que he visto. No sé si me creerán. Al final decido que es mejor no andarme por las ramas, pues quizás en algún momento ellos podrían tener experiencias parecidas y es mejor que estén advertidos.

- He visto... ¿Recordáis aquella expedición? En la que estaban Gabriel, Alexei... ¿Recordáis al monje? El de los ojos vendados. Mano Negra. - Un mal disimulado escalofrío me recorre el cuerpo, el cual aprovecho para separar la espalda de la pared y comenzar a caminar. - Le he visto. En ese manicomio... ese otro lado. He podido hablar un poco con él pero... ¿habéis visto las nieblas? No me han llevado, pero el monje está moribundo. Sin embargo se ha resistido, no me ha dejado ayudarle.

Camino junto con el escudero y el salvaje por el pasillo hasta alcanzar a los demás.

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21/12/2017, 20:08
(SA) Gheorghe Mykas.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Desde dentro de la sala escuchaba las explicaciones de la salvaje, aunque de momento le bastaba con saber que se encontraba bien. Sin embargo, por lo que decía, en el otro lado tenían problemas. Tormento estaba gravemente herido, y no pudo evitar sentir preocupación por aquellos a los que dejó en ese manicomnio. Quizás debería haberse quedado, pero ya era tarde para lamentar aquella decisión.

El despacho del alguacil. Como él había supuesto, aquí estaba. Y, en él, una caja fuerte que empezó a examinar. No es que fuera experto en aquella clase de artilugios en concreto, pero sí tenía ciertos conocimientos de ingeniería, conocimientos que estaban resultando ser mucho más útiles de lo que cabría esperar. Siempre se los habían impartido de cara a mantener o aguantar asedios, nunca pensó que le valdrían para dar con la cerradura de aquel contenedor.

-... Y aquí está-dijo finalmente, con una leve nota de satisfacción en la voz-necesitamos encontrar la llave.

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21/12/2017, 20:24
(CC) Velkan Matacambiantes.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

—Tormento de Tinieblas le llaman ahora. Sí, es uno de los que está al otro lado con el resto. Estuve junto a él matando a aquel cambiante. Lo pateó en el suelo cuando lo derribé. Si él está herido deben de estar en problemas porque era uno de los más duros del otro grupo.

Pronunció aquellas palabras de corrido, algo que no era demasiado habitual en el matacambiantes, que por norma general era de tipo callado y reservado midiendo siempre sus palabras.

¿Tú estás bien Sascha? 

Más que la salud de sus compañeros del manicomio, en aquel momento le preocupaba la salud de su compañera de clan. Sabía por experiencia propia que los contactos del otro lado eran violentos e incómodos, dejaban mal cuerpo y podían afectar a la salud.

Mientras esperaba la respuesta se hizo a un lado para dejar a Gheorge abrir la puerta y entró tras él en lo que resultó ser el despacho del alcaide. Seguramente habría papeles interesantes si alguno de sus compañeros eran de la clase de personas que se interesaban por los papeles. Velkan no era un erudito de aquello y por eso centró su atención en estudiar la habitación fijándose en cada pequeña cosa que encontrara por allí. No era su hábitat una prisión. Él era más útil a campo abierto y siguiendo huellas y rastros, sin embargo no parecía tener opción de elegir.

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21/12/2017, 20:40
(CC) Konrad Mykephoros.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Que muchos preguntaran a Sascha cómo estaba dejó en evidencia a Konrad, quien poca atención le había prestado a su sirvienta. La mención de las nieblas hizo que el noble se estremeciera.

- Entonces el paso al otro lado es voluntario.-  Concluyó. Aunque Sascha ya lo había expresado en otras ocasiones le costaba creérselo. Casi todos había sido "preguntados" por las brumas amarillas para pasar al otro lado pero Konrad no había sentido nada parecido a lo que hablaban los afectados por dicho problema. No quería ir por nada del mundo al manicomio pero empezaba a sentirse un poco, cómo decirlo, despreciado. ¿Qué tenía él para que las brumas no quisieran llevárselo?¿Olía mal, acaso? Elevó el brazo y comprobó que aún no le olía el sobaco a sudor rancio.

Bueno, está La Bestia...- Después de todo puede que su maldición, en este caso, fuese lo que le protegía. Volvió a dirigirse a su Ama de Llaves.

- ¿Y dices que has visto a Mano Negra al mirar por la ventana? ¿Y Gruñido?- Dijo inquisidor como queriendo saber si su cochero había abandonado su puesto de guardia del su majestuoso carro.

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21/12/2017, 21:58
(CC) Doctor Querio Vandel.

Tengo esa expedición algo borrosa, pero creo que sé a la que te refieres. Hubo una en la que estuvimos todos. Hubo una en la que éramos numerosos. Pero el Profesor Lorrimor también estuvo allí. Si ese punto en común tiene que ver con las brumas amarillas... ¿Y si el Profesor Lorrimor siguiese con vida? ¿Y si las brumas amarillas se lo llevaron, e intercambiaron su cuerpo con el de otra persona? Otra persona que al venir a este mundo desde el mundo del manicomio abandonado fue aplastado por los cascotes, destrozado de un modo en el que nadie del pueblo pudiese reconocerle. Otra persona cuyos restos fueron enterrados en la tumba de Petros...

La próxima vez que se produjese una transposición de cuerpos, quien fuese al Más Allá debería buscar al Profesor. Sin embargo, no era un fenómeno que pudiesen provocar, ¿o sí? No era prudente intentar un suicidio hasta tener más datos sobre la naturaleza de las brumas amarillas.

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23/12/2017, 05:10
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Me sentía algo mareada por el extraño viaje. Aunque mi cuerpo no se hubiera movido de allí, mi mente había caído y después había vuelto a subir lo que me parecía una gran distancia a una gran velocidad.

Aún así era consciente del lugar en el que me encontraba y quería recuperarme pronto y poder estar alerta.

- Estoy bien. - Contesto a la atención de Velkan. - No sé en qué estado se encuentran los demás que están allí, no los he visto, pero si se encuentran en problemas volverán las nieblas amarillas. Estad atentos. Por mí no os preocupéis. El monje sabe rechazar el cambio, así que yo no me moveré de aquí.

El interés de Konrad por Gruñido sin aparente preocupación por mi estado me molesta más de lo que cualquiera hubiera dicho. Nadie debía preocuparse por mí, desde luego, no me hacía falta, pero últimamente, desde que nos habíamos vuelto a ver con Velkan cada pequeño deprecio percibido me hacía querer odiar a ambos hombres.

Quiero apartar la idea de la cabeza, y durante la vigilancia en la puerta de la oficina del alguacil recuerdo el momento en la bañera de la noche anterior.

¿Por qué se empeñaba tanto el noble en ser tan diferente en público y en privado?

- La ventana está demasiado sucia. Compruébalo tú mismo.

Por muchos años que pasaran viviendo entre la gente "civilizada" era algo que no iba a poder entender.

- El Profesor está muerto. - Contesto a la reflexión de Querio. - Le enterramos. No se lo llevó ninguna niebla, y su cuerpo no cambió por otro. Los que han estado allí le hubieran visto.

Lo digo con seguridad, pero no porque esté segura de lo que digo, pues después de todo la idea de Vandel no es tan descabellada, pero sus teorías y retahílas me ponen tan de los nervios que prefiero intentar cortar su imaginación.

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23/12/2017, 09:26
(CC) Konrad Mykephoros.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

No entiendo por qué se empeña en dejarme en evidencia de esa manera.

Konrad elevó la mirada al cielo en busca de toda la paciencia que Iomedae pudiera enviarle para aguantar las malas contestaciones de Sascha. Suspiró y se acercó a la maldita y sucia ventana. 

- No hay nada que un trapo húmedo no pueda solucionar.- Eso era lo que siempre decía Bethany, la adorable señora de mediana edad que solía ocupar el puesto de Ama de Llaves en el Señorío Alabustriel, antes de que se marchara a trabajar para otro noble. Mientras caminaba hacia la susodicha ventana sacó uno de sus caros pañuelos de seda y lo mojó en algo de agua del odre que llevaba consigo. Además recordó que siempre llevaba consigo algo de jabón, así que untó el extremo humidificado del pañuelo en la pastilla.

- Veamos a ver si podemos ver a Gruñido.- Estaba claro que a Konrad no se le caían los anillos por fregar, limpiar o cualquier otra tarea impropia de nobles como él. Al menos mientras no le viera el populacho.

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26/12/2017, 02:40
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Las palabras que Sascha menciona acerca de lo que ha visto son algo increíble: Ha sido capaz de mirar al otro lado y comunicarse con uno de los que está atrapado en esa pesadilla. Es impresionante y muy útil saber aquellos detalles de la extraña conexión que parecemos tener con quienes están al otro lado y que son quienes fueron con nosotros a esa expedición que nos recuerda.

Velkan lo reconoce y comenta lo que sabe, mientras pienso en que quizás no he ido para allá pues quien debe llevarme se ha resistido a ceder.

Konrad se preocupa por Gruñido y quiere mirar para fuera, mientras escucho lo que parece ser la revelación de Vandel acerca de que quizás el Profesor Lorrimor también haya sido llevado por la nieblas, como el primero de nosotros. Sascha no parece estar de acuerdo, pero entonces pronuncio la otra posibilidad que se me ocurre:

 - "¿Y si el Profesor efectivamente falleció y, en su estado actual, él provoca las nieblas?"

Pues cabe la posibilidad que el asunto de las nieblas no sea una maldición sino el intento de alguna entidad de prestar ayuda a ese desesperado grupo con nuestras participaciones y suertes de "relevo". Quizás el buen Profesor está intentando ayudarlos y nos ocupa como medio pues no puede hacer más por ellos.

Entro en el despacho del Alcaide y de inmediato siento la paz espiritual que inunda ese lugar y que lo ha mantenido alejado de espíritus malignos así como improntas psíquicas. Me quedo revisando qué podría ser lo que mantiene ese lugar seguro pues aquello podría servirnos para adentrarnos más en las profundidades de este lugar.

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26/12/2017, 18:44
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Tras escuchar a Janos me parece que es la primera vez desde que entramos en aquel lugar que alguien abre la boca para decir algo que no es una completa estupidez.

- Sabemos que el Profesor estaba investigando algo relacionado con los no muertos y en este lugar. Quizás... sí, de alguna manera hizo que esto ocurriera. Tendría sentido, pues tenemos conexión con aquella gente, la de la expedición, y nuestro nexo es el Profesor. Pero me pregunto por qué esos otros han terminado en aquel otro plano y por qué han perdido la memoria...

Al ver que Konrad se acerca a la ventana con intención de romperla, me pongo tras él en alerta, dispuesta a luchar si algo ocurriera, sin tener muy claro que sea una buena idea molestar a aquel cristal...

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28/12/2017, 03:26
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Pienso un momento en lo que dice Sascha y le respondo una revelación que he tenido:

 - "No solo ellos han visto su memoria alterada. A mí mismo me ha costado mucho reconocerles cuando han aparecido y todavía pienso en esa expedición y siento borrosos los recuerdos de quienes nos acompañaban. Sus rostros y nombres es como que estuviesen cubiertos por un velo. Creo que, de alguna forma, ellos han sido llevados al otro lado, arrancados de esta realidad con tanta fuerza que incluso los recuerdos de ellos, como vestigios de su existencia, han sido dañados en el proceso. Estoy seguro que el Profesor no envió al otro grupo para allá, pero creo que él puede estar ayudándolos creando esta conexión con nosotros."

Entonces elevo una pequeña plegaria a mi diosa para que me permita ver cosas que a los ojos se escapan:

 - "¡Sarenrae, permite que mis ojos vean la magia y su poder, que no se esconda su influencia ante la mirada de tu servidor!"

Apunto con mi mano hacia todos los rincones de la habitación, buscando la fuente de magia. Me concentro, más por curiosidad que otro motivo, en la caja fuerte que Gheorghe encontró y noto como unas pequeñas auras emergen de ahí. Lo extraño es que la zona parece estar mucho más limpia de influencias que el resto de la prisión pero no es magia lo que lo ha mantenido así.

"Deben haber respetado mucho al Alcaide en vida, que incluso lo hacen en muerte."

Pero todos mis compañeros están volviendo al distribuidor, por lo que comienzo a caminar para allá intentando no quedarme atrás. Mis pasos son lentos debido a mi pesada armadura, pero avanzo junto a ellos intentando mantener la cohesión de grupo pues nunca se sabe cuando el enemigo aparezca y no quiero quedar lejos de ellos. Temo no estar para ayudarlos cuando lo necesiten.

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29/12/2017, 20:45
(CC) Velkan Matacambiantes.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Se había quedado retrasado respecto al grupo olisqueando y revisando la última habitación en la que había entrado. Sus habilidades estaban resultando ser francamente inútiles en aquella prisión y eso le irritaba. Se sentía caminando y dando pasos sin rumbo por habitaciones vacías que ofrecían poca o ninguna respuesta. Su gesto facial se endureció fruto de todo aquello y volvió a reunirse con sus compañeros en el preciso momento en el que Janos y Sascha intercambiaban posibles teorías. La voz ronca de Velkan no tardó en sumarse a las especulaciones.

A mi me pasaba igual Janos pero cuando vas al otro lado, recuerdas todo. Nada más verles pude recordar quienes eran y lo que habían hecho en el pasado. Ellos no recordaban nada de su vida anterior, sus relaciones o a ellos mismos. Ni siquiera me recordaban a mi o al Profesor. Hay algo en ese manicomio, magia supongo que les ha dejado así. Me temo que no es el Profesor, estuve mucho tiempo a su lado como su guardaespaldas y no creo que él tuviera el poder de hacer algo así. Pienso que ellos hicieron algo en la expedición que hicimos todos juntos que les maldijo.

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30/12/2017, 10:47
(CC) Konrad Mykephoros.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Konrad no prestó mucha atención a sus compañeros pues al tratar de romper el cristal con el pomo de su daga un eco místico había abierto un portal que le había permitido comunicarse con el desdichado grupo de presos en el manicomio. Así, pensativo, se había desplazado cual zombi hasta el recibidor y luego entrado en auditorio cuya puerta tan amablemente le había abierto Sascha. Nada más entrar se fijó en la sala separada del resto de la estancia por barrotes. Se aproximó a ella y se fijó en su interior. Sus ojos quedaron fijos, sus pupilas dilatadas, y los dientes empezaron a castañear. Un frío gélido se estaba apoderando de la habitación.

- Cu-cu-cuidado.- Trató de advertir a los que le seguían pero ya tenía los labios amoratados y tiritaba del frío. No entendía qué demonios pasaba pero sabía, de alguna manera, que aquel lugar había sido utilizado para dictaminar las sentencias de muerte de muchos reos, no sin pasar antes por horribles tormentos. Al igual que antes su hermano había sufrido en sus carnes las agonías de los quemados vivos, así había experimentado Konrad las sensaciones de los condenados a acabar su mísera vida allí. Sin embargo él, como muchas veces en su vida, había sentido el brazo firme de su ama de llaves en el que apoyarse. Continuó su avance hacia la puerta que daba al este para salir de aquella zona tan poco confortable.

- Esa zona irradia un frío atroz. Tened mucho cuidado. Es como si la agonía de los reos condenados a muerte y ahí sentenciados permaneciera en el ambiente.

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30/12/2017, 11:31
(CC) Doctor Querio Vandel.

El Doctor mantenía su posición, sujetando la linterna para iluminar la retaguardia. Sus compañeros parecían unos neuróticos bajo los efectos de un conjuro de acelerar, yendo de un lado para otro sin ton ni son.

A ver, un poco de sentido común... La distribución de las habitaciones las hizo un arquitecto, con intención de que fuese funcional. Los presos que llegasen a la prisión serían conducidos directamente a las celdas, sin pasar por zonas "civiles". Si abrimos la puerta de la izquierda, y vemos unas oficinas, todas las puertas que veamos siguiendo ese pasillo no van a tener una bajada a la mazmorra. Si abrimos la puerta de la derecha, y vemos un auditorio, ninguna de sus puertas conducirán a la mazmorra.

Lo mismo se puede aplicar si detrás de una puerta vemos una cocina, o el comedor de los guardias, o un taller de bricolaje. Las escaleras hacia abajo no están por ahí, Konrad. Lo presiento. Y ya sabes que la mayoría de las veces mi intuición no me engaña demasiado.

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30/12/2017, 11:52
(CC) Konrad Mykephoros.

- Sólo quería salir de ahí.- Dijo frotándose los brazos con las manos para entrar en calor.- ¡Brrrr!- Resopló. No buscaba ni bajar, ni las mazmorras, ni nada. Sólo quería entrar en calor.

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31/12/2017, 10:28
(CC) Konrad Mykephoros.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Tras salir atropelladamente de la gélida zona, Konrad se estampó contra la puerta que daba a lo que parecían, en un primer vistazo, la zona de entrenamiento de los guardias. Al menos eso le decían los mohosos monigotes de entrenamiento y el mugriento equipo por allí distribuido. El muro nordeste de la estancia estaba derrumbado parcialmente por lo que podía ver el estanque de lodosas aguas de donde habían salido los esqueletos. Aún le escocían las heridas así que no quería acercarse mucho, menos solo. Se giró para ver qué tal les había ido a los demás y relatarles lo que veía. No creía necesario que se llevaran el mal rato que él se había llevado para ver aquello.

- Esta deber ser la estancia donde comenzó el fuego que condenó Piedra Alzada. Parece como si el fuego hubiera sido tan intenso que buena parte del ala este de las mazmorras debajo se colapsó cuando fallaron los soportes de madera. Ha quedado un hueco cubierto de hollín en el suelo, imagino que fue una vez la localización del montacargas que conectaba los dos pisos. Si no encontramos las escaleras de bajada, o éstas estuvieran obstruidas por algún otro desprendimiento, podría ser un lugar de acceso, aunque no creo que ninguno quiera bajar por ahí.- Muchos menos Janos y Gheorghe con esas pesadas armaduras. Ya iba a echar un vistazo más de cerca al agujero cuando vio que Velkan permanecía inmóvil en medio del punto más frío. Se le iba a escarchar la barba.- ¿Velkan?- Preguntó al igual que hacía el doctor Querio.

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31/12/2017, 13:00
(SA) Gheorghe Mykas.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Gheorghe no había tenido demasiados problemas en apartarse del punto frío sobrenatural, aún a pesar de su armadura. El paladín estaba entrenado para detectar el peligro y evitarlo siempre que le era posible. Sin embargo, uno de los salvajes de su hermano no había sido tan hábil, y la otra había estado a punto de recibir la caricia helada de aquel eco sobrenatural. Por desgracia, Velkan debía haberse visto especialmente afectado, y no salía de allí por su propio pie. Alguien tenía que sacarle.

-Iomedae, dame fuerzas-dijo antes de adelantarse para sacar de allí al bárbaro.

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01/01/2018, 17:21
(CC) Konrad Mykephoros.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Konrad se quedó observando al salvaje en el quicio de la puerta como si estuviera delante de un precipicio y tuviera que saltar. Quería hacerlo, de verdad estaba dispuesto a sacrificarse por Velkan para tratar de salvarlo, pero sus pies pesaban como losas y se quedaban pegados al suelo. Cuando quiso reaccionar el íntegro y valiente Gheorghe ya lo había salvado, no sin ayuda de los demás. Respiró aliviado por Velkan pero no tardó en preocuparse otra vez por sí mismo, algo de lo que en su vida había sido un especialista.

- Ehm...- El noble miraba a sus compañeros al otro lado de la habitación y con cierto nerviosismo tras de sí,  a la enorme y fría estancia donde entrenaban los guardas de la prisión en su día.- Quizá pueda encontrar una salida por aquí y reunirme con vosotros por el otro lado.- Desde fuera había visto que allí los fuertes muros de la prisión habían sido derruidos por efecto del agua, tras el derrumbe provocado por el incendio. Estiró un poco el cuello y vio que al fondo de la espaciosa estancia había una puerta. Había una posibilidad de que por allí pudiera encontrar una forma de llegar a los demás también. Esperó a ver qué opinaban los otros pues poco le apetecía, visto lo visto, andar por ahí él solo.