Partida Rol por web

Historias de Horror I.

Diálogos.

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21/02/2018, 23:46
(CC) Velkan Matacambiantes.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

EXTRAÑA CIUDAD RODEADA DE NIEBLA AMARILLA.

Miraba de un lado a otro sin cesar tratando de recabar información del sitio en el que se encontraba para poder trazar un plan. Con esa intención dejó a su espalda a Alexei que seguía hablando sin cesar. Velkan no prestó mucha atención a sus palabras hasta que el joven dramaturgo habló de un plan de acción ante un posible ataque.

Buen plan, si vienen por los dos lados los mataré en ambas direcciones.

Pronunció aquellas palabras con contundencia para infundir valor al joven y posiblemente asustadizo noble. No estaba seguro de a qué se enfrentaba, si es que se enfrentaba a algo pero mantener a su compañero animado era una buena iniciativa. Carrapeó antes de dar su aprobación total a la zona en la que se encontraban para finalmente asentir. No era mal sitio para hacer un alto en el camino y aclarar algunos puntos.

—A mí también me alegra que estén bien, aunque ya no somos tan cercanos como antes. Pero ellos siguen siendo mis hermanos. No dejaría que nada malo les pasara, nunca. Bien, nosotros tenemos unas cuantas cosas que solucionar antes de poder ayudaros. Cuando resolvamos lo del Profesor Lorrimor intentaremos ayudaros.

Asintió a aquellas palabras del joven, era una buena iniciativa para comenzar y confiaba en que pudiera llevarla a cabo de forma parcial lo que prometía. Velkan no tenía ninguna gana de volver a sentir aquella niebla amarillenta alrededor de su cuerpo. Prefería mantenerse en Ravengro y con su situación.

No te preocupes, en esas cosas soy autosuficiente. No tendrás que preocuparte de que te lleven a Ravengro porque esté dañado. Además nuestro grupo es fuerte y tenemos sanadores. Estamos cubiertos. 

El salvaje no entendió la broma o si lo hizo no se mostró muy favorable a compartir la alegría de su compañero. Prefirió mantenerse ajeno a esos sentimientos y más centrado en lo que estaba sucediendo allí.

Pensar eso no te servirá de nada, ocupa tu mente en pensar lo que puedes hacer y como puedes ser útil para el grupo. Los lobos que se mantienen cerca de la manada sobreviven los que viajan solos mueren. Únete a tu grupo, son una panda de tarados pero es lo mejor que tienes. Si sales vivo tendrás tiempo para hacer teatro, poesía o cualquier otra forma de quedar en ridículo, no te preocupes.

Se encogió de hombros ante las palabras del dramaturgo, no estaba convencido del resultado de aquello. No era bueno para esas cosas, así que prefirió no engañar a nadie.

No soy bueno para esas cosas, no sé leer. No soy bueno recordando cosas tampoco y la verdad es que no les escucho cuando teorizan. No cuentes conmigo para eso. Supongo que si el resto de mis compañeros están vinculados a alguno de los vuestros podrán hacer eso también.

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23/02/2018, 00:49
(CC) Velkan Matacambiantes.

 SEMANA DE LA SIEMBRA DEL AÑO 4703.

DÍA 21 DEL MES DE FARASTO.

Por la tarde, en la casa del Profesor Petros Lorrimor, en Ravengro.

Escuchó atento las palabras de Sascha y miró de reojo a Gruñido le costaba creer que hubiera crecido tanto. No era ajeno a la rápida evolución física que sufría el semiorco pero tras tanto tiempo sin verlo todavía le costaba acostumbrarse. No sabía como valorar aquella nueva información y le extrañaba que sus hermanos trabajaran para un noble como criados, pero era consciente de que aquel no era ni el momento, ni el lugar adecuado para tratar ese tema. Su vista se tornó hacia Konrad para hablarle.

Agradezco que hayas cuidado de mis hermanos y que hayas permitido que se desarrollen.

Velkan agachó la cabeza brevemente como señal de agradecimiento al noble para después asentir a la idea de entrar en la casa del profesor. Era un lugar más óptimo para continuar la conversación y pese a que él no era el dueño del lugar llevaba un tiempo dejándose caer por allí y la hospitalidad con la que siempre había sido recibido le había permitido tomarse algunas familiaridades.

Dentro estaremos mejor la casa del profesor Lorrimor es cómoda y estaréis cansados del viaje.

Velkan se apartó un paso para dejarles pasar a la casa, en su tiempo con el profesor había aprendido algunos rudimentos sobre buenas formas y educación más por observar que por insistencia del propio Petrus.

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26/02/2018, 22:47
(CC) Gruñido.

SEMANA DE LA SIEMBRA DEL AÑO 4703.

DÍA 21 DEL MES DE FARASTO.

El joven semiorco no sabía qué pensar de las extrañas palabras de Velkan.

- ...permitir desarrollarse... - Sin duda sería una expresión bárbara que había aprendido en tierras de refinados habitantes de las casas. Gruñido no era una planta, ni le salían ramas así que no veía cómo se iba a desarrollar ni cuando. Encogiéndose de hombros se dispuso a encargarse de las labores que le correspondían a aquellas horas que creía recordar que eran llenar la pila y el abrevadero antes de reunirse con sus hermanos en la casa. El que Velkan estuviera aquí no era motivo para que el pequeño semiorco desatendiera sus obligaciones. Luego soltó una fresca.

- No separar Velkan, tú irte de repente, todo muy raro, grrrrwwlllll... -

Después el feucho chico se aleja tan campante en busca de sus obligaciones.

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27/02/2018, 15:03
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

EXTRAÑA CIUDAD RODEADA DE NIEBLA AMARILLA.

Las risas surgieron de la boca del dramaturgo, las palabras de Velkan Matacambiantes hicieron reír a Réquiem. – Por supuesto, los mataras a todos de eso estoy seguro – dijo el joven noble sin oponerse a aquellas palabras del bárbaro.

Alexei Mykephoros miró su alrededor  y rozó, con una de sus manos, una de las estructuras para sentir el tacto del material. Quería saber si conocía la materia prima con la que se había hecho la escultura, piedra, metal o lo que fuera. Después de atender a las palabras del guerrero, sabiendo que le sería imposible compartir información relevante con él en el lugar que se encuentran dijo – Vale comprendo que no sabes leer y tampoco recuerdas cosas, lo tendré en cuenta para los próximos encuentros – se acarició la barbilla en un gesto pensativo, intentando pensar en algo que les beneficie a ambos o poder utilizarlo a su favor.

- Debemos de estar en una especie de dimensión, si fuera un sueño normal nuestra forma de actuar no sería tan lúcida, puedo hacer lo que quiero y supongo que tú también puedes hacer lo que quieras. Si fuera mi sueño tendría poder sobre ti, pero estamos unidos, hay una especie de vínculo y estoy seguro que tiene que ver con la sustitución de nuestros cuerpos y esto debe de ser un punto intermedio entre ambas consciencias –

Una idea se iluminó en la mente del dramaturgo y se acercó hacia el Matacambiantes – Hagámonos un pequeño corte en el brazo, minúsculo. De esa forma, si despertamos veremos si nos afecta en nuestra realidad lo que nos pase aquí dentro. ¿Qué te parece? Podremos descubrir las represalias que habría si caemos heridos en este extraño y curioso lugar – miró de nuevo su alrededor esperando la confirmación de Velkan mientras ofrecía el antebrazo – Por cierto, si sobrevivo podría acompañarte en tus viajes, ya sabes, podría hacer las caminatas más entretenidas y a cambio me enseñas a luchar – una gran sonrisa se dibujó en sus labios, se sentía bien con aquel hombre como si de verdad supiera conscientemente de que Velkan le había salvado la vida en un pasado.     

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28/02/2018, 23:00
(CC) Velkan Matacambiantes.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

EXTRAÑA CIUDAD RODEADA DE NIEBLA AMARILLA.

El bárbaro asintió, el tampoco dudaba de su letalidad en combate. No valoraba aquella característica por encima de otras, ni se vanagloriaba de ella en exceso. Simplemente asumía sus talentos para combatir y matar como un músico admite su talento con los instrumentos y su gusto musical. El era un matador y por eso su facilidad de matar no era motivo de gloria, simplemente era tener oficio.

Velkan enarcó una ceja al escuchar las palabras de Alexei ofendido por lo que había dicho el joven, se giró para mirarle a la cara y con la voz algo más alta de lo normal dijo.

¿Cómo que no me acuerdo de las cosas? Claro que me acuerdo, el desmemoriado eres tú. Recuerdo perfectamente como gimoteabas cuando te salvé de aquella vampiresa que te chupaba algo más que la sangre. Eras un guiñapo andante y te saqué de allí, de eso me acuerdo perfectamente. Lo único es que no soy buenos con los nombres, los nombres no son lo mío y leer no sirve de nada cuando persigues a un hombre lobo monte arriba, así que no me ocupo en talentos inútiles.

Asintió orgulloso de lo que había dicho y a modo de reafirmación. Tras aquello volvió a contemplar el lugar en el que se encontraban permaneciendo atento por si algún enemigo o criatura peligrosa se acercaba a ellos y trataba de atacarles. Por extraño que pareciera el estar allí en un lugar ajeno y peligroso le gustaba, en lugares como esos era donde se sentía fuerte y útil.

Si tú lo dices... —dijo sin demasiada idea de lo que pronunciaba el joven. Para él aquella palabrería de dimensiones y sueños no era más que eso, simple palabrería. Velkan desconfiaba de la magia y los sucesos extraños, era un hombre práctico de acero en las noches fríos y licor en las tabernas calientes—. La mayoría de los días ni recuerdo lo que sueño.

Escuchó las palabras del noble y permaneció unos segundos en silencio intentando cerciorarse de haber entendido lo que le proponían y tras ese breve, o no tan breve, impas asintió con firmeza y potencia.

Buena idea chico, puede que resulte. Corta sin miedo.

Mientras decía eso tendió su ancho y musculoso brazo con el que no empuñaba el hacha para que el muchacho realizara el corte sobre él.

Das por hecho que yo voy a sobrevivir también y eso es algo que no tengo claro todavía pero había un dicho en mi clan que era "ya nadaremos ese río cuando lleguemos a él".

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28/02/2018, 23:50
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

EXTRAÑA CIUDAD RODEADA DE NIEBLA AMARILLA.

Afirmó a las palabras del barbaro y allí que sacó su espada ropera para hacer un pequeño corte en el brazo del hombre. La diferencia entre la musculatura de Velkan y la de Réquiem era abismal.

- Estoy seguro que sobrevivirás y entonces en un futuro ya nadaremos ese río cuando lleguemos a él – una sonrisa se dibujó en su rostro – Me gusta el dicho de tu clan – unas pequeñas carcajadas salieron de la garganta – Para serte sincero estoy bien cómodo en tu compañía. ¿De verdad que la vampiresa me chupaba algo más que la sangre? No recuerdo nada de nada, tal vez alguna extraña sensación pero imágenes nítidas que me muestre algo más de mi pasado… imposible, siempre que intento recordar algo entro en una especie de bucle infinito y no hay manera de divagar en mi pasado, como si no hubiera existido. Espero que algún día vuelva a recuperar mi memoria y sea consciente de las barbaridades o desgracias que hubiera hecho en un pasado, poder redimirme y ser mejor persona. Y en algo que quiero cambiar es en la mierda de físico, tengo que entrenar y cuidar mi salud – dijo allí convencido de su propósito.

- Por cierto Velkan… ¿Tú llegaste a conocer a mi hermana? Y… ¿Sabes algo más sobre mi familia? ¿La familia noble Mykephoros?

El dramaturgo acercó su brazo al guerrero para que le hiciera también un corte – Corta Velkan, pero no te pases, no quiero quedarme sin brazo ni sangre – se reía – Oh, ahora que me vino a la mente. Si aparece un enemigo… ¿Luchamos o escapamos? Por el momento no hay nadie acechándonos, deberíamos buscar un lugar alto para inspeccionar el terreno. ¿Qué te parece si buscamos una de estas estructuras para escalarla y ver que hay a nuestro alrededor? Sería una buena forma de otear lo que nos rodea. Si buscásemos algo parecido a una atalaya… -

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28/02/2018, 23:54
(CC) Velkan Matacambiantes.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

EXTRAÑA CIUDAD RODEADA DE NIEBLA AMARILLA.

No mostró señal alguna de dolor al recibir el corte y con calma asintió al gesto de Requiem. Tras eso escuchó atento sus palabras y se permitió el nimio detalle de una leve sonrisa. No era habitual que Velkan riera pues la vida no le solía dar muchos motivos sin embargo aquel día o noche en aquel lugar extraño e inconcreto el joven Alexei consiguió sacarle una sonrisa.

Vosotros estáis en mala situación pero me temo que nosotros no estamos en una mejor situación. Temo que lo que andamos buscando sea lo más peligroso a lo que nos hemos enfrentado nunca. Si el Profesor Lorrimor estaba preocupado algo peligroso debía haber.

Se encogió de hombros ante las palabras de Alexei, no recordaba con exactitud aquellos pequeños detalles. Frunció el ceño intentando hacer memoria.

La verdad no me paré a hablar con la vampiresa acerca de lo que quería hacer contigo o lo que hacía. Aunque te tenía bastante atontado, así que no sería de extrañar. Pero la verdad es que no sé mucho más.  Te saqué de allí y nos marchamos. No me gustan los vampiros son peligrosos y esquivos, lo que nunca supe es como te apresó. ¿Entrenar? Eres poeta, dedícate a lo tuyo y si puedes aléjate de los manicomios, los vampiros, los licántropos, los cambiantes en general y los peligros. Haz lo que sabes hacer bien, los cementerios están llenos de soldados mediocres pero no tanto de poetas.

Las preguntas del joven le volvieron a suponer una prueba a su memoria. Debía recordar los sucesos de aquellos hechos pasados y lejanos que casi había borrado de su mente.

No la conozco y si la conocí la he olvidado. No sé mucho de tu familia, Konrad adoptó a Gruñido y a Sascha bajo su servicio. Era amigo del profesor Petros Lorrimor y gracias a eso volví a ver a mis hermanos. Sé que es noble y que las cosas no le van muy bien porque no tiene más servicio que ellos dos, no es mal hombre al menos lo que le conozco. Tu otro hermano es más callado, un paladín, nunca hemos hablado demasiado, los dos somos muy silenciosos, no gastamos el tiempo en palabras salvo necesidad.

Velkan negó con la cabeza ante la nueva sugerencia de su compañero mientras le daba un fino tajo en su brazo, suficiente para dejar marca pero no tanto como parar herirle.

Eso sería peligroso, podríamos exponernos demasiado a la vista. Estemos donde estemos nadie nos persigue ahora. Yo pienso luchar si alguien viene, no soy de los que huye.

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04/03/2018, 09:39
(CC) Konrad Mykephoros.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

DOS HORAS ANTES DEL OCASO.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Konrad salió de la prisión estirándose como un gato. Se frotaba el cuello dolorido y los ojos enrojecidos por la ardua labor de ayudar al Doctor Vandel con todo ese papeleo. A pesar de su educación no era el mejor lector y, además, los registros de la prisión no era la lectura más agradable que uno se podía echar a la cara. Se acercó al carro donde pacientemente esperaba Gruñido y le saludó con la mano, dibujando una sincera sonrisa en su rostro.

- ¿Cómo va eso, campeón? Nos queda más de lo que esperábamos, ¿sabes? Así que he pensado en salir un rato para despejarme y cenar algo aquí contigo.

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04/03/2018, 16:10
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

EXTRAÑA CIUDAD RODEADA DE NIEBLA AMARILLA.

El dramaturgo escuchaba las respuestas que le estaba ofreciendo el enorme bárbaro. Alexei guardó las formas con un semblante serio mientras le propinaba el diminuto corte y afirmó ante lo que decía.

- “Cierto… estaríamos expuestos a cualquier enemigo que hubiera por la zona y eso delataría nuestra posición.” – Realmente el profesional en mantenerse vivo en aquellas situaciones era Velkan Matacambiantes.

- “Sobre lo de entrenar, aunque sea poeta… puedo ser también un aventurero. Mira, no me creerás pero tengo habilidad y destreza, lo único malo es mi salud y eso debe de ser por la mala vida que tenía. Pero estoy seguro que en un futuro conseguiré recuperar algo mi estado y tener una constitución… “ – Se hizo el silencio mientras observaba los enormes músculos de su compañero – “Con un cuarto de tu musculatura me conformaría, sí.” – Las carcajadas salieron de la boca del poeta que allí terminó quitándose hasta unas lágrimas que recaían de sus ojos.

En un parpadeo la visión de aquel lugar había desaparecido, había sido sustituida por el techo del refugio en el que se encontraba. Alexei se incorporó de inmediato pasándose la mano por la cara y mirando a su alrededor, no se lo podía creer había sido todo un sueño, demasiado lúcido si lo fuera. Se pregunta si aquel hombre llamado Velkan habría tenido el mismo sueño o todo había sido obra de su inconsciente. Con un rápido movimiento se subió la manga para observar su antebrazo, quería ver si tenía el corte que le hizo el bárbaro en aquella extraña y difusa dimensión.

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04/03/2018, 18:18
(CC) Gruñido.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

DOS HORAS ANTES DEL OCASO.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Al ver salir del oscuro y bostezante umbral al señor Konrad el corazón de Gruñido dio un salto en su pecho. ¿Acaso les habría pasado algo malo al resto? Más al advertir su actitud ligeramente desenfadada se dijo que no podía ser así, así que echando un último vistazo al lugar donde acechaban las ratas, cogió un pichel de un pequeño compartimento del carro y lo llenó abriendo la espita del pequeño barril de cerveza que atesoraba en el carruaje.

Una vez que el señor Konrad se acercó se descolgó con cuidado de lo alto del pescante yendo a su encuentro mientras le devolvía el saludo y le ofrecía el pequeño recipiente con una sonrisa.

- ¡Salud señor Konrad! ¿Estar todo bien ahí dentro? ¿Todos sanos? Grwwwwlll... -

Una mirada de reojo a Tharath le confirmó al semiorco que seguía en aparente calma, al menos Sascha parecía no tener problemas en esos momentos.

- Señor... sol irse pronto y este no ser buen lugar para pasar noche. Todo peor por la noche en estos lugares, y será peor fuera y dentro. - Gruñido señaló la balconada que se extendía al sureste de la edificación.

- Parecer que Tharath pensar que haber algo allí, pero Gruñido no acercar. -

Parecía que la experiencia con la mortal y encantada guadaña había vuelto al semiorco reacio a moverse en solitario por aquel lugar desamparado de la mano de los dioses de bien.

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05/03/2018, 16:02
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702.

DÍA 15 DEL MES DE FARASTO.

ENTRADA LA NOCHE

Finca de Alabustriel (en Colina Carroña, Versex, Ustalav)

Por si la situación y las costumbres del noble no fuesen suficientemente curiosas ya de por sí, la pregunta que sigue al acto me resulta aún más extraña. ¿Preguntar si alguien está bien tras el sexo? ¿Es que alguna vez alguien no lo estaba? Bueno, las mujeres de las casas de piedra eran delgaduchas y débiles. Quizás un esfuerzo así las dejaba agotadas. Menos aún en una situación como la mía. Si es que acaso alguna vez alguna de ellos se había encontrado en una situación así. No me imaginaba a aquellos espantapájaros haciendo tratos con dioses.

- Sí.

Sin mucha prisa me aparté del cuerpo de Konrad, dejándolo libre de la presa, y me quedé un segundo recostada de lado junto a él, momento en el que vi que, tal y como temía, se había ensuciado un poco. Entonces me di prisa en levantarme.

- Puedo ayudarte a limpiarte.

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05/03/2018, 16:09
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

SEMANA DE LA SIEMBRA DEL AÑO 4703.

DÍA 21 DEL MES DE FARASTO.

El comentario de Gruñido quizás había sido de mal gusto para Velkan, pero para mí fue como un puñetazo en la garganta, sabiendo que la culpa de que Velkan se marchara, y en consecuencia de todo lo demás, era mía. ¿Alguna vez me atrevería a decirle a Gruñido la verdad? ¿Eera quizás aquel un buen momento? No, era demasiado pequeño. No lo entendería...

En el transcurso de esos pensamientos, Gruñido ya había salido en dirección a la cochera, y yo me daba cuenta de lo mucho que me gustaría comer algo junto al fuego, así que sin decir nada más seguí a los hombres al interior de la casa.

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05/03/2018, 23:15
(CC) Gruñido.

EXTERIORES DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA DESPUÉS DE LOS REZOS Y ESTUDIOS MATINALES.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

El chófer tenía un aspecto lamentable. Parecía que había pasado la mayor parte de la noche en vela tras recibir al grupo y abrazar a Sascha y palmear la espalda de Velkan, al que tendió un pichel con algún tipo de líquido. Sólo había abierto la boca una vez al principio de la noche para que los que montaran guardia fueran conscientes del peligro.

- Haber algo en la balconada sur. Parecer algo vivo, Tharath señalar ayer tarde. Pero señor Gheorghe decir cómo hacer cosas y Gruñido no acercar, grwwwwlll... -

Una vez llega la mañana el sirviente prepara una aromática infusión que desentona con la tristeza del lugar. Esperaba que los otros fueran a entrar aunque barajaba el volver al pueblo para tomar algunas provisiones. Lo haría mañana si la exploración no había terminado.

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06/03/2018, 12:47
(CC) Konrad Mykephoros.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

DOS HORAS ANTES DEL OCASO.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Ver que su carro y su cochero aún estaba de una pieza era reconfortante. Era de lo poco que le quedaba al noble. Agradeció que Gruñido le ofreciera la cerveza y le dio un largo sorbo.- Mmm, qué buena.- Hasta ahora no se daba cuenta de lo seca que tenía la boca. Demasiadas emociones en el día que llevaban.

- Me temo que no nos queda otra que pasar aquí la noche.- Le sabía mal por Gruñido. Parecía asustado después del feo asunto de la guadaña animada.- Ven, vamos, siéntate conmigo a comer un poco y te cuento.- En la comodidad de los asientos del carromato familiar, Konrad relató a Gruñido los nefastos acontecimientos que habían sucedido en el interior de la prisión. Desde su transformación en La Bestia por culpa del ataque de unas calaveras ardientes, hasta los múltiples ataques de diversos objetos animados.- Es como si fuerzas malignas tomaran posesión de los objetos de la vida cotidiana de esta prisión, cuando aún existía vida en ella. Al menos ya no tengo que ocultar mi maldición a nadie más en este grupo.- El noble masticó un poco de la comida que, aunque frugal, le sabía a gloria debido al hambre que hacía que sus tripas rugieran.-  Y justo antes de salir, se nos apareció el espíritu de Vesorianna, la mujer del alcaide de la prisión. Al parecer está protegiendo el lugar de la maldad que lo desborda, pero se hace cada vez más difícil, haciendo que hasta en Ravengro sucedan los hechos tan extraños que hemos presenciado. Por eso tenemos que quedarnos y pasar aquí la noche, de forma que podamos continuar mañana con nuestra misión. ¿Entiendes? Verás, Gruñido...- El noble parecía realmente incómodo.- ...Vesorianna también nos contó que...bueno...- Konrad puso la mano en el muslo del semiorco y apretó con firmeza en muestra de apoyo.- Nos contó que el profesor Lorrimor fue asesinado.- Sabía lo mucho que Gruñido quería a su viejo amigo, siempre amable con él, y ya era dura su muerte, pero peor saber que lo habían asesinado a sangre fría.- No fue un accidente como se pensaba. Los miembros de esa secta de desgraciados han sido los culpables. Por eso tenemos que quedarnos y vengar su muerte, en la medida que nos sea posible. Y para eso tenemos que ayudar al espíritu de Vesorianna y encontrar el origen del mal que habita en los sótanos de esta prisión.

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06/03/2018, 13:15
(CC) Konrad Mykephoros.

EXTERIORES DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA DESPUÉS DE LOS REZOS Y ESTUDIOS MATINALES.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Jamás hubiera pensado que pasaría la noche  en aquella pisión. Era escalofriante, pero aún así había conseguido dormir bastante. Daba gracias a Iomedae por haberle permitido conservar su carro en buen estado para poder acurrucarse en sus confortables interiores.

Mientras que Vandel y él mismo habían trabajado sobre los documentos, Sascha y Janos habían tratado de descansar lo más posibles para estar frescos en el duro día que se les avecinaba. Janos era fundamental por los poderes curativos que Sarenrae le otorgaba y, por otro lado, Sascha había estado bastante enferma. Era aconsejable que descansara. Sin Gruñido en el interior de la prisión era su único apoyo verdaderamente fiable. No quería hacer daño si volvía a convertirse en la Bestia, pero tampoco acabar apaleado por sus propios amigos y compañeros. Con la perspectiva de una mente descansada y el "desayuno" que Gruñido les otorgaba, Konrad veía las cosas con menos negatividad que la noche anterior. La confirmación del asesinato del Profesor Lorrimor le había dejado cabizbajo y sumido en un reflexivo silencio que sólo había roto frente a su cochero la noche anterior.

- El Doctor Vandel ha hecho un excelente trabajo. Tres de cinco documentos que ha logrado salvar y uno que podría recuperarse dedicándole más tiempo.- Eran los informes de los cinco prisioneros más peligrosos de Piedra Alzada en el momento del incendio que la había destruido.- ¿Puedo verlos de nuevo?- Había estado trabajando con Vandel, pero no había leído los documentos de principio a fin.- Quizá podamos encontrar en esos registros los objetos que llevaban para, como nos dijo Vesorianna, buscarlos en la estancia de los efectos personales y utilizarlos contra ellos.- Desde que se enterara del asesinato de Lorrimor una determinación inquebrantable había ido surgiendo en el noble. Quería joderles el plan a los energúmenos de esa secta. Sería el primer paso de su venganza personal.

Y si alguna vez me los encuentro en persona, entonces...sí, te dejaré salir para que los hagas pedazos...- Sentía protestar a La Bestia que, aunque estaba de acuerdo con llevar a cabo cualquier venganza, quería salir ahora y no cuando al delicado noble se el antojara.

Cuando Gruñido advirtió de la presencia de algo vivo en la balconada sur, Konrad dirigió hacia allí una lánguida mirada.- Si hay algo vivo ahí dentro será algún tipo de alimaña que haya hecho de la prisión su hogar, como las ratas. Eso o más objetos animados...- El Doctor Vandel había expresado su deseo de volver a Ravengro para poder analizar mejor el pergamino que aún podía salvarse con técnicas alquímicas. No es que anduvieran sobrados de tiempo , pero quizá Gruñid pudiera ayudar en eso. Konrad confiaba plénamente en él.-  No sabemos cómo de grande serán los sótanos de la prisión. Si Gruñido tuviera que acudir a Ranvegro podría llevar el documento y, de paso, traer algunas provisiones. Kendra estará preocupada por nosotros y, sabiendo que esos sectarios estaban cerca, quizá sea bueno que compruebe que la hija del profesor se encuentra bien.

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06/03/2018, 20:40
(SA) Gheorghe Mykas.

EXTERIORES DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA DESPUÉS DE LOS REZOS Y ESTUDIOS MATINALES.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Gheorghe no había descansado mucho aquella noche... Pero, francamente, tampoco parecía necesitarlo. Cualquiera poco observador podría haber pensado que amanecía tras una noche de sueño reparador, en vez de tras una vigilia nocturna en la que se había encontrado paseando desde la zona de las habitaciones hasta un lugar desde el que poder observar el carro y comprobar que el resto del grupo se encontraba bien. 

La advertencia de Gruñido recibió un asentimiento y una ojeada en la dirección indicada, así como instrucciones de no investigar en solitario más movimientos. Quién sabe qué clase de reacciones en cadena podría desencadenar iniciar un combate con buena parte del grupo dormido, y si otros seres no aprovecharían el momento. 

Y así llegó el amanecer, con el paladín fresco como una rosa. Quizás tenía los ojos algo más vidriosos y secos por la falta de sueño, pero desde luego parecía listo para continuar con la jornada, incluso se había recuperado de la leve herida recibida. Al escuchar al doctor Vandel, a su escudero y a su hermano, frunció levemente el ceño.

-No estoy seguro de que separarnos sea buena idea, más aún yendo tan lejos. Los sectarios podrían estar en el pueblo. Es más, podrían ser los habitantes del pueblo-dijo, con cierto tono de sospecha-así que cualquier cosa podría ocurrir al grupo que se vaya, ya sea allí, o volviendo a la Prisión. Y lo mismo podría aplicarse a los que continuemos aquí. Sin embargo, si consideráis que es necesario, solo diré que tengáis cuidado. 

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06/03/2018, 21:29
(CC) Gruñido.

EXTERIORES DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

El aspecto del chófer estaba a medio camino entre cómico y preocupante. Cabeceaba y bostezaba mientras masticaba la carne ahora algo endurecida que les había proporcionado la señorita Lorrimor, lo cual no era un espectáculo muy agradable de contemplar. Se frotó los ojos sacudiendo unas legañas de la punta de sus dedos mientras miraba al señor Konrad bizqueando ligeramente. Seguramente su visión nocturna le hacía sensible a la salida del sol al menos en sus primeros momentos, mientras su vista se adaptaba a la claridad.

La historia que le había contado Konrad parecía un extraño galimatías que circulaba por su mente. Espíritus malvados, objetos animados y un mal que quería escapar y al que sólo ponía freno el espíritu de una mujer, pero que el Wendigo le llevara si conseguía recordar su nombre. Lo que sí le había quedado claro es que unos fanáticos habían acabado con la vida del Profesor Lorrimor, uno de los hombres más amables que había conocido y que a Gruñido le constara no había hecho daño a nadie en su vida. Debían encontrar y castigar a aquellos malvados.

Cuando Konrad sugirió su expedición a Ravengro, Gruñido rebulló inquieto.

- Señor Konrad si Gruñido irse, ¿quién cuidar caballos? Si esperar a que Gruñido volver, ir sin problemas a poner tranquila a la señorita Lorrimor y traer algunas viandas. Si vosotros quedar aquí cerca de caballos mientras. -

El cochero remarcó esta última parte por si había alguien que tuviera alguna duda sobre aquello a lo que se refería. Su labor era cuidar las monturas y si no estaban a salvo no se alejaría. Konrad sabía que el propio semiorco era un veloz jinete cuando se lo proponía, ya que le había encargado en alguna ocasión llevar alguna carta a la posta más cercana a su hogar.

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07/03/2018, 10:47
(CC) Doctor Querio Vandel.

EXTERIORES DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Voy a leer los papeles literalmente, que así acabamos antes que si los leyésemos uno a uno.

Registro de Prisioneros.
Número de preso 347.
Nombre: Ispin Onyxcudgel, también conocido como el Merodeador de Musgo de Agua, también conocido como el Incursor de Musgo de Agua.
Antecedentes: sólo cinco años antes de que la población de Musgo de Agua fuera asaltada y reducido a ruinas por monstruos del río cercano, Ispin Onyxcudg era un apreciado artesano y un  esposo solícito. Cuando descubrió la infidelidad de su esposa, perdió el control en una furia causada por los celos y la mató con su martillo, haciendo añicos su cráneo y su propia cordura con un sólo golpe asesino. Atormentado por la culpa y la vergüenza, Ispin llegó a convencerse de que si podía reconstruir el cráneo de su mujer ella volvería a la vida. Desgraciadamente, no pudo encontrar el último fragmento, con forma de cuchilla, del lugar del asesinato. Así que Ispin se convirtió en el Merodeador de Musgo de Agua. En el transcurso de varias semanas, el astuto enano acechó y asesinó a casi veinte personas mientras buscaba el fragmento de cráneo que fuese exactamente del tamaño y forma que buscaba. Fue capturado justo antes de que asesinara a la hija de un noble visitante de Varno, y fue enviado en carro de prisioneros a Piedra Alzada esa misma noche.
Cargos: homicidio, intento de homicidio, resistencia a la autoridad y necrofilia.
Pena: cadena perpetua.

Registro de Prisioneros.
Número de preso 613.
Nombre: desconocido, también conocido como el Flautista de Illmarsh.
Antecedentes: antes de arrebatarle la vida a sus víctimas, el Flaustista se burlaba de ellas con una endecha fúnebre interpretada con su flauta. Prefería paralizar a víctimas solitarias esparciendo en su comida polvo de liche y permitiendo después que sus mascotas Stirges se bebieran su sangre.
Cargos: homicidio, tráfico de sustancias ilegales, resistencia a la autoridad, violación de las ordenanzas acústicas y tenencia de animales peligrosos sin licencia.
Pena: cadena perpetua.

Esto es todo lo que aparece en las fichas. No tenemos un listado de sus posesiones. Eso estará en otra parte, quizás en la propia sala en la que se guardan los objetos, o quizás esté en el interior de la caja fuerte del alcaide, para evitar que un guardia corrupto pueda falsificar el listado y quedarse posesiones de los presos.

Sé que no era lo que estábamos buscando, pero es todo lo que pude encontrar...

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07/03/2018, 18:58
(CC) Konrad Mykephoros.

EXTERIORES DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

- Si te fueras, te irías con todos los caballos.- Remarcó para que entendiera que incluía a los de su hermanastro y escudero. Puso un brazo por encima de los enormes hombros de su cochero.- ¿Todavía no se han hecho a ti?- Preguntó intrigado  y con una sonrisa al semiorco. Tenía un don con los animales pero, si los caballos de los dos santurrones eran la mitad de testarudos que su hermanastro, aún le quedaría tiempo por pasar con ellos para ganárselos.

Escuchó con atención los registros de los presos que Vandel les leía. Cualquier información era muy valiosa en su situación y ya había expresado que el Doctor había hecho un gran trabajo para salvar la información contenida en aquellos ajados pergaminos.

- No sé qué será lo mejor. La petición del espíritu de Vesorianna me parecía desesperada. Ahora que estamos con fuerzas creo que deberíamos continuar. Entrar ahí y acabar de explorar la primera planta. Creo que podríamos acceder a los sótanos por el hueco del ascensor ya que las únicas escaleras que no estaban obstruidas eran las que subían.- Como si lo hubiera hecho adrede, el sonido socarrón de una flauta se dejó escuchar proveniente de la parte superior. Al noble le entró un escalofrío pro el cuerpo, sobretodo después de escuchar los informes de Vandel.- Pero...- Miró hacia donde venía el sonido.- Parece que la flauta ya anda por ahí...- Eso supondría que tendrían que investigar también la parte superior de la prisión. Más trabajo.

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07/03/2018, 21:15
(CC) Gruñido.

EXTERIORES DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

El cansado semiorco atendía las palabras de Konrad mientras el discurso de la lectura del Doctor Vandel era como un murmullo que percibía en segundo plano. Si los planes que tenían pasaban por poner a los animales a salvo en Ravengro a Gruñido le parecía bien el hacer el viaje de vuelta para regresar una vez templara los ánimos de la señorita Lorrimor y recogiera algunas provisiones.

- No señor Konrad, aún no acostumbrarse a Gruñido. Creer que no gustar olor y ponerse nerviosos, pero ya lo harán, ¡no nació potrillo capaz de resistir las manzanas de Gruñido! Grwl, grwl, grwllll. -

La musiquilla burlona parecía proceder de la parte de arriba, y en ese momento parte del discurso del Doctor Vandel caló en su embotado cerebro.

- ¡Stirges! Atacar ya en el pueblo, y si esa flauta llamar algunas poder estar en peligro. A Gruñido parecer ver algunas durante la noche. -

El cochero saca la manta con la que cubre los caballos y se la echa por encima en un intento de prevenir que fueran picadas por las stirges siempre sedientas de sangre mientras mira al aire con suspicacia sacando su porra. Luego la primera descripción de un paciente cala por fin en su consciencia.

- ¡Sascha creer ahora! Gruñido ver a ese Enano, el tal Ispin. Ser un fantasmón Enano con un mazo y a su lado parecer flotar una calavera que estar llena de grietas como si hacer de pedazos a algo así. Gruñido ver a través de una oscuridad que rondaba por dentro de la casa. ¡Kendra poder estar en peligro si buscar más trozos de hueso de cabeza! -

El sirviente parecía evidentemente agitado. Ya esa maldad se había cobrado la vida de un buen hombre como el Profesor Lorrimor, y no querría que su amable hija se viera amenazada por ella de la misma manera. Ahora cobraba sentido que esos sectarios camparan por el pueblo pintando estatuas y haciendo quién sabe qué mas cosas, como levantar a los esqueletos que llamaron a la puerta de la Concejala. A Gruñido se le veía agitado con su porra en la mano, su cara de sueño y mirando a las alturas.