Partida Rol por web

Historias de Horror I.

Diálogos.

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01/06/2017, 00:12
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

OTOÑO DEL AÑO 4701

18 DEL MES DE NETH (Día de la Evocación)

Por la noche, en el refugio habitual

Observé como el hombre se echaba sobre mí, y cerré los ojos justo antes de sentirle en mi interior. La embestida fue tal y como imaginaba que sería. Desde luego no esperaba ningún tipo de sutileza. Estaba acostumbrada a la rudeza de los hombres salvajes, a su común egoísmo y desconsideración hacia mi cuerpo y hasta mi placer, con lo que yo había aprendido a sacar partido de ello y disfrutar de todas maneras. A decir verdad, de alguna forma era lo que más me gustaba.

Y sin embargo no podía tomarme aquello como el ocio pasajero que normalmente el sexo suponía.

Velkan no era un mozo cualquiera que hubiera hecho una demostración de fuerza o destreza en combate exhibiendo músculos como un cérvido muestra sus cuernos buscando atraer a las hembras y quedar por encima del resto de la manada. Seguía siendo mi hermano, seguía confiando en él, y además ahora era el líder del clan por derecho y de forma inconsciente incluso le agradecía haberme dejado dar el primer paso, aunque lo anterior le hubiera dado el derecho a simplemente exigirlo.

Puede que por eso eligiera aquella postura para la primera vez, para que no fuese sólo un acto frío, impersonal. Para demostrarle mi voluntariedad. La meta principal era la reproducción, pero después de pensarlo, me di cuenta de que la idea de acostarme con Velkan no me provocaba ningún rechazo. Quizás por ser ahora una figura de autoridad, o porque su cuerpo de cazador tenía los músculos definidos, o quizás porque, aunque nunca lo admitiría en alto, de algún modo también buscaba consuelo.

El placer no tardó mucho en hacer que todo mi cuerpo se tensara y estremeciera. Con una mano agarré el largo cabello del hombre por detrás de su espalda para impedir que le cayera sobre la cara y le molestase, mientras dejaba la otra bajo mi cabeza para evitar el roce de ésta contra el suelo cuando los empujones conseguían moverme varios centímetros adelante y atrás.

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01/06/2017, 16:21
(CC) Konrad Mykephoros.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702

12 DEL MES DE FARASTO, DÍA DE GOZREH (Primer Florecimiento)

Por la noche, en una plaza de Ravengro.

Muy apropiado, sí.- Pensó de nuevo al escuchar gruñir a las tripas del niño. Poco a poco fueron avanzando hasta que ya comenzaba a vislumbrarse el magnífico carro de su familia. Tenía ganas de acomodarse en su confortable interior pues, como le había dejado la capa a la mujer, el frío comenzaba a colársele por el pescuezo.

- Ah...ehm...- La sincera respuesta de la mujer le pilló totalmente por sorpresa. Claro que había escuchado los gritos de los furiosos aldeanos pero hubiera esperado de la mujer un intento, por pobre que fuese, de justificar su inocencia o, al menos, ocultar su culpabilidad.-La ignorancia de la gente hace que la mayor parte de las veces las acusaciones sean totalmente infundadas. Pero, si lo que dices es cierto...- Se hizo un silencio algo incómodo que finalmente se rompió cuando Konrad volvió a hablar, esta vez, con una media sonrisa en el rostro.-...eso tengo que verlo con mis propios ojos. No lo dudo, ¿eh? Que conste.- Se dio prisa en excusarse ya que la mujer imponía bastante y más aún en las distancias cortas.

- ¿Richmond?- Estiró el cuello y entrecerró los ojos para vislumbrar en la penumbra e identificar la silueta de su cochero. No obtuvo respuesta alguna.

- Cómo está el servicio últimamente.- Murmuró más para sí que para sus acompañantes. Y es que la economía de la familia iba de mal en peor. Muchos de sus sirvientes habían renunciado y se habían marchado y, los pocos que le quedaban, eran unos incompetentes, por no llamarles otra cosa.- ¿Richmond, estás ahí? Traigo compañía. Tenemos que irnos.- Sin embargo Richmond no aparecía por ninguna parte, hecho que dejó a Konrad de pie, inmóvil, patidifuso y con el rostro desencajado.

¿Y ahora qué?

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01/06/2017, 20:15
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702

12 DEL MES DE FARASTO, DÍA DE GOZREH (Primer Florecimiento)

Por la noche, en una plaza de Ravengro.

El hombre parecía enrarecido una vez que confesé, y no es que me extrañara, pero debía entender que no iba a mentir para ocultar algo de lo que no me arrepentía y que, una vez más, no había hecho daño a nadie.

- ¿Verlo? - Aquello sí que me sorprendió. - Creo que no es un espectáculo agradable de ver.

Aprieto durante un instante un poco más el abrazo con Gruñido, por un lado porque el niño había tenido que sufrir aquello y sabía que no era un espectáculo para mentes sin entrenar en el proceso, aunque en el caso de Gruñido, mi miedo a dejarle solo me había obligado a hacer que presenciara muchas de aquellas noches en vela. Por otro lado, porque llegábamos al carro, y quise tener aquel contacto un momento más con él antes de hacerle subir.

- ¿Te interesa la brujería... señor?

La última palabra sale tras una pausa dubitativa. No tenía problemas con reconocer y tratar con respeto a aquellos que yo consideraba figuras de autoridad como los líderes de clanes, mis difuntos padres, o Velkan. Sin embargo, me negaba en rotundo usar el trato de cortesía con los hombres. Sólo los Dioses merecían aquello.

Dejé de pensar en eso cuando noto que Konrad se pone nervioso por algo. Llamaba a su cochero y éste no aparecía.

- Señor... ¿puedo ayudar en algo? Si es necesario puedo conducir el carro, o buscar a ese tal Richmond.

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02/06/2017, 00:36
(CC) Velkan Matacambiantes.

OTOÑO DEL AÑO 4701

18 DEL MES DE NETH (Día de la Evocación)

Por la noche, en el refugio habitual

Movía su cintura con fuerza e intensidad para aumentar el ritmo de la fricción entre los cuerpos de ambos y sentir el placer en mayor medida. Tenía sus dos manos apoyadas en la hierba sujetando su cuerpo sobre el de la mujer, tensaba sus músculos en cada penetración. Notaba el calor que producía el cuerpo de Sascha en su interior y lo tomaba como una señal que le espoleaba a continuar su tarea con mayor intensidad.

No obstante el problema estaba allí, no quería mirarla a los ojos y cuanto más trataba de evitarlo, más ganas tenía de mirarla. De vez en cuando dejaba escapar un vistazo rápido que trataba de disimular levantando la barbilla y perdiendo su vista en el infinito, sin embargo a medida que pasaba el tiempo y aumentaba el ritmo de sus caderas, las miradas se hacían más constantes y con una intermitencia menor. Intentaba disimularlo pero no estaba seguro de estar consiguiéndolo. Estaba disfrutando más de lo que había esperado con aquel encuentro y cada vez que sus ojos se cruzaban con los de Sascha se sentía más estimulado, sus propios esfuerzos por evitarlo hacían que cuando se cruzaran fuera más excitante, estaba sumido en una serie de sensaciones que le eran desconocidas y que mentiría si dijera que le desagradaban.

Intentando desviar la vista de los ojos de la muchacha pelirroja, los concentró en sus pechos y los hipnóticos movimientos que estos hacían ante cada una de sus fuertes embestidas, trató de mantener la mirada fija en ellos y en ocasiones bajar su boca para deleitarse con el suave tacto de la piel de éstos. Todo era bueno para distraer su mente y no volver a cruzar las miradas. Con el pasar del tiempo el placer fue embargando al salvaje y su estallido estaba cerca, tenía todo controlado hasta que la mano de Sascha le apartó el cabello y él levantó la mirada y volvió a ver los ojos de ella. Velkan gruñió notando como se vaciaba en el interior de su compañera, pero fue un gruñido que mezclaba el placer con un tono lastimero de derrota por no haber sido capaz de contenerse. Exhausto, vacío y dolido se dejó caer sobre Sascha y se mantuvo así sin salir de ella para cerciorarse de que la reproducción fuera lo más eficiente posible, al fin y al cabo había sido el motivo por el cuál habían hecho aquello.

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02/06/2017, 12:20
(CC) Konrad Mykephoros.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702

12 DEL MES DE FARASTO, DÍA DE GOZREH (Primer Florecimiento)

Por la noche, en una plaza de Ravengro.

Konrad arrugó el ceño. Si lo que hacía Sascha no era agradable de ver, ¿por qué dejaba al niño presenciarlo? Ahora entendía mejor la reacción de los aldeanos de Ravengro. Sin embargo, Konrad seguía sintiendo curiosidad por ver de lo que era capaz la exótica mujer. No es que estuviera interesado en la brujería en concreto, como le inquiría Sascha, sino que, dada su propia condición, mostraba interés por todo lo diferente a lo convencional.

- Dejémoslo en que me gusta rodearme de gente diferente, la verdad. Me ayuda a sentirme menos fuera de lugar en este mundo en el que vivimos.- La mirada del noble se volvió algo sombría y disimuló su amargura buscando a su cochero.- ¿Dónde coño te has metido, Richmond?- Pero nada, no aparecía por ninguna parte. No daba crédito. ¿Le habría abandonado? El servicio estaba cada vez peor. Ya no se podía confiar en nadie. Entonces la mujer volvió a sorprenderlo ofreciéndose ella a llevar el carro.

- Es raro que no esté aquí. Pero no podemos esperar más. Procede.- Le dijo tendiendo el brazo en dirección al pescante. Si Richmond había dejado su puesto, desobedeciéndo las órdenes dadas por Konrad, bien se merecía que lo dejaran colgado.- Tengo un buen amigo por aquí, el Profesor Lorrimor. Seguro que está encantado de alojarnos por esta noche.-Y encantado de conocerte, Bruja...- Se deleitaba pensando en la cara de su amigo cuando le dijera que le había traído una bruja auténtica, si es que era cierto.-Luego ya veremos.- Le dio unas indicaciones a la mujer para que supiera llegar al destino y abrió la puerta de su lujoso carruaje.- Venga, sube, pequeñajo.- Ofreció al joven semiorco acompañarle en el confortable interior pero esperando que, temeroso como parecía, se negase y compartiera el pescante con su hermana. Así podría darle a la bebida tranquilamente, y hasta fumar opio sin los acusadores ojos del niño clavándose en su persona.

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02/06/2017, 13:01
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

OTOÑO DEL AÑO 4701

18 DEL MES DE NETH (Día de la Evocación)

Por la noche, en el refugio habitual

Intentaba mantenerme impasible, convencida de que lo hacía por no despertar al niño con los gemidos, pero en realidad era como si me diera cierta vergüenza que Velkan me viese en aquel estado. Sin embargo, no siempre podía contenerme, y cerraba los ojos y los dientes con fuerza para resistirme, mientras soltaba el aire con fuerza cada vez que el hombre embestía.

Cuando los abría, a veces veía la mirada de Velkan sobre mí, aunque él la apartaba rápidamente. Me resultaba extraño su comportamiento, pues no podía creer que él también sintiera vergüenza de mostrar el placer en su rostro. Los hombres no sentían vergüenza de hacer esas cosas. 

Sentir sus dientes sobre la piel hizo que me recorriera un escalofrío, y unido a un aumento del ritmo de las caderas del salvaje, terminó por romper mi resistencia, y no pude contener el sonido que luchaba por salir de mi garganta. El espasmo me hizo abrir los ojos al tiempo que tiraba inconscientemente del pelo de Velkan, que se vio obligado a volver a mirarme, y pude leer en su rostro que él también cedía, cosa que el gruñido que dejó escapar me confirmó.

Dejé que apoyase todo su peso sobre el mío, que descansara, mientras yo misma me concentraba en recuperar el ritmo normal de respiración y esperando a que el corazón dejase de latir acelerado. Solté su melena y dejé la mano apoyada suavemente en su espalda.

Aquella especie de abrazo no me resultó incómoda.

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02/06/2017, 14:11
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702

12 DEL MES DE FARASTO, DÍA DE GOZREH (Primer Florecimiento)

Por la noche, en una plaza de Ravengro.

Las palabras del noble me crearon curiosidad y me hubiera gustado preguntar, pero tenía razón, y debíamos irnos. Además, me daba miedo que Gruñido cayera enfermo, entre la falta de sueño, el estrés, y el frío. Las palabras que le dedica a Gruñido me hacen cierta gracia. El semiorco no era nada pequeño ya con su edad, pero al lado de Konrad sí que lo parecía.

- Anda, sube. - Le dije. - No tengas miedo. Estoy aquí mismo, y con sólo mirar hacia atrás puedo verte.

Atendí a las indicaciones de Konrad y subí al pescante. Era extraño. Estaba acostumbrada al trato con animales de trabajo, pero no desde aquella posición. Sin embargo, no podía ser tan diferente. Cuestión de acostumbrarse.

¿Vamos a la casa de un profesor?

Durante el trayecto iba algo tensa. Había dejado a Rhakan en el refugio, pues no esperaba encontrarme con aquel "problema", así que iba casi desarmada. Me aseguré de que la daga seguía en su sitio varias veces, pues con los ropajes rotos y el traquetreo del carro me daba miedo que se soltara.

Cuando llegamos a la casa que, si había seguido bien las instrucciones, era la de aquel "profesor", detuve el carro y bajé en seguida a comprobar el estado de Gruñido. Con suerte, habría podido dormir un poco

- Señor, hemos llegado.

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02/06/2017, 18:07
(CC) Konrad Mykephoros.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702

12 DEL MES DE FARASTO, DÍA DE GOZREH (Primer Florecimiento)

Por la noche, en una plaza de Ravengro.

El principio del trayecto le resultó harto incómodo. Por una parte estaba el asunto de la presencia del niño en el interior del carromato que le impedía darse a sus vicios, llevados convenientemente guardados en un robusto y exquisitamente ornamentado cofre tras el asiento. Por el otro la incertidumbre de que Sascha supiera seguir bien las indicaciones y, lo más importante, llevar el carro sin demasiados traqueteos. Pero pronto el niño cayó, presa del cansancio, en un profundo sueño y el viaje resultó más satisfactorio de lo que hubiera podido imaginar en un principio. 

Cuando notó que el carro se detenía, nervioso porque Sascha pudiera juzgarlo con aquella intensa mirada, agitó la mano para dispersar el humo que se había acumulado a pesar de que había descorrido la cortina. Al final no había podido resistirse a fumar un poco de opio. Necesitaba relajarse y juguetear con las volutas de humo le ayudaba a ello. Eso es lo que Konrad se esforzaba por hacerse creer. Lo que de verdad pasaba es que era adicto al efecto analgésico de la droga. Guardó el espejo metálico con el que se había entretenido escrutando su propio reflejo. El opio hacía que sus ojos parecieran más humanos que de costumbre.

Cuando abrió la puerta su rostro era otro. Estaba pálido y las ojeras más marcadas le daban un aire ligeramente siniestro. Tenía los ojos inyectados en sangre y sus movimientos eran más lentos, como si despertase de un profundo sueño. Tanto era así que tuvo que agarrarse a la puerta para bajar los escalones que el ausente Richmond no se apresuró a bajar antes de que su Señor sacar el pie del interior del carromato.

- Muy agradable el paseo, Sascha.- Le dijo con una sonrisa estúpida en la boca.- Bueno, veamos si el Profesor nos abre la puerta.

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02/06/2017, 19:16
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702

12 DEL MES DE FARASTO, DÍA DE GOZREH (Primer Florecimiento)

Por la noche, frente a la casa del Profesor Lorrimor.

Cuando la puerta del carro se abrió, lo primero que hice fue comprobar el estado del niño. Le desperté suavemente para hacerle bajar del carro, en el mismo momento en el que Konrad bajó él mismo los escalones.

- Lo siento, señor, no sabía que eso funcionaba así...

Y entonces fue cuando vi su semblante cambiado. Parecía moverse más lento, como un depredador a punto de abalanzarse sobre su víctima. Los ojos rojos, la palidez de la cara. Era una criatura nocturna que había despertado con el frío de la madrugada, la sed de sangre de los campesinos, con la presencia de un niño, y una mujer que llevaba tiempo llamándole. Estaba claro. Ithaqua influía en aquel hombre. Y yo no tenía miedo.

Me aparté con respeto, dejando que se bajara tranquilamente del carro, y le seguí hasta la puerta de aquella casa.

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02/06/2017, 19:43
CC: [RIP] Profesor Petros Lorrimor.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702

12 DEL MES DE FARASTO, DÍA DE GOZREH (Primer Florecimiento)

Por la noche, en la casa del Profesor Petros Lorrimor.

Alguien golpeó en su puerta y el profesor, algo sorprendido de ser interrumpido a esas horas de la noche dejó de leer y posó el tomo que lo había tenido secuestrado desde...

Era todavía de día... ¿Cuántas horas llevo aquí sentado?

Se levantó con dificultad, pues su cuerpo se había enquilosado tras las horas de lectura y se acercó a la puerta. Abrió e instintivamente dio un paso atrás, aunque luego reconoció a su amigo Konrad y se tranquilizó.

- ¿Konrad? ¡Eres tú! ¡Qué sorpresa! ¿Qué haces por aquí? -

Veía algo extraño en él, aunque quizás era que hacía tiempo que no se veían. Tras la primera impresión se fijó que no venía solo, vio un bulto tras él, que resultó ser una mujer que llevaba otro pequeño bulto a su lado que resultó ser un... ¿Niño?

¿Su criada? ¡Imposible así vestida! ¿Una mujer de mala vida? No, no lo creo... Creo que es la primera vez que veo a Konrad con una mujer... Ella no parece de por aquí... Y el niño... ¡Qué cosa más fea! Pero no es justo juzgar a la gente por su apariencia, Petros, lo importante es participar, o el interior, depende del caso, en este es el interior, sí. Además a los niños hay que quererlos siempre y educarlos, las dos cosas. ¿Pero qué hacen con Konrad? ¡Están muy sucios! ¡Y a ella se le ve un pezón entre los jirones! ¡No digas pezón delante de un niño! Pero sólo estoy pensando, no pasa nada, aquí puedo. Si, pues deberías volver con ellos y dejarles pasar. ¿No te parece? Sí, creo que deberíamos dejarlos pasar. ¿Al niño también? Sí, al niño también, dijimos que lo importante era el interior. ¿Recuerdas? Ya... ¿Pero y si rompe algún libro? ¡Los niños rompen los libros! No le dejaremos coger ninguno, además viene con Konrad, seguro que es buen chico.

Al Profesor le gustaba analizar todo y podría pasarse haciendo teorías horas y horas, pero se dio cuenta que no estaba solo y su educación volvió a tomar las riendas de la conversación.

- ¡Pero pasad, pasad! ¡Si venís con Konrad sois bienvenidos a mi casa! -

Abrió la puerta de par en par y dejó que todos accedieran al interior para que pudieran hablar más tranquilamente.

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03/06/2017, 13:33
(CC) Velkan Matacambiantes.

OTOÑO DEL AÑO 4701.

18 DEL MES DE NETH (Día de la Evocación).

Por la noche, en el refugio habitual.

Pasaron unos segundos o quizás minutos antes de que volviera a reaccionar, durante ese tiempo muerto había permanecido encima de Sascha notando el roce de ambos cuerpos desnudos. Apoyó su cabeza de forma que mirara al suelo y no a la mujer además evitó hablar y moverse durante un buen rato, dejándose llevar por el momento. Finalmente para romper la melodía que producían sus respiraciones agitadas Velkan se decidió a hablar.

Si esperamos un rato, podemos volver a hacerlo, para asegurarnos...

Arrastró aquellas dos últimas palabras sin pretenderlo y mantuvo la posición en la que estaba sin moverse un ápice mientras poco a poco su ritmo respiratorio iba normalizándose y sus manos agarraban las de Sascha para indicarla que por su parte no había problema en repetir aquello en un corto lapso de tiempo.

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03/06/2017, 15:34
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

OTOÑO DEL AÑO 4701

18 DEL MES DE NETH (Día de la Evocación)

Por la noche, en el refugio habitual

Estaba relajada y a gusto. No me movía, ni hacía intención de indicar a Velkan que quería hacerlo. Había notado cómo el vigor abandonaba su miembro y aún así él seguía en aquella posición. No me importaba. No me molestaba. Aquel improvisado abrazo no parecía incómodo para ninguno de los dos. Yo no me sentía tan sola, al mismo tiempo que su cuerpo me daba calor en la noche fresca de otoño, y podía ver las estrellas.

Su voz me sorprendió. Llegó profunda desde su posición. Repentina en el silencio, me hizo mover la cabeza por instinto para mirarle, pero al estar su cara junto a la mía lo único que pude hacer fue que se juntaran las mejillas.

- Sí.

Como siempre, dada a las pocas palabras, y directa, no tenía nada más que decir con ellas, pero volví a agarrar su pelo, y moví la pelvis para originar un roce provocador que le estimulara, mientras el revivir lo que había pasado minutos antes e imaginar su repetición ya volvía a agitar mi respiración.

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03/06/2017, 15:45
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

OTOÑO DEL AÑO 4701

Era evidente para cualquiera que, desde mediados de mes de Neth (es fácil recordar que desde el 18, Festividad de la Evocación) algo cambiaba en mi actitud, por lo general fría y taciturna. Quizás estaba más animada, con un aire de esperanza que no estaba claro del todo de dónde salía.

Las noches que era evidente que no dormía se multiplicaron, pero no parecía importarme lo más mínimo. Al contrario, parecía más animada muchas de ellas. Velkan y Gruñido siempre habían sido conscientes del misticismo que me rodeaba desde cría y sabían que algunas noches hablaba y hacía sacrificios a los Dioses, pero esas noches parecían deprimirme.

Ésto era diferente.

Poco tiempo después, la actitud también cambió con ellos. Gruñido pareció despertar en mí un gran instinto maternal que antes no había sido tan manifiesto. Con Velkan, el cambio no fue tan rápido, pero sí más contrastado.

Comenzó con miradas furtivas, a veces curiosas, otras divertidas, y hasta llegaba a sonreír alguna vez cuando él también me miraba. Después pasó a ser atención. Pasaba tiempo con él mientras hacíamos algunas tareas, me ocupaba más a menudo de su higiene, al igual que de la de Gruñido, y dejó de ser extraño que entre nosotros hubiera conversaciones banales e innecesarias, sólo por el hecho de hablar.

Al final, algún sol temprano y un Gañancito madrugador y con hambre, nos hallaron tumbados en el mismo lecho.

Así fueron unos meses, al menos, hasta la siguiente primavera.

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04/06/2017, 01:43
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

INVIERNO DEL AÑO 4702

11 del MES DE CALISTRIL

Por la noche, en el refugio habitual

Me encontraba sentada casi en el mismo sitio que el Día de la Evocación, en nuestro primer encuentro íntimo. Llevaba días especialmente cansada, y algo abatida. Una noche más, por placer, costumbre, y quizás por la idea de que su compañía me animaría como tantas otras veces, Velkan se acercó por mi espalda intentando provocarme. Agradecía su gesto, y lo hice alzando la cara hacia él y sonriendo, y con una leve caricia en su barba, pero aparté pronto la mirada y volví a poner la mano en mi regazo, como la tenía antes de su llegada.

- No, Velkan.

En el tono había resolución, pero no dureza. De hecho, expresaba cariño, pero también tristeza.

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04/06/2017, 09:59
(CC) Konrad Mykephoros.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702

12 DEL MES DE FARASTO, DÍA DE GOZREH (Primer Florecimiento)

Por la noche, en la casa del Profesor Petros Lorrimor.

Konrad sonrió ante la bienvenida que les daba el Profesor Lorrimor. Desde luego era el mejor sitio al que podían haberse dirigido en Ravengro.

-Buenas y movidas noches, Petros.- Le dijo con confianza.-Siento importunarte a estas horas pero no era mi intención retrasarme tanto. Verás, mi "fiel" Richmond, que tantos años ha conducido el carro de mi familia, me ha dejado tirado en medio de la noche más oscura. Pero parece que Iomedae, en su justicia infinita, ha puesto en mi camino a estos dos en su lugar.  Creo que salgo ganando, ¿no?- Bromeó para después hacer una seña a sus dos nuevos amigos para que, tras las indicaciones de Lorrimor, pasasen al interior de la casa.- El caso es que las gentes de Ravengro casi los queman vivos. No recordaba que fueran así de hospitalarios, la verdad.- Le contó rápidamente al profesor cómo había logrado salvarlos de ser quemados en una pira acusados de brujería, la desaparición de su cochero, que parecía haber abandonado el barco cuando más zozobraba éste, y que no le había quedado otro remedio que solicitar su hospitalidad al menos por una noche.- Sé que puedo ponerte en un compromiso, pues tú vives aquí, pero sólo será por una noche, no te pediré más.- Había sido incapaz de dejar a la pareja abandonaba en el bosque a merced de que los exaltados aldeanos regresaran para acabar lo que habían empezado.

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04/06/2017, 11:33
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702

12 DEL MES DE FARASTO, DÍA DE GOZREH (Primer Florecimiento)

Por la noche, en la casa del Profesor Petros Lorrimor.

Con algo de duda en el gesto, hice que Gruñido y yo entráramos tras Konrad en la casa del Profesor. Como por instinto lo primero que hice fue mirar al techo. Acostumbrada a la pequeña cabaña de paredes de madera, aquel lugar me parecía agobiante, a pesar de ser grande, y demasiado sobrecargado.

Al menos aquel hombre no parecía suponer un peligro.

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04/06/2017, 18:13
CC: [RIP] Profesor Petros Lorrimor.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702.

DÍA 12 DEL MES DE FARASTO, DÍA DE GOZREH (Primer Florecimiento).

Por la noche, en la casa del Profesor Petros Lorrimor.
 
El Profesor cerró la puerta tras de sí y escuchó las explicaciones de su amigo Konrad. Realmente no había tenido una buena noche, ninguno de ellos. Sonrió con algo de tristeza con la broma del noble, la gente ignorante siempre confundía el bien y el mal y se daban esas situaciones desagradables, ojalá pudiera hacer al mundo menos ignorante.
 
- Siento lo de Richmond, Konrad. Aunque si atendemos a la cantidad, sin duda sales ganando: dos por uno. También siento que intentaran quemaros, la gente ignorante cree que puede solucionar todo lo que no conoce quemándolo en una hoguera, me alegro que no lo consiguieran, ahora estáis aquí a salvo, nadie os hará daño. Nada de compromisos, amigo Konrad. ¡Sólo debemos tener un compromiso! ¡Combatir el mal en todas sus formas! Pero tomad asiento, por favor, seguro que tenéis sed y hambre iré a por alguna cosa.
 
El Profesor se marchó y volvió unos minutos después con varias cosas.
 
- Aquí tenéis algo de pan y queso, siento no poder ofreceros nada más, pero mi hija está durmiendo y hasta mañana no vendrá la Señora Parlow, viene a limpiar y a cocinar. También algo de leche, os ayudará a dormir mejor. Y para ti pequeñín. - Dijo acercándose a Gruñoncito y acariciándole la cabeza mientras sonreía. - Te he traído estos caramelos, son los favoritos de mi hija. Y para usted señorita... o señora... - No sabía si estaba casada, pero supuso que el semiorco era su hijo y que la pobre había sido violada hacía unos años, había gente muy desgraciada. - Le he traído esta ropa, es de mi hija, espero que le sirva. - Le tendió una falda y una blusa para que pudiera cambiar la ropa hecha jirones que vestía. - Konrad, puedes ocupar la habitación de invitados, como siempre y para tus acompañantes he preparado la habitación de al lado, allí podrán dormir.
 
El profesor notaba como Sascha le clavaba la mirada una y otra vez, estaba claro que la mujer no estaba cómoda con su presencia y después de todo lo que habían pasado aquella noche no quería empeorar las cosas, así que se despidió.
 
- Os dejaré solos, necesitaréis descansar. Mañana por la mañana hablaremos con calma. Buenas noches, mis amigos.

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04/06/2017, 19:56
(CC) Konrad Mykephoros.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702
 
12 DEL MES DE FARASTO, DÍA DE GOZREH (Primer Florecimiento)
 
Por la noche, en la casa del Profesor Petros Lorrimor.

Las palabras del profesor le hicieron reflexionar, como siempre.

Combatir el mal en todas sus formas...- No sabía porqué pero le parecía que Petros lo decía por él y no por los aldeanos ignorantes. Konrad tomó asiento junto a la chimenea, con las brasas aún encendidas para entrar algo en calor, mientras esperaba a que le trajeran algo de comer.

- Es más de lo que podemos desear, Petros.- Agradeció así las viandas, mordisqueando un poco de queso y bebiendo un trago de leche. Se quedó observando la reacción de sus dos nuevos hallazgos, la mujer y el niño semiorco. ¿Comerían como perros salvajes o mantendrían las formas? Le divertía esa incertidumbre. - Tú sí que sabes cómo ganarte a los niños, Profesor.- En su carro sólo había alcohol del fuerte y opio, ninguna de las dos cosas apropiadas para Gruñido. Pero si el ofrecimiento de los caramelos hizo sonreír a Konrad con dulzura, las intenciones ocultas del Profesor para con Sascha, al traerle el vestido, le hicieron taparse la boca con la excusa de masticar un poco de queso, para que no vieran que reía descaradamente. La mujer llevaba su capa pero debajo vestía unas ropas hechas jirones.- No sé cómo agradecértelo. Mañana podremos hablar largo y tendido.- Cuando el profesor les dejó solos, Konrad echó la cabeza hacia atrás hasta apoyarla en todo su peso sobre el respaldo.- ¡Bueno!¿Y ahora qué? Gruñido tiene que descansar.- Indicó a la mujer para que procediera a llevarlo a la habitación, junto a la suya. Sin embargo él tenía que hablar con ella, de adulto a adulto, antes de que decidieran qué iban a hacer por la mañana.- Antes de descansar tú y yo tenemos que hablar.- Estaba poniendo en un compromiso a su viejo amigo metiendo bajo su techo, el mismo bajo el que descansaba su propia hija, a unos completos desconocidos. Lo menos que podía hacer era asegurarse de que no eran un peligro.

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05/06/2017, 00:19
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702.

DÍA 12 DEL MES DE FARASTO, DÍA DE GOZREH (Primer Florecimiento).

Por la noche, en la casa del Profesor Petros Lorrimor.

Dejé que fuese el niño quien aceptase la comida y yo alargue en brazo para recibir las prendas que me tendía, aunque cuando las vi con detenimiento mi rostro expresó lo que no se podía interpretar de otra forma si no terror.

Ante mi asombro, el hombre se retiró a dormir confiado dejándonos libres de estar en su casa, aparentemente sin miedo a un percance o un robo.

Seguí entonces a Konrad junto a la chimenea y agradecí el calor, pero la ropa quedó sobre el respaldo de uno de los sillones, sin tocar. El niño disfrutaba de los caramelos, y yo accedí a comer un trozo de queso, con curiosidad por aquella textura, pero con tranquilidad.

- Creo que podemos hablar delante de él. Lo que yo haga le concierne. Está a mi cargo.

Lancé una mirada triste al hombre, aunque sin saber muy bien por qué. El niño se había acomodado a mi lado y, ahora más tranquilo y con la tripa llena, se estaba quedando dormido, y seguía dándome miedo dejarle solo, incluso entre aquellas paredes. La noche había sido muy dura.

Le abracé con un gesto suave, y me dispuse a escuchar a Konrad.

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05/06/2017, 09:38
(CC) Konrad Mykephoros.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702.

DÍA 12 DEL MES DE FARASTO, DÍA DE GOZREH (Primer Florecimiento).

Por la noche, en la casa del Profesor Petros Lorrimor.

- Por mí no hay problema.- Contestó a la mujer. La verdad es que la presencia del niño, por feo que fuese, le tranquilizaba.- Dices que está a tu cargo pero, ¿es tu hermano de sangre?- Preguntó curioso. Quizá su madre fuera la misma y Gruñido fuera resultado de alguna violación por alguna tribu de orcos, no sería la primera ni la última vez que pasaba algo así. Para relajar un poco el ambiente, Konrad aprovechó para relatar por encima su maltrecha situación familiar.- Yo tengo dos hermanos y una hermana, bueno, hermanastros, hijos de una segunda esposa de mi padre.- Konrad no parecía conmovido al hablar de la sangre de su sangre, sino más bien, frío.- Yo soy el primogénito.- Dijo irguiéndose de forma pomposa pero con un claro tono sarcástico. No era el cabeza de familia que un padre esperase dejar al mando una vez que Farasma llamara a su puerta. Aún así podía entender la responsabilidad que sentía mujer para con aquel pequeño. Konrad la había experimentado él mismo hacia sus hermanos, aunque ese sentimiento se debilitase en algún momento de su vida.- ¿Qué vas a hacer ahora?- Preguntó ya sin más rodeos.- Cuéntame, ¿tienes propiedades? ¿Algo para ganarte la vida?- La vida que había llevado Konrad, una vida de noble acomodado, aunque ahora pasase por horas bajas, le hacía imposible imaginarse qué podría hacer una mujer como aquella, sola, a cargo de un monstruito  tan necesitado.- ¿Qué piensas hacer con él? Perdona si te estoy agobiando, jeje. Quizá me estoy metiendo donde nadie me llama. Después de lo visto, no sé, me siento responsable.- A pesar de las evidentes diferencias entre ellos, se veía reflejado en los prejuicios que podían levantar entre la gente que se autodenominaba así misma como "corriente". Una idea loca le pasó por la cabeza. Después de haber bromeado con Petros sobre el asunto, ¿y si tomaba a su cargo a Gruñido? Podría tenerlo como uno de sus sirvientes, ahora que se le escurrían como agua entre las manos. Podría enseñarle un oficio y hacer de él una persona de provecho. Una forma de redimir sus pecados.Negó de forma imperceptible con la cabeza. No. No parecía que la mujer fuese a desprenderse de él.