Partida Rol por web

Historias de Horror I.

Diálogos.

Cargando editor
02/08/2017, 18:48
(CC) Doctor Querio Vandel.

Sonrió y entrecerró los ojos. Era cierto que Querio no tenía la respuesta, no dominaba la situación con certezas. No podía traer a Velkan, más por falta de datos que por conocimientos. Y en ausencia de datos, las reglas lógicas permitían seguir avanzando hacia la verdad. Era una lástima que la conclusión a la que había llegado el Doctor Vandel no fuera valorada en su justa medida por Janos, pero por lo menos había rebajado sus preocupaciones con la misma efectividad que un chiste.

Oh, joven escudero... No tienes nada de qué preocuparte. No suelo alentar la avidya, pero por el momento, si no tienes nada más a lo que aferrarte, confía en tu fé. No puedo ofrecerte nada mejor ni más útil que ello, ni tú necesitas una herramienta mejor para relacionarte con el mundo que te rodea.

Es tarde, Janos... Descansa. Hoy hemos trasnochado bastante por nuestra visita al cementerio, y mañana aún quedarán muchas cosas por hacer.

Querio Vandel cerró los ojos, satisfecho por haber hablado del tema con Janos. Si el escudero no tenía nada más que decir, el Doctor estaba dispuesto a entregarse al sueño.

Cargando editor
02/08/2017, 18:07
(SA) Gheorghe Mykas.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

NOCHE DESPUÉS DE LA CRIPTA. CASA DE KENDRA LORRIMOR.

Gheorghe se encontraba sentado en uno de los sillones, con el mentón apoyado en su mano en gesto pensativo, y la mirada perdida en el hogar, cuyos fuegos empezaban a notar la ausencia de combustible. El ruido de una armadura, que solo podía tratarse de su escudero, le sacó de sus cavilaciones. Asintió levemente ante las palabras de Janos.

-Es una buena noticia. Y por supuesto que puedes preguntar lo que desees, es mi tarea como mentor dar respuesta a tus dudas.

La pregunta, sin embargo, no era exactamente lo que esperaba. Tampoco sorprendente, claro, pero desde luego Gheorghe no había caído en que alguien le hubiera visto o hubiera reparado en su expresión. 

-Me sorprendió de la lápida el nombre de su ocupante, y la fecha de su defunción. Mi hermano Konrad, y este mismo año. Además de un epitafio extraño, que no recuerdo del todo ahora mismo, pero sonaba a alguna especie de amenaza o advertencia. Hay malos augurios, Janos, malos augurios por todos lados. Mi propia hermana perdida se me apareció en sueños para advertirme, y ahora esto...

Cargando editor
03/08/2017, 02:39
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

NOCHE DESPUÉS DE LA CRIPTA. CASA DE KENDRA LORRIMOR.

Las palabras del Doctor Vandel son conciliadoras y suenan muy ciertas. Todo lo que tenemos en este momento es lo que creemos y lo que podemos hacer para enfrentarlo. Respondo a sus últimas palabras con tono amable:

 - "Descanse, Doctor. Que duerma bien y que Sarenrae cuide sus sueños."

Me pongo de rodillas al lado de la cama, para rezar a mi diosa, agradeciendo su dones y pidiendo por conservar aquel derecho de administrar su poder en este mundo. En esta ocasión, adicionalmente, pido por una luz que me guíe en estos extraños acontecimientos.

Cargando editor
03/08/2017, 02:48
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

NOCHE DESPUÉS DE LA CRIPTA. CASA DE KENDRA LORRIMOR.

Lo que Gheorghe me responde me deja completamente perplejo. Aquello que él dijo haber visto no es posible, es una locura y del todo irreal. Niego con la cabeza de forma queda antes de contestarle:

 - "Pero eso es imposible. ¿Está seguro de haberlo visto bien? ¿No puede haber sido una confusión o algo así? Sé que están ocurriendo cosas extrañas, el cambio de Alexei por Velkan es el mejor ejemplo, pero no deberíamos dejarnos llevar por los malos augurios. Los dioses guían con su luz y son un bastión de luz entre las tinieblas. Sarenrae no permitirá que nada malo nos suceda y podemos afrontar todo lo que venga, aunque para ello debemos investigar mejor."

Quizás solo me siento un poco excluido del asunto pues no he tenido ninguna clase de vaticinio ni mal augurio, lo que me pone un poco escéptico a aquellas señales extrañas. Solo nos queda luchar y resistir, como siempre hacemos.

Cargando editor
03/08/2017, 11:38
(SA) Gheorghe Mykas.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

NOCHE DESPUÉS DE LA CRIPTA. CASA DE KENDRA LORRIMOR.

Gheorghe se encogió levemente de hombros ante las dudas de su escudero.

-Puede ser que haya visto mal. Pero ¿imposible? Esa es una palabra demasiado definitiva, Janos, y es algo de lo que te das cuenta conforme ganas experiencia y eres testigo de más cosas. Sin duda hay cosas infinitamente improbables, pero que no puedan ocurrir, no demasiadas. Y aunque los dioses guíen con su luz, no te olvides de que también hay otros dioses, dioses oscuros, y mortales que les siguen. Si las fuerzas divinas interfirieran solo a nuestro favor, nuestra cruzada contra el mal habría terminado hace siglos.

El paladín negó suavemente con la cabeza, soltando un breve suspiro, antes de continuar.

-No, Janos. Igual que existen milagros, existen maldiciones y desgracias. Es nuestro deber estar alerta, pues me temo que estos presagios indican algo terriblemente malvado. 

Cargando editor
03/08/2017, 23:56
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

NOCHE. CASA DE KENDRA LORRIMOR.

No tenía ni idea de dónde salía esa historia que me contaba Gruñido, y llegué a sentirme ofendida por mi desconocimiento cuando me explica que es cosa de la Bruja del clan. Aunque un instante después se me ocurre una explicación.

Quizás, igual que había historias y conocimientos que sólo explicaba a las niñas, había otro tanto sólo para niños. O quizás las largas horas de tatuajes debían rellenarse con algo.

- No, Gruñido, no me refiero a eso.
Maldiciones directas, sí, pero no fantasmas. Si los Dioses del Frío quieren llamar a alguien a la muerte no envían nada, lo presencian ellos mismos. No creo que sea cosa de Dioses, pero puede que existan espíritus. Yo no lo sé. Los espíritus no me son útiles...

A pesar de eso, me preocupa. Si estaba buscando algo, un espíritu (o lo que fuera) con ese aspecto no auguraba nada bueno.

- ¿Qué más viste? Subió las escaleras y... ¿Crees que entró en alguna habitación? ¿Y parecía proyectado desde lejos? Quizás no es un espíritu, si no un hechizo.

Cargando editor
04/08/2017, 01:19
(CC) Gruñido.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

NOCHE. CASA DE KENDRA LORRIMOR.

En su interior el semiorco bullía furioso. Había oído muchas historias sobre los que no descansan, los no muertos. Nadie que llamara a Ustalav hogar podría ignorar esas historias. Era una tierra oscura y fría, en la que los muertos vivientes medraban. Gruñido había llegado a coger cierta inquina a esas criaturas antinaturales.

- Espíritus sin reposo ser mala cosa. Tener malas ideas contra los vivos. ¿Entrar? Creo que recorrer casa y habitaciones. ¿Buscar algo? Poder ser.

No saber si hechizo u otra cosa, pero tras la oscuridad la mano que controlar ser la de ese espíritu de un Enano, el que yo explicar antes. -

Gruñido sabía que su historia hacía aguas y no se sostenía si se intentara analizarla, pero confiaba en que su hermana vería más allá de su pobre explicación y sabría si el peligro que había enfrentado durante la noche volvería para atormentarlos más adelante.

Cargando editor
04/08/2017, 03:13
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

NOCHE DESPUÉS DE LA CRIPTA. CASA DE KENDRA LORRIMOR.

Gheorghe me recuerda el gran flagelo del panteón: Los dioses oscuros. Aquel mal, plaga que ensombrece el multiverso, es algo contra lo que poco se puede hacer, más que rezar porque los dioses buenos los eliminen de una vez por todas y unirse a aquella batalla cuando fallezcamos.

 - "Tiene razón, Maestro. Si son dioses malignos los que están detrás de esto, debemos mantenernos con fe inquebrantable para resistir sus corruptos embates. Si no lo son, debemos luchar con todas nuestras fuerzas para traer la luz hasta las sombras. Debemos estar alertas y combatir como solo nosotros podemos. Nuestro grupo está hecho de sabios y sirvientes, somos los únicos que traemos justicia y paz con las armas, por lo que tenemos una responsabilidad de protegerles."

Pienso en el resto del grupo y siento que somos nosotros dos quienes debemos defenderlos en caso de cualquier clase de ataque. Probablemente Sascha y Gruñido saben defenderse bien, pero son solo servidumbre que no parece tener un entrenamiento marcial y experiencia en batalla. Debemos protegerlos, como corresponde con nuestros valores.

Cargando editor
04/08/2017, 11:18
(SA) Gheorghe Mykas.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

NOCHE DESPUÉS DE LA CRIPTA. CASA DE KENDRA LORRIMOR.

Gheorghe asintió levemente ante las palabras de su escudero. Sí, era su deber protegerles, aunque a veces tenía la sensación de que muchos de ellos no necesitaban protección. Y alguno de los que la necesitaba, requería más bien protegerse de sí mismo que de los peligros del exterior.

-Y así lo haremos, Janos. La justicia debe prevalecer, aunque temo que ni nuestra compañía ni el mismo Ravengro desean eso, y puede generar tiranteces o algo peor. Pero a veces el camino de los rectos es así. 

Cargando editor
06/08/2017, 20:50
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

NOCHE. CASA DE KENDRA LORRIMOR.

Me quedé pensativa un rato, ordenando en la cabeza la información que me daba el semiorco, para intentar razonar una solución. No me llevó mucho tiempo, pues lo que había que hacer parecía obvio. A pesar del cansancio, el sueño debía esperar un poco. 

Qué situación. Hace unos años habría sido totalmente normal para mí quedarme la noche entera en vela de ser necesario, pero ahora... La vida fuera del bosque hace mella. ¿Me habré acomodado a la vida relativamente tranquila en casa de Konrad?

- Vamos a vigilar la casa, a ver si vuelve a aparecer. ¿Vale? Así quizás averiguaremos a qué nos enfrentamos. Vayamos a la planta de abajo, pues es lógico que aparezca en el mismo lugar.

Y esa era una de las cosas que peor espina me daba.

Si es un espíritu, ¿qué necesidad tiene de subir unas escaleras?

Cargando editor
07/08/2017, 17:24
(CC) Gruñido.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

NOCHE. CASA DE KENDRA LORRIMOR.

Gruñido sacude la cabeza mientras mira a un lado y a otro. Ya había pasado un buen tiempo despierto esperando al resto mientras que aún no sabía muy bien dónde habían estado o cómo había desaparecido Velkan.

- No necesitar buscar. Dormir en parejas así que no peligro. Gruñido cansado y querer dormir, Sascha. Si fantasma venir, dioses proteger. -

Hace un ademán de irse, pero algo reconcome su cabeza y al fin lo pregunta.

- ¿Dónde estar por la noche con Amo y cómo perder a Velkan, Sascha? -

Cargando editor
07/08/2017, 20:02
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

NOCHE. CASA DE KENDRA LORRIMOR.

Entendía que el semiorco no quisiera estar otra noche más en pie, y yo misma iba a agradecer no hacer de detective por aquella noche. Si tal y como había dicho la figura no parecía querer hacer daño, si no que buscaba algo, no había problema en que la dejáramos vagar tranquila una noche.

Cuando parece que la conversación termina, me dispongo a seguirle hasta las habitaciones, pero entonces hace la pregunta que yo pensaba que haría desde el principio.

Sólo fue un instante de silencio, muy pequeño, el que pudo indicar al semiorco parte de mi duda, quizás de culpabilidad. En seguida quise disimular mirando por la ventana, distraída.

- Hemos ido a la cripta falsa, esa de la que hablaba el Doctor esta mañana. Nos atacaron dos ciempiés gigantescos, nada preocupante, aunque hirieron a Velkan. Les vencimos, curé a nuestro hermano, y encontramos los objetos de los que hablaba el Profesor en sus cartas. Todo parecía haber salido bien, pero de repente... Algo sucedió. Velkan se desvaneció envuelto en extrañas sombras amarillas. Bueno, llamarlas sombras no sería correcto, porque no oscurecían. Era más bien una niebla. Gheorghe intentó atrapar a Velkan, pero lo que agarró fue a Alexei.

Me dí la vuelta para mirar a Gruñido con gravedad.

- No es la primera vez que veo esa niebla. Cuando caí inconsciente en el cementerio... La vi, como en un sueño. Me agarraba, aunque tuve la sensación de que podía soltarme si quería. Me llamaba, me pedía ayuda. Vi como si mi cuerpo ya no fuera el mío, como si yo me hubiera desvanecido y entrado en otra mente... El cuerpo que vi también estaba malherido. Quise ayudar pero algo al otro lado de la conexión lo impidió. Creo que Velkan también escuchó esa llamada y acudió de forma voluntaria. No sé si es el cementerio, o el hecho de ser herido, pero parece que estamos unidos a una especie de otro plano que nos pide ayuda cuando lo necesita, pero podemos elegir. Y eso significa dos cosas: nada se llevó a Velkan, no está perdido, pero está en peligro.

En ese momento se me ocurrió una de mis alocadas ideas.

¿Y si vuelvo al cementerio e intento volver a sentir los zarcillos? Podría llegar hasta Velkan.

Pero la descarto bastante rápido, por ahora. Gruñido y Konrad también me necesitan. Tendría que confiar en la capacidad de Velkan para sobrevivir. Pero no iba a abandonarle. Averiguaría dónde estaba y la forma de llegar hasta él y traerle de vuelta.

Cargando editor
07/08/2017, 22:56
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

NOCHE DESPUÉS DE LA CRIPTA. CASA DE KENDRA LORRIMOR.

Las últimas palabras de Gheorghe son justamente lo mismo que pienso. El sacrificio es parte fundamental del camino de los justos y ser un paria entre mis propios amigos es un precio que estoy dispuesto a pagar si de protegerles se trata.

Es cierto que han sucedido cosas que no tienen explicación alguna para mí y esa es una duda que le preguntaré al Doctor Vandel cuando pueda, pues quizás con sus estudios tenga una idea más clara de lo que sucede y de como poder enfrentarlo:

"Por lo menos eso sería lo que intentaría el Profesor Lorrimor en esta situación."

Pero sé cuanto nos hace falta y que no hay forma de que podamos volver a tenerlo cerca y preguntarle, no si los dioses no nos permiten ese milagro.

Sonrío a Gheorghe y me despido:

 - "Así será, maestro. Que tenga una buena noche."

Me giro y me dirijo a mi habitación para dormir. Aún tengo que rezarle a Sarenrae por sus dones antes de descansar, cosa necesaria después de lo vivido hoy. Ha sido un largo día y no tengo intenciones de alargarlo mucho más.

Cargando editor
08/08/2017, 01:16
(CC) Gruñido.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

NOCHE. CASA DE KENDRA LORRIMOR.

La cabeza le daba vueltas a Gruñido mientras Sascha proseguía imparable su explicación. Criptas y ciempiés venenosos, luchas y heridas restañadas. Eso sí podía entenderlo. Pero una niebla amarilla en la que Velkan había desaparecido, sustituido por ese otro hombre que tanto se parecía al pequeño Alexei, era algo que superaba su capacidad de asimilarlo. Al menos de manera rápida.

Sascha le explicaba que le era familiar, que la había visto y había bregado con ella, como si fuera la mano de un nebuloso dios amarillo capaz de coger a unos y dejar a otros allá donde le venía en gana. Entonces Velkan se había ido por su propia voluntad, o eso daba a entender la mujer pelirroja.

- Grwwwwllllll... Gruñido ayudar a Sascha en lo que necesitar para encontrar Velkan. -

No estaba muy convencido, ya que si su hermano se había marchado por su propio pie como ya había hecho en el pasado, no sería fácil encontrarle, y menos aún estando al servicio del Amo. Era hora de dormir un rato y ordenar las ideas. A lo mejor el sol de la mañana ofrecía una luz diferente sobre todo esto.

- Ir a dormir Sascha, mañana esperar todo más claro. - El semiorco da un breve abrazo a la mujer, tras lo cual la acompaña a la puerta de la habitación que comparte con la señorita Lorrimor.

Cargando editor
08/08/2017, 14:15
(SA) Gheorghe Mykas.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

NOCHE DESPUÉS DE LA CRIPTA. CASA DE KENDRA LORRIMOR.

El paladín sonrió levemente a su escudero cuando se despidió.

-Buenas noches para ti también, Janos, y descansa. Mucho me temo que vamos a necesitar toda nuestra fuerza, más pronto que tarde-añadió, ya sin sonreír, y con cierto tono ominoso. Al fin y al cabo, había demasiadas cosas que apuntaban a problemas, y cada vez estaba más convencido de que el mal acechaba aquel pueblo, si es que no lo habitaba desde antes. 

Cargando editor
09/08/2017, 19:22
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 5 DE ABADIO.

MEDIA TARDE. COCINA DE LA CASA LORRIMOR.

Por fin tranquilidad.

Temía que los últimos acontecimientos hubieran agitado a Alexei y dificultaran la conversación. Con un gesto, le indico que se siente en una de las sillas que rodean la pequeña mesa de la estancia, mientras yo me acerco a los fuegos para poner agua a calentar.

- Voy a hacer dos infusiones. - Digo al mismo tiempo que miro a Gruñido, indicándole que me ayude si quiere. - Una de ellas quiero que la bebas, - le digo a Alexei, - la otra, no, a no ser que quieras quedarte dormido. Eso sí, te aseguro que sería un sueño reparador. Sin sueños. - Miro profundamente al hombre, intentando que las pupilas siempre en movimiento parezcan lo más centradas posible en él. Quiero comprobar si reacciona de alguna manera a aquella frase.

No lo hago demasiado tiempo, sólo unos segundos, pues entiendo que puedo ponerle nervioso.

La gente se pone nerviosa si la miro mucho tiempo.

Aprovecho para rebuscar entre mis bártulos las hierbas que creo necesitar.

- ¿Sigues teniendo pesadillas?

De nuevo le miro, para comprobar también cómo reacciona a eso.

Cargando editor
09/08/2017, 23:35
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 5 DE ABADIO.

MEDIA TARDE. COCINA DE LA CASA LORRIMOR.

Réquiem se sentó en una de las sillas de la cocina agradeciendo la tranquilidad que había. Después de dejar su libro en un lateral, apoyó los codos en la mesa a la vez que acariciaba con la palma de sus manos su rostro, el poeta necesitaba despejar muchas dudas de su mente y tenía que empezar por algún lado.

Alexei prestó atención a las palabras de Sascha, su rostro reflejaba dudas, como si fuera un libro abierto, se podía ver que seguía acostumbrándose a ese nuevo lugar. Llevó una de sus manos a la barbilla, acariciando su perilla y durante aquellos segundos aguantó la mirada de la mujer. Aquella enigmática mirada de ojos violetas le llamaba la atención, le sucedía igual que los amarillentos ojos de Gruñido, esos aspectos fuera de lo normal le atraían. El contacto visual se perdió en unos segundos y los ojos de Réquiem volvieron a posarse sobre la mesa,  algo intranquilos como si quisiera volver a mirarlos.

- Un sueño reparador, sin sueños. Suena reconfortante, pero sería mejor para cuando me fuera a dormir, tomaría la infusión con mucho gusto -. Realmente era algo que necesitaba, poder descansar sin pensar en nada, sin que ninguno de los últimos acontecimientos perturbara su sueño.  

Recostó su espalda en el respaldo de la silla, mirando como Sascha rebuscaba entre sus pertenencias. La última pregunta le desconcertó un poco y volvió a mirarla - ¿Cómo lo sabes? ¿Tenía pesadillas? O lo preguntas… ¿Por la última que había tenido?  - de nuevo sus dudas se reflejaban en su rostro, estaba perdido, parecía un cachorro en medio de un inmenso y poblado bosque.

- No es que haya dormido mucho las anteriores noches, la última pesadilla que recuerdo fue antes de despertarme en aquel subterráneo que ha dicho el Enterrador o como vosotros lo conocéis, Paddock. Nos seguía… un hombre andrajoso y esa especie de niebla amarilla, caímos uno por uno… las mismas personas que habíamos tenido aquella pesadilla despertamos en aquel subterráneo… todos la tuvimos – un temblor le recorrió el cuerpo y sus ojos se abrieron con un cierto brillo en su mirada – Recuerdo una voz… fue otro día, debí de caer rendido. No lo recuerdo muy bien… ¿Tengo una hermana? Una voz femenina me avisó en sueños para que me despertara, decía algo así “Despierta, hermanito. Despierta, o vendrá el lobo y te comerá” – se hizo el silencio, los ojos de Réquiem fueron de Sascha a Gruñido, en esos instantes fue consciente de lo que había dicho y sus labios dibujaron una triste sonrisa – No me hagáis mucho caso, tal vez fue una alucinación, nada de todo esto tiene sentido –.

Sus ojos volvieron a la mesa en un gesto pensativo, acarició el dorso del libro con sus dedos << Tal vez el libro pueda ayudarme ¿Podré volver a ser quien era? Y si no quiero serlo… Tal vez sea una oportunidad para cambiar… Bah, deja de pensar en eso ahora, céntrate en el presente >>

- Sascha, Gruñido ¿Cómo me conocisteis? ¿Nos conocemos mucho?  ¿Conozco a Velkan? Son preguntas absurdas, pero si me pudierais contar algo podría intentar veros con otros ojos y no como si fuerais simples desconocidos – sus ojos se achinaron un poco ante una tímida sonrisa – Gracias a ambos por ayudarme, no lo olvidaré y… para no olvidarlo lo anotaré en el libro – dijo palmeándolo, soltando una pequeña carcajada para romper el hielo e intentar que el ambiente no fuera más tenso de lo habitual, el dramaturgo no sabía el motivo pero se sentía como en casa con Sascha y Gruñido. 

Cargando editor
10/08/2017, 14:13
(CC) Gruñido.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 5 DE ABADIO.

MEDIA TARDE. COCINA DE LA CASA LORRIMOR.

Con un gesto y un empujón cariñoso, Gruñido se hace cargo de las perolas, su llenado de agua y el calentar el líquido en los fuegos de la cocina. Es curioso ver como el semiorco se mueve por ella con insultante familiaridad, como si ya conociera dónde se encuentra cada cosa antes de ir a buscarla. Parece que después de todo sí pudo estar haciendo tarta ayer noche.

Con las perolas humeando mientras llegan al calor que Sascha necesita para sus infusiones, Gruñido escucha hablar al hombre y a la mujer, mientras devuelve su atención al libro que Alexei ha apartado a un lado, tratando de leer alguna letra en su portada o lomo. Cuando el hombre habla de su relación con Sascha y Gruñido, el chófer se encoge de hombros.

- Alexei hermano pequeño de amo Konrad. Siempre problemas con mujeres y bebida, jo, jo. - Parece que el sirviente es consciente de haber dicho algo inapropiado, y mira a Sascha mientras un tenue verdor se extiende por su rostro.

- Errr.... Grwwwwllll... Conocer hace años hasta que Alexei desaparecer de casa de piedra de Amo. Sello de Familia de Amo no aparecer por ningún lado cuando Alexei irse. Buscar muchos días. -

Gruñido parece retomar interés por el grado de calor al que han llegado las perolas, y se vuelve hacia los fuegos silbando una tonadilla en un intento de quitar hierro a su primera afirmación.

Cargando editor
10/08/2017, 18:38
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 5 DE ABADIO.

MEDIA TARDE. COCINA DE LA CASA LORRIMOR.

La respuesta de Alexei me parece bastante ambigua.

Sí, tiene pesadillas. Como todos. Pero me gustaría saber es si son las mismas que antes.

Después interviene Gruñido, y aunque escucho y entiendo perfectamente lo que dice, no hago ningún gesto que pueda interpretarse como que me ha parecido mal lo que ha dicho, o que juzgue al dramaturgo por tener esos problemas.

Los de Konrad son mucho peores. Deben ser cosa de familia. Sólo el Paladín parece no caer en vicios... excepto en el vicio de ser irritante constantemente. 

Con ayuda de Gruñido vertí el agua caliente en el primer vaso y puse en él las primeras hierbas que había preparado metiéndolas en la bolsita de muselina, y la dejé en la mesa frente a Alexei.

- Ésta es la que debes beber. No sé de dónde viene esa tos. Jamás había visto una tos tan insistente y... con tal mal aspecto. - Digo refiriéndome a la sangre que a veces acompañaba a la saliva. - Espero que te alivie un poco, aunque no puedo prometerte nada. Al menos, sé que daño no te harán. Puedes confiar en mí. No pretendo empeorar tu estado.

Confesar que en ningún momento he sabido qué hacer con la tos y que en realidad sólo quería hablar con él en privado no entra dentro de mis planes.

La segunda infusión, la que no debe beber, es la que espero que dé algún resultado.

- Lo que dice Gruñido es cierto. Sí que nos conocemos. Hace años pasaste un tiempo en casa de Konrad, uno de tus hermanos, nuestro patrón. - El tema del anillo no me interesa lo más mínimo en este momento, así que lo ignoro. - Y todos participamos en la expedición del Profesor Lorrimor. Y no fue hasta entonces cuando supe quién eras: el hermano menor de los Mykephoros. Sin embargo, nos conocemos de mucho antes. Antes de entrar al servicio de Konrad, antes de conocerle a él, yo pasé tiempo cuidando de ti. - Hago una pausa que se nota que es deliberada. - Al igual que Velkan. Sí, a él también le conoces. Mejor que a ninguno, diría yo. Él te salvó la vida. - Y con lo del "cambiazo" el marcador se ponía en dos a cero. - Te... rescató de la guarida de una vampiresa. Bueno, decir rescatar quizás no es la palabra correcta. Ella te mantenía vivo y se alimentaba de ti, y tú... bueno, no ponías resistencia. Eras adicto a su mordisco. Al principio no estuviste muy de acuerdo, pero Velkan te salvó la vida al sacarte de allí, pues no hubieras aguantado mucho más. Lo superaste. Te repusiste, al menos en parte, pero horribles pesadillas te asaltaban cada noche, así que... - Como si hubiera estado calculado, en ese momento pongo el vaso con la segunda infusión delante de él. Esperaba que por una vez el Doctor Querio tuviera razón y el olfato fuese un buen incentivo para su memoria. - Yo te hacía beber esto. Tiempo después de recuperarte e irte, seguías acudiendo a mí para que yo te proporcionara estas hierbas. - Esta vez, sobre la mesa, dejo una extraña flor. - Puede que te resulten familiares.

Cargando editor
10/08/2017, 22:48
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 5 DE ABADIO.

MEDIA TARDE. COCINA DE LA CASA LORRIMOR.

El menor de los hermanos se quedó mirando a Gruñido con la ceja alzada, no le había sentado mal las palabras del semiorco y hasta una sonrisa se dibujó en sus labios, acompañada de una pequeña carcajada.

- Mujeriego y alcohólico, y solo es el comienzo… no sé yo si voy a querer saber más ¿Eh? - las risas continuaron durante unos segundos más, hasta que un pequeño ataque de tos hizo que tomara un pequeño respiro, esta vez no hubo sangre ya que se había atragantado con su propia saliva.

Estoy bien, estoy bien… - Terminó de recuperarse y atendió a las palabras de Gruñido – El anillo… recuerdo que se lo quité a alguien, pero no hay rostros, nombres ni nada claro. Pido disculpas por el tiempo que debisteis estar buscando el anillo. A todo esto… una cosa que quede entre nosotros… – sus ojos se abrieron en un gesto expresivo  y su voz se volvió un suave susurro que buscaba llegar a los oídos de sus interlocutores – Suena rastrero que al aparecer medio moribundo, casi a las puertas de la muerte, me quitara el anillo y creo que lo hizo con ganas ¿Eh? Hasta me duele el dedo y todo – las carcajadas surgieron de nuevo y su tono volvió a la normalidad – Pero a decir verdad, le queda mejor a él que a mí , será cierto que se lo robé… menuda pieza era

Su atención se centró en Sascha – Debe de ser cosa de mi miserable constitución – respondió a lo de la insistente tos – O tal vez algún defecto de nacimiento, no lo sé seguro -. Réquiem sujetó el vaso humeante y olisqueó aquella infusión – Gracias Sascha estoy seguro que me aliviará, agradezco vuestra ayuda – dejó que las hierbas reposaran para que la mezcla con el agua fuera más consistente.

Mientras esperaba prestó atención a cada una de las palabras de Sascha  << Tal vez deba rebuscar por la biblioteca del profesor, puede que encuentre algo de utilidad y me haga recordar >>. El poeta memorizaba todos aquellos datos de interés, como el nombre de su supuesta familia; luego los relatos de su vida junto a Gruñido, Sascha y Velkan. El rostro de Alexei se quedó perplejo ante toda la información que le estaba ofreciendo la mujer, no daba crédito a todo el relato. Su mente volvía a funcionar a plena potencia e imaginándose todas aquellas escenas, memorizó cada uno de los detalles que le ofrecía Sascha.

<< Una vampira >> La mano del dramaturgo fue a su cuello, acariciándolo, fue un gesto inconsciente pero no recordaba tales sucesos. << Velkan me ayudó y  de nuevo me ha salvado la vida, ni siquiera puedo recordar su rostro >> Bebió de la primera infusión, saboreándola en pequeños sorbos continuos – No recuerdo nada nítido, es una sensación un tanto extraña no saber quién eres – suspiró algo indignado consigo mismo.  Alexei se fijó en las hierbas que le ofrecieron, se las quedó mirando y con la yema de sus dedos las rozó, sujetó una con una mano y la acercó a su nariz para olisquear – Me resultan extrañamente familiares, pero no hay ningún recuerdo de mis visitas –.

Réquiem seguía bebiendo de la primera infusión – ¿Me podré beber la segunda más tarde? Cuando vaya a descansar, me vendrá bien tener una noche tranquila y sin pesadillas – continuó hablando – Sobre lo que está pasando con la niebla amarillenta, parece que no hay aviso. Os recomiendo tener vuestras armas encima, ese lugar es lo peor que he podido llegar a experimentar – el silencio reinó durante unos momentos en la sala, continuó bebiendo de aquella infusión sintiendo como su garganta se relajaba. - ¿Qué estáis haciendo exactamente en este pueblo? ¿Tiene alguna relación con la expedición? – por último añadió – Antes de que me respondáis, Gruñido dijo que tenía problemas con las mujeres. Sascha si en el pasado hice algo que no debía de hacer, no lo tengas en cuenta… yo bueno... lo sentiría mucho - se le podía ver algo nervioso alternando su vista de los ojos de Sascha a las tazas y de las tazas a Gruñido.

Allí había llegado a una conclusión el dramaturgo, si en su pasado hubiera hecho algo malo a Sascha, a la mujer no le hubiera costado nada tomarse una amarga revancha.

<< Debo de tener cuidado… >>