Partida Rol por web

Historias de Horror I.

SA: 3 - Refugio de Soñadores.

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05/09/2017, 23:55
(SA) Gheorghe Mykas.

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO (DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR), MES DESCONOCIDO.

MEDIA MAÑANA.

EN LA CAPILLA.

Gheorghe escuchó las palabras de Winter, sintiendo un asomo de lástima al conocer la historia de Loic. Esa clase de pérdidas eran duras, y podía entender como algunos hombres y mujeres desesperaban en esas circunstancias, más aún al tratarse de un lazo tan estrecho como el de unos gemelos. El removió cielo y tierra para dar con Alexei y con Nicoletta, aún siendo su vínculo "sólo" paterno. Y el no haber logrado encontrar a Nicoletta aún le atormentaba, especialmente algunas noches, como hacía no demasiado.

-Veré que puedo hacer-dijo simplemente como respuesta a la clériga, antes de partir junto a la enfermera, Tormento y, por supuesto, el convaleciente.

-Saludos, señorita-dijo con un leve asentimiento hacia la enfermera, antes de agacharse junto al enfermo-y hola también a ti, Loic. ¿Cómo te encuentras?

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06/09/2017, 22:31
(SA) Anciano Sabio (Sebastián Moro).

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO (DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR), MES DESCONOCIDO.

MEDIA MAÑANA.

EN LA CAPILLA.

- Gracias por venir. - Dijo el viejo con la voz un poco tomada nuevamente. -Necesito ayuda con ellos, tanto para el diagnóstico como la cura... además, necesitaré usar el maletín que te di con ellos. - Le explicó a Enterrador. - Y es que viéndoles desde mi rincón, recordé que solía curar a los heridos y enfermos, no solo con conjuros y rezos a Pharasma. Pero sabiendo que mi memoria falla y en  mi estado, prefiero que alguien con un mínimo de conocimientos sobre el cuerpo humano me ayude en esta tarea.

» La joven parece tener un brazo roto, pero no alcanzo a ver la magnitud de la fractura. El chico tiene mordiscos, pero con la vista entorpecida por esta bronquitis y la fiebre, no distingo mucho más. - Le indicó el viejo a su compañero. - Ella aguantó el dolor de manera heróica con mi primer vistazo. - Dijo Anciano sonriendo con amabilidad a la mujer, tratando así de calmarla y animarla un poco. Caminó hacia el niño.

- Creí que ella estaba peor, al menos por el dolor... pero el chico tiene algo que me escama. Ayúdame con él. - Anciano Sabio se inclinó nuevamente sobre el muchacho, indicándole a Enterrador donde estaban los mordiscos, cuando el joven comenzó a convulsionar. El viejo dio un paso atrás cuando Enterrador se lanzó sobre el niño para sujetarle y que no se hiciese daño. Con la máxima velocidad que pudo, se quitó la manta y la dobló todo lo que pudo y se la colocó al niño detrás de la cabeza, buscando que este no se golpease con brusquedad sobre ninguna superficie dura.

Una vez se le pasó el ataque, el viejo miró a Enterrador. - ¿Qué clase de mordiscos hacen esto a un ser humano?

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06/09/2017, 23:15
SA: Capilla: Loic Ulsohnen.

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO (DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR), MES DESCONOCIDO.

MEDIA MAÑANA.

EN LA CAPILLA.

- "¿Qué? No, no digas tonterías..." - Dice Loic negando con la cabeza mientras mira a la derecha de George. En la dirección en que mira, no hay nadie aparentemente. - "Es absurdo... No son dopplegangers... Ya habrían cambiado y nos estarían atacando." - Continúa.

Se da media vuelta, echa a andar unos pasos, se detiene y se vuelve a girar.

- "Tranquila. Te lo prometí. Te sacaré de aquí. Vamos a salir de ésta." - Dice con una férrea convicción en su mirada.

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07/09/2017, 22:04
(SA) Tormento de Tinieblas.

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO (DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR), MES DESCONOCIDO.

MEDIA MAÑANA.

EN LA CAPILLA.

-Dale el brebaje a él -dijo refiriéndose al paladín-. Nos encargaremos de que se lo tome. Pero me temo que no va a ser un proceso tranquilo -era evidente que cualquier intento de hablar con el enfermo era inútil. Abstraído en su propio mundo y en su conversación con su gemela, cuyo destino incierto quizá no lo fuera tanto, no parecía estar dispuesto a relacionarse con nadie fuera de su plano onírico. Una especie de histeria extraña lo afectaba. Era como si no hubiera terminado de despertar, tal y como lo hicieran ellos, de tal modo que su cuerpo actuaba en su realidad y su mente divagaba en otro mundo. Recordó las circunstancias de su despertar y las palabras dibujadas progresivamente, transformadas en una potente voz en su cabeza. Se acercó a Loic y lo sujetó firmemente por los hombros, impidiendo que siguiera en su paseo sin destino-. ¡DESPIERTA, LOIC! ¡DESPIERTA! -gritó, acompañando sus palabras con una bofetada.

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08/09/2017, 13:59
(SA) Gheorghe Mykas.

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO (DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR), MES DESCONOCIDO.

MEDIA MAÑANA.

EN LA CAPILLA.

Gheorghe frunció levemente el ceño cuando el enfermo pareció no reparar siquiera en él. Desde luego, estaba totalmente ido, e iba a ser problemático acercarse a él. Aunque contaba con la ayuda de Tormento para eso, que parecía estar dispuesto a intentar una aproximación poco delicada con Loic. Aceptó el brebaje de las manos de la enfermera y se acercó a la pareja del hombre vendado y el enfermo, con la redoma ya preparada.

-Escúchame, Loic-dijo, con tono firme-todos estamos en peligro, tú incluido. Y es necesario que te tomes el contenido de esta botellita. No podemos aceptar una negativa por respuesta, pues nos pondrías en peligro a todos. Ahora, por favor, colabora y bebe esto. 

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10/09/2017, 20:54
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO (DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR), MES DESCONOCIDO.

MEDIA MAÑANA.

EN LA CAPILLA.

La atención de Réquiem se enfocó a su alrededor, pudo divisar como Gheorge y Tormento trataban, junto a la enfermera, a una persona que no quería tomarse la medicación. Sus ojos vieron al Anciano sabio y el señor Paddock tratar a los dos heridos que había en los camastros, pudo divisar a una chica y un muchacho. Luego el poeta se percató de las miradas del Capitán York y un joven, pudo ver sus rostros durante escasos segundos mientras volvía de nuevo su atención a las maderas que iba partiendo junto a Nigromante.

- No nos sacan el ojo de encima – susurró para que Nigromante pudiera escucharle – No les culpo tampoco, viendo lo de fuera yo tampoco me fiaría de unos extranjeros. Debe de haber una forma de salir de aquí, es un edificio lo que no me fijado si hay algún tipo de ventanal que pueda dar al exterior...  Si lo hay – ponía en duda el plano existencial, tal vez estén en alguna otra dimensión – La diferencia de tiempo entre este lugar y el otro era abismal, de alguna forma el tiempo aquí pasa mucho más despacio. De todas maneras no es algo que hayamos podido cuantificar, pero sí demostrar

El poeta seguía trabajando con la madera, pero cada vez le costaba más y le fallaban sus fuerzas. Tal vez el cansancio o su débil constitución le perjudicaba al realizar su tarea y la leña que iba agrupando era más bien poca. Aunque su ritmo era lento no perdía esperanza y seguía trabajando, sentía el calor invadirlo y el sudor caer por su frente – Tengo una constitución más delicada que el cristal… - sonreía algo triste, quitándose el sudor de la frente. – A mi ritmo no conseguiremos ni tener leña suficiente para pasar una noche… espero que no pasemos de las noches más frías del invierno… - a pesar de su lentitud su voluntad no cedía a seguir golpeando la madera para ir cortándola a trozos. El poeta se ayudaba con una herramienta, una palanca metálica que aprovechaba para golpear con una de las puntas e ir partiendo las tablas.

- La esperanza es lo último que se pierde… lo último… - allí iba murmurando dichas palabras, dándose ánimos. 

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10/09/2017, 22:26
(SA) Enterrador (Anselmo Paddock).

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO (DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR), MES DESCONOCIDO.

MEDIA MAÑANA.

EN LA CAPILLA.

Enterrador ayudó a Anciano Sabio a tratar a la mujer joven. Se dirigió un momento hacia Requiem y Nigromante, y pronto retornó con dos pequeñas tablas alargadas, recibiendo por parte del clérigo un asentimiento de cabeza. Preparó un trozo de tela alargado y con amabilidad colocó un palo en la boca de la paciente, para evitar que se mordiera la lengua para lo que estaba por venir. No necesitaba que el más veterano lo dijera: una leve mirada, un gesto de cabeza o un silencio parecían suficientes para que el cirujano continuara o cooperase de la manera que el sacerdote de Pharasma lo necesitaba. Ambos sabían lo que hacían y cómo debían hacerlo.

Paddock, mientras tensaba el brazo roto de la mujer, agarrando la parte superior del mismo, comprobó como el aparente débil y tembloroso pulso del anciano resultaba seguro y firme en el arte de la sanación. De tal modo, aprovechando el punto de sujeción del vigilante, estiró el brazo usando el peso de su cuerpo y logró, acompañado por un sonido de roce de huesos y un gemido de dolor amortiguado por un palo, recolocar los huesos en su postura adecuada para, inmediatamente, entablillar la herida.

Ambos hombres se miraron tras realizar la operación y asintieron en conformidad. Acto seguido ambos miraron al sollozante muchacho de la cama contigua y, tras acostar a la joven, se dirigieron hacia él.

Mordiscos. Muchos. De diversos tipos y posiblemente desconocidos algunos. Anciano Sabio le susurró al respecto y el enterrador asintió con la cabeza. No debían dejar nada al azar ni dar nada por supuesto. Aquel lugar estaba infestado de bichos y eran muchos cuyos mordiscos podrían causar temibles efectos secundarios. A la que comenzó a examinarlo con el clérigo, Anselmo se vio obligado a agarrar al joven al comenzar este a convulsionarse. Algo malo pasaba con él. Debían examinarlo a fondo para descartar o confirmar procesos naturales o sobrenaturales que se desarrollaban en el interior del muchacho.

- Tranquilo, jovencito. Todo va a salir bien - trató de tranquilizarlo con voz suave y baja cuando dejó de convulsionar y agotado respiraba pesadamente.

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10/09/2017, 23:34
(SA) Anciano Sabio (Sebastián Moro).

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO (DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR), MES DESCONOCIDO.

MEDIA MAÑANA.

EN LA CAPILLA.

El viejo trabajaba tranquilo y confiado, más incluso de lo que demostraba antes de empezar con las curas a la joven. Tener a Enterrador a su lado le dio ese punto de calma final, pues sabía que si erraba en algo, otros ojos podrían dar con el fallo y subsanarlo antes de que todo se fuese al traste.

Aprovechó los instantes en los cuales Enterrador cogió el material para curar el brazo de la jovencita, para lavarse la cara y las manos con el fin de quitarse la suciedad y posibles infecciones que llevase pegadas a la piel. Sin mediar palabra, regresó junto a la joven y asintió a Enterrador, quien estaba dispuesto y listo para comenzar con el trabajo. - Debes ser fuerte, hija mía. - susurró el anciano a la chica, mientras ponía su mano sobre la cabeza de la joven. - Pharasma está aquí con nosotros, rézala a ella y te dará las fuerzas que te falten para poder superar esto.

En otra circunstancia, hubiese besado la cabeza de la joven, pero con la enfermedad en su pecho y sabiendo que podía propagarla, decidió dejarlo pasar. Tosió un poco y hacia un lado de manera natural. Solo esperaba que eso no le impidiese realizar la cura en condiciones. Enterrador estaba atento y preparó a la joven para entablillarla el brazo. La pobre criatura gritó de dolor según el hombre estiró y ajustó el hueso en su sitio. El mordedor que llevaba la mujer en la boca, mitigó parte del grito, pero se podía ver con que fuerza y saña clavaba los dientes en él.

- Lo hiciste muy bien, hija mía. - La dijo el anciano al terminar. - Ahora es importante que no te quites eso hasta que el hueso no cure... - Anciano Sabio no se había olvidado de las costillas fracturadas de la joven. Poco se podía hacer allí, salvo un vendaje compresivo que la ayudase a mantenerlas lo más quietas posibles y amortiguase el dolor. Miró a Enterrador y asintió con la cabeza, era hora de atender al chico.

- Enfermera, - dijo a una de las mujeres que rondaban por allí. -, la joven necesita un vendaje compresivo en las costillas, pues tiene algunas fracturadas. Debido a lo... delicado del lugar, sería mejor que se encargase una mujer de hacerlo. Cuando termine con el chico me pasaré a ver que tal quedó, espero que no la importe hacerlo... - explicó con calma el viejo.- , Pharasma se lo agradecerá tarde o temprano.

Nada más comenzar a ver los mordiscos del chico con mayor detenimiento, el viejo se dio cuenta de que habían más de los que había visto inicialmente. Seguramente la fiebre le afectaba en el momento de la primera revisión. El chico comenzó a convulsionar y Enterrador le sujetó con precisión. Colocando bajo la cabeza del joven la manta que llevaba Anciano Sabio, se quedó allí sujetándola, sin poder hacer más, hasta que cesó el ataque del joven.

Fatigado por el esfuerzo, Anciano Sabio miró a Enterrador y se hizo a un lado, mientras este observaba los mordiscos en el cuerpo del joven. Necesitaba recuperar el aliento y asegurarse una respiración tranquila y fluida si quería seguir siendo de utilidad y dejar de toser de aquella manera era primordial para ello.

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11/09/2017, 11:28
(SA) Gheorghe Mykas.

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO (DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR), MES DESCONOCIDO.

MEDIA MAÑANA.

EN LA CAPILLA.

Una vez Tormento quedó removido de la ecuación debido a aquel desafortunado modo de actuar, el paladín volvió a entrar en acción. Logró, con una suave firmeza, que Loic se sentara junto a él, y poco a poco, con un tono que no aceptaba réplica, se fue imponiendo a la locura que imperaba en aquel hombre. Sin brusquedad, con tiento, pero también dejando claro que la negativa no era una opción. Y finalmente, usando solamente el don de la palabra y con suficiente tiempo, la tintura acabó en su destino final, el estómago del enfermo. 

Aquello era ciertamente un alivio, y el paladín no podía evitar preguntarse, en aquel mismo momento, si hubieran evitado los primeros problemas en Ravengro si simplemente le hubieran dejado hablar. Pero en aquel momento, sus compañeros tenían otras ideas, y se lanzaron de cara, picando en aquella burda provocación de los ignorantes. Aunque, tras unos segundos, decidió alejarse de aquellos pensamientos, pues en aquel momento de poco le valían. Repasó la zona con la mirada, viendo como los enfermos eran tratados por el señor Paddock y Anciano Sabio con bastante eficacia, aunque por desgracia no podía decirse lo mismo de la madera. No era tarea para gentes poco acostumbradas a ejercitar su cuerpo, pero habían sido muy rápidos a la hora de escogerlo. Por desgracia, se habían equivocado. Ahora solo cabía esperar que no pagaran aquello todos ellos. 

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11/09/2017, 15:45
(SA) Tormento de Tinieblas.

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO (DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR), MES DESCONOCIDO.

MEDIA MAÑANA.

EN LA CAPILLA.

Carisma y empatía no formaban parte del vocabulario habitual de Tormento, pero no habría considerado que su comportamiento para con el tal Loic fuera desacertado salvo por los resultados de su intervención. La virulenta reacción de la enfermera el resultó entrecomilladamente indiferente, pero la del enfermo le resultó incomprensible. Solo cuando el paladín obró, reflexionó sobre lo acaecido sin llegar a ninguna conclusión razonable. El hombre mostraba un evidente desorden mental, centrado en su propia realidad y ajeno a los estímulos de su entorno. Hablaba solo, con una hermana que no estaba, haciendo caso omiso a una enfermera cuya dedicación y cuidados no surtían efecto. Que el paladín insistiera en aquella vía de diálogo unívoco era ilógico dadas las premisas. La conclusión era evidente. Su crudeza y la bofetada habían arrancado momentáneamente a Loic de su irrealidad, trayéndole a este plano mental en el que la intervención de Gheorghe podía tener eficacia. Ergo, sin el proceder de Tormento, no hubiera sido posible conseguir que Loic se tomara su medicamento.

Satisfecho de sus conclusiones, se alejó en dirección a los múltiples fuegos que ardían aquí y allí, y en torno a los cuales diversas personas intentaban cocinar algo medianamente meritorio. Suspiró por lo bajo, pues no era algo que realmente le satisficiera hacer. En su caso, un bol con harina y agua calentada al fuego, hubieran bastado para llenar el estómago. Aun así, se acuclilló junto a uno de los fuegos ofreciendo su ayuda y sin esperar respuesta, empezó a trajinar con los diferentes productos disponibles.

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12/09/2017, 00:07
SA: Winter Klazcka.

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO (DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR), MES DESCONOCIDO.

MEDIA MAÑANA.

EN LA CAPILLA.

La mujer que se ha presentado como Winter se os va acercando progresivamente a cada grupo de vosotros encargados de alguna de las tareas. 

Lleva consigo tazones de caldo para todos y cada uno en cada viaje. Finalmente os vuelve a reunir en el centro de aquella sala usando unas simples palabras para con cada uno de vosotros.

- "Tenemos que hablar." -

Una vez reunidos en el centro, y algo alejados de oídos indiscretos, pero no de las miradas de muchos de los refugiados, la mujer os vuelve a mirar.

- "Parece que no tenía motivos para sospechar tanto de vosotros... Pero este lugar nos ha vuelto... cautos. Es mejor ser desconfiados y sobrevivir, que pecar de despreocupación y... Bueno, ya lo habéis visto." - Explica.

- "Decidme, qué queréis que os cuente que no sepáis." - Añade mirándoos a todos. Aunque en sus ojos brilla cierta curiosidad por algo. - "¿Es cierto que no recordáis nada anterior a vuestro despertar aquí?" -

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12/09/2017, 08:01
SA: Paciente.

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO (DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR), MES DESCONOCIDO.

MEDIA MAÑANA.

EN LA CAPILLA.

​Antes visteis el cadáver del demente prisionero de la Doctora Doppleganger, el que no paraba de repetir siempre las mismas frases. Todavía está tendido en el suelo, en el corredor lateral que va hacia el Este, con dos virotes atravesándole el pecho. Sin duda uno le acertó en el corazón y le mató. Es probable que saltara por encima de la empalizada, desoyendo el alto de los guardias con ballestas, y que éstos se vieran obligados a disparar.

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12/09/2017, 17:44
(SA) Nigromante (Dyonisius).

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO (DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR), MES DESCONOCIDO.

MEDIA MAÑANA.

EN LA CAPILLA.


No hay pesadumbre alguna en Nigromante, ni por su fracaso en el arte de cortar leña, ni por las miradas de los refugiados. Al fin y al cabo, no fue él quien eligió las tareas a realizar y sus artes y conocimientos de poco servían para tales actividades. No hay, por tanto, tristeza ni fastidio. Nigromante sabe bien lo que es, y lo que no es: es un mago, un académico, no es un leñador. Ni un curador. Ni un cocinero.

Sin embargo, sí hay espacio para la tristeza. El cuerpo sin vida del pobre prisionero hace que el mago se arrodille, un instante, junto a él.

- Pobre alma malhadada. Al menos moriste sin cadenas. Ojalá hubiéramos podido salvarte. Que Pharasma te tenga en su gloria, y te perdone los pecados que hubieras podido cometer.

Tras esto, al escuchar las palabras de la mujer, asintió a su pregunta, y a su orden, y tan pronto, Winter volvió a inquerir sobre la amnesia, tras dar un trago al caldo caliente, le respondió.

- Poco a poco hay alguna cosa, mínima, que he recordado. Pero sí, es como dice: al despertar no recordaba nada de mi vida anterior. E incluso ahora cosas básicas como el lugar donde estoy, mi nombre, mi edad, por qué estoy aquí, o simplemente, las cosas que hice o sufrí antes de mi despertar, no existen en mi memoria.

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12/09/2017, 20:15
(SA) Anciano Sabio (Sebastián Moro).

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO (DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR), MES DESCONOCIDO.

MEDIA MAÑANA.

EN LA CAPILLA.

Enterrador y Anciano estaban atendiendo al joven. El viejo se recuperó de su tos y se unió a exploración de los mordiscos. No le gustaba lo que acababa de presenciar, pero al menos no había infección en las heridas. Aún así el viejo humedeció un trapo limpio en agua y comenzó a limpiar los mordiscos lentamente volviendo a mirarlos con detenimiento, para luego aplicar un bálsamo desinfectante sobre ellos.

Casi habían terminado con el chico cuando la sanadora los reclamó para hablar todos ellos. - Acabemos con el joven antes de ir. - Miró al jovencito y le sonrió. - Te estás portando muy bien. Eres muy valiente, ¿lo sabes? Y a Pharasma le agradan los valientes. - Dijo con un guiño al chico. - Ya casi hemos terminado... pero si nos necesitas, estaremos allí mismo. - Señaló con la cabeza a la mujer y le dio unas palmaditas al niño.

Cuando vio que Enterrador terminaba con el último mordisco el viejo le sonrió y se volvió a cubrir con la manta, antes de reunirnse con el resto y aquella mujer. Sus pasos se levantaban a duras penas del pedregoso suelo, más bien arrastraba los pies al caminar. Realmente estaba cansado y sabía que aún no podía descansar, a pesar de que lo necesitaba. Ya no solo por él mismo, sino por la enfermedad que sabía que ganaría terreno rápidamente si no se cuidaba y descansaba.

Pero la reunión con aquella mujer era importante. Resolvería muchas dudas de todos, aunque el viejo no estuviese para muchas charlas, se sentó cerca de ellos cuando llegó. Trató de contener el nuevo ataque de tos en vano y se cubrió bien con la manta cuando este cesó, guardando silencio mientras el resto hablaba y tratando de no dormirse ahora que se había sentado y su cuerpo se había relajado tras ayudar a los heridos.

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12/09/2017, 21:49
(SA) Enterrador (Anselmo Paddock).

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO (DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR), MES DESCONOCIDO.

MEDIA MAÑANA.

EN LA CAPILLA.

Enterrador terminaba la cura del último mordisco en el muchacho herido cuando la sacerdotisa de Pharasma habló, llamando la atención de los recién llegados al refugio. Anciano Sabio asintió, terminada la cura de las heridas que él trataba y se dirigió a la mujer. El vigilante, se tomó unos momentos para terminar adecuadamente la limpieza y con un gesto de mano atrajo a la enfermera Wynka, próxima a él tras terminar de entablillar a la joven pelirroja, y le conminó a vendar la herida que trataba.

- La cura está terminada. Hágame el favor de vendar las heridas. Gracias - dijo escuetamente mientras recogía cierto instrumental y se acercaba posteriormente a Winter Klazcka. No se había fijado hasta el momento pero fue entonces cuando descubrió, tirado en una esquina junto a Nigromante, el cuerpo sin vida del desdichado demente que Paddock encadenara antes del combate con la letal doppleganger. Desvió su avance y se dirigió al cuerpo, cruzándose con el arcano que abandonaba ya el lugar, hincando una rodilla en el suelo y examinando al caído. Diversos sentimientos afloraron en el hombre. Principalmente rabia y frustración al ver que sus pasados temores, tras la huida del paciente, se veían confirmados. Él había hecho actos reprobables con tal de proteger a aquel hombre. Principalmente de sí mismo.

Su cabeza se giró mirando a Georghe de manera admonitoria. En teoría estaba vinculado al profesor Querio, probablemente por una gran amistad. No lo recordaba. Pero en esos momentos pensaba de él que era un perfecto zopenco. Y algo no mucho más suave del caballero. Uno había liberado y el otro permitido que el reo se escapase, fundamentalmente, para sentirse ellos mismos bien o al menos no mal ante la imagen del cautiverio del pobre hombre. No por el bienestar real del pobre diablo. Ahora estaba muerto y nada podía hacerse.

Lo siento. Me hubiera gustado que hubiese sido de otra manera. No me lo tengas en cuenta. Al menos ahora descansas, habló mentalmente al fallecido. Nos vemos, se despidió antes de levantarse, coger una sábana sucia, tirada, cercana y cubrir el cuerpo. Después se dirigió hacia el grupo reunido en torno a Winter.

Asintió en silencio a la pregunta de la mujer y escuchó las diversas preguntas de sus compañeros, llegados antes. Así que no se ufanó en repetir lo ya inquirido. Sin embargo sí que añadió otras cuestiones no mencionadas.

- Le agradeceríamos si nos dijera qué es este lugar y dónde se ubica. Si usted trabaja o reside en esta institución y por tanto pueda recordar algo de nosotros: cómo y cuándo llegamos a este lugar. Qué sucedió para que el lugar colapsara y se llenara de monstruos. En fin, todo lo que debería saber un recién llegado - resumió el hombre, encogiéndose de hombros.

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12/09/2017, 23:38
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO (DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR), MES DESCONOCIDO.

MEDIA MAÑANA.

EN LA CAPILLA.

La voz de Denman Winoparess llegó a los oídos del dramaturgo, el guardia les mandaba a hacer otras tareas y él mismo se encargaría de cortar la leña. Alexei afirmó sin ningún tipo de queja, se apartó de la zona de los muebles y se dirigió hacia la zona de la cocina improvisada. – No estoy hecho para el trabajo forzado… - comentó a Nigromante mientras avanzaba hacia su nuevo destino, quitándose la sudor de la frente con la manga de sus ropajes.

Una vez en la zona de cocina se dispuso ayudar a los presentes que se encargaban de hacer la comida, allí pudo ver a Tormento de Tinieblas. El pequeño de la familia Mykephoros se dedicó hacer de pinche, ayudando a traer los alimentos que necesitaban y visualizando todos los procedimientos que hacían paso a paso. Después de haber ayudado en la zona de las cocinas Réquiem se sentó en un rincón, allí recibió a manos de la señorita Winter un tazón de caldo – Gracias – dijo ante tal ofrecimiento. A los pocos segundos Alexei empezó a degustar el caldo, saboreándolo bien.

Una vez terminó el caldo se encargó de ir a enjuagar la taza y así dejar su recipiente limpio. El poeta atendió a la llamada y se encaminó al centro de la sala, pudo observar durante el corto trayecto un cadáver y reconoció al prisionero de la Doctora Doppleganger.

<< Pobre… eso es una prueba fehaciente de que aquí no se andan con tonterías y a la mínima acaban disparando a matar… >>

Escuchó las palabras de la líder de aquel grupo y afirmó a cada una de ellas.

<< Yo también desconfiaría, viendo sus caras habrán pasado muchas penurias no hay nada que recriminar a la decisión de la mujer >> sus pensamientos empezaban a brotar en su mente. Réquiem prestó atención a las palabras de Nigromante, miró de reojo al Anciano Sabio cuando empezó a toser y acabó por mirar al señor Anselmo.

- Como bien dicen mis compañeros toda información sobre el lugar, procedencia y tiempo nos servirá de ayuda. Todos padecemos de la pérdida de memoria, no recordamos nuestro pasado – luego siguió hablando, su tono era amable y cordial – Después de que nos respondas a nuestras preguntas, me gustaría hablar con usted Winter, sobre un asunto que requiere total discreción y privacidad. Es algo que nos engloba a todos nosotros como grupo y tal vez usted pueda ayudarnos, pero primero nos gustaría saber lo que está sucediendo en  estas instalaciones y porque somos los únicos que hemos perdido nuestra memoria. Nosotros también desconfiamos, somos un grupo que no recordamos nada de antes del despertar, pero hemos decidido confiar entre nosotros para sobrevivir en ese infierno que hay más allá de la empalizada - Inspiró aire y volvió hablar con serenidad - Como dije... cuando acabemos, me gustaría tomar un poco de su tiempo para hablar en privado en alguna otra sala o en un rincón más apartado – su tono es cordial y allí se mantuvo a la espera, tenía intenciones de hablar con ella sobre los sucesos que les habían perturbado, los cambios que sufrieron con la amarillenta niebla y la información que disponían.  

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14/09/2017, 00:07
SA: Winter Klazcka.

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO (DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR), MES DESCONOCIDO.

MEDIA MAÑANA.

EN LA CAPILLA.

La mujer os escucha a todos, y en especial las últimas palabras de Réquiem, antes de asentir levemente.

- "Habrá tiempo para todo, y el que quiera conversar conmigo en privado podrá hacerlo." - Confirma.

- "Después de todo, estamos atrapados aquí y no hay manera posible." - Su rostro parece ligeramente resignado.

- "Esto es una capilla... nuestro último refugio." - Explica extendiendo las manos para abarcar todo el lugar. - "Estamos en el Asilo de Briarstone, y ésta es su capilla, dedicada principalmente a Pharasma." - Continúa diciendo mientras vuelve a miraros a todos estudiando vuestras reacciones.

- "Briarstone es un asilo situado en una isla rocosa en el río Danver... en Thrushmoor." - Añade pues le parece que no ha quedado claro del todo con su explicación. - "Un lugar conveniente para olvidarse de gente inconveniente." - Dice como si citara a alguien.

- "No trabajo aquí." - Niega con la cabeza a Enterrador. - "Soy una Hermana de la Catedral del Coro de la Doncella... en Caliphas." - Explica. - "Mis asociados y yo vinimos para ayudar a un Acusador Real a investigar unos sucesos extraños." -

Señala la barricada y los cuerpos de los dopplegangers muertos. - "Estalló una revuelta en el asilo, y al poco comenzaron a aparecer esas criaturas... no sé de dónde salieron." -

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14/09/2017, 17:02
(SA) Nigromante (Dyonisius).

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO (DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR), MES DESCONOCIDO.

MEDIA MAÑANA.

EN LA CAPILLA.


Nigromante aprovechó para sentarse y rascar a Hombro Izquierdo en la parte superior de su cabeza, con suavidad. Era un gesto que sentía, por el lazo empático que compartían, que le gustaba a su familiar. La verdad era que Hombro Izquierdo le parecía, fundamentalmente, un ser egoísta y abyecto, y no tenía muy claro el motivo por el que podía haberlo matenido tanto tiempo en su compañía.

Sin embargo era reacio a causar daño a otro ser vivo, y mucho más cuando, fueran cuales fueran sus circunstancias, Hombro Izquierdo era un nexo con lo que él había sido antes. A pesar del gesto, Nigromante observaba y escuchaba con atención a la sacerdotisa y cuando esta terminó, dejó de rascar al cuervo, y dio un nuevo trago a la sopa caliente. Eran buenas noticias.

- Es... satisfactorio. Y mucho. Y creo que si me confirma que en este mismo plano de la existencia existe una población llamada Ravengro podemos asumir que la tesis de estar en otro plano es errónea. Estamos en esto juntos, gracias sean dadas a los dioses. Desgraciadamente... hay mucho que desconocemos aún. No sabemos casi nada, de hecho. Pero la ausencia de memoria que padecemos no impedirá que hagamos lo necesario, todos nosotros, para ayudar a los vivos contra los muertos y contra los monstruos que nos rodean. ¿Teníais algún plan para salir de aquí? ¿disponemos de algún plano de las instalaciones? Supongo que estando en un sitio recóndito ustedes debieron llegar en algun medio de transporte, ¿disponen aún de él? ¿podría usarse para evacuar a todos los presentes de este lugar infame?

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14/09/2017, 21:10
(SA) Tormento de Tinieblas.

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO (DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR), MES DESCONOCIDO.

MEDIA MAÑANA.

EN LA CAPILLA.

La mujer habló, intentando clarificar su situación pero realmente, a Tormento, nada de lo dicho lo tranquilizó.

-Si lo que dices es cierto y no tengo razón para dudar de ello, estamos en una isla en mitad de un río. Presupongo que llegasteis aquí en algún tipo de barcaza y que dado que es una especie de isla presidio, cuenta con un embarcadero en el que se halla vuestro transporte. O quizás no, pues aún seguís aquí -en cualquier caso, Tormento no quería dar nada por suspuesto. Él planteaba las preguntas y sería ella quien respondiera-. Y por lo que he entendido, vosotros ya os encontrabais aquí en el momento en que estalló la revuelta. ¿Quieres decir que algunos de los aquí recluidos se rebelaron? ¿Qué ocurrió exactamente y qué provocó el estallido? Asimismo, dices que vuestra presencia en este lugar respondía a la necesidad de investigar ciertos sucesos de naturaleza extraña. ¿Qué estaba pasando qué exigía la venida de un Acusador Real? -ignoraba en qué consistía aquel cargo. Quizá lo preguntara más tarde, pero no quería dispersarse en preguntas no útiles-. ¿Está por aquí el Acusador ese? Y una cosa más, estas instalaciones son grandes. ¿Sabéis cuántos enfermos o gentes inconvenientes estaban aquí recluidas y cuánto personal había al cuidado o vigilancia de los mismos?

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15/09/2017, 01:43
(SA) Anciano Sabio (Sebastián Moro).

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO (DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR), MES DESCONOCIDO.

MEDIA MAÑANA.

EN LA CAPILLA.

El viejo escuchaba la voz de la mujer, al igual que la de sus compañeros, manteniendo los ojos cerrados. Su rostro esbozó una sonrisa cuando escuchó a la mujer decir lo que había deducido al llegar: aquello era una ratonera sin salida. El único camino que había era regresar sobre nuestros pasos.

Cuando comenzó a explicar que era aquel lugar donde estaban e incluso el motivo de su presencia allí, Anciano Sabio abrió los ojos la miró fijamente. Instintivamente volvió a acariciarse la barba, tal y como hacía cada vez que pensaba o analizaba una situación. Su respiración era lenta y pausada, procuraba no hacer esfuerzos mientras la fatiga seguía tratando de ganarle terreno, la cual, sin lugar a dudas, lo conseguiría.

Tener el máximo de información posible sobre el lugar, nos ayudaría a mantenernos vivos, aunque no veía que hiciesen las preguntas adecuadas. En caso de revuelta y con aquellos cambiaformas rondando por el edificio, era imposible que supiesen que había más allá de sus barricadas. Menos aún si quedaba aún alguna forma de salir de la supuesta isla en el exterior.

Anciano solo tenía pocas cosas claras en su cabeza: necesitaba cenar algo templado, descansar y tratar esa bronquitis antes de que fuese a más... Ajo... espero que le pusieran ajo al caldo... no sabía como o porqué pensó aquello, pero de alguna manera sabía que le haría bien. Y lo último que tenía claro en su vieja y testaruda cabeza, era que debían salir de allí cuanto antes. La mujer lo había dicho: escaseaban la comida y el agua.

- Deberíamos centrarnos en buscar la salida de este lugar cuanto antes... ir asegurando zonas para que los heridos y enfermos puedan avanzar, sin duda lo harán en un ritmo más lento que nosotros. - Tosió mientras hablaba, incluyéndose en el lado de los sanos al hablar. - No podemos dejar a esta gente aquí, Pharasma no podrá protegerles siempre entre estas paredes. - Añadió el viejo mientras volvía a arroparse con la manta.