Partida Rol por web

Historias de Horror I.

SA: 6- La Pesadilla Interminable.

Cargando editor
08/07/2018, 13:56
(SA) Anciano Sabio (Sebastián Moro).

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

Sebastián Moro escuchó atentamente lo que decía la cocinera, mientras paseaba en torno al cultista que quedaba vivo. De forma natural, sin que este percibiera nada amenazador, deslizó su Skane ritual a su mano y con un gesto rápido, le cercenó la carótida. El sacerdote hizo una mueca conteniendo el dolor que le producía arrebatar una vida, más aún haciéndolo como quien sacrifica a un animal de granja, pero matar al cultista era ineludible y alguien tenía que hacerlo. No podían dejar enemigos a sus espaldas. Luego habló nuevamente a Garidine. No tema por su vida señorita y le pido perdón por el inevitable derramamiento de sangre. -Rezó una plegaria por el alma del cultista.- Ahora le ruego que nos acompañe un tiempo en nuestra exploración. No podemos dejar que vuelva a su campamento ya que los leales a los Apóstoles de Oropimente querrán saber qué ha pasado y le harán daño para averiguarlo. Lo mejor para ud es que nos acompañe hasta podamos volver al refugio y dejarla bajo el cuidado de Winter.

A continuación se dirigió a sus compañeros - Propongo que avancemos por el patio. Ya hemos combatido en otras ocasiones con Ghouls y aunque ahora ellos sean más numerosos, también nosotros contamos con el factor sorpresa. Avancemos con presteza, el tiempo apremia y cada momento que pasa, corremos el riesgo de ser descubiertos.

Cargando editor
08/07/2018, 14:12
(SA) Enterrador (Anselmo Paddock).

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

Enterrador se llevó la peor parte, como era habitual, en los enfrentamientos de asalto a las diversas habitaciones del demencial asilo. Había asumido el papel de ir por delante y aguantar lo que le tiraran, mientras el cuerpo le daba para ello. Mientras le llovieron garrotazos, el enterrador apuñaló con graves tajos a sus oponentes. El hacha de Velkar voló y decidió la contienda con rapidez. La verdad, desde la llegada del bárbaro, los linchamientos que Anselmo padecía por parte de los enemigos eran inferiores.

Una cocinera y un ayudante de cocina, fanático este último, fue lo que encontraron entre ollas y pucheros hirviendo. A pesar del degüelle, el olor a patata asada le abrió el apetito. Reducido el cocinero fanático, la mujer les explicó lo sucedido, su situación y la dramática historia del cocinero jefe, convertido en espectro atormentado, la ubicación de su cadáver y los ghouls en un patio cercano.

- Con su permiso - dijo el enterrador a la cocinera, pinchando una de las patatas asadas con su daga y comiéndola pese a que estaba muy caliente. La saboreó como un manjar, mucho mejor que la triste sopa del refugio, y comenzó a devorarla con rapidez soportando el calor - Esto está delicioso. Deberíais probar... - comenzó a decir cuando observó cómo Anciano Sabio degollaba al cocinero fanático, rajándole la garganta con su daga ceremonial. Lo que quedaba de la patata se le cayó al suelo mientras miró atónito lo que acababa de acontecer.

- ¿Pero qué demonios...? - dijo mientras se acercó al cultista, realizando sus últimos estertores mientras su vida se agotaba. Cuando dejó de moverse, la atención del sepulturero se giró hacia el viejo clérigo, entre incrédulo y preocupado. Finalmente su rostro se torno serio y grave. Tal vez aquel acto, como último recurso, resultase necesario. Pero el Padre Moro no había explorado otras opciones. Ni se las había planteado, eligiendo la más rápida y eficaz. Y la más cruel. Eso fue lo que preocupó al vigilante.

- Esto no era necesario. No era una amenaza directa. Podríamos haberlo maniatado para que no diese la alarma u obligado a venir con nosotros. Garidine, posteriormente, si acuden nuevos fanáticos a la cocina, solo tendría que decir la verdad: que entramos, matamos a quien opuso resistencia, nos llevamos un prisionero y nos llevamos comida - espetó al anciano, pese a que este trataba de justificarse como única opción viable. Y tal vez lo fuera. Pero aquella insensibilidad y falta de misericordia en el viejo, como si acabara de pisar una hormiga, y su posterior hablar como si no hubiera hecho nada anormal y extraño... resultaba escalofriante.

- Yo también lo intentaría por el patio - dijo con voz seca, coincidiendo con Anciano Sabio, mirándolo fijamente. Como tratando de observar en él un comportamiento anómalo e irracional. Una demencia que explicara su actuar.

Cargando editor
08/07/2018, 18:35
[RIP] (CC) Buscador de la Verdad (Gabriel Alarico).

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

Gabriel miraba horrorizado la escena del cultista ejecutado, y luego al Anciano. No podía asimilar lo que acababa de suceder. Quiso gritar. Decir algo. Abrió la boca, pero no pudo articular palabra. Luego habló el Enterrador, pero su voz le sonaba como un eco lejano. Solo escuchaba el latido de su propio corazón. Fuerte como los golpes de un martillo sobre el yunque. En su interior se estaba formando la certeza de que el auténtico monstruo que debían derrotar no era una criatura que les esperaba detrás de la siguiente esquina. El monstruo ya se encontraba dentro del propio grupo. Poco a poco se había infiltrado... Era invisible e incorpóreo, pero había envenenado a varios de los compañeros del Buscador.

¿Pero a cuántos? ¿A quiénes más?

Miraba a todos con los ojos desorbitados y las manos temblorosas hasta que logró controlarse. No quería dejarse llevar por el pánico ni mostrar sus miedos a los demás. Su mente comprendía que el único camino para salir de la locura era seguir adelante. Derrotar a los enemigos que quedaban. Seguir matando. Aunque cada paso les hundía más en la locura. Cada paso alimentaba a aquel monstruo cuya presencia ya era una certeza para el Buscador.

-Al patio, dijo y su propia voz le sonaba extraña e irreconocible. ¿En qué momento habían renunciado a recuperar su propia identidad? ¿En qué momento la muerte y el asesinato se habían convertido en lo único que quedaba? El Anciano Sabio no era mejor que los monstruos que les acechaban. Se podía perder los recuerdos. Olvidarse de su propio nombre. Pero ... ¿dejar atrás la humanidad? Eso no era consecuencia de haberse despertado en este lugar demencial. O ya era así antes, o el monstruo ahora habitaba en él. En ambos casos, era necesario tenerle controlado.

Cargando editor
08/07/2018, 19:06
(SA) Anciano Sabio (Sebastián Moro).

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

Sebastián Moro no hizo mucho caso a la hipócrita actitud de sus compañeros. Algunos de ellos habían hablado escasas horas antes de atacar el campamento de los cultistas para no dejar enemigos a sus espaldas,  cosa a lo que Sebastián Moro solo había accedido porque así lo había decidido la mayoría. Él había dejado muy claro su preferencia de atravesar el campamento pasando desapercibidos. Sin muertes innecesarias.

Y sin embargo, aquellos mismos que se mostraban dispuestos a derramar la sangre de decenas y que habían segado con sus filos la vida de aquellos que se habían cruzado anteriormente sin dejar a nadie a quien interrogar en varias ocasiones, en aquel momento le dirigían miradas de reprobación ante aquel acto ineludible. Ellos eran los asesinos, mientras que Sebastián Moro era un sanador; solo que para salvar a alguien, a veces hay que amputar. Con la determinación con la que había realizado esas amputaciones en el pasado, aunque no las recordase, era con la que había cercenado la vida a aquel cultista. Si lo dejaban vivo, daría detalles sobre la composición del grupo y la dirección que habían tomado. No solo eso, sino que además señalaría a Garidine como colaboracionista, provocando que fuese castigada por traidora.

Incluso Tormento lo miró con repugnancia, lo cual solo consiguió ennegrecer aún más el corazón del sacerdote. Hipócritas, se dijo a sí mismo.

Aunque él también se engañaba a sí mismo, ya que después de tantísimas situaciones de indefensión a las que había estado sometido en los últimas horas, después de tanto horror y tanto pender su vida de un hilo, de algún modo íntimo, arrebatar la vida a un hombre indefenso le había proporcionado una momentanea sensación de poder y seguridad.

Cargando editor
09/07/2018, 15:09
(CC) Velkan Matacambiantes.

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

El asesinato cometido por parte del anciano Sebastián Moro pilló desprevenido al salvaje que no esperaba una reacción tan letal y tan rápida por parte de ninguno de los miembros del grupo. Disgustado y haciendo gala de su habitual transparencia habló.

No tengo problemas en matar a bestias o criaturas peligrosas, no me gusta pero si he de hacerlo mataré a hombres o mujeres que traten de matarnos a nosotros pero no tiene nada que ver con asesinar a un hombre indefenso. No era peligroso para nosotros ni para nuestra misión.

No se preocupó de añadir nada más pues únicamente quería dejar clara su opinión para posibles sucesos. Dichas esas palabras Velkan puso sus músculos al servicio del grupo otra vez y ayudo a retirar los escombros que imposibilitaban el paso del grupo al otro lado, pues sabía que con su ayuda la tarea se resolvería mucho más rápido.

Cargando editor
10/07/2018, 01:34
(SA) Tormento de Tinieblas.

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

Habían franqueado las puertas. Y aun conscientes de que tras ellas nuevos enemigos se alzaban, y que no eran ni más ni menos peligrosos de los ya habidos, se enfrentaron a ellos. Dos cayeron de inmediato y el tercero, ante la figura de Tormento y la expeditiva y humillante bofetada que le propinó, se mojó los pantalones y se rindió de inmediato. No hubo ni orgullo ni satisfacción, aunque una mueca de desprecio se dibujó en el rostro del mortificador.

-Cobarde -murmuró.

Su mirada regresó a la mujer, la cocinera cuya voz habían percibido, una voz marcada por el miedo y la amenaza de una pronta ejecución. Fruto de aquel temor o por el alivio de saberse viva unas horas más, su lengua se movió con desparpajo dándoles toda la información de la que disponía. Asentía mudamente a la misma cuando Anciano Sabio sajó la garganta de su prisionero. Frunció el ceño, molesto ante aquel gratuito acto de crueldad.

-Nunca sabremos lo que podría habernos dicho- señaló escuetamente. Ecos de una vida que no recordaba le señalaban que actos ímprobos y crueles habían sido habituales en su vida y en nada le habían afectado, permaneciendo inmutable ante ellos, insensible. El dolor era una máxima. La única forma de alcanzar la iluminación era por la vía del dolor y por ello, el dolor ajeno nada importaba. Era más, poner fin a ese dolor para quienes eran incapaces de alcanzar la iluminación podía ser un gesto catártico, una bendición. Mas ahora era un lienzo en blanco sobre el cual escribía una nueva vida. A diferencia de los demás, obsesionados por emplear sus viejos nombres, carentes de todo sentido, como una forma de aferrarse a su pasado olvidado y quizás nunca más recuperado, Tormento, pese a saber que era conocido como Mano Negra, empezaba a erigir su nuevo ser sobre los cimientos de Tormento.

Cargando editor
13/07/2018, 22:18
(SA) Anciano Sabio (Sebastián Moro).

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

Cuando entraron en el patio Sebastián Moro se fijó en los cultistas que vigilaban desde los derrumbes del muro que daban al campamento. Con intención de anticiparse al peligro que podían suponer, trató de acercarse sin ser visto, aprovechando los árboles y la distracción que suponía el violento picado con el que el ángel descarnado de la noche había cazado a uno de los ghouls. Lamentablemente la maniobra de Sebastián no tuvo nada de sigilosa y se encontró cruzándo la mirada con unos cultistas que lo examinaban a él y al resto del grupo con creciente curiosidad. Sabiéndose descubierto, el anciano sacerdote adoptó una pose desvalida, con lo que solo consiguió que dos de los cultistas tomasen la iniciativa de acercarse a él.  Sebastián Moro maldijo su suerte y recurrió al poder de su diosa con la esperanza de neutralizar a los cultista. Pero quizá Farasma había decidido llamarlo a su lado, porque la canalización divina los dejó prácticamente indemnes. Ahora se encontraba desarmado frente a dos cultistas que podían acabar con él con suma facilidad.

Quizá había llegado su hora, quizá era hora de rendir cuentas de su vida a la señora de las Lápidas. ¡Que momento más inoportuno para abandonar a mis compañeros de fatigas!, pensó.

Cargando editor
17/07/2018, 22:39
(SA) Anciano Sabio (Sebastián Moro).

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

Dándose ya por muerto, Sebastián Moro apretó en su mano el medallón con la espiral de plata que simbolizaba a la Señora de las Lápidas y apeló a su poder.

Soy tu servidor Farasma, pero antes de reunirme contigo, conviérteme en el instrumento que castigue a tus enemigos. Conviérteme en el martillo que aplaste al culto de Oropimente.

Comenzó a recibir la energía de Farasma, al principio débilmente y luego en sucesivas oleadas de mayor intensidad. El símbolo y el propio cuerpo del sacerdote proyectaron una onda de muerte que se propagó respetando a sus compañeros una y otra y hasta una tercera vez, hasta que oyó el gemido ahogado de Enterrador que le sacó de su ensimismamiento para ver como en torno a él estaba su protector luchando cuerpo a cuerpo con los cultistas y tras Tormento acudían nuevos compañeros a combatir, más de los que podía preservar de la acción de su canalización. Bajó el símbolo y preparó una de sus puntas de hielo.

Cargando editor
17/07/2018, 23:49
(SA) Enterrador (Anselmo Paddock).

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

El combate contra los ghouls del patio, algo esperado, resulto duro y sangriento. Enterrador sufrió diversas heridas por parte de uno de ellos, mas una formación ordenada con Velkan y Tormento haciendo línea, lograron abatir a los no-muertos, con la inquietante ayuda del demonio alado que se llevó a uno de los ghouls.

Uno a uno los monstruos fueron cayendo, especialmente con el hacha del bárbaro de por medio, y cuando el camino parecía expedito... observó con impotencia como Anciano Sabio se separaba del grupo y se acercaba a la barricada de cultistas, usando su poder divino para dañarles, creando un nuevo combate absurdo e innecesario.

- ¡Condenación! - exclamó incrédulo al contemplar cómo la máxima de evitar combates supérfluos para no gastar recursos se iba, directamente, a la letrina.

¿Qué demonios hace ese loco?, se preguntó el enterrador mientras comenzó a darse cuenta que, si no era la demencia senil lo que arrastraba al sacerdote, era la sed de sangre. Matar por matar. Ya había avisado degollando al cocinero y ahora lo confirmaba atacando a los cultistas sin mediar provocación o amenaza. El Padre Moro había perdido el control. Era un desquiciado más de aquel manicomio.

Aun así, no podían dejarlo solo. Ya fuera por el demonio alado o por los cultistas, el anciano moriría si no lo apoyaban. Y aunque fuera por el gran soporte que había supuesto en el pasado, se merecía un final mejor.

Mientras un nuevo combate se iniciaba cuerpo a cuerpo, Enterrador rodeó la contienda tomando por la espalda a los cultistas que abandonaban sus parapetos para luchar contra el nuevo grupo que los atacaba, contraatacando con dañinos golpes. El vigilante derribó a uno, apuñalándolo sin piedad y abriéndole la cabeza con un golpe de farol. Entonces sintió un frió tenebroso, sobrenatural, que le causó un daño severo y pudo ver que se trataba del aura de muerte que generaba Anciano Sabio.

- Está loco... Ni distingue a aliados de enemigos. Hará que nos maten a todos - susurró para sí el forense mientras se encogía de dolor y observaba el macabro comportamiento del clérigo y sus ansias de matar.

Cargando editor
19/07/2018, 23:41
(SA) Anciano Sabio (Sebastián Moro).

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

Sebastián Moro avanzó invocando el poder de su diosa una vez más. Su odio reemplazaba momentaneamente el terror que sentía desde que despertó en el sanatorio. El odio le dió un poco de alivio y sirvió para convertir el poder canalizado de su diosa en más muerte para los cultistas. Se encontraba frente a ellos pero no le atacaron porque de súbito apareció Tormento interponiendose entre el anciano sacerdote y los garrotes de los cultistas. Tormento estaba al límite de sus fuerzas y la sangre de varias heridas manchaba su túnica, estaba realmente en las últimas. Podía haberse quedado tras Velkan y Enterrador, pero corrió a interponerse entre Sebastián y los cultistas.

-Por todas las bendiciones de Farasma, Tormento, harás que te maten.- Pero no era Tormento sino el propio Sebastián Moro con su actitud temeraria el que estaba obligandolo a ponerse en peligro. Al ver lo lamentable de su estado, lo tocó y usó el poder de Farasma para sanar algunas de sus heridas. -Y no puedes dejarte matar, porque entonces ¿qué será de mí? - añadió para sí mismo.

Cargando editor
29/07/2018, 18:06
[RIP] (CC) Buscador de la Verdad (Gabriel Alarico).

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

ANTES DEL MEDIODÍA.

Habían acabado con los enemigos en el patio. O más bien lo habían hecho el Anciano Sabio, Velkan y el Enterrador. Gabriel se sentía fuera de lugar en aquellos combates al aire libre, sin lugares donde esconderse, y con enemigos que caían al primer golpe del bárbaro, o con las artes arcanas del Anciano Sabio. Se reunió con el grupo, y asintió a las palabras del Enterrador. -Sí, vamos a mover esos escombros para que el alma del cocinero pueda descansar por fin.

Cargando editor
29/07/2018, 18:12
(SA) Enterrador (Anselmo Paddock).

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

ANTES DEL MEDIODÍA.

En un combate brutal, el grupo terminó por dar muerte sangrientamente a los cultistas. Sin embargo, estos a su vez habían dañado seriamente a la mayor parte de los exploradores.

Enterrador, mientras la ira le corroía las entrañas, decidió mirar a los tejados o al suelo del jardín, atento al demonio volador o a los arbustos moribundos, antes que a cierto compañero. No fuera a ser que perdiera el control e intentara dar compañía a los cadáveres de los fanáticos con una nueva adquisición. Entró por las cocinas y caminó errático gruñendo y barruntando en soledad, tratando de sacar su enfado así. Tal vez logró sacar su ira más intensa, mas su enojo quedó dentro de él, intacto. Y pronto surgió algo más: el desaliento.

Finalmente volvió a salir al jardín donde el resto se arracimaba. Alguno propuso avanzar a las puertas del oeste.

- ¿Y qué ha sido de la intención de quitar los escombros y sacar el cadáver del cocinero para darle paz a su espíritu? - preguntó admonitoriamente el enterrador. Aquello pareció hacer reaccionar a algunos que se pusieron a ello. Sin mirar al clérigo, Anselmo también se puso a la tarea, comprendiendo rápidamente que sería un trabajo largo y ruidoso, pudiendo atraer al demonio alado. Y ellos estaban gravemente heridos, con pocas opciones de enfrentarse al poderoso ser y no morir varios en el intento. Cerró los ojos alzó una roca grande que quitaba de la escombrera y la lanzó con furia contra otra, a un lado, haciéndola añicos y llamando la atención de los presentes. Ya no lo soportaba más.

- Estamos jodidos. Muy jodidos - dijo mirando furibundamente al clérigo -. Si nos quedamos desescombrando el ser alado puede volver y atacarnos con facilidad: estamos hechos un desastre - afirmó evidenciando la realidad de que estaban todos gravemente heridos -. ¿En qué coño pensabas cuando te lanzaste como un poseso contra esos cultistas? ¿En jodernos? - preguntó a Anciano Sabio -. Porque si esa era tu intención, debo admitir que lo has logrado.

Cargando editor
29/07/2018, 18:46
(SA) Anciano Sabio (Sebastián Moro).

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

ANTES DEL MEDIODÍA.

Después de que callera el último cultista se reagruparon y se dirigieron hacia el oeste, aunque no se olvidaron del cadaver del cocinero. Sebastián Moro poco podía ayudar en la tarea de desescombrar dada su avanzada edad y la fragilidad de sus huesos, pero podía vigilar para evitar que el grupo fuese sorprendido por el diablo de la noche.

Anselmo echaba humo y de no haberse podido desfogar apartando piedras, tal vez hubiese hecho pagar al sacerdote su ira. Sebastián podía disculpar a Anselmo que seguramente hablaba empujado por la frustración y por el miedo ¿acaso él mismo no había perdido hacía tan solo unos momentos? y sin embargo no estaba de acuerdo con las conclusiones.

- Mi intención era vigilar, igual que hago ahora. No fue mi inención atacar a los cultistas hasta que quedó claro que nos habían visto. Me hubiese gustado ser más sigiloso. Pero nos vieron. Probablemente nos hubieran visto de todos modos. Nos han herido pero no estamos tan jodidos porque ahora no quedan enemigos a nuestras espaldas. Le recuerdo señor Paddock que su plan inicial era acabar con los cultistas para no tenerlos a nuestras espaldas y solo la intervención del doctor Elbourne hizo que cambiaramos de planes. Nos han herido pero le recuerdo que en otros enfrentamientos con cultistas acabamos mucho peor parados. Acabamos de perder de vista a 4 ghouls y 8 cultistas. Nunca hemos conseguido tanto a cambio de derramar tan poca sangre. ¿Qué precio esperaba ud. pagar? Hubiese preferido que los cultistas no me hubiesen visto. Pero no diré que estoy disgustado por el resultado del combate.

Cargando editor
29/07/2018, 19:02
(SA) Enterrador (Anselmo Paddock).

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

ANTES DEL MEDIODÍA.

Enterrador negó la cabeza con disgusto y suspiró.

- Lo que dices no es cierto, Anciano. YA nos vieron desde el primer momento cuando peleábamos contra los ghouls. YA sabían o daban por hecho que íbamos a terminar peleando contra los no muertos cuando abandonamos su campamento. El que te acercaras hacia ellos de manera oculta para extender la lucha sobre ellos... ¡Fue demencial! - le dejó bien claro -. La idea era combatir enemigos solo si no hay otra alternativa - le aclaró matizando -. Y la alternativa de matarnos con ellos la has generado TÚ - remarcó acusatoriamente -. Así que, en efecto, has convertido los esfuerzos del Doctor Elbourne en nada - le hizo ver.

- Lo que pareces olvidar es que lo que acordamos, lo que definimos como primordial cuando partimos del refugio, era no agotar lo poco que nos queda: tiempo y recursos. Algo que hemos derrochado por tus ansias de matar. Por tus ansias de demostrar a tu deidad y puede que a nosotros que eres capaz de matar enemigos... y si te descuidas amigos - le interpeló con enfado, recordando la herida que el clérigo le causara por su falta de cuidado, más centrado en matar que en preservar.

- ¿Derramar poca sangre? ¿Es que te parece poca la que ya se ha vertido, y posiblemente, innecesariamente? - preguntó incrédulo - ¿Tan insaciable te has vuelto, Anciano? - le costaba creer lo mucho que había cambiado el viejo clérigo, amable y no beligerante, en tan solo unos pocos días. Una persona completamente distinta ávida de eliminar todo lo eliminable por el mero hecho de poder hacerlo.

- Pareces satisfecho con haber limpiado problemas menores, arrojándonos al resto a sufrir las consecuencias, forzándonos a tener que ayudarte en tu aventura personal. Pero por tu falta de visión, mesura y cordura, nos has hecho más débiles ante los problemas mayores que nos esperan más adelante. Por que tiempo es lo que no tenemos y tiempo es lo que nos has robado, anciano.

Cargando editor
29/07/2018, 19:33
(SA) Anciano Sabio (Sebastián Moro).

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

ANTES DEL MEDIODÍA.

Si desea eludir el desafío puede volver al refugio y esconderse bajo las faldas de Winter, pero no hable como si ya hubiésemos fracasado cuando el balance de este encuentro ha resultado positivo. Su falta de fe me resulta... molesta.

Anciano Sabio se sentía deprimido y agotado por la falta de sueño debido a las pesadillas, pero no iba a permitir que el discurso derrotista de Anselmo minase la moral del grupo. Entendía el enfado del enterrador, vaya que si lo entendía, pero lo importante en aquel momento era que no contagiase su fatalismo a los demás, así que optó por cubrirse con una máscara de frialdad y dureza.

Cargando editor
29/07/2018, 19:57
(SA) Enterrador (Anselmo Paddock).

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

ANTES DEL MEDIODÍA.

Tuvo que hacer un gran esfuerzo para no lanzar su puño contra rostro del anciano. Una cosa es que tuvieran puntos de vista distintos. Otra muy distinta que el clérigo mintiera descaradamente y lo insultara. ¡De cobarde, nada menos! Temperamental o mandón por momentos, tal vez encerraría verdad. Pero cobarde... El viejo realmente perdía aceite.

Se abrió de brazos y mostró su cuerpo lleno de numerosas heridas sangrantes.

- ¿A esto le llamas eludir el desafío? ¿A ir siempre en cabeza y entrar habitualmente el primero en los sitios le llamas eludir el desafío? - preguntó con rabia contenida -. Y no, no puedo volver a las faldas de Winter. Ojalá pudiera. Eso significaría que aun tenemos tiempo. Pero tenemos aquí a alguien que se encarga de evaporarlo - le acusó.

- El balance de este último encuentro no ha sido positivo. Ha sido desastroso, ya que no debería haber ocurrido. No nos podemos permitir luchas supérfluas - afirmó refiriéndose a los cultistas, de lejos los que más daño les habían causado -. Ahora, heridos de gran consideración, ¿Crees que será coser y cantar vérnoslas con Zandalus y sus secuaces? Reponernos nos exigiría invertir mucho tiempo. TIEMPO QUE NO TENEMOS - enfatizó por que parecía que el viejo sacerdote era incapaz de comprenderlo, centrado solo en victorias menores momentáneas.

- No eres capaz de ver más allá, Sebastián - afirmó negando con la cabeza, con cierta amargura, dando al sacerdote por imposible -. Mi carencia de fe se reduce a ti. Y si te molesta la verdad... francamente, amigo: me importa un bledo.

Anselmo volvió a suspirar cabizbajo con los brazos en jarra y negando. Sacando toda la frustración que llevaba en su interior y disipando su enfado. Tras haber expuesto lo que el pensaba, lo que todos acordaron en un principio cuando partieron del refugio y que se había incumplido flagrantemente, y lo que les podía esperar... ya no tenía demasiado sentido seguir discutiendo. De hecho ningún sentido. Lo hecho, hecho estaba para bien o para mal.

Para mal, pensó el enterrador mientras tornaba su atención al derrumbe y continuaba quitando piedras.

Cargando editor
30/07/2018, 00:26
(SA) Nigromante (Dyonisius).

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

ANTES DEL MEDIODÍA.


En honor a la verdad Dyonisius estaba un poco... abstraido. Pero a pesar de todo hubiera necesitado estar en otro mundo para no escuchar la conversación, diatriba en realidad, entre Sebastián y Anselmo. Durante el principio de la conversación había mantenido, o tratado de mantener, cierta neutralidad. Sabía que no era el hombre más simpático, y dudaba que su intervención pudiera mejorar en algo lo que estaba pasando.

Sin embargo cuando uno y otro dejaron de hablar resultó evidente que no hablar era peor que hacerlo. A pesar de todo.

- Aunque me odie por decirlo... no podemos detenernos para sacar el cuerpo de este pobre hombre. Hay muchas más vidas en juego y el tiempo no corre a nuestro favor. Debemos trabajar. Debemos luchar contra Zandalus. Hay que hacerlo. Y si no podemos perder el tiempo salvando a ese alma... menos aún podemos hacerlo peleando entre nosotros. Sebastián, Anselmo no es ningún cobarde. Ninguno de nosotros lo somos. Hemos dejado la piel y jirones de alma para tratar de evitar el mal que nos acosa y tratar de salvar a los inocentes que hay entre todos los hombres que nos rodean.

Hace una pausa y luego continúa.

- No podemos saber si este combate era o no inevitable. Sabemos sin embargo que hemos combatido y un combate es por definición caótico e impredecible. No podemos condenarnos por errores que podemos cometer... pero tampoco- y mira ahora a Sebastián- podemos actuar como si nuestra decisión fuera la única. Somos partes de algo. De un grupo. Y nuestra esperanza es común. Y, ahora, debemos abandonar este cadáver. Lo siento.

Cargando editor
30/07/2018, 10:37
(SA) Tormento de Tinieblas.

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

ANTES DEL MEDIODÍA.

Tormento asistió imperturbable al debate dialéctico de Enterrador y Anciano Sabio. Aún trataba de recuperar el resuello y las heridas que cruzaban su cuerpo lo mortificaban hasta extremos hacía tiempo olvidados y sin embargo, agradables. Su lengua humedeció los labios cuarteados y su mirada, tras el vendaje, recorrió el espacio circundante, atento a cuanto hubiera, sin perder, no obstante, el hilo de cuanto se decía. Sus sentidos parecieron desdoblarse y la realidad adquirió una textura rielante por la que Tormento danzaba espiritualmente con la pericia de un giróvago. El vello de sus brazos se erizó, la única muestra externa de que algo había más allá y que era algo a tener muy en cuenta.

-¡Callaos! ¡Todos! ¿Acaso creéis que en esta batalla estar en posesión de una verdad efímera es importante? Vuestras palabras solo hablan de división, de un deseo de liderazgo particular, de iniciativas promovidas no por aquello que debemos lograr sino por un ego que debería ser relegado. Lo que decís unos y otros solo refleja división y ese es nuestro principal enemigo. No los ghouls o los fantasmas o ese engendro alado. Dejad pues de barbotar vuestro odio y desprecio, dejad los sarcasmos para mejor ocasión y prestad atención a lo que hay que prestar -dicho aquello guardó silencio y en torno a su oscura figura parecieron arremolinarse las sombras de alrededor-. Y ahora escuchad. Al sur del patio, junto a aquellos árboles, hay un fantasma atrapado. Acercarse a él será peligroso. Y allí, la oeste, solo hay silencio. El silencio propio de una emboscada. Un silencio que se densifica más allá del primer pasillo al que se accedería tras cruzar las puertas. Capto el sutil hedor de la putrefacción mitigado por la distancia. Ghouls. 

Nuevo silencio.

-Y ahora decidid qué hacer. De forma coordinada, pensando en el bien de todos y no en cruzadas sin sentido. 

Cargando editor
30/07/2018, 12:50
(SA) Enterrador (Anselmo Paddock).

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

ANTES DEL MEDIODÍA.

Enterrador suspiró con evidente desgana cuando Nigromante dijo una verdad evidente: no tenían tiempo para sacar al cocinero de allí debajo. Si su situación o estado de salud fuese otro, sí sería viable. Pero gravemente heridos y con el demonio alado rondando, aparte con el escaso tiempo del que disponían... era algo que se acercaba a lo imposible.

Dejó caer una de las piedras que cargaba, con desgana, hacia un lado. Se palmeó las manos para limpiarlas, se puso las manos en jarra y cabizbajo asintió a las palabras del arcano, dándole la razón y con ello deteniendo el intento de desenterrar al muerto.

Giró la cabeza con sorpresa cuando el berreo de Tormento lo alarmó, solo para comprender que tenía algo que decir. Lo escuchó y aunque debía darle cierta razón en alguna cosas en otras estaba totalmente en desacuerdo. Parecía que la gente deseaba obviar lo más evidente y vital.

- Pues sí, lo creo - respondió al monje, esta vez con voz calmada -. Porque esa verdad, para empezar, no es efímera: es nuestro curso de acción. La estrategia que acordamos llevar una vez vimos que el tiempo para lograr deshacer esta locura, este infierno, se agotaba. Aquello que hará que lleguemos o no ante Zandalus. Y en el caso de lograrlo, en condiciones para encararlo - dijo casi pedagógicamente para que cualquiera pudiera comprenderlo. Cualquiera -. Míranos. Vamos, mírate ¿Crees que así vas o vamos a poder aguantar a esos ghouls que nos esperan más adelante? Aquí lo que perseguimos no es proseguir de cualquier manera. No es eliminar todo posible riesgo que veamos a nuestro alcance, aunque pueda ser sorteado. El objetivo es llegar lo más pronto al corazón del problema, en condiciones, y tratar de erradicarlo - le dejó meridianamente claro -. Y si olvidamos eso... no habrá posibilidad de victoria - apuntó.

- Aquí lo que yo, en mi caso, busco es coherencia de grupo y de acción. No individualismos ni división. Cumplir lo acordado y seguir una estrategia en común - contradijo en parte al monje -. Y eso ni esto lo es - afirmó señalando los cadáveres de los cultistas y a las numerosas heridas de los presentes.

Tras eso calló y dejó explicar a Tormento sobre las posibilidades de avance.

- Tal vez los ghouls sean una opción más viable. Un fantasma puede ser un ente muy poderoso o muy problemático de tratar. Difícil de acabar con él. Un ghoul, por el contrario, es más asequible de derribar a pesar de sus números. Personalmente lo intentaría contra monstruos que sé cómo matarlos - dio su opinión sobre por donde tomaría él camino, añadiendo algo más -. El problema es nuestro estado: gravemente heridos es probable que no lo logremos - indicó haciendo una mueca de desagrado y preocupación.

Cargando editor
31/07/2018, 17:04
(CC) Velkan Matacambiantes.

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

ANTES DEL MEDIODÍA.

Era poco hablador, no acostumbraba a intercambiar palabras porque vivía en soledad junto a la naturaleza y allí poco podía conversar, por ese motivo no dijo gran cosa. Tampoco aquel era su grupo, él estaba allí de forma circunstancial y transitoria o al menos eso esperaba sin embargo iba a ayudarles y pensó que en pos de esa ayuda que quería proporcionar, lo mejor era hablar.

Da igual, ya hemos combatido y vencido no perdamos más el tiempo en esto. Tenemos que avanzar y derrotar a ese Zandalus y hay un tiempo reducido para hacerlo. No conozco el tiempo que permaneceré aquí pero si hay más combates voy a serios más útil que Alexei si es que sigue vivo.

Tras eso, el salvaje hizo una pausa y un profundo suspiro de pesar salió de sus labios. Habló más pausado que habitualmente.

No tengo miedo a ese hombre ni a sus secuaces que ya he visto que son débiles, estoy convencido de poder derrotarlos pero estoy... herido. Llegué aquí dañado y ahora lo estoy más. Puedo combatir, pero hay que hacerlo las menos veces posibles no quiero perder más fuerzas contra lacayos. Avancemos rápido y en sigilo a ser posible.