Partida Rol por web

Historias del Dominio

Viviendo en el pasado

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20/09/2018, 18:13
Aldern Dayne

Dormitorio de Carellyn. Primer día de la Madre, mes del Padre, Año 289

Aldern observó a Carellyn durante un par de segundos cuando ella explicó con más detalle cómo se sentía, y acompañó el silencio posterior de ella de una caricia. Seguía pendiente de la doncella, de que esta se pronunciase respecto a lo que había dicho él sobre el caballero. Y cuando se comprometió a tener cuidado él pareció un poco más tranquilo. Que lo hiciese por él no era lo que esperaba, pero serviría.

Un momento después, sin embargo, ante la caricia de ella y su última petición, él permaneció unos segundos en silencio. Llevó sus dedos a la mano que acariciaba su mejilla y los entrelazó con los de ella, permaneciendo unos segundos callado. Sus ojos seguían brillantes de alegría, pero aquel asunto parecía ocupar su mente con cierta seriedad y gravedad.

—Es algo que no le he dicho a nadie —comentó antes de echarse un poco hacia adelante—. Y aún así que quede claro que lo de que tengas cuidado con él te lo digo por ti, no por esto, aunque esto deja claro hasta qué punto se ciega cuando se enajena.

Aldern tomó aire antes de volver a hablar.

—Ya sabes que fue él quien mató a mi padre —le recordó—. En Aguasfrías me explicó que no fue una muerte en combate como yo pensaba, ni nada parecido. Ser Dwain el gran caballero, el honorable —Aldern pronunció aquellas palabras como si escocieran—, lo decapitó después de que se hubiera rendido y hubiera dejado las armas. —La mirada del chico se volvió más intensa—. Según él tuvieron un combate de caballeros, pero cuando mi padre reconoció su derrota la rabia le cegó y le dio muerte. Él mismo me dijo que ni siquiera fue una decisión, sino un asesinato.

—Ese hombre es peligroso, Carellyn, en serio. Es un buen luchador, sus hombres le quieren, y no digo que no sea una persona decente cuando está cuerdo... Pero no lo está siempre. Y a mí ya me ha quitado a alguien: no voy a arriesgarme a que te haga daño a ti también.

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20/09/2018, 20:17
Aldern Dayne

Sala de reuniones. Primer día de la Madre, mes del Padre, Año 289.

Aldern se extrañó un poco de la impasibilidad con la que le recibía el Lord. A su modo de ver el hombre no había tenido tiempo de saber que ya estaba de vuelta. En cualquier caso sí le agradó oír que se alegraba de tenerle allí. No creyó que le hubiera pasado inadvertido lo temprano de su regreso, pero al verle allí, con el mapa de Poniente y la guerra cerca, tuvo claro que había otras cosas más importantes que tratar.

—Sin ningún contratiempo, milord —enunció, y con la orden del Lord se dirigió a aquellas copas para servirse primero una de agua fresca y luego una de vino.

Después de eso dejó que el hombre leyera aquella carta sin acercarse a husmear, ni mucho menos, y esperó hasta que él hiciera algún gesto que indicase que había terminado antes de hablar.

—Mi prima también os envía vino de nuestra cosecha y uno de nuestros mejores platos —le dijo—. Ambas cosas están en la cocina, pero puedo pedir que os las traigan si queréis. Siente no haber podido preparar con antelación un presente a la altura de su agradecimiento, pero no se esperaba mi llegada.

Tras esas palabras hizo un gesto para pedir permiso para tomar asiento.

—Mi Casa también está preparándose para la guerra, milord. Sus naves y tropas también se unirán a la flota real.

Notas de juego

Perfecto. :)

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20/09/2018, 20:17
Aldern Dayne

Pasillo. Primer día de la Madre, mes del Padre, Año 289.

Aldern alzó ambas cejas en un gesto gracioso mientras caminaban, como dándole la razón a Helaena al hablar ella de su madre primero y de sí misma después. Luego, sin embargo, cuando planteó la situación al revés, la miró un instante con una media sonrisa.

—Me parece a mí que no has conocido muchos dornienses —comentó con una complicidad que no era, ni mucho menos, una insinuación. A través de los años Aldern su relación había ido cambiando, pero nunca había llegado a insinuarse a la pequeña de los Stronghorse.

Después de eso, cuando ella empezó a dar aquellas pistas sobre a quién se suponía que había conocido Aldern no tardó en mirarla con el ceño un poco fruncido. Ignoró su última pregunta, decidido a causar más expectación, y cuando contestó lo hizo con una pregunta.

—¿Has conocido a Serah? —preguntó curioso antes de añadir algo más—. ¿Qué te ha parecido?

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20/09/2018, 20:18
Carellyn Flores

Dormitorio de Carellyn. Primer día de la Madre, mes del Padre, Año 289

Carellyn se puso un poco más seria al ver la expresión del joven y cuando él se echó hacia delante, ella apartó el cuaderno a un lado para prestarle toda su atención. Asintió levemente a su primera aclaración, preparada para lo que fuese que iba a contarle. Lo escuchó después en silencio, dejando pequeñas caricias en su mano de tanto en cuando, pero sin interrumpirle. Y cuando terminó suspiró suavemente. 

No voy a justificar lo que hizo Ser Dwain —dijo entonces con voz dulce y reconfortante—. Fue algo terrible y no hay excusa para algo así. Pero fue hace mucho tiempo, Day, y si te lo ha contado debe haber sido porque se arrepiente de ello y busca tu perdón. Sé que no puedes perdonarlo, pero no creo que sea la misma persona que fue. 

Hizo una pausa en la que apretó un poco los dedos del chico y le dedicó una pequeña sonrisa. 

Yo voy a tener cuidado con él, porque tú me lo has pedido —siguió diciendo—, pero estoy completamente segura de que Ser Dwain nunca me haría daño. No sé por qué, ni entiendo por qué se ha preocupado por ayudarme, pero lo siento así. 

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20/09/2018, 20:43
Aldern Dayne

Dormitorio de Carellyn. Primer día de la Madre, mes del Padre, Año 289

Aldern aceptó el cariño de Carellyn, tanto mientras él hablaba como cuando lo hizo ella. Sin embargo, algunas de sus palabras no fueron tan fáciles de aceptar. El muchacho no disimuló su ceño fruncido, aunque el tono conciliador de ella, su forma de decir que no tenía excusa y su compromiso de tener cuidado suavizaron su ánimo, que sin duda se encendió menos de lo que lo habría hecho normalmente.

—Claro que se arrepiente —dijo él al final, como si eso no cambiase gran cosa—. Pero también me ha dicho que no busca mi perdón, ni mucho menos. En cualquier caso, no te preocupes —concluyó—. Llevo viviendo años con ello. Y tras hablar con mi prima y visitar a mi padre, ni siquiera estoy seguro de que me tomase la justicia por mi mano, en caso de tener oportunidad. Pero eso no significa que me agrade.

En ese punto el chico emitió un suspiro y cambió su postura por completo. Se desperezó, se puso en pie y se acercó a Carellyn para poner una mano en su barbilla.

—Creo que voy a irme, hay algunas cosas que quiero hacer —enunció—. Pero que sepas que de lo que más ganas tenía al volver era de ver tu cara al conocer tu nuevo vestido.

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20/09/2018, 21:01
Aldern Dayne

5º día de la Doncella, mes del Guerrero, Año 288.

Aldern observó a Helaena con calma mientras ella hablaba. Giró un poco la cabeza, pensativo, sin ser consciente de cuándo su ingenuidad había podido ser tan peligrosa ni qué habría pasado realmente para que ella cambiase. Probablemente tenía que ver con su cambio de humor de los últimos tiempos. Sin embargo, él ya se había ofrecido a escuchar y ya había preguntado: no iba a insistir más.

Un poco más tarde el muchacho sonrió un poco cuando ella admitió el desastre que había sobre el tablero. Llevó los ojos a la pieza que ella cogía y luego tomó la equivalente de su lado para mirarla con cierta atención.

—No digas sería —le pidió—. Di será. Puede que ahora seas más cauta, pero tienes toda la vida por delante y fondos suficientes en tu casa o en la de los Tyrrell —comentó como si eso fuera ya un hecho— para hacer un buen viaje. Aunque haya épocas más convulsas seguro que puedes encontrar cuándo hacerlo, si quieres. Aunque qué quieres que te diga —añadió con una media sonrisa antes de tomar la pieza del dragón—, yo prefiero uno de estos.

Aldern miró entonces a Helaena con cierta complicidad, tranquilo. Y esa complicidad se tiñó de secreto con sus siguientes palabras.

—En realidad —le dijo—, ya te he respondido a eso.

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20/09/2018, 21:08
Aldern Dayne

Pasillo. Primer día de la Madre, mes del Padre, Año 289.

Durante los segundos anteriores a la llegada de Aquilegia, al oír sus pasos apresurados en el suelo de piedra, Aldern había dibujado una media sonrisa. Poco más tarde, al verla aparecer y ver su reacción, esa sonrisa se había ampliado un poco y había reído al escuchar su primera pregunta, esa que ponía en duda incluso la forma de saludo más básica. Y poco después, con la euforia de ella y su forma de abalanzársele él le devolvió el abrazo, satisfecho.

Su risa no había terminado de desaparecer cuando ella se separó de él, y ante sus preguntas él simplemente negó con la cabeza, divertido, y empezó a caminar sin un rumbo fijo.

—No podía pararme a despedirme —dijo después, aún riendo, como si hubiera algo en eso que ella no había entendido—. Tenía que irme deprisa, antes de que el Lord cambiase de idea. —Aldern hizo entonces una breve pausa—. Además, si lo llegas a saber seguro que le convences de que no me deje ir, por si no vuelvo.

Después de esas palabras el chico la miró directamente a sus pupilas. La siguiente pregunta la hizo aún con los ojos brillantes, claramente satisfecho tras su viaje.

—¿Tan increíble te parece que no me haya quedado allí?

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20/09/2018, 21:19
Carellyn Flores

Dormitorio de Carellyn. Primer día de la Madre, mes del Padre, Año 289

Carellyn se había quedado un poco pensativa con la respuesta de Aldern y tal vez habría llegado a decir algo más al respecto de no ser porque el chico empezó a desperezarse, anticipando su marcha. Lo miró, aún sentada en la cama, cuando él tomó su barbilla y asintió aceptando su marcha.

Ella también se puso en pie y pasó una vez más los dedos por el vestido que seguía sobre la cama. Luego miró a Aldern y se acercó a él. 

Espero que haya valido la pena —dijo, estirando la mano para colocarle el pelo—. Verme con cara de boba, quiero decir. 

Tras esa pequeña broma llevó la mano a su nuca y tiró un poco de él al tiempo que se elevaba sobre las puntas de los pies. Fue un beso corto, pero lleno de una intensidad y decisión de la que no solía hacer gala fácilmente. Cuando se separó de él se pasó la lengua por los labios y le sonrió. 

Ve, mi pequeño Dayne —susurró, mirándolo a los ojos— y descansa. Debes estar agotado después del viaje. 

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20/09/2018, 21:44
Aldern Dayne

2º día de la Doncella. Mes del Herrero. Año 286.

Aún con sus ojos sobre Aquilegia, Aldern escuchó las primeras palabras de ella y dibujó una breve sonrisa. Los desayunos y comidas, las lecciones del maestre, los paseos... Finalmente todo se había convertido en una especie de apacible rutina en Rivserside, y él se había integrado en ella. ¿Echaría él de menos Riverside? Ni siquiera lo sabía.

En lugar de responder directamente a la pregunta de Aquilegia sonrió un poco y se dispuso a ser ambiguo para hacerse el interesante. Sin embargo, hubo algo en lo último que dijo la primogénita que le hizo fruncir un poco el ceño. Decidió no darle demasiada importancia, pero aquel condicional dejaba abierto precisamente el contrario... Que nunca volviera a su hogar.

—Quiero pensar que cuando vuelva a mi Casa podremos ser aliados —expuso—. Si queremos mirar hacia el futuro, es lo mejor para todos. Compartimos un río importante y comerciar a través de él nos beneficia a todos. Así que si las cosas salen como deberían podría escribirte, pero es probable que nos veamos a menudo. Aunque estaría bien que alguna vez cruzaras tú a Campoestrella. Yo ya conozco el Dominio, pero tú nunca has estado en Dorne, ¿no?

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20/09/2018, 22:00
Aldern Dayne

Dormitorio de Carellyn. Primer día de la Madre, mes del Padre, Año 289

En cuanto Carellyn se levantó para despedirle Aldern detuvo un instante sus pasos. La observó, y se dejó colocar el cabello mientras ella hablaba. Con las palabras de la muchacha los ojos de él recuperaron parte de su brillo perdido, y en cuanto le besó de aquella manera volvieron a ser los que eran unos minutos atrás. Sus pupilas descendieron a los labios de ella mientras se los humedecía. A esas alturas ella probablemente le conociera lo suficiente como para saber que se estaba sintiendo tentado de buscar su boca de nuevo. Él se pasó la lengua por los suyos en respuesta, y cuando volvió a mirarla a los ojos exhaló lentamente por la nariz.

—Claro que ha valido la pena, mi pequeña flor —le dijo con un tono sedoso y cariñoso antes de dejar una última caricia en su cabello y en su rostro sin separar su mirada de ella. Dio un breve paso atrás aún sin soltarse—. Es una idiotez, pero... ¿Puedo llevarme uno de tus dibujos? —preguntó con el mismo tono cercano—. Mañana te lo devuelvo.

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20/09/2018, 22:13
Carellyn Flores

Dormitorio de Carellyn. Primer día de la Madre, mes del Padre, Año 289

Los ojos de Carellyn se abrieron un poquito más cuando él la llamó de esa manera. Por un instante se tensó, como si sus músculos tuvieran ese reflejo aprendido, pero al instante siguiente volvió a relajarse, llena de esa fortaleza nueva que había despertado en ella. 

Así me llama mi padre, ¿sabes? —dijo entonces, ladeando un poco el rostro con una sonrisa llena de recuerdos que ya no eran dolorosos—. «Mi pequeña flor», desde que era pequeña. Es raro oírlo con otra voz, pero también es dulce.

Acarició con la punta de los dedos la cadena que colgaba de su cuello y centró su mirada en el chico y en lo que acababa de decir. 

—¿De los retratos de mi madre? —preguntó, extrañada—. Claro, llévate uno si quieres. Siento que ahora voy a poder dibujarla siempre que quiera... ¿Qué vas a hacer con él?

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20/09/2018, 22:25
Aldern Dayne

Dormitorio de Carellyn. Primer día de la Madre, mes del Padre, Año 289

La repentina tensión en la muchacha hizo que Aldern la mirase durante un par de segundos, sin saber si esperar una explicación. No era la primera vez que le pasaba... Pero al parecer sí la primera que le daba sus motivos.

Aldern guardó silencio un instante, dispuesto a pedir disculpas por cómo la había llamado. No parecía que le hubiera molestado, sin embargo. Estuvo a punto de decir algo, pero la pregunta de ella le arrancó una breve sonrisa. En lugar de contestar al asunto del retrato inmediatamente Aldern se acercó lo suficiente para besar la frente de la muchacha.

—No lo sabía —afirmó—. Puedo no llamártelo más, si lo prefieres.

Después del beso en la frente Aldern se había quedado cerca de ella, con una mano rodeando su cuerpo.

—El retrato es sólo para mirarlo con algo más de detenimiento, con calma. Es importante para ti y no voy a poder conocerla: me apetece verla un poco más. —Alzó una ceja—. Puede que hasta hablemos de ti.

Con esas palabras Aldern de inmediato pensó que quizá se había metido donde no le llamaban y acababa de cagarla. Miró a Carellyn un instante y finalmente decidió que lo mejor sería irse antes de seguir por ese camino. Probablemente estaba más sensible de lo habitual con ese tema tras visitar él mismo a su padre. Antes de hacer el más ligero ademán de partida, sin embargo, una nueva idea cruzó por su cabeza.

—¿Crees que yo le habría caído bien?

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20/09/2018, 22:45
Carellyn Flores

Dormitorio de Carellyn. Primer día de la Madre, mes del Padre, Año 289

¿Acaso hay alguien en este mundo a quien no le caigas bien, Aldern Dayne? —bromeó, con media sonrisa divertida prendida en los labios—. Con esa lengua lisonjera que tienes y esa mirada profunda sospecho que no existe persona a la que puedas no gustarle. 

Su petición había sido algo extraña, eso no podía negarlo, pero se sentía demasiado exultante como para ponerse a darle demasiadas vueltas. Así, frotó su frente en el pecho del muchacho y luego se giró para escapar de sus brazos e ir hacia la cama. Recogió uno de los retratos, no el primero, y se lo tendió. La mujer del dibujo sonreía y la curva de su boca se parecía a la de Carellyn en ese instante. 

Puedes llamarme como él si quieres —dijo entonces, tras pensárselo un poco—. Es algo raro, pero supongo que podría acostumbrarme. 

Carellyn ya había notado a lo largo del tiempo que a Aldern le costaba despedirse, que desde que se ponía en pie anunciando que se iba podían llegar a pasar horas hasta que lo hacía en realidad, y en muchas ocasiones se había aprovechado de ello para retenerlo a su lado un rato más. Pero esa noche parecía cansado y ella era consciente de que tampoco estaba demasiado centrada. Así que al regresar a su lado lo hizo con intención de ayudarlo en su despedida. 

—Vete a descansar, Day —dijo, dejando una caricia suave en su mejilla—. Mañana te espera sin duda un día largo y necesitarás todas tus fuerzas. 

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20/09/2018, 23:04
Aldern Dayne

Dormitorio de Carellyn. Primer día de la Madre, mes del Padre, Año 289

La sonrisa de Aldern fue inevitable con la respuesta que Carellyn dio a su pregunta. Había en su expresión un deje gracioso de un niño aceptando la culpa por algo que le han pillado haciendo, en concreto por la referencia a su lengua. En otros momentos y aprovechando la intimidad del cuarto de Carellyn quizá habría hecho él una puntualización sobre las otras cosas que sabía hacer con la lengua... Pero lo dejó correr. En lugar de eso tomó el dibujo cuando ella se lo tendió, lo observó un instante antes de mirarla a ella, y escuchó su respuesta al asunto de aquel apelativo.

La contestación de la doncella no satisfizo a Aldern. Él no quería que aquello fuese llamarla como su padre, sino que si elegía llamarla así ella no pensara en Lord Mathis. Claro que llegaba unos dieciséis años tarde para eso. De modo que finalmente se encogió de hombros y asintió, decidido a no usar por el momento esa forma para referirse a ella.

Finalmente, cuando ella le despidió una vez más, el muchacho entendió que quería estar a solas, probablemente para seguir dibujando una y otra vez a su madre y recordándola tanto como la noche se lo permitiera. No podía culparla.

—Buenas noches, Care —le deseó. Le dio entonces un beso en la comisura de los labios y se encaminó hacia la puerta, dispuesto a escuchar con atención antes de abandonar el cuarto.

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20/09/2018, 23:28
Aldern Dayne

Pasillo. Primer día de la Madre, mes del Padre, Año 289.

Hacía día y medio que Aldern había salido de Riverside al galope, como alma que llevaba el diablo. Ni siquiera se había parado a despedirse de nadie, tomando un caballo y abandonando el castillo a toda prisa. Sin embargo, ya habían pasado tras pasar casi dos días fuera el chico ya estaba de vuelta. Apenas habían pasado unos minutos desde que había puesto el pie en el castillo cuando llegó a su habitación, dispuesto a dejar algunas cosas, y luego salió directamente a buscar a la familia Stronghorse.

Poco después de hablar con el Lord Aldern se dirigió a la torre del maestre, allí donde tantas veces habían conversado. Llamó a la puerta dos veces, y esperó a oír alguna indicación antes de pasar.

—Buenas tardes, señor maestre —dijo una vez le tuvo cara a cara. Había vuelto antes de tiempo, pero aún así se podía ver en sus ojos el brillo de la felicidad más pura—. Espero que se encuentre bien. —Se le coló una sonrisa—. Y que me haya echado de menos.

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21/09/2018, 02:37
Aquilegia Stronghorse

Primer día del Padre, mes del Padre, Año 289.

Una sonrisa divertida se dibujó en los labios de Aquilegia al escuchar la primera suposición de la doncella. Sin duda era perfectamente factible que Terrence no pudiese mantener la boca cerrada, cuando ya ambas habían comprobado el nivel de vanidad e indiscreción del chico de primera mano durante el breve pero informativo paseo por el pueblo. De hecho, tampoco le causaba mucho problema imaginarse a Terrence capturando y esparciendo rumores por todo Poniente y el otro continente, ganándose así el dinero que eventualmente se le acabaría si seguía derrochando como lo hacía. 

Tienes razón - confirmó en cuanto a los chismes del Dragnos y lo que tendría que haber sufrido el pobre Ser Tyros con su hermano intentando sacarle toda la información posible al respecto. Al menos Terrence era bien intencionado, o eso parecía, y eso hacía la diferencia entre curiosidad entrañable y chismosería desagradable. 

¿También crees que lo es? - sonrió al escuchar a la rubia hablar del primogénito de los Dragnos. Aún no sentía nada por él como para ponerse celosa, y más cuando confiaba tan plenamente en la doncella que ahora cepillaba su cabello con tanto afán para que ella pudiese conquistarlo - Espero que mi padre lo hable conmigo antes, pero creo que por esta vez no me molestaría si aceptara sin preguntarme - confesó con las mejillas sonrojadas y una sonrisa de oreja a oreja. ¿Quien podría negarse a un matrimonio con Ser Tyros? Su único defecto era venir de una casa tan pequeña, porque de no ser así podría conquistar el mundo, ser un príncipe, un mendigo o lo que se le ocurriera, y estaba segura de que absolutamente todo ser vivo se postraría a sus pies. Era inteligente, carismático, fuerte, y sencillamente perfecto en apariencia. Era un héroe sacado de leyendas, de aquellas que siempre quedaban como última opción en su biblioteca, pero que sin duda no le molestaría vivir en carne propia en brazos de alguien como él. Sin embargo, cuando cerraba los ojos y se imaginaba ese mundo perfecto de fantasía romántica, a quien veía era a alguien muy distinto protegiéndola en un abrazo, con esa sonrisa de medio lado capaz de derretir el mismo Muro.

La broma de la chica le hizo reír y salir de su ensueño, concentrándose en el hombre que debería, su futuro prometido, y su familia. 

No es taaan malo. Al menos es simpático y amable, y dentro de todo parece tener buenas intenciones. - comentó encogiéndose de hombros - Aunque sin duda el hermano tiene muchas más virtudes a su haber. 

 

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21/09/2018, 03:17
Carellyn Flores

Primer día del Padre, mes del Padre, Año 289.

Carellyn buscó la mirada de Aquilegia en el espejo al escuchar su pregunta y le dedicó una sonrisa a través del reflejo.

Sería ciega si no lo creyese —le dijo, divertida, mientras pasaba a cepillar el otro trozo en que había dividido su pelo. No escondía que le parecía que su amiga era afortunada por tener un pretendiente como aquel y queriendo lo mejor para ella esperaba que Lord Everam le diese su aprobación. 

Sin embargo, la mención a las intenciones de Terrence le hizo fruncir un poquito el ceño dibujando dos finas arruguitas entre sus cejas. Se quedó callada un par de segundos, dudando, antes de decidirse a compartir lo que había visto junto a la poza. 

—Es simpático y amable —al menos eso podía reconocerle— y un joven divertido y resuelto... Su forma de pescar fue increíble. —Hizo una pausa que anticipaba el «pero» que no tardó en llegar—. Pero no estoy segura acerca de sus intenciones. Lo vi dejar a propósito la botella de ron junto a la mano de Helaena. Fingió que era casualidad o un descuido, pero te aseguro que era plenamente consciente de lo que hacía. 

Una vez terminó de cepillar también esa parte, empezó a construir una gruesa trenza en la sien de Aquilegia. Lo hacía despacio, engarzando con cuidado las primeras perlas entre sus cabellos, y en cuanto sus manos tuvieron el ritmo cogido siguió hablando. 

—No sé, al principio pensé que era terriblemente ingenuo. Pero después de eso tengo la sensación de que no es tan inocente como quiere hacer ver.

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21/09/2018, 04:43
Aquilegia Stronghorse

Pasillo. Primer día de la Madre, mes del Padre, Año 289.

Ver su sonrisa tras esos dos días fue como si de pronto todas las nubes despejaran el cielo dejando el sol brillar, y mientras su corazón buscaba romper algún récord de palpitaciones por segundo su respiración se cortó, tan eufórica que si le hubiesen dicho que se comportaría así tras una ausencia de un par de jornadas le habría parecido sencillamente ridículo y se habría avergonzado siquiera de pensarlo. Y quizás ya cuando se calmara un poco y enfriara la cabeza esa y más vergüenza le caería con un peso arrollador, pero por ahora estaba encandilada con la presencia de quien había temido perder de forma mucho más permanente.

Ya que el chico se puso andar, Aquilegia no perdió el tiempo y se tomó de su brazo de inmediato, como si aún temiera que de soltarlo tan solo un momento el dorniense fuera a desvanecerse en el aire revelando que se trataba solo de un espejismo, aunque de ser así por supuesto el que lo tuviera agarrado no serviría de nada. Sin embargo, el amor rara vez coincide con la lógica, y este caso no sería la excepción. Después de todo, ni siquiera había preguntado donde iban y tampoco le interesaba, pues bien podría ir cogida de su brazo a los siete infiernos y lo haría feliz de tenerle a su lado. 

Oh, claro - sonrió para sí misma, exhalando por su torpeza. Permitirle ir a Dorne no era cosa de todos los días, y podía imaginarse la urgencia del chico antes de ver esa posibilidad arrebatada de sus manos - Puede ser, puede ser... fue astuto de tu parte no tentar al destino - sonrió de medio lado, divertida con aquella última frase. Por supuesto ella sería incapaz de hacer algo así, pero no sentía la necesidad de aclararlo, pues Aldern la conocía de sobra para saber que era así y reconocía en sus palabras ese tono lúdico del dorniense que tanto disfrutaba. 

Al encontrarse con la mirada de Aldern sus mejillas se encendieron, sacado aquel momento de cualquiera de sus sueños. Sabía que alucinaba, porque no había vuelto por ella, pero por un segundo sintió el tiempo detenerse y se permitió creer lo que fuera. La imaginación no era un crimen, y menos cuando esta llevaba a caminos tan inocentes como un amor platónico, sin malicia ni pecado. 

Muchísimo, porque no lo entiendo - contestó con sinceridad - Volver a casa es lo que has querido toda tu vida, y este era el momento perfecto para quedarte allí sin miedo a que fueran a reclamarte - explicó, acariciando inconscientemente el brazo del dorniense con su pulgar mientras le sostenía - Nosotras lo hubiésemos entendido, aunque te hubiésemos extrañado cada día que estuvieras lejos - era muchísimo más fácil hablar en plural, aunque dudaba que su amiga y su hermana lo añoraran tanto como ella misma - Pero sería una mentira imperdonable y descarada si te negara que me alegra que no lo hicieras. Nunca dos días se me habían hecho tan interminables. - admitió, bajando la mirada con vergüenza al darse cuenta de que quizás había hablado un poco más de la cuenta. Pero, ¿quien la podía culpar? O mejor aún, ¿quien se podía esperar que pensara antes de hablar en aquella situación?

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21/09/2018, 06:02
Aquilegia Stronghorse

2º día de la Doncella. Mes del Herrero. Año 286.

Esperó con ansias su respuesta, tanto porque necesitaba oír un sí por respuesta aunque no fuera cierto, como porque temía haberlo enfadado tras ver como se fruncía su ceño. No creía haber dicho malo, pero también era cierto que cuando estaba con Aldern a solas tendía a relajarse más de la cuenta y medir muchísimo menos sus palabras. Había algo sobre él, sobre su tranquilidad, su sonrisa, que le hacía imposible concentrarse en mantener ese estricto protocolo y la oratoria diplomática cuando estaba junto a él. 

¿Crees que eso sea posible? - pensó en voz alta, aunque esperanzada. La primogénita no era especialmente afín a las guerras, y si bien comprendía su utilidad y eventual necesidad, el conflicto constante de los territorios en disputa no era completamente de su agrado. Sin tratados ni acuerdos eso podía ser una situación permanente, y eso solo significaba más muertes injustificadas de ambos bandos. 

Me gustaría - concluyó finalmente sobre el comercio y la alianza, aunque tenía más que claro que no sería tan fácil como hacer las paces de un día para otro y confiar en la palabra del vecino - Y me gustaría aún más que vinieras de visita, o que yo pudiera ir. He escuchado muchas cosas increíbles de Dorne... además de su impresionante y aguerrido dominio de los dragones a través del miedo, claro - lo miró con suspicacia y una sonrisa contenida, antes de seguir hablando ilusionada - Debe ser precioso. Además podrías hacerme una visita guiada hablándome de mitos y leyendas de esas tierras, de sus costumbres, viendo las cosas exóticas que llegan de las Ciudades Libres, o montar corceles de arena para recorrer de un pueblo a otro... Sería fantástico, ¿no lo crees? - lo miró sonriendo ampliamente. Había tantas cosas nuevas por hacer a apenas unas horas de distancia, y sin embargo jamás había estado allí - Y quizás, si tengo mucha mucha suerte, por fin me dirás que traes en el zurrón - se burló con un poco de malicia.

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21/09/2018, 06:17
Aquilegia Stronghorse

Primer día del Padre, mes del Padre, Año 289.

La confirmación de su amiga sobre la suerte que tendría si se desposara con Ser Tyros hizo que el pecho se le llenara de orgullo y una sonrisa se le dibujara en los labios, esperando que el buen prospecto pudiese espantar los pensamientos sobre el dorniense de una vez y permitirle concentrarse en su deber y en la suerte que tenía de en un futuro poder llamar esposo a tan virtuoso caballero. 

Al notar que tras su respuesta sobre Terrence la doncella fruncía el ceño, Aquilegia la miró con suspicacia, intentando descifrar que ocurría antes de que ella hablara. Por supuesto con tan poca pista eso fue imposible, pero sabía que podía confiar en que su amiga sería sincera y transparente sobre sus pensamientos, así que solo esperó hasta que finalmente el "pero" que se veía llegar a kilometros hizo su entrada. 

Bueno, te concederé que no es inocente o ingenuo, sino conscientemente irresponsable y derrochador. - así como Carellyn hablaba con libertad con ella, Aquilegia la correspondía - No me agradan sus métodos, ni los justifico en absoluto, ni tampoco aprecio que hable mal de quienes nos son leales aunque sea esparciendo una canción que escuchó por ahí - definitivamente, la melodía sobre Ser Dwain no le había caído en gracia - Entiendo que el pueblo necesite esas tonadas para aligerar su vida cotidiana e incluso aceptaría que las cantaran sobre mí llegado el caso, pero habla mal de un noble que además de memorizarlas vaya con el rumor a otros cuando no tiene necesidad de tales diversiones - especialmente viniendo de los Dragnos, que tenían dinero de sobra para encontrar formas mucho más productivas de matar sus momentos de ocio - Ahora, con respecto a lo que me dices... - frunció los labios, respirando profundo - Además de irresponsable e irrespetuoso sería estúpido si considerara una buena idea emborrachar a Helaena teniéndonos a nosotras dos ahí. - ya dejando de lado toda ética y moral, todo deseo de bienestar que tenía para su hermana, tendría que ser rematadamente idiota para querer aprovecharse de una mujer acompañada por otras dos... y eso sin siquiera tener en cuenta que la mujer en cuestión era su anfitriona - A mi me pareció que se trataba de un gesto de complicidad, como un soldado que comparte alcohol con su compañero, pero si te dio esa impresión sin duda tendré cuidado de observarlo con más detenimiento. No se puede ser demasiado cuidadosa. - le sonrió a la doncella, aunque realmente deseaba que el extremar precauciones fuera solo una exageración.