Partida Rol por web

— ¿No habíamos acordado señalar todos a Mike? — preguntó la muñeca de Chechu con un tono que dejaba claro su molestia. Sé que no hubiéramos logrado convencer al resto solo con nuestra minoría, pero está bien saber que remamos en la misma dirección.

Asintió a las palabras de Paco y tras ello se giró hacia Andrea. — Pues para no haber sido Luis... ¿Alguien ha podido hacer algo a Jessie aprovechando la ausencia de Mona? 

Con la llegada del nuevo día, llegaba una nueva integrante a la fiesta de té que se llevaba allí, una muñeca muy similar a Sophia, la cual se encontraría con un grupo de muñecas ya partícipes que eran igualmente similares a personajes de la excursión: Andrea, Chechu, Mike, Paco, Salvatore y Samantha. Ya completaban un grupo de siete muñecas en ese variopinto lugar.

Los ojos de la muñeca rubia en cuyo interior habitaba de alguna extraña manera Sophia se abrieron sorprendidos mientras su cabeza miraba a su alrededor, moviendo el cuello con rigidez. Incrédula tanteaba los límites de esa nueva realidad, estirando los brazos y tocándose una mano con la otra, sin poder mover los dedos de forma independiente. A pesar de haber oído antes hablar sobre aquel lugar, se le antojaba realmente confuso el hecho de estar dividida en dos de aquella manera. 

Sentía su rostro tirante, como si se hubiera convertido en una máscara que a duras penas pudiera moverse para mostrar alguna expresión. Escrutó uno a uno a los presentes, buscando a alguien en concreto, y al encontrar una muñeca con rasgos similares a los de Sam caminó hacia ella, acostumbrándose todavía a la dureza de aquellas piernas de muñeca. Sus labios se abrieron con rigidez cuando intentó hablar sin estar realmente segura de que su voz llegase a escucharse. - Oh, Sam, es como me dijiste. - Murmuró, estirando la mano para rozar la piel del brazo de la muñeca morena. 

Después, sus ojos volvieron a recorrer el jardín. - Esto es increíble. - Dijo, todavía asombrada porque algo así fuese posible. - Somos muñecas. Muñecas de verdad. - Añadió, remarcando algo que probablemente al resto le parecería evidente, pero que a ella no dejaba de sorprenderla.

Andy había esperado a la llegada del amanecer en este lugar. Quería ver por primera vez cómo se formaban aquellas muñecas. Y por lo que los demás le habían dicho casi esperaba que fueran dos las que llegasen a la vez. Sin embargo, sólo Sophia apareció.

- Bienvenida. - Le dijo a la recién llegada. - Si esto es como conmigo, supongo que el otro será uno de los muertos. - Expuso antes de realizar el gesto de emitir un suspiro sin que el aire llegase a abandonarla realmente.

- Por cierto. - Añadió al final, dispuesta a preguntar algo. - ¿Alguno sabe qué hacemos aquí? Además de tomar el té, claro.

Al ver aparecer a Soph en aquel lugar, Sam no pudo sino acercarse, preocupada, dejando que su novia comprobase por si misma en qué consistía aquel nuevo estado antes de abrazársele- Te lo dije, cariño. Muñecas. De plástico-repitió, tal y como le había contado a la chica noches atrás. Suspiró, y habría esbozado una sonrisa, pero no era capaz. Sin embargo, sí que podía acariciar su mejilla, y eso hizo.

- Estás monísima.-le dijo, en tono bromista, queriendo quitarle hierro al asunto, escuchando entonces a Andrea- Puede ser- respondió, a su suposición de que quizá alguien más iba a acabar en aquel lugar ese amanecer-Y no sé muy bien qué hacemos aquí, si alguien nos trae o qué, o si es otra clase de vudú extraño.

La naturalidad de tomar la mano de su hermana mientras charlaba con amigos casi le hacía sentir que estaban fuera de todo ese horrible asunto, un casi muy marcado por la destacada característica de que todos eran muñecos. Horribles y tediosos juguetes para un público objetivo que odiaba. Saludó a Sophia con una sonrisa y un movimiento de cabeza que acompañó a la bienvenida de su hermana, viendo innecesario más cuando ya se veían todos los días.

Una mueca de felicidad se dibujó en su rostro al ver la pareja junta en este plano también. De alguna forma, le parecían una visión reconfortante. Una paz y sincronía poco comunes y envidiables. 

La idea de que alguien nos traiga no parece descabellada. Yo recuerdo otro muñeco al llegar, un hombre de cabello dorado, bien vestido. - mencionó

Los ojos de la muñeca se cerraron un instante mientras recibía la caricia de la de Sam y habría sonreído al escuchar su broma, si ese rostro de plástico se lo hubiera permitido.

Saludó con un breve gesto de la mano a los que la recibieron y después palpó sus cabellos sintéticos con curiosidad. - Qué fuerte. - Murmuró, estudiando el lugar mientras los demás hablaban. 

Sin embargo, al escuchar a Salvatore se giró para mirarlo mientras asentía con la cabeza. - Sí, yo acabo de ver a ese muñeco en un espejo hace un momento también. Pelo rubio, bien vestido. Y luego desapareció. ¿Creéis que es quien nos ha metido aquí? - Preguntó, haciendo un repaso para ver si esa imagen le recordaba a alguno de los presentes en la expedición. 

- No tengo ni idea. - Comentó Andrea, ligeramente nerviosa. Sus ojos pasearon por la estancia, sin decidir un lugar en el que quedarse. - Quizá es un recuerdo del hotel. Como en los rituales de vudú. - Aportó entonces, antes de quedarse unos segundos callada.

- Escuchad, hay algo que tengo que comentaros. - Empezó luego, un poco insegura. - Nos equivocamos con Mona. Creo que sí ayudaba a los asesinos, pero no era quien les protegía de los rituales del atardecer. - Aseguró. - La persona que les protege aún sigue con vida. Y está aquí. - Indicó, señalando esa estancia. -  Y me da a mí que hoy salvará a Mike, al ser el único del grupo de Jessie que queda.

Mike miró a Andrea cuando su nombre fue pronunciado...

Bueno, aunque me salve hoy, siempre seré vuestro cabeza de turco, ¿verdad? A estas alturas creo que ya no debe sorprenderme vuestra actitud pero cuando yo me vaya y las muertes continúen... ¿a quien pensáis culpar?

La muñeca miró alternativamente a Andrea y a Mike sin que ninguna expresión trasluciese en su rostro. Sin embargo, un brillo de curiosidad apareció en sus ojos mientras se dirigía a la muñeca de la chica. 

- ¿Cómo lo sabes todo con tanta seguridad? - Preguntó con cierta timidez. En otras condiciones su ceño se habría fruncido. - ¿Y de quién se trata? Si supiéramos quién es tal vez podríamos hacer... Algo. - Añadió, sin especificar. Sus hombros se movieron en un gesto parecido a un encogimiento de hombros y tras sus palabras empezó a escrutar a todos los presentes lentamente. 

Al escuchar a Mike hablar Andrea negó con la cabeza. - Ni siquiera lo niegas. - Comentó con voz monocorde, antes de dirigirse a los demás. Andy se encontraba indecisa, pero las preguntas de Sophia terminaron por hacerle entender que aquel era el momento de hablar.

- Está bien. - Admitió. - Escuchad. Es importante. - Añadió al final, bajando la mirada.

- Anoche, después de la muerte de Jessie, pasó algo. - Empezó. - Yo... Alguien me había quitado el alma mientras estaba muerta, y él... - Dijo, mientras una vez más su muñeca hacía el gesto de emitir un suspiro. Se sentía como sus propios pacientes en las reuniones de grupo. - Bueno, me impuso una como la suya. - Explicó, haciendo una pausa. - Conocí el lugar donde se reunían los asesinos, y allí estaban Erika y Mike. Les oí cómo lo planeaban todo, cómo se frustraban con las continuas resurrecciones, y trataron de obligarme a decir delante de todos que me había equivocado, y que eran inocentes.

- Salvatore y yo nos reunimos en privado. - Reconoció en voz alta. - Me encuentro con él desde que bajamos del autobús. Él me había hablado de este sitio antes de que yo terminase aquí.

- Él notó que me pasaba algo, y cuando ellos me prohibieron expresamente contarle nada, no pude más y le expliqué lo que estaba pasando. - Dijo, buscando con la mirada los ojos de su hermano, aún con los dedos entrelazados en los suyos. - Él me dijo que no me preocupase y cien cosas más... - Continuó, antes de mirarlos a todos de nuevo. - Y antes de que amaneciera, me devolvió a la luz. Os explicaría cómo, pero no voy a hacerlo delante de algunos de los presentes.

- Cuando les escuché planear el asesinato de Katia se lo dije a él para que la ayudase de alguna manera. Supongo que por eso está viva. Erika decía que se había estado preparando para vigilar, que vería y acabaría con cualquiera que estuviera rondando. Supongo que cazó a Luis.

- Mientras estaba con ellos... Mike y Erika querían putear a alguien, drogarle con no sé qué historia que tenía Erika. Sus primeras opciones eran Camille y Chechu, aunque luego ampliaron a otros. - Relató. - Me extrañó que valorasen a Chechu y no a Paco como objetivo, y tuve que insistir varias veces hasta que me lo contaron: Paco es quien salvó a Jessie dos veces de las votaciones.

¿Y para que negar o afirmar nada Andrea? Tienes a todos engatusados con tu delicada voz y tus viperinas palabras... Todos viven en una ilusión que tú has generado...

Primero "convenciste" a Luis para que volviese a la vida a cambio de cercenar la de Mona... creo que de las pocas personas que no ha "revivido"... y sin embargo... Luis, cada vez que vuelve, una y otra vez vuelve a morir sin ni siquiera tener tiempo de decir "esta boca es mía".... sin confirmar tu maravilloso discurso y sin embargo, Mona... no vuelve... no es capaz de decir ni "mú"...

Segundo, tus teorías son realmente buenas, casi casi como si las hubieses planeado tú misma... como si tú dirigieses los hilos... incluso hablas de una droga que "tenía" Erika... Eso es de lo más interesante porque tanto tú como Jessie sois los "entendidos" en este asunto... ¿No será que ese tema de las drogas es cosa tuya?

Y ahora para colmo, también acusas a Paco... ¿Paco te molesta igual que Mona? Ahh... no, perdona, que con Mona te has equivocado... has sacrificado una vida, que reitero, no vuelve...

Cuando consigas cercenar la vida de Paco y continúen las muertes... ¿que dirás? No me lo digas que te has equivocado y el siguiente es...

Tengo claro que mi muerte está muy cerca, porque todo el mundo confía en ti pero Andrea... ¿cuanto durarán los efectos hipnóticos de tus palabras en el grupo? Porque deben ser hipnóticas per sé... ya que nadie ha objetado ni una sola palabra de lo que dices... Bueno, sí, la han objetado casualmente aquellos que no resucitan... extremadamente conveniente, ¿verdad?

Paco no dice nada ante la aparición de la chica de Samantha pero la saluda con un gesto de cabeza. Cabeza de muñeca. Cuando mencionan al tipo de cabellos dorados que estaba cuando llegaron él asiente. - También estaba cuando yo llegué... Vamos, que debe ser algo así como el anfitrión. Un anfitrión cabrón. - Dice encogiéndose de hombros. Tampoco le da mucha importancia, ya que no es que estén en el infierno. 

Antes de lo que espera, Andrea promete tener nueva información, y él está pendiente. Con Erika acertó, y ahora dice que con Mona no, pero aún así sigue siendo bastante exitoso. El momento en el que por insistencia de Sophia dice que es él quien protege a los asesinos bufa. - ¿Qué dices, pájara? - Le espeta con desconcierto, frunciendo el ceño. - Mira, qué quieres que te diga... Eso de que hayas estado con ellos ya es, al menos para mi, motivo de desconfianza. - Al ver que Mike también le sale en contra su rostro se vuelve levemente pálido. Le había metido en el mismo saco que a los asesinos, y que este lo defienda no le hace puta gracia. - ¡Calla, calla! - Trata de cortar rápido a Mike lo que trata de decir de él. - Si nos quieres muertos no te hagas el bueno con el rollo de pobre Paco. - Dice airado, imitándolo con voz de idiota.

Mira entonces de nuevo a Andrea y niega con la cabeza. - No sé si la historia que cuentas es cierta o es el efecto de drogarte como una burra, pero el tema es que estás confundida o estás tratando de confundir al personal. - Niega categórico. - Eres muy peligrosa en este momento. Puede que incluso más que los que llevan el cuchillo.

Creía que de aquella reunión de muñecas no iba a salir nada bueno, pero por fin alguien se atrevió a preguntar lo que todos pensaban. Es entonces cuando Chechu dedicó una mirada a Andrea tras la pregunta de Sophia y escuchó atentamente lo que tenía que decir.

El andaluz no tenía nada que añadir al principio pero conforme fue narrando los ojos hechos eso cambió. Todavía no había acabado y ya estaba dedicando una mirada de odio a Mike. ¿Así que ibas a por mi?, pareció querer decir con su expresión.

Sin embargo volvió a centrar su atención en Andrea cuando acusó a su colega de tan dudoso honor. ¿Tía por qué iba Paco a hacer eso? Si todos odiábamos a ese capullo. — dijo en ayuda de su amigo. A ver si tu no vas a ser trigo limpio...

Andrea escuchó la respuesta de Mike primero y la de Paco después, y simplemente se encogió de hombros.

- Tú también has estado con ellos, con Jessie al menos. - Respondió al andaluz. - Teníais una conexión, y por eso a él no le preocupaba salir elegido para el ritual. - Expuso, antes de hacer un gesto hacia Mike.

- Él prácticamente no ha protestado en ningún momento, desde que le acusé hasta ahora. Realmente no le importaba demasiado salir escogido esta tarde o cualquier otra, porque te tiene a ti. - Enunció. - Pero claro, ahora que he hablado de ti mira cómo reacciona. No le había oído hablar tanto desde que nos reunimos todos en el aeropuerto. Ahora que tú estás expuesto es la primera vez que se ve en peligro. - Dijo, antes de hacer una pausa para escuchar las palabras de Chechu.

- Dos de los tres asesinos a los que acusé han confesado, y el tercero ha sido visto por Phil matando a alguien. - Le recordó. - Entiendo que es tu amigo, y todo eso, pero plantéate mejor quién es y quién no es trigo limpio. Paco no odiaba a ese capullo: Paco le apoyaba en secreto, conversaba con él y planeaban cómo hacernos daño. - Señaló. - Pero no es su culpa: son los espíritus de este lugar. - Dijo, antes de dirigirse a Paco una vez más.

- Yo no tengo nada contra ti. - Aseguró. - Deja de protegerles, puedes dedicarte a protegerte a ti mismo si quieres. Ayúdanos a encontrarlos, y saldremos de aquí lo antes posible.

- Gracias por explicarnos todo eso, Andrea- dijo la muñeca de Sam, posando su vista sobre Paco y sobre Mike en su versión plastificada- Haced o decid lo que queráis. Yo tengo claras mis ideas al respecto de todo este asunto. Y sí, no me importa cómo os justifiquéis a partir de ahora. Intentad las tretas que queráis. Sólo estaréis retrasando lo inevitable, como Jessie, o como Erika.- se cruzó de brazos entonces, resuelta.

La muñeca que se asemejaba a Mike desaparece de este lugar, al mismo tiempo que su cuerpo queda sin vida.

Andrea vio cómo la muñeca de Mike desaparecía, y luego su muñeca se apoyó en la pared que tenía detrás, cansada.

- No ha sido nada. Gracias a vosotras por algo. - Respondió a Sam, a pesar de que ella le había hablado un rato antes. Antes de volver a intervenir, echó una mirada a Sophia. - Aunque me hubiera gustado mantener esa información aquí un poco más, o que no fuera de dominio público que venía de mí. - Enunció. - No todos tenemos a alguien para protegernos durante las noches. - Razonó, sin rastro de rencor en su voz.

- Ahora si las cosas son como hasta ahora supongo que al amanecer llegarán dos nuevas muñecas. - Valoró. - Tenemos a Paco presente, pero no sabemos quién llegará mañana. De modo que aquí va mi pregunta... ¿Qué se sabe del ataque a Aurél?

La muñeca que albergaba a Sophia miró a la de Andrea con un brillo sorprendido en la mirada como único matiz que daba algo de expresión a la máscara rígida de su rostro. 

- Oh, lo siento si te ha molestado. Llevas señalando asesinos a diestro y siniestro desde hace días sin preocuparte por nada, supuse que no te importaría hablar de eso en público también. Nosotras no podremos repetir lo que hemos hecho, así que creí que lo más conveniente era que todos supieran a qué se dedica Paco. - Repitió el pequeño gesto que podría parecer un encogimiento de hombros y que ya había intentado antes. - Pero vaya, si querías hacerlo de otra manera esta vez, te pido disculpas.

Después se quedó callada varios segundos y sus ojos buscaron los azules de la muñeca de Sam antes de mirar de nuevo a la de Andrea y hablar de nuevo. - Yo no me fío mucho de ese tipo. Lo único que sabemos es que él dice que le atacaron y Michael lo corroboró. Pero Michael señaló a Phil cuando él dijo que había visto a Jessie y después ha estado defendiendo a Aurél y sembrando dudas sobre ti, así que no me da tampoco mucha confianza. - Trató de cruzar los brazos con dificultades. - Creo que esos dos se traen algo en secreto. Pero ni idea de qué puede ser.

La respuesta de Sophia hizo que Andy bajase la mirada, buscando un punto indeterminado del suelo mientras buscaba dónde estaba ahora la diferencia. Finalmente buscó sus ojos y se encogió de hombros lentamente.

- No te preocupes. - Respondió. - Es sólo que... Todo eso era más fácil cuando no tenía un alma. Si ese otro asesino va ahora a por mí, tengo mucho que perder. - Confesó. Y antes de poder caer en el sentimentalismo volvió al otro tema rápidamente.

- A eso voy. - Dijo, dándole la razón a la otra muñeca. - Hay algo raro en esos dos.

- Sólo se me ocurren dos formas de que Michael pudiera estar seguro de ese ataque. La tercera sería que se reúne con el propio Aurél y él se lo contó, pero eso no significa que sea cierto. La primera forma es que Michael fuese quien le salvó del ataque. Quizá no quiere decirlo para no exponerse, pero... ¿Por qué iba a protegerle a él? Es algo que aún no entiendo. Y la otra forma es que Michael fuera el atacante. - Expuso. - Pensadlo: quizá Aurél se salvó de otra forma, o llegaron a un acuerdo, o... No sé, se me ocurren pocas cosas más. Pero ahí hay algo que no nos cuentan.