Partida Rol por web

Yo no entiendo nada... ni siquiera sé porqué estoy aquí, con vosotros... todo esto es muy extraño....

No sé que hice - responde mirándose las manos - Yo no había pensado en él... - volvió a posar sus ojos sobre Samantha, su mirada denotando ligeramente la confusión que sentía al respecto - Debo admitir que no soy su mayor fanático, y que todo lo que decía me sonaban a excusas, pero me pareció que aquella mujer que le ofrecía salidas resultaba más sospechosa... Y luego lo que pasó... No sé, quizás fue lo mejor que tú y el resto lo hicieran. Él no resucitó como yo, o como Luis. ¿Lo notaste? Él no tiene marcas.

Luego mira a Mike, quien parece tan confundido que es incapaz de hilar dos frases coherentes seguidas. 

No sabemos dónde estamos. No es el infierno, porque estamos vivos. Era solo una expresión... - dice algo molesto - No sabemos por qué estamos aquí tampoco. Solo... Intenta hacer algo útil mientras lo averiguamos.

- Quizá os va a parecer algo descabellado- comenzó diciendo, mirando a ambos- Pero creo que mientras mostremos nuestras sospechas en público y Mona siga viva, no vamos a lograr absolútamente nada- suspiró- Algo me dice que si fue capaz de impedir que acabasen con ella una vez, puede interferir de otras maneras en ese extraño ritual de por la tarde.

O sea... ninguno sabemos porqué estamos aquí... disculpad mi reticencia pero... no entiendo nada... Sólo sé que desde que llegamos aquí todo está siendo una auténtica locura... ¿Qué os parece lo de Jessie? Parecía ser culpable de al menos un asesinato pero... ha resucitado de nuevo... Para mí no tiene ningún sentido... al principio pensé que el lugar resucitaba a los inocentes pero ahora... no sé que pensar...

Con la llegada del nuevo día, dos muñecas nuevas aparecían allí, las cuales llegaban confundidas como todos la primera vez. Se trataba de Paco y Chechu, quienes llegaban juntos.

Allí se encontraron con tres muñecas más, las cuales eran muy similares a Mike, Samantha y Salvatore. Ellos parecían llevar más tiempo en esa extraña fiesta de té.

- No creo que Jessie haga eso. Alguien con la voluntad de salvar vidas no se dedica a arrebatarlas, aunque sea por una causa que considera justa- respondió a Mike- Así que no creo que sea él. Y de cualquier manera...-quiso seguir hablando, pero en aquel momento aparecieron dos nuevas figuras.

- Anda, bienvenidos. Esto ya se empieza a parecer más a la casita de la Barbie Malibú que a otra cosa- dijo, riéndose- Sí, sois muñecos. Y no, no sabemos por qué estamos aquí ni qué es lo que tenemos que hacer. Pasamos el tiempo bebiendo té de mentira mientras intentamos darle un poco de sentido a todo esto... 

Guiado hasta ese lugar por la musiquilla de una flauta es algo que no se esperaba. Creyó estar muerto e ir al cielo al ver las nubes y tratar de acariciarlas. La muñeca le indicó lo contrario, y cuando su perspectiva cambió, se dio cuenta de que él también era un muñeco. Estaba también Chechu, al cual miró con extrañeza. - ¿Pero qué...? - Mueve rápidamente la cabeza y también localiza a otras muñecas: Mike, Salvatore y Samantha. Está a punto de preguntar, pero la mujer morena se le adelanta. Tiene iniciativa la muchacha. Mira sus manos y suspira, si es que como muñeco puede.

- Vale, muy claro. - Responde a Samantha algo derrotado. - ¿Vinisteis los tres a la vez? - Pregunta a las tres muñecas anfitrionas mientras se sirve té, simplemente por tener uno, como Samantha dijo que hacían. Cuando lo tiene se sienta y lo sujeta entre sus manos. - ¿Estabais hablando de Jessie y Aurél? - Tiene intención de participar en su conversación.

Bienvenidos... Dijo Mike locónicamente... Escucho atento las palabras de Samantha...

Sí, ninguno sabemos porqué estamos aquí ni cual es el objetivo de esta mesita de té... Charlabamos con la esperanza de encontrar alguna solución, ¿os animáis?

A pesar de no entender nada, Chechu se sintió inundado por una tranquilidad enorme. El cansancio y las preocupaciones de su carne habían desaparecido en aquella fracción de realidad, todo y eso era capaz de ver y escuchar en el otro lugar. En Budapest. 

Todo escapaba a la lógica, ¿pero acaso no había sido así desde que llegaron a la cima de la montaña? Chechu —o lo que quedaba de él— avanzó con duda mientras miraba en todas direcciones tratando de encontrar respuestas. La explicación de aquella muñeca tan cuca inmediatamente lo hizo entrar en razón. Alzó las manos y observó largo y tendido hasta que la versión de juguete de su colega terminó.

— Todo esto es tan raro... — susurró inclinándose un poco hacia adelante como si fuese a suspirar. Tras ello se irguió de nuevo y miró a la muñeca de Mike. No sé qué solución puede tener algo así amigo, pero alguien en esta excursión debe saber qué está pasando.

La versión infantil de Mike miró a aquel nuevo muñeco que se dirigía a él.

Así es amigo pero de momento aquí, tomando té hemos obtenido más preguntas que respuestas...

- Todo esto es jodidamente raro. - Matiza las palabras de Chechu, y no es capaz de chasquear la lengua del modo que está acostumbrado, debido a que ahora es un muñeco. - Bueno, mejor hablar que mirarnos la cara de muñecos pasmarotes... Supongo que hablaríais mucho de Jessie, ¿no? Es algo así como el enemigo público número uno en este momento. - Dice esto acompañándolo de un trago de té, que no le hace nada de gracia, la verdad sea dicha, y lo deja de nuevo en la mesita con cara de asco. - No me decido entre si tiene el cerebro atrofiado de tanto porro, si es tonto, o si de verdad es peligroso. Cualquiera puede ser peligroso dadas ciertas circunstancias, ¿o qué? Pero nos veo y me cuesta creer que alguno de nosotros sea un asesino, con toda honestidad.

Salvatore vio a Paco y Chechu llegar, con la mirada apagada. Sus pensamientos estaban claramente muy lejos de ahí, en aquella tienda en la que descansaba. Sin embargo, como era necesario y como dictaba la educación, los saludó con una sonrisa y una ligera reverencia, sus ojos adquiriendo el brillo que les daba la sincera atención a sus acompañantes.

Como bien dices, Jessie es el enemigo público hoy en día. Y, por primera vez en mucho tiempo, me veo de acuerdo con las masas.  Pero no lo subestimes. Será un drogadicto, e incluso un asesino, pero no creo que sea estúpido. 

Con el regreso de Andrea, su muñeca parecía materializarse en este lugar, como si se hubiera perdido en el camino la primera vez.

Allí, una confundida Andrea se encontraría con otras muñecas que hacían parte del festín, las cuales se asemejaban altamente a Mike, Chechu, Paco, Samantha y su propio hermano Salvatore.

Mike miró a Salvatore y asintió con la mirada.

Yo también pienso que es el enemigo público número uno... Sin embargo hay algo en toda la historia que me hace dudar profundamente...Su resurrección... Tú mismo resucitaste Salvatore y con esto no quiero decir que desconfíe de ti, al contrario, pero si él también ha resucitado ¿no puede esto decir que no es tan culpable como pensamos? No sé ese tema me tiene en duda...

La llegada de Andy a este lugar la pilló por sorpresa. Sin embargo su reacción fue lánguida y suave, como si le faltase la energía para expresar asombro. Miró alrededor, desubicada, intentando entender dónde se encontraba. Y al ver a los presentes, simplemente asintió.

Antes de llegar a decir nada se puso en pie y, con la movilidad que aquel cuerpo le permitía, caminó hacia la muñeca que representaba a su hermano para sentarse frente a él y tratar de tomar su mano con aquellos dedos rígidos. Las palabras de aquella otra muñeca, la que habló, llegaron a sus oídos entonces y lentamente se giró para mirarla, tratando de asegurarse de quién era antes de decir nada.

- ¿De qué estás hablando? - Preguntó directamente.

Mike miró a aquella nueva muñeca.

Perdona, ¿me hablas a mi? Estabamos debatiendo sobre Jessie... que es el foco de atención de todos los aquí presentes.

Andrea escuchó la respuesta del que debía ser Mike. Acababa de llegar, aún se sentía desorientada, pero aquello no tenía sentido, de modo que negó con la cabeza.

- Jessie no ha resucitado. - Le dijo. - Nunca ha llegado a estar muerto.

¿Cómo? ¿Nunca ha muerto? Pero... todos le vimos morir...

Mike estaba confuso y desorientado con las palabras de su nueva compañera de té...

Al escuchar las palabras de la muñeca que representaba a Mike, Andy negó una vez más con la cabeza. Lo hizo con tranquilidad, como si aquello poco importase ya. Aún así no era derrota lo que había en sus movimientos, sino apatía.

- No llegó nunca al lugar donde los muertos se reúnen. - Le informó. - No llegó a morir. Yo no sé qué visteis o qué dejasteis de ver, porque no estaba, pero lo suyo no fue una resurrección. - Afirmó. - Fue otra cosa.

Paco ve que en la realidad y aquí aparece Andrea de nuevo, vuelta a la vida. Se ahorra una broma sobre que ahora también era una muñeca de verdad. Sabe que no tendría gracia, al menos en este momento y lugar. La saluda con un gesto de cabeza y la inclina mientras ofrece té de la tetera. - Hola. - La saluda con la sonrisa que mejor le sale en esta cara de muñeco. No sabe como de patético resulta en ese cuerpo.

Atiende a la conversación sobre si Jessie murió o no. - Esto es muy místico de Dios. Si no llegó ahí, podemos considerar que una resurrección es lo que os ha pasado a ti y a tu hermano, y que lo suyo ha quedado... ¿A medias? - Propone sin mucho convencimiento. - Lo que sé es que las dos veces que hemos sentido ese ímpetu para hacer algo, ha quedado a medias. - Confiesa con tono de derrota.