Partida Rol por web

Las almas de los muertos no siempre encuentran descanso, sus cuerpos, a veces tampoco.

Lila mira a su alrededor desconcertada, tratando de saber en dónde se encontraba, pero encuentra a su lado a Giesie, el joven por el cual había dado su vida.

Se sentía agradecida con el reverendo por haber cumplido su deseo y esperaba que este estuviera aprovechando la información que ella le dio, pero más que eso, se alegraba de no ver allí a Rosalind. Ella se había salvado y eso, aunque no le daba total paz, alivianaba su espíritu.

Abrazó a Giesie feliz de verlo, a pesar de las malas condiciones y luego le dio un tierno beso para preguntarle - ¿Sabes qué lugar es este? -.

si, el lugar al que vienen los traicionados...

Dice Giesie con tristeza... por que te sacrificaste por mi? , acaso no sabes que soy?... Se siente culpable de alguna forma por la muerte de la chica, pero al menos es alguien en quien ahora cree que puede confiar

La pregunta ofende de cierta manera a Lila, quien procura mantener la calma pero le dice - No podía dejar que murieras, yo me... Me enamoré de ti y debía hacer algo - baja la mirada con melancolía para luego agregar.

- ¿Qué es lo que eres, Giesie? ¿Por qué debería alejarme de ti? -.

Nadie moriría por alguien que causaría muertes sin pensarlo, como la del ravenger... 

- Lo harías tú por mí, ¿No? - se aleja tímidamente. Tal vez la muerte había acabado con sus sentimientos.

- Yo también estaba dispuesta a acabar con todo el pueblo por el dinero, es solo que nosotros no tuvimos éxito en el primer asesinato, no sé por qué - se voltea para darle la espalda al chico.

- ¿Aún crees que debo alejarme? -.

no se en quien creer, para serte sincero, pero... te sacrificaste por mi - Nadie lo hizo, solo tu - se acerca a ella y la abraza por la espalda, en la oscuridad compartida que ahora moran -gracias- susurra mientras la toma contra si y siente la espalda de ella contra su pecho, olfatea su cabello y besa dulcemente su cuello.

Gracias por estar aquí- expresa nuevamente en un árido susurro

Las almas de los muertos no siempre encuentran descanso, sus cuerpos, a veces tampoco.

Bienvenidos a vuestra nueva vida. Pronto, muy pronto, se disiparán vuestras dudas.

Buenas a todos,menos a la india ni el negro

- La que ha liao el jodío borracho - Pensé, y me dieron ganas de matarlo otra vez, pero en ese momento comprendí que no serviría de mucho y me relajé un poco. Negué con la cabeza, como diciendo - No hay remedio. - Mickey, supongo que aquí estarás más sereno, ¿o te has traído la borrachera al más allá? ¿Qué tenías en la cabeza para atacarme de esa manera, viejo?

Giesie había abrazado a Lila y esta sonrió, pero al ver aparecer a varias personas allí, no pudo evitar sorprenderse en sobremanera. Uno de esos rostros se le hacía muy familiar y sintió un nudo en su garganta al verla: Rosalind.

Salió hacia ella y la abrazó, para luego decirle - ¿Qué es lo que ha sucedido? ¿Qué hacen todos aquí? - miró a Red. Él había sido amable con ella, cosa diferente con Francis, quien ni se tomó el tiempo de saludar.

- ¿Por qué tantas personas murieron? -.

Me gustaria saber por que en el cielo hay gente normal y de otras razas y credos,es que mi pueblo estaba equivocado? Solo hay un Dios y somos todos iguales sin importar nada mas? Habra un dia en el que niños y niñas jueguen sin importar su piel?

Un tanto confundido y resacoso, busco en el interior de su sombrero el mejor de sus remedios, un buen tocazo dede su vieja petaca. Tras el trago y las palabras de Red tuvo que preguntar.
-¿De que me hablas? Soy yo quien recibió un balazo en la frente. Explícate Red.-Al menos asi pensaba que se llamaba ese hombre, rojo, como el color del sol al amanecer.

Me has mentido en algo Red?  No me cuadran ciertas cosas

Los ojos verdes de Maybelle se abrieron despacio y la mujer pestañeó varias veces con expresión confusa. Se puso en pie y se llevó una mano a la cabeza, apretando su sien con dos dedos. Giró sobre sí misma mirando a su alrededor, escrutando con su mirada las tumbas que descansaban bajo el sol abrasador del desierto y terminando por contemplar a todos los presentes. Finalmente, cuando el giro terminó, un suspiro salió de sus labios, largo y denso. 

- Joder. - Murmuró para sí misma. - ¿Qué se supone que significa esto? - Preguntó, sin estar segura de a quién dirigir la pregunta, ni de querer conocer la respuesta.

Lila los escuchaba pero su afán por respuestas no era saciado. Suspiró y esperó a que toda la conmoción pasara.

- Si no lo sabes tú, creo que menos los que ya estábamos aquí - mira a Giesie y sigue esperando la respuesta de Rosalind.

- Yo dormía con una escopeta bajo la almohada. Alguien me atacó y yo, con las ansias de la muerte, disparé. Por cómo amanecimos, ese alguien que me atacó tiene que ser forzosamente el borracho. Por mucho que digan que los borrachos dicen la verdad, esta es la excepción que confirma la regla... o eso, o sólo se hacía el borracho.

-O ya veo. Pero Rosalind también tiene una marca de disparo. Por lo que veo las heridas en este lugar se mantienen. Y siento decirte, bueno, en realidad no lo siento.-Movió le bigote.-Que yo dormía plácidamente en mi nuevo sillón cuando llego la muerte, concretamente con tres personas. El Coronel, Aquel vaquero de grandes bigotes y la señorita aquí presente.-Señalo a Maybelle Canary.-Y por mis pesadillas etilicas con ellos tres, y lo dicho por usted, presiento que el culpable de tu muerte a sido ella. Pues de entre los soñados uno era claramente culpable.-Dicho esto busco su sillón, si las heridas y la ropa iban con ellos, tal vez sus ultimas posesiones también.

Esto.. Señor etílico... Wyatt es malo?  Esta usted seguro de ello? 

Lila mira a Giesie ante las intervenciones de Francis y le lanza una mirada fulminante. Si pudiera matarlo, lo haría - Habla quien asesinó a Ravenger... Usted conoce perfectamente a los asesinos, así que no tiene por qué decir palabra o mostrar confusión - se acercó a Mickey y le dijo.

- ¿A quién le dice vaquero de grandes bigotes? Porque si eran el Coronel, la mujer que llegó y Riley, le aseguro que el culpable no se encuentra entre nosotros -.