Partida Rol por web

- ¿Qué pensáis? ¿Será muy arriesgado ir a por Inadra? En todo caso, yo me ofrezco a atacarle. La gente ya sospecha de mí, que sea yo el sacrificado si nos pillan.... 

-Inadra no habla, no supone mucho problema. Aunque es cierto que podría ser el que ve los poderes de otros y espere a hablar. Pero está perdiendo igualmente credibilidad por estar callado y quizá no le importe hablar una vez muerto. No le veo- podía equivocarse- como una amenaza directa.

La intervención de Taylor es algo a utilizar... ¿Vamos a por ella? Mañana ya veremos por dónde sale el sol...

-Sí, lo de Taylor también me ha llamado la atención lo de Taylor, como si ella fuera del otro bando de asesinos o alguien a quien no le interesa que viva el vidente.

El pie de Clive empezaba a impacientarse. -Lo que queráis, también deberíamos pensar en Irina, total parece que el viejo de protector no parece tener nada. Pero hay que decidirlo, ya o muy pronto.

Matemos a Taylor. Que el vigilante tire el dado. Yo le quito el chute.

-Yo creo que es el momento de transformar al viejo. Si es lo que dice y ayer se protegió- luego se retractó pero dijo que iba a proteger a Irina, creo que de noche- hoy no podrá hacerlo. Y si no protege a nadie da igual, tiene las confianzas de la gente y se fían de él. Alguien así nos viene bien aquí. Él e Irina son fuertes. Voto por convertirlo hoy, no matar a nadie.

Ya habría tiempo de matar más noches con más personal.

-Mmmmm... Estoy con Lydia, transformemos al viejo. -Sentencio Clive, que veía que se disolvían de impaciencia. -Lydia ve a por el viejo, Mariano tu vigilas.

Así sea. Pero me muero de ganas por acabar con Irina y Taylor...

Decidido, convertir al viejo.

Alexei se dirigía a su tienda, pero en medio de esa oscuridad, fue interceptado por Lydia, quien tenía una sonrisa en su rostro. Era tan atemorizante que el hombre se tropezó con su bastón al tratar de retroceder y cayó al suelo quejándose de un fuerte dolor en su cadera.

Lydia se acercó y Alexei trató de reptar, pero alguien lo detuvo antes que pudiera posicionarse, se trataba de Mariano quien sonreía igualmente. El hombre estaba tan asustado que temblaba y trataba de que Lydia entrara en razón, luego habló de su familia y con ira y desesperación, manifestó que no se librarían de él tan fácilmente.

La mujer tomó la inyección que Alexei llevaba en sus manos y este no pudo resistirse al ver la escalofriante figura de la chica. Sus ojos eran lobunos y feroces, una gran cantidad de pelaje cubría su piel y su cuerpo parecía más grande, al igual que las garras que reemplazaban sus uñas en sus manos. La chica posicionó la inyección en su antebrazo y en vez de tomarla para sí, drenó un poco de su propia sangre, la cual se mezclaba con la medicina, para formar una sustancia de color marrón.

El hombre gritó en medio de su desesperación que no podrían eliminarlo tan fácilmente, a lo cual la chica rió y solo respondió - Tienes razón, no morirás - y con violencia, le clavó la aguja en su cuello, para pasar a aplicarla la ahora corrupta medicina. Alexei sentía su piel arder a una gran temperatura y sus gritos de dolor fueron ahogados por Mariano, quien cubrió su boca para que no fuera ruidoso.

El anciano trató de pararse pero no podía, el dolor era demasiado intenso. Vio su piel caerse a girones por el calor y una nueva surgir, más gruesa y resistente, mientras sus ojos parecían quemarse igualmente y lloraban sangre. Entonces, el hombre visualizó un lince, el cual le daba su nuevo objetivo. 

Ahora poseía una vista más aguda y unas garras que parecían protruir donde antes estaban sus uñas. Esta dolorosa transformación parecía terminar mientras sentía el fuego salir de tus ojos, ojos que se ennegrecerían.

Al verte así, te diste cuenta de la verdad, la inyección te había convertido en un monstruo, el cual necesitaba y pedía más de esa inyección. Era casi como una adicción, si no tenías más, no sobrevivirías. Serías presa fácil si los demás descubrían lo que te había sucedido.

La adicción se fue convirtiendo en urgencia y esta, a su vez, en demencia. Ya no era solo que la necesitaras, sino que los demás no podían tenerla, debía ser solo tuya y por satisfacer tu urgencia, harías cualquier cosa, incluso dejar morir a los demás.

HOMBRES LOBO...

Les explicaré el funcionamiento de su rol:

- Cada cambio de turno, ustedes escogerán una víctima, la cual será asesinada por ustedes. Les robarán sus inyecciones y los atarán para dejarlos morir víctimas de la radiación.

- Está prohibido delatar a uno de sus compañeros o confesar en la escena general, a menos que sea de común acuerdo.

- Tienen hasta el jueves para decirme una víctima o si no, escogeré una al azar, donde están ustedes incluidos.

- Deben escoger una persona que será quien robará la inyección y otro que vigilará que nadie los esté siguiendo.

- Deben hacer una tirada oculta de 1D20 para ver la eficacia de su vigilancia. Si sacan por encima de 10, es posible que vean a alguien.

Clive estaba de cuclillas haciendo surcos con un palo en la tierra, cuando el resto volvió con el nuevo huésped.

-Hola viejo. -Sonrió mientras se erguía. -Bienvenido a la familia. -Observo a los tres y luego camino hasta ellos, se le veía ligeramente alterado.

-De que coño va Irina, ¿Habla a favor de Inadra e intenta acabar con él? ¿Creéis que podemos aprovechar eso, para echarle mierda y que la despachen de una vez? ¿Es factible librarse de ella de esa forma?

- Bienvenido Alexei... siéntete como en casa. Quedan pocos ya, vienes en un buen momento. 

Mariano se sacudió el polvo de la americana y se limpio con la mano una herida seca del labio. Su aspecto era bastante lamentable, la paliza que le habían dado podía haber acabado con su vida perfectamente. No comprendía cómo podía seguir vivo. 

- ¿Tenéis idea de qué ha pasado esta noche? Alguien entró en mi tienda y me apalizó...

-No se realmente si alegrarme...- Comente sin alegría algunas.

Me levante pausadamente y mi sorpresa  fue grata al descubrir que ya no necesitaba el bastón para andar. Ese suero me había devuelto mucho más que una simple protección a la radiación.

-Pero podéis dar gracias a que ahora estoy de vuestra parte, de algún modo, pues solo quedabais vosotros bajo mis sospechas.

luego me dirigió a Mariano y con  una sonrisa desganada le respondí.

-Casi me podría arrepentir de esto, pero anoche alguien salió de tu tienda y te quitó el suero. No lo pude ver bien, pero después te di un suero que tenía de sobra. Si puedo afirmar que no fue Maddie. Ella dormía.

Saludó con un ligero inclinamiento de cabeza.

-Bienvenido- esperaba haber hecho bien trayendo a Alexei al grupo- supongo que antes de ésto tenías un poder, ¿cual era? ¿Sigues pudiéndolo usar? Cuanto más sepamos de los demás más fácil será terminar con ellos.

Hace un tiempo, no demasiado, se habría horrorizado ella misma solo de pensar así. pero el suero la cambiaba, la volvía más fría. Igualmente, necesitaban el suero para sobrevivir, no era asesinato si se hacía para salvar sus propias vidas. 

Clive rompió el palo que tenia en la mano, simplemente apretando con su mano.
-Temía miedo de que este momento llegara. -Musito antes de caminar con las manos a la espalda.

-Me temo que fui yo, Mariano. Yo entre y te robe, como pudo a ver sido cualquier otra persona. -Sabia que esto no iba a gustar demasiado. -Veréis al igual que vosotros yo tengo también una peculiaridad, día si y día no, necesito el doble de dosis que vosotros, pierdo el control y es como si eligiera una victima al azar para entrar y conseguir su dosis. La primera vez acabe con Nicojai o como se llamara ese rubio y no esperaba que en esta ocasión fuerais alguno de los dos, joder erais 2 de 9 personas, la aleatoriedad era mucha, pero supongo que tuviste mala suerte Mariano. -Luego miro al viejo. -Por suerte él te ayudo y todo a quedado en un susto. Ahora somos cuatro y ellos cinco, con suerte los superaremos en numero pronto y no abra mas accidentes. -Se sentó un tanto derrotado. -Pero no os confundáis todos estamos del mismo lado, simplemente es que a veces, necesito mas y eso no lo controlo. Y si no lo eh dicho antes. Es porque temía vuestras reacciones y confiaba que las probabilidades estuvieran de nuestro lado.

Dicho eso miro al viejo y torció el gesto. -¿Que es eso de solo nosotros bajo tus sospechas? ¿Significa que puedes saber que hace el resto por la noche? Ademas has dicho que no era Maddie, que estaba haciendo ella.

Miré a Clive con un gruñido.

- Temo que mi destine esté único al vuestro, asi que hagamos esto rápido antes que el señor Cilve nos roba la vida a todos.- Alexei se sentía como una fiera dentro de una jaula desde que le habían puesto el "nuevo suero".

-No.. no se quienes atacan por la noche y quienes no. Solo es eso... cada noche intento fijarme en alguien e intentar protegerlo. Y ayer por la noche vigilaba el sueño de Maddie hasta que el ruido de...- miro a ambos chicos- .. vuestra pelea hizo que llegara tarde a la tienda de Mariano. Solo eso. Por eso creo que Maddie debería ser la próxima en caer. Porque es la que veo que mejor ata cabos.

- Somos cuatro. Sujiero rapidez antes de que nos quedemos sin suero para... Clive.

Asintió a Alexei.

-Estoy de acuerdo, no me gusta lo que hace Clive y si realmente no puede evitarlo ni elije sus víctimas, tenemos que acabar antes de que vuelva a matar a otro. Por otro lado, os lo dije, el viejo protegía a la gente. Supongo que dijiste lo de Irina hace dos noches para que no la atacaran y defenderte tú. ¿Sigues pudiendo defender a la gente?

-Somos 4 contra 7. Con suerte pronto terminara todo y no tendremos mas sustos estúpidos. -Hablaba claramente, de su descontrol. -Incluso podríamos votar en grupo contra alguno de ellos para asegurarnos que en la mañana queden 5 de ellos y con suerte ese seria su ultimo día. -Clive estaba apresurando las cosas, pero no deseaba que ellos sufrieran de nuevo por sus fallas. -Aunque lo de votar en bloque tal vez debería de ser mañana y no hoy. -Y aun así prefirió mostrar todas las cartas.