Partida Rol por web

[HLdCN] 2x Diez Negritos

Planta Baja, Habitación 7

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27/02/2015, 04:08
Penny Barrow

Penny estiró un poco su cuello, incitando sin palabras a la mano de Wesley a descender en las caricias que depositaba en su mejilla, mientras escuchaba todo lo que iba diciendo con atención. Sin embargo, hubo algo que llamó su atención y lo miró confusa.

- ¿Dicen que soy una asesina? - Preguntó, frunciendo levemente el ceño. - ¿Por qué? - Hizo entonces una pequeña pausa. - Bueno, a ver, digamos que aquí estamos todos por lo mismo, en ese sentido sí lo soy, tanto como ellos. ¿Pero creen que tuve algo que ver con sus muertes o qué? Porque no lo tuve y no sé por qué iban a pensar algo así. 

Se quedó callada varios segundos, con la mejilla apoyada en el pecho de Wesley.

- Cuando vi al señor Predatore en la biblioteca me lanzó algunas pullas sobre ti. Me dijo que qué extraño era verme sin ti, con un tono claramente sarcástico, no sé si me entiendes. Me hizo sentir francamente incómoda y entre eso y que no dejaba de entrar gente decidí marcharme a pesar de que la conversación con el doctor era interesante. Y a ella, a la rubia, la vi dedicarnos una mirada llena de desdén antes de que todo se convirtiese en una locura. Pero no le había dado mayor importancia. 

Suspiró y se esforzó por apartar esas ideas de su mente al sentir la mano de Wesley en su cadera. Una sonrisa se abrió camino en sus labios y un brillo pícaro se encendió en sus ojos cuando miró a su amante de nuevo.

- Ahora más que nunca, Wes. Sólo importa el presente. - Susurró mientras deslizaba su mano por el pecho de él. - Prométeme que tendrás cuidado cuando salgas. - Comprendía perfectamente la necesidad de salir y vigilar. Ella misma se sentía incapaz de quedarse quieta sin hacer nada. Sin embargo, sacó el ánimo suficiente para bromear incluso en esa situación. - Por una vez puede que nosotros no seamos los más peligrosos en esta casa.

Las palabras se disolvieron en un leve jadeo contenido y los ojos azules de Penny buscaron los de Wesley. Con cada movimiento de su mano se le hacía más difícil centrarse y terminó por poner una de sus manos sobre la de él, sintiendo más de cerca cada pequeña fricción. Penny se mordió entonces el labio inferior con un gesto travieso y empujó suavemente su pecho para que se tumbase sobre su espalda y buscar sus labios desde arriba. 

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27/02/2015, 11:27
Wesley Barrow

Asiente con cansancio. - Así es. Dicen que andabas a cuchichear, tramando contra ellos. Ni caso. - Dice tajante, aburrido de esos dos que no puede evitar sacar de su visión al otro lado. La escucha atentamente cuando revela como la trató el italiano gordo. - Tuvo suerte de que no estuviera ahí. Hubiese dejado este mundo con los morros partidos. 

La manera en la que ella se acomoda en él y toca su pecho, con esas caricias que nunca había sentido iguales de otra mujer, hacen que su tensión de deshaga. Tiene esa sensación agradable de cosquilleo en sus sienes cuando algo excita más que por lo que es, por lo que la mente relaciona. - Sabes que lo tendré. Ninguno me cogerá con la guardia baja. Serán solo unos minutos. - Gradualmente su voz se suaviza hasta alcanzar el timbre de la de su amante. Mi deseada forajida. Piensa con lujuria mientras su mano hace lo que tiene que hacer. El aire abandona sus pulmones entre excitado y divertido al insinuar que no son los más peligrosos. Bueno, tú para mi siempre eres un peligro. - Donde se creía que su mano sería la mayor de las fuerzas en esa habitación, le sorprende la carga de Penny, a la que no pone ni un ápice de resistencia, dejándose llevar con una sonrisa hacia atrás. 

Ahora están tumbados, él no llega a la almohada, tiene la cabeza de su amada sobre el pecho y su centro de gravedad bajo el firme amarre que es su mano. Ni esta ni ninguna otra cosa puede evitar que reciba el rostro de Penny sujetándolo con su otra mano libre y entrelazando sus dedos entre los cabellos cobrizos de esta, importándole poco despeinarla. Cuando estamos, estamos. La besa con determinación y los ojos cerrados, sintiendo que no es un beso cualquiera. No es el beso de una pareja que se sabe repetidora tras unas horas. En un tiempo más bien corto, ella tendrá que abandonar la habitación, y él también, con los peligros que esto conlleva. Pensar en perderla, en morir, en no estar juntos, hace que su corazón lata más nervioso, a la par que excitado. Esto se ve reflejado en una poderosa erección, seguro notable a través de sus pantalones, pero solo el Señor sabe si esos vestidos tan grandes no la ocultan del todo. 

En los segundos durante los cuales la distancia entre sus labios es algo mayor susurra con los ojos abiertos y la particular firmeza de sus manos unas claras palabras. - Te quiero, Penny. - Recalcar su nombre, su verdadero nombre, le ayuda a saber que todo lo que están dispuestos a hacer y lo hecho anteriormente es lo correcto, pues no duda que necesario ya lo sea. Como si el demonio poseyese sus manos estas, con una precisión milimétrica, se hacen con su trasero, buscando una entrada entre todas las capas de tela que componen las faldas de Penny. Se incorpora de un impulso, quedando sentado al borde de la cama y con esta encima suya, de frente el uno a otro. Más calculadoras, ahora sus manos empiezan a deshacer los botones que le privan del cielo hecho carne.

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27/02/2015, 23:19
Penny Barrow

- A cuchichear. - Repitió Penny con tono molesto, apartando brevemente sus labios de los de Wesley. - Porque la señorita Stolness había ido al cuarto del señor Predatore a rezar el rosario, ¿no? Y él había ido a la biblioteca a jugar al parchís. - El sarcasmo en sus palabras era evidente a pesar de que su respiración se iba entrecortando con cada una de las caricias de su amante. Sin embargo, no era difícil notar que él no quería continuar hablando del tema de las voces y ciertamente ella también prefería que se dedicasen a otros asuntos.

Con un suspiro abandonó esa idea, dejándose llevar por los dedos de Wesley que se enredaban en sus cabellos y sintiendo el calor y la humedad de su aliento entremezclándose con el suyo. Las manos de Penny recorrían el torso de su amante hasta que una de ellas consiguió encontrar una entrada para colarse bajo su camisa y su respiración se entrecortó al sentir la calidez de su piel bajo las yemas de sus dedos. Marcó esa piel con las uñas, sin apretar demasiado, pero dejando que las sintiese en su abdomen. Era sencillo perderse en esa familiaridad siempre nueva que compartían, en el tacto de una piel ya conocida, pero deseada como el primer día. La excitación que añadía el peligro era un extra que enardecía los sentidos de Penny, haciendo que su pecho latiese más fuerte, que sus labios se movieran más firmes y que la sangre de sus venas se volviese una ardiente corriente de lava que erizaba los poros de toda su epidermis.

La declaración de Wesley hizo nacer una sonrisa de medio lado en sus labios, cargada de una mezcla entre picardía y ternura, y su mirada se volvió felina al buscar los ojos de Wesley. Sin embargo, no dijo nada al respecto, se limitó a dejar que su sonrisa se ampliase milímetro a milímetro mientras buceaba en la profundidad de sus ojos castaños. 

Contuvo el aliento cuando él se incorporó y con rapidez se agarró de su nuca para sostenerse mientras acomodaba sus caderas con naturalidad en un movimiento lento. 

- Vaya, Wes... - Dijo en un susurro ronroneante. - ¿Tienes una pistola en el bolsillo o te alegras de verme? - Bromeó divertida, parafraseando a su actriz de Hollywood preferida en una de las últimas películas que habían visto juntos.

Cuando Wesley empezó su batalla particular con los botones del vestido, Penny se inclinó hacia delante, apoyando la mejilla en la curva de su cuello para aspirar una vez más su aroma, tan familiar como estimulante. Y mientras él continuaba en la tarea de desvestirla, sus labios empezaron a recorrer su hombro en un sinuoso camino de pequeños besos y mordiscos que terminó cuando atrapó el lóbulo de su oreja entre los dientes. Respiró despacio, dejando que el aire que salía por su nariz acariciase su cuello mientras sus dedos se enredaban en los cabellos de su nuca. 

Yo también te quiero, Wesley Allen. - Susurró entonces, todavía marcando con los dientes su lóbulo. Su voz sonaba ronca por el deseo y sus pupilas estaban totalmente oscurecidas por la adrenalina que recorría sus venas, olvidado ya durante algunos minutos el horror de la situación que los rodeaba. 

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28/02/2015, 16:38
Wesley Barrow

Wesley no responde a la broma de Penny más que con una sonrisa. Yo hago el amor, no la guerra. Piensa para sí, completamente juguetón, a la vez que sus dedos van separando esos endiablados botones uno a uno. Si por él fuera separaría las dos partes del vestido, rompiéndolo y dejando su espalda al aire, pero aún le queda un mínimo de temple.

La sensación de su aliento húmedo y caliente en su cuello y lóbulo, junto a esos pequeños mordiscos, lo están sacando de sus cabales y con menos compostura los acaba de separar, dejando su espalda desnuda. Tan solo acariciarla con los dedos pone sus pelos de punta. Gruñe apasionado, como respuesta, a su te quiero. Cada roce de esa piel suave y templada hace que la presión que se interpone entre ellos sea cada vez mayor, cada vez más insostenible. En lugar de separarse de ella y librarse de los pantalones para respirar tranquilo, sus manos rodean su cintura y se recrea buscando sus labios, besándola apasionadamente. Hasta que no puede, literalmente, más.

Suelta su espalda y se deja caer hacia atrás, apoyando su espalda en la cama e incitándola con la mirada y una sonrisa ladeada levanta las cejas y señala su entrepierna, orgullos. Mientras tanto se desabrocha la camisa, realmente acalorado y empezando a tener una fina película de sudor en el rostro y cuello. Tiene los ojos de quien no piensa en nada más que en la persona está enfrente y suspira impaciente.

 

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28/02/2015, 21:41
Penny Barrow

Una risita divertida salió espontánea de la garganta de Penny al ver el gesto de Wesley hacia su entrepierna. La joven enarcó las cejas en un gesto juguetón, exageradamente impresionado, mientras sus labios esbozaban una sonrisa pícara. Se mordió el labio inferior, tentadora, mientras se liberaba de la parte superior del vestido, arrebujándolo en su cintura. 

Toda la piel de su torso se erizó ante el contraste repentino de temperatura y un pequeño escalofrío recorrió su espalda, más placentero que desagradable. Desde esa postura, erguida sobre él, lo contempló en silencio durante un par de segundos, recorriendo su pecho con los ojos entrecerrados en un camino descendente primero, para después volver a subir hasta entrelazarlos con su mirada. 

Se movió despacio entonces, con los ojos brillantes, para inclinarse sobre él y besarlo con ansias. El contacto de sus pechos sensibles rozando la piel más dura y fibrosa de él, hizo que contuviese la respiración durante un instante en el que podría haberse perdido para siempre. Sin embargo, empezó a deslizar sus labios por el cuello primero, avanzando por su torso después y deteniéndose en sus pezones.

Mientras tanto, sus manos parecían anticipar el camino que seguiría su boca y se dirigían hacia la cintura de Wesley, marcando con las palmas sus músculos con caricias firmes hasta llegar a su cinturón. Allí, con dedos diestros y sin separar sus labios de su piel, empezó a desabrochar todo lo que hiciera falta para poder alcanzar su destino. 

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01/03/2015, 23:59
Wesley Barrow

El roce de su cuerpo, tan suave en relación al suyo, es una sensación deliciosa a la que se entrega el tiempo que dura. Su mano abandona a su amante, por solo unos instantes, para ir a parar a su pelo y frotarse el cuero cabelludo de pura impaciencia y excitación por ir al siguiente paso. En el momento en que Penny desabrocha el cinturón y luego los botones del pantalón se siente liberado al fin de esa presión en la entrepierna. Sigue apoyado en su espalda, dejándose llevar por los perversos juegos que Penny puede jugar.

Jadea como si nunca antes le hubiesen practicado una felación, o al menos una tan buena. La manera en que ella lame su miembro completamente duro hace que este mueva la pelvis sutilmente, como si estuviera penetrándola. Es cuidadoso, aún así, y sus movimientos no son exagerados, solo los suficientes como para manifestar su placer a su compañera de cópula. Con las dos manos desciende hasta su cabeza y juguetea con sus mechones, acaricia lo que puede de su rostro y, más egoistamente, induce un movimiento ascendente y descendente en esta. Ríe entre jadeos, sintiéndose sin duda el más afortunado de la casa, como si no pudiese morir. Oh, la inmortalidad... Deshace el nudo que son sus manos en dos caricias que abandonan su rostro a la vez que se incorpora, absolutamente impaciente. 

Frente a ella, la agarra por la cintura y tiene lugar el primer roce entre su miembro y la cercanía de su pubis, produciendo a Wesley una soberana excitación. La eleva y en el aire la besa, con sus labios tan húmedos y calientes por haber estado comiéndoselo. Eso le excita, pues no es pudoroso, y nada en Penny podría echarle para atrás. Hace que esta con sus brazos se quede colgada de su cuello y hombros y la libra finalmente de toda la ropa. Al fin... Su respiración se acelera al tenerla desnuda para él, al fin. Gira media vuelta y se deja caer con ella en cama, de modo que esta queda apoyada en su espalda.

Wesley, teniéndola a su merced, la besa apasionadamente mientras con su zurda desciende entre sus pechos hasta su vientre, que acaricia sin mesura, para luego llegar a su verdadera meta. No para por un solo minuto el beso mientras toca esa zona tan húmeda, caliente y excitante. Sus labios pasan a su cuello y sus dedos se mueven con destreza estimulando tanto su clítoris como la zona de la entrada. Jadea a la par que ella. Aún no... - Le dice, aunque más que palabras, es un gruñido determinado. En ese momento muerde algo desmedido su cuello y recorre como un rayo su torso, hasta llegar a la cintura. Con su lengua aventura el camino desde el ombligo hasta su entrepierna, hundiendo su cara en esta. La lengua, los labios, la nariz, todo vale...

Notas de juego

Por dos segundos te me adelantas... ¿No lo puedes poner antes para que lo vea Penny? 

Director: Hecho.

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02/03/2015, 00:05
'Director

Tras vuestro tórrido encuentro, os despedís con pasión deseando repetirlo la noche siguiente.

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02/03/2015, 00:06
'Director

Por la mañana al despertar, algo te llama la atención. Algo que antes no estaba ahí. Sobre una repisa, un cuadro de medio metro de lado descansa con intención de ser bien visible. El cuadro no contiene ningún dibujo o paisaje, contiene el texto de una canción infantil popular.

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05/03/2015, 00:14
'Director

Agotado por las tensiones del día, cuando llegas a la habitación y cierras la puerta a tus espaldas, una imagen ronda tu mente, la de Sir Gustave Cavanough y tu "hermana", Penny Barrow, haciéndose gestos mutuamente.

Notas de juego

No es un deja vu. Has vuelto a pillar a estos dos haciéndose señas.

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07/03/2015, 15:23
'Director

Ya avanzada la noche, cuando la frenética actividad de reuniones nocturnas ya hace mella en el cuerpo y éste pide descanso, alguien llama a la puerta. Es Penny. Su llegada no por esperada causa menos alegría en Wesley.

Notas de juego

Podéis charlar.

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07/03/2015, 16:10
Penny Barrow

Penny entró en la habitación de Wesley con aire cansado. 

- Llevo toda la noche de un lado para otro. Estoy agotada - Afirmó con un suspiro en cuanto entró en el cuarto.

Esperó a que Wesley cerrase la puerta para acercarse a él y ponerse de puntillas para besarlo suavemente. Después apoyó la mejilla en su hombro y continuó hablando desde ahí en un tono más tenue. 

- Estuve en el embarcadero con Gustave y la señora Beddingfeld. Ella sospechaba de mí durante el día, pero creo que en ese rato me la gané un poco. Estuvimos hablando de posibles teorías sobre por qué hay dos grupos de estatuas. ¿Tú podrías preguntarle a las voces por las nacionalidades de todos ellos? ¿Y también por si alguno ha estado en África o ha tenido alguna relación con ese continente?

Hizo una pequeña pausa y volvió a suspirar.

- Finalmente la doncella que me citó no acudió a la cocina. O tal vez no entendí sus señas. Así que no pude hacer nada sobre ella. Prudence tampoco acudió, pero la reunión estuvo interesante igualmente, ¿no te parece? ¿Qué opinas de lo que dijo ese muchacho extraño... Everet? Creo que su teoría sobre Yvette podría ser cierta. 

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08/03/2015, 02:39
Wesley Barrow

Esperaba ya la visita de Penny, y aceleradamente se aproximó a la puerta para dejarla entrar y cerrarla tras el paso de esta. Recibe su beso llevando sus manos hasta su cintura, aún con un gesto de desaprobación ante el anuncio de su cansancio. - Normal, conspiradora... - Sonríe ante la broma con su mejilla apoyada en su hombro y pasando la mano por su pelo. 

Escucha las aventuras de su noche mientras acaricia su cabello y le da su calor. - Les preguntaré ahora mismo, no lo dudes. - Mantiene un silencio de un segundo y se concentra en un punto próximo. - Listo. Perturbador, ¿eh? - Bromea entre risas. - En serio, muy bien por ganártela. - Felicita a su amante, dándole tregua en su siguiente pausa. Que se desahogue ella, y luego yo- No confío mucho en Everett. A mi parecer es fantasioso y quizás esté rizando el rizo. Aún así, tener muchas teorías disponibles siempre es bueno. Lo más provechoso de él, creo, es no tenerlo en contra. - La separa y la guía a la cama, para sentarse al borde de esta. 

- Yo tampoco he parado... Y tengo mierda realmente interesante, que, por supuesto, no debo contar a nadie. - Sonríe pícaramente, orgulloso de su triunfo. - El señor Clement, el hombre de Dios, tiene un revólver, y me lo enseñó. Está acojonado por los disparos de Fausto, y quiere que si se sabe que lo tiene, yo pueda defenderle de algún modo. Según él tiene solamente una bala, y es la misma con la que vino. Por ahora, creo en su palabra. - Confiesa Wesley para quitar hierro al asunto del arma. - Sé que no es tan jugoso como el chamán galés, pero... - Dice riéndose del panoli futuro objeto de hurto. - Bueno, y a la seria y cerrada Sally Miles, pongo la mano en el fuego a que me la gané. Hice que se sonrojase y todo. - Toma aire antes de explicarse. - Le metí una bola sobre el más allá. Dije que el Doctor y el violador la ponían de asesina con argumentos sólidos. No tardó un minuto en contarme que por la noche puede ver quienes de nosotros somos negritos y quienes no. Creo que se refiere a discernir entre asesinos e inocentes.  

En este momento se arrima a su amante y adopta un tono más serio y calculador. - En definitiva, creo que contamos con la confianza de una gran parte de la casa. Nadie que confiase en uno de nosotros atacaría al otro. Lo hemos hecho bien- Dice notablemente contento por los resultados y lleva sus manos a sus mejillas, sujetándolas con firmeza y planta un beso en sus labios. Separa lentamente los labios de esta, sus ojos revelan las ganas de pasar a algo más, pero su cabeza le dice que aún no, que primero deben ser prácticos y apasionados luego. - A título personal, Penny, ¿quienes crees que pueden ser los asesinos? 

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08/03/2015, 12:38
Penny Barrow

Penny contempló a Wesley asombrada durante algunos instantes por todos sus descubrimientos. 

- Vaya, Wes, tú tampoco has tenido tiempo para descansar, ¿no? Ven sentémonos. - Comentó con una risita suave mientras lo tomaba de la mano para llevarlo hacia la cama. Allí se sentó en el borde pensativa antes de hablar de nuevo.

- Creo que los que permanecen callados están tratando de pasar desapercibidos. Porque no dicen nada, pero luego bien que sus ojos acusadores se fijan en alguien, ¿no lo has notado? Ese tal señor Gaylord, por ejemplo. Ni siquiera recuerdo la voz que tiene. O tal vez la señora Dupont. La señora Beddingfeld podría estar intentando parecer inocente, habla bastante, pero no aporta demasiado. - Penny hizo una pequeña pausa. - No lo sé, la verdad. Hay demasiada gente que apenas habla mientras que otros lo hacen sin parar y así es complicado discernir las intenciones de los silenciosos. También podría ser que alguno ya hubiese muerto, pero no creo que te lo dijeran. Al menos sabemos que la señora Miles, Gustave y el padre Clement son inocentes seguros, ¿no es así? Algo es algo.

Penny sonrió, evaluando la situación.

- Bueno, en realidad creo que lo de las estatuas es un poco más complicado que eso, Wes. Había diez estatuas y éramos veintiuno entre invitados y personal al llegar aquí... No creo que haya once asesinos compinchados con el anfitrión, me parecen demasiados, ¿no crees? Así que entre la gente que no tiene una estatua asignada debe haber inocentes y culpables al mismo tiempo, lo cual complica el asunto. ¿Te contó la señora Miles sus descubrimientos? Es extraño porque habría jurado que algo así era lo que se estaba atribuyendo Yvette... Tal vez la doncella sea aún más turbia de lo que parece. - Y el tono de su voz corroboraba que eso le parecía ya mucho. - En el embarcadero también estuvimos valorando la posibilidad de que el anfitrión esté jugando también con sus colaboradores. 

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08/03/2015, 22:33
'Director

El encuentro ha sido más breve esta vez, dado que os habéis encontrado a una hora muy avanzada y el cansancio hace mella en vuestra resistencia y en vuestros corazones.

Penny se despide de Wesley, dejando a éste en la soledad de su habitación.

Notas de juego

Penny abandona la habitación y la reunión acaba.

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12/03/2015, 00:31
'Director

Cuando llegas a tu habitación, preso de las emociones vividas, recuerdas haber visto a Margaret y Elisabeth haciéndose gestos durante el almuerzo.

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14/03/2015, 09:02
'Director

Avanzada ya la noche, Penny llama a la puerta de la habitación de su "hermano".

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14/03/2015, 11:34
Wesley Barrow

Wesley abre la puerta y apremia a Penny a meterse rápidamente dentro. Mira con cierto grado de paranoia, pero ya menos, al exterior antes de cerrarla tras de sí. Se ha hecho ya a estas costumbres de la noche, y entiende que lo que pase tendrá que pasar y que es improbable que un asesino se cuele en su habitación con él despierto. Con la puerta asegurada en su espalda, sonríe a Penny y se acerca a ella. La toma en sus brazos y abraza en silencio, para finalmente hundir sus labios en su cabello, por besar su cabeza. - ¿Qué tal, penique? - Pregunta a su amante con tono visiblemente cansado. 

- No he tenido mucha suerte esta noche. - Dice con algo de derrota. - El párroco no dijo mucho, y la viuda... Bueno, parece que se está volcando en mi. De verdad, la han debido tratar muy mal, porque con la mínima educación y dos sonrisas... En fin, esta noche va a comprobar si yo soy un negrito. No sé si lo seré o no. Se me escapa el comprender realmente qué es. - Se separa entonces unos centímetros para mirarla a sus ojos azules claramente. - ¿Tú bien?

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14/03/2015, 12:16
Penny Barrow

Penny entró en el cuarto de Wesley y se dejó abrazar, apoyando su mejilla sobre el pecho de él con un suspiro. 

- Pues yo estuve con el señor Arbuthnot, pero realmente no llegó a contarme nada, aunque al menos creo que lo tenemos de nuestra parte. Siempre y cuando no choquemos con las señoras Beddingfeld y Cavendish, ni con el señor Owen. Al parecer ellos también tienen su lealtad. Y bueno, también me vi con el señor Cavanough, que sigue en su línea habitual, pero que parece dispuesto a protegernos como sea, así que podemos seguir contando con él. 

Negó con la cabeza y dejó que su mirada se perdiese en la de su amante.

- Mi noche tampoco ha sido muy productiva, Wes. Pero bueno, ojalá no seas uno de esos negritos. Creo que si no lo eres, los asesinos no se molestarán en matarte. Al menos eso parece creer Gustave, que los que no tienen una de esas estatuas asignadas están a salvo. 

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15/03/2015, 15:16
Wesley Barrow

Se pierde en sus ojos, como ella en los suyos, pero esto no lo distrae lo suficiente como para no atender a sus palabras. Penny debe ser tan escuchada como admirada. Asiente cuando ella termina. 

- Tiene sentido. Espero no ser uno, entonces... - Entonces baja la cabeza y la ladea, algo sombrío. - Hay otra cosa, Penny... ¿Te acuerdas de antes en el Hall? ¿Cuando la viuda y yo afirmamos ver a Eleanor y el Doctor? Bueno... Las cosas están algo agitadas en el otro lado. Todos se han hundido en una Laguna. Solo Everett está muerto normalmente. - Niega preocupado. - Creo que por eso los he visto aquí... Además... Esto es duro, pero el párroco no es el párroco realmente. Crowden está dentro de él. - Confiesa a su amante. 

- No te quería ocultar esto, pero no quería contarte nada hasta que lo confirmase. Es demasiado místico como para decirlo así porque sí... Me entiendes, ¿no? Tengo que pensar si decirlo mañana. ¿Qué nos dice que no estén introduciéndose en otros cuerpos? - Es visible que Wesley realmente cree en lo que está diciendo.  - No te diría estas cosas si no fuesen verdad, o al menos si no creyese realmente en ellas.

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15/03/2015, 22:24
Penny Barrow

Penny contempló entre asustada e impresionada a Wesley.

- Oh, Wes. ¿Estás diciendo que esos muertos pueden... Tomar nuestros cuerpos? ¡Eso es horrible! - Exclamó finalmente, buscando la mano de su amante para apretarla con más fuerza de la que pretendía, con sus ojos azules muy abiertos.

Había tenido dudas, pero cada vez el asunto parecía más un tema de espiritismo que de ciencia y a la pragmática mente de Penny le costaba asimilar eso. Una cosa era que Wesley escuchase las voces de los muertos. Y otra muy distinta que esos mismos muertos se metiesen dentro de otras personas para manejarlas como títeres. No estaba preparada para algo así. Y sin embargo, no tenían tiempo para dudar. Debían mostrarse fuertes.

- Creo que debes contarlo mañana. Tenemos que estar preparados, saber que tal vez la persona que tenemos delante no es quien pensamos. Creo que es más peligroso guardarlo en secreto.