Partida Rol por web

Es posible si te encuentras en la mima estancia, tienes algun item... y esas cosas.

Resumen: Si.

-¿Buzo? ¿Calderas? Está claro que me he perdido mucho...

Diana escucha atenta el relato de los demás sin perder detalle, como si de un cuentacuentos se tratara, antes de contestar a Gerard.

-Me temo que yo fui la encargada de esposar a Renfri y llevarla a su celda. Nunca creí que fuera culpable de nada, pero era mi obligación al leer los votos.

Aprovechando los paseos de Renfri por la sala, dejándoles a Gerard y a ella solos junto al cuerpo del fallecido, Diana finge examinar el cadáver para ponerse de espaldas a la joven periodista y murmurar a Gerard, tratando de que este pueda leerle los labios.

-Favor por favor. Sígame el juego y prometo dejarle ir.

Sonreí ante las palabras de la señorita Relish. Puede que tuviese mala memoria o que simplemente quería deshacerse de mí en las votaciones pero sabía cómo iba el juego y poniendome serio le repliqué.

- Me parece a mí que le han explicado mal las cosas y que tiene mala memoria. Voy a tratar de refrescarme la memoria para ver si encaja las piezas...le comenté un tanto molesto de ver que salía a relucir la opinión que tenía de mí. Fuese como fuese, dejaría las cosas claras ante los presentes. Cuando llegasteis precisamente aquí, para realizar vuestra votación, juntitas y acarameladas, tanto monsieur Moctod, el señor O'janeiro y yo ya habíamos estado debatiendo quién parecía sospechoso y habíamos emitido nuestras votaciones a la vista del resto. Es decir, todos fuimos conscientes de a quién habiais votado, a la baronesa Alice. Realmente quedé sorprendido y quise indagar sobre vuestro repentino cambio de parecer pues hasta entonces era evidente que estabais aliados Brett, Alice, Inara y usted misma, EBAI para abreviar. El caso es que la misma Inara, y haga memoria, fue la que habló del ataque que habíais sufrido en el patio de cristal, que las tortugas reaccionaron a la melodía del piano y se abalanzaron contra los que allí estabais, entiéndase, Maynard, Alice, el buzo, Smith y vosotras dos si no recuerdo mal. Hasta aquí no podía hacerse la tonta, habían múltiples testigos y los hechos lo probaban. Después salí y encontré a la baronesa en el invernadero a la cuál metí en el calabozo y cuando Maynard, que estaba presente cuando la esposé, sacó a relucir el tema de la votación...fui sincero y le dije lo que sabía, que habíais votado en su contra. En ningún momento presencié el ataque, Inara me contó su versión, Alice se sintió traicionada y pensó que la culpabais al ser ella la que tocó el piano y Maynard confirmó todos los hechos. ¿Por qué votasteis en su contra? Ni idea. ¿Algo que objetar hasta aquí?

- Doy por hecho que fuisteis vosotras quién liberasteis posteriormente a la baronesa y os aliasteis para votarme en contra. ¿Pretendes que confíe en usted cuando nunca le he votado ni le he mostrado adversión de ningún tipo?  Usted traicionó a la baronesa y pese aaque me vi en la obligación de encerrarla no tenía sospechas de ella, al contrario, se ha mostrado muy participativa en resolver todos los enigmas del castillo y me ha apoyado. Por el contrario, vosotras dos (Inara), habéis arremetido contra mí simplemente por placer. ¿O acaso tenéis alguna prueba de que he cometido algún asesinato o he estado presente? Sabéis que no y si decís lo contrario mentís, soy inocente hasta la médula.

Dicho esto, el sommelier se puso en posición defensiva por si alguna de las presentes arremetía contra él. Iba a defenderse con uñas y dientes y no tenía nada claro si llevaban las esposas de la votación para meterle entre rejas. De ser así, y se sentía amenazado. No dudaría en llevarse por delante a quién fuese.

Poco a poco, y siempre de cara al resto...se fue alejando del resto en dirección a la puerta para salir del lugar.

- Creo que no tengo nada más que tratar con ustedes. Siento mucho su actitud hacia mí persona. Pienso que cometéis un grave error.

Gérard se mantiene totalmente en alerta, cutter preparado en el bolsillo por si se prestara el caso. No va a permitir que le esposen ni que le vengan  por la espalda en ningún momento, alejado de la ventana por si acaso.

Diana pasea la mriada de Eider al Gérard y viceversa, tratando de seguir el rumbo de la conversación. Las acusaciones cruzadas se sucedían con los demás como meros testigos. Si seguían así, la cosa podía ponerse seria. Solo cuando vio a Mercier acercarse a la puerta, se puso ella misma en acción.

-Lo siento, señor Gérard, pero sabe que no puedo dejar que se vaya así. Vamos, no me haga esto más difícil. Sinceramente, no tengo nada contra usted. Al revés, agradezco que me avisara del trofeo, pero tengo que acompañarle a las celdas. Tan solo eso.

Mientras habla, Diana comienza a acercarse a él dispuesta a perseguirle si fuera necesairo.

Al ver la escena del Gerard me relamo los labios. Al fin alguien que se pone en su sitio.

-Entonces usted no me afirma lo que comentó la baronesa. Además, no entiendo por qué se pone a la defensiva. Si se pone así es porque oculta algo. Podemos hablar como personas civilizadas. Tenga en cuenta que -chasco la lengua-, le voté por desconfianza, por lo que dijo la baronesa sobre mí. Y... en algo sí que estamos de acuerdo -le guiño el ojo- No podemos confiar el uno del otro, hasta nuevo aviso. Por otro lado, no le estoy acusando de algún asesinato. Se ha puesto usted a la defensiva con ello... ¡Por el amor de Dios!, ¿nos debe contar algo?

- Pues me temo que tenemos un problema, señorita Lister. Se que hacen esas esposas y a donde pretende llevarme...y no estoy dispuesto a ello. No pienso morir a manos de un asesino encerrado como un perro en una celda. Usted elije...me deja ir por mi propio pie o tiraremos de épica a ver quién se le une al viejo en esa asquerosa mesa. Después de sostiene el cincel en una mano y el cutter en la otra. Se puede apreciar que ninguno de los dos han sido usados anteriormente. La señorita Lister tiene dos opciones, dejarle ir...o tener un enfrentamiento directo. El sommelier no va a ceder. Adopta una posición defensiva, atento a lo que hagan el resto y realmente cerca de la puerta de salida. ¿Cuál es su decisión, querida?

En cuanto a usted señorita Eider, si estoy en esta situación es por usted. No tengo nada que ocultar y me se totalmente inocente, pero temo comunicarles que no pienso morir como un cerdo en una celda. Si quiere hablar hablaremos...pero no voy a permitir que me esposen. 

Al parecer no se va a ir sin luchar, puedes intentar ponerle las esposas y que el te ataque -si lo hace- y tendrá el la ventaja o por otro lado puedes intentar luchar para reducirle y esposarle una vez reducido. En cualquier caso, tendrás el apoyo que te presten los que se encuentran en esta sala... si es que te apoyan a ti y no al otro... o son neutrales.

No todo iba a ser color de rosas XD

-¡Pero por el amor de Dios, baje usted el arma! ¿Diana por qué tienes las esposas?

Apoyo a Gerard

Diana sostiene las esposas visibles mientras observa cómo Mercier saca sus armas dispuesto a morir luchando

-Permítame que le diga, señor, que es usted verdaderamente estúpido. He intentado negociar con usted y hacerle un favor. No quería llegar a esto. Tan solo le he pedido que me acompañara a los calabozos, si se le encarcelaba o no era solo cosa suya. Además de toda esta escena.

La mujer mira de reojo a Eider evaluándola antes de responder.

-Tengo las esposas porque, como dije antes, yo misma hice el recuento de votos cuando se abrió esa maldita urna. Ahora me veo en el deber de llevar al señor Gérard a los calabozos, por haber salido su nombre como culpable. -grita Diana a Eider a modo de respuesta.