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HLdCn: El Legado de Caín II - Semillas de Destrucción

Un Sitio a Recordar

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28/12/2013, 00:45
Eko Létang

Sentir cómo ella entraba al juego a Eko se le hacía delicioso. Dejó que ella humedeciera los labios de ambos antes de responder. Y cuando lo hizo fue tirando un poco más de su prenda.

- No. - Respondió Eko con tono grave, volviendo a tomar su labio después. - Es porque ya estoy harto de ocultarme en la sala común. No lo haré también aquí. - Sentenció, tirando suavemente de ella con sus dientes. Entonces elevó un poco la postura de sus piernas, asegurándose de que sus caderas estuvieran bien pegadas. - Si Lennish hace lo que dice, con Yormund será suficiente. - Sentenció. - Estoy intentando hacerme con Megan, sólo por si acaso alguno sobrevive a esta noche o vuelven Ivhone o Vanna. - Enunció lentamente, mientras la mano libre viajaba hasta su nuca. Luego fue él el que pasó la lengua por el labio de ella con toda la calma del mundo, mientras sin querer su respiración se iba volviendo más profunda.

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28/12/2013, 10:09
Zyllah

Mi respiración se agitaba más a cada instante que pasaba pegada a él, sintiendo sus dientes en mis labios tirando de mí. - Me parece bien. - Respondí a sus primeras palabras. Mi mano se sujetaba con firmeza a su nuca, mientras la otra empezaba a ascender despacio por su costado, marcándolo con las uñas. 

Su respuesta sobre Megan me pareció arriesgada. - Creo que era mejor Andrew, con Megan no sabes si tendrás de nuevo la magia de matar o no. Quizá sea un desperdicio. - Con una sonrisa traviesa intercepté su lengua con la mía, antes de añadir algo más. - Pero está bien. Esperemos que funcione. 

Sin añadir nada más, entreabrí los labios y los pegué a los suyos, buscando su lengua directamente con la mía.

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28/12/2013, 14:22
Eko Létang

El tacto de sus uñas en el costado de Eko erizaba su piel, aumentando gradualmente la temperatura. Probablemente a estas alturas sus profundos ojos grises tendrían ya ese tinte de profundidad, pero con los labios tan pegados Eko no podía buscarlo. Sin embargo, no era necesario. Tener su cuerpo pegado de esa forma, recibir su aliento cada vez más pesado con cada inspiración, era suficiente.

En cuanto sus lenguas se rozaron los ojos de Eko adquirieron un brillo entre expectante y travieso, y se fueron cerrando en cuanto sintió que ella había dado por terminada la espera.

Aún ahora se le hacía extraña la idea de tener que limitarse. Sí, Zagam estaba mirando... Pero a estas alturas ya se esperaría cualquier cosa. Durante los últimos días las ganas de Eko habían ido creciendo, y en este instante el único motivo por el que no iba más allá era la posible llegada de Gabriel. E incluso así, de no tratarse de la hija de Nybras probablemente habría forzado la situación ya tiempo atrás, planteando un ultimátum en el que o le daba lo que ya tenía que ser suyo, o la cosa terminaba.

- Puede que sea un desperdicio. - Dijo en un momento en que se separó ligeramente de ella para tomar aire. - Pero acabar con alguien directamente sin tener claro lo que oculta podría ser un suicidio. - Explicó antes de lanzarse de nuevo a por su boca. Mientras tanto, sus dedos continuaban enredados en su pelo, sosteniendo su nuca para no dejarle opción a apartarse más de lo necesario. Su otra mano aún agarraba su sujetador con fuerza, pero se había desplazado ligeramente hacia uno de los lados, deslizando la tira por su hombro, para poder acariciar cómodamente con el pulgar su pecho. Debía hacer un verdadero esfuerzo de contención para no llevarlo más allá. La pronta llegada de Gabriel le impedía poner las cosas en una situación más comprometida, pero al mismo tiempo le instaba a aprovechar el tiempo que les quedaba a solas. O al menos tan a solas como la mirada de Zagam permitía.

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28/12/2013, 15:38
Director

Poco a poco la figura de Gabriel y Zagam se hacen visibles en el lugar.

Zagam lucía una amplia sonrisa, pues sabía lo que estaba ocurriendo, y fue entonces cuando Gabriel llegó y descubrió a Eko y a Zyllah, sumidos en un trémulo beso.

Con caricias despiertas ante los ojos de los demás, parecía que aquel lugar otorgaba lugar a los sueños, y era el momento de soñar.

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28/12/2013, 15:48
Eko Létang

Al sentir de repente el sonido de otras respiraciones Eko se separó de los labios de Zyllah, con la mirada aún cargada de deseo. Sus ojos, cargados de promesas de cara a un futuro cada vez más cercano, se apartaron despacio, buscando a los recién llegados. Él se encontraba sentado contra una pared de piedra, tras unos de los arcos exteriores de la catedral, y ella se encontraba sobre sus piernas.

La mano que antes se encontraba en su pelo bajó hacia su cuello, y de ahí buscó sus dedos para entrelazarlos. La otra, mientras tanto, salía de dentro de su ropa. Su respiración, aún agitada, buscó varias bocanadas de aire antes de hablar.

- Ya falta poco. - Susurró, acercando los labios una vez más a los de ella para un rápido beso, antes de dirigirse a los recién llegados. Ojalá pudiesen quedarse a solas de una vez.

- Bienvenidos. - Les dijo entonces, sin llegar a ponerse en pie. Su tono era más de un saludo que una bienvenida: sabía de sobra que él no era el anfitrión del lugar. Las heridas de su pecho eran igual de graves en este lugar que en el otro. El compañero de Eko, a sólo un par de metros de donde se encontraban sentados, se acercó a los recién llegados con curosiodad. - Él es Àine. - Le dijo a Gabriel. - El suspiro que hay entre la rapidez del rayo y la explosión del trueno.

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28/12/2013, 16:00
17 Muerto - Zagam

La sensación que tenía al llegar a ese lugar era extraña. Siempre había creado ilusiones y mundos que no eran reales, pero nunca había estado dentro. Mucho menos había estado en dos mundo a la vez, aunque en parte era como dejar de ser el espectador de una función para pasar a formar parte de la actuación.

Les hago un gesto a los tres a modo de saludo, y sonrío divertido y de forma amable ante las palabras de Eko. - ¿Bienvenidos? Eso debería decirlo el anfitrión. Siento romper vuestro nidito de amor, pero creo que ya habéis tenido intimidad suficiente. Seguro que cuando acabemos con todo esto, podréis hacer todo aquello que tenéis pendientes.Como habéis dicho, ahora es el momento de seguir trabajando los cuatro juntos para acabar con esos cabrones.

Suspiro, aliviado. - Sienta bien poder hablar abiertamente sin tener que soltar indirectas en el otro lugar.

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28/12/2013, 18:17
Zyllah

En cuanto sentí la presencia de los recién llegados me separé rápidamente de Eko mientras mis mejillas se sonrojaban intensamente. Asentí en su dirección y aproveché sus palabras y las de Zagam para colocarme la ropa y recuperar el aliento antes de levantarme, deslizando lentamente mis dedos entre los de Eko, para acercarme a ellos.

Hola. - Dije, un poco nerviosa por la situación que habían interrumpido. Mi mirada se posó en Zagam, un poco dubitativa, y al escucharlo suspirar le sonreí. Probablemente era la persona que más sabía sobre mí en este lugar. Me lo pensé durante tan sólo un instante antes de acercarme a él y abrazarlo. - Gracias por todo. Tenía muchas ganas de poder hablar directamente contigo, sin notas, contraseñas o indirectas

Me separé de él para dedicarle una mirada divertida a Gabriel. - ¿Has venido para pedirme explicaciones? - Pregunté tranquilamente mientras me agachaba para recoger mi jersey, que estaba hecho una bola en el suelo y dejarlo colgado del respaldo de una silla que había cerca, junto a una mesa con restos de comida.

Notas de juego

Lo siento, estoy desde el móvil, no me puedo extender más hasta esta noche u.u

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28/12/2013, 23:59
Eko Létang

Mientras Zyllah abrazaba a Zagam Eko se puso en pie ayudándose de la pared. Luego se acercó a los dos recién llegados con una amplia sonrisa. Una risotada se le escapó ante el comentario del ilusionista, y cuando le respondió lo hizo con los ojos brillantes.

- Me alegro de que estéis aquí. - Dijo. - Ahora todo será más fácil. - Luego se detuvo un instante. Era difícil saber por dónde comenzar. - Lo primero que tienes que saber, Gabriel, es que yo no maté a Annie: Fue cosa de Zyllah. Nos pusimos de acuerdo aquí. Yo sólo tomé el poder de Alice y la provoqué para que me atacara. Así ningún inocente moriría anoche.

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29/12/2013, 01:54
17 Muerto - Zagam

Asentí con la cabeza a Zyllah con una sonrisa. - No te preocupes, creo que más o menos nos hemos entendido en todo momento. También, en parte, habéis sido mi seguro de vida, por lo tanto, estoy contento de que hayan sido las cosas de esta manera. Al menos, hemos estado luchando unidos contra esos bastardos, aunque no sé cómo vamos a pasar esta noche sin que caiga nadie. Yormund puede acabar con uno de ellos, ¿no? ¿Y el otro? He escuchado algo de Andrew, pero no sé si daría tiempo. Igualmente, esas muertes ocurrirían por la noche y uno de los inocente morirá a manos de los culpables que siguen vivos.

Miro a Eko. - Creo que, además de eso, sería bueno que los cuatro contáramos con toda la información de lo que está ocurriendo al margen de los demás. Yo ya lo conozco, o creo que es así, ya que a veces erais tan crípticos que me daban ganas de deciros algo en el otro lado. - Me río. - Pero Gabriel no sabe nada sobre las demás cosas que están ocurriendo. - Me giro, buscando un lugar donde sentarme, cerca de ellos pero en segundo plano. Hago un gesto con la mano y un sofá individual, alto y mullido, aparece de la nada. Me siento en él, sonriente. - Podría haber hecho aparecer vuestro apreciado edredón... Pero no olvidemos que lo veía todo. Creo que es mejor que esperéis a que todo acabe. - Vuelvo a reirme.

Notas de juego

Yo entiendo que puedo hacer estas cosas siempre y cuando no me pase, ¿no? xD Si me paso en algún momento modificando el lugar, avísame, máster :P

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29/12/2013, 04:29
Zyllah

Escuché a Eko sorprendida porque lo primero que quisiera decirle a Gabriel fuera algo con lo que me cedía el mérito de lo que todos pensaban que había sido obra suya, pero desde luego no iba a quejarme. Arrugué la nariz cuando Zagam mencionó a Andrew y negué suavemente con la cabeza, sin interrumpirlo. Cuando habló del edredón volví a sonrojarme y carraspeé, apartando la mirada y decidida a cambiar de tema. 

- Lo siento, pero es tarde para Andrew o Megan, mi hora ya pasó... - Dije, con voz suave y cara de circunstancias. - No quise levantar a nadie sin que lo decidiéramos por completo. El problema es que si Yormund se encarga de Ira, y muere por ello, yo iré detrás. Me dijo que usaría el poder que le otorgó el tatuaje para matarme si él caía. Ya os conté que me estaba dando algunos problemas. Obedece, pero a regañadientes. - Me encogí de hombros, resignada ya a esa situación. - Por eso yo esperaba que Eko tomase a Andrew... Pero con el poder de Megan no podrá hacer nada hasta el amanecer. Y eso si funciona. De todas formas, estoy tratando de pensar en algo que pueda servirnos, aunque ya vamos contrarreloj, falta poco para que la noche caiga completamente. 

Posé mi mirada en Gabriel cuando Zagam lo mencionó. No había respondido mi pregunta. Tampoco parecía haber encajado bien el cambio y su expresión era ausente. Quizá le llevaría algún tiempo adaptarse a tener la mente dividida. - Te has perdido tantas cosas, Señor del Tiempo, que no sé ni por dónde empezar a explicártelas. - Dije en su dirección, con una pizca de sarcasmo. Me fastidiaba su pose de superioridad constante. - Creo que lo mejor será que cuando se te pase la impresión preguntes lo que necesites y te vayamos respondiendo. Ya has visto lo que puedo hacer, aunque no sé si has visto quiénes están bajo mi dominio. En cualquier caso te adelanto que tengo a alguien infiltrado entre los traidores, que me da información y trata de dirigirlos hacia donde le digamos. - Enarqué una ceja mirándolo antes de añadir algo más. - Y por si te interesa, estás en su lista esta noche. Estoy intentando que consigan convencer a Ira para que te aplace hasta el atardecer y podáis hacer ese baile del que habéis hablado. Pero parece que la pelirroja te tiene más ganas de lo que crees. Una cosa más, antes de responder tus preguntas... Necesito un compromiso de que no hablaras fuera de lo que aquí digamos. Si supieran lo que estamos haciendo en este lugar, hace mucho que no estaríamos con vida. Demasiadas cosas están aún en el aire.

Me giré entonces hacia Zagam de nuevo, dándole tiempo a Gabriel para asumir este lugar y hacer las preguntas que necesitase. - Lo siento si fuimos demasiado crípticos alguna vez. Pregunta lo que necesites ahora que por fin podemos hablar cara a cara... - Miré su sillón con una sonrisa divertida entonces, antes de añadir algo más. - Vale, estoy de acuerdo, dejemos el tema del edredón apartado. Pero podrías crear un par de sofás a juego para los demás, ¿no?

Notas de juego

Creo que puedes XD.

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29/12/2013, 11:43
17 Muerto - Zagam

Realizo un gesto con la mano, de forma similar, creando dos sofás, uno individual y otro doble, situados en forma de semicírculo, de forma que todos pudiéramos vernos las caras. Mi rostro parece divertido, como un niño que está disfrutando con un juguete nuevo.

Cuando Zyllah ha terminado de hablar, miro a sus ojos. - Quizás me haya equivocado en todo esto, pero desde que entramos en la catredral, sólo dos personas me han dado la completa sensación, no sólo de poder confiar en ellos, sino de que podría crear una buena amistad con ellos. No quiero decir con esto que no confíe en ti, Eko, que creo haber demostrado que lo hago completamente, pero han habido dos hechos desde el encierro que me han dado esperanza en algunas personas de las que están aquí.

Me pongo los dedos sobre las sienes, el cansancio por dormir poco y en tensión desde hacía tanto tiempo hacía ya mella en mi cuerpo. - He de decir que cuando nos encerraron aquí y yo no entendía nada, mi intención era la que tanto temíais: iba a encerraros a todos aquí durante toda la eternidad. Pretendía que este sitio fuera una cárcel para todos, inocentes y culpables, por haberme metido en un conflicto en el que yo nada tenía que ver. Pero Lennish hizo que todo cambiara. Morí, y conmigo, pensé que este mundo moriría. Lo cree de forma que, si en algún momento alguien lo veía, fuera agradable y le pudiera decir a quienes estaban fuera de él que no era mala persona, de forma que tenía una pequeña esperanza para regresar. 

Me levanté y fui paseando por la parte trasera de cada uno de los sofás, pasando mi mano por encima de las cabeceras. - Al ver que Eko, quien me había robado mi poder, había entrado junto con Zyllah a este lugar y planeaba mantenerlo en secreto, me enfadé, y mucho. Lamento decirte, Eko, que mencioné que estabas dentro de mi ilusión con alguien, aunque creo que eso ha servido para que ahora la estúpida de Marceline, y en consecuencia, todos los que han muerto, piensen que estás fuera de este lugar tras tu muerte. Sobre Zyllah nunca hablé. Ella no eligió entrar.

Seguía caminando a ritmo muy pausado. - Como veis, perdí la esperanza, especialmente tras escuchar de la boca de "Marceline" - Hago el gesto de las comillas con los dedos. - que la mayoría me queríais muerto y al escucharos a vosotros decir que habían acertado matándome. Pero alguien estaba allí cuando pude sincerarme sobre mi poder y sobre su uso: Gabriel. Pude hablar con él de forma sincera y pude demostrarle que lo único que quería era volver. Él creyó en mí y me prometió intentar sacarme de aquí. Fue el primer momento en el que vi bondad en alguien aquí y empecé a plantearme las cosas de otra forma. Quiero creer que intentó sacarme de esa asquerosa cena y pero no pudo. Yo confío en él y confío ciegamente en que no hablará de este lugar, ni de que hay tres personas aquí, ni mucho menos de quiénes somos.

Vuelvo a acercarme a mi asiento, despacio. - El segundo momento que me cambió llegó en el mejor instante para vosotros dos. Ya había vuelto y me habíais servido para evitar que me mataran, ya que mientras que vosotros os asegurarais de que mi poder no era utilizado, no me matarían. Pero seguía muy enfadado, pese a que creía en la inocencia de alguna persona que estaba encerrado junto a mí en ese espantoso lugar. Mi plan era ayudaros y hacer que al final sólo cuatro siguiéramos con vida, los cuatro que estamos aquí. Una vez eso ocurriera, os quería encerrar por toda la eternidad en este lugar. - Digo esto con total naturalidad. - Pero entonces, Eko murió. Y Zyllah me hizo darme cuenta de que hay cosas más importantes que un enfado. Podría haber estado callada, o limitarse a lamentar tu marcha, pero no fue así. Siguió tratando de hacer que lucháramos juntos y trasmitiéndome parte de su fuerza, pese a que en esos momentos era poca. Me convenció de que había forma de salir de aquí si confiaba realmente en vosotros, y así hice desde ese instante hasta ahora mismo.

Me siento, dejándome caer sobre mi sofá. Con una sonrisa en la cara. - Así que, este soy yo. Un semidemonio ilusionista. Y seré siempre un semidemonio ilusionista. La diferencia es que ahora, vosotros sois mi equipo, y vamos a salir todos juntos de aquí. Confío en vosotros y espero que vosotros sigáis haciendo lo mismo conmigo. No soy un santo, y no lo pretendo, pero creo que el hecho de estar encerrado en mi propia ilusión debería daros a entender que no pienso aislarla en ningún momento. Soy un hombre de palabra, ya lo he demostrado. -  Sonrío, amablemente. - ¿Alguien más quiere sincerarse? Sienta muy bien.

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29/12/2013, 16:27
Zyllah

Al ver los sofás aparecer sonreí a Zagam y me agaché delante de Àine para ofrecerle mi mano y llevarlo conmigo hacia el sofá doble. Al pasar junto a Eko entrelacé mis dedos con los suyos para llevarlo también conmigo.

Escuché desde ahí las palabras de Zagam hasta que terminó. Cuando dijo que al volver pensaba dejarnos encerrados en este lugar por toda la eternidad lo miré un poco sorprendida. Era una idea que había pasado por mi mente, pero escucharle decirlo abiertamente era muy diferente. Sin embargo, cuando explicó por qué había abandonado esa idea, no pude evitar sonreír al recordar el día que pasamos "a solas". Para mí también había cambiado mi forma de ver al ilusionista durante ese día. Esperé a que terminase de hablar y me quité los zapatos, para recoger las piernas y subirlas al sofá antes de hablar, dirigiéndome a él. - Fuiste muy amable conmigo cuando Eko murió, y no creo que pueda olvidarlo nunca. - Empecé, con una sonrisa y voz suave. - Podrías haberme ignorado, pero me cuidaste y no dejaste que me sintiera sola en ningún momento. Es extraño porque desde entonces no puedo evitar verte como un amigo, pero nunca había hablado directamente contigo sin toda esa gente escuchando. 

Después miré a Gabriel brevemente. - No me has gustado nunca. Y creo que es algo mutuo. - Dije hacia él, encogiéndome de hombros. - Sin embargo, confío en ti y en tus intenciones. Una cosa no quita la otra. Has demostrado día tras día querer defender el Sello y eso me importa mucho más que el hecho de que me caigas bien o mal. Voy a hacer todo lo posible porque salgamos de aquí todos los que podamos, con el Sello intacto. Pero seré clara contigo, no te voy a engañar. Espero que no sea así, pero si tengo que elegir, antepongo las vidas de Zagam y Eko por delante de la tuya y las del resto. Ellos son mis amigos. - Terminé, como si la última frase lo explicara todo.

Finalmente, mis ojos se posaron de nuevo en Zagam y luego en Eko antes de hablar de nuevo, con un tono más animado. - Tengo una buena noticia, chicos. Vanna no puede volver por sí misma, como suponíamos mintió. No tiene la capacidad de suplantar a nadie. Así que... Tenemos un problema menos. Todavía no sé qué hará Ira esta noche, pero estoy tratando de que presionen para desviar su ataque de Gabriel.

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29/12/2013, 23:48
Eko Létang

Al ver aparecer los sofás en la expresión de Eko se formó una sonrisa. Quizá la calidad de vida mejorase mucho ahora que Zagam se encontraba por aquí. Se dejó arrastrar por Zyllah al sofá doble, y una vez allí se puso cómodo, sentándose de lado y apoyando una pierna, doblada y en posición horizontal, sobre el asiento.

Desde ahí Eko escuchó todo lo que Zagam dijo y la respuesta que le dio Zyllah antes de intervenir.

- No te preocupes. - Le dijo al ilusionista. - No voy a reprocharte que no hayas recuperado la fe en nuestra estirpe al verme actuar. Me extrañaría que fuera así. - Reconoció, mientras con una media sonrisa continuaba hablando. - Creo en lo que dices, al menos por ahora. - Continuó. - Aún así, espero que no tengas la oportunidad de demostrarlo. Significaría que quedamos demasiados pocos. Pero me resulta curioso - Añadió entonces, en tono de broma. - que digas que pudiste hablar sinceramente con Gabriel mientras ambos estabais muertos, y que reconozcas al mismo tiempo que a la vuelta aún querías encerrarnos a todos. No me malinterpretes, - Siguió luego, alzando una mano. - yo habría hecho lo mismo. Y como ya me has oído decir y tú has reafirmado, lo que importa ahora es la supervivencia, y que somos un equipo.

Entonces, con una mirada de medio lado, se dirigió a Zyllah. - ¿Así que me echabas de menos? - Le preguntó, con un cierto brillo en los ojos, mientras tiraba de ella amistosamente, por si quería recostarse sobre él.

Luego Eko suspiró antes de hablar.

- Está bien. - Dijo mirando al ilusionista, empezando a formar de nuevo una sonrisa. - Me sinceraré yo.

- Cuando llegué no me importaba realmente el Sello. Tanto tú como Zyllah sabéis que lo que buscaba no tenía nada que ver con que permaneciera o no cerrado, y me daba igual qué bando ganase esta batalla. Me habría ido con el que más diversión me aportara. - Explicó antes de tomar aire.

- La unión con Seele cambió algunas cosas. Era una inútil y una estúpida que iba a hacer que me mataran. Que ella fuera una traidora iba a hacer que tuviera que acabar con todos, pero eso no me importaba. Morir por su culpa, sí. Traje a Zyllah aquí para obtener su ayuda al precio que fuera, - Continuó - y aunque luego no hizo falta, eso terminó cambiando muchas cosas. - Terminó, mientras el pájaro aleteaba brevemente, recolocando su postura. Se había ido acostumbrando a las heridas, y poco a poco comenzaba a moverse con más normalidad.

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29/12/2013, 23:59
Zyllah

- Ni de coña. - Respondí hacia Eko, negando con la cabeza y con una sonrisa de medio lado en los labios. - Nada de nada, ni un poco. Estuve muy tranquila sin ti. Le supliqué a Zagam que no te trajese de vuelta, pero no me hizo ni caso. Creo que era él el que te echaba de menos. 

Después acepté su invitación y me colé por debajo de su brazo, para apoyarme contra su pecho mientras escuchaba el resto de sus palabras. 

Mi ceño se arrugó y dejé de prestarle atención. En cuanto terminó de hablar me incorporé preocupada y busqué su mirada y la de Zagam. - Tengo noticias. Consiguió quitarle a Ira de la cabeza la idea de atacar a Gabriel esta noche. En su lugar creo que irán a por Lennish, aunque te mencionó a ti también Zagam y nuestro infiltrado tuvo que desviar el tema enseguida. - Hice entonces una pausa y miré a Eko. - Pero escuchad, estamos en problemas. Algo le ha pasado a Yormund. Dice que no podrá atacar a Liam esta noche como le había pedido, que le han hecho algo. Estoy intentando que me diga si es algo permanente o será sólo esta noche, pero no me ha explicado mucho. El muy imbécil se divierte evadiendo mis preguntas todo lo que puede.

Mi mirada se dirigió a Gabriel brevemente, antes de volver a Eko. - Creo que ha podido ser por lo que dijo Gabriel antes sobre él. Quizá alguien ha pensado que Gabriel podía tener razón y ha decidido anularlo por si acaso o algo así. ¿Pero quién podría haber sido? No tendría sentido que hubiera sido Liam... 

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30/12/2013, 01:55
17 Muerto - Zagam

Miro a Eko con una sonrisa. - Gabriel sabía lo enfadado que estaba contigo, Eko. De hecho, a él le dije tu nombre y volvió sabiendo que estabas aquí con alguien. Pero sabía que era un problema personal contigo y que no tenía nada que ver con lo que estaba ocurriendo fuera. Reitero lo que le he dicho a Liam. No soy bueno ni malo, soy lo que soy, un semidemonio. Ese tipo de valores Morales va más con los humanos que con nosotros. Ahora bien, vosotros os habéis ganado mi confianza, mi apoyo e, incluso, mi posible amistad. Eso me hace no querer haceros ningún "mal".

Frunzo el ceño ante las palabras de Zyllah. - Joder... Eso nos pone en una situación complicada... Tiene que haber sido uno de ellos dos. Porque es imposible que alguien más les esté ayudando, ¿no? Sobre lo de matarme a mí, no me sorprende... Sabía que mis palabras no pasarían desapercibidas.

 

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30/12/2013, 02:02
Eko Létang

Eko dibujó una media sonrisa ante la respuesta de Zyllah, mientras la mirada que le dirigía se cargaba de promesas. Luego escuchó la respuesta de Zagam, y su rostro mostró una ligera preocupación.

- En la otra reunión había determinados poderes que se podían usar una vez muertos. - Explicó. - Gael, por ejemplo, decía que podía acabar con al vida de alguien desde allí. Vanna, Ivhone o Poron pueden haberlo hecho perfectamente, si de alguna manera se han enterado. - Concluyó, antes de caer en la cuenta de cómo podía ser eso posible. - Como por ejemplo, con la bocazas de Marceline.

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30/12/2013, 02:07
Zyllah

Miré a ambos con preocupación mientras hablaban. - Le he exigido que se explique mejor, pero por ahora no me ha respondido. Lo hace a veces, lo de aguantar sin responderme todo lo que puede. Joder, si no fuera por su maldito poder lo desligaría ahora mismo, por gilipollas. - Mi voz sonaba cargada de frustración, y mis ojos estaban encendidos.

Después negué con la cabeza lentamente. - Liam no puede haber sido, porque ha resistido las votaciones dos veces, y sólo podría haber hecho algo así usando el poder de su tatuaje. El de Ira es el que vio Gabriel de llevarse a quien la ataque... Y de los muertos, Ivhone no puede haber sido, ella puede volver por sí misma como Gabriel y Zagam. Y Vanna tampoco, creo que no os llegué a explicar lo que puede hacer, pero se trata de corromper el alma de alguien al resucitarlo. Para eso tiene que estar viva, claro... Tiene que haber sido Poron... O Andrew. - Dije, pensando y echando cuentas a toda velocidad. - O puede que no haya sido un traidor y quien haya sido hubiera entendido algo mal.

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30/12/2013, 02:23
Eko Létang

- Si es por lo que dijo Gabriel... - Continuó Eko, poniendo la mirada un instante sobre el Señor del Tiempo. - Puede haber sido cualquier inocente. Quizá Marceline les dijo a los muertos que sospechaba de él por sus palabras, y alguno de ellos ha intentado probar suerte incapacitándolo. - Aventuró, con tono de fastidio. - Joder, ya podrían haberlo hecho con Liam antes de las votaciones. - Añadió, con expresión molesta.

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30/12/2013, 14:41
Zyllah

- Tampoco tiene mucho sentido que fuera un inocente, ¿no? - Pregunté, enderezando mi postura y llevándome una mano a la frente, preocupada. - Yormund no ha respondido todavía a mis preguntas, pero no creo que sea algo permanente... Dijo que se lo habían arrebatado. Joder, vamos a perder la noche también.

Alcé la mirada, con los ojos llenos de fastidio, para posarla en Zagam primero y en Eko después. - Lo siento, debí haber levantado a Andrew o Megan, aunque no lo hubiéramos decidido por completo. Entonces ahora todavía podríamos encargarnos de Liam antes de las votaciones. - Miré a Eko entonces. - Tú tomaste a Megan... ¿Funcionó? ¿Podrás hacerlo tú al amanecer?

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30/12/2013, 21:10
19 Muerto - Gabriel Hyde

Había pensado erróneamente que estar en la ilusión de Zagam sería como estar muerto, un lugar atemporal, un remanso de paz, sin embargo había resultado ser todo lo contrario, mi mente aún permanecía al otro lado, inundada constantemente por visiones del pasado, por los posibles futuros, obligado a contemplar el aberrante espectáculo que realizaban Liam e Ira. Este lugar estaba fuera de las líneas temporales, pero de algún lo que se decidía aquí afectaba a lo que ocurría fuera, caos... movimiento perpetuo... 

¿Así que Ira quiere matarme durante la noche?... Negué con la cabeza, aquella mujer no tenía humanidad, pero consideraba que al menos tendría algo de valor. De todas formas ya no puede escapar de su destino, las sombras ya la han devorado.

-Gracias, Zagam. -Logro decir al final mirando a aquel hombre a los ojos. No me había equivocado con él, y traté de devolverlo a la vida incluso cuando Tetsuo había robado mi poder. -Agradezco mucho tus palabras, más de lo que piensas... ahora puedo marcharme de aquí habiendo hecho un buen amigo. -Sonrío con cierta nostalgia.

-Yo también fui un ilusionista hace mucho tiempo, ohhh... los teatros se llenaban, la multitud rugía, todo el mundo quería ver mi espectáculo, podía detener una bala, o sostenía una cortina y la dejaba caer, y antes de que tocara el suelo ya había desaparecido, y me encontraba sentado entre el publico. Tenías que ver sus caras Zagam... me adoraban.

Guardo silencio durante unos segundos, y bajo la mirada hacia el suelo con cierto aire sombrío.

-Me adoraban por que pensaban que era un truco, que lo que veían no era real. Algunos decían que tenía varios ayudantes, que utilizaba espejos... incluso que tenía un hermano gemelo. ¿Puedes creerlo?. Cuantas cosas somos capaces de inventar... cuando no queremos ver la realidad.

Miro a Eko y a su pajarito, al que me había presentado como Àine, el cefalópodo que formaba parte de mi cuerpo atravesó mi carne y reptó a través de mi espalda, colocándose en mi hombro para observar a los presentes con aquellos ojos curiosos.

-Quiero pensar que el tiempo es como unos tentáculos que siempre te atrapan.

Me giro para mirar a Zyllah, había perdido la paciencia con ella, y eso era raro en mi, pero su mirada llena de desprecio me había recordado a un pasado distinta... a otra mujer que también me consideró como un ser repugnante. 

-No, no he venido para pedirte explicaciones. -Hago una breve pausa, buscando su mirada-Y siento decepcionarte, pero el sentimiento no es mutuo, Zyllah. -Alargo la mano para estrechársela, como si quiere firmar un acuerdo de paz. -Como dice Zagam, ahora somos un equipo.

Y me alegro de que antepongas las vidas de Zagam y Eko a la mía, yo mismo también lo hago. -Sonrío sin mirar a nadie en concreto, aquellas personas me importaban realmente, y hasta ahora había intentado proteger el sello a toda costa, protegerles a ellos.

-¿A quien has sometido a tu peculiar látigo, Zyllah? -Pregunté para que me dijera claramente a quien había doblegado. 

No sabía muy bien lo que decir respecto a Yormund, lo cierto es que había cambiado muchísimo desde que había vuelto, parecía vacío, carente de esa chispa que le caracterizó una vez, incluso parecía haber perdido el interés por matarme. De Marceline tampoco podía añadir mucho más, pero si era cierto que no había manejado las cosas con la suficiente inteligencia, ¿pero que esperaban de una versión mocosa de Kaldreade?. Al menos lo intentaba a su manera.

-Me sorprende lo de Ira, pensaba que al menos tendría palabra. Pero he vuelto a equivocarme. 

Aparto el pelo de mi rostro, y resoplo algo cansado. 

-Cuando caiga Liam me ocuparé de la "Reina Roja". Como ya os he dicho deberéis absteneros en esas votaciones y yo le arrastraré conmigo de este mundo. ¿Pensáis que saldrá bien?