Partida Rol por web

Cuando Gabriel por fin reaccionó lo miré expectante, esperando sus preguntas. Sin embargo, parecía cansado y arrugué el ceño preocupada, preguntándome si sería por sentir su mente dividida, por el espectáculo que Ira y Liam estaban dando en el otro lugar, o si le habría pasado algo más. Acepté su mano cuando me la ofreció y lo miré de arriba a abajo, estudiándolo. - Sí, ahora somos un equipo. - Respondí, dedicándole una breve sonrisa. 

- Te haré un resumen breve de todo lo sucedido hasta ahora. Pero de verdad espero discreción por tu parte. Nos estamos jugando mucho y si he sobrevivido hasta ahora ha sido gracias a que Eko ha sido la cara pública de nuestros actos. - Suspiré, ordenando mis ideas. - Yo traje a Yormund de vuelta. Al contrario de lo que esperaba no me lo agradeció, sino todo lo contrario. Su poder era tomar la piel de otro, matándolo y tomando también al hacerlo su poder. Lo había hecho con Nil la segunda noche. - Me di cuenta de que faltaban datos, y volví atrás. - Andrew te mintió. Dijo que se había convertido en asesino hacía días, cuando había sido la misma noche que tú lo miraste. Decía que hasta entonces no había matado a nadie y que eso era una muestra de sus intenciones, pero estaba mintiendo. No había matado a nadie porque no había podido hasta ese momento. Sabemos que fue él quien mató a Megan. 

Me encogí de hombros y sostuve su mirada. - Así que le pedí a Yormund que lo matase y tomase su piel. Si iba a haber un asesino suelto por ahí, era mejor tenerlo controlado. Dos pájaros de un tiro, un asesino menos para ellos, una herramienta más para nosotros. Después, mi tatuaje despertó y me otorgó una nueva capacidad. Un látigo para atenazar... ¿Y quién mejor para ello que la chica del látigo? La que no había podido ver a Ivhone... La que guardaba silencio desde su vuelta. Algo nos olía raro con ella y queríamos infiltrarme entre los traidores. Entre Alexia e Ira elegimos a Alexia. Y bingo. Acertamos. Agárrate, porque lo que viene ahora es importante. - Dije, con una pequeña sonrisa. - Algo le pasó a Tetsuo, la traición anidó en él... Y cuando trajo de vuelta a Alexia, también en ella. Pero Tetsuo se suicidó y ella quedó a solas con sus nuevas compañeras: Ivhone, Annie, Ira. Y las dos niñas, que las tratan como hermanas. No miró en Ivhone porque no le hacía falta, ya conocía su traición de sobra. 

- Desde entonces he usado a Alexia para enterarme de primera mano de los planes de las traidoras, para manipularlas a través de ella y dirigirlas hacia donde queríamos, siempre con cuidado de que no la descubrieran. Y a la vez, para averiguar qué poderes ocultaban los caídos, pues Alexia conserva además su poder anterior. Ivhone puede volver por sí misma, al igual que tú. Vanna podría corromper el alma de alguien al resucitarlo. 

Hice una pausa, recapitulando en mi mente, tratando de asegurarme de que no me había dejado nada importante. - Eko provocó a Annie y usé a Alexia para dirigir a las traidoras hacia él, que tomó el poder de Alice y se protegió con él. A la vez, envié a Yormund a por Annie. Les dimos un buen golpe esa noche. Y esperábamos poder darles otro parecido esta... Pero no sé qué mierda le han hecho a Yormund para que no pueda acabar con Liam como le había pedido. - Terminé, frustrada al respecto. - Tras el combate de hoy estuve a punto de levantar a Andrew, para tener dos muertes a nuestro favor si algo se torcía. Pero no me decidí a tiempo y se pasó mi hora. Si Lennish no actúa rápido, me temo que vamos a perder la noche, igual que hemos perdido el día. Al menos he conseguido que nosotros cuatro estemos a salvo por ahora.

Busqué de nuevo la mirada del Señor del Tiempo y guardé silencio un par de segundos, escrutándola con mis ojos grises. - Ahora ya lo sabes todo sobre mí. Algunas de las cosas que he hecho no habrían sido posibles sin rozar la oscuridad de soslayo. Pero mi interior es como una balanza. Y todavía me queda un plato vacío.

Apoyé la nuca en el respaldo del sofá entonces, acariciando suavemente los dedos de Eko con los míos. - ¿Creéis que Liam se protegerá a sí mismo mañana? ¿O lo hará con Ira? Eko, no me respondiste, ¿podrás terminar con él al amanecer?

Antes de que me respondiese, miré una vez más a Gabriel y asentí con la cabeza. - Creo que tu plan podría funcionar, pero para eso antes tendríamos que librarnos de Liam de una maldita vez. Y no tengo ni idea de si mañana podrá estar protegido o no. ¿Cómo funciona exactamente eso que viste en Ira? ¿Funciona sólo en las votaciones o también si la atacan por la noche?

Eko comenzaba a negar con la cabeza, a punto de responder, cuando Gabriel al fin pareció reaccionar. Escuchó sus palabras, tranquilo, y ante la extensa respuesta que Zyllah le dio sólo pudo quedarse callado, escuchando.

Para cuando ella terminó negó con la cabeza, con el rostro teñido de pesadumbre y una pequeña sonrisa de disculpa.

- Lo siento. - Dijo - La idea de acabar con alguien al amanecer, una vez supiéramos quién estaba vivo y quién no, era la mejor. Pero ya gasté la poción que me correspondía ayer con Annie.

Luego se quedó unos segundos, callado, escuchando lo que Gabriel decía al otro lado. Y mientras él iba hablando los labios de Eko se apretaban y sus músculos se tensaban. En su pecho el calor del enfado era cada vez mayor, y cuando el hombre escupió ese último "Cobarde" Eko no pudo sino saltar.

- ¿Qué coño te crees que estás haciendo, Gabriel? - Dijo en tono duro, mientras sus ojos se encendían al mismo tiempo que sin querer apretaba sus dedos con fuerza alrededor de los de Zyllah. - Te lo dijimos bien claro: Nada de lo que se diga aquí podía salir fuera. ¿Sabes lo que nos estamos jugando? - Le preguntó de manera retórica, dedicándole una furibunda mirada.

- Creemos en tus intenciones, pero desde luego no en tu criterio. Y lo que acabas de hacer puede jodernos por completo. - Le dijo, echándose hacia adelante en el asiento, ya a punto de ponerse en pie. - Que vayas insultando o insinuando que sabes cosas por lo que te decimos sólo nos pone en peligro, joder. - Masculló, mientras la mano libre se cerraba con tensión. - ¿Qué crees que pasará si ahora Ira empieza a pensar que lo sabes? - Le preguntó directamente, alzando un poco la voz. - Sólo Alexia sabe que ella quería atacarte. Como ahora Ira sospeche que ella tiene un doble juego, se acabó nuestra mejor baza. ¿Y tienes idea de lo que Zyllah perdería si Ira lo paga con ella? - Continuó, sin dejar ni un segundo para que el hombre respondiera. - Sí, claro que lo sabes. - Se respondió a sí mismo. - Lo has visto. Y aún así te portas como un crío con una rabieta.

- Joder, Gabriel, sólo tenías que hacer una cosa: mantener la puta boca cerrada. Y no has sido capaz de eso ni en tu primera intervención allí desde que has llegado.

- Dependemos de que esto salga bien, y la sorpresa es nuestra mejor arma. - Concluyó, con el mismo tono que había usado días atrás con Andrew. - Así que guárdate el orgullo, - Añadió, masticando cada sílaba. - y desquítate con ella en las votaciones, pero no pongas en peligro lo que llevamos días construyendo.

La información de Zyllah era amplia y detallada, y a cada palabra mi gesto se ensombrecía más y más, nunca había notado la arena de mi reloj caer tan plomiza, la realidad era confusa... llena de esquinas sombrías que mi visión no había alcanzado a ver... estaba cansado, muy cansado.

-Así que Andrew me engañó... -Repito con gran decepción. -Y Alexia... ¿quien lo hubiera dicho? -Me siento en uno de los sofás, y cruzo las piernas con elegancia. 

Después miro directamente a Zyllah y respondo con un tono completamente neutral, carente de cualquier sentimiento.

-No permitirás que nadie salga indemne de una nueva herida sobre tu piel... nadie proclamará la muerte sobre tu alma y dejará un estela sin repercusiones ni razón.

Pues ahora estás segura de al menos una cosa, con tu muerte, te llevarás contigo a uno de los que te hagan caer... no sabes a quien, pero al menos, uno pagará.

Suspiro lenta y profundamente.

Eso es todo lo que vi. Una cazadora ciega... Supongo que no funcionará si la atacan por la noche. ¿Pero quién sabe?

Reclino mi cabeza hacia atrás, observando aquel cielo ilusorio que nadie tenía que envidiar al de verdad. Cada detalle había sido recreado, Zagam era realmente bueno, espero que fuera capaz de concederme una ilusión especial justo antes de que muriera.

-¿Protegerse una tercera vez? Eso ya sería demasiado... si vamos a por Ira y Liam la está protegiendo... perderemos una nueva oportunidad, y seguro que Ira me matará durante la noche. 

Si Ivhone vuelve o Vanna consigue corromper a alguien, lo vamos a tener muy complicado.

Niego con la cabeza... Mi poder apenas tenía ya utilidad en estas circunstancias, y ya ni siquiera sabía con quien utilizarlo, si Tetsuo no me hubiera robado mi capacidad inicial... podría traer de vuelta a gente buena... gente que de verdad lo mereciera. 

Permanezco sentido con un gesto afligido, mirando como avanzaban las manillas en mi reloj. 

-Tienes razón, Eko. Pero no creo que Ira cavile tanto, ¿crees que va a pensar que la provoco por que se que quería atacarme por que Alexia se lo dijo a Zyllah y ella a su vez a mi?  Simplemente pensará que estoy ofendido por su jueguecito con Liam. 

De todas maneras tienes razón, me he dejado llevar... lo siento.

Resoplo una vez más. Caos... tiempo sin control, el carro... una vez más el carro invertido.

Una sombra de decepción cruzó mis ojos al escuchar a Eko decir que no podría acabar con Liam él tampoco. Bajé la mirada, maldiciendo en voz baja mientras escuchaba las palabras de Gabriel en el otro lado. 

Alcé los ojos de inmediato cuando insinuó que Ira iría a por él en la noche y un brillo furioso se encendió en ellos cuando los posé en el hombre. Sentí a Irad latiendo, colgado de mi cintura, pidiéndome que lo desenfundara contra Gabriel. Sin embargo, Eko se me adelantó para recriminarle sus palabras y me calmé lo suficiente como para separar la mano de la empuñadura de Irad, sin dejar de mirarlo con ira.

Apreté las mandíbulas y miré a Zagam, con una expresión clara en mis ojos. - Te lo dije. Es un puto bocazas. - Mascullé, con el ceño fruncido.

Después volví a mirar a Gabriel haciendo un esfuerzo para que mi voz fuera lo más neutral posible. - ¿Te haces una maldita idea de lo que me estoy jugando al compartir esto contigo? ¿De los equilibrios que llevamos haciendo durante días para que nadie se imagine lo que tenemos entre manos? Si yo caigo, caemos tres. Si cae Yormund, yo voy detrás, y Alexia me seguirá. Si cae Alexia, perderé mi legado. ¿Crees que esto es un puto juego? Me la suda si te da envidia que Ira se lo monte con Liam, o si te jode que te quiera matar por la noche. Es una zorra traidora, ¿en serio esperabas que tuviera una pizca de honor? Como vuelvas a mencionar ahí fuera algo de lo que hablamos aquí, ten por seguro que no será ella la que te visite por la noche. - Terminé, haciendo verdaderos esfuerzos por tranquilizarme. 

Guardé silencio varios segundos, lanzándole miradas furibundas antes de hablar de nuevo. - Liam sólo se ha protegido una de las dos veces, la otra ha tenido que ser el poder de su tatuaje, o algo así. Pero no sabemos si se protegió ayer, o lo hizo hoy. Así que no sabemos si mañana podrá hacerlo o no. Nos la vamos a tener que jugar de nuevo y nos están ganando mucha ventaja. No podemos fallar otra vez.

- Una cosa más. - Dije, buscando de nuevo los ojos de Gabriel. - Alexia dijo ahí fuera que había mirado a Andrew y que él había elegido ir a por los traidores porque yo se lo pedí, para que la gente no lo mirase mal si finalmente lo levantaba yo con mis cadenas. Así que ni se te ocurra decir que ninguno de los dos mintió en eso, porque tal y como va la cosa, quizá tenga que levantarlo mañana y no nos conviene que nadie desconfíe de él.

Y al amanecer la presencia de Zagam, había abandonado también el lugar...

-No... Zagam...

Aprieto el puño con rabia, pocas veces a lo largo de mi vida había perdido los nervios, pero me encontraba hastiado, cansado, el peso de los siglos caía sobre mi como una losa... estaba al límite de mi poder, de mis fuerzas.

Durante un instante afloró mi verdadera apariencia, las marcas de la edad, los estigmas de mi legado, observé con rabia, con la mirada perdida en el infinito. -Zagam... ¡Zagam! -Regurgité con una voz espectral mientras el cuerpo de mi amigo se desvanecía, consciente de que Eko y Zyllah me verían como a un ser repugnante, como al cefalópodo que había obtenido como compañero.

-¿Debo entender que Yormund lo ha matado? -Resoplo, recobrando poco a poco mis facciones. Para tener todo tan bien planeado el plan de Zyllah y Eko tenía muchas lagunas... al menos era probable que Zagam pudiera volver, y mientras seguiría escuchándonos, ya estuvo muerto una vez y su mundo ilusorio no se derrumbó.

Tuerzo la cabeza, mirando a ninguna parte, o a todo en general, quería acabar con esto, quería hacerles pagar... 

Mis ojos se abrieron despacio, al mismo tiempo que lo hacían en la otra sala. Parpadeé, acostumbrando enseguida mi mirada al luminoso sol que siempre alumbraba este lugar. Alcé de inmediato la cabeza, que descansaba en el pecho de Eko, buscando la presencia de Zagam en el sillón que había ocupado la noche anterior, y mis ojos se oscurecieron al comprobar que estaba vacío. - No, joder, no... - Murmuré, mientras parpadeaba rápidamente, conteniendo las lágrimas que humedecían mis ojos. 

A nuestro lado Gabriel cambiaba delante de nosotros, adoptando una apariencia horrible, y me llevé una mano a los labios, ahogando un gemido horrorizado al ver lo que parecía ser su forma real. Aparté la mirada de él y busqué a Eko con los ojos para esconder mi rostro en su cuello, buscando que me reconfortara con su abrazo. 

Escuché las palabras de Gabriel y negué con la cabeza, sin separarme de Eko. - No. - Dije sencillamente, con la voz afectada. - Yormund no podría matar a nadie sin que yo se lo ordenase. Y tampoco puede mentirme. Si me dijo que le habían hecho algo y que le habían arrebatado su poder es que es así, no tiene voluntad suficiente como para engañarme. Dijo que se sentía vacío o algo por el estilo... Alguien ha debido usar su poder por él, como cuando tú tomaste el de Syd, o algo así. ¿Quién coño ha podido ser tan hijo de puta...? - Terminé, dejando la frase en el aire y comenzando a enfadarme con la idea. 

Guardé silencio varios segundos, antes de hablar en voz alta, dirigiéndome a alguien a quien ya no podíamos ver. - No sé qué ha pasado... Pero te voy a traer de vuelta, ¿me oyes, Zagam? Sólo tienes que esperar a que llegue el atardecer. Y mientras, intenta averiguar si hay alguien allí que pueda encargarse de Liam a distancia... No vamos a rendirnos. - Levanté mi cabeza para mirar a Eko a los ojos y bajé el tono para dirigirme a él en un susurro. - ¿Te parece bien? - Pregunté con voz suave.

Y entonces, Ivhone volvió a la vida y llevé una mano a mi frente, que se arrugaba llena de preocupación. - No me lo puedo creer, esto es lo que nos faltaba... 

-Bien supuestamente controlas a Alexia y a Yormund, Eko y yo estamos descartados, y Marceline no creo que haya matado a Zagam.

Debo suponer que el que ha utilizado el poder de Yormud está entre los vivos, y había visto todo lo que eran capaces Liam e Ira... y no había nada parecido a eso.

Así que dime Zyllah... ¿que explicación puede haber? -Mi tono era más una suplica que un reproche. Sabía que traerían de vuelta a Zagam tarde o temprano, sin embargo el maldito poder de Liam, la capacidad de Ira para llevarse a alguien con ella... y para colmo... la vuelta de Ivhone.

Eko y Zyllah debían pensar una buena estrategia, ellos veían cosas que a mi se me escapan, cosas que un vidente no podría vislumbrar, detalles... intuiciones... 

-¿Debo usar mi poder con Ivhone?

- No lo sé... - Susurré, negando con la cabeza, superada por la situación. - Tengo que hablar con Yormund y con Alexia y averiguar si saben algo, si Ira ha dicho algo sobre esto... 

Levanté entonces la cabeza para mirar a Eko, mientras mis ojos se afilaban con una mirada significativa. - Espera... Alexia sólo me dijo que Ivhone podía volver por sí misma... ¿Pero recuerdas cómo mató Escoria a mi madre? Su vida por la de ella. Puede que lo de Zagam no tenga nada que ver con lo que le hicieron a Yormund, sino con la resurrección de Ivhone. Zorra de mierda... - Murmuré al final, para mirar a Gabriel después. - No lo uses con Ivhone, a ella ya la observó Alexia. Por eso sabíamos que podía volver, aunque no que sería así... Tengo que hablar con ella. Creo que sería mejor que volvieras a usarlo con Liam, para averiguar cuál es el poder de su tatuaje. Quizá con eso podríamos deducir cuándo se protegió.

Cuando Eko despertó en esta realidad las cosas habían cambiado bastante desde la última vez que había abierto los ojos. Un nudo se había formado en su garganta ante la visión del cuerpo de Zagam, pero por el momento se concentró en dar consuelo a Zyllah, sin mostrar ningún signo de debilidad. La visión de la verdadera naturaleza de Gabriel le pilló por sorpresa, pero no mostró ninguna reacción al respecto. Con todo lo que habían visto ya, algo así era lo de menos.

- Creo que no te dará tiempo. - Le dijo a Gabriel, dejando por el momento en el aire la pregunta de Zyllah. - Ivhone debería caer en estas votaciones. Es la única que sabemos seguro que no estará protegida por Liam. - Explicó, antes de emitir un suspiro.

- No sé qué habrá pasado con el poder de Yormund. Quizá quien lo tomó fue a por Lennish tanto como Ira. O quizá sólo lo anularon. Pero lo que dice Zyllah es verdad: a su madre la mató Escoria volviendo de la muerte. Y a la vuelta seguía siendo una traidora.

- Observemos durante el día, antes de decidir sobre quién es mejor usar nuestros poderes. - Propuso, como tenía costumbre. - Según cómo se comporte yo tampoco descartaría del todo a Marceline: Tanto Alexia como Tetsuo fueron traidores y mantuvieron su poder. Nuestra única forma de saber para quién está jugando ella eres tú mismo, Gabriel.

-La última vez que estuve muerto... tuve una buena pelea con Kaldreade. Me dijo que la gente estaba comenzando a sospechar de mi, que pensaban que había cambiado de bando.

Mi respuesta: ¿No habrás sido tú quien ha cambiado de bando? ¿Quien es realmente Marceline? ¿De verdad es tu hermana, o sólo una marioneta como la que utilizó Elizabeth? 

Se enfadó, y finalmente se disculpó por desconfiar de mi. Lo cierto es que pensaba utilizar mi poder con ella... ¿él?... al volver, pero necesitaba saber toda la verdad acerca de Zyllah.

Me encojo de hombros. Kaldreade me parecía un manipulador, y empezaba a dudar de que realmente dijera a los muertos todo lo que ocurría, o que lo dijera a su manera... 

-Eso es cierto, cuando miré a Liam únicamente tenía un poder, el de protector oscuro, no se que demonios habrá desarrollado después... pero nos está fastidiando, mucho. -Remarco.

-¿Por que no va a poder proteger a Ivhone? Aún faltan días hasta las votaciones, del mismo modo que nosotros podemos cambiar de parecer sobre a quien ajusticiar, ¿que te dice que él no pueda?. 

Si queréis ir a por Ivhone quizá lo mejor sea manifestar en público que iréis nuevamente a por Liam, o a por Ira.

Por desgracia yo no podría observar el poder de Liam hasta después de las votaciones. Tssst... -Rechisté, bastante molesto por toda aquella situación.

Eko escuchó las palabras de Gabriel, y por primera vez desde que había llegado al lugar estuvo completamente de acuerdo con él sobre algo.

- Hay algo extraño en la historia de Marceline y Kaldreade. - Respondió con voz grave. - Si no lo hubiera, no habría tenido problema en explicarse, como hizo Azhariel con respecto a haber tomado el cuerpo de Andrew. Por cierto... - Añadió entonces, recordando una duda que tenía pendiente. - ¿Cuál de los dos llegó allí? ¿Andrew o Azhariel?

Luego permaneció unos segundos callado, con la mano apoyada en la espalda de Zyllah. - En la otra reunión Sandor explicó a nuestros padres cómo funcionaba el poder que en esta ocasión tiene Liam. - Le dijo. - Ha de concentrar su poder por la noche, decidiendo con antelación a quién protegerá. Durante el día no puede deshacer esa elección, pues su poder se apaga hasta que cae el atardecer. Por eso es seguro que Ivhone estará indefensa.

Entonces, de repente, Eko se sobresaltó ante las palabras de Ivhone en la otra realidad.

- "Se me dio la posibilidad de regresar, pero recibí un mensaje... Cuando un inocente pierda su aliento, entonces podrás ocupar su lugar y así equilibrar las fuerzas..." - Recitó, repitiendo lo que ella había dicho. - ¡Joder, no puede decirlo más claro! - Exclamó con indignación. - ¡Se lo ha cargado para volver, como Escoria!

Escuché a ambos y finalmente miré a Gabriel, sorprendida por algo que había dicho. - Que yo recuerde, nunca nadie sospechó de ti la última vez que moriste. No sé por qué te diría eso, pero era de su propia cosecha. Aquí sabíamos que podías volver, gracias a Alexia, por eso Eko le pidió que te dijera que lo hicieras pronto. - Arrugué la nariz, pensando durante unos instantes. 

- A Zagam tampoco le gustaba Marceline. Quizá no estaría de más que la mirases a ella y comprobaras cómo funciona ese poder que le ha dado su tatuaje. Aunque Eko tiene razón, es mejor esperar y decidir después de las votaciones. Teniendo los votos de Alexia y Yormund, además de los nuestros, no es necesario que digamos nada en el otro lado si no nos preguntan. Podemos votar por Ivhone por sorpresa.

Mis ojos se abrieron al escuchar las palabras de Ivhone en el otro lado y asentí a lo que dijo Eko. - Joder... Esta tampoco es ningún genio, eh... 

Asiento con la cabeza cuando Eko me explica el poder de Liam, desde luego tener familiares que les hubieran hablado sobre lo que ya ocurrió les daba cierta ventaja, me alegraba de estar en su bando y no en su contra.

-Ahhh... llegaron los dos. -Respondo sin darle demasiada importancia, casi lo había olvidado. -Andrew y Azhariel. Por lo visto Azhariel tenía cosas que resolver con Kaldreade. La eterna obsesión con Valfar y todo eso... Al final se pidieron perdón mutuamente y poco más. 

Ah... otra cosa.

Como me tocan las pelotas, Eko y Zyllah. Ella es hija de su madre, pero esperaba más de un Letang. Aunque eso le pasa a su padre por ponerle el nombre de un traidor. No lo será, pero me repatea igual. -Repito las palabras de aquel anfitrión.

-Eso piensa Kaldreade de vosotros. Que no os engañe la cara bonita de Marceline. Empiezo a pensar que ella y su hermano son la misma cosa. 

Llevo la mano a mi mentón, pensando en otras palabras que me hicieron reflexionar.

-He tanteado el terreno para ti, pero Eko dice que el poder que aseguras tener era lo mismo que dijo tener Escoria, una de las traidoras de la otra vez. Y que resultó ser falso. Aunque eso era entonces, y esto es ahora. Yo también, cuando no quería morir ni por unos ni por otros, aseguraba que tenía el poder de llevarme a alguien a la tumba conmigo. Y ahora lo tengo de verdad, por si alguien vuelve a dañar a Marceline

Repetía las palabras de Kaldreade con cada pausa, cada tonalidad, como si pudiera recrearlas nuevamente en mi mente.

-Eso le dijo Kaldreade a Vanna. ¿Marceline también dice tener el poder de llevarse a alguien a la tumba? Demasiado oportuno... ¿no es cierto?... -Aquello cada vez era más sospechoso, había confiado en Marceline, la había traído de vuelta, y eso no era buena señal... ya sabíamos lo que pasaba con las mujeres a las que me acercaba... Seele... Ira... ¿Marceline también?...

Después miré a Zyllah, y asentí con la cabeza a sus palabras, cada vez estaba más seguro de que debía dejar las cosas claras con Marceline.

-Exactamente me dijo esto:

La situación se ha complicado, especialmente para los que os encontráis aquí. Ahora mismo, salvo que algún poder raro se haya despertado en otra persona, creo que sólo Eko podría tomar el poder que Tetsuo le quitó en su momento a Gabriel, y aun así no se si el truco funcionará. Y hablando de eso... Allí arriba se tienen ciertas dudas sobre cual era tu verdadero bando en el momento de tu muerte Azhariel, y de ser eso cierto, me pregunto si tu también Gabriel ya no estabas en el mismo lado que nosotros.

Después sonreí a Zyllah, una sonrisa cansada, carente de alegría... yo solo tenía las palabras, ella tenía el poder de leer entre líneas. 

Escuché las palabras de Gabriel atentamente y no pude evitar enarcar una ceja cuando repitió lo que Kaldreade había dicho de nosotros. Sin embargo, no lo interrumpí hasta el final.

- Andrew y Azhariel se desdoblaron... ¿Y Elizabeth? Supongo que no, porque no quedaba nada de Alice dentro de ese cuerpo, ella se encargó de eso. - Negué con la cabeza despacio. - Kaldreade no era el héroe que Marceline intenta vender. Votó a mi madre dos veces, fue el único que lo hizo en alguna ocasión. Y por su culpa Valfar estuvo a punto de morir en varias ocasiones. Se pasaba los días en silencio y las noches esperando que los traidores le hicieran una visita para unirse a ellos. Él solo no tenía la fuerza necesaria para enfrentarse al Sello. - Expliqué, frunciendo el ceño. - La última noche, Azhariel, que tenía el poder que tienes tú ahora, puso sus ojos sobre él. Cuando al amanecer todo terminó y dijo en voz alta lo que había visto: sangre, odio, fuerza y rencor, - Recité de memoria. - Kaldreade salió huyendo, pensando que irían a por él. Pero ahora Marceline pretende que veamos a su hermano como un gran héroe que va a venir a enseñarnos cómo se mata a los traidores. - Terminé, encogiéndome de hombros. - Pues la verdad es que yo no quiero aprender nada de él, eso seguro. Habría que averiguar si realmente Marceline es una entidad diferente. Y hay un detalle curioso al que no le había dado importancia. Ha hablado de sí misma en masculino en varias ocasiones. 

Rodeé al pajarito con la mano sobre mi regazo y empecé a acariciarlo despacio. - De todas formas, no decidas nada todavía. Averiguar lo de Liam también podría sernos útil. Lo malo de estas dudas es que ahora ya no sé si podemos fiarnos de ella si nos cuenta algún mensaje de Zagam. Creo que transmite las cosas como le da la gana. Aunque fuera por si acaso, tendríamos que establecer alguna clave para que Zagam pueda hablarnos sin que ella pueda alterar sus mensajes.

-¿Y esa confianza que tiene Marceline en Ivhone? O la muchacha es idiota, o ambas están en el mismo bando.

¿Pero que bando?...

Ya había ido una vez a por la arañita, y no terminaba de creerme del todo esa historia que venía contando, lo de la piel de un inocente, tantos buenos propósitos, proteger el sello... 

-Elizabeth no apareció. -Respondí únicamente a Zyllah después de haber escuchado su historia sobre Kaldreade, era más o menos como suponía. 

Solo quedaba esperar y ver con quien utilizaría mi poder... todo dependería de como transcurrieran las votaciones.

Asentí con la cabeza a las palabras de Gabriel. - Estaba pensando lo mismo. Hasta ahora pensaba que Marceline simplemente era un poco retrasada... Pero esto ha sido demasiado después de que le dijéramos claramente que sabíamos que Ivhone era una traidora. Creo que tú no estabas cuando lo hicimos...

Guardé silencio varios segundos, haciendo cuentas, antes de hablar de nuevo. - ¿Creéis qué podemos permitirnos que Alexia no vote a Ivhone? Ira podría sospechar de ella si lo hace. Ya tuvieron problemas cuando la votó la otra vez. Si nos salen las cuentas sin su voto, quizá podríamos prescindir de él. Si queremos contar con él vamos a tener que decir algo en voz alta que la presione para que pueda tener esa excusa de cara a Ira.

Después hablé más alto, para dirigirme a Zagam. - Si quieres decirnos algo sobre Marceline a través de ella misma... Podrías hablar de Àine o algo así...

Cuando Eko escuchó lo que Kaldreade había dicho de él torció el gesto con desagrado.

- Puto gilipollas. - Respondió. - Sólo está vivo porque mi padre dio la cara por él. Qué pronto se le ha olvidado lo mucho que debe.

Luego permaneció callado, dándole vueltas al asunto mientras ellos seguían hablando.

- Si Marceline no está allí - Dijo entonces, un poco más calmado. - es más probable que sea algo como lo de Alice y Elizabeth que como lo de Andrew y Gabriel. De todas formas, eso importa menos. Lo que sí importa es cómo se están apoyando Ivhone y Marceline. Y como ella quiere dividir los votos. Kaldreade estaba cuando Sandor explicó aquello: tiene que saber que Liam ya no puede cambiar de objetivo.

- No estoy seguro de que ella esté con los traidores, pero dividir nuestros votos sólo servirá para que ellos se unan y caiga un inocente en estas votaciones. Lo del voto de Alexia es... Complicado. - Dijo luego, reflexivo. - Pero se me está ocurriendo algo que, si sale bien, nos permitirá matar a Ivhone y al mismo tiempo asegurarnos de que no irán a por mí.

- ¿Alexia todavía no ha obtenido un poder por su tatuaje, verdad?

Negué con la cabeza ante la pregunta de Eko. - No, su tatuaje no ha despertado por ahora. ¿En qué estás pensando? Si queremos que Alexia vote a Ivhone lo tenemos tan sencillo como presionar en voz alta. Entonces perderemos la sorpresa, pero realmente no la necesitamos para nada, ¿no?. Sin contar a Alexia tenemos cuatro votos para Ivhone. Como mucho podrían empatar si todos se pusieran de acuerdo.

- Si Marceline no vota a Ivhone y ellos cuatro la siguen, serán cinco votos. Además, tampoco podemos arriesgarnos a un empate. - Le dijo, antes de dedicar una mirada tranquila a Zyllah. Las caricias con las que ella cuidaba a Àine le llegaban de una forma que como Grovehn jamás había imaginado, calmándole.

- No creo que ellas sepan cómo funciona mi don. Estaba pensando decir en voz alta que tengo el don de Lennish. - Comenzó a explicar, y entonces se tomó un momento para que la idea les llegara. - Así Alexia tendría la excusa para votar a Ivhone. Si lo hacemos volverán a estar Ira y Alexia a solas, y al menos por parte de ellas, de noche, estaremos a salvo.