Partida Rol por web

Tus manos recorren tu cuerpo marchito, mientras tu mirada viaja entre las ruinas de Oldland, buscando esa parte nueva de verdad que instaurar a tu vida tras la desgracia y la soledad.

Miles de heridas marchitas aún recorren tu cuerpo, como las ruinas de esta ciudad, decorando y recordando las llagas y heridas que la adecentaron como fiel maquillaje de vuestra realidad. Será por eso que Oldland te dió vida de nuevo, será por eso que te otorgo el don de volver de entre las lágrimas y la soledad.

Una soledad que carcome tu conciencia, llegando a veces a presentarse en forma de locura irracional. Pero que ahora, tras unos cuantos pasos dentro de la ciudad maldita encuentras como aquella herramienta necesaria para olvidar la soledad.

Bajo tus pies encuentras, una aguja maldita... capaz de coser almas con un solo hilo que enhebrar. Un hilo que pasa por tus labios, y guardas sabiendo que entre remiendos podrás usar dos veces en realidad.

Es el momento de esperar a que las almas discurran por esta tierra indómita, para propagar el sello que te hará libre, y te separará de esa señora que te domina, llamada Soledad... 

Recibido. Perfecto y gracias :D

Y mientras se alzaba la luna, emergía la magia de la noche, y con ella aquella fuerza que te hacía posible unir a tu vida, las almas de alguno de los caídos... tu le librarías de la muerte y ellos de aquella soledad...

Perfecto... Uso mi poder con Yaiza.

Raffariel mira el reflejo de la luna, y luego el lugar donde los cuerpos descansan... quizás en ellos encuentre la respuesta para acabar con aquella soledad...

Enarca una ceja mientras recoge una aguja oculta entre su pelo de tonos grises y terminada en una punta marfil... Era el momento de unir su propia alma con la un caído... La soledad terminaría con el sometimiento de un presente, y llegado aquel momento estaba clara la decisión... Yaiza se alzaría para erradicar aquel sentimiento y aquella soledad...

Aquella misma luz que se erguía en el centro del lugar, se presentaba ante ti.

Una luz que despertaba un sentimiento en ti que sin saber como descubría, como seguir rompiendo aquella soledad... rompiendo con aquel fatídico destino que siempre el pasado te había obligado a vivir... era tan fácil como encontrar un nuevo espacio al que unir un nuevo alma a resurgir...

La Última Aguja

Miras tu propio cuerpo si saber si sería posible, pero luego ahondas en aquel dolor y sabes que si fuiste capaz de soportar todo aquello, no será demasiado pasar por algo más de dolor. Pues puedes volver a unir tu alma a otro esencia... a parte de las dos que sabes que podrás partir... solo necesitas pagar el precio de aquella tierra maldita que sin piedad te pide una y otra vez... una vez fue tu cordura... ahora será tu sonrisa.

Excelente!! :D :D Raffariel no estará más sola... y tendrá muchos amiguitos! ajjaja

Y de nuevo, mientras se alzaba la luna, emergía la magia de la noche, y con ella aquella fuerza que te hacía posible unir a tu vida, las almas de alguno de los caídos... tu le librarías de la muerte y ellos de aquella soledad...

Mi nuevo sirviente es Roy Tucker. ;D Pobre para que juegue algo jajaja.

buuuuu.... a veer.

Alcanzo a poner un nombre?... Que los asesinados por los lobos solo me quedaba Roy D:

Entonces... Sarghagas

Y de nuevo, mientras se alzaba la luna, emergía la magia de la noche, y con ella aquella fuerza que te hacía posible unir a tu vida, las almas de alguno de los caídos... tu le librarías de la muerte y ellos de aquella soledad...

Dire, me disculpo por no poder comentar antes D:...

Ayer tuve un accidente en mi casa por lo que estuve out, ahora estoy mejor pero en cama por dos dias más xD.

Mi elegido era Smel... Si no se puede no hay problema.

Saludos!

Mientras la muerte se apoderaba de su alma, y justo antes de abandonarte a expirar, centrarse tu mirada en el centro de aquella sala, sobre aquellos símbolos escritos en un idioma que no llegabas a descifrar.

Eran como sellos, que ahora se alzaban del suelo y empezaban a danzar, como dispuestos a que tu alma los tocase, sin saber decir, cómo sabía que debías de aferrarte a uno, como si aquello fuera obligado, antes de dejarte marchar...

Debías de decir uno,  ¿Pero cuál...?

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