Partida Rol por web

Ha pesar de su éxito en vaporizar a una de esas hadas mal hechas todavía quedaban varias por eliminar. Varias se le fueron encima pero por suerte tomo un banquillo de la clase y comenzó a dar abanicadas con tal de mantener a los bichejos alejados.

Habiendo espantado a un par Kat apuntó a otro Doxys despistado que volaba lejos del grupo y conjuró:

—Iridium.

Una trompetilla burlona salió de la varita. Molesta iba a gritarle a su varita cuando mas bichos con Cianosis se le fueron encima y tuvo que seguir abanicando.

En este vaivén intento hacer memoria de que eran aquellos bichajos y como matarlos, o por lo menos sacarlos de ahí.

Jackie no se rinde. Ve que el hechizo de "Protego" le ha servido por el momento, y que quizás gracias a ello se ha librado de que le desgarren la ropa.

Así que, una vez más, señala al caldero Doxycida, y vuelve a conjurar una bola de ese material contra las hadas mordedoras

"Wassidassi!" exhala. El conjuro es preciso, aunque no excesivamente fuerte.

El joven Townsend iba a maldecir su mala suerte al sentir como uno de los Doxys le mordía, sin embargo las palabras no salieron por su boca. Se encontraba paralizado y no era capaz de moverse ni hablar para convocar sus hechizos. Maldijo su mala fortuna mientras esperaba para ver que sucedía en su línea de visión.

Estaban por todos lados, como un enjambre enfurecido. Podía oír el castañeo de sus dientes y era un ruido que ponía de los nervios. -Ahhhhh, fuera de aquí, engendro- dije mientras me sacudía un doxy de encima, pero enseguida tenía otros tantos encima.

Clavé bien los pies en el suelo y mientras agitaba los brazos lograba darles golpes a los doxys y no les permití acercarse a mi.

En mi campo de visión podía ver como Teddy era mordido por un Doxy y como se quedaba paralizado. Entra la maraña también pude ver a Katherin intentando defenderse con un hechizo iridium.

En lo que Allison intentaba mantener a un grupo de doxys que revoloteaban amenazadoramente sobre sus cabezas, una doxy fue capaz de aparecer por su espalda dispuesta a morderla ahora que la pelirroja estaba distraída con sus congéneres.

Para cuando la hufflepuff se quiso dar cuenta, aquel horrendo bichejo le había propinado una dentellada en la pierna izquierda. No tuvo tiempo de zafarse a manotazos cuando el daño ya estaba hecho, en su lugar ahogó un grito de dolor, llevándose una mano a la zona afectada, pero era demasiado tarde. Lo peor era que aparte de lo que dolía, notaba que sus piernas ya no respondían. Oh no, no, no puede ser... ¿Cómo no la vi venir..? 

Se dejó caer al suelo, quedándose sentada mientras se aferraba a su varita, mirando a su alrededor con los ojos bien abiertos por el pánico de lo que se venía encima. Contempló con horror como el profesor Cain se llevaba la peor parte. Pero no había nada que pudiera hacer por ayudarle. - E-enf- .. - no pudo terminar la frase cuando una oleada de dolor la superó, y tuvo que apretar los dientes para aguantar aquel infierno.

Las Doxys atacaban como enjambres de abejas llenas de un extraño y malévolo sentido del humor, reían como si fuera el mejor día de su vida, -Estas alimañas...- Dije mientras apartaba a una de estas con un libro grueso, no lograron hacerme mucho. Ahí estaba, en medio del caos producido por estas pequeñitas hadas malévolas, solté una risita al imaginarme la situación desde la perspectiva de otra persona si llegara a entrar y encontrarse la escena.

Parecía que las doxys no se rendían y seguían con su ataque. Me rasqué la cabeza intentando pensar qué hacer, no quería que siguieran allí, cuanto más tiempo los tuviéramos alrededor más oportunidades tenían de mordernos. Ya habían mordido a alguno de mis compañeros.

- Esto no tiene fin, tenemos que acabar cuanto antes y llevar a los heridos a la enfermería cuanto antes - dije preocupada.

Agité la varita y apunté al que tenía más cerca - incendio - con un poco de suerte se convertiría en una pequeña antorcha.

Las doxys resultaron ser más que una mera molestia pues ya habían acabado con la mitad de la clase y nosotros a duras penas habíamos derribado unas cuantas.

Concuerdo contigo Jane, esto debe acabar ya. - respondo mientras busco una forma de alejar a las doxys de mis amigos y sacarlas a campo abierto. - "¿Cómo puedo sacarlas de aquí, quizás si uso el doxycida" - pienso mientras veo como Jackie se me adelanta y hace volar un caldero por el aire lanzando su contenido por doquier.

Genial cubierto de mugre de nuevo. - rezongo mientras intento quitar el pegoste de mi ropa.

Mientras el patronus de Freddy se cargaba otra doxy, Jane lanzaba una llamarada sobre una doxy reduciéndola a cenizas mientras sus compañeras se apartaban del chorro de llamas, sin embargo lo peor del castigo espaba por venir para las doxys, pues un caldero volador impacto contra otra esparciendo su contenido y haciendo huir a las doxys restantes en desbandada.

Mientras las doxys emprendían la retirada el contenido del caldero embadurnaba a todos los presentes dejándolos pegajosos, sucios y con un olor bastante desagradable, pero al menos libres de doxys y con un problema entre manos.

¿Cómo transportar al profesor y sus compañeros a la enfermería para que les suministren el antidoto antes de que los efectos del veneno se hicieran permanentes, bloqueando las vías respiratorias de los mordidos?

"Freddy. Tu patronus puede sostener cosas ¿no?"

Jackie garabatea un papel "Socorro. Varias personas heridas y envenenadas por Doxy. Entre ellas el profesor Por favor enfermera, venga rapido al Aula de pociones"

Y se lo pone en la boca (o pico, o tentáculos, o lo que sea que tenga) al patronus del amigo

"Por favor... vuela rapido" en Ilvermorny o en Warren no habria dudado en invocar a su escoba e ir a la enfermeria. Pero desgraciadamente no conoce aun lo vastante Hogwarta como para permitirse eso.

Luego intentara atender a los heridos. Facilitarles la respiracion y esas cosas.

Había que reaccionar con rapidez si queríamos ayudar a todos: -Rápido, tenemos que encontrar bezoares, estoy segura de que en esta aula tiene que haber- .Sabía que el bezoar curaba la gran mayoría de venenos y este era el lugar preciso para encontrarlos.

No podíamos llevar a todos a la vez ni entre todos los que habíamos quedado conscientes. A punto de ponerme a arrastrar al compañero más cercano, de pronto a una de las nuevas se le ocurrió una buena idea y corrí hacia ella.

- Buena idea, Eileen, busquemos, seguro que tiene que haber alguna - dije comenzando a revolver en el armario y el escritorio del profesor.

Freddy miraba congelado como sus compañeros trataban de encontrar alguna forma de ayudarles. Esperaba que lo consiguieran rápido pues era muy aburrido estar en la misma posición todo el tiempo y, además, necesitaría moverse tarde o temprano.

Hasta aquel momento la pelirroja no se había imaginado hasta que punto la mordedura de las doxys podía llegar a incordiar, no sólo por el dolor que producía, sino el sentimiento de impotencia que se adueñaba de ella al no poder remediar todo aquello. Ni siquiera palabras, tan sólo podía quedarse a la espera de que sus compañeros encontrasen un remedio pronto o...

No, debía mantenerse positiva. Habían pasado por cosas peores, saldrían de esta sin problemas. Allison se quedó donde estaba, forzando una débil sonrisa de ánimo para los afortunados que se habían librado del fatal mordisco. Aunque muy pronto se torció en una mueca de dolor, que procuró aguantar como pudo. 

- H-hey ¿se encuentran bien?- La sonrisa se me iba borrando poco a poco al ver aquellos afectados por las mordeduras de las Doxys. -E-eh ¿Y si voy corriendo a avisarle a otro profesor? ¡Tenemos que hacer algo!- Me dirigí hacia uno de mis compañeros afectados con preocupación y giré la vista hacia la puerta.

La idea de Eileen fue bastante buena y aunque los bezoares eran bastante efectivos contra casi cuaquier veneno, pero el gran defecto del bezoar es que requería ser tragado y la gran mayoría de los mordidos estaban totalmente paralizados sin que existieara la posiblidad de deslizar la piedra por su boca.

Sin embargo, la buena fortuna parecía sonreír a los alumnos pues justo en unos de los gavetas del armario había un par de botellas de antidóto de doxy, el cuál permitió a los chicos salvar la vida de sus compañeros.

Tras suministrarle el antídoto a todos los afectados, los chicos permanecieron en silencio en el aula, hasta que sus compañeros empezaron a reaccionar, junto con el profesor Cain.}

Treinta puntos para Gryffindor y Ranclaw por su rápida reacción y cincuenta puntos serán sumados a Hufflepuff en agradecimiento a la señorita Voorhes porhacer huír a esa parvada de doxys.

Minutos después de recibir el antídoto, Allison exhaló una bocanada de aire, era todo un alivio poder recuperar la movilidad. Habían tenido una gran suerte de que sus compañeros encontrasen un remedio. Menos mal que el ataque había sucedido en la misma clase de pociones, y no perdidos en medio de la nada. - Uff.. G-gracias, eso estuvo cerca. - logró decir mientras se llevaba una mano a la nuca, sonriente, después de que lo peor hubiera pasado.

Cuando ya notó que podía volver a moverse con normalidad, se sacudió el polvo de la túnica y prestó atención a las palabras del profesor Cain. Una sonrisa se dibujó en su rostro cuando anunció los puntos para las casas, después de haberles salvado el pellejo era lo menos. Allison dirigió una mirada hacia Jackie y asintió sonriente. 

Suponía que ya podrían marcharse, si el mago no iba a decir nada más. Tenía muchas ideas en mente y después de lo que había vivido, le urgía más aún ponerse en marcha cuanto antes.