Partida Rol por web

Cuando llegan al patio encuentran a Artemis conversando con Jane

Eh chicos por aquí  - digo mientras agito mi mano para captar la atención de mis amigos.

Una vez nos hemos reunido todos, empiezo a explicarles lo que tengo planeado.

Chicos quiero ver a mi padre y Dumbledore no quiere que nadie ingrese a la enfermería a menos que se trate de una emergencia, incluso ha puesto al profesor Hagrid de guardia y es imposible convencerlo, así que había pensado en iniciar un incendio cerca de las caballerizas, nada peligroso, un pequeño fuego.

Pero más que fuego, lo que necesito es una muy visible columna de humo que convenza al profesor Hagrid que los animales están en peligro. Una vez el humo este visible, Kat y Merida deben acercarse al profesor Hagrid con la mayor cara de susto posible, hacerlo ver el humo y convencerlo de que es inidispensable que vaya a ver a los animales.

Tan pronto el profesor se haya marchado yo me colaré a la enfermería con Allison, mientras Freddy vigila. ¿Qué opinan? - pregunto nervioso.

Al escuchar los planes de Artemis pestañeé confundida, ¿acaso estaba en peligro su padre?

- Pero, ¿para qué? Entiendo que quieras ver a tu padre y no me parece bien que no te dejen verlo, pero ¿sacarlo del castillo para qué? Si provocamos un fuego nos vamos a meter en un lío muy grande Artemis.

Realmente estaba muy sorprendida por las palabras de Artemis, no les encontraba sentido.

Apenas nos reunimos en el patio, Artemis empieza a exponer su idea y lo miro ladeando la cabeza, intentando encontrar el sentido en lo que dice.

- Jane tiene razón, Artemis. - digo poniéndome al lado de mi amiga de Ravenclaw - Con tu plan, no haremos si no meternos en un lío enorme. Con lo que pasó en Hogsmeade y, antes, en la torre de Ravenclaw, si ahora prendemos fuego a las caballerizas, pronto nos van a echar. - digo con una sonrisa y tono ligero - Aunque sólo sea para ahorrarse el dinero de las reparaciones. - me acerco y pongo una mano con gesto cariñoso en el hombro de Artemis - Entiendo que estés preocupado por tu padre, Artemis. Pero tenemos que encontrar una manera menos descabellada de hacerlo. - me giro hacia Allison con una amplia sonrisa - Si soy consciente de la ironía de ser yo la que está diciendo eso. - vuelo a girarme hacia el chico - Lo que se me hace raro de creer es que el viejete no te deje ir a ver a tu padre. ¿Te dijo el porque? Aunque sea una visita corta de cinco minutos, eso evitaría que siguieras molestando y si tu padre se ha despertado, seguro que le ayuda el ver que si hijo está sano y salvo. Mmm... - me rasco la naricita, pensando - ¿Y si hablásemos con tu abuelo? Sé que no tenéis la mejor de las relaciones, pero quizás pueda ayudar a convecner al director de que te deje ver a tu padre.

Aunque odiara admitirlo, las chicas tenían razón, por lo que acepto mi derrota, al menos hasta que Mérida menciono lo de escribirle a mi abuelo.

Dudo que mi abuelo Gerard este de acuerdo conmigo, lo más probable es que envíe a dos aurores franceses para custodiar la puerta facilitándole el trabajo a Dumbledore. - digo con la mirada clavada en el suelo.

El únicoa que quizás podría convencerlo es mi bisabuelo, pero si le escribo se la va a pasar retandonos a mi padre y a mi todo el día e incluso decida venirse a Hogwarts para supervisar el tratamiento de mi padre personalmente, lo cual no son buenas noticias para nadie, pues la última vez que estuvo aquí se quedo casi medio año y no dejo de darme lata todo el tiempo. - digo dubitativo

¿Alguna otra idea?

Una vez llegaron al patio, Allison escuchó la propuesta de Artemis para conseguir entrar en la enfermería, pero como decían Jane y Merida no era buena idea arriesgarse a ser castigados. O incluso de que algo malo pudiera pasar a los animales.

- Bueno.. A mí tu bisabuelo me cae bien, puede ser un hombre un poco gruñón pero se le ve comprensivo. - comentó mientras se rascaba la mejilla pensativa. Quizá podrían hacer aquello.

- Hmm, el señor Hagrid dijo que sólo podían entrar profesores o alumnos enfermos.. Tal vez podríamos fingir que uno de nosotros se pone malito, aunque supongo que debería ser creíble. ¿No había chucherías para ese tipo de "menesteres"? - comentó aunque no sabía si era una buena idea, no se le ocurría nada mejor.

Ante tales ideas Kat se quedó con la boca abierta, ¿Que estaba pensado al hacer eso? En especial por los pobres caballos fantasma. Iba a protestar sobre aquel plan pero su opinión era compartida por varias, lo cual pudo convencer a Artemis, ahora tocaba hacer otro plan.

-Yo apoyo el plan de Allison. Solo tenemos que hacer que uno finja estar enfermo- dijo mientras se rascaba el mentón mientras pensaba, de pronto se le ocurrió algo-¿Y si usamos algo de Sortilegios Weasley?, siempre tienen algo para finjir que estas enfermo.

Freddy asintió a sus compañeras. Incendiar Hogwarts tampoco le parecía buena idea para poder entrar en la enfermería, habría que buscar otra forma de que su compañero pudiera colarse.

-Lo de hacerse el enfermo estaría bien pero... el director no es tonto. Si ve que enferma Artemis, justo ahora, sospechará y, si enferma alguno de nosotros, quizá no le dejen entrar tampoco.- dijo pensativo.

-Yo de la tienda Wesley sólo tengo unas orejas extensibles... Si uno de nosotros pudiera llegar allí podríamos comunicarnos con él si usa dos orejas por la ventana, una para escucharnos y otra para hablar.- explicó con una pequeña idea.

No sabía como de difícil podría ser.

Exhalo un leve suspiro de alivio al ver que Artemis entra en razón y abandona el plan de intentar prender fuego a parte de Hogwarts. Y, por suerte, con la intervención de los demás amigos, las cosas toman un cauce que, esperemos, sea menos peligroso.

- Es una buena idea, Allison. Si uno de nosotros necesita ayuda, tendrán que dejarnos entrar. Pero, como dice Freddy, no es que podamos colárselo así como así. Pero, - digo con voz y gesto determinado, sacando mi varita - enfermedades no son la única manera de poder entrar en la enfermeria. - miro a Artemis con una sonrisa - Aprovecha para llevarme hacia allí. Freddy, por si acaso, pásame una de esas orejas. - le digo al chico a la vez que intento demorar un poco la ejecución de mi plan, pero hay un límite de cuanto puedo hacerlo, así que, finalmente, tras asegurarme de que no hay más estudiantes que puedan verme, cierro los ojos, tomo aire y, al abrirlos, apunto con mi varita a mi mano izquierda, esto va a doler - ¡Incendio!

Y un chorro de llamas queman mi ropa y mi piel, incluso estando preparada y habiendo estado apretando los dientes, se me escapa un gemido de dolor.

Artemis, espero que esto merezca la pena.

En cuanto vi que Merida se disponía a hacerse daño traté de evitarlo pero no llegué a tiempo. Corrí a su lado y miré la herida.

- Merida, pero ¿en qué estabas pensando para hacer esto? - la reprendí enfadada dándole un golpecito en la cabeza - podríamos haber usado cualquier otra forma de conseguirlo que no fuera hacernos daño. Por ejemplo, tengo unos magifuegos salvajes que podrían habernos ayudado a despistar a Hagrid o podríamos haber usado cualquier otra cosa.

Al ver lo que hizo Mérida, me quedo de una pieza, pues no podía dar crédito a lo que veían mis ojos.

¡Mérida no! - exclamo mientras veo su mano quemada. - No debiste hacerlo. - le increpo, mientras la abrazo por la cintura y  paso su barzo sano sobre mi hombro.

Freddy, ayúdame por favor, no hay tiempo que perder. - lo urjo a mi amigo, debíamos llevar a Mérida a la enfermería y rápido, pues el daño parecía bastante severo.

Cuando estás lanzando el conjuro, sientes que algo va mal, es como si tu varita se resistiera, pero al final termina haciendo su trabajo al tiempo que escuchas lo siguiente:

Noo, no quiero, por favor, no quiero herirte, no a ti.

Sonrío ligeramente a la varita, agradeciendo su preocupación, e intento transmitirle algo de confianza.

'Estaré bien', pienso para que me oiga.

Espero no equivocarme.

- ¡Merida! - exclamó una asustada Allison al ver que Merida se inflingia una quemadura en su propia mano. Se acercó hasta ella como los demás con gesto horrorizado. - Pero serás burra, ¿cómo se te ocurre hacer algo así!? - exclamó entre sorprendida y enfadada, no sabía si estaba más enfadada con su amiga o consigo misma por no haberlo impedido. Si tan sólo hubiera sido un poco más rápida quizás podría haber desviado el nefasto hechizo.

- Tenía que haber algún otro modo... Agh, ¡cuando dejes la enfermería te vas a enterar! ¡Venga, vamos deprisa! - protestó molesta. Pero no había tiempo para seguir enfurruñándose, tenían que ir con Madame Pomfrey, por suerte tenía la esperanza de que la mujer arreglaría en un santiamén aquella quemadura. 

No se esperaba esto, Mérida había llevado el tema demasiado lejos.

-¿Que te pasa Mérida? ¡¡¿Acaso estas loca?!!.

Asustada por esto la Rubita siguió a Freddy y a Artemis en su marcha a la enfermeria, más que como el plan de Artemis para ver que Mérida se atendiera la mano.

Sorprendido, Freddy vio como su amiga se quemaba voluntariamente la mano para entrar en la enfermería.

-Pero... ¡No debiste!-dijo mientras comenzaba a pensar lo más rápido que podía.

El plan todavía estaba en sus inicios y no lo habían terminado de perfilar pero, por desgracia, tendrían que jugar con lo que tenían.

"Vaya locura." pensó el joven Townsend mientras acompañaba a Merida y le ponía dos de sus orejas extensibles en el bolsillo por si acaso no les dejaban entrar a ellos en la enfermería.

Freddy, Allison, Mérida, Kat y Artemis parte inmediato a la enfermería mientras Jane los observa con cara de circunstancia.

Al ver como iban todos hacia la enfermería con Merida, agité la cabeza con gesto resignado. Estaba claro que éramos un grupo de locos.
Me di la vuelta y me encaminé hacia otra zona del castillo. No es que no quisiera ir con los demás, es que si íbamos todos resultaría de lo más sospechoso y seguro que podían solucionarlo entre todos.

Después del incidente en clase de pociones, Allison decidió pasar un rato junto a la puerta que daba al Patio Principal, no quería marcharse a cenar todavía, porque luego sería mucho más tarde para andar deambulando por el castillo cuando ya apenas había luz del sol.

¿Se acordará Artemis de lo que dijo después del ataque de las doxys? Bueno, esperaré un ratito y sino lo dejaré para mañana... Pensó mientras echaba un vistazo a su alrededor, para matar el tiempo agarró una pequeña piedra que había en el suelo y decidió practicar el hechizo avifors, así estaría entretenida con algo. 

Pero para no variar con aquella mala suerte que acompañaba a aquel hechizo, volvió a fallar estrepitosamente. La piedrecita salió volando y rebotó en una de las columnas de piedra con fuerza, amenazando con regresar hasta la pelirroja con malas intenciones. Allison se asustó al ver como el guijarro salía disparado y ahogó un gritito de sorpresa, al tiempo que se agachaba para evitar que la piedra le golpease. - Lechugas... Parece que esté maldita con este dichoso hechizo. - refunfuñó en voz baja mientras entornaba los ojos. Pero no por eso iba a dejar de intentarlo, maldita sea, unas piedras suicidas no iban a interponerse por su amor hacia los animales.

Mientras me acercaba hacia el patio principal, una piedra voladora apareció de la nada, amenazando con golpearme la rodilla.

Rápidamente di un enorme salto para apartarme de su camino, lástima que la persona que venía detrás de mi no fue tan rápida.

¿De dónde salió eso? ¿Allison te encuentras bien? ¿Quién arrojo la piedra? - pregunto en alerta mientras observo a Allison en busca de alguna herida.