Partida Rol por web

Ellen mira sorprendida a Diane por encima del hombro de Donnie cuándo éste se apoya en su hombro. Cuándo se levanta de nuevo, Ellen mira a Donnie.

- Al dire, eh... - dice mirando a Dumbledor del mismo modo que Donnie - Siempre me ha parecido que tiene sentido del humor. Tal vez un chiste. - sugiere a Donnie.

Se sorprende entonces cuándo Donnie la mira tan intensamente y sugiere secuestrarla. Se ríe divertida.

- Esa es tal vez la mejor idea de toda la noche. De hecho, me parece un plan brillante, auqnue no debería decirlo siendo la futura víctima.

Joni mira a Mia y esboza una media sonrisa cuándo viene a pedirle un baile.

- Me gustaría ver eso. - dice levantándose y ofreciéndole el brazo de manera cortés a Mia para ir a la pista de baile - Y no quería decírtelo antes para que no te asustases, pero estos pies de hielo son en realidad unos maestros del baile. - cuándo dice eso hace dar a Mia una vuelta sobre sí misma hasta acabar pegados, cogiendola entonces por la espalda con una mano y cerrando la otra sobre la mano de Mia, empezando a bailar al compás de la música. Se acerca entonces más a ella, poniendo la barbilla junto a la oreja de Mia (pues Joni es más alto que Mia).

- No era mi intención que os peleáseis, o estropear la noche, cuándo te diej que me siguieses el rollo. Sólo quería comprobar si Sirius me odiaba a mí por ser yo, o eran celos por haber venido contigo.

Todo el mundo empieza a bailar poco a poco, aunque nadie invita a profesores. Algo cobardes todos...claro que, salvo si es el director, ya he ganado por lo que es normal querer ahorrarse algo de vergüenza.

Aelia sigue sorprendeiendo con su grupo, es más guay de lo que parece. Y yo sigo bailando con la profesora.

-Bueno profe ¿no me darás algún chivatazo sobre la siguiente prueba? Como premio por...bueno, por ser yo.- sonrío como si fuese un chico bueno e inocente.

- Jaja. - Ríe exageradamente  la profesora - Intentando hacer trampas, en Navidad, qué mala persona Brad. Y  aunque quisiese, ya sabéis sobre el conjuro de confidencialidad. No intentes tonterías, ya vais suficientemente bien. 

​La profesora se separa de Brad.

- Ha sido un placer, pero creo que ahora le toca a tu pareja. - dice señalando a Yolanda, que mira a Brad con falso odio, obviamente por perder la apuesta.

-Un honor, profesora.- le hago una pequeña reverencia antes de acercarme a Yolanda y quitarle la expresión de "odio" con un buen beso. Vuelvo a la pista de baile llevando a mi pareja. Con ella bailo de manera que el espíritu santo no cabría entre ambos, no como con la profesora. -No pongas esa cara...que aún no he ganado. Seguro que alguna saca al director.

Bailo con Remus al paso de la música, tampoco se nos daba tan mal. La cosa era acostumbrarse al movimiento de tu pareja. 

- Oye pues... Esto no se nos da mal. -Le digo al cabo de un rato, acercándome más a él con todo el cuerpo. Por encima del hombro miro al grupo y a Aelia con su cara de concentración. Me hace gracia verla tan concentrada. Remus hace que de media vuelta y yo le sigo los pasos. 

¿Me lo ha parecido a mi o Donnie estaba apoyado en Ellen? 

- ¡Remus, por fin! Llevaba siglos preguntándome porqué Donnie no quería nada con ella. Al fin ha cambiado de opinión, o eso creo. -Le digo para que se girara a mirarlos aunque él ya no estaba apoyado en ella.- Y mira a Brad ¿Tu crees que conseguirá ligar incluso con la profe? -Me río divertida.- En fin, todo eso ahora me da igual... No sabes el tiempo que he deseado estar así contigo, por fin ¿Por qué habremos tardado tanto? -Me acerco más a él y le doy un beso apasionado.- Estoy muy feliz. 

Me muevo al ritmo de la música con Joni, y niego con la cabeza cuando se disculpa. 

- No te preocupes-le respondo-. No habría sido para tanto si no hubiese jugado otro factor que desconocía...-suspiré-. Alguien se ha hecho pasar por mí de alguna forma y le ha dado entender a Sirius algo que no es y... vaya, que se ha liado...-pongo los ojos en blanco-. En fin, después de la fiesta hablaré con él... 

- Pff, no creo que nadie se arriesgue a ser rechazado, o castigado, o la comidilla del colegio. al menos prometiste que nos invitabas a todos a una ronda. Algo que me gano. Lástima que el hermano de Mia sea tan parado, sorprendente siendo su hermana cómo es. Si no, te hubiese ganado con los ojos cerrados.

Remus se ríe. 

- Se nota, se nota. Y eso me gusta, y me alegra. - dice Remus enlazando las manos en la parte baja de la espalda de Irina. - No creo que Brad se ligue a la profesora Dekkers, por otra parte. Creo que incluso para él está fuera de la liga. Sabes? - dice bajando la voz - Escuché en el baño de los prefectos que el hermano de Mia le pidió una cita y ella le rechazó diciendo que no podía estar con nadie. No sé si es verdad, es lo que decían.

- Entiendo. - dice sin apartarse. - Y qué le han dado a entender?

¿Cuando decidirá Mia ganar la apuesta? solo ella tendrá el desparpajo de pedírselo al Director...si no está demasiado rayada por esos dos.

Tengo que reprimir un estornudo para no soltárselo en la cara a Yolanda. Algo que no sería nada bueno para mis planes para la noche. Ni para mi imagen en general. A nadie le gusta acercarse a alguien que te estornuda en la cara...es lógico.

Es extraño...no soy alérgico a nada. Dicen que eso es porque alguien habla de ti...¿Serán cosas buenas?

Desisto de tratar de ver a alguien mirándome, demasiada gente, y devuelvo mi atención a mi pareja.

-Con los ojos cerrados ¿Eh? Creo que en el fondo te encanta perder contra mi...tendremos que competir en más cosas.

Seguimos bailando cuando la música pasa a una más rápida*, pero esta vez ella lo hace dándome la espalda aunque igual de pegados.

Sintiendo cada curva de su cuerpo contra el mío, mis manos disfrutan en sus caderas, mi nariz en su cuello.

-Aunque saquen al director...la apuesta privada entre tú y yo, sigo habiéndola ganado. A menos que lo saques tú. ¿En qué quedamos que era? ¿Un mes de esclavitud? No me vendrá mal...quiero practicar algunas cosas para sorprender a cierta presa que he seducido. No adivinarías quien es ni en un millón de años...

Yolanda baila sensualmente, restregándose en ti bastante. Se ríe ante tu comentario.

- Ya te dije que no te pasaras de listo. Que el premio era el mismo para los dos, cambiando el nombre. Una semana, absolutamente todo lo que quieras cuándo quieras. Y a quién has seducido ya?

-No lo adivinarías- río -Aunque si lo adivinas podría darte algún premio...una pista: es mayor que yo.

Me encanta como se restriega. Y si eso no fuese suficiente, hablar de susana siempre me enciende.

-Mmm espero que esta semana de esclavitud no coincida con "esos días del mes". Sería incómodo para ti siendo que no vas a llevar ninguna clase de ropa interior, además de tus faldas más cortas. Vas a tener loca a tu clase.

- ¡Que cotilla!- Le digo sorprendida aun pegada a él, bailando, y a pesar de la exclamación, en voz baja. - No sabía esta faceta tuya pero... Me encanta. Por favor, si te enteras de cotilleos dímelos, a no ser que eso te meta en problemas. -Me río, nerviosa. -Jo, es que a mi me encanta enterarme de todo, tengo un problema con ello. -Me apoyo en su hombro y sigo bailando.- Pues el hermano de Mia es el típico chico que gusta a todas, o eso creo. ¿Que buscará la profe? ¿Tu crees que sería posible que le gusten las chicas? Bueno, que más dará. -Digo cambiando de tema cuando la música se empieza a animar. - ¿Cómo está Sirius? Debo contarte algo. 

Me alegre por Mia, y que todo acabara más o menos bien. No la conocía demasiado, y tampoco tenía claro si estaba fingiendo para no estropear la fiesta a sus amigos o para hacerse más fuerte de lo que realmente era, pero, desde luego, a mí no me correspondía indagar en un tema del que no sabía nada y, por supuesto, ni me habían dado pie para meterme. Sólo quería saber cómo estaba ella, y al ver que volvía a sonreír, y que cogía a su pareja (Grábatelo en la cabeza, pensé, frustrada, Mia está con Joni, no Sirius) para bailar al son de la música que Aelia y el resto de músicos hacían.

Sonriente, cogí una bebida, y fui paseándome hasta llegar cerca del escenario para contemplar mejor el espectáculo. Realmente aún me costaba pensar que aquellas eran Charlotte y Aelia. No sabía por qué, pero me preguntaba si debía de haberme dado cuenta de su talento musical antes.

Me terminé encogiendo de hombros, y miré los demás, sonriente, viendo cómo bailaban con sus parejas. Ladeé la cabeza, y sentí un nudo en el estómago, suave, como un ligero remordimiento. Debí de haberle dicho que sí a Brad, y dejarme de estupideces. Mi timidez y bochorno me habían impedido disfrutar de un baile divertido, lleno de risas, y momentos únicos. Pero me costaba lanzarme, y entablar relaciones. En ese momento, miré a mi hermano, envidiándolo. Aún no podía creerme que pudiera tener más éxito que yo con la gente. Me pregunté qué clase de don tendría para encandilar a la gente.

Aplaudí con calidez ante la canción nueva de Aelia, y disfruté de la música, mientras me movía ligeramente al compás. Aunque no tenía ni idea de tocar un instrumento o de solfeo o de música en sí, sabía apreciarla, y me encantaba. A veces, sólo con música se me podía calmar, como si fuera una bestia.

El baile era impresionante, mucho mejor que en mi instituto de América, y ahora que lo veía todo con una nueva perspectiva, me daba cuenta de que ni por asomo me arrepentía de aquel cambio de vida. Era de lo más emocionante, divertido y prometedor.

Cuando la música cambió a una más marchosa, con un ritmo más rápido, comencé a mover la cabeza de un lado a otro, divertida, bailando y disfrutando del espectáculo que Aelia y las demás nos daban.

Reparé durante un segundo en el sombrero picudo del director del Colegio, y el corazón me dio un vuelco, como si fuera a pasar algo que no quisiera. Me aclaré la garganta, y lo miré con decisión. Era mi momento. Había perdido una apuesta, pero podía ganar la otra.

Caminé hacia él con la mirada encendida, decidida, como si fuera un halcón hacia su presa. Cuando nos separaba apenas un par de metros, fingí que había visto a un conocido detrás del director, y alcé la mano y todo, sonriendo como una tonta para justificar mi cambio de rumbo. Miré al director con la cara roja y caliente, y después hacia mis zapatos, mientras iba a por mi amigo imaginario.

Suspiré, negando con la cabeza, y me llevé una mano a la frente, sonriendo con pesar.

—No— me dije—. Así no ganaré nada.

Bueno, creo que terminará pasándolo bien esta noche, Mia es fuerte y seguro que sabe hacerle un hueco a Joni para intentar revertir la situación - digo ante la pregunta de Mia - aunque si te digo la verdad, en mi opinión, hacía mejor pareja con Sirius, creo que son más parecidos en carácter, pero no soy yo quien debe decidir en eso.

Intento ir con mucho cuidado para no pisar a Sofía cuando me habla de Aelia.

Sí, la verdad es que es muy buena, al igual que Charlotte y el resto, y yo por lo menos nunca me hubiera imaginado que fuesen así, ni siquiera de que fueran a actuar esta noche, ha sido una gran sorpresa.

En esos momentos pensé que estaba siendo bastante descortés, ya que después de hacerla esperar seguimos hablando de lo ocurrido.

Bueno, cuéntame, ¿Cómo es posible que una chica tan guapa como tú no haya conseguido que medio Hogwarts hiciera cola para venir al baile contigo?  

- Eres todo maldad... Aunque ya los tenía a todos locos sin enseñarles el culo. - se jacta bromista. O no tan bromista.

- Yo no soy cotilla, pero no voy a irme del baño porque alguien está cotilleando... - se excusa Remus - Tú, tú eres una maruja. - le dice a Irina apuntándole con un dedo acusador - Miedo me das.

Mira algo sorprendido a Irina.

 - Pues no sé, sé lo mismo que tú respecto a Sirius. No sé que mosca le ha picado. La única explicación es la deducción de Joni supongo, pero yo creía que a Sirius eso no le importaba... Iba con otras chicas él también.