Partida Rol por web

- ¿Ves? ¡Ay, zalamero! Esto ya es otra cosa...-le digo a Joni tomando el ramillete que me ofrece. Lo coloco con cuidado y sonrío-. Bah, ya puedes cortar el rollo. Pero gracias por las flores y el piropo-le guiño un ojo y le doy un beso en la mejilla en agradecimiento-. Anda, vamos a zampar, si no meto algo en mi estómago a la de YA moriré de hambre...

Cojo a Joni de la mano y prácticamente tiro de él hasta la gran mesa a la que se dirigen todos. Me siento al lado de Joni y de Sirius y James, necesito tenerlos cerca esta noche pero procuro tener cerca además a Irina, Brad, Dean... ¡quiero hablar con todos! Me sorprende ver a Dean con pareja, ¡y aún más a Donnie!

- Pero bueno... ¡qué ven mis ojos! ¿Desde cuando Donnie y tú sois los Casanovas de Hogwarts? ¡Brad, atentan contra ti!-bromeo, aunque sé que muchos no pillarán la referencia muggle a la obra, ¡es tan complicado a veces mezclarse en ambos mundos!-. Bueno, bueno... Ahora a llenar el buche y después a darlo todo en la pista de baile, ¡un duelo de baile al más puro estilo West side story! Es una película musical muggle basada en la obra de Romeo y Julieta, que es muggle también... vaya, que lo que quiero decir es que no pienso dejar que nadie se quede sentado, ¿entendido?-los miro a todos con los ojos entrecerrados y después a Joni-, sí también va por ti señor estamos-demasiado-congelados-para-bailar-le saco la lengua y miro a los demás-, ¿qué me decís? ¡Va, tenemos que pasarlo bien esta noche! 

-Mia, Mia, Mia...no son más que meros aprendices. Aficionados.- saco brillo a mis uñas. -No por nada he venido con la chica ¡Que digo chica! La mujer más ardiente de Hogwarts.- aprovecho para echarle un piropo a Yolanda, que nunca viene mal.

-Pero aficionados o no...sí que tenías poca fe en ellos. Chicos, deberíais dejarla sin regalo de navidad.

Espero con ganas la comida, siempre se superan en los eventos de este tipo.

Estaba claro que si iba a ir a la cena, debía dejarlo todo preparado para poder acabarlo todo a tiempo. Nada fuera de lo normal. No era la primera vez que me ponía un vestido, por suerte, ni tampoco era la primera vez que me arreglaba, aunque cuando estaba de gira solía tener maquilladores profesionales ayudándome en mi “puesta a escena”. Sin haber reparado en ese detalle, se me echó el tiempo encima. No importaba. La cena en un día como este habría sido un mero trámite para mí. Sin embargo, no me hubiera gustado perderme la magnificencia de la cena, los vestidos, las americanas, el olor a ropa nueva y preparada para la ocasión, el perfume de la gente mezclado con el propio de las hormonas... Vamos, todo un espectáculo.

Ya vestida y maquillada “para la ocasión”, como dirían algunos, bajé hasta el Gran Comedor, donde se respiraba el ambiente más festivo que había presenciado nunca. “Vaya”, pensé, al ver a la mayoría de personas reconvertidas. “El poder de los bailes, ¿eh?” musité para mis adentros. No podía decir mucho, la verdad, pues yo también iba acicalada a mi manera, pero en realidad sí había algunas transformaciones sorprendentes entre el gentío. Localicé a London y a Charlotte, cada una en mesas diferentes: Charlotte estaba (¡y cómo estaba!) junto a los Slytherins, cosa que hizo que no quisiera compartir la cena con ellos (ya tendría tiempo de hablar con ella más adelante) y la saludé con un gesto sutil con la cabeza; por otro lado, la mesa donde se encontraba London, llena de gente salvo algún espacio vacío, prometía ser bastante más interesante y, por qué no decirlo, entretenida que la otra. Hacia allí me encaminé.

—Disculpas —dije, tratando de llamar la atención de algunos de los presentes en la mesa—. ¿Está todo ocupado? Si no lo está, ¿os importa que me siente? —comenté. Me sentí un ente extraño ante mis propios compañeros de clase, como si todos hubiesen seguido un camino radicalmente diferente al mío. ¿Tanto estábamos cambiando todos? Comparándolos a cuando habían entrado en Hogwarts, desde luego. Y todos se habían engalanado para la ocasión, cómo no. “Parecemos demasiado niños para esta ropa...” pensé, mientras esperaba a que me dejaran sentarme en su mesa.

Sirius mira con disgusto a Joni y Mia. Joni le devuelve la mirada sereno, con una ceja levantada. En ese momento Aelia aparece y Sirius se levanta.

- Por supuesto, puedes sentarte aquí. Yo voy a sentarme al lado de Peter. - dice dejándole sitio a la rubia y moviendose varios asientos hasta quedar al lado de Peter.

James mira algo confuso a su amigo, pero después aprata la silla de Aelia un poco para que pueda sentarse. Sirius, al sentarse al lado de Peter, se quita algo de la muñeca y se lo guarda en el bolsillo interior de la túnica.

- Pues ahora sí, completos! - dice Ellen sonriente, mientras "sienta" a Donnie a su lado.

El comedor no tarda en llenarse y cuándo todo el mundo está sentado las luces baja ligeramente suintensidad en todo el comedor menos en el escenario. El director se aproxima al centro y abre los brazos a modo de invitación. Lleva una túnica muy festiva con adornos invernales y un gorro parecido al de Santa Claus.

- Feliz Nochebuena a todos, y que empiece el banquete!

Las bandejas del centro de las mesas se llenan al isntante de manjares exquisitos para todos los gustos, todos increíblemente elaborados y rezumando ambiente festivo. Las luces en las mesas ssuben de intensidad hacienod que cada mesa sea un pequeño mundo apartado, dónde tenéis intimidad y no veis realmente al resto de mesas.

- Claro, Aelia, siéntate, hay sitio-le digo a la muchacha de Ravenclaw, después de que Sirius le ofreciese el sitio a mi lado, ¿qué bicho le había picado? Miré a Sirius inquisitiva, después tendré que hablar con él, ¡me niego a ver a alguien disgustado en Navidad! Normalmente ya soy una persona abierta y extrovertida, pero en navidad este rasgo mío se potencia más, ¿por qué? No sé, me gusta la Navidad y que todo el mundo lo pase bien y sea feliz, es una festividad para eso, ¿no? 

Atiendo a las (por fortuna) breves palabras del director, que rápidamente nos deja comer y disfrutar entre nosotros. Me pongo un poco de todo en el plato y comienzo a probarlo y a relamerme. El pollo asado era de Bongo, estaba segura, tiene su toque especial. Cuando termine la fiesta iré a felicitarlo y a desearle una feliz navidad, también tengo un pequeño regalo para él, es mi amigo al fin y al cabo, eso sí, nada de prendas, al pobre le daría un ataque. 

Estoy comiendo y pensando en el baile cuando de pronto se me ocurre una idea:

- Eh, eh, eh, chicos-llamo la atención de todos de la mesa-. ¿Qué tal una pequeña apuesta navideña? A ver quién es capaz de sacar a bailar, y bailar, por supuesto, con un profesor... me apuesto cinco sickles, ¡el doble para quien invite al director! ¿Qué me decís?-los miro con una sonrisa divertida. No era demasiado dinero, pero seguro que valían las risas. 

Era muy divertido, y la cena estaba resultando más agradable de lo que me imaginaba. Siempre supuse que ese tipo de fiestas no era que fuesen aburridas, pero sí que no estaban hechas para mí: no sabía bailar, se me da mal hacer amigos y tener conversaciones interesantes, así como fingir que de lo que se hablaba me interesaba, por lo que siempre era más útil en un lugar lejano a ello.

Sin embargo, nada me invitaba a irme. Tenía muchas ganas de escuchar lo que mis nuevos compañeros tenían que decir, y, aunque la presencia de algunos Gryffindor me incomodaba, sobre todo la de la pareja feliz compuesta por Sirius y James, aquello no enturbiaba mi ánimo.

Saludé a Aelia cuando venía hacia nosotros, y le hice un gesto afirmativo con la cabeza.

—Sí, siéntate, siéntate— dije, palmeando el asiento una vez que Sirius lo había dejado libre, divertida, al tiempo que Mia también la invitaba a sentarse—. Qué vestido tan bonito— indiqué, señalándola, admirando lo bien que le quedaba.

No me pasó desapercibido el gesto que hizo el Gryffindor cuando se quitó una pulsera, y me pregunté qué sería lo que le había molestado o incomodado para despojarse de ella.

Cuando las luces bajaron de intensidad, y las fuentes se llenaron de comida, ensanché la sonrisa, notando que mi estómago rugía, molesto, hambriento.

—Que aproveche— dije, y me serví un poco de pollo asado, probándolo en seguida, y rindiéndome ante la delicia de la comida.

Sonreí, después, ante la ocurrencia de Mia, y reí al final ante la apuesta. Me parecía divertida, y asentí con la cabeza mientras tragaba.

—Me apunto— dije, señalándome—. Me apuesto esos cinco sickles a que hago bailar al profesor Slughorn. El director es demasiado complicado— añadí, sonriendo.

No tenía ni idea de bailar, no se me daban bien esas cosas, pero quería divertirme, y si aquello conllevaba ganar un poco de dinero, mejor que mejor. 

- Oh, nonono.- dice Ellen moviendo las manos vigorosamente de lado a lado - Los profesores ya me temen bastante cuando me explotan calderos y cosas así... No se fian si me acerco a más de 3 metros. Yo me retiro de la apuesta. - dice concluyente antes de servirse puré de patatas y varias verduras asadas. - Si queréis os hago de juez.

- Aunque una apuesta siempre es algo interesante, me retiro porque la única a la que necesito sacar a bailar está aquí sentada, y ya es reto suficiente. - dice James mientras corta algo de jamón asado y mira con una sonrisa de lado a Lily, quien se sonroja y me da un pequeño puñetazo en el hombro.

- Pues yo sí que me paunto, y Brad debería también. - dice Yolanda - Pero tendremos que poner reglas. Gana el primero que lo consiga? O cualquiera que lo consiga? Cuándo se permite empezar oficialmente?

- Parece interesante. Los retos siempre lo son. Yo también me apunto. - dice Joni tras beber algo Glühwein - Si me lo permites, claro, pareja del baile y si no tienes miedo de perder. - añade mirando a Mia divertido.

En ese momento un par de guisantes vuelan desde Sirius hacia Joni.

- Ups, apuntaba a Mia. - dice claramente sin remordimientos. - Y quién crees que bailaría contigo, hombre de hielo?

- Así me gusta, chicos. Ellen, tú serás la jueza y tesorera, ella guardará los cinco sickels de cada uno hasta que la apuesta termine-le tiendo mi dinero a la muchacha Hufflepuff-. Bien, bien... las reglas son sencillas: Gana el primero que lo consiga, vale bailar con cualquier profesor o profesora... incluidos ayudantes, y además se lleva el bote entero... A no ser que alguien saque a Dumbledore, si alguien saca al director se lleva el doble, por lo que todos tendremos que poner cinco sickels más. Se tiene que bailar una canción entera. La prueba comienza cuando empiece el baile, ¿ruegos, sugerencias, súplicas para no ser terriblemente aplastado por mí?-bromeo.

Le saco la lengua a Joni.

- Por mí puedes bailar hasta con mi gata si te apetece, esto es un país libre... Pero ten cuidado que no te vaya a pisar un pie, me cuesta moverme cuando tengo el bolsillo lleno de monedas...-le miro desafiante hasta que unos guisantes golpean a Joni. Miro a Sirius, el causante, definitivamente algo le pasaba. Arqueo una ceja y le disparó yo a él un par de guisantes-. Eso por intentar atentar contra mi fabulosa imagen.

-Me parece bien. Aunque las chicas lo tenéis más sencillo con el Director ¿eh? Pero bueh, me la jugaré.

Me sirvo faisán al horno con salsa de pera y bacon.

-¿Hay plus por algún tipo de baile?

Me inclino hacia Yolanda.

-¿Qué tal una apuesta privada? Te dejo elegir el qué nos apostamos a ver quien gana de entre tú y yo.

Joni ignora los guisantes y los aparta como si fueran migas que se le han caído al masticar. Después se acerca a Mia y le susurra algo al oído, mirando de reojo a Sirius un par de segundos.

- Tengo una teoría sobre tu amigo Sirius. Cuando me aparte ríete cómo si lo que te acabo de decir fuese lo más divertido que has oído en toda la noche y podré ver si estoy en lo cierto. O no. Este es un país libre. - dice con una sonrisa que aunque no ves, notas en su voz.

- ¿Y qué sugieres, pervertido aprendiz?

-Oye, para una vez que te dejo elegir, aprovéchalo.- le guiño. -Demuéstrame que el aprendiz aún no ha superado a la maestra.

Asiento con la cabeza a Aelia cuando se acerca. No era necesario decirlo una vez más, las chicas ya le habían dado una respuesta positiva y dudaba muchísimo que nadie dijese que no.- Estás increíble, Aelia. Bueno, a decir verdad hoy todas estáis increíbles.-Aseguré por sus vestidos y peinados.

Acomodé el vestido un poco, y tras eso me senté. Miré a mi compañero y le hice un gesto para que se sentase junto a mi a la par que le dedicaba una dulce sonrisa, tras eso mi mirada pasó a mi hermana para asegurarme de que también se había sentado, conociéndola tardaría su rato en soltarse, aunque esperaba que esta vez fuese menor el tiempo... Suspiré. 

Me serví un poco de puré y un pequeño pedazo de carne, el cual adorné con algunas verduras. Todo tenía tan buena pinta que no veía el momento de empezar, pero las palabras de Mia llamaron mi atención al 100% ¿Una apuesta? ¡¡No podía faltar!! - ¡¡Yo, yo!! Yo también me apunto ¿Qué se puede perder? Seguro es divertido.-Abrí mi pequeño bolso y saqué el dinero, dándoselo a mi mejor amiga.- Guárdalo y no huyas con él... La última vez que te di una moneda desapareciste... EJEMS...-Digo con un tono completamente divertido y desenfadado.

- Hey, Michael ¿Te apuntas? ¡Será divertido! Vamos vamos, por favor....-Hago un pucherito y después sonrío.