Partida Rol por web

- Yo estoy buscando a mi pareja, que acabo de verla allí.- Le digo a Ellen señalando a Remus. - ¿Tu no tienes? ¡Donnie tampoco! Podríais ir juntos. Y si me permites, Dean... Vamos en busca de una pareja para ti.

Me acerco al grupo de gente de mi curso, con Yolanda del brazo.

-Pues nos sentaremos con ellos. Si nos dejan claro. ¿Os parece bien?- no sé si Yolanda les cae bien, por eso pregunto. -Por cierto, venís preciosas todas. Irina, ese look te queda genial. Ellen, ese vestido ere tú en tu máxima expresión. Increíble.- miro a los chicos -Y ellos tampoco están nada mal, aunque entiendo menos del asunto. Sexto año arrasaría en cualquier concurso de belleza este curso.

Ellen mira a Irina cómo quien ve un alien, luego baja la mirada y murmura algo entre dientes inaudible, antes de levantar de nuevo la mirada hacia Donnie.

- Es para no hacerle el feo a Irina. - dice antes de moverse para colocarse al lado de Donnie, hombro con hombro (o seria hombro con hombro si Donnie no fuese más alto que ella). - Vamos incluso a conjunto, tan coloridos los dos. A ver si Diane hace acto de presencia cuanto antes... - de repente levanta un dedo poniendo cara de sorpresa - Dean, la hermana de Diane, Sofía, no tiene pareja. Podrías pedirle un baile luego, se relaciona muy poco con los estudiantes estando como asistente de enfermera en lugar de estudiando en nuestra clase, y es mucho más tímida que Diane. Sí, sí, decidido, Dean le hará compañía a Sofia. Lo que significa que Diane y su pareja, y Sofía claro, comen con nosotros. Cuántos somos? Habrá que buscar una mesa grande, o dos muy juntas. Donnie, vamos a reservar sitio antes de que nos la quiten!!!

Charlotte se acerca a London. Charlotte lleva, cómo era de esperar, probablemente la túnica más elegante de toda la noche. A conjunto con sus rizos dorados y su piel de porcelana,parece sacada directamente de la descripciùon de una diosa griega, irradiando un aura sobrenatural casi.

- Vienes sin pareja, London? - le prgunta a su compañera de casa y habitación - Creía que los chicos se pelearían por ir contigo. Zoe va increíble, no te parece? - añade mirando a la chica -  Nunca la había visto así. Los años anteriores se vestía para Navidad igual que el resto del año: para ser invisible. Tu hermano parece haberla encadilado. - vuelve a mirar a London, pero esta vez mucho más seria, y baja la voz....

- Zoe es buena chica, inocente. No dejes que tu hermano le haga daño. Conozco a esa clase de chicos, mi hermano era exactamente igual. De todas las chicas del colegio Zoe es la única que no se merece que la hieran. Cuídala, ella confía en ti más que en nadie.

- ¡VALE, IRINA, VAS GUAPÍSIMA!-contesté con el mismo grito a mi amiga desde la habitación. Realmente me faltaba muy poco para terminar de arreglarme. Estaba sentada delante del espejo poniéndome un par de pendientes de color plateado que me había regalado mi padre por navidades del año pasado. Me levanté y me miré de cuerpo entero. Repasé mi vestimenta por completo, no era demasiado pomposo ni adornado: un sencillo vestido negro con falda de tubo hasta un poco más arriba de la rodilla se ceñía entorno a mi cuerpo, era de tirantes y con escote en forma de corazón, me gustaba el detalle de la ligera transparencia en los costados; los zapatos eran de tacón, pero no demasiado altos, pues serían incómodos; el pelo no lo llevaba de ningún color ni peinado distinto, solo lo había puesto todo en el hombro derecho y sujetado con orquillas. El maquillaje era también bastante simple: lápiz y rímel negro y labios con carmín rojo. 

Acaricié a Lilith, que estaba tumbada en la cama revolcándose sobre mi túnica (genial, mañana estaría llena de pelos) para buscar la postura donde enroscarse y dormir. Revisé que el frasquito que llevaba estuviese bien seguro y protegido en el bolsito que llevaba. Por si tenía que esconderlo llevaba un liguero en el muslo izquierdo, nunca se sabía qué podía pasar. Una vez estaba todo listo, bajé a la sala común donde vi a James y Sirius colocándose (o más bien descolocándose) la corbata el uno al otro.

- Pero qué guapos que estáis, chicos-les digo con una sonrisa. Doy un beso en la mejilla a cada uno, dejando carmín rojo en sus mejillas-. Nos vemos abajo, ¿eh? No os retraséis demasiado, que la fiesta espera-les enseño con disimulo el frasco que llevo en el bolso y les guiño un ojo, cómplice, y bajo hacia el Gran Comedor. 

Allí puedo ver a muchos de mis amigos, a los que sonrío para saludarlos. Van todos muy guapos, aunque supongo que la ocasión lo requiere. Veo que algún que otro chico me mira, algunos dolidos y otros... bueno, de otra forma. Al llegar con los demás, saludo y casi me despido:

- ¡Miraos qué guapos estáis todos! Estáis para haceros una foto y ponerla sobre la chimenea-les digo emocionada-. Os veré durante la cena, ¿vale? ahora tengo que buscar a mi pareja, espero que no se haya perdido entre tanto blanco...-digo refiriéndome al color predominante. Busco a Joni con la mirada, una vez localizado, voy hacia él.

- Se suponía que tendrías que estar esperándome al pie de las escaleras observando como bajo grácilmente y cortando la respiración a todo aquel que me mira-le digo "reprendiéndolo"-. Seguro que tampoco me has traído flores... ¡pero a qué clase de bailes has ido tú! Ogh, da igual, no hables más-le pongo un dedo sobre los labios, teatralmente, sin darle tiempo a responder-, no puedo ni oirte, el daño está hecho-me llevo una mano a la frente de forma dramática y casi me dejo caer al suelo. Lo miro aún en esta ridícula postura y me echo a reír. 

Llegué a la conclusión de que no, de que aquel tipo de acontecimientos no eran para mí, y que debía de haberme quedado en la Sala Común, disfrutando de un libro. No era autocompasión, sino que había gente que no estaba hecha para ese tipo de cosas. Por lo que me planteé seriamente comer todo el chocolate que pudiera, realmente estaba delicioso, e irme a la Sala, y cotillear el libro se Defensa Contra las Artes Oscuras que tanto me atraía desde que vi la portada.

Sin embargo, también era una oportunidad muy buena para poder estrechar lazos, y me había encantado el buen rollo que existió en el desayuno cuando todos hablábamos y compartíamos risas. Por mucho que dijeran algunos de mis compañeros de Casa, el resto de los alumnos no Slytherin también molaban, e, incluso, me atrevería a decir que eran mucho mejor que muchas de las serpientes con las que compartía vida.

Así pues, al ver a Irina, Mia, Donnie, Brad, Dean y demás alumnos ya conocidos míos, sonreí abiertamente, pensando que yo también podría llegar a tener un nivel de relación y amistad con ellos que el que ellos mismos tenían. Eran buena gente. Había tenido suerte.

Cuando vi a Charlotte, y me dijo aquello, no pude evitar sonrojarme, bajar la mirada de manera momentánea, disfrutando de una vista increíble de sus zapatos, y quedarme sin decir nada con sentido. Es por ello que enmudecí, mordiéndome el labio inferior, y me rasqué la nariz.

Iba a decir algo ingenioso que se me acababa de ocurrir para salir del atolladero, cuando me dijo aquello. La miré con intensidad, y asentí con la cabeza. Así que ella también se había dado cuenta...

-De mi hermano ya me encargo yo- indiqué-. No se me olvida de que puede llegar a ser... Bueno... Un imbécil integral. No te preocupes- dije, frunciendo el ceño-. Si hace algo que no debe, ya se enterará de lo que es enfadarme.

Contemplé a mi hermano y a Zoe juntos, y sin saber muy bien por qué, me enfurecí un poco, sintiendo como una especie de ira en la boca del estómago, y no llegué a saber si era porque se desenvolvía mejor que yo en un entorno nuevo, o porque se lo estaba pasando muy bien, o porque, simplemente, su mera presencia me enfurecía.

Bufando por la nariz, aparté la mirada de ellos, y miré hacia donde estaban los demás. Sonreí ante lo que hacían, y me acerqué a ellos, tratando de divertirme.

-Eso, eso- animé, agitando el puño-, cada uno con su media naranja- bromeé, sonriente.

Entré cómo una bala hacia la sala común, no tenía ni idea de que había hecho, pero el tiempo había volado más rápido de lo imaginado. Algunas de mis compañeras ya estaban listas, otras por el contrario estaban en proceso. Y luego estaba yo... Que ni siquiera había empezado, me llevé una de las manos hacia la frente y negué con suavidad, era todo un caso... 

Empecé a subir las escaleras hacia mi habitación cuando la voz de Ellen sonó desde detrás, al girarme estaba acompañada de mi hermana ¿Cómo...? Tenía que haber sido Elly, si no, no tenía sentido. Bajé de nuevo deshaciendo el camino que me acababa de hacer, que no era mucho.- ¿Tienes un asunto? Hm... Está bien, nosotras bajaremos ahora. O dentro de un rato...-Sonreí de manera inocente, por regla yo era ese tipo de personas que si podía llegar tarde lo haría, no había solución posible. Despedí a mi compañera y hice un gesto a mi hermana para que me siguiera. Al contrario que ella... Que estaba deslumbrante, yo aún iba en uniforme.

- Mamá siempre tuvo un gusto estupendo a la hora de escoger las túnicas. Y esa es cómo un guante en ti, te queda perfecto, Sofi.-Entré en la habitación y tiré algunas cosas (Entre ellas mi túnica de clase) sobre la cama.-Me doy una ducha y empiezo con la transformación, o lo intento.-Aseguré mientras cerraba la puerta del baño. La ducha no fue una batalla, nunca lo era y no tenía por qué ser esta la ocasión. Antes de ponerme mi Túnica de gala, me arreglé el pelo y me di un suave toque de maquillaje, aunque este lo dejé lo más natural posible, odiaba maquillarme. Al salir del baño Sofia sonrió y alzó mi vestido un poco.- Es necesario ¿Verdad? ¡Ánimo, Diane! Solo es una noche... Tampoco pasará nada.-Mientras yo me metía dentro de aquel precioso vestido ella me ayudó a abrochar los zapatos, al terminar me miré en el espejo y terminé de colocar algunos mechones de mi recogido en su lugar.- ¿Qué te parece, Sofi? -Le pregunté antes de que ella me terminase de arreglar algunos dobles que tenía la parte baja del vestido.- Ahora te ves radiante, Didi.-Sonreí y asentí.-Pues no se diga más, vayamos.-Dije antes de coger mi pequeño bolsito, dónde metí la varita.

La sala común estaba vacía, todos se habían ido seguro. Al cruzar la puerta de la sala común un rico aroma a comida me llegó, lo que me dieron más ganas de salir corriendo, pero no lo hice, no calzando tacones. Miré unos segundos a mi hermana, se la veía calmada y muy callada, ella no era amiga de estas cosas. Su personalidad siempre le hacía pasar demasiada vergüenza en los eventos, pero estaba conmigo ¿Qué podía salir mal? Al llegar a las puertas busqué con la mirada a Michael, tenía que estar por... ¡Allí!.- Michael... Disculpa el que te hiciese esperar... -Comenté con una sonrisa avergonzada, adelantándome unos pasos de mi hermana, para que pudiese "diferenciarnos".- ¿Llevas mucho esperando? .-Pregunté a la par que le hacía un gesto a Sofi para que se acercase un poco. No iba a dejarla sola, seguramente dentro encontraríamos pareja para ella.

Michael se ve sorprendido por Diane, y al instante abre la boca de par en par. Balbucee sin poder decir nada, nervioso, y se ajusta el cuello de su túnica (de estilo sencillo, negro y con pajarita).

- Nno... que va.. Acabababa de... Estás guapísima Diane. - tras unos segundos se dirige a su hermana, Sofía, quien lleva una sencilla túnica blanca que le da un aire de extrema pureza, sintiéndose maleducado - Y tú Sofía, claro. 

Parece recordar algo de repente y saca un pequeño broche con una flor de un bolsillo. Después se lo ofrece a Diane.

- Se engancha con un pegamento especial apra téxtil que no deja marca, no te preocupes, no dañará tu vestido... Si te lo quieres poner, claro.

Joni lleva, cómo la gran mayorái de chicos una túnica de gala negra, sobre una camisa gris oscuro. No lleva corbata o pajarita, ni el último botón de la camisa abrochado. No parece estar realmente en su salsa con tanta elegancia.

Cuándo Mia bromea, sonríe y estira un brazo para coger a Mía por lacintura antes de que se "caiga" con su falso desmayo.

- Discúlpeme bella dama, los nervios me han traicionado. - saca la varita con un hábil movimiento y de la punta sale un ramillete de flores - Aquí tiene unas flores, aunque no son nada comparados con la belleza que desperendes esta noche.

Se queda unos segundos así qntes de empezar a reirse, sin poder seguir en el papel.

- Vale, suficiente, mira lo que me has hecho hacer...

Sirius y James llegan poco después que Mia. A Sirius no parece gustarle demasiado el numerito que están montando Joni y Mia, así que pasa con prisas a su lado sin ni siquiera mirarlos. James le sigue y ambos van a dónde están Peter y Remus, más o menos a la vez que llega Irina.

- Estás deslumbrante, Irina. - dice cogiendo la mano de su novia y haciendole dar una vuelta sobre si misma, haciendo que su túnica se mueva con gracia. - No me siento a tu nivel.

La túnica de Remus es muy sencilla. De hecho, es la misma que llevó al baile de Navidad el año pasado.

- Vamos a sentarnos ya en las mesas? La comida está a punto de servirse y cada vez quedan menos sitios libres...

Tras la llegada de Ellen, Dean se mantiene callado tras saludarla, hasta que ve la llegada de Irina:

Muchas gracias Irina, pero yo no soy nada comparado con la elegancia y belleza que muestras esta noche. Estás preciosa. Voy a tener que empezar a sentir celos de que sea Remus el que te acompañe esta noche.

Cuando Irina menciona la posibilidad de que Ellen sea la pareja de Donnie, frunzo el ceño pensando en la posibilidad de que finalmente vuelva a quedarse solo como pensaba al principio pero cuando le comentan la posibilidad de ser el acompañante de Sofía le sorprende.

No creo que la noche ideal de Sofía para hoy sea la posibilidad de pasarlo con un estraño, al que han juntado por no tener pareja.

Pero al ver que al parecer no tenía elección lo acepta:

De acuerdo, no hay problema, Donnie nos han roto nuestro noche romántica entre los dos, tendremos que dejarlo para la siguiente ocasión, a no ser que nuestras acompañantes se vayan corriendo tras un rato con nosotros, cosa que no descarto - digo guiñando un ojo.

Nada más llegar Mia, el único que hago es decirle que está espléndida con un gesto. Dean estaba contento por ellas y quería que Sofía se sintiera igual de radiante que ellas al acabar la noche y no como una mala noche a olvidar.

Tras la llegada de London agitando el brazo le pregunto:

London, ¿Con quién vas a cenar esta noche? Por si quieres unirte a nosotros.

Iba a contestar a Dean, pero en cuanto abro la boca se acerca Remus. Sonrío mientras doy la vuelta cogida a su mano y lo acerco hacia mi para darle un tierno beso en los labios.

- Tu siempre están espléndido, creéme.-

- Sentémonos pues.- Le contesto a Peter. - Pero antes ¿Dónde está Sofía? ¡Dean necesita una Sofía con urgencia!

Engancho mi brazo con el de Ellen. Tampoco me disgustaba ir con ella de pareja, pero en realidad si Dean acababa quedándose sólo me sabría mal.

Mientras Irina hace su comentario de que nos hacía falta una Sofía para Dean le comento:
-Pues sí Dean, nos han fastidiado el baile... Pero a ti aún te podemos buscar una... -Abro los ojos como si estuviera loco -¡Sofía para Dean! ¡Sofía para Dean! ¡Acuda a recepción Sofía para Dean!

Sofía se gira sorprendida al escuchar su nombre. Podría ser cualquier Sofía*, ¿quién iba a llamarle a ella? Pero al ver que eran amigos de Diane, miró a su hermana con más sorpresa aún.

- ¿Se refieren a mí? - le preguntó tímida, no queriendo molestar el encuentro de Diane con su pareja de esta noche.

Mis ojos se abrieron casi por conpleto cuando mi compañero comentó sobre mi atuendo, con una sonrisa claramente tímida le devolví el halago a la par que desviaba un poco la mirada, en un intento de mantener esa calma que con los chicos siempre me faltaba. Con un ligero movimiento miré a Sofia y sonreí, si, ella también estaba muy guapa y el blanco le quedaba precioso sobre ese tono de piel. Por qué no iría igual... Que misterio.

-Oh, claro que me la pondré...-Musité con cierto sonrojo, a la par que tomaba el broche con forma de flor y lo colocaba en uno de los lados con suavidad- ¿Ahí está bien...? -Pregunté a ambos confusa. Ponerme cosas era algo que para mí, era difícil de hacer, al menos sin un espejo por delante claro. "Deberíamos entrar" Pensé a la par que acercaba mi mano al brazo de Michael y me sujetaba con suavidad, comportándome como mamá me había enseñado. Hice un gesto a los dos, y tras eso tiré un poco de mi acompañante para entrar en el salón. Sofia se colocó junto a mí, parecía inquieta, pero era normal- Tranquila, chocolatito, no te preocupes y trata de disfrutar, Dean es buen chico.-Le susurré. Busqué con la mirada a Ellen, y al localizarla nos dirigimos hacia ella- Buenas noches, chicos y chicas. -Me apresuré a decir al estar cerca.

Aquel ambiente cada vez me gustaba más. Se respiraba un aire de relajación y comodidad por todos los lados, así como un toque de diversión, travesuras y amistad.

Me preguntaba cómo se podían llevar todos tan bien, y sonreí para mis adentros al escuchar la pregunta e invitación de Dean. Ensanché la sonrisa, y asentí, divertida.

-Sí, me gustaría mucho cenar con todos vosotros- indiqué, mirándolos a todos-. Si no es molestia, claro- me apresuré a añadir, mordiéndome los labios.

No me extrañaba que los hijos de Slytherin, los que estábamos en su Casa no fuéramos tan abiertos y gentiles, y de ahí que apenas invitáramos a nadie que no nos pareciera digno, las demás Casas de Hogwarts tenían integrantes abiertos, amables y divertidos. Debíamos aprender mucho de ellos. O, al menos, la mayoría de los Slytherin.

Contemplé la escena de Dean y Sophia, riendo, y aventuré que iba a ser una gran noche.

-Ale, uno más con media naranja- comenté, sintiendo de pronto algo de hambre, y tomé un trozo de chocolate más.

Encontráis una de las mesas grandes con 18* sitios, o más bien Ellen corre tirando de Donnie y echa a la pareja que estaba a punto de sentarse sentandose en una silla y gritandoos que ya tenes sitio para todos. La mesa es redonda aí que todos os veis las caras con facilidad si os sentáis.

Cuándo todo el mundo toma asiento, algunas miradas asesinas cruzan fuegos: algunos no esperaban que ciertas personas estuviesen en la misma mesa. Sirius parece tener especial problema con Joni, y el trio de bromistas tuvo un encontronazo con London también que dejó aguas turbias.