Partida Rol por web

Hogwarts, Marauders and other stories [+18]

Gran comedor

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11/02/2013, 10:31
Minerva McGonagall

Las puertas del comedor están enfrente de vosotros y podéis escuchar el alboroto interior. Ahí estáis. A unos pasos de empezar a ser oficialmente parte de Hogwarts. La puerta por la que Hagrid ha desaparecido hace tan sólo un minuto se abre, y de sus puertas, sale una mujer con una sobria pero bien cuidada túnica negra con su sombrero a conjunto.

- Bienvenidos, soy la profesora McGonagall. Seguidme, es hora de vuestra selección. Mantenéos en silencio hasta que ésta se acabe.

La profesora abre las puertas con decisión y podéis ver un magnífico y enorme salón, con un techo abovedado que muestra el cielo exterior con algún tipo de conjuro sobre la piedra. Las velas iluminan la sala flotando a varios metros del suelo y todos los alumnos se giran para miraros mientras recorréis el comedor.

Hay cuatro largas mesas con decenas de estudiantes en cada una. La que está más a la derecha luce los colores negro y dorado; la que está a su lado, rojo y dorado; la siguiente está cubierta en plata y azul; y la última, a la izquierda, esmeralda y plata. 

Al fondo de la sala hay una última mesa en perpendicular y sobre una tarima elevada, dónde parece ser se sientan los profesores, pues son todos adultos. En el centro, un hombre con una larga barba blanca y gafas de media luna la preside. El director Dumbledore.

McGonagall os hace parar al final del pasillo con un gesto mientras ella sube a la tarima y se coloca al lado de un roído sombrero que descansa sobre un taburete. De repente, todos se quedan en silencio y una especie de arruga se abre en el sombrero, como una boca, y empieza... a cantar.

 

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11/02/2013, 10:40
Sombrero Seleccionador

"Hace siglos, en una tormenta de verano,

cuatro grandes magos se reunieron en esta misma sala.

Los cuatro habían fundado una gloriosa escuela de magia,

separando a los alumnos en cuatro dignas casas:

Hufflepuff, para los leales y trabajadores;

Gryffindor, para aquellos de corazón valiente;

Ravenclaw, dónde el arte y la inteligencia brillaban;

y Slytherin, dónde sólo los más astutos se hacían camino.

Pero aquella noche tenían un pequeño problema:

¿Cómo hacer permanecer esos valores cuándo ellos se hubiesen marchado?

Godric Gryffindor dejó su sombrero sobre la mesa y aclamó:

"Nuestras mentes residirán en este sombrero,

y él, bajo nuestra sabiduría, escogerá el lugar de cada alumno."

Satisfechos con la idea, cada fundador depositó un pedazo de si mismo,

y hasta el día de hoy han escogido a sus alumnos con honor."

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11/02/2013, 10:48
Minerva McGonagall

Todo el comedor aplaudió ante la canción hasta que la profesora McGonagall desplegó un pergamino un pergamino. Cuándo el silencio hubo vuelto, la profesora anunció el primer nombre:

¡Aldryn, Bradley Mervin!

Notas de juego

*Mientras dure la selección, si habláis con alguien debe ser en susurros (porque se os ha pedido silencio), así que si lo hacéis, poneos como únicos destinatarios.

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11/02/2013, 10:57
"Brad" Mervin Aldryn

Sigo a la profesora McGonagall en silencio, siendo de los primeros de la fila y mirando asombrado el techo abovedado del comedor. Pasamos entre dos mesas que tardo poco tiempo en asociar con las casas a las que se supone debería ir por familia, a mi izquierda Gryffindor, a mi derecha Ravenclaw.

Uff... ¡qué nervios!

Voy respirando hondo, sé que apellidándome Aldryn debo de ser uno de los primeros en presentarme ante el sombrero. Contemplo a todos los alumnos presentes, al igual que a los profesores.

¿Ese es Dumbledore? me pregunto, al ver al mago que preside la mesa de los profesores, tiene un tipo bastante imponente, y no me lo imagino charlando amigablemente con mi abuela.

Me coloco algo nervioso al lado de mis compañeros cuando McGonagall se sitúa al lado del sombrero, que me imaginaba menos raído, al fin y al cabo se supone que es un objeto mágico. Escucho cantar al sombrero algo sorprendido una historia que conozco desde hace tiempo, pero que no provoca nada más que volver a hacerme reflexionar.

¿Cómo eres, Brad? ¿Trabajador e inteligente como papá? ¿Sabio como el abuelo? ¿Valiente como mamá? ¿O como la abuela? me pregunto, siendo incapaz de describir a mi abuela. Cuando me doy cuenta de que me he perdido en mis pensamientos la canción ya ha terminado y todos aplauden, aplaudo yo también y dirijo la mirada hacia las dos mesas del centro antes de avanzar hacia el sombrero a la vez que McGonagall me nombra.

Me coloco junto al taburete esperando a que me indiquen qué hacer.

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11/02/2013, 13:15
Sombrero Seleccionador

La profesora levanta el sombrero y te indica que te sientes. Cuándo estás en el taburete, te coloca el sombrero e inmediatamente escuchas una voz en tu cabeza, la misma voz que ha cantado hace pocos instantes.

- ¡Oh vaya! Qué tenemos aquí, primer estudiante del año. Déjame ver... Tu corazón y tu temple son valores que encajarían muy bien en Gryffindor hijo, pero veo una mente despierta y trabajando a todas horas que no es fácil de ignorar... Díficil decisión chico, déjame pensar...

Los segundos de silencio se te hacen eternos, pues todo el mundo te está mirando esperando el resultado. Finalmente, la voz del sombrero vuelve a hablar en tu cabeza.

Creo que esa inteligencia tendrá más provecho en...¡RAVENCLAW!

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11/02/2013, 13:26
Director

Cuándo Brad se acerca a la profesora, ésta levanta el sombrero y le hace un gesto para que se siente. Después, coloca el sombrero en su cabeza. Durante varios segundos todo está en silencio y todos loas alumnos miran expectantes al primer alumno del año. Finalmente, la voz del sombrero llena toda la sala.

¡RAVENCLAW!

Los vítores de la mesa en azul y plata se vuelven atronadores mientras sus alumnos dan la bienvenida a Brad.

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11/02/2013, 13:33
"Brad" Mervin Aldryn

Miro expectante hacia el sombrero cuando este empieza a hablar en mi cabeza, dice que podría servir en Gryffindor, pero que aprovecharé más mi inteligencia en Ravenclaw. Contento con la selección, me levanto del taburete, recojo el sombrero de mi cabeza, se lo tiendo a la profesora McGonagall y me dirijo hacia la mesa de Ravenclaw con una sonrisa de oreja a oreja. Una vez allí me siento a terminar de ver la ceremonia de selección, ya liberado de la presión y deseando mandar una carta a mis padres.

Ojalá vengan Lily, James, Sirius o Mia conmigo... pienso, mientras saludo a mis compañeros, con los que compartiré muchas cosas en los próximos años.

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11/02/2013, 13:51
Minerva McGonagall

Cuándo Brad se ha sentado y los vítores han cesado, la profesora McGonagall llama a la siguiente alumna:

- ¡Anderson, Ellen!

El sombrero no tarda en colocarla en Hufflepuff, dónde los vítores se alzan por unos segundos hasta que la profesora pide silencio para el siguiente.

- ¡Arin, Aelia!

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11/02/2013, 20:29
Irina Arkho Zisis

Durante el camino andando me había tranquilizado un poco y mi estómago al parecer también, pero al llegar al gran comedor y ver al sombrero seleccionador volvieron a aparecer los nervios. "uff... Estate tranquila."
Seleccionaron a un chico rubio para ravenclaw y pensé que igual sería su compañera... O quizás no.
Llamaron a una de las chicas con las que había estado en el compartimento del andén y esperé a ver en dónde la ponían.

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11/02/2013, 20:46
Mia Darcy

Cuando Brad es elegido a la casa de mi hermano aplaudo con fuerza, ¡qué bien! Esperaba ir a esa casa también, así no estaría sola.

Pero cuando tengo que esperar mi turno, me aburro. Miro inquieta los estandartes, llenos de vivos colores, con los animales que supongo que son los símbolos. Mientras aguardo, comienzo a balancearme de atrás a adelante sobre mis pies, entonces veo al chico del tren, ese tan borde que me tiró el sandwich y me pisó. Con tanta gente seguro que no podía hacerme nada.

Me acerco a él con pasitos diminutos, hasta colocarme a su lado.

-Hooooola.-le saludo susurrando muy bajito, muy bajito, muy bajito, como cuando le contaba secretos a Jack y a Charlie y nadie se enteraba aunque estuviesen delante.

Notas de juego

Sí, soy masoca y me he empeñado en darte el coñazo y ser amiga tuya! ò.ó

xD

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11/02/2013, 21:03
Zane Knight

¿Ravenclaw? ¿Ese tonto va a ir a Ravenclaw? Por Dios no pega ni con cola... mejor a Gryffindor con el resto de la basura...

Escucho un saludo a mis espaldas y observo a la pelirroja... la SANGRE SUCIA pelirroja ¿En serio se diriía hacia mí? Mejor pasar de ella... a la basura tan sólo se la mira cuando tienes que sacarla.

Creí que el encuentro en el tren le había dejado las cosas claras... por Dios... si encima estamos delante de todos los estudiantes... que vergüenza ¿No se podía haber quedado en su sitio con el resto de sus "amigos"?

Me giro de nuevo hacia el sombrero a la expectativa de ver la siguiente elección, eso es ridículo... si ya iba a acabar en Slytherin ¿Por qué no sentarme ya?

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11/02/2013, 22:55
Donnie Niniadis

El Gran Comedor era enorme... sí, bastante obvio dado el nombre... pero igualmente, ninguna imagen de mi cabeza podía compararse a lo que estaba viendo ahora. El chico rubio había sido envíado a Ravenclaw y otra chica a Hufflepuff.
Me encontraba justo detrás de Irina, vi como parecía volver a ponerse nerviosa de nuevo. Me había caído bien, tenía genio, aunque... lo usara conmigo. Me acerqué a su oreja y le susurré:
-Seguro que esta tal Aelia Arin va a Ravenclaw también. Mírala, mírala. Me apuesto mi última rana de chocolate.

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12/02/2013, 03:13
Aelia Arin

Al fin… El castillo. Ya era hora. Mis manos van a mi túnica y la agarran con firmeza. Desde el mismo momento en que salí de la barca junto a todos mis compañeros y compañeras, como podríamos llamarlo, Hagrid nos condujo hacia el interior del castillo, dejando un tiempecito para mirarlo. La verdad es que de castillos no había visto ninguno en toda mi vida, pero eso no se parecía en nada a la idea que yo tenía por un castillo. Era magnífico. De piedra, enorme, imponente. Casi aterrador. Mis ojos volaron sobre las ventanas del mismo, admirando las torres y los alrededores, dando una vuelta sobre mi misma. El lago, a mis espaldas. Aquél hombre enorme llamado Hagrid parecía conocer perfectamente lo que había en aquél castillo, y caminaba con seguridad hacia el interior de él en aquellos precisos instantes. Mi mirada se posó en él y en cómo desaparecía del lugar, justo después de que nos indicara a todos los chiquillos que esperáramos allí, que en breves vendría la subdirectora a por nosotros. Lancé mi vista rápidamente por aquél lugar, con una leve sonrisa, medio de incredulidad, medio de indecisión. No paraba de repetirme si la decisión que había tomado era la correcta o no, pero mi cabeza no estaba para cavilaciones. Por supuesto, mi mente estaba partida: había una parte que deseaba volver con mis padres no biológicos, que seguro que en aquellos mismos instantes me estarían echando de menos tanto como yo a ellos; otra parte estaba con mi gata, que no sé por qué no me habían dejado traer conmigo; y, no podía negarlo, pero una tercera parte dentro de mí, una parte oculta dentro de lo desconocido que anhelaba descubrir quería comenzar a aprender de la magia.

 

La subdirectora vino con nosotros, una maga con una túnica negra bien cuidada, de una estatura bastante considerable. De apariencia más bien severa, por la imagen no aparenta pasar de la treintena, aunque sus ojos verdes esmeralda reflejaban una gran sabiduría. Su pelo, que era de un color negro azabache, estaba oculto bajo un sombrero puntiagudo. Hagrid la había presentado como la subdirectora de Hogwarts, pero ella misma se presentó como la profesora McGonagall. Sus palabras, imperiosas, aunque concisas y claras, ordenaban seguirla y mantener el silencio. Eché una rápida ojeada a mi alrededor. Lo que había pedido no parecía excesivamente difícil de cumplir, yo misma me sentía un poco abrumada por la cantidad de sensaciones que estaba viviendo en este mismo instante, y supongo que una gran cantidad de los niños que estaban con nosotros también tenían unas sensaciones similares a la mía. La dureza con la que se había dirigido a nosotros no había sido excesiva, pero el tono en el que empleó las palabras era excesivamente profesional para mi gusto. No parecía una profesora con la que lidiar en el momento en que hubiese problemas.

 

La subdirectora abrió las puertas, y una agradable sensación seguida de un vacío inmenso me congelaron, hasta que pude ver que los primeros alumnos comenzaban a avanzar, y me vi obligada a hacer lo propio. La situación, para mí, era bastante asfixiante. Había montones y montones de gente. ¡Cuanta gente! No imaginaba que hubiera tantos magos jóvenes. Todos ellos, según tenía entendido, esperaban la “selección”. Nuestra selección. ¿En qué consistiría eso? Muy pronto lo sabría, pero por mi cabeza comenzaron a pasar desde situaciones divertidas hasta lo más grotesco y sádico. Conocía a Anne, a Dharma, a Irina… Y todas ellas parecían saber mucho más de Hogwarts que yo. Bueno, teniendo en cuenta que en sus familias todos conocían el mundo mágico, era un poco extraño que acudiéramos a un mismo proceso de selección, por lo que el uso de la magia pronto quedó descartado. Miré al techo. Parecía reflejar el aspecto de fuera del castillo, aunque eso era imposible. Bueno, esto es Hogwarts, supongo, pensé para mis adentros mientras admiraba el salón con un gran interés. Todos los chicos y chicas que había ahí se habían girado para mirarnos, y la situación era francamente incómoda para mí. Las mesas, decoradas en distintos colores, lucían preciosas. Me fijé en que cada mesa tenía un color diferente. ¿Sería eso el proceso de selección? ¿Me iban a poner en una mesa y a separarme de los demás? Bueno, eso no podía ser ni tan cruel y doloroso ni tan grotesco como las situaciones que me había imaginado. Había incluso imaginado a un mago aporreándome la cabeza con una varita, como si fuera una almendra y estuviera mirando si servíamos o no para magos. Parecía que nadie se iba a quedar fuera a las primeras de cambio, lo que supuso un gran alivio para mí.

 

La profesora-subdirectora nos hace pasar por en medio de las mesas. Cientos de ojos se fijan en nosotros e incómoda me toco el cuello y el pelo. En ocasiones doy fugaces miradas hacia las mesas. Algunos, como nosotros, parecen impacientes en que dejemos de ser el centro de atención, y algunos, aburridos, miran hacia la mesa como si estuvieran esperando algo. No obstante, no todos parecen aburridos, y muchos de ellos miran con un gran interés hacia nosotros, y también pude percibir que alguno de ellos miraba hacia más adelante y no hacia nosotros, donde una gigantesca e imponente mesa de forma rectangular sobre una tarima nos está esperando. En el medio, un hombre muy alto, con una barba blanca muy larga y pinta de tener unos cincuenta años, también parece estar esperando algo. De hecho, en cuanto la profesora se puso al lado de un taburete, sobre el que había lo que parecía ser un sombrero, emití un gemido ahogado de sorpresa en cuanto el sombrero empezó a cantar, que por suerte fue ahogado por la misma canción.

 

Así que eso iba a ser. Nos íbamos a tener que poner el sombrero y él nos seleccionaría para una de las casas. Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw o Slytherin. Bueno, en la casa a la que iba a ir seguro que iba a hacer buenos amigos. ¡Así que de eso se trataba la maldita selección! ¡Qué estúpida! Había estado preocupada por una cosa que no iba a ser ni decisión mía. En aquél momento me sentí un tanto estúpida, pero la profesora-subdirectora ya había desplegado los nombres en los pergaminos, y antes de que me diera cuenta ya había mandado a dos alumnos a sus respectivas casas. Y me tocaba a mí.

 

Mi mirada se dirigió hacia mis compañeras. Primero a Irina, cuyo pelo era inconfundible, y poco más tarde se posaron en Anne y en Dharma. Una leve aunque tímida sonrisa que parecía decir “no os preocupéis, todo irá bien” era el puto contraste de los nervios que sentía en mi interior. Mi cabeza daba vueltas, y mi estómago no parecía hacer otra cosa que replicar la manera de funcionar de las lavadoras. Algo temerosa y temblorosa, me senté en el taburete a indicación de la profesora McGonagall y esperé a que me pusiera el sombrero en la cabeza, como ya había hecho con los otros dos niños. Recorrí una última vez el salón y a toda la gente que había ahí, apreté el taburete muy fuere con mis manos, hasta que éstas comenzaron a doler, y noté cómo mis mejillas enrojecían y ardían desmesuradamente mientras el sombrero se decidía a mandarme a algún lado.

 

Notas de juego

(Pido, nuevamente, disculpas. El 13 estaré otra vez a tope. Lamento si me remonto un poco atrás en el tiempo, pero quería enlazarlo con esto y que no pareciera que mi personaje había llegado ahí de golpe. Gracias por la comprensión.)

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12/02/2013, 10:29
Sombrero Seleccionador

En cuánto la profesora posa el sombrero en tu cabeza, la misma voz que había cantado empieza a resonar en tu cabeza.

¡Veo el aura del arte en ti, niña! Sin duda posees una mente despierta y la creatividad brilla en ti, pequeña. No tengo duda alguna, eres toda una... ¡RAVENCLAW!

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12/02/2013, 10:31
Sombrero Seleccionador

El sombrero no tarda apenas en poner a Aelia en su casa y lo anuncia en voz alta.

¡Ravenclaw!

Una vez más es turno de la mesa plateada y azul de romper en vítores y dar la bienvenida a la nueva alumna.

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12/02/2013, 10:32
Aelia Arin

En cuanto el sombrero me seleccionó para la casa de Ravenclaw, y una de las mesas que ahora, al haberme girado para ponerme el sombrero quedaba a mi izquierda rompía en vítores y aplausos, sonreí un poco, con las mejillas aún más enrojecidas que antes, y fui caminando hacia la mesa, no sin mirar hacia las otras de soslayo. Algunos de ellos sonreían, otros no. Parecía una noche de celebración, donde la competitividad no tenía lugar, y me senté donde pude, intentando sentarme cerca de algún lugar vacío en el que, con esperanza, iba a sentarse alguna de mis amigas en los próximos instantes. Una vez me hube sentado y el momento en el que todos estaban mirándome desapareció, lo hizo consigo el sonrojo en mis mejillas, aunque mi timidez me obligó a esconder mi cabeza entre mis brazos unos instantes. Parecía mentira lo que había llegado a imaginarme, y lo que había llegado a sufrir para que me pusieran un sombrero en la cabeza. La situación parecía casi ridícula. Pero bueno. Esto es Hogwarts, supongo.

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12/02/2013, 10:34
Minerva McGonagall

Una vez mas, tras unos segundos de celebraciones, se hace el silencio para escuchar el siguiente nombre.

-¡Arkho-Zisis, Irina!

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12/02/2013, 11:40
"Brad" Mervin Aldryn

Aplaudiendo como los demás, sonrío ampliamente a mi nueva compañera, mientras sigo viendo la selección, en la que ha salido una chica pelirroja.

-Hola, me llamo Brad - me presento, tendiendo la mano a esa chica rubia, Aelia, que está a mi lado.

Notas de juego

Solo marco a los de esta mesa.

Bien hecho :)

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12/02/2013, 13:20
Irina Arkho Zisis

Se me paró el corazón por un instante al escuchar mi nombre. No me había dado tiempo ni de contestar a Donnie. Me acerqué poco a poco, tragué saliva, miré a la señora que estaba al lado del taburete y me senté. Pude ver como yo era el centro de atención y me sentí muy observada. Que nervios...

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12/02/2013, 15:38
Sombrero Seleccionador

La voz del sombrero empieza a hablarte cuándo toca tu cabeza...¡Pero directamente en ella! Era cómo si pensase dentro de ti.

- Defensora de causas perdidas, temperamento e impulsividad. Definitivamente eres... ¡GRYFFINDOR!