Partida Rol por web

Aun estaban hablando acerca de como proceder, sin terminar de decidirse por nada, aunque cada vez más cerca de bajar. Cuando apareció uno de los ladrones por las escaleras del fondo. Rilwen ni lo pensó, tenía línea de tiro, ya que Lily le permitía ver bien al enorme ladrón. Así que tensó de nuevo el arco y disparo. Acertando de lleno al corpulento ladrón. 

-Termino el momento de hablar, es tiempo de luchar.-

Tolman vio a aquel bandido acercarse... tan grande, tan ancho, tan fuerte... le parecía tan... que rápidamente se escabulló entre sus compañeros para colocarse para esconderse en el marco de la puerta a la espera de que el bandido pasase por esta.

Tomó su daga en la mano y algo nervioso esperó a que se acercara para poder atacarle a traición.

Se había terminado el tiempo para preparaciones. Era el momento de la acción, y sin más, fue a golpear al bandolero que se mostraba ante ellos. No sabía si era un señuelo, para que los demás se escaparan por otro lado, pero, había que prepararse y actuar ya.

- Lily, que alguien te acompañe a la trampilla. Y ordenó mientras su maza corría a por el bandolero: - !!!!Corre¡¡¡.

Cuando la beórnida vio el bandido por el rabillo del ojo, instintivamente corrió a colocar la mano en el hombro del enano, pues sabía que no pasaría mucho tiempo hasta que saliera escopeteado hacía el maleante enarbolando su hacha. Musito unas palabras: -Utúlie´n aurë! - y Glaín pudo sentirse como sus músculos rejuvenecían un par de décadas, listo para la acción.

Bueno, es hora de pelear. - Dice el elfo. - Pero antes, concluyamos la preparación. - Toca su propia nariz y se imbuye a si mismo de magia protectora. Luego toma del brazo a Tatharina, una vez ésta ha encantado los músculos del enano, y la aparta de la puerta hacia un costado - ¡Ten cuidado! - Le dice. - Toma, pa ti. Que la luz sindar proteja tu cuerpo. Shivall nen telá - Y lanza su último hechizo de protección a la vez que se terminan sus capacidades de velocidad. - Te dije que te escudaría. Buena suerte. - E indica con el mentón a Gláin. - Ahora, si quieres síguelo. - Luego, ríe. 

Luego del grito que salieron de sus labios, Lily se recompone y dispira su honda contra el enemigo. - A por ellos ya todo esta en la cancha - 

Ante la aparición de uno de los bandidos, todos pasáis a la acción. Los más rápidos en reaccionar son Gallind y Tatharina. El primero conjura sendos conjuros de Escudo sobre la beórnida y sobre él mismo, mientras que Tatharina le dota a Gláin de una mayor fuerza. Lily y Rilwen, que estaban listas con sus armas de proyectil, disparan al adversario, dándole las dos; pero es la piedra que ha lanzado la hobbit la que da en la frente del bandido y hace que este se derrumbe en los escalones a los pocos segundos, soltando la ballesta que sostenía. Casi al mismo tiempo, Gláin carga hacia el enemigo, apartando a Lily y bajando rápidamente los tres escalones de piedra. Cuando va a llegar a la escalera donde está el bandido cayéndose, aparece de detrás de él un tipo bajo, orondo y calvo, muy feo (Acair). Tiene una larga nariz y su mejilla izquierda está desfigurada por una marca de nacimiento. Sus ojos son pequeños y están hundidos. Aunque está obeso, es fuerte. Parece ser un guerrero dunlendino y lleva una armadura de cuero , escudo y una maza. Pues este tipo, que es mucho más rápido que el enano, suelta un tremendo golpe sobre él y le lanza a un lado, inconsciente. Sonríe al verle tendido contra la pared, para después miraros a los demás. Por último, Tolman se mueve al lado de su hermana y se parapeta contra la pared, a la espera de que los bandidos se acerquen hasta su vera. También hace acto de presencia una mujer esbelta y bonita (Maisi), de cabello castaño y rostro dulce. Tiene unos grandes ojos de color de avellana, de largas y oscuras pestañas, y una nariz perfecta. Su boca está torcida, pero es atractiva. Una cabellera espesa y rizada enmarca su rostro y cae por su espalda, aunque ahora lleva un pañuelo en la cabeza para recogerse la melena. Lleva armadura de cuero, escudo y una espada.

Aquello había comenzado bastante bien para ellos, el ladrón que subía con la ballesta, había recibido un flechazo, y una certera pedrada de Lily, que le mandó al suelo. Pero pronto las cosas habían cambiado, y Glain recibió un fuerte golpe, que le dejo inconsciente. Mala cosa, ya que el resto cuerpo a cuerpo, no iban a ser rivales para aquellos enemigos. 

Rilwen se concentró y disparó contra el que había derribado a Glain. Le acertó, pero no fue un buen disparo, lo sabía desde que soltó la flecha. Estaba distraía, preocupada por si el líder de estos ladrones, seguro que el más peligroso de todos ellos, podría estar rodeándoles y tratando de atacarles por la espalda. 

-Ánimo amigos, concentremos todos nuestros esfuerzos en el que ha golpeado a Galin.-

Sudando de la preocupación, al ver como el enano cae de un golpe el elfo se apresura a comer una de las bayas. - Uf, será mejor que me prepare. Podría ser yo el próximo en tener que abrirme paso al cuerpo a cuerpo. - Se dijo a si mismo mientras recuperaba sus fuerzas. Luego tomó su cayado y sosteniendo fuertemente el bastón, apuntó con la cabeza en dirección al final de la cocina, al punto del que salían los bandidos. - ¡Bola de fuego! - Dijo en elfo. 

El porrazo había sido brutal y lo habían apartado como una pluma. Sabía que los compañeros en combate si se organizaban, así que, solo esperaba que fueran lo suficientemente rápidos, como para permitirles ganar la batalla.

- Ánimo.

Tolman bien parapetado tras la pared sacó su honda. Colocó la piedra y se asomó al lado de su hermana. Comenzó a dar vueltas y vueltas a la honda, y mientras cogía velocidad pudo ver como ese primer bandido tumbaba a Gláin… ese sería su objetivo.

Tom se asomó rápidamente, y tras ver que Rilwen disparaba a su objetivo no se lo pensó dos veces, a si que aprovechó a soltar la piedra de la honda en dirección a aquel matón que se acercaba rápidamente.

La piedra voló directa al enemigo, pero Tom no pudo ver si le había impactado, ya que se escondió de nuevo antes de verlo. Un clonk resonó, y éste le indico que había acertado en el objetivo.

Asustada por la facilidad con la que Ancair había acabado con Gláin, la beórnida dispara su daga escaleras abajo, esperando retrasar la subida de tremenda bestia de carga. Esta claro cuan afectada se encuentra cuando todo el equipo puede escuchar el tintineo del metal repicando contra los escalones. -Estamos perdidos sin el enano.

Gallind levantó su mágico bastón por encima de la pequeña hobbbit, a la vez que masticaba una baya-joya, y apuntó con su punta al dunlendino que se los echaba encima. Con unas palabras mágicas activó el poder contenido en el arma y de él salió un rayo flamígero que impactó de lleno en el pecho de Acair. Las lenguas de fuego chamuscaron el peto de cuero, ennegreciéndolo, pero rápidamente interpuso el escudo para protegerse. No paró en su movimiento de subir los tres peldaños que le separaban de vosotros. Tolman guardó su daga y sacó su honda y un par de piedras. Se asomó con cuidado y disparó al adversario, dándolo en una pierna. Volvió a su sitio, escondido detrás de la pared y esperando haber acertado; aunque sabía que pocas veces fallaba. Rilwen y Tatharina también actuaron raudas, disparando la primera una flecha y la segunda lanzando una daga. La intención era clara: parar el avance del guerrero y acabar con él. La flecha se clavó en un costado del tipo, mientras que la daga chocó contra el escudo y cayó al suelo de la cocina.

Acair, rabioso por las heridas sufridas, cargó con furia hacia delante, empujando a Lily y plantándose de dos saltos en medio de la refriega. Rugió un viejo grito de guerra y descargó su maza sobre el elfo, que le había hecho tanto daño con su magia de fuego. El arma impactó en el hombro del elfo, hiriéndolo; pero con menos intensidad, gracias al conjuro que le protegía. Maisi, ágil como un ratoncillo, se plantó delante de Lily, descargando un poderoso espadazo sobre la inocente, sorprendida y empujada hobbit. Gracias al conjuro que también le protegía de los daños, consiguió librarse de una buena herida, aunque aún así, fue bastante dolorosa.

Un nuevo personaje apareció por las escaleras (Imledair Corazón Negro). Es bajo y moreno, pero atractivo. Su cabello es casi completamente negro y lo lleva corto; con un espeso bigote. Parece ser también dunlendino. Unas pobladas cejas negras están a punto de ocultarle los ojos, pero sus facciones son agradables. Unos brazos y piernas musculados, así como su ancho pecho y sus hombros, dan fe de su buen estado físico. Viste túnica, armadura de cuero, pantalón de color verde y botas negras. Sus ojos denotan mucha maldad. Porta una espada en la mano. Lily está aterrorizada y se ha quedado paralizada, mientras que Gláin sigue en el suelo inconsciente, sangrando.

-"¡Acabar con ellos!"

-"¡Maldito elfo de mierda! ¡Vas a morir!"

-"Mata a todos, querido. ¡Mátalos!"

Tolman se escabulló rápidamente entre las piernas de Gallind, y colocándose a su lado preparó una nueva piedra en su honda. Mientras intentaba situarse de nuevo, hizo girar su honda y soltó la piedra en dirección a Acair.

Por el rabillo del ojo pudo ver como rebotaba sin más en la armadura del humano, a si que se preparó para lo que le podía venir ahora...

Antes de que pudiere prevenirlo el elfo se ve sobrepasado, por lo tanto decide cambiar de idea y actuar ante la adversidad. Ingiere la segunda vaya joya e inmediatamente después toma su espada rúnica del cinto. Y al grito de - Experiencia!!!! - ataca a Acair. Bastón en una mano, espada en la otra y con la mirada entrecerrada espera poder colaborar con su grupo en esta ardua tarea. 

La duda acerca de donde estaría el jefe de aquellos ladrones, quedó resuelta, allí subía y entre esos tres podrían ponerles en graves apuros. De momento habían sido incapaces de tumbar al primero de ellos, que le había llegado cuerpo a cuerpo. Así que dejo el arco, y atacó con su espada. Tras activar el cinturón, para ser algo mejor durante un puñado de asaltos.

Maisi atacó a la hobbit, que poco pudo hacer, nada más que intentar apartarse del filo de la espada, que la impactó en la espalda. Rilwen y Gallind soltaron las armas que tenían en la mano y sacaron sus espadas, atacando a la vez al guerrero dunlendino que tan agresivamente había entrado en liza e hiriéndole ambos. Además, Gallind tuvo tiempo para tomarse otra baya-joya, que le fortaleció al instante. Acair, furioso por las heridas, golpeó salvajemente al elfo con su maza, dejándole inconsciente. Momento que aprovechó Tatharina para golpearle en la nuca con su cayado. Acair cayó también inconsciente al suelo.

El bandido que parecía ser el jefe, Imledair, subió raudo los tres peldaños y sobrepasó a Maisi, poniéndose en posición de combate y alcanzando a la beórnida con un buen tajo de su espada. Mientras, Lily y Tolman salían del meollo del combate y se situaban a poca distancia para poder disparar con sus hondas, aunque Lily se llevó un furtivo ataque de Maisi, volviéndola a herir. Gláin seguía en el suelo, inconsciente.