Partida Rol por web

Tras el comentario de Kairen, Akemi sacó su cabeza. Estaba ROJA! Pero ROJA COMO NUNCA SE LA HABÍA VISTO!!!!!

-C-C-Ca-Callate!- Dijo tapándose la cara, mientras Kairen reía ante su reacción tierna y femenina, completamente opuesta a sus aveces, arranques de orgullo donde se mostraba con un caracter fuerte y una voluntad de acero.

-Q-Q-Qué hay de tí?? Alguna chica??- Dijo intentando molestarlo, pero no le salió del todo bien, ya que Kairen encojiéndose de hombros dijo -Todas Ake-Chan, todas- Mientras tomaba la botella de alcohol y la destapaba haciendo el típico -Plop-

Akemi se tapó nuevamente la cara, respiró profundo y tomó el mazo para empezar a mezclar -T-Tako-kun... Me enseñas a jugar??- Dijo entonces un poco tímida con una voz más infantil y dulce que de costumbre. Seguía roja por las bromas que le hacían, no estaba acostumbrada a tanta atención, pero era lo suficientemente madura para no enojarse, aunque se apenaba enormemente

Trataba de mezclar con cierta torpeza sin poder hacerlo del todo, era una novata!

- ¿Todo? ¿Cómo? ¿Acaso puedes vernos? ¿Esto es un reino de Nen o algo? ¡Si podías hablarnos o accedernos o que te accediéramos haber dicho, cabronazo! -Le dijo a Kai entonces pero cuando escuchó su: "Nunca he tenido nadie que se preocupe por mí" y recordando lo del diario aguantó su pena entonces y le dió una palmada en el hombro.- Yo me iba a preocupar por tí hasta que mis propios días acabaran, pero lo hicieron pronto. -Se encogió de hombros al decirlo como si nada, como: "Meh, me morí pos, jaja".- _{...¿Ayudar...?}

Pronunció algo confuso con las reiteradas implicaciones de Kairen, sin embargo, quizá tenía que ver con esa posible forma de acceder desde la muerte hacia la vida, tal cual. Por lo demás, sacó su mazo y empezó a barajarlo sin dificultad a medida que estaban todos sentados. Pensó en invitar a Kuroko del cual notó rasgos, gestos, cosas, y que incluso en su hijeputería se veía algo patético, tal cual. Nunca era la idea de un jugador negarle un juego a alguien, siendo por supuesto, Kairen, el que lo hizo primero, más inteligente, más apto. Al final sin embargo dicho declinó. Le miró por un rato a lo lejos pero se enfocó en sus colegas, sus hermanos, sus amigos, sus más apreciados ahora, al final.

- Pfft, de haber vivido Kai seguro se las queda a todas. Honestamente, yo los shippeaba a ustedes dos al comienzo peeeeeeeero tu ida, bro, nos unió. Por cero puntos adivina cómo pienso ponerle a nuestro primer hijo si es chico. ¡Anda! -Obviamente sería "Kairen" o "Kai", pero quería que lo "adivinara". Iba repartiendo cartas, a Akemi, a Kuroko, a Kairen y a sí mismo de modo automático, para él hacer esto era instintivo.- Listo, siete cartas por cabeza. Jugaremos a una versión tradicional del "Uno", el que quede al final con cartas gana. Ah, obviamente apostaremos~ ¿Qué dicen?

Tomó de la botella de alcohol un buen poco tras que lo hiciera Kai o si no lo hacía tomaría, se la dejaría a Kai y cuando se la pasara a Akemi (o de haber tomado Kai y luego Takuro, se la pasaría a Akemi). Si Akemi no aceptaba, lo dejaría ahí tal cual, pero si ella tomaba la ayudaría a que lo hiciese con cuidado.. El mazo estaba al centro.

- Es simple, Ake, todos. Cada uno roba una carta a menos que pueda botar una. Los 7's hacen que todos roben, los 2 hacen que el siguiente robe dos, los Joker se tiran abajo del pozo de descarte y hacen que el siguiente robe cinco, el Jack hace que cambie de pinta la cosa, léase, Diamante, Corazón, Pica o Trébor. La K gira el juego hacia el otro lado. -Tomó aire.- Sobre las apuestas. El que gane... Decidirá algo para los demás. ¿Suena bien? Puede ser algo tonto o relevante. Como que otro confiese algo sinceramente o, no sé, pedirle algo. Ya veremos

No sabía realmente si es que lo que Kai implicaba tenía peso, y quería saber el asunto con Kuroko y sus gestos velados. Por lo demás, seguía siendo un juego divertido. El orden era así: Takuro -> Akemi -> Kairen -> Takuro. Quería trollear a Akemi obviamente (tirarle 2's o Jokers o cambios de pinta con Jacks xD), que Akemi jodiera a Kai y que Kai mismo trolleara a Takuro, para que se divirtieran a tope.

- Dirección de manecillas de reloj. Parte Akemi porque yo repartí.

Puso la carta del mazo de encima para estar en la pila de descarte, que sería, notablemente... Un 5. Ese 5 que les unía.

Sonrió nada más y dejó el juego ser.

Y así fue, comenzarían jugando entonces, primero Akemi, luego Kuroko, seguido de Kairen y por último, el padre de la idea y el que mezcló y repartió las cartas: Nakamura Takuro

- ¡Oh joder, tú también! -Se rió aunque algo odioseado ante ese apodo, ya con las cartas en la mano y revisando su mano.- De haber creado mi última técnica en honor a tí, Kai, sí que habría sido un pulpo humano, con mis múltiples manos de Nen, tal cual. Ah, vale, ser trolleado por mis favoritos está bien. -Asintió entonces, notando como al final había dejado inconscientemente una mano repartida para el cuarto sujeto que vino a con ellos, confirmando en cierta forma el extraño comportamiento que tenía y que Takuro quería analizar. Inconscientemente hacía los mejores logros. Conscientemente... Pues la cagaba a punto que, ahora recién nada más, les mató, a todos los presentes, Kairen incluído, por el que se culpaba de su muerte.- Pffft, perdón, Kai, te la quité~ Ya sabes, cosas de amigos. -Le hizo un codacillo en el estómago y le ofreció igual alcohol al vendado en cuestión de la botella misma.- Ahora, veamos.

Pensó en lo general sobre eso que dijo Kairen de la vida de las personas, la condicional que tenían los espíritus aquí y ahora, lo misterioso de ello y que, si según Kai, no era Nen, entonces... ¿Qué era? Vaya si era extraño, y misterioso, e interesante. Quizá si ganaba la apuesta podría doblar un poco esa condicional y sacarle a Kai y/o a Kuroko incluso algo, total, tendría una orden sobre los tres de vencer, que lo veía chupado.

- Considerando eso. -A lo que dijo Kuroko, sin reconocerle directamente aún pero respondiendo a sus palabras.- ¡Creo que ya sé quién va a ganar, solo Kai aquí es mi oponente real! ¡Yajo~! ¡Contemplad al amo de los juegos!

Y así, empezaron entre todo. Takuro de vez en cuando soltaba más cursiladas como: "Nunca dejaría de protegerte ni lo haré, ni lo hice, hasta el final. Te dije igual, me da igual si eras o seas lo que seas, Ake, tú y Kai fueron y son mis amigos." entre medio, viendo como al final el juego notablemente, iba saliendo en su detrimento aún con su arrogancia y Kai iba ganando, en donde Akemi iba dando resultados medianos, al igual que el 484... No, "Kuro", tal cual.

- Akemi, Kuro, hacéis bien. Yo... Pft, pura basura, paso. -Robó una carta porque no tenía nada y Kai estaba dando paliza.- Quería ganar para hacerlos confesar toooooooodas sus cochinadas, ¡todas!

Se sentía muy feliz, demasiado, y relajado. Entre la bizarramente arrepentida conducta de Kuroko quizá después de la muerte o al menos respetando lo que Takuro más amaba, los juegos y estar con sus dos mejores amigos estaba... Lleno de amor. Tal cual. Su Sol personal, Kairen, su Luna a la que aullaba amoroso como un lobo, Akemi, e incluso su Diablo personal que le arrastraba al suelo, Kuro, tal cual, ahí, todos con él, pasando ya por alto su estado con él. En una, soltó un casual: "Ah, sí, disculpa por lo del ojo, ya sabes, era el modo de suprimirte y eso." al mismo.

El juego empezó a girar en dirección de Takuro, causándole una sonrisa amplia. Kairen y Taku estaban empatados más o menos, Kuroko había estado siendo apalizado por Kairen y/o Akemi, la cual igual iba más o menos mal en relación a ellos. Sietes por acá, Comodines, Doses, K's, Jacks, había entretenimiento.

- ¡Ja, mirad y contemplad, bobos! -Citando la que le dijo antes a Kuroko en un momento dramático como cuando le disparó al ojo antes, en vida.- ¡Hooora de la Takovictoriaaaa!

Su ideal de mundo era ese: Un mundo donde todos pudiesen jugar juegos y estar felices, tal cual, superar sus disputas por juegos, de buena forma, y crear un mundo con paz, donde el potencial humano y su felicidad pudiese ser. Nada más, algo simplista y algo aburrido pero idealista en extremo. Siguiente ronda.

Súbitamente Akemi y Kuroko se pusieron las pilas, le tomaron ritmo al juego y empezaron a joder a los otros dos. Kuroko quizá saldría con sus cosos con sonidos musicales y tales al hablar, cantados, y Akemi sonreiría por ganar. Kairen se mantenía y Takuro perdía de nuevo. ¡Joder!

- Joder... ¡No me venceréis, eh!

Y repuntó en la siguiente ronda, pero Kairen estaba por encima al final. Estaban peleados y de hecho el joven de pelo claro y carisma estaba por ganar, a una carta de hecho o dos, como mucho. ¿Qué pasaría ahora? Tocaba seguir jugando, pero tampoco quería perder, no, no quería dejar de jugar con ellos nunca, quería estar aquí por siempre.

Adelita no se lo podía creer. ¡Le había dado! ¡Le había pegado al vendado en toda la nuca!

Sus patas habían quedado ligeramente separadas, cubriendo la distancia del cuello y el comienzo de la espalda de Kuroko. Había aterrizado medio agachada, sintiéndose poderosa. Exaltada, gloriosa. Por fin lo que ansiaba: un buen golpe al vendado, uno épico, polvoriento, ruidoso, espectacular. Una caída libre con la que había conseguido que el 484 mordiera el polvo, bajo sus mismísimas patas, como debía ser. ¡SÍ JODER! ¡LE DI JODER! 

Miró un poco mejor, y no solo había conseguido pegarle... Se guardó la espada rápidamente, para poder reírse dándose golpes en el pecho. Estaba eufórica, sus ojos no podían abrirse más. hohohoho ¡NO JODAS! ¡LO MATÉ! ¡LO MATÉ JODER! ¡ADELITA JODER! ¡VAMOS TODOS: ADELIIIIITA ADELIIIITA ADELIIIIITA! Sus pies seguían sobre la nuca del difunto. Ni siquiera se había dado cuenta de que había más de uno, su hazaña le encantaba demasiado.

Claro que lo del rubio le pareció inusual... Y la pregunta de Aurora, "Como pudiste hacer eso?", tenía una respuesta tan obvia para Adelita, que respondió como si le hubieran acabado de preguntar la mayor de las sandeces que había oído (y Adelita se escuchaba mucho a ella misma): ¡Saltando joder! 

Mientras Jess la acusaba de haber matado a "compañeros", en plural, también vio acercarse el ataque de Aurora. ¿por qué nadie me quiere en su puto grupo joder? Soy bueniiiissssssima en todo lo que hago.

¡Eh eh, solo maté a este! Con tal de señalar al cadáver del 484, lo intentó levantar pasando el bastón por entre sus vendas, y agarrándolo con la mano vacía por el cuello roto, usándolo para desviar el ataque de Aurora. Y solo por si acaso, activó su Ten, como uno que conocía...

Quité los ojos del arquero cuando el ojo me comenzó a doler y me fijé en la pelea. La chica de la cantimplora habia caido en una espiral de humo y fuego. La onda expansiva no fue ruidosa, ni especialmente llamativa. En el suelo estaban Nakamura, Akemi y el ¿Tio José? Maldición. Eso nos restaba bastante fuerza. Tres bajas. Dos con eso. Nen. Y la versatil Wabi.

Sentí al arquero pasar al lado mio tomar el cadaver de su amigo con cuidado y comenzar a adentrarse en el bosque. El ojo me punzaba. Pero no le presté atención. ¿El arquero y su amigo estaban botando humo! El otro se encontraba vivo aun. Mierda.

Se me iba algo. No solo quedabamos mermados en numero. Sino que se fueron mis oportunidades de encontrar a mí hermana y aparte, teniamos más enemigos. 

Alzo el arco, apunto y cuando voy a tirar de la flecha, otra punzada de dolor del ojo me detiene. Me giré, Jess se tambaleaba y gritaba. Cuando la enfoqué la punzada recorrio mi espina completamente y mis piernas temblaron. Malditasea. Tampoco podriamos vengarlos y tomar sus placas. 

La lista de quehaceres siempre se alarga. 

-¡Hagan caso, por sus padres! Corran- Tomo a Wade que tenia el gorro con Nubecia aun en su mano y le señalo un árbol cercano. -Sube, rápido. O ninguno vivirá. 

No era mentira. No sabia que pasaba con Jess. Pero era algo completamente mortal. Ayudé a Wade a trepar y luego trepé yo. Los puntos del hombro se me saltaron cuando alcé a Wade y luego goteó un poco de sangre cuando alcé los brazos para treparme tambien. La cantimplora que tenia colgada a la cintura tambien se habia puesto a gotear. 

Nos ocultamos en una rama con bastante vegetación. Mí ropa se camuflaba entre las sombras del arbol. Wade se veia preocupado. Quizá me estaba viendo a mí mismo. Estariamos bien aqui y podriamos ver todo. Necesitabamos las placas, y queria poder ser util llegado el momento. 

-Mira al suelo. Pase lo que pase. No veas hasta que te diga que puedes ver. 

La lista se hacia larga. Y no teniamos tiempo para pasar toda la tarde cavando tumbas. 

Garou no podía entenderlo, tenía todo pleando para que las cosas salieran bien y sin embargo no fue suficiente, no tuvo la agilidad para poder realizarla de una manera adecuada, en cierta forma todo aquello había sido su culpa, él le había pedido a Nakamura que le enseñara más cosas, que se mantuviera cerca e incluso utilizo la técnica que le había enseñado para sanar a ese sujeto que termino siendo Kuroko, todo aquello no hubiera sucedido si es que su ambición de conocimiento no fuera tal como es, si su manía por querer saber las cosas no hubiera sido tanta como para llegar hasta ese punto. Algo dentro de él le hacía sentir que había sido la primera persona que realmente le había incitado a seguir con esa enfermiza obsesión de adquirir más conocimientos, esa enfermedad que le hizo traicionar a su propio pueblo...un pueblo que le dio la espalda y ante el peligro de alguien como él decidió castigar a sus padres. Akemi, quien nunca lo supo estuvo tan cerca de quien había causado tales tragedias, el chico que buscaba precisamente era Garou, el traidor de los Kuruta, un traidor que no tenía recuerdos de aquello pero que no por ello se perdonaban sus pecados aunque si el rubio pudiera recordarlo seguramente se hubiera disculpado con ella con las rodillas en el suelo.

La situación a su alrededor no hacía nada más que empeorar, Jess desquiciandose, Aurora atacando hacia Adelita, Nival protegiendo como podía a una criatura indefensa y a Wade mientras que Garou se consumía en una burbuja espacio-temporal que le evitaba prestar atención a todo lo demás, su mueca se había vuelto inerte y las pupilas de sus ojos se habían perdido mientras que sus brazos caían sin fuerza alguna a los costados de su cuerpo, aún no podía asimilar que realmente estuvieran muertos frente a él, había sanado cada una de sus heridas y sus cuerpos parecían estar perfectamente bien, sin embargo, no se levantaban, no podía escuchar la respiración de ambos mientras su cerebro se negaba a aceptar la verdad. Dio un par de pasos hacia ellos, tambaleando debido a la tristeza mientras las lagrimas continuaban cayendo de sus ojos perdidos, una vez llegando cerca del cuerpo de Nakamura cayó arrodillado intentando buscar con sus inservibles manos el cuerpo de éste murmurando unas cuantas palabras. -Hey...Nakamura...Despierta...Ya te sane..Tal como me enseñaste...-Sus brazos como fideos musculados tocaron la espalda de éste en un misero intento de que despertara, al no poder lograrlo el muchacho llevo su cabeza hasta el costado del cuerpo sin vida de Nakamura, como si fuese un cachorro quien intenta despertar a un padre. -No...te vayas... -Sus lagrimas volvieron a brotar sobre las anteriores que estaban levemente secas. -Aún falta mucho... -Su cabeza inventaba una excusa por la cual asumir que aquello no podía ser verdad, esa excusa era el hecho de que necesitaba más información de él, aunque la verdad era que simplemente no quería verle morir. Cuando levanto el rostro solo pudo notar la mueca de Nakamura junto a Akemi, si bien habían fallecido lo habían realizado juntos y eso no podía dejarlo pasar, no podía dejarlos allí sin una sepultura adecuada, ya nada le importaba a su alrededor ni siquiera que alguien se volviera loco o que el mismo 484 se levantara y fuera a atacarle, realizaría lo que debía hacer, movió su cuerpo hasta el punto en que pudo sacar una de sus dagas con cadenas y en un movimiento rápido de cuerpo logró hacer que esta se balanceara hasta poder capturarla con su boca, ya se encontraban en una grieta por lo cual debía ahora enterrar sus cuerpos. 

Aún con lagrimas en los ojos el muchacho empujo el cuerpo de Nakamura hasta que pudiera estar lo más cercano del de Akemi, casi como si estuvieran en un último abrazo, fue hacia una pared de tierra y con fuerza dio una estocada con la daga de su boca a esta permitiendo que montones cayeran sobre los cuerpos, continuo con aquello como si su vida dependiera de ello, sin importarle el dolor en su boca, por un momento su cuerpo utilizo TEN para protegerse, casi por inercia e incluso de manera inconsciente utilizó SHU en la daga para que la tierra cayera con mayor facilidad al golpearla pero una vez avanzada la tarea el muchacho sintió que aquello no debía realizarse de tal manera por lo cual elimino el aura volviendo a golpear con la daga el lugar, llenando con más tierra utilizando sus piernas para poder acumularla. Con sangre en su boca, lagrimas en los ojos, carente de pupilas en sus ojos carmesí y con sus brazos inservibles el muchacho logró crear una tumba improvisada para ambos cuerpos y rendido cayó frente a ésta dejando caer la daga y murmurando unas palabras. -Perdoname Nakamura-Sensei....Akemi...Si solo fuera más fuerte...Si solo hubiera sido más rápido esto no habría pasado.. -Una mueca de angustia recorrió su rostro mientras cerraba los ojos y apretaba los dientes. De rodillas el muchacho llevo con fuerza su cabeza hasta el suelo a modo de perdón. -Perdoneme por ser tan débil...

Si bien pocas cosas habían podido sorprenderme en la vida, muchas de ellas estaban ligadas a aquel mundo "real" relativamente, todas tenían una curiosa y lógica explicación para no enloquecer ante su descabellada premisa. Muertes sadicas, mentalidades enfermas, ver desmoronarse la inocencia de muchas personas a merced de los cabecillas humeantes y despiadados. ¿Pero esto, en qué cabeza racional cabía? No daba crédito a mi conciencia, con los ojos abiertos cómo platos y la mandíbula descolgada, sorprendida a todas sus anchas. El flacucho había sido triturado por su propia valentía, un destino amargo para el aflore de un amor, según veían mis ojos escépticos. 

-¡Basta con las incongruencias!-Aclamé exasperado, y si alguna vez había sido paciente eso era ya una ilusión del pasado-¡Este mundo ya tiene suficiente! No, no... ¡Ah! Cuánto tiene que soportar una persona escéptica, ¿esto es una broma pesada del destino? 

Pero no había espacio ya para chistes baratos o faroles, esto no era un espectáculo de televisión, y lastimosamente no un crímen efectuado en los callejones apartados de la mano de Dios. Una muestra clara de que aquella realidad que se me presentaba me escupía el rostro para que despertara de una vez, y admitiera que había mucho más en este mundo que la superficie me mostraba, una inadmisible dimensión que desafiaba el fervor de los escépticos. En efecto al miedo a lo desconocido, eché a correr cual animal espantado huyendo de la furia que surgía de la niña. Esto no era una rabieta, y pude sentir aquel escalofrío de advertencia en la piel para que no dudase del riesgo, saltando apresurado al primer árbol que encontrara como pantera corriendo de un depredador más sádico que ella. Sólo jadeaba de la inconmensurable realidad, presa del peligro comparable al de una bomba a punto de estallar. 

¡AHHHHHH!- los gritos que lanzaba de dolor eran desgarradores y ensordecedores, además de poco a poco ir cambiando el tono y el timbre. Me dolía mucho, ¡me dolía mucho joder!. Sobretodo porque sabía muy bien lo que pasaría a continuación... y además... Aurora no había huido. Se iba ha enfrentar... a mi... y nadie... acaba bien cuando eso pasaba.

Entonces, mi cuerpo, acorde a como me retorcía... comenzaba a cambiar. Primero, fue simplemente el pelo, el cual comenzó a crecer quedándome una larga coleta. Luego... mis brazos, desarrollándose más y más hasta aparentar ser los de un adulto, al igual que mis dedos, que además portaban unas garras más afiladas que las que siempre mostré. Mis piernas lo continuaron... primero una... luego la otra... ambas crecieron y se muscularon mientras yo temblaba y me retorcía soportando el dolor que me producía y me quedaba a cuatro patas. De mi cabeza, surgieron... dos orejas, asomando por mi cabellera como si fueran las de un zorro. Al igual que en mi espalda, al final de la columna vertebral, surgiendo una peluda cola del mismo color de mi pelo con la punta blanca. Mi torso... también se desarrolló. Se fibró, y desarrollaron dos atributos... que acabaron por desvelar mi género aunque yo lo desconociera. Y mi rostro aniñado, después de retorcerse y poner muecas, también adoptaba nuevas facciones... y asomaban nuevos colmillos y dientes afilados de mi boca. En ese momento... dejé de gritar... dejé... de ser Jess.

Con los ojos cerrados, lo que ahora se erigía de pie tenía la apariencia de una mujer adulta, de metro ochenta, fibrosa y musculada, con fuertes piernas, la ropa bastante apretada, rasgos animales como cola y orejas sobre la cabeza, y pelo largo recogido por una larga coleta y que le tapaba un lado de la cara.

Cuando abrió los ojos, estos eran de color negro y rojo, y simplemente se clavaron en una persona: Adelita. Entonces... este ser sonrió, revelando una sonrisa totalmente dentada y afilada -Nueva... presa...- dijo con una voz madura y un tono espeluznante, no sin antes terminar -Ahora... cazar....

Habían ganado una partida Kairen y una Nakamura, estaba decidido que el mejor de tres sería el ganador definitivo. Se empezaba a ver que había una mejora en el juego de Kuroko y de Akemi, y a medida que mejoraban en su juego, se volvían más participativos en las charlas, en especial el ex-vendado, que poco a poco hablaba cada vez más y tomaba parte en algunas bromas, aunque se sentía un poco incómodo, eso se notaba.

Sin embargo, lo que más llamaba la atención tanto de Nakamura como de Akemi era la forma en la que hablaba, quizás hasta soberbia, tranquila, casi como si fuese un noble... Ya no hablaba con esa exuberante locura que le caracterizaba, ni usaba esos tonos burlones que tanto le gustaba usar... Su voz era suave, tranquila, incluso catedrática, como un viejo profesor con la capacidad de dormir alumnos que no están preparados para sus maravillosos saberes, solo con el poder de la palabra.

-Que no te venceremos?? Qué acabo de hacer??- Dijo Kairen mofándose de su victoria mientras le daba un trago a la botella que parecía no vaciarse jamás. -Wow, está bueno... Quieres??- Dijo a Kuroko, quien gentilmente apoyó su palma en la botella y agregó [color=#210B61]-De verdad, agradezco tus continuos ofrecimientos, pero no, gracias-[/color] a lo que Kairen, dándole una palmada en la espalda soltó un -Bah! No seas así de aburrido! Solo tiene el sabor, pero no te emborracharás! Sino, mírame! con todo lo que he tomado estaría borracho y no podría ganarle jamás al apostador- Dijo señalándote con el pulgar. Kuroko miró curioso a la botella y tomándola despacio dió un tímido sorbo. Así como tomó, arrugó la cara y le pasó la botella a Kairen de nuevo [color=#210B61]-Puaj! Me arrepieto!-[/color] Soltó entonces. Al parecer era nuevo tomando bebidas alcohólicas

Las partidas se habían parado, ahora tocaba mezclar a Kuroko, y tomando las cartas comenzó a hablar mientras trataba de mezclarlas teniendo evidentes problemas para hacerlo.

[color=#210B61]-Siento haberles causado la muerte...-[/color] Dijo en un tono melancólico mientras mezclaba las cartas nerviosamente [color=#210B61]-...a los tres...-[/color] Dejó de mezclar. Por un momento hubo silencio, y entonces volvió a hablar [color=#210B61]-Yo... No puedo con... -[/color] NO DIGAS MÁS!- Interrumpió Kairen con su índice levantado y una sonrisa. Le miraba fijo -No digas nada, por favor, hasta el final del encuentro! Si ganas, deberemos perdonarte los tres, y si pierdes deberás contarnos todo!- Dijo entonces serio, y cambiando su cara a una más payasesca soltó un -Aunque yo ya sé tus secretos Kuro-Chan, hago trampa!- Y comenzó a reir entonces.

Se repartieron nuevamente las cartas, siete por persona, el juego comienza, otra vez. Akemi observaba a Kuroko con cierta curiosidad, como si quisiera saber lo que este escondía, y entonces, pese a todo, se animó a apostar [color=#084B8A]-Jummm... Veamos... Si yo gano... Tendrás que revelarme la hubicación del niño Kuruta que estoy buscando!-[/color] Dijo entonces. Estaba seria, parecía que iba a tomarse el juego en serio, pero pese a todo, estaba segura que perdería, por lo que ni ella ni Kairen tomaron en serio la propuesta y este respondió con un -Claro, claro! En el milagroso caso que ganes, verdad?? Oye Tako, deberías explicarle las reglas de nuevo, creo que está jugando un juego diferente!- Dijo a modo de broma, por lo que Akemi le lanzó el estuche de las cartas por la cabeza a Kairen, y Kuroko, sin poder evitarlo, soltó una carcajada al ver como el estuche rebotaba casi hasta su posición inicial.

Y sin mediar más palabra salvo una... que comenzara la cacería -Ren...- fue lo que salió de su sonrisa dentada. La nueva mujer comenzó a correr en dirección a la chica pelirroja que tanto saltaba y tanto había cabreado a Jess con su matanza. Tenía las intenciones más básicas que pudiera tener un animal de presa: hacer sangrar a la pelirroja... de unos dolorosos arañazos. Nada de cabriolas, saltos o posturas raras... solamente la forma de hacer daño más eficaz y poco estética: con las propias manos.

Lentamente Garou empezaba a levantarse de su estado tan deplorable, aunque era de una manera bastante inconsciente de lo que sucedía a su alrededor, aún poseía la mochila en su espalda apegada a su espalda. Levanto la cabeza, sucia en sangre, lagrimas y tierra al no tener como poder limpiarse. 

Su mente estaba perdida en los recuerdos y pensamientos de culpa, saliendo del crater miró de un lado a otro notando como solo se encontraba una especie de chica-lobo con sed de sangre, a la cual no le prestó demasiada atención al desconocerle y otra chica más quien al parecer era la que había afectado en la parte final de la batalla contra el 484. La situación no era algo que le afectara, su cuerpo simplemente le indicó que caminara en sentido contrario tambaleante con las manos inertes ignorando completamente su entorno. De un momento a otro el muchacho dio un par de saltos para perderse entre los arboles cercanos e incluso su aura desapareció por completo, por ende, su presencia desapareció de igual manera. 

Mientras Jess se retorcía de dolor, Aurora saltó a golpear a Adelita intentando vengar a sus compañeros caídos. Garou por su parte intentó enterrar a sus difuntos compañeros usando su boca y un cuchillo, pero eso tomaría su tiempo, por lo que decidió dejarlos así y correr, aunque sin encontrar donde esconderse, no de Jess y su buen olfato para las emociones negativas

Adelita intentó usar a Kuroko de escudo, puso su Bo debajo del cuerpo inerte el vendado pero antes de poder levantarlo las palmas de Aurora impactaron en el pecho de Adelita, clavándole las garras y empujándola para atrás. Ahora había quedado lejos del cuerpo de Kuroko y los otros dos, mientras que ahora, solo quedaban cuatro personas en escena...

Jess terminó de transformarse, con lo que ello conllevaba... Al terminar, Nubecita tiritaba dentro del gorro de la muchacha, mientras esta, transformada en toda una mujer, se abalanzaba contra Adelita con un ímpetu y sed de sangre jamás vistos por los presentes, no al menos viniendo de la pequeña Jees, que el único líquido que derramaba eran sus lágrimas... Ahora mismo, lo único que deseaba derramar era la sangre de TODOS los que estaban a su alrededor...

Su caminata fue erratica, tanto como sus propios pensamientos y a pesar de tener una gran habilidad de sigilo e incluso anular completamente su presencia tropezo pesadamente contra unos arbustos cayendo de cara al suelo como si fuese una ardilla a quien le acaban de dar con una piedra, se levanto pesadamente con apenas algo de energía y volvió a caminar en sentido contrario a quienes le rodeaban, estaba ignorando por completo la situación, que Jess se hubiera convertido en un completo monstruo sediento de sed en busqueda de Adelita y que Aurora también estaba desatando su enojo contra aquella persona que había asesinado a dos de sus más recientes compañeros.

Bueno, que más daba ya...Simplemente mantuvo el rumbo con la mochila en la espalda perdido en sus pensamientos esperando a que algo le hiciera despertar de una vez, quizás que aquello solo fuera una pesadilla de mal gusto.

Después de los primeros gritos de Euforia, Adelita se dio cuenta de una cosa: nadie, jamás, le había regalado más adrenalina que Kuroko. Cuando las cosas se habían vuelto aburridas durante más de seis horas seguidas, allí había aparecido él para alegrarle el día, tal y como la buena de Adelita le había ordenado a dios, que va en minúsculas, no como Adelita. Pero... ¿Ahora qué? ¿Volver a aburrirse?

Pero entonces... ¡Joder con la niñita! Jess se retorcía, se transformaba, y la sonrisa morbosa de Adelita se multiplicaba. ¡Eres un monstruito joder! ¡UN PUTO MOSNTRUITO! Adelita se acariciaba la cabeza frenéticamente, espasmódicamente. Se emocionaba ante tal espectáculo inesperado, ante tal emoción descontrolada, y además... dedicada, como debía ser, a su mismísima persona. Por la cabeza de Adelita, no solo pasaron emociones fuertes y ganas de que ese monstruo la persiguiera hasta que se cansara, si no también el siguiente pensamiento: Si esta es peor que yo, a lo mejor dejan que me quede. Si no la mato.

Era su presa. ¡Perfecto JODER! ¡dIOS ME AMA MÁS QUE A NADIE! ¡ADELITA ESTABA DISPUESTA A DISTRAER A LA BESTIA JODER! La monstruito era rápida, puede que tanto como Adelita saltando, puede que más que las vendas del difunto Kuroko, a quien Adelita dejó en el suelo para que no le estorbara, por voluntad propia, no porque nadie le hubiera obligado de un zarpazo. Esa sangrienta bestia llamada Jess dejaba solo dos opciones: todo o nada. ¡Adelita se fue! Y con estas palabras, se propulsó de un salto, surfeando el aire a escasos metros de las zarpas de Jess. 

Su salto la había mandado a volar hacia un árbol, consiguiendo esquivar las garras de Jess, peo la saltadora dudaba (y deseaba), que ese no fuera el último ataque. Así que al aterrizar entre las ramas, siguió provocando a la monstruito. ¡ME GUSTA TU ESTILO JODER! ¡QUIERO MÁS DE TU MIERDA! ¡VEN AQUÍ JODER! ¡PRUEBA UN POCO DE ADELITA Y APRENDE LO QUE ES VIVIR JODER! Y mientras gritaba, observaba los fantásticos movimientos de esa bestia con la que Adelita planeaba llevarse bien.

¿Puedo tratar de ayudar a Garou en el segundo turno? ¿Así sea correr y cargarlo hasta el arbol? ¿Osea, moverlo al arbol me tomara uno o dos turnos? Creo que dos xD Pero es mejor preguntar, si se pueden esquivar las flechas...

Aurora segada por el enojo, ignoró por completo la transformación de Jess, realmente en ese momento era algo que para ella carecía de importancia, y no se detendría en ese momento, pensaba dejar inconsciente a la chica a puñetazos, si podía dejarla enterrada sería aún mejor, tenía que pagar el daño que había causado... y aún mas, tenía que pagar esa actitud que estaba teniendo en ese momento, carecía de consciencia o era estúpida?, tan poco respetaba una vida?, ese valor tenía para ella?

Aurora, al verla intentar escapar fue por sus tobillos para evitar que escapara, la quería en tierra, la quería disculpándose, la haría pagar por lo que acababa de hacer!!, sin mediar palabras la primera garra, fue a detenerla, la segunda, a cortar el pie, a cortar el talón... a cortar lo que sea, pero se hundiría en su carne!!! no la dejaría escapar, si lograba sujetarse a ella, le sería mucho mas fácil el dejarla inconsciente y hacerla pagar lo que acababa de ocasionar.... Ni una sola palabra salía de su boca, ni un solo sonido, solo la ira, la frustración estaban en su mente... en el brillo de sus ojos, en la fuerza con la que apretaba sus marcados colmillos, ¿Como podía hacer algo así? y para colmo... actuar como si fuera algo increíble!!!, era despreciable.. una persona horrible..... como podía hacerle eso a esta gente?

Ví a Jess transformarse en una ¿bestia? No entendia aun como podia hablar, pero era bastante temible. El ojo me daba punzadas, Ravenant ya habia subido a un arbol, pero Garou estaba ahi, tratando inutilmente de escapar. Ayudar a Garou, enterrar a los muertos. No. Ayudar a Garou, tomar las placas y enterrar a los muertos.

Le tendí el gorro a Wade y me lancé. 

Corrí hacia Garou en sigilo tratando de no llamar la atención de Jess, que en cualquier momento podria voltear y verme. Le ofrecí llevarlo y me moví al árbol, donde lo ayudé a subir primero. Antes de subirme yo. 

Al menos tanto drama me había hecho olvidar el hambre.