Partida Rol por web

Shade realmente no tenia ni idea de como se podía extraer el veneno, pero la idea le parecía buena, dado el efecto que estaba teniendo en su compañera, quien, por suerte, parecía estar ya fuera de peligro. Al menos de momento. Se le notaba muy débil, no obstante.

Mientras Kosj intentaba quitar el veneno con el fin de poder utilizar una parte pequeña aunque fuera después, Shade se acercó a Zenda tendiéndole la mano.

- ¿Estás bien? Deja que te ayude. - Si bien era cierto que ver al cuerpecito sin fuerza de Shade tender la mano para ayudar a Zenda a levantarse era algo bastante cómico, el gnomo no parecía que estuviera haciendolo en broma.

Zenda ignoró la cháchara hiperactiva de Kosj y trató de agarrar la mano que le tendía Shade, pero su mano era demasiado grande. Humanos y gnomos no estaba diseñados para los apretones de manos mutuos. Con un gruñido, extendió el brazo un poco más y lo cerró alrededor del brazo del pequeño hombre y dejó que la ayudara a incorporarse. No era fuerte, pero entre los dos consiguieron que se pusiera en pie y se aupara al interior del vagón.

—Gracias —susurró al gnomo, y lo repitió, en voz alta, a los demás—. Gracias, crieía que de esta no salía.

Mientras Kosj y Shade se encargaban del cadáver, Zenda se arrastró hasta sus cosas, desenrolló su petate y se derrumbó sobre la esterilla. Tal y como le había contado a Marcus, se sentía de nuevo como si fuera una niña a la que habían pillado metiéndose otra vez en un lío, y como entonces, estaba tan agotada, que sabía que el sueño se la llevaría de allí antes de que tuviera la ocasión de sentir vergüenza o arrepentimiento.

Halun queria salir y estar con los demas, pero el fuerte viento que resoplaba en el carromato no le daba la fuerza para salir. Veia con los mas debiles frente a este elemento salian sin mas miramiento para ponerse al lado de su compañera caida, e intento seguir su ejemplo, pero no tenia la valentia suficiente, en su mente se retomaba la imagen de salir volando de ahi como una brizna de aire y esa imagen le atemorizaba hasta dejarlo paralizado. Franky intuyo el miedo y de un salto se puso a su lado para darle animo y se acurruco a su lado.
Una Zenda derrumbada, mera imagen de la mujer fuerte tanto fisicamente como de caracter que habia conocido, cayo casi de bruces en su esterilla dentro del carromato (imagino que no lo harias fuera con la tormenta de arena que aun resopla). La miro durante unos segundos que le parecio como si fueran minutos, y por primera vez en su vida no supo que decir. Trago saliva y con voz queda hablo - Yo....yo... yo queria salir ayudarte...pero... pero no pude, me da miedo salir volando como una hoja... lo siento.
La imagen paso de ser un gnomo a un niño asustado.
Por su lado Frankyse acerco a Zenda sentandose cerca de ella y mirandola como si pidiera permiso para acurrucarse a su lado y darle apoyo.

Marcus acaba de comprobar el estado de salud de Zenda, le ha dado algo de tomillo y menta, pues parecía que tenía problemas de respiración con la fuerza tan mermada, y la perdida de sangre no ayuda. Sus manos retiran unos mechones rebeldes, la mira como si fuera una hermana pequeña revoltosa siempre metiéndose en lios. Por suerte, han salido victoriosos nuevamente.

Hace ya años que viaja con las caravanas predicando el bien y las virtudes de Erastil, y raras veces se había topado con gnolls, quizás por el tamaño de las caravanas y los mercenarios contratados, pero ciertamente no se había encontrado nunca un escorpión tan enorme. Sucesos recientes que le hacen replantearse cosas.

- Compañeros, hace unas noches soñe con un gigantesco ciervo blanco, el heraldo de Erastil. Al principio lo achaqué a mi subconsciente, tras la excitación por la aventura y nuestro encuentro con los esclavistas, pero ese fue el momento en que me despertó Kos, y es sabido que el ciervo a veces se presenta a sus fieles para avisarles de un gran peligro. Dudo que fueran la banda de gnolls, así que me temo que puede ser algo más serio... o tal vez mi imaginación se desborda - dudoso, sonríe como burlándose de si mismo, es que acaso se cree digno de la visita del heraldo de su dios. Ahora casi se arrepiente de haber hablado, le van a creer un loco o un pretencioso, pero y si no ha sido su imaginación. Había que advertirles de la amenaza que acecha en el futuro.

Dos días habían pasado desde el violento encuentro con el escorpión. Sólo queda un poco de agua en sus botas, quizá un día, o dos si la mezquinan. La tormenta sólo había mejorado un poco en esos días. Sólo el sol, que costaba mirar por la arena volando en el aire, indicaba el camino a seguir. Sin el sol era todo desierto, considerando la poca visión que tenían, ni las montañas que habían dejado atrás hace no mucho eran visibles ya.

Zenda estaba recuperándose aún del daño generado por el veneno en su sistema, pero seguía sufriendo los efectos.

De a poco, pasado el mediodía, comenzó a menguar la tormenta. Para cuándo el último granito de arena surcó el aire Halum venía manejando el carro, mientras con una mano usaba prestidigitación para hacer trucos de magia sorprendiendo al pobre Kosj que intentaba descifrar cómo demonios el gnomo adivina siempre su carta. Marcus cabalgaba unos 10 metros por delante del carro. Shade se había pasado los últimos dos días intentando comparar las cualidades de los vínculos arcanos que tenían él y Twinky con los que tenían Halum y Franky, la forma en que el otro gnomo manipulaba los viajes planarios de su compañero le resultaban fascinantes.

Unos cuántos latidos luego de que parece totalmente la tormenta la vos de Marcus alegró al grupo.

- ¡VEO EL RÍO! ¡VEO UN REFLEJO! ¡DEBE SER EL ASP!

Kosj salió corriendo de nuevo a la posición del conductor, por supuesto ahora nadie lo iba a bajar de ahí... ¡nunca! 

Al oir su nombre Kosj se volvió a girar - Sisisisi, ¿el ciervo blanco? ¿No sería más bien el dragón rojo?- dijo el pequeño Kobold inchando su pecho y apretando el bíceps casi paupérrimo - ¿El gran y fuerte dragón rojoqueríasdecir? Sisisisi- pronunciaba sin cesar el pequeño complaciéndose a sí mismo. 

- ¡¡Bueno nos ponemos en marcha!!- no era ninguna clase de pregunta, Zenda se había tirado en el carro y los demás no estaban lejos de él, además el caballo herido había sido curado por Marcus, con lo que no había por qué estar más tiempo del necesario ahí, y con la excitación de haber aplastado a esa criatura ahora quería incluso aprender a llevar ese cacharro. - Adelante!- dijo arreando a los caballos, los de atrás finalmente se pusieron al paso empujando con sus cabezas a los de delante y estos finalmente se pusieron también a moverse. - Corred, subid todos!!! El tren no esperará a todo el mundo!!! Piuuu piuuuhh!!!- gritaba el pequeño y exitado Kobold sin prestar demasiada atención a los acontecimientos y reacciones de sus compañeros. 

____________

Tras muchas horas de llevar el carro finalmente en famélico Kobold tuvo que ceder ante la casi tan incesante como la suya, cháchara de Halun y por qué él tenía derecho a llevar el carro también. 

Cuando Marcus divisó el agua, y cansado de que el maldito gnomo ganase siempre en los trucos de manos. El pequeño Kobold no pudo evitar arrebatar las riendas del Gnomo. - Sisisisi, yo nos llevaré hasta allí, sisisisi, agua!!! agua!!!!!! agua!!! Yujuuuuhhh!!!!!- estaba tan sediento que ni siquiera se había dado cuenta de lo mal que lo estaba pasando, jamás en su corta vida había pasado tantas horas debajo de ese maldito sol, y por supuesto las pocas que había pasado no habían sido tan extremadamente calurosas como las que estaba sufriendo allí. - ¡¡¡Adelante!!! Mi animales!!!! Trotad!! TrotaD!!!- los caballos poco a poco se iban haciendo a las extrañas ordenes del Kobold, así pues lo más probable es que sencillamente avanzaran por inercía cuando más chillaba el pequeño escamoso. Lo que todos se preguntaban es como no se quedaba afónico o se le resecaba la garganta en ningún momento. - HalunMarcusShadeZenda agua!!! Menos mal!! agua!!!!!! Sísisisisi, Franky para tí también habrá agua sisisis!!!

El viaje había pasado cansado y pesado por la inclemencia del tiempo, que aunque había reducido su furia, seguía demasiado fuerte para el gusto del gnomo. Lo único que le alegraba el viaje, por supuesto a parte de Franky, es como caía el Kobol en algunos de sus trucos, e incluso, llegaba a disfrutar de sus largas charlas de cosas tan mundanas como porque la arena era amarilla, o porque tenia el dos orejas.... cuando Marcus grito agua, Kosb le arremato las riendas de su manos y encabrito a los caballos hacia el lago. Estaba apunto de protestar hasta que se imagino sumergido en las cálidas aguas, jugando con Franky y los demás.

¿Tren? ¿Piuuu piuuuhh!!!? Las palabras de Kos le sacan de la monotonía del desierto. Que diablos quiere decir el pequeño kobold... seguro que alguna invención kobold o gnoma, o quizás un tipo extraño de pájaro por lo del piu piuuu... en fin, mejor no preguntarle, juntaría palabras una tras otra a toda velocidad y más que entenderlo ganaría un dolor de cabeza.

Está en esas cabilaciones cuando distingue el agua y lo grita a sus compañeros, tras un momento de emoción del grupo expresa en voz alta - Erastil sea loado, agua, y donde hay agua hay vida, probablemente encuentremos un pueblo donde avituallarse, además no me vendría mal dormir en una cama de verdad para variar. Tantos días bajo el sol inmisericorde, tantas noches heladas. Una buena posada se agradecería - comenta mientras otea el horizonte en busca de signos de civilización, humo, construcciones, ruedas de carro...

Todavía harían falta algunos días más para que Zenda se recuperara del todo, pero iba por el buen camino. Ya no necesitaba un bastón para alejarse del carro tambaleándose cuando tenía que hacer sus necesidades, y dichas necesidades no eran de un color y olor tan extravagantes. No se atrevía a practicar la esgrima, pero el viaje transcurría con tranquilidad, y aprovechaba el tiempo libre en el vagón para conversar con sus compañeros, tomar notas en su diario y estudiar sus hechizos.

Uno de los ratos en los que se encontraba sola, escuchó las voces de Marcus y Kosj. Agua. Se puso en pie cuidadosamente, abrió el portón trasero, se estiró sobre un pie y se enganchó con las manos a la estructura del vehículo para evitar caer. Durante unos instantes eternos, se quedó contemplando boquiabierta el resplandor que el sol levantaba en las aguas del Asp. Por fin, tras tantas jornadas de viaje en el desierto, azotadas por la tormenta, el río cuyo cauce deberían seguir hasta Sothis estaba frente a ellos.

Los gritos de Kosj a los caballos alertaron a la mujer, que se agarró con fuerza a tiempo de evitar caer cuando el carro dio un acelerón repentino. Volvió a meterse dentro, anhelando sumergirse cuanto antes en las frescas aguas del río.

El terreno arenoso fue cambiando a tierra seca muy paulatinamente durante los último dos kilómetros que caminaron desde que empezaron a ver el reflejo del río. De tanto en tanto se veían algunas plantas que parecían resistir el fuerte calor y el duro clima del desierto. Nada con flores, pequeños arbustos, algunas plantas pequeñas, rechonchas y con espinas. Pero no mucho más.

El paisaje era medio extraño. Aparentemente habían llegado al "fin" del Río Asp, por el menos el fin al nivel del suelo. Al acercarse a unos pocos metros logran ver que el río entra bajo tierra. Unos pocos kilómetros más al sur y hubiesen seguido de largo sin llegar al río.

Al llegar al "extremo" final del río se encontraron con que éste penetraba una caverna de 10 metros de diámetro que parecía introducirse en la tierra, como cavado por un gusano gigante. El río no cubría todo el túnel, sino que se hacía más angosto al penetrar bajo tierra, tenía un ancho de apenas 5 metros, dejando dos metros y medio a cada lado el espacio suficiente como para que un caballo entrase caminando tranquilo. Una briza fresca fluía en el sentido del río, del cual no llegaban a ver dónde terminaba... en ninguno de los dos sentidos. Alrededor del río la vegetación era más notoria, plantas similares crecían con algo más de densidad a no más de un metro de distancia del río. 

- Sooo, sooo, soooo, vamosvamosvamospararyadeunavez!!!- decía sin cesar mientras tiraba hacia detrás de las riendas de los animales, que solo pararon cuando llegaron los primeros al borde del río y se pusieron a beber, mientras los de atrás coceaban la arena ansiosos por llevarse agua a la boca. 

Sin decir mucho más el pequeño Kobold le tiró las riendas a Halun y salió corriendo hacia el agua - Yujuuuhh!!!- decía mientras se tiraba agua por encima y bebía del río - Sisisisi- seguía parloteando para si mismo mientras se echaba agua en los sobacos. - Sisisisi, bendita agua, sisisi, ¡tú no tú malo, malo!- dijo de repente señalando al sol, del que no era muy buen amigo como podíais ir viendo desde qeu lo conocíais. Pero no paraba de murmurar y echarse agua por encima. - Ahhh... sí... lo necesitaba- decía abriendo mucho la boca al momento mirando hacia el sol, aunque probablemente ni él tenía muy claro por qué. 

- Ey! espera Kosj tramposo... VAMOS FRANKY, HAY AGUA!!y se lanzo seguido del Kosj. Iba a estar por lo menos todo el día sumergido en el agua, hasta que sus manos fueran lo mas parecidos a uvas pasas. Cuando estuvo cerca de Kosj empezó a lanzarle agua, para ver si se animaba y jugaba con él en el agua.

- Maldito Gnomo deberrías estar vigilando de los caballos!- acto seguido Kosj se quito la poca ropa que le quedaba y se lanzó en bomba para empapar completamente al gnomo, pero por desgracia su esmirriado cuerpo apenas le salpicó algunas gotas. Pero acto seguido unos brazos rojos y escamosos surgieron del agua asiendo al gnomo con una habilidad completamente prodigiosa y lo zambulleron río adentro. 

- Jajajaja, chúpate esa halun!!!!! Si-si-si, no-no-no...- comenzó a cantar el pequeño kobold que hacía tiempo que no parecía tan contento. 

A escuchar la voz de Halum corrió hasta donde se posicionaba los carreteros y le vio jugar con la extraña criatura que llamaban Kosj. Observo el reflejo del Astro Rey en sus agua y como fluía el rió, pero por naturaleza desconfiaba o por instinto, no estaba seguro que fuera un lugar tan tranquilo como aparentaba y desde allí empezó a divisar los alrededores, parecía un buen sitio para cazar cerca de los lindes del agua.

Cuando ve que le quiere tirar, intenta darle un empujón para que pierda el equilibrio y sea el que caiga al agua, pero esta en este tipo de terreno le da mas desventaja y logra Kosjtirarlo. A los pocos segundos salio del agua Halum, que le pareció minutos y respiro aire como si le hubiera faltado toda su vida. Miro de reojo a Kosj, sonrió y se lanzo a la carga, lentamente por las agua.
- Tramposo "lagarto", me has pillado a traición y me ha hecho tragar agua, aunque estaba algo fresca a decir verdad, pero esto no quedara así, aaaah no, sufrirás al ira de este gnomo atraves de este elemento.

Shade avanzaba en silencio. Le fascinaba algunas de las cosas que tenía en común con sus compañeros, más con Halun, claro, pero con todos un poco.

Sin levantar la vista de los manuscritos que estaba escribiendo, regañó levemente a Zenda cuando ésta se incorporó para asomarse a la portona trasera. - Zenda, aún estás débil. Es mejor que reposes. - Entonces escuchó las palabras mágicas.

- ¿Agua? - se levantó de un salto y corrió junto a la guerrera. - Alabados sean los dioses, como diría Marcus. ¡Date prisa Kosj! - dijo imaginando sus labios mojados en el líquido. Y al salir vió como sus compañeros saltaban al agua y comenzaban a jugar.

El gnomo ilusionista no era demasiado común entre los de su género. Era más tranquilo y callado. Pero le encantaban las bromas. Y ahora era un buen momento para hacer una. Asi que invocó el poder de su gente, para imitar a un cocodrilo cerca de donde se encontraban jugando los compañeros.

Hacia tiempo que no se reía tanto desde que se había unido a la aventura y la precariedad de la falta de agua hacia que disfrutara mas de este rato hasta que... de la nada surge un largato mas grande de que habia visto en su vida que se acercaba hacia ellos.
- Sooooocooorroooo, un bicho gordo viene hacia nosotros, corree Kosj, no creo que este sea primo tuyo, aaaahh.... que me come, que soy tierno y jugosoo, sooocoooorrooo.
Sale corriendo del agua lo mas rápido que puede sus piernas y la situación en que se encuentra.

Se había tranquilizado un poco y recostado en sus patas a no percibir ningún peligro que acechara a sus nuevos amigos, hasta que los gritos de socorro de Halum le alerto y escucho el sonido de alguna criatura.

- Mierda, ahora que parecía que ibamos a poder relajarnos un poco -. se gira hacia el resto - hay que sacarlos de allí antes de que se zampe a los pequeñajos