Partida Rol por web

 ¡Al diablo con la chavala! ¡Que se suba quien pueda! White hace avanzar el autocar y toca el claxon. Parece que el tipo que os obstruye el paso, en un Jeep de turistas VIP, intenta quitarse del medio también.

Donald consigue correr hasta el autocar y subirse a la puerta trasera, que por algo estaba abierta, entrando mientras el vehículo se mueve a cruzar las puertas.

Walter, en un gesto tan suicida como bondadoso, corre a ayudar a la chica, desarmado y corriendo por la hierba fangosa, y la coge ayuándola a levantarse. La chica lleva un mono de fontanera, una pistola y una bengala. Ambos corren hacia el autocar, que huye del Rex.

 ¡¡IDIOTAS!! ¿¿CÓMO QUERÉIS QUE EL AUTOCAR ESCAPE DEL REX?? ¡¡HAY QUE CERRAR LA PUERTA!! Tom, ante la puerta cerrada, le pega como cuatro o cinco disparos con el rifle, sosteniéndolo desde la cadera, y la patea con una fuerza nacida de la pura desesperación. La puerta golpea con fuerza el interior de la cabina, y Tom pasa.

El Rex levanta la cabeza hacia Tom. Por supuesto que ha visto a Annie y a J. Walter, a Alder junto a la palanca, y a Donald meterse en el autocar a toda prisa, pero es Tom quien lleva un rifle. Atropelladamente, gira y ruge en la breve carrera que le separa del guarda, dispuesto a matarlo, tan o más furioso que cuando rugió al tirar Max la bengala.

La fiera pasa muy cerca de Annie y Walter. No es su intención pisarles, pero desde luego tampoco procura evitar embestirles o pisarles. Un rex corriendo hacia tí no es algo que puedas ver y mantener la mente fría. Aún con el terror recorriendo sus cuerpos, Annie y Walter consiguen tener la mente lo bastante fría como para saltar hacia el lado correcto. Milagrosamente, Walter,q ue es más bien lento, esquiva al Rex.
Annie es 'chutada' por el Rex involuntariamente, y cae unos metros más atrás en el fango, lo que amortigua la caída. Aún así, la chica no puede contener un grito de dolor. El rex la ha pateado con el empeine en el torso y la cara.

Tom escucha los pisotones y el rugido. Él mismo grita, y trata de saltar adentro a tiempo, pero el Rex le atrapa por el torso, cogiéndole desde atrás, desde las rodillas hasta el estómago

 ¡¡¡¡AYUDAAAAAAAAAAAA!!!! ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH!!!!
 

Tom es partido en dos. El Rex levanta la cabeza, para que Tom caiga a su boca, bien salpicada de sangre a estas alturas. El gorro de Tom cae al suelo, no muy lejos de su rifle.

Alder ha tenido al Rex a muy escasos metros, y ha oído como crujían los huesos de Tom, pero por suerte el Rex no le ha visto hasta que tenía prácticamente a Tom entre los colmillos. Para cuando va hacia el Autocar, la puerta delantera está por un poco fuera de su alcance, y no ha podido llegar a la trasera.

Dentro del autocar, Dave grita histérico. Durante la cháchara de Kenneth, el Rex salió corriendo golpeándola, pero aún puede ayudarla. Él es el único rifle del grupo ahora mismo, pero aún así corre hacia la chica y la levanta del suelo, empapada, embarrada y con sangre en la nariz y la frente.

El Jeep de VIPs se mueve rápidamente y abre paso al autocar diligentemente.

Esquema de la situación

Vandar, ya tienes el control de J. White ;)

- ¡Pero me cago en la puta! ¡quereis ir todos a los jodidos asientos! ¡Coño!

Con la frustración de un funcionario mal pagado pisoteó con mala aptitud el embrague mientras su diestra rápida y firme se coloca sobre la caja de cambios empujandola por los surcos dispuesto a salir de allí lo más rapido posible. Contaba con el suelo embarrado pero también con la presencia inminente del depredador. Vamos...vamos...¡apartate gilipollas!

 El jeep retrocedía, y aquello se le estaba haciendo demasiado largo. Oía las voces a su alrededor, los rugidos, los gritos, pero no escuchaba, estaba tan concentrado en la conducción de aquella lata de conservas que le daba igual todo. Que se pudran. Pienso mirando por el retrovisor empapado por gotas de lluvia observando a la bestia.

 Aprieto los parpados un par de veces, entre la conmoción y la incredulidad, estoy sudando como un jodido cerdo y esta puta isla apesta.

 - ¡Vamos! ¡Joder!

Le hago señales con las largas al grandisimo hijo de perra que nos ha bloqueado el paso, el autobus ya está con el motor bien arrancado, las llaves cuelgan tintineantes en el arranque y mis abultadas y pequeñas manos se concentran ya en el volante. Dejaría a cualquiera de los presentes atrás si así me salvase yo mismo. Un jeep puede ser una buena forma de llegar al barco...

 John ya no era consciente del tiempo que había pasado...¿Quién lo era?

Lo dejo en tus manos ;)

Solo que sea coherente con lo que ha ido haciendo y diciendo el personaje :D

Retrocedo hacia atrás, conmocionado. El Tiranosaurio ha pasado justo al lado nuestra, así que, como puedo, me froto los ojos con una mano mientras aparto al hombre que se encuentra enfrente mía, y me siento temblando. El autocar parece que empieza a arrancar, aunque hay gente fuera. Sin embargo, hay tiempo para que podamos huir, sobretodo si conseguimos que esas malditas puertas se cierren. Temblando, cojo el Walkman y lo miro, intentando pensar en otra cosa, que no sea lo que tenemos a escasos metros de nosotros...

No hay ninguna jodida duda. El rex está allí, y parece que se está comiendo a la gente con alegría y desenfado. Se hubiera santiguado si fuera cristiano ferviente, pero no lo era. El tio del autocar no hacía nada más que echarle las largas, y eso le mosqueó un poco.

-Ya va.

Él no había reparado en el detalle de la puerta. Tan solo se había acojonado un poco (bastante), así que se limitó a girar el volante para encarar la carretera en el mismo sentido por el que quería escapar el autocar, y pisar el acelerador progresivamente y con cuidado de que las ruedas no patinaran en el fango.

-¡Dios Santo...!- exclama ahogadamente Michelle a pesar de no considerarse creyente, observando con ojos desorbitados como el rex da cuenta de otro de los supuestos guardianes del convoy, dejando claro la inutilidad de las armas y la munición para bestias de ese calibre (aunque con los pequeños quizá si servirían).
Retrocede instintivamente hasta toparse con el asiento del propio conductor, dando un pequeño traspiés y reaccionando entonces.

-¿¡Qué haces!? Tienes que darles algo más de tiempo, ya están casi en el autobús...- comenta alarmada a White al comprobar como pisa más el acelerador sin intención de dejar que los que se encuentran en el exterior tengan tiempo de alcanzarles.

Finalmente chasquea la lengua con fastidio y frustración.
-Malditos histéricos...- comenta por lo bajo empezando a andar con decisión por el pasillo, apartando o esquivando a los demás hasta llegar a las puertas traseras abiertas, dispuesta a tender la mano y ayudar a subir a los rezagados. Poco más puede hacer por ellos y de momento el dinosaurio está algo entretenido y saciado.

Alder vio aterrado como su compatriota era devorado por uno de los peores monstruos del parque... Debi haberme quedado en Africa piensa.

Como alma que lleva al diablo corre hacia el autobus tratando de alcanzar las puertas hacia la supervivencia... pues aun tardaria el dinosaurio en romperlas si queria comerse a todos... era ... su unica esperanza.

 Lcrecia al límite del pánico acudehacia la puerta para intentar dar la mano a los valientes que salieron, tanto para abrir la puerta como para auxiliar a la joven.

 - Subid, subid... rápido!

Me mantengo cerca de la puerta, pues mi fortaleza puede ser determinante si hay que agarrar a alguien para subirlo al autobus sin miramientos.

- Nos vamos de aquí.

  Dije de forma determinante, con una seguridad en mi mismo propia de una situación en la que me encontrase totalmente seguro, aunque no lo estaba y por ello se transformó en un susurro destinado sólo a darme ánimos para continuar. El autocar avanzaría muy despacio, no era un hombre tan sumamente frio como para despreocuparse por sus compañeros, es más, ahora mismo me sentía ligeramente arrepentido por mi reacción hace unos segundos, aquellos minutos de tensión estaban acabando con mi persona, descuartizandola y haciendo añicos mi personalidad, trabajada durante años para resultar lo más atrayente y segura posible. Me he convertido en mi padre...joder.

  Era demasiado pronto para pedir disculpas, o quizás demasiado tarde, sólo podía avanzar lo más lento posible para darles una oportunidad de que nos alcanzaran, y, porqué no, para no embarrar las ruedas y quedarnos tirados. Froto mis ojos con la diestra mientras los parabrisas comienzas con su vaivén a la máxima potencia, el cristal se empaña y sólo las luces del jeep me hacen de guía. Hubiese sonreído ante la maniobra del conductor del otro vehículo, pero mis músculos no respondían, recorridos por gotas de sudos frio tal como mi cuerpo con ligeros escalofrios. Mis ojos, algo saltones iban cada poco al retrovisor derecho, no era propio de mi preocuparme demasiado por los demás pero...Si no espero van a lincharme.

 Me froto la mejilla casi reflejando dolor, como si sintiese un puñetazo.

Hacía un breve instante me encontraba corriendo, viendo mi vía de escape delante mío, Venga... Corre, casi estás... Me iba dándo ánimos a mi misma. Cuando soy golpeada violentamente por el tiranosaurius al pasar por mi lado. Por el rabillo del ojo lo veo demasiado tarde... Aterrizo en el barro y siento un latigazo de dolor que me recorre todo el cuerpo. Alzo la cabeza sintiendo el gusto a óxido de la sangre... Dios mío... Me llevo la mano a la cara y la aparto, como ya me temía puedo observar que se encuentra manchada. Lágrimas saladas empiezan a correrme por mi rostro sintiéndo como las heridas me escuecen. Me levanto torpemente, me siento bastante aturdida. Voy a morir... Estas palabras se clavan como puñales en mi conciencia. Empiezo a caminar nuevamente hacia el autocar, intento darme prisa, aunque se que es inútil...

Freno. Mis allstar chocan contra el embrague y el freno, no voy lo suficientemente rápido como para que las ruedas se hundan tan facilmente, el barro es abundante pero la calzada tiene la suficiente cantidad de piedra como para confiarse un poco. Jamás me perdonaré esto.

 John negaba para si mismo, y mientras la conciencia hacía que se sintiese poco más que un monstruo, despertó de la ensoñación observando monstruos de verdad, la puerta impedía que lo viese con claridad pero Tom había pasado a mejor vida, eso era seguro. Mis labios se retorcieron y quedé horrorizado, me aparté el sudor con el antebrazo, manga corta, que recogió aquellas preciadas gotas de concentración. No sólo eso, el rex golpeaba a aquella chica. Ella nos ha metido en esta trampa. No lo merece Johnnn, no lo mereeece. Dijo casi canturreando, por temor, recurriendo a la comedia para tranquilizarse. Luego observó a Alder y a Donald. Joder...joder...¡joder! ¡Dije que se sentasen en los asientos, que hace media tripulación fuera!

 White no era consciente de muchas cosas, estaba tan sumamente bloqueado y concentrado en hacer funcionar aquella lata que había expulsado su lado humano de todo esto. Su vida corría peligro, demasiado.

 Dios...dios...dios...si estás ahí, fulmina a la T-rex con un único y sano rayo. Dios, dios, dios...

La caja de cambios cruje, la marcha atrás suele ser dificil de meter, pero como con las mujeres, hay que ir poco a poco, vamos bonita, te gusta lo que te hace papito White, ¿verdad?

 Muy lentamente y tras apagar por completo todas las luces e incluso los parabrisas, comienzo a retroceder con cuidado de no alertar a la "preciosa dinosauria" Esto es lo máximo que puedo hacer...después si nos comen a todos que no me vengan llorando.

Adopté una pose de enfado propia de un niño pequeño.

 Viendo a la joven caer tras el impacto del dinosaurio Lucrecia suelta un hay apagado, atragatado.

 - Levanta, levanta, levanta niña....- Susurra angustiada.

 Al final la joven se levanta de nuevo. Pero está aturdida por el golpe. Sin ser realmente consciente de sus actos la latina mujer salta del bus, para ir a socorrer a la mujer para ayudarla a llegar al bus...

Intento desde mi posición evitar que Lucrecia salga del autobus.

¿DÓNDE VAS IR TU?... NO VER QUE ELLA PERDIDA Y SI BAJAR TU TAMBIEN...