Partida Rol por web

El guarda se alarma al ver a Alder tan tenso

Eh, eh, aquí el responsable soy yo, y aquí nadie se baja. Solo habrá sido un corte, ¿No pensarás ir andando? anda Alder, siéntate y relájate, ya llegaremos. Total, no etsamos lejos, no, Dave?

 Pues si te digo la verdad, con tanta agua y yendo tan despacio, ni lo sé, pero juraría que todavía no hemos llegado al aviario del pteranodon.

Michelle Hudson

Tres meses llevas en la dichosa isla. Tu trabajo es lo que tiene, tres meses en la isla, y una semana de descanso en tierra firme, donde puedes gastarte tu bien merecido dinero. La jungla es molesta: bichos, humedad, más bichos, y poco entretenimiento en el tiempo que estás trabajando, pero mientras se cobre bien...

Tu trabajo consiste en proteger las zonas urbanizadas de la isla, las plantas de energía, el hotel, el aeródromo, y todo lo demás. Comocer los caminos y carreteras es esencial en tu trabajo, ya que a menudo acompañas a gente en jeep (de gasolina) aquí y allá. Normalmente solo tienes que abatir algún jaguar o caimán de tarde en tarde. Los dinosaurios apenas los ves, solo si vas de pasada, como esta noche, si fuera más apacible.
En tu mismo autocar hay otros cuantos trabajadores, a dos de ellos les conoces, uno es el anciano Victor Voronov y Alder, otros guardas, y Donald, encargado de la central geotérmica. Los demás no te suenan mucho, uno crees que es mecánico, que va escuchando unos walkman, y al lado del conductor va un guarda de la isla, con el rifle preparado y fumando un pitillo tranquilamente. Los guardas de la isla tienen la obligación de acompañar a cualquiera que se mueva por zonas que no sean exclusivamente del parque, como el Hotel y el puerto, aunque en este caso, paséis por el parque.

Al terminar tu turno, la 'caravana de fin de semana' (un pequeño autocar de 16 plazas) te pasó a recoger a tu puesto de trabajo, se reunió con otros dos autocares en el hotel, donde por ahora vivís los empleados, y, cuando recogiste tus cosas, de nuevo a los autocares, y camino al puerto.

Conforme salías del hotel empezó a llover como llueve en Isla Nublar: De repente, sin avisar, y a lo bestia. Los autocares toman la ruta más corta, pasando por un camino solo para empleados que cruza el parque, entre dos alambradas. Normalmente podrías ver algunos herbívoros a un lado y a otro, pero con la torrencial lluvia que está cayendo, el viaje se está haciendo realmente pesado: los autocares van despacio a causa de la lluvia, y no se puede ver nada.
La radio del autocar se ha apagado al poco de salir del Hotel. Eso es más o menos normal cuando llueve, pero también se han apagado las luces que bordean el camino, y los autocares han de reducir aún más la marcha... además de la poca gracia que hace estar rodeado de una oscura lluvia. El viaje empieza a ser agobiante.
Para colmo, el carguero no suele esperar mucho, así que a menos que haya mala mar, es posible que se marche sin vosotros.

No, por supuesto que no voy a bajarme. Pero no sabemos si los monstruos estos se daran cuenta de que ya no estan encerrados... si vamos bien en la ruta solo pasamos por la Cerca del Segisaurus... lo demas son Herbivoros aunque un ataque del Triceratops seria fatal... espero que no lo hagan, ¡no señor! piensa diciendoselo a si mismo Alder preocupado.

Intentemos no hacer mucho ruido y que no seamos visibles. De momento estamos seguros aqui dentro.

Bueno, eso de no ser visibles... las luces no puedo apagarlas, compañero. Si me salgo de la carretera, embarraremos.

 La joven Lucrecia va mirando alternativamente a los inerlocutores, asustándose por momentos, ante las noticias. Sintiendo un escalofrío se abrocha la cazadora, se acerca su equipaje de mano al curpo,  a modo de almohada.

 Al fianl el chef italiano Bonatolli le pregunta. Para ayudarla a distraerse un poco de la alarma.

 - He, perdone sr. Bonatolli, no atendía, que me pregunto.- Nunca se habituó al rápido hablar del italiano, y en este caso menos. Al final comprende que el preguntó que que haría al regresar al continente.- Ha, cuando lleguemos a tierra, pues ante todo tomar un baño caliente, es la mejor forma par adeconectar.- Sonríe un poco nerviosa ante la situación actual.

Rio con ganas ante el comentario de Lucrecia. Siempre había tenido lo que se denomina "risa fácil". La cosa no estaba para tirar cohetes, pero el autocar seguía su paso, lento, pero constante. Otra buena señal. Miro de nuevo hacia delante, donde el guarda y el conductor parecen estar dialogando entre ellos y algunos pasajeros más. Conozco a casi todos, aunque solo de vista, o de verles sobretodo por el Comedor...

Exacto, usted si que tiene razone, un baño caliento, agua de santo...Yo lo primero, será ire a visitare a mi familia, cerca de un año sin verlos, demasiadas fiestas...es lo que tiene la vida di soltero...guiño un ojo con picardía, y rio abiertamente de nuevo...

 El rostro d eLurecia se ilumina al oir la palabra familia.

 - En verdad los estraño mucho, a mis bebes, cada vez que les veo parecen casi unos desconocidos, y eso me destroza...- De golpe el rostro se ensombrece casi con la misma velocidad con la que se ha iluminado.- Usted tiene hijos?

Lo entiendo, pero apaguemos las luces interiores... ¡señores! dice al chofer. Luego se gira y alzando la voz para que todos le oigan les dice a los demas pasajeros  No sabemos que ocurre en la Isla para que se haya ido toda la luz de la Isla... no sabemos si ha sido un accidente o algo premeditado asi que les ruego se tranquilicen. Pase lo que pase no se muevan de sus asientos... ni enciendan luces aqui dentro... tenemos que pasar desapercibidos en la medida de lo posible

No debe usted preocuparse, los herbivoros, como bien indica su nombre comen hierba y algunos hojas de los arboles, no suelen atacar a nada, ni tan siquiera los ratones silvestres, los carnivoros si atacan, pero, supongo que esto ya lo sabran, los animales solo atacan lo que se pueden comer y un autobus no forma parte de su dieta habitual, eso si, los herbivoros estan en relativo peligro. Pero, de momento no creo que los animales hayan detectado la insuficiencia electrica, tengan en cuenta que ellos solo pueden hacerlo al chocar contra las verjas, ahora bien, en cuanto se pudiera habria que contactar con la central para ver cual es el problema del flujo electrico.

El espigado pelirrojo hablaba desde su asiento en el autocar con un cierto tono de tranquilidad en la voz. Parecia poco ansioso por la situacion que estaban viviendo. Maldita lluvia...

¡Ah! Usted es uno de los Paleontologos ¿no? Bueno... espero que tenga razon... ¡y que vuelva pronto la luz!

Las Radios no funcionan, nos ha dicho el Choffer... ¿y ninguno tiene un telefono por Satelite verdad? dice con tono de sorna.

Espero que no tenga que usarte... piensa mientras acaricia la funda de su Machete.

Antoine leía un libro tranquilamente cuando se fué la luz.Al contrario de la mayoría de la gente, no se alarmó. No dejó de leer la novela ni un instante, pero parecía estar al corriente de todo lo ocurrido. De vez en cuando miraba por la ventana y hacía el interior del autobus y finalmente volvía con su lectura.

Cuando hubo finalizado lo que parecía un capitulo o una parte del libro que era muy emocionante, cerró el libro y miró a los demás.

-Trganquilisensé damas y caballegós, no creo que ocuga nada malò mientrags pegmanescamos dentrgo del autocag. Como ha dicho el segnog Simons lo animales no conocen el funcionamiento de la vegjas y están acostumbgados no cusaglas. Pogonto llegagemos a nuestgas casas.

Max llevaba un libro que ha tenido que dejar de leer para prestar atención. Se queda escuchando la escena sin decir nada, tal y como acostumbra a hacer hasta que no es necesario. Al final se ha hecho lo que el creía mejor, es decir: nada y continuar.

Lo más parecido a un teléfono que lleva encima es un mero "busca" que emite un pitido si le llama el cuidador de la jaula de velocirraptores (donde él es el veterinario) o Hammond para lo que sea, y que no hace nada más. Lo enciende instintivamente pero ni se molesta en decirlo.

Como va sentado delante de todo, cerca del guarda, aprovecha para comentarle algo a Alder a quien le ha notado el acento.

-Veo que tu también eres alemán... esta isla está llena. sonrío

Rio de nuevo, merced a la pregunta de Lucrecia...Para nada, mi querida Lucrecia. Yo estoy totti solo, molto solo. Pero es para ver a mi madre, ya sabes como son las madres, sobretodo las italianas, si signore. E questa vida nada como una madre, seguro que sus hijos me comprende...

Carraspeo un momento, y miro hacia atrás. Todo parece ir igual...

Nunca se me ocurrio preguntarle si anda usted casada, Lucrecia....supongo que si ¿no?

Me alegro de que seamos muchos en un lugar que no sea nuestra Alemania y no seamos turistas, ja ja ja.

Espero que vuelva pronto la Luz... ¡maldita sea! piensa mientras se sienta cerca del guarda y el chofer, atento a las ventanas frontales... Escuche, le susurro a Max no creo que las criaturas entiendan que ya no estan encerrados del todo, ¿pero usted que cree? Si no recuerdo mal usted es Veterinario, ¿no? ¿cree usted que notaran la falta de tension electrica? ¿o se fijaran en las luces apagadas?

Ya te he modificado el post de entrada :)

Hablo a Alder en voz baja, debido a que sí, es posible que tiren la valla y no quiero causar alarma -Sí que se fijarán en las luces apagadas, incluso es posible que noten la ausencia del zumbido característico de la electricidad circulando por la alambrada. A decir verdad no se hasta que punto puede eso despertarles la curiosidad por empujar la valla... me imagino que dependerá de cada individuo. En cualquier caso lo más posible es que antes de que cualquiera se de cuenta el problema esté arreglado y nosotros embarcando.

Claro que al no haber luces y al relacionar estas con la valla, cabe la posibilidad de que uno de ellos avance sin ver la alambrada a causa de la falta de luces, la maleza y su miopía, y se la lleve por delante felizmente. En cualquier caso sólo podemos continuar nuestro camino y confiar que resuelvan el problema en un par de minutos.

Lo que me temia... al fin y al cabo eran animales... y propensos a la curiosidad.

Gracias por la informacion camarada... sino le importa, ¿podria vigilar la parte de atras del vehiculo? Yo observo la delantera, si veo algo le aviso... aunque, espero no ver nada mas que el carguero.

-Claro, ningún problema, si necesitas cualquier cosa llámame.

Coge su bolsa de equipaje y se sienta detrás de todo, mirando todo lo que la lluvia y las luces de posición del autocar permiten ver.