Partida Rol por web

Han pasado varios días desde vuestra visita a la Estación Kappa de Ratm, desde el encuentro con El Sacerdote y del robo de las dos cajas repletas de lumins. En estos días habéis buscado desesperadamente un comprador para este peculiar tesoro, pero no está resultando nada fácil. ¿Cómo deshacerse de una mercancía robada tan llamativa, que a su vez era el pago a un pirata por un trabajo seguramente muy turbio, siendo tanto fugitivos de la justicia como blanco de bandidos, y yendo a bordo de una nave pirateada pirata que muestra códigos inciertos a cualquier radas que la analiza?

Habéis saltado dos sistemas desde Lalande, visitado algunos planetas y colonias, os habéis encontrado con antiguos amigos y no tan amigos, y en ningún lugar nadie se atreve a pagaros por ese cargamento. Esas piedras preciosas empiezan a convertirse en un tesoro maldito, y mientras las llevéis encima no podréis escapar del delito que habéis cometido (¿o no es tanto un delito robar a un ladrón?). ¿Qué se os ocurre hacer entonces? Su valor es demasiado alto como para deshaceros de ellas. No ayuda que habéis empezado a ver, colgados en las holo-pantallas de las tabernas más turbias de las colonias más cercanas a Lalande, anuncios ofreciendo una cuantiosa suma por vuestras cabezas.

Epsilon Eridani

En este sistema hay dos planetas colonizados: Zirin y Gomovat. El primero tiene casi la totalidad de su superficie cultivada de cereal, y sus asentamientos son básicamente colonias de granjeros; mientras que el segundo es un bioma de setas gigantes y gases letales de donde se extraen fármacos y sustancias prohibidas, habitado por necios y droides.

Gomovat puede ser un lugar menos obvio para ser encontrados, y ofrece numerosos lugares en los que esconder un tesoro si no conseguís venderlo a alguno de sus locos y extravagantes colonos. En este planeta deberéis moveros con los trajes, ya que si respiráis su atmósfera moriréis a los pocos segundos. No obstante las colonias y edificios cuentan con atmósferas respirables controladas. Cuentan que los que habitan este planeta son gentes desequilibradas y excéntricas debido a la ingesta sin límites de un tipo de hongo muy singular que crece en su corteza.

uno de los asentamientos de Gomovat

No está resultando nada fácil obtener beneficios de estas piedras tan llamativas. Y tras cada intento fallido yo, únicamente, me dedico a revisar una y otra vez mi cuaderno y mis anotaciones en las que poder encontrar el siguiente posible comprador.

Acabamos de llegar a Gomovat y me reúno con mis compañeros para contarles y decidir entre todos cómo actuar - A ver, aquí corremos menos peligro en ser descubiertos porque casi todo el tiempo debemos ir con los trajes, eso es una ventaja por lo que podemos tener un margen de actuación- y les muestro un boceto de una parte del planeta - Aquí están un par de empresas farmacéuticas, en una de ellas hay un tipo, Nolan,  una especie de mano derecha del jefe, con una reputación un poco turbia, quisiera intentar hablar con él, deberíamos trazar una estrategia ¿qué pensáis?-

Cuando llegamos a Epsilon Eridani yodavía estoy maravillada con el movimiento de Gustav. Le estábamos dando a Hover un cachetazo en toda su cara. Seguramente la cosa más atrevida que le han hecho en toda su carrera de pirata. Es el motor de supervivencia acritado a pleno, el peligro es palpable. Necesitamos un plan y lo expreso directamente. -Necesitamos un plan. He vivido la mitad de mi vida entre piratas. En estos casos se encuentra una isla, se entierra el tesoro y se saca lo suficiente para vivir un tiempo. En este caso tendría que ser muy alejado. - Flotar invisibles hasta que se enfríe este asunto.

-Bah, Bah, Bah, os lo he dicho varias veces, pero parece que no lo digo claro, o quizás no se me escucha a través de la barba, o puede que no haya hablado y solo lo pensara, pero vamos, no, no estoy tan loco, más os vale que no penséis en eso... Ehhh a ver, ¿Y si en vez de venderlo todo junto, que haría que nos pudieran rastrear o incluso no comprar por ser mucha cantidad, guardamos parte y vendemos, por ejemplo, un octavo? No se, ganamos menos de cada vez, pero a lo mejor más a largo plazo. 

Yo estaba bastante descontento con haber aterrizado en ese planeta, y quería irme cuanto antes. Claro está, que la barba me molesta cuando me ponía un traje de aquellos, que además me recordaba mi pasado de Nave-Colonia en Ross, con trajes a veces y demás. Buf. Que aburrido, aire enlatado... -Aire enlatado... ¿Como me habéis convencido?  - murmuraban entre dientes- mientras Gustav hablaba del siguiente contacto. Seguro que no serviría, otra vez... ¿O esta vez si? Bah, Gustav sabría. El buen Gustav

Aquel planeta era un poco feo, a decir verdad. Pero... la droga era el futuro para nuestro negocio, y allí se vendía de muy buena calidad.

—A mí se me ocurre una cosa... ¿y si lo usamos como objeto de trueque? —les dije—. Quizás no quieran comprarlo todo de golpe, pero poco a poco y como objeto de trueque... Ya sabéis, algo de esto por algo de aquello y negocio cerrado. Puede que de esa forma parezca menos apabullante...

Era una buena forma de deshacerse de aquellos preciosos pedruscos. Además, no ganaríamos Drakmas, pero sí algo que con toda probabilidad sería más fácil de vender, ¿verdad? En cuanto a lo que decía Gustav...

—¿Crees que a ese tal Nolan le podría interesar algunos de los pedruscos por sus... «fármacos»?

Me quedo pensativo ordenando todo lo que me dicen, me paso mi mano derecha por la parte más baja de mi cabeza, intentando peinar el pelo que aún se resiste a caer mientras doy pasos alrededor de ellos. 

- Todas las ideas me gustan, y ¿si las unimos?- y me detengo ante ellos - Podemos dividir el botín, esconder dos partes, en diferentes sitios, aquí puede ser un buen lugar y con los otros dos tercios, uno lo cambiamos por droga y el otro por algo que necesitemos, algo para la nave... Knox tu sabes de ambas cosas, serás pieza clave- y justo cuando lo acababa de decir me arrepentí, demasiada responsabilidad, bueno, lo mejor que nos podía pasar era que se cogiese un buen morao y así no daría problemas mientras hablase yo

En cuanto lo dijo, sonreí orgullosa de mí misma. Saber de drogas no sabía si era bueno o no, bueno... sí lo sabía, pero aún me sentía importante. Mis compañeros confiaban en mí, y hacían bien en confiar en la mejor.

—¡Déjamelo a mí, Gustav! —dije, guiñándole un ojo.

Nos haríamos ricos, y yo podría jactarme de haber sido la propicie de nuestro nuevo renacer, juju.

—¡Vamos entonces!

- Bien, bien, me gusta combinar planes... pero no os dais cuenta, en mi época, y al que haga bromas con cual era mi época, hmmm, le doy con la palanca de hipersalto, porras, hmmm decía, ehhh, que con un cubo de esos podías darte una semana de vacaciones. - Comencé a hacer esfuerzos por pensar el valor, pero la cabeza me rechinaba. Era un verdadero dolor de cabeza tener tanto dinero y valor pero no poder movilizarlo, así que continué mi reflexión. -Ahí quizás, ehmmm, Gustav, pfff, has errado. Sólo podemos llevar 5 contenedores, asco puaj, de nave enana, y podríamos tener muy pocos fármacos aquí, y juraría, que gastando muy poco de ese tesoro. 

- De pronto, me envalentoné. O quizás fui algo inconsciente. Podría ser, o no, meh, pero sería interesante. 

- A ver qué os parece: Montemos nuestro propio chiringuito. Seamos jefes a gran escala. El de qué os lo dejo a vosotros: Un emporio comercial, un clan pirata, un pequeño ejército privado... pero para que no se nos pueda rastrear´como líderes, pffff, que seguro que lo hacen, con nuestra suerte, aghhh... es que podríamos actuar cómo simples empleados, y manejar nuestros tejemanejes desde la sombra...

Las palabras del viejo me dieron qué pensar - Mmm interesante Hub, me gusta lo de que podríamos montar un pequeño ejército o tal vez... un taller- y miro a Dallas a y a Nox - montar un negocio legal para que se oculte la "parte oscura"- 

—¡Chicos, chicos, chicos! ¡Silencio! ¡Parad! —dije, de repente—. ¿Os estáis dando cuenta? Por una vez en nuestras jodidas vidas estamos... ¡pensando en grande!

Sonreí y abracé a todos... o al menos, a cuantos pudiera con mis brazos. Estábamos más unidos que nunca.

—¡Somos los mejores!

Todas las ideas que proponéis están muy bien, sí, pero necesitan tiempo para ser estudiadas y planeadas correctamente (y conociéndoos muuuuucho tiempo para que salgan bien). Un pirata muy temido os busca (vuestro amigo Hover), al igual que ciertas autoridades, ejem... Ahora mismo lo que más nos urge es encontrar un lugar en el que poder descansar y planear todas estas cosas (y donde no nos maten). Por eso hemos venido a Gomovat, un planeta aislado y poco poblado, suficientemente complejo como para esconder un botín, una nave y hasta a cuatro viajeros. Un planeta donde pocas personas controlan todo, y donde se tratan negocios turbios todos los días.

Gustav ha propuesto un contacto, un tal Nolan (parece tener un pasado turbio este Gustav...), con algo de poder en una de las farmacéuticas que operan aquí. Quizá sea interesante ir a buscarle y convencerle, o "convencerle", para que nos de cobijo mientras planeamos nuestro flamante futuro dorado.

Así que vamos allá. Ya estamos en órbita, y nos aproximamos a la estación espacial del planeta. No es nada bulliciosa, verdaderamente no es nada... nada. Es un cuchitril, más bien una aldea que sirve como puerto de mercancías entrantes y salientes, en las que la mayoría de tareas las ejecutan droides (los gomovatianos son unos vagos de cuidado). Aterrizamos en un hangar que se cierra herméticamente tras la entrada de la nave, para proporcionar atmósfera respirable. Los nuevos 'códigos fake' de la nave han colado ¡hurra! Ahora creen que somos simples hombres de negocios, interesados en los "bienes" que produce esta buena tierra fúngica. No hace falta que nos hagamos pasar por magnates de 'Watt Streel', con un 'Monalo el Vocero' bastará.

El lugar parece algo dejado... sabemos que no está abandonado porque los droides se mueven de aquí para allá, cargando naves (y alguno haciendo como que trabaja también...) pero no vemos personas así a simple vista. Es fácil orientarse aquí, es un lugar pequeño. Hay un "hotel con encanto", una cafetería, varias oficinas de empresas y aduanas (todas parecen cerradas aunque se puede ver luz en alguna), y el SNM o Sindicato de Navíos Mercantes (el nombre suena exageradamente bien, pero es una sala cochambrosa donde los hastiados pilotos descansan entre un encargo y otro). Y afuera de la estación ya es todo campo, de setas gigantes y gases muy venenosos, pero campo de todas formas. Los lugareños son algo ariscos y cerrados, eso se ve fácilmente, así que las caras nuevas no levantan mucha expectación, sino más bien todo lo contrario: indiferencia (y en el fondo de sus corazones esperan que nos larguemos pronto y no les jodamos sus días de desidia y languidez). Nadie sale a nuestro encuentro; alguno nos mira de lejos... pero poco más.

Suponemos que nuestro primer objetivo es contactar con el tal Nolan. Para ello debemos averiguar dónde está, dónde vive o dónde trabaja. Aunque tenemos tooooodo un planeta ante nosotros, la población total humana puede equivaler a la de cualquier pequeña ciudad de las planicies de Terual, así que no será muy complicado sacarle la información a algún paisano.

Bueno, no está mal, parece un lugar tranquilo. La sensación de que cada quién va a lo suyo me gusta, además el hecho de ir siempre con trajes nos va a dar ventaja. Ahora la prioridad es salir y encontrar a Nolan antes de que anochezca porque en el hotel no podemos alojarnos, a menos que regresemos a la nave...

Entro en el camarote donde tenemos escondidas las armas y rebusco -Vaya, ¿no tenemos un arma más pequeña? voy a ir muy incómodo con semejantes fusiles metidos en mi traje- y levanto la cabeza e intento agudizar el oído por si alguien me contestara...aunque sé de sobra que cuando me pongo "exquisito" como ellos me dicen, pasan de mí, no es la primera vez...

Parada frente a los lumins, hablando con mis compañeros de nuevos planes, por un momento siento la plenitud de que todo es posible. Dura un instante, siento un vacío, no puedo imaginar qué quiero hacer con todo eso. - Buscamos. Qué buscamos. - Las palabras de aquella mujer resuenan en mi cabeza. Me agobia un poco la sensación.

Reviso los protocolos de este planeta y tomo las armas más grandes que la ley me permita llevar encima. Prefiero la espada sierra, cuando ven cómo cortas al primero los demás se lo piensan. Me pongo el traje completo con máscara y estoy lista para hacer mi trabajo. Todo lo hago sin decir una palabra.

Íbamos a salir fuera, así que cogí mi traje, luego la ametralladora, y más que lista que estaba para extorsionar a quien hiciera falta. Confiaba en el criterio de Gustav, y si decía que ese tal Nolan podía sernos de utilidad, yo no iba a ser quien se quejara.

—¿Sabéis? Creo que podríamos comprar algunas piezas para mejorar el escudo de plasma de la nave —dije, mientras esperaba al resto—. Y también deberíamos montar un nuevo cañón láser, ¿no? Ahora mismo la nave sólo tiene un arma...

La nave no estaba pensada para combatir contra otras, eso estaba claro. Más bien para ser muy maniobrable y rápida para un abordaje... En nuestro caso, nos convenía hacerla más resistente contra ataques de piratas.

—¿Qué opináis? ¿Venderán por aquí algo de eso también?

-¿De verdad tengo que ir armado? EL roce del arma me molesta. Hmfff. No, no me apetece llevar. Y si eso, la pistola, y bueno, no se si alguien la ha cogido antes. - Estaba dando vueltas por toda la nave, nervioso, inquieto. No me gustaba nada la sensación de tener que llevar traje, aunque fuera por seguridad ya que aquel lugar estaba presurizado, (pero a ver si me podía fiar de aquellos que les gustan tanto las setas que "curan" cosas...). 

Sabía que parte del plan era conseguir hablar con aquel tipo, Nolan, pero... - ¿Qué puede hacer él por nosotros, eh? Yo prefería buscar a Jasein. ¿No os he hablado de él? A lo mejor ha muerto, o me he olvidado de decíroslo. Él conocía a pilotos, algunos, para hacer encargos. Si. ¿Y Nolan puede darnos naves? ¿O tiene contactos para empezar a librarnos de toda la persecución? - Terminé de ponerme el traje, y me dispuse a salir, con el resto. Desde luego, iría a tomarme algo cuanto antes. Luego ya buscarían a Nolan... o ya les alcanzaría.

-Si si, Knox, compremos cosas para la nave. Que esta hay que cuidarla. Y quiero ver todo en su mejor estado. Ah, y pintura. Si si. Pintura. No grasa... hmmmm