Partida Rol por web

Biblioteca

El doctor Arslan se había citado con la capitana en un lugar discreto, a una hora intempestiva. Se había asegurado también de que no hubiera gente a su alrededor. Un par de discretas órdenes habían dejado la biblioteca despejada y vacía. Lo que tenía que decir solo sería para los oídos de la capitana.

Arslan observó los enormes servidores que albergaban el conocimiento acumulado de la Humanidad a lo largo de siglos de existencia. 2,5 zettabytes de capacidad de almacenamiento guardados en ordenadores cuánticos con núcleo de diamante. Con menos de una milésima de esa capacidad se podrían registrar cada una de las palabras pronunciadas por cada ser humano a lo largo de su existencia, desde el nacimiento del Homo Sapiens. Por supuesto, no había ese tipo de información allí. Simplemente todos los libros, todas las películas, todas las imágenes producidas por el arte y la ciencia humanas.

El profesor acarició la superficie de uno de los ordenadores. Todo el legado del ser humano se movía en una pequeña nave insignificante en comparación con la más pequeña de las miles de millones de estrellas de una galaxia. Y había más galaxias que humanos vivos en el Universo.

Arslan suspiró, apartó la mano de la superficie del ordenador y se giró.

Kladtomak estaba ya allí.

Apareció puntual a la cita como era habitual en ella, pero además tenía curiosidad por saber qué quería el Doctor Arslan.

Debe haber averiguado algo.

Las horas a las que la había citado y que fuera en la biblioteca ya le hacían sospechar que algo estaba pasando, pero cuando se la encontró vacía lo sintió con seguridad.

Tampoco es el lugar más concurrido de la nave, por desgracia.

Aunque a pesar de ello siempre solía haber alguien consultando, leyendo o visionando algo. Esta vez estaba completamente vacía, algo que apostaba había sido cosa de Arslan. El porqué, ahora lo averiguaría. Se acercó al lugar donde la estaba esperando y llamó su atención para que supiera que estaba allí pues el Doctor parecía concentrado mirando uno de los ordenadores.

-Buenas noches Doctor Arslan. ¿Va todo bien? -Sonrió algo cansada, pero con ganas de saber de qué iba todo aquello. Probablemente la sonrisa le duraría poco, aunque en el fondo deseaba que el Doctor trajera buenas noticias Kim se había acostumbrado a temerse lo peor.

El doctor sonrió ante la pregunta de la Capitana.

—No del todo —dijo. En realidad, las cosas no iban nada bien, pero mejor ir contándolo poco a poco.

Arslan se movió por la sala en la que se encontraban, planteándose cómo darle la noticia a Kladtomak. Al fin, simplemente se puso las manos a la espalda y comenzó a hablar, como si estuviera dando una clase magistral de nuevo en la universidad.

—Hemos finalizado el estudio de los planetas del sistema Orion Beta —comenzó diciendo—. Hemos concentrado nuestra búsqueda en las lunas de los gigantes gaseosos como planeamos, y lamento comunicarle que ninguno de ellos reúne las condiciones óptimas para la vida humana. Algunos son demasiado pequeños como para retener una atmósfera. Existen algunos más grandes, pero o bien son rocas estériles o, si poseen una atmósfera, ésta es corrosiva o demasiado tenue. 

Sus científicos tenían una cara sombría cuando le entregaron los informes. Algunos trataron de ser optimistas con respecto a las posibilidades de sobrevivir allí, pero fueron los menos.

—La realidad, Capitana Kladtomak, es que podríamos llegar a obtener recursos aquí. Podríamos poner los jardines hidropónicos a funcionar a pleno rendimiento y fabricar nutrientes a partir de los materiales de los gigantes gaseosos pero... 

—Una colonia humana no es viable a largo plazo en este sistema. Podemos ir despertando a la tripulación poco a poco, a medida que mejoremos el modo de crear alimento y energía, pero solo a medio plazo. Este sistema no es un lugar apropiado para la colonización. Es, como mucho, un lugar de paso.

Escuchó a Arslan sin interrumpir mientras iba analizando y sopesando las consecuencias de lo que le estaba diciendo e intentando mantener el mismo gesto con el que había comenzado, aunque era difícil porque las nuevas eran realmente malas.

-Gracias por el trabajo Doctor Arslan, por favor haga llegar mi agradecimiento a todo su equipo en mi nombre y en el del resto de la nave, todos sabemos el gran esfuerzo que han dedicado a esto. -Respondió de primeras. Quería ganar un poco de tiempo para pensar pero también era cierto que los científicos habían tenido que trabajar duramente y suponía que los resultados, como a ella, los habrían decepcionado.-  Supongo que no es la noticia que esperábamos, pero al menos ahora sabemos a lo que nos exponemos. Creo que la gente se mostraba favorable a intentarlo en este sistema, supongo que en cuanto se sepa esto las cosas cambiarán. -Seguiría existiendo el riesgo de que los que ya habían despertado no sobrevivieran a una segunda vez, pero ¿Quien iba a querer quedarse en un lugar sin futuro? Parecía que tocaba mirar hacia delante.- ¿Seguimos sin saber porqué la IA modificó el rumbo? Con los nuevos datos creo que debemos arriesgarnos a volver a nuestro destino inicial, pero me preocupa que vuelva a desviarnos. ¿Habría alguna razón para tomarnos un tiempo aquí? Ahora mismo no lo veo necesario si no podemos establecer una colonia. -Perderían tiempo y recursos seguramente y puede que la posibilidad de saltar al sistema original, aunque como había dicho el Doctor al menos los recursos podrían recuperarse por lo que había entendido.

—Así lo haré —respondió. Todo el equipo había trabajado duramente y lo seguiría haciendo. Todos sabían lo que estaba en juego. En cierto sentido, estaba en juego todo. 

Con respecto a lo que quería o no la gente, Arslan prefería no reflexionar demasiado sobre ello. Dejado a sus propios instintos, el doctor optaría por un modo de gobierno que se parecería en demasía al despotismo ilustrado: todo para el pueblo, pero sin el pueblo. Sabiendo lo que esto implica a largo plazo para una sociedad, Arslan procuraba mantener siempre una cierta distancia con la toma de decisiones. Mostrar las opciones y ofrecer datos para el análisis y la reflexión. Y presentarlos del modo más neutral y objetivo posible.

Pero la última pregunta de Kladtomak era muy difícil de contestar de un modo desapasionado.

—Capitana... he trabajado sin descanso para tratar de arrojar luz sobre ese misterio. A medida que he ido obteniendo datos cada vez más concretos, he ido investigando cada vez más en solitario. Al fin, no dispongo de una certeza absoluta, pero si de un convencimiento más que razonable. No cometeré la pedantería de ofrecer un porcentaje de exactitud pero creo tener la respuesta.

En realidad, estaba seguro a un 82% de lo que iba a decir, pero explicar cómo había llegado a esta cifra era un ejercicio futil.

—La IA no alteró el mundo adrede. Ni siquiera lo hizo obligada por los datos obtenidos. Fue hackeada. Recibió una señal procedente del espacio exterior que provocó que alterara el rumbo. Esa misma señal sobrecargó los sistemas y los bancos de memoria, ofuscando lo que había sucedido realmente. Es por eso por lo que inicialmente pensamos que la IA había llegado al límite de su capacidad de análisis.

Recordaba haber visto los primeros datos de aquellos años decisivos en los que se modificó el destino de la nave. Eran, aparentemente, datos inmensos e inconexos, como llenar de ceros y unos todo el disco duro de un antiguo ordenador.

—La señal que llevó a cabo este hackeo llegó desde Orión Alfa. Es decir, desde nuestro destino original.

La respuesta del Doctor la descolocó. Aquello si que era inesperado y además trastocaba todos los planes que puedieran tener. Hasta hacía un momento tenían dos esperanzas posibles y ahora se encontraban en dos callejones sin salida. Tardó unos segundos en responder.

-¿Está seguro de eso? -Preguntó con cierta molestia. Se quitó las gafas, suspiró exasperada y se frotó la sien.- Disculpe Doctor, lo siento. Estoy cansada y esto me ha pillado por sorpresa, por supuesto que está seguro, si no no hubiera preparado esta reunión. -Volvió a ponerse las gafas y pensó en lo que tenían entre las manos.- Gracias por su trabajo y también por la discreción, esto puede ser un gran mazazo para todos. Con el descubrimiento de que en este sistema no es factible montar una colonia estoy segura que muchos preferirían volver a saltar al punto original a pesar de los riesgos que supondría para los que estamos ya despiertos. Si ahora les decimos que alguien no nos quiere allí sería un duro golpe. No soy experta en relaciones interplanetarias pero lo que usted dice es toda una declaración de intenciones, en Orión Alfa no somos bienvenidos. Y supongo que algo así requiere un tipo de tecnología que nosotros no tenemos ¿Verdad Doctor? -No sabía mucho de aquellos temas técnicos.- Así que aunque pudiéramos burlar de alguna forma sus intentos para pararnos nos encontraríamos en un sistema hostil y enfrentándonos a una civilización tecnológicamente superior. -Se quedó callada pensando y tamborileando con sus dedos en la mesa de forma rítmica, Kim no se rendía fácilmente.- Supongo que no tenemos ninguna manera de intentar mandarles un mensaje y aunque la hubiera tampoco sabríamos si lo reciben o lo comprenden... Un mensaje de paz y buenas intenciones para que nos acojan como buenos vecinos.

Era un asunto muy complicado y la misión que habían iniciado con tantas esperanzas e ilusiones se estaba tornando cada vez más en una misión suicida.

No llegó a responder si estaba seguro o no; Kladtomak se ocupó de establecer con rapidez que simplemente estaba cansada. Arslan asintió, mientras bajaba por un instante la cabeza. Entendía el peso de la decisión que debía tomar. Y no lo envidiaba en absoluto.

—No sabemos exactamente cómo lo han hecho —admitió—. Enviaron una señal, eso es un hecho. Puede que con algún tipo de tecnología láser, para que fuera tan rápida como la luz y por tanto, más rápida que nuestra nave. Quizá primero nos estudiaron a través de la información que le dimos con nuestros sensores. Después, enviaron una señal más insidiosa que hizo algo en nuestra computadora...

Arslan se quedó callado, calibrando las consecuencias de sus afirmaciones. Era increíble que hubieran logrado acceder a su interfaz, que hubieran aprendido cómo utilizar los motores y que lo hubieran podido cambiar. 

—Poseen una tecnología superior a la nuestra. O un ingenio mayor. Sin embargo, hay diversas cuestiones que juegan a nuestro favor.

Tampoco pasaba nada por dar algo de esperanza a la Capitana.

—La primera es que habría sido mucho más sencillo destruirnos que hacer que el Arca modificase su rumbo. Una simple orden para sobrecargar los motores habría sido algo mucho más sencillo para ellos. Además, aunque este sistema no es el más adecuado para fundar una colonia, sería posible hacerlo. Simplemente, no sería una colonia que a largo plazo pudiera albergar a más de unos pocos millones de personas. Con suerte —Arslan abrió sus manos—. Por lo tanto, digamos que son reacios a dejarnos llegar a su sistema, pero también a destruirnos. Eso podría implicar una moralidad que les impide simplemente matarnos por tratar de sobrevivir.

—La segunda es que vamos a tardar miles de años en volver a estar al alcance de su tecnología, y podríamos estar más atentos esta vez. Despertar a un grupo reducido de personas tan pronto como se detectara la primera señal de interferencia y enfrentarnos a ella despiertos, no todos en criogenización. Además, cabe la posibilidad de que dentro de miles de años su civilización tecnológicamente superior haya sufrido algún tipo de colapso. Si la historia de la Tierra nos sirve como referencia, estos colapsos son, por desgracia, bastante frecuentes —Mayas, persas, chinos, romanos, soviéticos, estadounidenses... todos habían sido civilizaciones imperiales, pero aún las más grandes habían terminado hundiéndose miserablemente. Parecía una constante de la vida—. Quizá no sean capaces de repetir el truco una segunda vez. Podrían incluso haberse extinguido en una guerra nuclear o algo peor mientras aún hablamos.

Cuantas más explicaciones recibía del Doctor más se daba cuenta de lo que estaban viviendo, por supuesto había cierta emoción pero también otras muchas sensaciones mezcladas y la mayoría no eran buenas.

-¿Se da cuenta de lo que eso significa? Por primera vez en la historia de la humanidad hemos hecho contacto con otros seres inteligentes, no estamos solos en el universo.

Y eso implicaba muchas cosas, pero de momento tenía que centrarse en lo ocurrido y particularmente en lo que les habían hecho.

-Es un alivio que no manipularan los motores o no estaríamos teniendo esta conversación, eso evidencia que, al menos de momento son una raza que respeta de alguna forma la vida, concuerdo con usted. Pero no me atrevería a llevar esa afirmación mucho más lejos. ¿Qué pasaría si nos acercamos de nuevo? Quizás la siguiente vez no tengan tantas contemplaciones... -Se quedó pensando en qué habría pasado si desde la tierra hubieran identificado una nave con intenciones de ir a su planeta o sistema solar. Creía que se hubieran intentado comunicar con ellos por todos los medios, pero de primeras no los hubieran obligado a alejarse, eso le hacía preguntarse algo.- ¿Es posible que antes de mandar esa señal hubieran intentado comunicarse con nosotros? No habría nadie para responder, tan solo la IA, aunque supongo que de ser así lo habríamos sabido por ella ¿Verdad? -El Doctor planteaba muchas alternativas que les posibilitaran el llegar de nuevo a su destino, aunque no todas convencían a Kim.- Espero que eso último no haya pasado o llegaríamos a un planeta que tampoco nos serviría de nada. Es tan frustrante descubrir que hay alguien más en el universo y que parece que no nos quiere cerca... ¡Ojalá pudiéramos hablar con ellos! -Pero evidentemente eso parecía imposible por muchos motivos, desde la tecnología que tenían hasta el idioma.- Así que nuestras opciones son quedarnos en este sistema o volver a intentarlo tratando de burlar las medidas disuasorias de nuestros nuevos amigos. Me pregunto qué harían si apareciéramos en su planeta, desde luego no sería la mejor de las presentaciones, claro que morirse en un sistema sin recursos suficientes tampoco es una buena opción. Doctor ¿Cree que si establecemos una base temporal podríamos montar la tecnología necesaria para encontrar otro sistema diferente que sea viable y remprender el viaje? Y por supuesto para intentar averiguar algo más de nuestros amigos o ponernos en contacto.

Arslan asintió.

—Me doy cuenta de las implicaciones.

Era el descubrimiento más fabuloso de la Humanidad, y en estos momentos, solo dos humanos lo conocían. 

—En efecto, puede que este haya sido un aviso y que no sean tan magnánimos en una segunda ocasión.

Arslan reflexionó sobre la posibilidad de haber recibido una comunicación. 

—Es posible, sí, pero no he encontrado indicios al respecto. Eso no quiere decir que no existan. Pero si queremos averiguarlo, necesitaré a un equipo completo para ayudarme y ya no podré mantener en secreto lo que ha sucedido.

Compartía con la capitana la frustración por el comportamiento de la civilización alienígena que les había desviado. Ojalá las cosas hubieran sucedido de un modo distinto.

—Podríamos crear una base temporal, sí. El gigante gaseoso es una fuente de hidrógeno que nos serviría como combustible para mantener los motores y los sistemas de la nave en funcionamiento. Pero los jardines hidropónicos pueden servir solo para mantener a una población limitada y si queremos que esta crezca, habrá que encontrar fuentes de nitrógeno, carbono y nitrógeno. Ojalá encontremos otros compuestos pero eso solo lo averiguaremos después de explorar las lunas del gigante gaseoso. 

—Lo ideal sería encontrar un planeta o satélite con la masa suficiente como para mantener una atmósfera. Hay algunos candidatos entre las lunas que ya hemos detectado, pero tendríamos que detenernos y estudiarlos.

—Podemos crear una base en este lugar, y podemos crear telescopios que nos permitan buscar un nuevo sistema. Pero estamos hablando de años de trabajo. Con casi total probabilidad, de décadas.

En otras circunstancias una noticia así habría sido motivo de celebración, era un gran hayazgo, pero ahora solo servía para dar una mayor incertidumbre a todo aquel asunto.

-Supongo que seguimos teniendo varias opciones, aunque ninguna es tan prometedora como pensábamos en un principio. -Entendía las explicaciones del Doctor y no le extrañaba que elegir el sistema donde estaban acarrearía mucho tiempo aunque no fuera algo definitivo, quizás el suficiente para que los que estuvieran despiertos murieran.- Quedarse aquí no suena al hogar ideal que todos pensábamos aunque aún haya alguna posibilidad de que sea viable, pero ir al sistema original, aunque consiguiéramos burlar las señales de desvío, nos dejaría en una situación por lo menos incómoda ante sus habitantes, cuando no abiertamente hostil.

No le extrañaría que se defendieran si lo consideraban una agresión, pero de todas formas sería empezar con muy mal pie. Desde luego había que pensar mucho los pros y los contras de cada posibilidad.

-Tarde o temprano la gente se enterará de lo que pasó. Creo que el consejo tiene derecho a saberlo antes de que tomemos una decisión definitiva, aunque me alegra que haya actuado con discreción. Siga trabajando como hasta ahora y reúna el mayor número de datos posible, en la próxima reunión expondremos las novedades.

Seguía habiendo mucha incertidumbre pero poco a poco se despejaban algunas incógnitas e iban teniendo mayor base para tomar una decisión. Miró al Doctor por si quería añadir algo más, por su parte tenía ya unas cuantas cosas más en las que pensar antes de la siguiente reunión.

Arslan asintió varias veces, con lentitud. 

—Seguiré trabajando en ello. Estudiaré las primeras transmisiones, quizá sí trataron de ponerse en contacto con nosotros y, al no recibir respuesta, actuaron como lo hicieron.

No creía que fuera así, pero la posibilidad existía e investigarlo podría ocupar su tiempo.

—Reúna al consejo cuando lo desee, Capitana, pero si me acepta un consejo, no lo demore en demasía. Si nos queremos quedar aquí, tenemos que comenzar a decelerar lo antes posible. Y si queremos ir a nuestro destino original, es necesario comenzar a trazar el rumbo. En ambos casos, no tenemos demasiado tiempo.

-Gracias Doctor Arslan, está haciendo un gran trabajo y aprecio su esfuerzo. La verdad es que me gustaría que hubiera sido así, pero no quiero hacerme ilusiones, parece que todo se está poniendo en nuestra contra. -Suspiró y se quedó callada unos instantes antes de continuar, como si hubiera recargado su determinación.- Pero sabíamos que no iba a ser fácil y sea como sea saldremos adelante, no nos vamos a rendir ante las primeras dificultades. -Asintió ante las palabras de Eugene, estaba de acuerdo con él.- Es un buen consejo Doctor, no pensaba hacerlo. Se que se nos acaba el tiempo y hay que tomar una decisión, supongo que no podemos esperar que haya muchas más novedades de las que tenemos, aunque ya son una buena base para saber a lo que nos enfrentamos en uno u otro caso.

Kim se levantó de su asiento dada la reunión por concluida y le dedicó una sonrisa amable al Doctor, últimamente tenía que forzar un poco el gesto para hacerlo, no había muchas alegrías y el peso de la responsabilidad era grande.

-Si me disculpa me retiro a descansar un poco, mañana será un día complicado. Gracias por todo.

La charla con Arslan la había dejado un batiburrillo de sensaciones en su interior y aún no había sido capaz de asimilarlas todas, sobre todo el hecho de saber que había más seres inteligentes allí afuera. ¿Como serían? ¿Tendrían forma humanoide? ¿Como estaría formada su sociedad? Muchas preguntas se le venían a la cabeza pero casi siempre terminaba dando la misma respuesta.

No nos quieren allí.

Desviarlos había sido probablemente una advertencia amistosa. ¿Pero hasta donde serían capaces de llegar? ¿Y estaban dispuestos a seguir rumbo al planeta original, intentar burlar su vigilancia y plantarse a las puertas? ¿Qué terminaría significando eso? ¿Una guerra? Y si se tenían que fiar de la tecnología que poseían aquellos desconocidos probablemente la perdieran porque eran superiores. Y la alternativa no era nada halagüeña, quedarse en un sistema condenado al fracaso o al menos que no cumpliría los requisitos que necesitaban. Podrían quizás prepararse mejor o si tenían suerte encontrar un lugar cercano que si sirviera para fundar una colonia, pero muchos, entre los que se contaba ella, no verían ya otra cosa probablemente y la idea no le atraía.
No durmió mucho pero al final el agotamiento venció a los nervios y las inquietudes y al día siguiente comenzó a preparar todo para una nueva reunión, había que tomar decisiones lo antes posible.

Arslan no encontró alivio en la revelación que le había hecho a la capitana. De un modo casi inconsciente, había esperado que abrirse a alguien y contar el secreto de lo que había descubierto le quitara un peso de encima. Pero darle la responsabilidad a Kladtomak de tomar la decisión sobre si continuar o quedarse en este sistema no le aliviaba. Sentía más bien que había delegado la decisión, que se la había quitado de encima. 

Reflexionó sobre qué decisión tomaría él mismo. Por un lado, sabía que habría muchos interesantes desafíos en este sistema y que podrían llegar a prosperar, siquiera por el tiempo que le quedase de vida. Por otro lado, ¿cómo resistirse a la idea de ir al encuentro de una forma de vida inteligente y extraterrestre? Incluso aunque no sobreviviera al largo período de hibernación, la idea le resultaba irresistiblemente atrayente. 

No envidiaba a Kladtomak en absoluto.

Tom continuó fregando los últimos vasos que quedaban por higienizar del turno de noche en su comedor mientras sonreía por lo bajo tarareando un viejo tema de Bowie.

No terminaba de creerse los rumores que comenzaban a circular por la nave, incluso le costaba cuando la propia Troy se lo confirmó, pero no dejaba de hacerle gracia de una manera irónica, casi como si aquello fuese una corroboración de la existencia de la ley de Murphy. Encuentran un posible planeta en el que sobrevivir y... Tras milenios sin contactar con ninguna forma de vida alienígena, ahora otra civilización les daba con el periódico en los morros, como a un perro mal educado, para advertirles de que no les querían en su vergel alienígena... Y a saber en qué basura de sitio tendrían que recalar entonces. 

Aquello le venía grande, realmente no sabía qué opinar al respecto.