Partida Rol por web

-Yo iré con Helena, podré abatir a algúno de ellos antes de que se den cuenta de lo que está ocurriendo-les dijo al resto-. Si tiene un simbolo de Venado, supongo, significará algo. Si la pudieramos capturar rápidamente quizás el combate terminase en unos segundos y se rindiesen. Lo que no estaría nada mal-coincidió con el plan de Mara.

Se limitó a encogerse de hombros y mover la espada de un lado a otro, probando su equilibrio, aunque era más que conocido para él.

—Dudo que podamos capturar a nadie con vida, pero lo intentaré. Si no, la mataré. Iré yo a por la mujer. ¿Os parece bien?

Si era la líder, quería enfrentarse a ella, ver de que era capaz y demostrarse a sí mismo que era mejor. Para eso estaba allí, en aquél páramo que odiaba, en aquellos bosques que despreciaba y que tan lejos estaba de lo que él entendía por comodidad. Para eso le habían contratado y para eso había aceptado. Así que es lo que haría.

Escuchando a sus compañeros, Mara apoya la cabeza en un brazo con aspecto pensativo antes de asentir. — Yo apoyaré a Mal'ak desde la distancia. Quizá entre dos sea mas fácil abatirla mientras el resto contenéis al grupo.

Tras decidir como os dispondréis para el ataque decidís alejaros a una distancia segura del campamento para evitar que os descubran por accidente y os sentáis a esperar a que llegue la hora del ataque... vais durmiendo por turnos, mientras mantenéis una vigilancia constante y alerta...

Cuando finalmente la luna esta en lo mas alto empezáis a moveros para preparar el ataque... Tras separar los dos grupos, ambos os aproximáis desde ambas direcciones, mientras que el grupo de ataque se queda a la espera de la señal de ataque, el pequeño grupo de infiltración se aproxima desde el sur con cuidado y se aproxima hacia los guardias...

Con cuidado avanzo por el bosque junto a Rennor y  Khastal, aproximándonos cada vez mas hacia el árbol donde tenían el primer puesto de guardia... -Intentaremos matar a este sin levantar la alarma y haremos que el otro grupo inicie el ataque una vez que abatamos al segundo guardia del camino... 

Avanzando con cuidado saco de la vaina de mi cinto mi sable, el cual consideraba mas apropiado para este momento... No quería que el restallido del arco llamara la atención de los bandidos... Con sigilo me acerco junto a mis compañeros hacia el guardia, el cual parecía mas dormido que despierto, mirando a mis compañeros señalo al guardia y con la rapidez de una serpiente trepo a la estructura y antes de que siquiera pudiera terminar de girarse, aferro al guardia tapando su boca con una mano, mientras que con la otra entierro mi sable en su espalda haciendo que la punta asome por su pecho... Notando la sangre que salia por su boca, mantengo agarrado al bandido hasta que este deja de moverse, y lo dejo con cuidado en el suelo, antes de girarme de nuevo hacia mis compañeros, mientras limpiaba la sangre de mi mano y mi espada en la ropa del bandido. -Limpio... a por el siguiente...

Con el mismo cuidado descendí junto a mis compañeros manteniendo la espada en mano... -Ha sido bastante fácil... creo que esto no nos va a dar demasiado problema...

Rennor iba detrás de Helena con el arco preparado por si alguno de los bandidos aparecía de repente para el cambio de guardia o simplemente estirar las piernas. Sabía que no estaba siendo demasiado sigiloso pero por suerte el bandido roncaba profundamente y no llegó a despertar, la elfa acabó con su vida rápidamente.

- Sigamos, cuantos más eliminemos más fácil será el combate.

Con una pequeña sonrisa Helena asintió con la cabeza, y con un leve movimiento de la cabeza señalo hacia la zona donde estaba el segundo guardia... Con cuidado el grupo se puso de nuevo en camino y fue avanzando sigilosamente hacia los troncos, sin embargo este parecía mas alerta, ya que repentinamente se giro hacia Rennor y Khastal con gesto de alarma en su rostro. -¡¿Eh?! ¡¿Quien va?! Al ver al humano y a la semi-elfa rápidamente tomo su arma. -¡Intrusos! ¡Nos ata... ¡Aaaaaaggghhhh!

De entre los arbustos cercanos una figura oscura de brillantes ojos morados, se abalanzó sobre el bandido, derribándolo al suelo y destrozándolo entre sus garras

-¡Adelante! ¡Sombra se hace cargo de este! ¡AL ATAQUE!

Desde el puesto de vigilancia delantero uno de los vigías escucha el grito de alarma, y rápidamente tensa su arco y dispara contra Helena, haciendo que su flecha vuele contra la desprevenida elfa, y notando como la flecha se clavaba en su costado, haciendo que la elfa soltara un grito de dolor al sentir la flecha clavándose en su cuerpo.

La semielfa, que llevaba el arco preparado, no había sido lo suficientemente rápida. No vio al segundo vigía hasta que Helena fue herida. Llena de rabia por su falta se giró y con un rápido movimiento tensó el arco y disparó una certera flecha al vigía.

-¿Estás bien?-le preguntó a la elfa- lo siento- se disculpaba mientras no quitaba el ojo del bandido

La flecha de Khastal salio silbando del arco y un gemido de dolor por parte del bandido confirmo que el tiro había acertado en su objetivo, sin embargo el bandido aun parecía seguir vivo, ya que desde la torre se podían escuchar quejidos y juramentos en los que eran mencionados todos los difuntos de Khastal...

-Ummmm... Uggghhh... Con un gruñido de dolor la elfa saco la flecha de su herida y sonrío a Khastal. -Estoy bien... solo ha sido un rasguño... Tirando de tu armadura la elfa estiro de Khastal haciendo que se agachara justo en el momento que una flecha silbaba por encima de su cabeza... Apartando a la semi-elfa Helena tomo la misma flecha con la cual le habían herido y tensando su arco, apunto contra el bandido que había aparecido por entre los arboles atraído por el grito de alarma...

La flecha voló contra el segundo bandido el cual se resguardo tras un árbol, con el mástil de la flecha asomando de su costado..

Con una pequeña sonrisa Helena se incorporo y ayudo a Khastal a incorporarse con un tirón haciendo que quedara una muy cerca de la otra. -Ten cuidado preciosa... No me gustaría que te pudieran herir... ¿Si te hieren quien me va a mimar cuando estemos de regreso al campamento y este quejándome del dolor de mi herida de guerra? Sonriendo divertida, la elfa le obsequio con un pequeño beso en la punta de la nariz, y rápidamente se puso en guardia de nuevo lista para continuar el ataque

La fiesta había comenzado y ya se oían los primeros quejidos de los guardias. Solo esperaba que ninguno de los nuestros hubiera sido alcanzado, pero de eso habría que preocuparse más tarde. Ahora había que descabezar a la serpiente.

Con decisión, avancé por la maleza, ya sin ningún tipo de cuidado, pues la trampa se había cerrado, para descargar un tremendo golpe, soltando toda la rabia y odio que tenía sobre los bandidos. Al notar que el golpe había sido brutal y la sangre manaba abundancia, sonreí viendo la cara de incredulidad de la jefa.

Rennor avanza con su arco preparado intentando cubrirse con los árboles y al ver al siguiente bandido suelta la flecha que se clava profundamente en el pecho del objetivo.

Pillada por sorpresa la líder del campamento apenas si tuvo tiempo de intentar reaccionar a tu acometida, sin embargo tu espada fue mas rápida que sus dos hachas, y la espada descendió en la apertura de su defensa tajando su pecho en perpendicular haciendo que la sangre manara con rapidez empapando su armadura, sin embargo a pesar de la terrible herida la líder aunque apenas se podía mantener en pie, seguía viva... -Ahhhhhhh! ¡MATADLOS! ¡MATADLOS A TODOS ELLOS!  Girándose hacia el bandido que había llegado corriendo le señala hacia vosotros. -¡Cubreme! Dando un pequeño paso, la mujer se cubre con su lacayo y se toma una poción de heridas leves, haciendo que su herida se regenerase casi por completo

Justo en el momento en el que el bandido de entre los arboles cae al suelo abatido por la flecha de Rennor, a poca distancia aparece un nuevo bandido con una flecha cargada en su arco, y viendo la situación, rápidamente tensa la flecha y esta sale disparada hacia el pecho de Rennor, clavándose a modo de venganza por su compañero caído...

De la zona que habían asaltado el otro grupo, resuena la voz de una mujer en un grito de dolor. -Ahhhhhhh! ¡MATADLOS! ¡MATADLOS A TODOS ELLOS!

Mara en ese momento levanta su arco que brilla y apunta a la mujer antes de disparar una flecha que avanza hacia su costado de manera peligrosa. 

Las energías mágicas recorrían su cuerpo mientras esperaban. Hasta que todos estuvieran preparados, había tiempo de sobra para potenciarse y mejorar sus poder. Escondidos entre la maleza atentos a la señal de ataque, no tenía nada mejor que hacer que reforzar con su poder la ya afilada hoja de su espada. Estaba en ello, imbuyendo con su reserva arcana el acero, cuando ocurrió todo, demasiado rápido.

—¿Pero qué...?

¿Qué se creían que estaban haciendo? Gruñó con descaro y dirigió una mirada furibunda a su compañera. Shallana había estado a punto de acabar con la líder de aquella banda de salteadores, exactamente con aquella a la que él había decidido enfrentarse en combate singular para demostrar su fuerza y destreza. Si de algo se alegraba en esos momentos, era de que la mujer hubiera sido precavida como para llevar una poción, aunque incluso con esas estaba claro que había sido herida. Ahora, matarla, no iba a ser tan limpio para su conciencia de guerrero. Una lástima.

Rápido, deseoso de entrar en combate, se lanzó a la carga saliendo de entre los arbustos. El metal centelleó mientras descendía en una parábola mortal que atravesó la carne, sajando hasta el hueso de la clavícula y haciendo manar un chorro de oscura sangre que regó el suelo a su alrededor y pintó su escamado pecho desnudo del color de la muerte.

Todo estaba empezando a desmoronarse para los bandidos, quienes habían visto como su jefa había sido rápidamente asesinada sin apenas poder luchar contra los atacantes... Desmoralizados y temiendo por su propia vida, los bandidos iniciaron una desbandada general, corriendo e intentando salvar sus propias vidas...

Saltando desde la torre de vigilancia el bandido que había estado confrontando al grupo de Helena, intento escapar corriendo hacia el bosque para usar el bosque para confundir cualquier posible persecución