Partida Rol por web

Después de su conversación, Aiden junto a su media hermana se dirigieron, a la casa del aturdido joven.

En un segundo su visión del mundo había cambiado, las historias que Nemain le contaba durante el trayecto, sus aventuras y desventuras, los lugares que había visitado, los amigos y familiares que había perdido. Los enemigos que había ganado…

La joven explico el cómo y porque ella estaba allí…

Vuestra madre le asigno la tarea de encontrarte, La Morrigan predijo tu aparición y tu muerte a manos de unos mafiosos y por ello le solicito ayuda para que se infiltrara para salvarte.

Para cumplir su tarea Nemain pidió a su esposo Aithre, un unsellie shide, que manipulo los recuerdos del mafioso y sus aliados para creer que tu hermana realmente era del croata con aires de grandeza.

El brebaje que uso para anunciarte te hizo vislumbrar uno de los muchos futuros, aquel en el que se supone en el que tú has muerto…

Cuando sobreviviste al encuentro del bar la madeja del destino se retejió para hacer hueco a un nuevo héroe.

En el confort desordenado de tu pequeño piso Aiden se toma una ducha para asimilar todo acaecido.

La sensación cambio se hace patente, desde el mismo momento que entro en su casa, los olores y sonidos se hacían más patentes que nunca. Era como si hubiera sido despertado y hasta entonces su realidad hubiera sido igual que aquella película… Matrix.

A medida que tu mente se adapta a sus cambios observas como las gotas de agua que caen de la ducha empiezan a ralentizarse… en general todo parece más lento a medida que tus procesos mentales aumentan su velocidad.

Te preguntas que otros regalos te traerá esta nueva oportunidad.

Mientras te duchas la joven curiosea por tu casa, abre cajones y busca entre tus pertenencias. Después de un rato recoge una foto de tus padres adoptivos y la observa detenidamente.

¡Aiden!… ¿quiénes son estos de la foto?...

El joven salio de la ducha con la toalla enroscada por debajo de la cintura, y salio sin pudor ninguno hacia la habitación que era su casa. 

Un apartamento sencillo, cocina salón, un baño, y algo que el casero llamaba terraza, pero que solo servia para poner cosas que molestaran dentro. 

Busco con la cabeza ropa, que solía estar mas o menos a mano, pues los armarios, eran mesas, sillas y la cama que estaba frente al televisor. Un televisor que era sin duda el que mas trabajaba de los dos. Pues tenia contratado un canal especial de deportes y se podían ver en varios cuadritos mas pequeños, prácticamente todos los deportes de la zona. 

Antes de encontrar algo que ponerse se acerco a la foto. 

Estos son mis padres. Los que me han criado. Ella es cristina a tope, y mi viejo, es muy celta. Yo aun no se como demonios se han llegado a casar sinceramente. Pero hacen una pareja extraña pero funcionan como tal. 

Mientras respondía soltó la toalla y se puso la ropa interior limpia, que estaba cerca de la cama, y tranquilamente se vistio. 

Entonces, si te he entendido bien. Soy un foco de poder, pero para poder usarlo, necesito trastos que me permitan hacer lo que quiera que hago. 

¿Por donde empezamos?

Su pregunta era bastante inocente, aunque se la quedo mirando porque estaba claro que aquella foto le estaba carcomiendo por dentro. 

¿Pasa algo con mis padres?

Girando el portarretratos y ofreciéndotelo comenta

Creo que tu madre tiene algo que te pertenece…

La foto en la que tu madre y tu padre posan juntos en sus años mozos, tiene una cosa fuera de lugar. Es tu madre la que lleva el triskelion de plata y peltre un símbolo celta que simboliza el pasado el presente y el futuro. Bajo tu punto de vista un regalo de tu padre a tu madre como símbolo de su unión eterna.

Antes de ir a casa de tus viejos a pedirle amablemente a tu madre que te devuelva lo que te pertenece, necesito que me contestes a unas preguntas.

La chica hace unas comillas con sus dedos en el momento que pronuncia la palabra “amablemente”

Yo personalmente cuando sufrí la anunciación note unos cambios algo más obvios, mis reflejos aumentaron, mi percepción se expandió, perdí la falta de vista, mu fuerza aumento al igual que mi resistencia. Fue increíblemente catártico cuando supe por primera vez que mi piel era a prueba de balas… no te recomiendo que lo compruebes.

 En tu caso es obvio que eres más atractivo ahora, por lo que la genética de mami te ha hecho mucho más guapo… ¿has notado algo más?, no se… velocidad, agilidad mental, fuerza, flexibilidad…

Pensó un momento en el medallon de plata de su madre. Sin duda, era algo fuera de lugar. Así que con recogerlo tendría, dudaba mucho que su madre se opusiera a que el lo llevara. 

Pero las siguientes preguntas de su hermana, hermanastra, tutora, o lo que mierdas fuera lo dejaron fuera de lugar. 

Bueno. Pues no se. Déjame pensar. Dijo al tiempo que se dejaba caer sobre la cama. 

Titubeo un poco, miro a ambos lados, fijo su vista en algunas cosas, e intento recordar todo el día desde por la mañana. 

Lo único que noto es que parece que proceso demasiado bien todo lo que me estas contando. Normalmente hubiera tenido que ir a loquero, pero si me siento distinto. 

Se volvió a levantar y se acerco lentamente a su hermana, hermanastra, con un suave movimiento le quito el marco de la foto de la mano, estaban muy pegados. 

Y sobre lo de ser mas atractivo, no faroleo, cuando digo que eso siempre ha sido así. 

Tras ese comentario una sonrisa, que paso en poco de seductora a socarrona. Dejo el marco de la foto en el sitio. 

Bueno, ya que tu eres la especialista, y ya que pedirle, o directamente llevarme el medallon de mi madre de su casa, es pan comido, ¿tienes alguna otra idea de que puedo necesitar?

Después de una pequeña charla sobre las habilidades de Aiden y de cómo se manifestarían era preciso empezar a moverse.

Aunque el tiempo era algo por lo que la mayoría de los semidioses no debían preocuparse, el no poseer sus reliquias lo situaba en una posición de desventaja respecto a sus potenciales enemigos…

La casa de la familia Morrison se encontraba en el mismo Kantuk, a unas manzanas del pequeño piso de Aiden. Era una casa terrera de dos pisos con una entrada amplia y pasillo que daba al jardín trasero. El coche de la entrada indicaba que el padre del héroe se encontraba en casa.

Al llegar, tras tocar tímidamente en la puerta, Ewan Morrison abrió… Una sonrisa se dibujo en su cara y saludó efusivamente a su hijo.

Aiden… no te esperaba pasa… ummm

Su cara se extraño al ver a la invitada, era raro que trajera a una chica a casa. Ewan sabía que su hijo no era de los que sentaba cabeza rápidamente, añadió lo siguiente…

Sabes que si no es alguien importante, madre no aprobara que traigas a chicas a casa…

Aiden abrazo a su padre con fuerza, puede que el muchacho pasara poco por casa de sus padres, pero los quería. Con madre era un amor odio, porque la relación con ella siempre había sido un poco más tensa siempre.

Con su padre todo era más fluido y natural.

Me alegro de verte bien viejo. Eso es que mamá sigue haciendo bien de comer.

Esta es Nemain, y no te preocupes, que es una pariente lejana. No voy a hacer cosas indecentes con madre delante.

Paso dentro de la casa, y colgó la chaqueta en el perchero, se limpio las botas en una segunda alfombrilla que había en el hall y le indico a  su hermanastra que hiciera lo mismo.

Eran las normas de la casa, y si quería obtener aquel fetiche, regalo, reliquia o cómo demonios se llamaran mejor sería ser educados.

No tardo ni medio segundo en saber dónde estaba su madre, pues el olor le decía que andaba cocinando.

Paso a la cocina casi a hurtadillas, y la vio de espaldas, se acerco sigiloso, pero no suficiente, pues su padre ya estaba hablando con Nemain y su madre se volvió para verlo con cara de niño pequeño intentando asustarla.

Aiden se recompuso, y se puso muy serio.

Hola mamá. ¿Como estas?

Por detrás aparecían ya su padre y su hermanastra. 

Tu madre se vira tranquilamente y su sonrisa se borra súbitamente cuando ve Nemain…

¿Hola cariño… quien es tu invitada?... me hubiera esmerado más en la cena si hubiera sabido de tu inesperada visita… con compañía

Las últimas palabras dejan claro que no le gustan las visitas… Súbitamente te asalta un deja vú*

Tu madre se adelanta, limpia sus manos en el fregadero, se las seca en un paño que tiene colgado y la extiende tímidamente.

Mi nombre es Mary Ann, ¿con quién tengo el gusto?...

Algo sorprendida, responde

Mi nombre es Nemain…

Extiende su mano para saludar a tu madre

Tu madre se sorprende del nombre y hace un amago de retirar la mano…

Tu madre saluda y te mira con los ojos de desaprobación, la misma mirada que usaba cada vez que hablabas con tu padre sobre las costumbres paganas que tanto gustaban a ambos…

Algo no andaba bien. Madre era brusca, pero aquello, tan de improviso, era casi ridículo.

Neiman, es algo así como una prima lejana por parte de papa. Se queda un día o dos en mi casa, pero está de paso.

Pero ese no es el caso, me encantaría quedarme a cenar, y te prometo que antes de que acabe la semana vengo un rato y le echo a papa esa mano con lo de pintar. Y si quieres me quedo a cenar.

Se apoya en los muebles de la cocina, con comodidad, como si no hubiera visto nada de tensión en el ambiente.

Venía a pedirte un favor madre. Sabes aquel detalle que papa te compro hace ya muchos años, el que tiene el triskelion de plata. Necesito que me lo dejes. Te lo devolveré en cuanto pueda.

No dio más explicaciones, porque o bien su madre ya había sacado extrañas, y peligrosas conclusiones, o bien, o le iba a preguntar para que lo quería.

Y aun precavido con su madre, aun no tenía claro qué clase de respuesta le iba a dar.

Pero mientras el tiempo se hacía más largo de lo habitual, su visión se torno un poco borrosa, y dio un repaso a su madre, su padre, y su hermanastra. Y no tenía claro que estaban haciendo sus ojos. 

Tus ojos se toman una ligera luminiscencia verdosa mientras que tu mirada juzga a través de las leyes de Brehon¹ el honor de los presentes. Tu mirada² capta más rápidamente las auras de tu hermana y la de tu madre.

Lees individualismo en tu hermana y fanatismo en tu madre…

Luego empiezas a captar matices los colores del enech de cada uno, coraje, inteligencia con pequeñas pintas de expresividad. Ella lucha con coraje quiere mostrar lo mejor de ella a vuestra madre pero es incapaz de expresarse… los valores celtas son patentes en Nemain.

Tu madre sin embargo pese a que posee ese tono similar al de tu hermana, existe una mancha en su enech, una macula que grita en silencio celo religioso, amor por su dios por encima del todas las cosas… una tímida marca de lealtad la poca devoción familiar que le queda.

En tu persona vez un brillo más tenue que el de tu madrastra y algo más luminoso que el de tu padre.

Tu amado padre es impoluto, las leyes de Brehon lo juzgan honorable y seguidor de las tradiciones.

Tu madre se pone a la defensiva, su cara cambia a una expresión severa…

Tu padre me regalo ese colgante como demostración de la devoción que siente por mí, como símbolo de buena voluntad y como prueba de que ya no es seguidor de las religiones paganas… es un símbolo… ¿para qué lo quieres?,

Sin esperar respuesta y señalando a tu Nemain añade.

¿A caso el diablo te ha tentado?

De su boca brota una luminiscencia, al igual que de sus ojos… la intensidad de la misma aumenta…

EN EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR, Ewan, el diablo ha corrompido a tu hijo y nos trae una bruja con ella, ayúdame a purificarlos.

Un halo de santidad brota a las espaldas de tu madre y tu padre se queda con los ojos en blanco mientras, como si se tratara de un autómata, se dirige a la alacena en el exterior, donde guarda la escopeta de caza…

Con una enorme fuerza agarra tu hombro para alejarte de tu madre… tira haciéndote volar hasta el sofá del salón mientras grita

CIUDADO… ES UN VASTAGO CORRUPTO…

Ve tras tu padre… evita que se haga daño o que nos ataque.

Su mente no podía creer lo que estaba viendo, la cosa se desmandaba. Y lo hacía demasiado rápido para su gusto.

Su madre, había entrado en cólera. Pero ella no era una mujer peligrosa. Y su hermana, intuía que podría arreglárselas sola, incluso contra un cuchillo de cocina.

Pero que su padre obedeciera así sin más. A una estupidez tan grande como lo de, el Demonio. Que estaba pasando allí.

Aquello fue lo que le dio tiempo de pensar mientras volaba por la habitación. La otra hija de Morrigan era fuerte.

En cuanto sus pies pudieron alzarlo, corrió a abrazar a su padre. Abrazar, por decirlo de alguna manera. Lo que pretendía era pararlo en seco, razonar con él.

Ir a buscar una escopeta solo porque madre lo hubiera pedido no era si quiera, lógico.

Cuando le da alcance, usa la típica maniobra de gresca que usaban los porteros de los bares, e intenta pasar sus brazos por debajo de los de su padre, al tiempo que se agarra las manos en su nuca.

Si conseguía atraparlo de aquella manera, difícilmente su padre, menos corpulento que él, podría escapar, y podría hablar con él. 

Nemain se enzarza en un enfrentamiento físico importante con la que solía ser tu madre, nada parecía tener sentido. Después de apartarte proporciona un poderoso empujón con ambas manos a Mary Ann haciéndola atravesar la pared de manera hasta la siguiente estancia. Eso le da unos valiosos segundos para enfocarse en el combate adecuadamente.

Entre los escombros de la madera se alza tu madrastra enfocando su mirada fijamente en tu hermana…

En seguida dejas de ser consciente de lo que pasa entre la cocina y el jardín trasero. En la sala de estar tu presa inmoviliza a tu padre que se revuelve entre dolor e impotencia, las lágrimas se le escapan mientras lucha y grita fútilmente ante tu fuerza superior.

ARRGG… SUELTAME… NO ERES MI HIJO… ERES EL DEMONIO… QUE HAS HECHO CON AIDEN…

¡MARY ANNNN… Mary Ann… Mary… Ann!... Te quiero

La fuerza se le escapa haciendo que sus últimas palabras sean casi imperceptibles, mientras las lágrimas continúan corriendo por su cara.

No entendía mucho sobre su nueva vida, y su misión en ella. Pero lo de su madre le preocupaba. No quería que saliera lastimada, y sin embargo, tenia la sensación de que a su media hermana le iba a costar mucho pararla.

Porque. Que era un vástago corrupto. Eso no importaba ahora. No podía dejar a su padre.

Papa, soy Aiden. Soy yo, el que escuchaba tus cuentos, el que te oía hablar del gran Dagda.

Céntrate en mi voz. No hay demonios aquí. Soy tu hijo, tu hijo. Sangre de tu sangre. Y siempre he estado contigo.

Recuerdas cuando me caí a los 6 años de lo alto del árbol del jardín. Tu me curaste las rodillas mientras me contabas que los hijos de Tuatha de Danann no lloraban. Que eran puros.

Estuviste conmigo, cuando me detuvo la policía con 21 años, y no saliste de la comisaría hasta que me soltaron, a pesar de que madre estuvo una semana sin hablar con ninguno de los dos.

Papa, soy tu hijo. Los demonios, no existen. Estoy aquí por ti. Porque tu me lo has enseñado todo.

Por favor, hazme caso.

Aiden intenta mientras sujeta a su padre, girarlo para mirarlo a los ojos. Una vez tiene esos ojos delante. Sigue hablando.

Padre, ahora te necesito, como te he necesitado siempre. Necesito tu ayuda. Y necesito a mamá con nosotros. Tienes que ayudarme.

Eres la única familia que tengo, el único celta real que conozco. Padre, ayúdame.