Partida Rol por web

- "Enhorabuena por su ascenso Sargento.

¿Y no podrían habernos enviado a un médico? Estoy seguro de que lo necesitaremos." -

Una gala, un banquete y una fiesta. Toda la felicidad que un hombre puede pedir para una velada se nos ofrece esta noche a bordo de la Sirius Beta. Me siento en mi nuevo puesto, con los oficiales, para beber y comer, lo que hago en silencio mientras escucho como ellos conversan de cosas importantes y de cosas no tanto. Me mantengo en silencio pues aun me siento un poco fuera de lugar en aquella mesa, junto a veteranos con más experiencia que yo, junto con hombres que entraron y salieron de la Academia de Oficiales, hombres que hacen la guerra con la cabeza y no con las manos. Me siento un poco ajeno, pero a la vez, me siento apenado pues tengo los suficientes años de servicio y he visto suficiente acción como para saber que una celebración a esa escala para todas las tropas solo puede significar una cosa: De la próxima misión volverán más en bolsas o en recuerdos de los que lo harán caminando.

Como tranquilamente y sin ninguna prisa o presión pues sé que quizás sea la última comida de esta calidad que degustaré. No es un pensamiento nuevo pues muchas veces he comido con ese pensamiento y hasta el momento no me ha llegado el turno y siempre he estado cerca en situación pero nunca he tenido heridas de verdadera gravedad. Me considero un afortunado y la fortuna no dura por siempre.

Miro a las tropas, miro a los soldados mientras comen y beben, conversan y rien. Pienso en que hace un poco tiempo yo estaba allá y ahora estoy alejado por tener un rango mayor al de mis hombres. No importa, nunca me molestará cumplir con mi deber, pero nunca he sido de los que se ocultan detrás de sus hombres y mi único y verdadero miedo es quedarme aquí arriba, en la seguridad de la nave mientras mis hombres bajan y mueren sin mi apoyo en nombre de la Federación.

Miro al Capitán Tsumina y le hablo en el momento en el que termina su conversación actual:

 - "Señor, todos sabemos que esta clase de banquetes solo se les da a quienes morirán. ¿Sabe usted algo de la misión que se cierne y que pueda adelantarnos a los oficiales, Señor?

La curiosidad me mata y la verdad es que quiero saber qué es lo que sucederá con los soldados pues no quiero quedarme aquí firmando papeles mientras el resto combate como verdaderos soldados. Si es necesario pediré la degradación de rango para ir a luchar, pero no quiero quedarme aquí viendo como el resto lucha por la humanidad como yo siempre he querido hacerlo, motivo por el que me aliste.

Se apoderó con agilidad de una botella cualquiera que transportaba uno de los camareros y regresó a su asiento. ¡Eso es! Para esto nos alistamos ¿no? ja ja Comentó en voz alta en la mesa mientras dedicaba una mirada rápida a cada uno de los integrantes del escuadrón Heat. Por fin nos enviaran a por los bichos, una satisfactoria sonrisa ocupaba su cara sin borrarla si quiera para hablar, ¡brindemos por ello! Tras servirse un trago del contenido, ofreció la botella en la mesa para que el resto se sirviera si lo deseaba. No era difícil percibir sus esfuerzos y deseos por integrarse en el escuadrón al que había sido recién asignado. ¿Qué nos podéis contar? ¿Alguna victoria en vuestras manos? Preguntó con curiosidad a los veteranos del escuadrón para ir descubriendo el potencial Heat, consciente de que su mera presencia en la fiesta era más que una victoria.

Uno a uno, el recién llegado asintió suavemente mientras su sargento los iba presentando, deteniéndose quizás un par de segundos más en la Cabo Ramírez. Fue difícil de discernir si fue por pura casualidad o un gesto hecho a drede, pero el soldado sonrió casi imperceptiblemente al verla.

- Es usted muy amable, señor - dijo, casi más como un compañero de trabajo que como un subordinado que tendría que responder como una máquina bien engrasada en el campo de batalla. Su traje de gala estaba impoluto y sin una sola arruga, aunque Burnette no mostraba interés alguno en mantenerlo en buen estado. Uno de los camareros se acercó a él para saber cuál de los platos que servían esa noche tomaría y, tras susurrarle al oído su elección, lo despidió con un cabeceo. Lentamente, volvió a mirar al resto de sus compañeros, entrecerrando los ojos con una leve sonrisa.

¡Eso es! Para esto nos alistamos ¿no? ja ja Comentó en voz alta en la mesa mientras dedicaba una mirada rápida a cada uno de los integrantes del escuadrón Heat. Por fin nos enviaran a por los bichos, una satisfactoria sonrisa ocupaba su cara sin borrarla si quiera para hablar, ¡brindemos por ello! Tras servirse un trago del contenido, ofreció la botella en la mesa para que el resto se sirviera si lo deseaba. No era difícil percibir sus esfuerzos y deseos por integrarse en el escuadrón al que había sido recién asignado. ¿Qué nos podéis contar? ¿Alguna victoria en vuestras manos?

Otro nuevo, y a este ni lo habia olido, aparecio con estrepito, me hiso gracia, al menos este lucia mas "proactivo", para nada demostraba la timidez de los otros dos, aunque sus modales dejaran bastante que desear. Acepto la botella y me sirvo de ella...

Yyy, tu nombre es.....

Aguardo y dejo las palabras colgar en el aire aguardando por su repuesta mientras le miro aun con mi copa en la mano derecha, aguardo, le observo mientras llevo un sorbo a mi boca, me mantengo con expresion estoica esperando por la respuesta del chico nuevo.

Dios, dios, dios... Billy, siempre llegando tarde a las cosas importantes... piensa para ella misma mientras va a paso ligero hasta la gran sala del banquete. Y es que una no se puede distraer más de lo debido con lo que en realidad importa... bueno, la comida y la bebida están bien... pero a ella que no le quiten del mono y la mecánica. Al llegar a la puerta, aminora el paso y entra en la sala donde comienzan a reunirse todos los soldados y ¡algunos ya disfrutan de la bebida!

Esquivando como puede a camareros y compañeros de otras unidades se acerca a la mesa asignada a la Fox y se sienta en una de las sillas vacías relajándose al ver que no es la última en llegar ni la menos puntual.

-Buenas noches a todos... ¿de verdad es necesario vestir así? Ya me estoy muriendo de calor con esto... aunque viendo la fiesta es posible que mañana estemos más frescos.

Roba una copa de algún compañero y le da un trago para quitarse el calor de haber corrido para llegar allí a tiempo.

-Olvídese de eso Focker, no estamos aquí para saturarnos con preocupaciones y problemas sino todo lo contrario- clamo el capitán algo distraído mientras hablaba con otros oficiales. Volteando el rostro hacia el con su copa en la mano le habló de nuevo –Por que no va con sus hombres y habla con ellos, necesita desestresarse y beber. Hable con ellos y asegúrese de que esta noche se olviden de todo. Mañana será otro día-.

Es una pena Ct Gawain ya me estaba acostumbrando a su voz – estiro la mano para saludarlo, mientras sostengo la botella en la otra - me alegra saber que el mando le ha tratado con buena mano, pues se nota en buena forma - le miro y al ver el plato del Buffet casi vacío le ofrezco un vaso de la mesa al que también sirvo whisky – aquí tiene para que acompañe su cena, esto era algo que le debía desde nuestro pasado desembarco a salvo-

La mesa va perdiendo sus vacantes, los miembros de la Heat se van uniendo a la mesa poco a poco. Primero se presenta uno de los nuevos, le respondo, Si yo soy Stone, toma asiendo Durand, y éste de aquí es el señor Cooper, ¿no es así?, - me parecía recordar el nombre de los miembros de reemplazo que ocuparían las vacantes aunque no estaba del todo seguro el ajetreo continua, al poco durante nuestra conversación otros miembros van llegando.

Maldita sea Bell, no tienes que pedirme permiso para eso -  no puedo evitar soltar una sonrisa con la situación. Dragonstone por lo que parece ya nos tiene llevada bastante ventaja aunque no tanta como la que parece haber tomado otro de los nuevos. Miro a McNealy cuando responde a sus preguntas con otra notando su actitud, y me adelanto diciendo, McNealy, éste es el señor Hikawa una de las ultimas incorporaciones al escuadrón, esperando otra vez que la memoria no me fallara con los nombres.

Bien relájense muchachos, éste de aquí - digo dándole una palmada  en el hombro - es el Consejero Táctico Bell, ese otro de allí es Dragonstone, y este de aquí es McNealy,- digo a modo de presentación escueta a los que estamos sentados - y yo soy Stone. Durand, Hikawa y Cooper, porque no se presentan al resto y nos dicen que pueden aportar al  escuadrón. - digo intentado hacer que se limen asperezas, aunque ya sabía de las capacidades de cada uno de ellos , y que eran totalmente competentes. 

Vamos Bell a que esperas para llenarme la copa.

Tras completar  el periodo de instrucción en un campamento  de la federación  , me dieron mi primer destino, me  tenía que presentar  en la base de sirius beta, y presentarme  y entregar el informe de destino a un tal sargento (Sargento Philip J. Llywelyn), sin mas recogí mi  escaso petate y me dirigí, a la zona de embarque para coge el trasporte que me llevaría a sirius beta. Por el camino practico el  idioma ingles   que no lo domino mucho a un. El viaje se me hace muy largo , cuando oigo una voz femenina que intento  descifrar su frase , lo que pille   llegada a sirius beta. Ver a los otros soldados levantarse de sus asientos , recojo mi petate, salgo  de la nave , entro en la base, veo  un ajetreado vaivén de soldados que corren y andan por los pasillos. Me voy  guiando por los carteles indicativos de la base hacia las zonas asignada, de pronto me topo de morros con un gran cartel, que me pongo a leer,  suelto un taco  en ruso, nada más llegar y estoy en una fiesta. Veo a soldados vestidos de gala, y otros que van en otra dirección, me dirijo  a la zona asignada a los soldados, zona de dormitorios, para cambiarme, el traje que llevo puesto al de gala, que es obligatorio. Dejo mi petate en mi taquilla, y llevo conmigo  el informe que me dieron en Siberia. El traje es algo pequeño para mi compresión  física y tamaño, al ser un uniforme estándar. Me queda  un poco pequeño y ceñido por mi musculación .me dirijo a la zona asignada a la fiesta y entro , me quedo unos segundos en la entrada de la sala observando el gentío y evaluando más o menos cuanta gente podrá ver en la sala . Decido entrar en ella., voy echando un vistazo por las mesas, llego a una mesa que está ocupada por una persona, visualizo su uniforme.  Veo que lleva el rango de sargento, y me fijo en la  tarjeta de la mesa, si es gatling. Me paro  y me cuadro y saludo, con acento ruso, señor se presenta el soldado: YAROSLAV VÓLKOV, le extiendo el documento.  Me vuelco a cuadrar. A la espera de  que me hable. Ya cuando el politiqueo militar termine, me relajo y me dirijo a la barra  del bar y me  pido  una botella de vodka  y  dos vasos. Me dirijo a la mesa. Me siento en una silla, señor  quiere acompañar  echado un trago. Ofreciéndole un vaso vacío.  Me echo en mi vaso  y lo bebo.     

Yyy, tu nombre es.....

Su entusiasmo se rompió a la atención del soldado de primera McNealy, pues no está de más mostrar respeto aunque no están de servicio. Hikawa señor, contestó con seriedad, pero pronto su ingenio regresó a la fiesta, pensé que mis ojos me delatarían, acompañó con simpatía indicando sus rasgos asiáticos, pero es complicado acordarse de tanto nombre, continuó para zanjar ese asunto y volver a alimentar su curiosidad ¿nada entonces? ¿quién tiene el record? Concluyó de nuevo examinando cada uno de los rostros de su equipo.

-Señor Gawein, yo no he sido ascendido, si no arrastrado a este cargo. Y nada me gustaría mas que el sargento mayor Focker siguiera donde estoy ahora mismo.-Evans probó un bocado del pescado comprobando que era excelente.-En la hoja oficial que me mandó el alto mando de la flota, viene que un tal Andrei Popov esta asignado a nuestra escuadra como médico.

-Bien, ya tenemos técnico que nos descorche la botella. Mañana señorita Wallace, me temo que este uniforme no será de ninguna ayuda allí a donde vamos.- 

-Señor, si mañana tuviese que bajar a ese planeta frío con este trapo me vería obligada ha hacerme una armadura con la coraza de esos hijos de puta.

Pincha con el tenedor la comida de su plato mientras se deciden o no a abrir una botella para celebrar su 200 aniversario y de paso celebrar que van a volver al mismísimo infierno helado.

-A lo que voy, es que este trapo es incómodo y preferiría estar con mi mono de trabajo y haciendo lo que se supone que tiene que hacer un técnico.

¿Tradicion familiar, eh?  Va añadir algo más, cuando llega Kowalsky. se gira hacia el, con una amplia sonrisa. Estira la mano, para estrecharsela con fuerza, y ofrecerle un cigarro acto seguido. Mijail Stukov.  Se presenta diciendo su propio nombre, y suelta una sonora carcajada cuando le pregunta de verdad si es ruso. Mas ruso que las Matrioshkas.  Aunque mi madre me parió aqui. Responde, animado por los ya varios Vodkas que llevaba encima.

Inclina la cabeza, imitando el gesto de Kowalsky cuando saluda a la sargento. Le echa un vistazo cuando se aleja, de reojo.  Si sobrevivimos os presentare a mis hermanas siempre y cuando me presenteis a vuestra sargento...  comenta la ultima parte de la frase con la boca chica. Da un nuevo trago al vodka.

Personalmente, habria cambiado la mitad de mi entrenamiento por media docena de granadas mas  Bromea, tirando la colilla al suelo, y llevandose un nuevo cigarro a la boca. Bueno, algo si os puedo prometer, la proxima vez que nos encontremos los tres, pago yo las copas.

Alza la ceja, cuando le dice que irá a destejer una mochila. Enciende el mechero, acercandoselo al cigarro cuando ve pasar al Sargento Llywelyn. Se queda con la boca abierta, y acaba por caersele el cigarro.  ¡Joder! Y se percata de que se ha caido al suelo el cigarro  ¡Joder! Otra vez... Se queja, frunciendo el ceño mientras mira al suelo.

 Ese fue mi instructor en Sirius ¿Que coño? No entiende nada. Quizas, si hubiera mirando quien iba a ser su Sargento, se habria ahorrado sorpresas con dos copas de mas.  Ahora os busco tios, voy a saludarle, que no quiero tener que volver a esconder los cigarros... Por cierto... ¿Sabeis donde puedo encontrar cigarros por aqui?  Si tenia que bajar a esa roca, queria cigarros. Si tenia que morir, queria hacerlo fumando.

¡Hasta ahora!  Alza la mano, tomando el vaso, y mirando cuantos cigarros le quedan en la pitillera, se acerca hasta la mesa de la Gatling. Inclina la cabeza, cuando ve a Gallagher y Volkov, que no lo reconocia. Se para junto a el, delante de Philip. El no se cuadra, estaba en una fiesta, pero si esta firme. Le saluda, llevando la mano hasta la frente  Señor. Se presenta el soldado Mijail Stukov, Señor. Baja la mano  ¿Permiso para hablar claro?

Mira a los otros dos presentes, saludandoles con un cabeceo, alzando el menton. Y volviendo la vista a su sargento, mientras saca del bolsillo la pitillera, para coger un nuevo cigarro.

Estrecho la mano de Kallor Bell.

- "Gracias señor Bell. Resulté bastante malherido allá abajo en el Fuerte Helado. Por suerte, unos cuantos días en un tanque curativo me han dejado casi mejor que nuevo. Supongo que estoy listo para regresar a ese infierno de hielo..." -

Hans no se separaba del buffet. Su experiencia como cazador, y ahora como explorador, le decía que no se debía desaprovechar una buena comida. ¿Quién sabe cuándo sería la próxima? En breve estaría alimentándose de aquellas asquerosas raciones enlatadas...

Es entonces cuando localiza la mesa del escuadrón Gatling y, agarrando otra cerveza, da unos tragos rápidos y se dirige hacia allí con el plato en una mano y la cerveza en la otra.

Cuando llega a la mesa, duda entre saludar de manera formal o no, pero es entonces cuando cae en la cuenta de que está cargado de cosas en las manos como para poder saludar.

- Con permiso.

Retira una de las sillas con el pie y deja el plato y la bebida, para poder cuadrarse y saludar.

- Se presenta el soldado Hans Vandel.

No termino de presentarme a mi colega zapador de la otra escuadra, cuando el va a presentarse con su sargento.
-Que desperdicio de cigarros.Me sonrío y me dirijo a mi compañero.

-Solo dos cargadores compañero. Solo dos.-miro a la sargento-vamos a sentarnos con ella. De paso conoceremos al resto.

Ya habrá tiempo para eso luego, seguro que ese planeta seguirá ahí cuando volvamos,  ahora a disfrutar del tiempo que tenemos en estos finos trajes y con esta buena comida, si desea puede acompañarnos un rato a la mesa mientras deciden hacer el brindis oficial, sé que su escuadrón estará ansioso por tenerlo de regreso, pero no me quite el placer de presentarlo ante los míos – en la medida en que le digo esto, le indico un puesto vacío, mientras observo fijamente a los nuevos reclutas que han empezado a tomarse la mesa, siento entonces el palmoteo del cabo justo en el hombro mientras me introduce a los recién llegados, asiento con la cabeza y estiro la botella en señal de aprecio. Al oír las palabras del cabo le vuelvo a llenar el vaso, del cual los dos cubos de hielo ya han desaparecido, acompañados del licor…

Acompañando a Bell hasta la mesa, Becerra ve como el Cabo se olvida a la hora de presentarle y frunciendo el ceño recupera su botella de las manos de Bell y se sirve un nuevo trago.

Por cierto, mi nombre sigue siendo Becerra. - dice mientras se sienta apurando el trago y espera que se presenten los nuevos reclutas.