Partida Rol por web

9.14

Te adentras en la nueva sala cuando te chocas sin querer con un humanoide de cola pelada, pequeños cuernos y del tamaño de un gnomo. La criatura te aputa con su lanza y te gruñe con ojos de ira.

9.05

Tomas tu bastón y te diriges hacia la criatura que está enfrente tuya, entonces lo mueves girándolo salvajemente y golpeas su cabeza como si fuese una pelota de baseball. El golpe abolla su cráneo y lo deja totalmente inconsciente en el suelo.

Rebuscas en el cadáver y adquieres una lanza pequeña, una armadura de cuero tachonado también pequeña, 10 po, un lapislázuli y una antorcha siempreardiente.

Por lo demás ninguna puerta en la habitación.

En uno de los nuevos intentos de estocada, Paco casi cae por un traspies. Al final se equilibra pero u ataque falla.

Oye, tu bicho, y si lo dejamos estar? Total a este ritmo moriremos de viejos.

 Zeldara, sobresaltada por la presencia de aquel humanoide agresivo, coge su hacha con las dos manos y lanza un tajo horizontal contra su oponente.

Mi bastón encontró el cráneo de mi oponente y lo hizo caer. Tuve suerte. No todos los enemigos serán tan fáciles, ni todas las veces tendré el mismo resultado en un combate.

Registro su cuerpo y me guardo los objetos que he hallado. Luego, viendo que no hay otra puerta por la cual seguir camino, vuelvo hacia atrás.

Tomo ahora el pasillo del este, que era más angosto.

Presto atención a cada paso, sé muy bien que no debo ser confiada.

 El chico suspira, y empieza a buscar rápidamente en la habitación, pasando sus dedos por las paredes y el suelo, en busca de algún escondite secreto o algo semejante.

9.11

La criatura ante tus palabras que resultan incompresivas para él parece emitir un gruñido y vuelve a lanzar un ataque contra ti que de nuevo logras esquivar.

9.15

 La criatura reacciona primero ante tu amenaza y arremete contra ti con su arma, ésta se le queda clavada en la pared que hay detrás de ti, y justo en ese momento de distracción golpeas tu hacha contra él cercenándole su cabeza.

Esta rueda por la pequeña habitación.

Rebuscas en la criatura y te das cuenta de que lleva en su interior unas piezas de cobre que suman un total de 250. Por desgracia, parece que ya has visitado todas las zonas aparentes de este lugar y no parecen existir más salidas. Están completamente encerrada.

9.07

Adabella sale de la habitación cuando se encuentra justamente con una semielfa rubia y de ojos azules que también viste la túnica de Méntor.

Por su parte Mireia cuando entra en aquella habitación más larga que ancha se encuentra con una exhuberante mujer que porta un bastón con un poco de restos de sangre. Aquella mujer llevaba el mismo ropaje que ella.

Se centra y con su equilibrio recobrado consigue alcanzar a su adversario con una estocada.

Como parece que no tiene salida, Zeldara emplea todo el tiempo del mundo que crea necesario en buscar cualquier trampilla o puerta secreta que la pueda sacar de allí, tanto en esa sala como en las otras y los pasillos.

La semi-elfa mira las ropas de Adabella. Eso no pintaba bien

-¿Que te ha ocurrido?-pregunto.-¿Habia algo ahi dentro?

La semi-elfa intento mirar dentro de la habitacion, poniendose de puntillas para ver mejor.

- Hola.

Digo, sorprendida de encontrar a una elfa aquí pero alegre de que no sea otra de esas criaturas, muy alegre.

-Me llamo Adabella. No te preocupes por la sangre, no es mía... sino de una criatura que hallé una habitación por detrás, yendo por otro pasillo.

Intenté que se diera cuenta de que no había que preocuparse más por dicho ser, pero solo por las dudas, agregué.

-Ya me hice cargo del ser, así que no te hagas problema.

La miré, y estiré mi mano en señal de saludo.

-¿Y quién eres tú?

-Yo soy Mireia, aprendiz. Y tu supongo que tambien lo seras.-dijo mirando su uniforme, y acercando su mano a la suya.

-¿Has encontrado algo por alla?-pregunto, señalando el camino por el que habia venido Adabella.-Por aqui no hay nada, que yo sepa. La mayor parte del camino esta cortado.-dijo, pero se arrepintio. Deseaba salir de alli cuanto antes, y contando a los demas lo que sabia no ayudaria mucho.

 -Sólo encontré a esa criatura, tomé todo lo que podía cuando acabé con su sufrimiento...

Me puse las manos en la cintura, una en realidad, con la otra sostenía mi bastón.

-Sí, también soy una aprendiz. Mejor sigamos caminando, seguro que juntas lo tendremos un poco más fácil. Tú díme si quieres volvemos para atrás, aunque miremos si no hay ningún camino por aquí que aún no hayas tomado. ¿Te parece?

-Solo me faltaba explorar esta habitacion, y este pasillo.-dice señalandole el que le faltaba por mirar.-La otra parte ya la he explorado.

Entonces recuerda un lugar por el que no habia pasado.

-Y un pasillo que estaba tapado por rocas, pero tal vez puedas hacer algo para apartarlas.-le dice.

 -Bien, compañera...

Le digo tomando el bastón ahora con las dos manos.

-Sería prudente entonces ver la habitación primero, ya que se encuentra más cerca. ¿Estás lista?

Pregunto esperando que nos pongamos en movimiento y que sea lo que sea que esté allí podramos vencerle, si es que se esconde algún enemigo.

La semi-elfa sonrie al ver que no ha comprendido.

-La habitacion que me falta por explorar, es por la que has venido.-explico.-Es el pasillo lo que todavia no he explorado.

 Sonreí.

-Dísculpa, este sitio marea, a por el pasillo entonces.

Digo y comienzo a caminar hacia él, esperando que por supuesto vayamos juntas.

"No hay que ser confiados, ésto encerrará muchos peligros. Sí señor"