Hablo del armario que pusimos encima de la trampilla. Pero releyendo veo que solo pusimos la mesa.
Sin armario, entonces me preparo para otro placaje y sujetarlo e inmovilizarlo mientras mis compis descienden al sótano.
Motivo: Placaje/inmovilizar
Tirada: 2d6
Resultado: 6(+4)=10 [2, 4]
Espero a que baje, me parece que en la planta baja solo estamos Lisa y yo. De todas formas dejo tirada.
ahgggggh cierro el armario de un portazo y corro fuera de la habitación
los m-m-maniquies...
Salgo fuera de la estancia y me enchufo el ventolin.necesito aire...
el maniqui se comio.... a alguien... digo en estado de shock
—¡Aish! Ya sé que está el maniquí ahí, pero algo tenemos que hacer... Esta casa está llena de muñequitos maliciosos y hay que encontrar la forma de que esto termine—respondo a Roby muy desesperada—. Te ayudo a mover el armario y hacemos eso. Si.
Y me dispongo a hacerle caso al deportista, aunque eso implique mucho esfuerzo extra. Sólo que si la respuesta está en el sótano esa cosa saldrá rápido y no es muy amigo que digamos. Así que con un miedo que estoy por hacerme pipí encima, corremos aquel mueble y en cuanto abro la trampilla cierro los ojos. ¡Saltará encima!
De igual manera no sé que dice Igni, me despisto.
—¡Ayúdennos aquí! ¡Jaaaaaadeeeee!
Un gritito para que vengan, a ver que la exploración debe terminar porque si no hay respuestas al parecer arriba, tendrá que ser en el cuartito oscuro del sótano.
Al descorrer la mesa que hay sobre la trampilla que da al sótano, no sucede nada. Ningún ser demoniaco la abre para saltar sobre vosotros.
Sabéis que abajo está la oscuridad, el silencio y le maniquí que encerrasteis, y que os estará esperando con suma paciencia cuando - por el diseño de la mansión - os veáis obligados a bajar de uno en uno.
¿Quién será el primer valiente?
Ubicación: C1. Ático.
Es la parte más alta de la casa. Está lleno de trastos viejos y ropa apilada. Se nota que se han improvisado camastros con algunas de las cosas allí acumuladas.
El suelo cruje al ser pisado y parece inestable.
La puerta está abierta pues Theresa ha arrojado las llaves por las escaleras. Ella se encuentra en una posición que indica que está dispuesta a iniciar una pelea, para salvar el pellejo. En la mano lleva su navaja.
Un maniquí se encuentra a unos pasos de ella, con la intención de rodear su cuello con sus frías manos y robarle la vida. Por la posición del mismo, no cabe duda de que se encontraba en el techo, acechando.
Con la ayuda de la esforzada Lisa, y la decidida Jade, consiguieron mover la mesa con la que un rato antes habían bloqueado la trampilla. Vaya negocio, mesa a un lado, mesa a otro.
Nada. Silencio. El sudor apelmazaba el cabello rubio de Rob. Paseó la vista de un compi a otro. Seguía empuñando el atizador.-Venga, chicos, para abajo. Ya le arranco la cabeza a esa cosa.
No es que las tuviese todas consigo. Pero vamos, que tenía una reputación que mantener. A pesar de que el corazón le iba como un tambor acelerado.
Intento recuperar a Ignatius de su visita al armario. Ahora no hay tiempo para eso. -Igni, te necesito, nos estamos dispersando. Creo que algo malo pasa en el ático. Necesito que subas y les rescates, yo iré abajo, antes que hagan una tonteria-
Bajo los escalones de dos en dos hasta el salón, con las llaves en la mano.
-Rob!, no bajes ahí, no puedes con el, cerrad esa puerta-
Estaba arriba, no podia ayudar a mover la mesa XD
Pero hay un maniqui en el armario, y creo que se movió... y un c-c-c-c-cadaver medio devorado
Estoy visiblemente nervioso.
se movio, Ja-jade, creo que movio una de sus palidas manos. Y se habia co-comido a una persona
Miro hacia las escaleras, a ver como van en el atico...
Es seguro que su-suba? pregunto a Jade algo aterrado
Theresa, retrocede. - Le gustaría hacerse el héroe, ponerse a pelear con aquel muñeco a vida o muerte para sorprender a la chica, pero a estas alturas y todavía saboreando la bilis en su garganta no estaba por la labor de fingirlo. Sin embargo se mantuvo pendiente del suelo inestable, imaginandose que un paso en falso haría que la madera se rompiera y cayeran al piso inferior, vete a saber a cual habitación. - Nena, yo te cubro.
Tenía los brazos extendidos, pendiente de cada movimiento del muñeco, intentando colocarse lentamente frente a Theresa para que, en caso de que atacara, no fuera ella el objetivo.
Estaba muy tensa. Y asustada. Yo, por lo general una chica que no le tenía miedo a nadie ni a nada. Pero... ¿Cómo no estarlo? Por mucho que intentara ser valiente, esta situación empezaba a superarme. Solo esperaba que los demás pudieran llegar pronto al sótano y acabar con esto, porque no sabía si les podría acompañar sin que antes no se viniera abajo el suelo o el maniquí se abalanzase de nuevo sobre mí para herirme. Sujetaba con mucha fuerza la navaja, hasta el punto de hacerme daño. "No debería haber venido aquí. No sé por qué coño no me quedé en casa o me fui a otro sitio..." —me repetía, barajando mientras tanto mis escasas opciones.
Entonces, unos pasos a mis espaldas me alertaron de que alguien estaba subiendo las escaleras. En ese momento, Carlo asomó la cabeza y le dirigí una mirada de preocupación, frunciendo un poco el ceño, pero no me permití apartar mucho tiempo la vista del frente. Cuando el chico se fue acercando, alcé una mano para que se detuviera.
—¡No te acerques más! —le advertí—. El suelo es muy inestable y no creo que aguante demasiado peso. Si damos algún paso en falso caeremos sobre el resto de la mansión... —murmuré, sin perder detalle de lo que hacía la figura ahora inmóvil del maniquí.
—¿Cómo que un cuerpo devorado? ¡¿Estás diciendo que se han comido a alguien?!—pregunto visiblemente preocupada—. Ainsss, Roby y si te hace daño. No sé yo si es conveniente abrir esto, sabes que para mi ya eres un héroe y todo bien, pero no sé. Mira lo que dice Igni.
Le planteo al deportista mientras espero que aparezca Jade, al parecer ella quiere detener lo que estamos haciendo. Yo ya no sé que hacer, si la clave no está en el sótano. Entonces... ¿Dónde?
El suelo de ático emite un sonoro crujido.El ambiente se llena de polvo cuando varias tablas del suelo se rompen bajo los pies del maniquí.
Sin importarle su propia seguridad, la criatura inicia una carrera hacia sus futuras víctimas.
La estructura tiembla y no resistirá mucho más.
Estáis más cerca de la puerta que el maniquí. Una tirada de físico a dificultad 9, os librará de la caída.
El suelo del ático comienza a ceder, crujiendo de forma lastimera y llenando el piso superior de polvo.
No le dio tiempo ni siquiera a hablar, simplemente actuó.
El suelo crujía, anunciando el peligro de venirse abajo en cualquier momento mientras que la criatura corría hacia ellos, dejándoles sólo una salida posible: Huir como un bellaco. Por eso agarró la mano libre de Theresa para intentar echarla hacia la puerta o, en caso de que el suelo cayera bajo sus pies, poder sostenerla en el aire.
De ahí no se iba solo.
Motivo: Fuerza
Tirada: 2d6
Dificultad: 9+
Resultado: 12(+2)=14 (Exito) [6, 6]
Ojo el "crítico"!
No sé si se entendió mi movimiento o siquiera si es posible, pero lo que quería hacer era irme (ya que pasé la tirada) y ayudar a Theresa en caso de que ella no la pase para que no se estampe.
—Joder, ¡hay que largarse de aquí ya!
Como si de una película en stop motion se tratara, el tiempo pareció sucederse a cámara lenta durante unos segundos. Los temblores bajo nuestros pies indicaban que el suelo iba a ceder en cualquier momento y el maniquí, consciente de ello, tenía la aviesa intención de arrastrarme con él. Me giré con rapidez hacia la puerta, intentando imitar el ágil movimiento de Carlo y estirando la mano todo lo posible para agarrar la suya y así no caer. Necesitaba aunar todas mis fuerzas para conseguirlo o de lo contrario...
Motivo: Evitar caída
Tirada: 2d6
Dificultad: 9+
Resultado: 4(+3)=7 (Fracaso) [1, 3]
Ya sabía yo que los dados no me iban a querer y fallaría la tirada -.-
Con ese crítico te da para salvaros los dos.
La mansión se estremece y emite un sonido similar al de un maniaco enfurecido. El ático se desploma sobre el salón principal, cubriendo todo de astillas y pedazos de madera. Entre los polvorientos restos se pueden ver trastos viejos, ropas que tuvieron tiempos mejores y un maniquí inmóvil.
Su cuerpo maltrecho está quieto, ¿por cuanto tiempo seguirá así?