Partida Rol por web

La Casa del Polvo y la Ceniza

Cuarta Parte: Trampa Mortal

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16/03/2017, 14:26
Urtzi Chrom

Urtzi estaba más nervioso que de costumbre, este sitio no le impregnaba ningún tipo de confianza, que clase de sitio es este, una biblioteca con los estantes vacíos. Golpea un par de veces el monóculo.- Porque me haces esto... - Susurra para si mismo. Observa el resto de la habitación... Las estanterías, podrían escalarlas.- Creo que lo mejor será pasar de largo...- Dice casi como un suspiro.

Notas de juego

Ya no estoy PNJotizado chicos!

PD: Esperando la información que debes a Urtzi Máster =)!

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16/03/2017, 22:49
Director

Reacios a avanzar a ciegas hacia lo desconocido, el grupo envió al servocraneo en primer lugar para en internarse en la sala. Por experiencias pasadas el servocraneo debería haberse alejado para cubrir toda la habitación antes de volver hasta vosotros cuando se hubiera encontrado con la primera situación inesperada; en este caso solo tardó unos segundos.

En el momento que el servocraneo avanzó hasta el centro de la habitación describió un giro brusco y volvió hasta vosotros. Al momento mostró una simple imagen de su pictograbador. Directamente en el hueco que dejaban los mostradores dispuestos en mitad de la habitación se encontraba el cuerpo de uno de los clérigos dolientes del lugar sobre un charco de sangre, indudablemente muerto puesto que su cráneo había reventado como un huevo.

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16/03/2017, 23:04
Director

Tras un esfuerzo increíblemente arduo, finalmente consigues que tus ojos se habitúen al demente ritmo en el que las palabras aparecen en la placa de datos rescatada de los departamentos de los administratum.

El texto, aparentemente un par de anotaciones sueltas a modo de diario, venía a decir lo siguiente:

Día xx:
Bajamos a la ciudad muerta 2 días antes de lo acordado siguiendo las cuevas de la costa. Gabriel había sonsacado el camino a un soldado de las FDP con el que había entablado amistad y afirmaba que solo tenía curiosidad, admito que yo también, pero además necesitaba salir de esta cripta tan claustrofóbica. Deberíamos haber cambiado nuestras ropas, varios de aquellos tipos nos miraron como si quisieran matarnos y robarnos pero por suerte el salario de unos simples escribas como nosotros es famoso por su escasez.

Finalmente Gabriel me dejó tirado para apostar sus pocos tronos en una taberna de mala muerte en la que no hubiese entrado ni loco; decidí que lo mejor sería ver los puertos donde llegaría la mercancía, también pensé que la zona estaría más limpia y así podría respirar algo de aire fresco, si es que al aire apestado por el salitre de ese mar ácido se le puede llamar "limpio". Al llegar, me quedé de piedra al ver al gran doliente conversando con un tipo en el extremo del puerto. Me escondí de inmediato, por lo que no creo que me vieran, pero pude escuchar su conversación a medias.

Creía que aquellos monjes tenían un voto de silencio, sin embargo hablaron mucho sobre los objetos de la subasta; pensandolo ahora al fin y al cabo no es que sea tan sospechoso, pero el tipo tenía un aire peligroso y no quería meterme en un embrollo si llegaban a saber que los había escuchado a hurtadillas. Me di cuenta de que el obispo trataba a aquél hombre con gran respeto a pesar de su rango. Tras un rato la conversación cambió y hablaron sobre cosas que no entendía, como "La gran conjunción" y un plan "por completarse". Por último, el hombre de aspecto peligroso mencionó que el apellido Haarlock atraería a "viejos conocidos" y ordenó al obispo preparar un recibimiento adecuado para ellos, me arriesgué a espiar tras la esquina y vi al obispo hacer una reverencia con una extraña sonrisa en el rostro.

Permanecí en mi escondite varios minutos después de que ambos se fueran de allí. Al volver, a Gabriel le habían propinado una paliza y abandonado en un callejón; idiota. No se si debería comentarle al decano lo que vi; los FDP me dijeron que nadie más había salido ni entrado de la casa del polvo y la ceniza aquél día, y cuando me preguntaron por mi interés me acobardé y dije que había visto a alguien sospechoso rondando cerca. ¿Habrá una salida secundaria del edificio? El gran doliente es a todos los efectos el anfitrión y no querría que parezca que lo acuso de algo. De momento registraré todo para no dejarme ningún detalle si es necesario más adelante...

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17/03/2017, 21:08
Hieronymus Homron

El arbites pidio al equipo que mantuvieran un tono de voz muy bajo, lo que para el gusto del arbites sería un tono practicamente inaudible y se señaló para luego señalar hacia lo alto de la estantería. Encendió una vez más el detector de salvaguarda, comprobó el ambiente y lo apagó. Se colocó el arnés de escalada y se aseguró de que los filtros nasales estuvieran en su lugar. Se colocó el escudo a la espalda y el rifle en bandolera, puso el pie en el primer estante y encendió el enmudecedor. Eso enmascararía su ascenso hasta la parte alta de la estantería, desde donde podría observar mejor la sala.

Dado lo heterodoxo de su acceso esperaba tardar en ser descubierto por enemigos emboscados, que sin duda vigilarían las entradas, los pasillos y las escaleras antes que esperar que un silencioso anciano acechara desde las estanterías. El arbites sabiendo que sus rodillas protestarían por la escalada maldijo en silencio porque a otro, a Orionus por ejemplo, no se le hubiera ocurrido aquella idea en su lugar.

Notas de juego

En resumen: el plan es ascender en silencio con el enmudecedor y con el arnés si es que eso supone una seguridad adicional a esta escalada fácil/automática. Evaluar la sala y sus potenciales emboscados. Informar entonces al grupo por el comunicador o bien abatirlos con el rifle silenciado si es sólo uno o dos. 

Si alguien quiere subir detrás y tiene un arma silenciada de alcance, es bienvenido.


Master: Por hacerlo rápido. Echas un vistazo pero la visibilidad es mala y no ves ni escuchas a nadie. El servocraneo tampoco ve a nadie por los alrededores.

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19/03/2017, 11:58
Hermana Isolda

Cuando vio la imagen que mostró el servocráneo, Isolda notó un ligero escalofrío antes de comenzar a apuntar con su bolter a todos lados. Vio como el arbitres ascendía por las estanterías y rezó en silencio al Emperador porque no le asaltara nada estando tan separado de los demás.

Se giró hacia Orionus y con un gesto indicó su idea de que acompañara al arbitres. El asesino era el más ágil y sigiloso de todos, y entre Heinrich, Gianna y ella tenían potencia de fuego para contener lo que fuera que les pudiera asaltar mientras ellos emboscaban lo que fuera que estaba en ese lugar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Dejo una tirada de perspicacia por si acaso

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19/03/2017, 12:05
Arcturus

Arcturus acarició amorosamente al servocráneo, y le cuchicheó unas palabras para que se mantuviese flotando cerca de ellos. Hyeronimus estaba trepando y el tecnosacerdote se encogió de hombros. Quería creer que era una medida innecesaria, propia de la paranoia habitual del veterano arbites, pero se preguntó si no habría alguien aguardando para volarles la cabeza en un rincón. Probablemente no; ¿quién querría matar a uno de aquellos clérigos? ¿Quién iba a estar esperándolos a ellos precisamente allí?

En cualquier caso, era necesario que alguien avanzara para descubrirlo. Con el servocráneo flotando a la altura de su cabeza, Arcturus se dirigió despacio hacia el centro, todos los sentidos en tensión.

-Cubridme, por favor -dijo a Heinrich y a Gianna. -Iré despacio, pero pasaré por el centro de la sala agachado y lo más rápido posible.

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19/03/2017, 19:40
Urtzi Chrom

Urtzi parece concentrado en leer algo que pasa a través de su lector, y tras un rato leyendo habla en un susurro.- Creo que tengo algo, pero quiero leerlo más metódicamente para no sacar conclusiones erróneas.- Tras eso parece desconectar de los que tiene a su alrededor para limitarse a leer, solo dice como si le estuviera hablando al aire.- Avisadme si hay peligro.

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20/03/2017, 11:43
Hieronymus Homron

El arbites ascendió unos cuantos metros por la estantería y echó un vistazo a su alrededor. No consigió ver a nadie y parpadeó un par de veces maldiciendo la sequedad que le había dejado la cirugía juvenat a pesar de que ahora veía tan bien como cuando era un cadete.

Descendió en silencio hasta el resto del grupo, desenganchó el arnés, apagó el enmudecedor y vertió un par de lágrimas artificiales en sus ojos que rodaron por sus mejillas, lo que, como otras veces daba a su rostro la extraña imagen de un anciano enfadado que había estado llorando.

En ese momento Arcturus emprendía el camino hacia el centro de la sala intentando ser lo más rápido y sigiloso posible, teniendo en cuenta el voluminoso armazón y los apéndices mecánicos, era un labor harto compleja.

El arbites torció el gesto y chasqueó la lengua con desagrado al notar el sabor salado de las lágrimas en la boca

- Heinrich, Gianna, Orionus, Isolda, posiciones de tiro ¡ya! Si alguien asoma la cabeza quiero que se la volemos antes de que pueda hacer lo mismo con nuestro imprudente Arcturus - el arbites creía que debía haber ocupado él el puesto del adepto dispuesto a aguantar lo que le lloviera encima, o quizás el asesino mucho más rápido y sigiloso. Con Urtzi perdido en una lectura el arbites hizo avanzar al grupo hacia adelante, como si de un pelotón de fusilamiento se tratara.

La discrección pasaba a un segundo plano, por detrás de asegurar la vida de Arcturus.

- Ojalá no haya trampas - pensó el arbites siempre sospechando de todo y de todos, pero sin expresar sus temores en voz alta.

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20/03/2017, 11:58
Heinrich Von Tod

Heinrich asintio ante la peticion de Arcturus y ya habia ocupado una posicion de tiro adecuada para proteger al adepto cuando Hieronymus ladro sus ordenes.

-Alegra esa cara, Jerome, esto solo puede mejorar.

Le dice refiriendose a las lagrimas que ruedan por las mejillas del veterano arbites.

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20/03/2017, 18:25
Orionus Boulder

Orionus que se asombró de la grandiosa biblioteca e intentaba asimilar el espacio donde podían emboscarlos o haber instalado una trampa, estuvo unos segundos observando cuando entraron todos a la vez en el habitáculo.

Todos/as se movieron con cuidado a la entrada de la biblioteca menos Hieronymus que realizo más acciones para situarse como un vigilante a mayor altura que los demás para controlar la situación. Al asesino no le gustó mucho esa reacción ya que visualmente de habían revelado por la mayor parte de la sala o toda cualquier que nos esperara. Ya no había vuelta atrás.

Luego se movieron hasta encontrarse.

Directamente en el hueco que dejaban los mostradores dispuestos en mitad de la habitación se encontraba el cuerpo de uno de los clérigos dolientes del lugar sobre un charco de sangre, indudablemente muerto puesto que su cráneo había reventado como un huevo.

El ambiente se puso tenso y el asesino miro con más atención si la muerte parecía reciente o como si llevara tantas horas como la sublevación de los clérigos en la Casa del polvo y la ceniza. Por esa razón observo con más atención que por si veía algún objeto o decoración inadecuada del habitáculo en general.

- Tiradas (1)
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20/03/2017, 23:50
Director

Tras algunas deliberaciones, finalmente el tecnosacerdote se ofreció a avanzar en primer lugar en solitario. "Lo más rápido posible" había mencionado Arcturus mientras el resto de acólitos tomaban posiciones en previsión a una emboscada; pero, al contrario que su flotante servocraneo, el tecnosacerdote no era especialmente ágil.

Sin embargo, la emboscada nunca ocurrió. El tecnosacerdote pasó por el centro de la habitación rodeado por los balcones de los pisos superiores sin que una sola figura apareciese de entre las sombras. Impaciente, Orionus avanzó también con intención de examinar el cadáver del clérigo; una vez más nada se movió salvo los propios acólitos.


Habían pasado varios segundos, Orionus y Arcturus habían tenido tiempo de pasar lo suficientemente cerca del cadáver como para echarle un vistazo con sus propios ojos y todo parecía que permanecería igual de silencioso y tranquilo que antes, cuando la puerta del pasillo opuesto de la sala comenzó a abrirse con excesiva lentitud. Al otro lado aparecieron dos figuras humanoides cargando sobre los hombros con una tercera.

Tardásteis un instante en daros cuenta de que la figura de en medio era Quill, y los hombres que le llevaban os resultaron desconocidos unos segundos más, hasta que la figura de Nonesuch apareció tras ellos avanzando lentamente y recordásteis que aquellos eran dos de sus guardaespaldas. Cerrando la marcha le seguían el último de sus guardaespaldas y la mujer con aspecto de secretaria que caminaba apresuradamente aferrada a su carpetilla de cuero y sosteniendo los objetos que Nonesuch había adquirido en la subasta: el sello sangriento, el averiado brazalete astartes y la máscara de piel xenos.

Todos ellos parecían haber salido prácticamente ilesos del ataque de los clérigos dolientes (salvo algunos rasguños aquí y allá y varias salpicaduras de sangre). Todos salvo Quill.

              
                    

Por la frente de Quill caía un hilillo de sangre, que se sumaba a otro que le caía por la comisura de la boca. A esa distancia era difícil de decir si estaba muerto o solo inconsciente. A pesar de ser inseparable de Vymer, no se veía a este último por ninguna parte.

En un primer momento no se dieron cuenta de vuestra presencia y avanzaron hacia delante con decisión, pero cuando casi habían terminado de recorrer el pasillo los guardias se detuvieron en seco al ver a Orionus y Arcturus, y Nonesuch avanzó a contemplar el motivo de que se hubieran detenido.

Notas de juego

Los guardaespaldas están armados, pero evidentemente los que llevan a quilla no llevan las armas en las manos por tenerlas ocupadas.

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21/03/2017, 00:23
Maestro Nonesuch

- Están vivos. - dijo con más desconcierto que alivio - A estas alturas creí que eramos los únicos que habíamos escapado con vida de aquél infierno. - durante un momento miró a su alrededor, como evaluando si había alguien más en la habitación, pero al comprobar que no era así volvió a centrar su atención en vosotros y en Quill.

- ¿Alguno de ustedes cuenta con conocimientos de medicina? Hemos hecho lo posible por él, pero temo que a este paso no logre despertar. -

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21/03/2017, 00:32
Director

Notas de juego

En lo que pasáis cerca del cadáver y Orionus lo examina descubrís una sola cosa. No es simplemente que el cráneo del clérigo haya reventado, su cerebro no se encuentra por ninguna parte.

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21/03/2017, 02:06
Orionus Boulder

Orionus al examinar junto a Arcturus el cadáver del clérigo, observaron que no se veían restos del cerebro. El asesino no sabía cómo mal pensar y como se lo tomaría esa información sus compañeras/os. Por eso expreso titubeando un poco y cara seria "¡Eh, eh este clérigo no tiene cerebro y no se ven restos!".

Entonces apareció el pequeño grupo de invitados y desconocidos malheridos en la biblioteca, pidiendo ayuda médica. Orionus con el rifle automático firme apuntando les y quitado el seguro, pregunto "¿quiénes sois vosotros que traéis a Quill?" y en general "¿qué os ha pasado después de la masacre?".

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21/03/2017, 12:16
Hermana Isolda

Isolda se giró hacia el sonido de los pasos y encaró su bolter hacia esa dirección mientras veía al tal Nonesuch y su escolta entrar por ese lugar.

-Primero deteneros -dijo usando toda la fuerza de voluntad que pudo- y dejad las armas antes de que siquiera nos planteemos la posibilidad de ayudaros -frunció el ceño mientras miraba a ese noble y observaba a la secretaria con los objetos de la subasta- ¿De donde venis?

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21/03/2017, 20:35
Arcturus

Arcturus no perdió tiempo en palabrería: de inmediato se arrodilló, se echó el rifle a la cara, lo colocó en automático y apuntó con cuidado a Nonesuch; con un gruñido, indicó al servocráneo que se colocara tras él.

Desde luego estaba en el peor sitio posible para desatar un tiroteo, y no se atrevió a apretar el gatillo; pero estaría preparado para respaldar las palabras de Isolda y hacerlo si los recién llegados hacían el menor gesto ofensivo.

Notas de juego

*Arrodillarse y apuntar (no sé si arrodillarse requiere media acción; si no, acción completa para apuntar).

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21/03/2017, 23:01
Gianna Anzerani

Tras unos segundos angustiosos tanto Arcturus como Orionus consiguieron llegar hasta el centro de la sala donde se encontraba el clérigo muerto, no se escucho ningún disparo ni hubo ninguna emboscada, eso era bueno, pero aun así en ningún momento bajo la guardia, no me fiaba de tanta tranquilidad, seguimos avanzando cuando de repente por la otra puerta asoman un grupo de la subasta, con varios objetos de los subastados, automáticamente apunto a uno de sus guardaespaldas a la espera de cualquier movimiento sospechoso, mientras no les quito ojo de encima permanezco atenta a cualquier otro posible ruido que pudiera venir de algún lugar de la sala.

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22/03/2017, 16:04
Heinrich Von Tod

Heinrich inmediatamente cubre a Arcturus, como le habia prometido. Apoya su espalda contra la estanteria  pone su cuerpo a tierra y apunta a los recien llegados. No esta seguro de si han de acabar con ellos, pero desde luego, parece una buena forma de cumplir con la mision impuesta por la inquisicion. Salir vivos de ahi.

Que ademas puedan llevarse los objetos de la subasta que los presuntos herejes llevaban encima era un bonus. Heinrich no olvidaba que Arcturus tenia "picazon" en los implantes en presencia de Nonesuch. Y eso, ante la supersticion ante los secretos del mechanicum de Heinrich, era claramente un indicador del mal.

-Soltad todo lo que llevais- Repite, adaptando la orden de la sororitas- O ateneos a las consecuencias.

Su escopeta a esta distancia podria hacer una buena tarea.

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22/03/2017, 18:29
Hieronymus Homron

- Mi señor Nonesuch - saludó el arbites, adelantándose al grupo de tiradores aunque sin soltar el escudo o dejar de empuñar el rifle automático con la otra mano - debeis perdonar a los hombres de mi equipo, quizás sean demasiado celosos de su trabajo - aunque no ordenó que bajaran las armas o que abandonaras sus posiciones de tiro, con lo que, de facto aprobaba que los acólitos hubieran respondido rápido y de aquella precisa forma.

- Pero la seguridad es lo primero ¿verdad? y más aún en trágicas circunstancias como éstas.

- ¿Cómo escapásteis del gran salón? ¿cómo llegasteís hasta aqui? y perdonad mi curiosidad pero ¿cómo encontrásteis a este hombre? - añadió señalando a Quill con un gesto de su arma.

El arbites había empleado un tono correcto, educado y formal, sin elevar la voz o dar dureza a sus palabras, como si la conversación en la exposición, previa a la subasta, no hubiera concluido, como si no estuvieran a un parpadeo de desencadenar una matanza. Nonesuch se había comportado con él con corrección y estaba dispuesta a darle una oportunidad, aunque el arbites nunca se fiaba de nadie. Hizo memoria y recuento y comprobó que los tres guardaespaldas y la secretaria eran toda la dotación de seguridad del noble, no había nadie oculto, salvo... que fuera todo un truco y Vymer estuviera dispuesto a saltar sobre ellos, quizás Quill ni siquiera estuviera herido.

- Por favor, decidle a vuestros hombres que dejen a ese hombre y sus armas en el suelo y se aparten un paso. No quiero que ninguno de mis hombres se vea amenzado y suframos un irreversible malentendido - el tono del arbites no era de amenaza y sinceramente pretendía evitar acabar con aquel grupo, podían ser inocentes y además el tiroteo atraería una atención innecesaria por parte de los clérigos que merodearan cerca.

Por otro lado, tenían de su parte la superioridad numérica, de armamento y de situación, por lo que la opción más prudente por parte de Nonesuch era, sin duda, colaborar.

- Por favor, señorita, os ruego que le entregueis esos objetos a mi señor, Lord Uriel Storm - miró a Urtzi esperando que el encuentro le hubiera sacado de su lectura - serán estudiados y os doy mi palabra, Lord Nonesuch, de que os serán devueltos después. Os doy mi palabra de que no pretendo arrebatároslos - el arbites no dijo, que el estudio sería realizado en el Tricorne, ni que sería la Inquisición la que decidiría cuando considerar terminado dicho estudio. Por lo que al arbites respectaba, si no eran heréticos ni peligrosos, bien estaba que el extraño noble los conservara, coleccionara o expusiera en una galería.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Master: Haz una tirada de Carisma (+0) o Negociar (+10) para evaluar como de convincentes son los términos que propones a Nonesuch y sus hombres.

Respuesta (pretirada): Espero que los términos del acuerdo y la situación supongan un importante bonus, porque el arbites no tiene ninguna de las dos habilidades...

Respuesta (post-tirada): Pues al final ha ido muy justo. =)


Objetos en poder de Nonesuch (recordatorio):

- Sello sangriento
- Brazalete destrozado
- Máscara de piel xenos.

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23/03/2017, 22:44
Maestro Nonesuch

Nonesuch se giró bruscamente hacia Orionus cuando gritó sin reparos en primer lugar retrocedió un paso y alzó las manos lentamente, aunque sin soltar su bastón ni mudar el gesto más que un breve instante. por su expresión, diríais que comprendía vuestra postura amenazante hacia ellos. A continuación comenzo a responder con calma a las preguntas de Hieronymus, una por una.

- ¿Escapar? Por pura suerte diría yo. Los clérigos dolientes que nos encontramos estaban ocupados con soldados que aún se resistían contra ellos; seguimos a un adepto en fuga hasta un acceso secundario, seguramente para cargar los objetos hasta el piso superior, que nos sacó de allí. -

- Intentamos volver a las puertas principales, pero los clérigos estaban por todas partes. Tomamos un rodeo y creo que nos perdimos. Respecto a este hombre - hizo un gesto hacia Quill - escuchamos algunas detonaciones cerca de nuestra localización y lo encontramos desmayado tal y como lo pueden ver. Cargamos con él desde entonces. -

Por último escuchó las peticiones de Hieronymus, y frunció el ceño antes de hablar - Puede quedarse con el herido si quiere, pero solo un loco aceptaría quedar desprotegido. Le recuerdo que esos clérigos continúan por ahí, dispuestos a matarnos. - En ese momento hizo una pausa, como si quisiera remarcar el orgullo de aquellas últimas palabras, antes de continuar - Pero si es necesario para que no me traten como a un enemigo les prestaré mis ganancias. - la mujer se adelantó hasta estar a la altura de Nonesuch. - Kamila, ve con ellos. - Y a su orden la joven secretaria de Nonesuch comenzó a avanzar muy lentamente hacia vosotros con los objetos de la subasta cuidadosamente acunados en sus brazos, situandose indefensa en medio de la linea de fuego.

Notas de juego