Partida Rol por web

La Casa en los Confines

La inquietud de Everett Andrilowski

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31/01/2017, 19:35
El bosque oscuro.

Hubo un breve forcejeo. Cuando todo acabó, Don estaba completamente vestido, pero se movía ya como sin fuerzas. Un poco atontado. Se quedó en el sofá, donde se había visto obligado a ser vestido como un niño pequeño, dado que parecía tener una curiosa falta de experiencia con los botones y demás. No soltó la cadenita de plata.

Estaba sentado en el sofá con sus botas, unas polainas de Everett, un chaquetón, toda su ropa y una manta por encima. En dos segundos, se había quedado dormido.

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31/01/2017, 19:40
La tormenta

Bien de mañana, un rayo de sol entrando por la ventana sorprendió a los dos amigos dormidos en el sofá como bebés. Don todavía agarraba con fuerza la cadenita de plata, aun inconsciente como estaba.

El primero en despertar fue Everett, por pura costumbre, y sobresaltado, dado que ese día... ¿Qué narices habría pasado durante la noche?

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01/02/2017, 08:38
Everett

Everett se levanta con mal cuerpo, murmurando imprecaciones para si mismo.

- Menuda noche me ha hecho pasar el desgraciado este...

Ventila un par de minutos la casa y se dispone a preparar café mientras lanza alguna que otra mirada siniestra en dirección a su durmiente compañero, pensando en la posibilidad de montarlo en la carretilla y llevarlo el mismo a la ciudad, para quitárselo de encima de una vez.

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01/02/2017, 15:28
El Abismo
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Volviste a la conciencia de manera intermitente, por culpa de la dolorosa luz que te estaba llegando desde aquel hueco de la pared. Había sido demasiado esfuerzo el que habías obligado a soportar a ese cuerpo, te dabas cuenta. Al final no resistió. Y los restos de aquella bebida que te facilitaba tomar el control se habían disipado para cuando eso ocurrió. Recuerdas cómo te viste obligado a volver a aquella cadenita (así lo habían llamado los seres bípedos) para, tú también, descansar.

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01/02/2017, 18:12
Serpiente de Plata
Sólo para el director

Traté de moverme, me retorcí una y otra vez intentando escapar de las garras de aquel que me sujetaba justo debajo del rayo de luz. Debía salir de la luz. ¡Tenía que hacerlo! No me gustaba... no me gustaba. 

Me retorcí y escondí mi cuerpo, de nuevo hecho cadenita, enrollándolo dentro de la mano del ser llamado Don. Entonces recordé todas las sensaciones, todo lo que había averiguado estando en su cuerpo. Yo no era un "él", era un "ella". A, R, N...

Si él se hacía llamar a sí mismo Don, o así lo llamaba Everett, y la cadenita cuando yo no la controlaba había dibujado esas letras... entonces... ¿yo era Arn? Un nombre un poco raro. Aunque, bien pensado, yo no tenía muy claro cómo debían ser los nombres para ser o no ser raros... Y el Abismo... ¿Quería ir a él? ¿O había salido de allí? Cada vez tenía menos claro lo que quería... Cada vez estaba más confusa... más y más confusa...

Tenía que salir, en cualquier caso, del rayo de luz aquel. Así que hice acopio de fuerza de voluntad y me retorcí de nuevo, intentando llegar a la acogedora oscuridad de algún rincón...

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01/02/2017, 19:12
El Abismo

Soñabas con ese abismo invitador cuando despertaste de aquella noche tan agitada, con tantas pesadillas. ¡Y qué pesadillas! Recordabas a la perfección cada detalle, ahora en una deliciosa duermevela, mientras la luz te daba en el rostro.

Poco a poco te fue despertando el ir y venir de Everett por la casa y... ¿De verdad había sido una pesadilla? Algo se agitaba en tu mano, que se encontraba entumecida, engarfiada, agarrando... Abres los ojos, mueves la cabeza y un pinchazo de fiebre te azota las sienes. Estás tapado con todas las mantas de la casa, por lo menos. Algo se agita en tu mano, que está... ¿vendada? Tienes la mano vendada con pañuelos blancos, y las puntas de los dedos que asoman por el final están negras, tal y como sabes que ocurre cuando a alguien se le congelan. Y esa cadenita está ahora agitándose en tu mano, que la tiene agarrada con tal empeño que te puedes imaginar con qué desesperación la sujetó tu cuerpo antes de caer en la inconsciencia.

Notas de juego

Uuuups, parece que no fue un sueño. ¡Tira cordura! Perderás 1d3 puntos si pasas la tirada, y 1d8 si la fallas.

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03/02/2017, 13:37
Don Poppins

Lo primero que noto al despertar, antes incluso de abrir los ojos, son los murmullos de Everett. Apenas me atrevo a abrirlos, pero lo hago.

Everett me lanza miradas asesinas y no puedo evitar sentirme culpable. Quiero explicarle que he tenido un sueño horrible y abro la boca para hacerlo, pero en ese momento noto la agitación de la Serpiente de Plata entre mis dedos ennegrecidos. Observo su movimiento y comienzo a revivir la opresión y el miedo. Me retiro la manta lo justo para no sentirme oprimido y miro a Everett.

Sabía que no era un simple sueño, Everett... Lo sabía. —Levanto la mano para que vea la danza desesperada de la Serpiente de Plata.

Tengo tantas cosas que decirle... Pienso estirando la mano libre intentando recibir una taza de café caliente.

- Tiradas (1)
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03/02/2017, 17:49
Guardián de los Arcanos

Notas de juego

Tira 1d8 por haber fallado la tirada. Como saques 5 o más, tu reacción deberá ser muuucho más intensa: gritos, miedos, desmayos o, como alternativa, estupefacción, temblores, catalepsia... Reacciones intensas, vaya. Incapacitantes. Si pierdes 4 o menos, las reacciones deberán ser igualmente intensas (esto es algo extraordinario, imagina que te pasa a ti, a ver cómo te comportarías), pero no son incapacitantes, no te impiden hacer lo que desees que haga Don.

Esos puntos que saques en el d8 se quitan de tu valor de cordura, de modo que las siguientes tiradas de cordura las harás con el valor resultante de la resta. Así, cuanta más cordura pierdes, más inestable te vuelves.

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03/02/2017, 23:08
Everett

Everett le pasa el café a Don, el cansancio y la falta de sueño le vuelven irritable, y el que haya una maldita cadena que parece moverse sola no ayuda en absoluto.

- No se si es que Don me está vacilando haciendo juegos de manos o que las alucinaciones aprovocadas por ese maldito licor del demonio aún persisten, pero me importa una auténtica mierda. En cuanto me deshaga de Don pienso dormir hasta que San Pedro venga a despertarme... y luego ya podré pensar con más claridad sobre el asunto de la cadena...

Se sienta en el sofá y procura no mirar a la cadena mientras se bebé lentamente su café.

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06/02/2017, 16:46
Guardián de los Arcanos

Notas de juego

Acción, mozos, o avanzo. Y las consecuencias pueden ser... terrriblblbleees.

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06/02/2017, 17:44
Everett

Everett dice, con cara de pocos amigos:

- Bueno, ha sido una noche complicada, yo tengo un montón de cosas que hacer... trabajo acumulado, ya sabes... así que igual iba siendo hora de despedirnos ¿No?

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08/02/2017, 12:00
Don Poppins
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

(Ya me he quitado los 4 puntos)

¿Seguimos marcando sólo para el dire?

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08/02/2017, 14:43
Don Poppins

Con la mano libre sujeto la taza que Everett me ha dado. Doy un par de sonoros sorbos mientras miro a la Serpiente de Plata agitándose en mi otra mano. No parpadeo en el proceso. Lo que veo implica que he estado a punto de morir, pero no es eso lo que me perturba hasta el punto de gimotear sin poder evitarlo, es la convicción de que algo material está vivo, y ahora sé que intenta comunicarse. ¿POR QUÉ YO? Le grito a la Serpiente de Plata acercándola a mis ojos. ¿QUIÉN ERES? ¿QUÉ QUIERES DE MÍ?

Mis gemidos comienzan a subir de volumen, me levanto envuelto en la manta y me acerco a Everett. Cuando llego junto a él comienzo a llorar y temblar sin poder evitarlo, con la cadena en una mano y el café en la otra. Intento dejar el café en la mesa sin derramarlo y me apoyo con la mano libre en la mesa. Entre quejidos le doy un abrazo a mi viejo amigo.

Has salvado mi vida... Siento haber dudado de ti.—Incluso sabiendo que nunca se enteraría la culpabilidad me incita a sincerarme. De repente siento náuseas y una buchada me viene a la boca, con los mofletes hinchados busco un jarrón y escupo el café en su interior.

Me siento en la silla, mareado, y doy otro sorbo al café.

Escucha, Everett, porque lo que voy a contarte no lo vas a creer, pero tengo que hacerlo... Esta noche he tenido un sueño. Uno muy especial...—Respiro un par de veces y espero a que mi cuerpo deje de temblar. Cuando estoy más tranquilo, continúo hablando. —Yo... No era yo... Era la Serpiente de Plata, así me llamaba y éste era mi cuerpo.—Levanto la cadena sin mirarla.—Al principio pensaba que tenía unos de esos sueños en los que te das cuenta de que estás soñando y puedes aprovechar unos minutos de control. Así me sentía. Pero entonces adquirí una conciencia extra... Llámalo como quieras, pero yo era ella. Yo era la Serpiente de Plata. ¿Y sabes qué, viejo amigo? Mi única ambición era llegar a la Cabecera, a la puerta, al Abismo...—Observé el rostro de Everett sabiendo que su alerta escéptica estaba más que presente.—Pude ver, desde mi cuerpo de plata, a mi cuerpo real durmiendo en la tranquilidad de la noche. Entonces se despertó, y reconocí su mirada aunque no era la mía. Intentaba atraparme, y yo solo deseaba llegar al Abismo. Sé lo que vas a decir.—Bebí otro sorbo de café y me enjuagué la boca con él para después tragarlo.—Dirás, pero era un sueño. No era un sueño, Everett, al menos no uno cualquiera. Como te he dicho antes a veces tengo sueños que puedo controlar. En esos momentos sé que estoy soñando y lo aprovecho. Aquí no podía, no pude volar, no pude hablar, y no pude aparecer en un segundo en el Abismo por mucho que lo deseara. No cumplía las reglas de un sueño normal, ni tampoco de un sueño controlado.

Sin querer miro la cadena que se agita, como buscando su aprobación. Desde luego si sigo comportándome así no creerá nada de lo que le cuente, pero no puedo evitarlo, sé que nos escucha.

Intenté escapar de Don de... De mi cuerpo. Me escondí y entonces tú acudiste al salón en calzoncillos de franela y zapatillas. Quería pedirte ayuda, comunicarme contigo. Pero la parte de mí que no lo era me llenó de miedos, de ansiedad, y de premura. No sabía qué hacer, la parte que aún quedaba de mí en la Serpiente de Plata sabía que si yo me iba, mi cuerpo me seguiría, y probablemente tú irías detrás... Sin embargo, la sensación de ser un instrumento, de ser senda y a la vez guía, de la urgencia, y por qué mentir, amigo, si tu mejor que nadie conoces mi infancia, la necesidad de restregarle por la cara a mi padre que yo tenía razón sobre que había más en Kingsport de lo que parecía, era más fuerte que la lógica.—Desvié la mirada un instante, avergonzado. Luego suspiré y seguí explicándole.—En fin. El caso es que tenía que tomar una decisión, y los rayos de Luna me hacían cosquillas en el cuerpo de plata que poseía distrayéndome constantemente y a la vez fijando en mi interior la idea de que llegaba tarde al Abismo. Así que intenté escapar.

Señalo la rendija. Y tú le dijiste a mi cuerpo: Felicidades, has cazado una ardilla. Sonrío. Era yo, o ella, como quieras llamarlo. ¿Cómo podía yo saber eso si de verdad estaba dormido? Esperaba que esa duda naciera en su psique. Y acabé en el bolsillo de la camisa de Don de... de mi camisa. Y esto no puedes negarlo, viejo amigo, escapé de ese bolsillo y serpenteé hasta la puerta...

Apuré el café y me miré la mano ennegrecida.

Cuando salí al Bosque Negro ya poco quedaba de mí en ese cuerpo plateado. De repente, los árboles eran Dioses de Madera, la Luna el Ojo del Cielo, vosotros simples humanos. Me escabullí en el hueco de un árbol y subí a la copa para observaros. Intentabas llevar mi cuerpo real de vuelta a la cabaña, pero mi cuerpo me buscaba con la misma desesperación que yo buscaba el Abismo. Desde arriba pude ver cómo abandonabas mi cuerpo a su suerte. Me dolió... Y gracias a ello recuperé la razón. Recordé quién era yo realmente, comprendí que moriría allí si no volvía a sus manos, y le prometí al Abismo que iría, pero no con el cuerpo de la Serpiente de Plata, y no en ese momento.
Salté a sus pies. Y me subí a su mano justo cuando volvías con esa carretilla. Nos salvaste.
—Digo levantando la cadenita de nuevo.

Mientras tratabas que mi cuerpo real entrara en calor, mis sospechas sobre quién controlaba mi cuerpo me hicieron buscar en su mirada, esa mirada que reconocía. Me quedé anonadado. Aeryn, pensé con tristeza al recordar su cuerpo sin vida y su posterior ataque al despertar.

Agité mi extremo libre de un lado a otro para llamar su atención. Quería comunicarme. Empezaba a pensar que estaba atrapado en mi nuevo cuerpo, pues cuando subí a sus manos esperaba despertar, como cuando tenía una pesadilla con mi padre y la única manera de escapar del recuerdo era lanzarme desde el campanario de una iglesia o la cima de un risco. Así solía despertarme. Pero no ocurrió.

Y comprendí que el sueño era importante. Mucho más de lo que pensaba. Más que la pulsión que me empujaba a llegar al Abismo sin saber el motivo. Ahora creo saberlo. ¿No dijo William que nos prohibía volver allí por culpa de nuestro accidente e intentar cruzar sin su supervisión? Y de repente yo estaba dentro de la Serpiente de Plata. Serpiente que había aparecido de la nada... ¿Estaba William convidándonos? ¿Nos llamaba? ¿Era él, o quizá un ente maligno había conseguido llegar a nosotros? Y si se trataba de William... ¿Significaba la urgencia que sentía en mi interior que estaba en peligro? ¿Que necesitaba nuestra ayuda?

El cuerpo onírico de Aeryn había desaparecido. Ya no estaba. Eso es lo que ocurrió aunque tú no lo creas. Entonces, si ella no tenía cuerpo que habitar en los sueños, tenía sentido que habitara otro, en este caso el mío. ¿Por qué el mío? ¿Y por qué acabé siendo la Serpiente de Plata? ¿Cómo? ¿Nos había buscado? ¿La había mandado William? Teníamos que llegar al Abismo y descubrir lo que estaba pasando... Así que me retorcí en la palma de su mano dibujando la Cabecera, pero ella se desquició negándose una y otra vez, incluso me arañó la cara.—Me paso los dedos de la mano libre por las mejillas buscando los surcos.—Don de Aeryn... Aeryn luchó por evitar que la Serpiente de Plata llegase al Abismo. Ella sabe algo, Everett, no me mires con esa cara tuya de escepticismo controlado. Si lo que pasó anoche fue un sueño: ¿Cómo es posible que la cadenita se agite sola? Se menea igual que me sacudía yo para intentar que me vieras, como si estuviese viva. Y si Aeryn ya no está soñando: ¿Quién habita ahora la cadena?

Me quedo en silencio un momento.

Everett. Siento mucho lo que ha ocurrido, y sé que no quieres creerlo, igual que mi padre.—Me muerdo la lengua, sintiendo culpabilidad.—Siento la comparación, no te la mereces. Intento que comprendas, que aunque tú no quieras asumir que hay mucho más de lo que crees detrás de esa niebla espesa, ya estás metido en esto. Tienes que acompañarme, tengo que ir a hablar con Aeryn y preguntarle si ha soñado lo mismo que yo, necesito demostrarte que lo que te he contado es real. Esta noche me has demostrado que puedo confiar en ti, y si finalmente debo acudir al Abismo me gustaría que estuvieses a mi lado...

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09/02/2017, 08:52
Everett

- Pobre hombre...

Everett tuerce el gesto según avanza la historia y al final interrumpe para decirle:

- Don, a ver, creo sinceramente que hemos sufrido algún tipo de intoxicación alucinatoria... seguramente por culpa de ese maldito licor de alcachofas... el caso es que a ti te ha afectado más que a mi, yo también puedo ver esa cadena moverse hipnóticamente, el caso es que la suma del frío, la falta de sueño y las alucinaciones me impiden pensar con claridad y como la lógica me dice que las cadenas no se mueven solas pues supongo que se trata de una alucinación.

Creo que lo que habría que hacer es dejar pasar un día o dos para descansar, a ver si se limpia de tóxicos nuestro cuerpo, y entonces lo veremos todo desde otra perspectiva. Si para mañana por la mañana me sigue pareciendo que la cadena se mueve sola te acompaño a donde tu quieras, más que nada porque la otra opción es que el sheriff nos acompañe a algún psiquiátrico y eso no me parece para nada un buen plan.

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10/02/2017, 13:59
Don Poppins

No me sorprende su reacción, desde luego que no es fácil derribar el muro de la lógica en una mente tan científica como la suya, pero caramba, al menos ha dejado una puerta abierta, una posibilidad de que sea cierto. Me planteo usar mis conocimientos sobre el comportamiento humano para tratar de convencerle, sin embargo lo destierro a lo más profundo de mi alma porque se trata de mi amigo y el juego sucio lo tengo reservado para los que no merecen esa definición.

Sujeto la cadenita con las dos manos y leo la inscripción para mis adentros. A continuación miro a Everett.

Está bien. No quiero forzarte a creer sin que busques tu propio camino al entendimiento. Reconozco que podría ser un cúmulo de efectos que ha perturbado nuestras mentes, pero tú sabes bien que las alucinaciones conjuntas no suelen tener ese nivel de certeza... Así que, antes de marcharme te avisaré de que si esta noche te encuentras en la situación en la que yo me encontré—le pongo la cadena en la mano y le cierro el puño—, debes negarte a sus deseos. Al menos hasta que ambos estemos de acuerdo en cómo proceder. ¿Prometido? Yo volveré por la mañana y hablaremos entonces.

Realmente temía por su vida. Si esta noche se convertía en la Serpiente de Plata no habría nadie para ayudarle, y aunque deseaba quedarme con él conocía demasiado bien a Everett como para darme cuenta de que su nivel de paciencia estaba en el límite, y no quería acabar con un garrotazo en la espalda por hincharle los innombrables.

Me levanto y comienzo a vestirme. Para empezar, debería ir al hospital para que evalúen los daños físicos que he sufrido.

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10/02/2017, 14:07
Don Poppins
Sólo para el director

Notas de juego

Quiero saber qué pone en la inscripción y cómo es la letra, la profundidad del grabado, la calidad, etc.

Después de irme de casa de Everett quiero ir al Hospital y otros menesteres, pero para cuadrar los tiempos te digo que quiero que me de tiempo a volver a la cabaña esta noche.

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12/02/2017, 12:18
Everett

Visiblemente aliviado, Everett responde.

- Quedamos en eso, entonces.

Vuelve mañana a primera hora y si la cadena sigue bailando sola lo investigamos como te parezca mejor, pero asegúrate de venir adecuadamente vestido, con ropa de frío y botas... y si te quieres llevar la cadena contigo por mi perfecto, no la echaré de menos...

Mientras Don se viste parece que Everett se lo piensa un poco, y de pronto dice:

- Creo que te voy a acompañar al centro, así aprovecho para hacer la compra.

Notas de juego

Voy a aprovechar para ir a reponer los suministros típicos que pueden hacer falta en una casa apartada, y además también compraré una de esas pequeñas cajas metálicas con cerradura que usaban antiguamente las viejas para guardar sus ahorros. También compraré algún tipo de infusión de hierbas relajante para dormir mejor, algo suave tipo tila con alguna otra cosa.

Cargando editor
12/02/2017, 12:34
Guardián de los Arcanos

Notas de juego

Quiero saber qué pone en la inscripción y cómo es la letra, la profundidad del grabado, la calidad, etc.

¿? ¿Inscripción? ¿Dónde hay una inscripción?

Cargando editor
13/02/2017, 15:57
Don Poppins
Sólo para el director

Así que no quería quedarse con la Serpiente de Plata... ¿Y si era yo el que acababa perdido en su interior, otra vez, y no tenía a nadie conmigo para vigilarme?

Notas de juego

Ooops, he mezclado los recuerdos. Creía que cuando Everett me dijo que podía ser de Tris se basaba en una inscripción, pero no, yo misma me he montado el resto. Sorry!

*Estos pensamientos son sólo para el dire*

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13/02/2017, 16:04
Don Poppins

Asiento a sus palabras. No lo dudes, iré al repositorio a pertrecharme antes de volver.

Guardo la cadena en el interior de mi atillo y hago los nudos marineros que mi padre me enseñó. No quiero arriesgarme a perderla por el camino. —La guardaré por ahora.—Digo terminando el café y echándome el atillo al hombro.