Partida Rol por web

La Casa en los Confines

Tras la pista de los sueños.

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13/11/2017, 15:25
(Kingsport, policía) Tristam "Tris" Crane

Visto más de cerca, con más atención, el Jefe Tris parecía muy cansado. En su territorio, su despacho, tras la mesa de su escritorio, la lámpara de pantalla verde que tenía a un lado dejaba ver sombras cavernosas bajo sus cejas, como si no tuviera ojos. En realidad los tenía hundidos, los párpados azulados por profundas ojeras.

Tenía a un lado el librito, idéntico al que acababais de comprar, pero estropeado y ajado por el mar. Ahora el papel estaba seco, hinchado y deformado. Parte de la tinta corrida daba a su superficie, amarillenta por causa de la sal, otro tinte azulado verdoso que recordaba a las ojeras del Jefe. El resto de la mesa lo ocupaban muchos otros papeles y cosas a medio camino entre el desorden y la aglomeración. Entre otras, el arma reglamentaria del jefe, metida en su funda y su block de notas.

Vuestra entrada a su despacho fue como una invasión. Su mirada os recorrió como quien mira un rebaño asustado, que es como las circunstancias os compelían a sentiros. Luego se posó en cada uno, distinguiendo cada personalidad por separado, con sus matices: si se dejaba llevar por el miedo, si estaba despistado, aun con todo lo ocurrido, si adoptaba un gesto belicoso o de incredulidad.

Parece que ustedes han pasado por algo que supera la simple muerte de un conocido, ¿no es cierto? A Hammer. ¿Acaba de reclutar a todos sus amigos? ¿Qué desea? ¿Han descubierto algo nuevo?

Notas de juego

Supongo que a ver a Tris

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13/11/2017, 18:51
Jimmy Abbot

La verdad, el camino hasta la tienda, y luego hasta Tris, había sido mortalmente silencioso. Ninguno de ellos había dicho una palabra, quizás preocupados por las implicaciones de todo aquello, quizás simplemente sin ganas de hablar por las muertes que parecían rodear a aquel misterio. Sea como fuere, sus pasos no tardaron en llevarles ante las dependencias de la policía, y ante Tristam Crane. 

Y allí, por unos segundos, pareció que planeaban seguir en silencio, aunque no se lo podían permitir. Además, el aspecto del policía no le gustaba. Parecía algo consumido, le recordaba al estado en que había visto a Charles poco antes de su desaparición, aunque no estaba leyendo en aquel momento ese condenado libro, pero sí lo tenía cerca. Así que, antes de que se quedaran mirando al hombre como bobos, Jimmy tomó la palabra.

-Eh... Hola, señor Crane... Verá, veníamos para ver si podíamos comprobar una cosa. Nos gustaría comparar el contenido de ese libro-dijo, señalando el que había en la mesa-con un ejemplar nuevo que hemos conseguido. Quizás haya alguna pista sobre lo ocurrido, o algo así. 

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14/11/2017, 12:04
Don Poppins

Fijaos en esas ojeras. No dudo que sean por falta de sueño, pero con el libro al lado la posibilidad de que le esté causando desperfectos mentales brilla con más fuerza... Pensó para los "agusanados".

 

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14/11/2017, 14:55
Amanda Hope

Claramente nerviosa, mientras Jimmy explicaba el motivo de nuestra visita yo pasaba la vista del policía al libro, y del libro al policía. No me gustaba nada. Frotaba las manos enfundadas en los guantes en un gesto que podía confundirse con un intento de calentarlas, pero en realidad estaba intentando evitar alargar la mano y coger el librillo tanto con el permiso de Triss como sin él.

Una sensación muy parecida a cuando vi nuestra copia en el escaparate, junto a un goloso ladrillo suelto.

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14/11/2017, 19:07
Guardián de los Arcanos

Notas de juego

Fijaos en esas ojeras. No dudo que sean por falta de sueño, pero con el libro al lado la posibilidad de que le esté causando desperfectos mentales brilla con más fuerza... Pensó para los "agusanados".

Por favor, los pensamientos de los agusanados en post aparte y solo con destinatarios agusanados, gracias :)

Procedo a editar... 

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14/11/2017, 19:10
Don Poppins

Don asintió, se posicionó junto a Jimmy e intentó parecer tranquilo.

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16/11/2017, 14:02
Everett

Everett, visiblemente nervioso, entra y enfila directamente hacia el libro, pero al escuchar las palabras de Jimmy trata de contenerse para no cogerlo directamente sin esperar la autorización del policía, consiguiéndolo a duras penas.

Sus ojos alternan intermitentemente entre el libro y el policía, como un perro que viese a su amo comer lonchas de chorizo frente a el... para completar el cuadro sólo le faltaría aullar.

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21/11/2017, 11:32
Aeryn

Aeryn dio un paso adelante al escuchar su nombre.

-Si he reclutado a mis amigos... -pero claro, ya no era su nombre...-digo él ha reclutado a sus amigos...

Dijo mientras volvía a retroceder y colocarse detrás de Hammer, su antiguo yo.

-Pues eso, que necesitamos el libro que estaba leyendo para comprobar si puede tener algo que ver con lo sucedido.

Aeryn agachó la cabeza y junto sus manos delante de si.

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21/11/2017, 11:36
Aeryn

¿Creés que podría ser el libro el que hace que tenga esa cara tan penosa? Si es así tendríamos que ir con cuidado con el libro...con todos los libros que tenemos parecidos...

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21/11/2017, 19:47
(Kingsport, policía) Tristam "Tris" Crane

Suspiro. Vale. Y son sus portavoces, supongo, señor Hammer. ¿Se le ha comido la lengua el gato? Vale, vale. Llévenselo. Firme este recibo, Hammer. Espero que tengan suerte con la tinta invisible o lo que quiera que prueben, yo no he visto nada extraño. Con un ligero fastidio, empujó levemente el libro por encima de la mesa, indicando que podían llevárselo.

Notas de juego

Venga. Supongo que volvéis a casa de Aeryn.

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21/11/2017, 19:52
El Libro

Uno y otro libro parecían iguales. Era una edición con bastante buena pinta. Un libro de poemas de la editorial Erebus Press, afincada en Illinois, conforme rezaban los créditos.

Ciertamente, el libro de Baxter estaba hinchado y estropeado por el agua, pero seguía siendo legible. Tendría unas cincuenta páginas, y estaba formado por una serie de poemas...

Notas de juego

Sigo el finde, porque el siguiente avance será largo.

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23/11/2017, 11:29
Aeryn

El grupo volvía a estar en casa de Aeryn. Todos se quedaron en silencio, observando los libros como si esperasen que estos empezaran a confesar.

-Esta bien, pues tendremos que echarles un vistazo, ¿no? Y ya que no creo que a nadie le atraiga la idea de mirar el libro “maldito” yo me encargo de él. -dijo mientras lo cogía- ¿Cómo lo veis? ¿Alguien se mira el otro y luego comentamos a ver si son iguales? ¿O nos ponemos a leer en voz alta?

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26/11/2017, 20:51
El Libro

No era posible comprobar si había diferencias entre los libros sin examinarlos por completo, al trasluz y con detalle. Tuvieron que pasar, más o menos, por las manos de todo el mundo.

Se trataba de trece poemas de longitud variable sobre el tema principal del libro y una introducción del editor: Edward Gilmour.

"La musa de la desesperación"

La torturada vida de Roger Ainsley (1799-1845) comenzó con su nacimiento en el seno de una familia aristocrática de Inglaterra. Ainsley era el menor de los dos hijos, y sus inclinaciones artísticas desagradaron a su familia. Su hermano Charles murió cuando Roger tenía catorce años, y sus padres tres años después. Con su herencia, Ainsley empezó su carrera como poeta y artista, viajando por Europa en busca de inspiración. Durante sus viajes conoció a algunos de los grandes poetas de su época: Shelley, Keats, Lord Byron, Coleridge y otros.

La poesía de Ainsley está envuelta en el dolor, el pesar, el odio y el miedo... en mayor medida que la de sus contemporáneos románticos. La mayoría de sus poemas son de poca longitud; Ainsley tenía la impresión de que obras de mayor tamaño fracasarían a la hora de sostener las emociones que buscaba. Los temas poéticos de Ainsley van desde los mitológicos ("La Arboleda de los Faunos") a los lamentos por el amor perdido ("La Muchacha Ahogada) pasando por los periplos fantásticos sobrecogedores ("Mientras Anduve Perdido en las Montañas Kohlsen"). Ainsley era una persona callada y solitaria que tuvo una relación con una muchacha francesa de reputación cuestionable que le engañó.

A principios de la década de 1820, tras publicar dos antologías de su obra melancólica y morbosa, la producción literaria de Ainsley disminuyó. En esa época, Ainsley hizo una visita a Grecia, donde volvió a encontrarse con Lord Byron poco antes de la muerte de este. Al poco, Ainsley dejó de escribir completamente, y se vio atrapado sin salida en las drogas y el alcohol.

A su  vuelta a Inglaterra, Ainsley era un hombre roto. Sus amigos y familiares lo internaron en el Asilo Malbray a las afueras de Londres, donde permaneció más de veinte años hasta su muerte en marzo de 1846.

Tras un escándalo que involucró al director del Asilo Malbray en la década de 1890, una revisión de los archivos del instituto reveló estas obras ocultas de Ainsley. Languidecieron durante un tiempo en manos de un coleccionista privado, pero finalmente han visto la luz en la forma del libro que tiene entre las manos, Sueños y Quimeras. Muchas autoridades han estudiado los manuscritos originales de estas obras, y la mayoría ha conluído que Ainsley compuso estos poemas e ilustraciones durante su internamiento en el asilo. De esta forma, tienen más poder emocional y son más personales que las obras anteriores de Ainsley. Estos poemas, y las ilustraciones que los acompañan representan la obra definitiva de un talento injustamente ignorado.

Edward Gilmour.

Editor.

El primero de los poemas, que se llamaba "Ciclos de descomposición", tenía cuatro partes que representaban las cuatro estaciones del otoño. En el primero de ellos, el poeta, acompañado de su gato en una pradera que las flores amenazaban con devorar, presenciaba cómo su mascota atrapaba un ratoncillo.

Primavera

La muerte afelpada dormita en la sombra

de un ramo tupido cuajado de flores sin voz y voraces.

Un ojo amarillo entreabierto. En terciopelo guardadas las garras como agujas.

Afiladas.

Flores reventando como pus los prados. Colores furiosos en la verde fronda.

Explosiones de pasiones que a la muerte

indiferente dejan. Un movimiento entre las hierbas

transmuta en máquina de guerra a mi gato, tan silencioso como las flores.

Quietud. La muerte era una estatua inadvertida:

Caza ahora de un brinco al frágil ratoncillo,

juega con él en danza insoportable.

Ya muerto sigue siendo objeto de sus chanzas,

atrapado una y otra vez, hasta las heces.

El círculo de la inocencia está completo. Ha acabado aquí su historia.

Mi acompañante ríe.

Le seguían el Estío, donde el gato, saciado de sus juegos, dormitaba a la sombra y su presa se descomponía al sol. La melodía de las flores cambiaba cuando el calor evaporaba la humedad de sus pétalos y tallos. La hierba se seca bajo el ardor. El narrador y su compañero luchan por respirar.

Luego llega el Otoño, las hojas caen y el viento las desplaza; las flores mueren, dejando solo tallos informes. El narrador y su compañero, seguidos por su gato, buscan refugio en el estudio que da al prado. Los árboles desnudos bajan sus ramas amenazadoramente mientras una lluvia cae pesada sobre la escena.

El Invierno convierte la lluvia en nieve. Los árboles son presencias esqueléticas en el prado, y el viento aúlla de manera horrible. El compañero se marcha cruzando el prado, y la nieve se convierte en una vendista. El viento aúlla de manera aún más horrible, y el gato huye del estudio, siseando.

Tras una lluvia a principios de primavera, el narrador está en el prado observando al gato. Las flores emergen voraces de un montículo de extraña forma que, conforme se percata el narrador, es el cuerpo en descomposición de su compañero.

Con motivos parecidos seguían los poemas, uno tras otro: "En sueños", "Donde descansa mi hermano", "La ilusión del amor", "Aislamiento", "El bosque oscuro", "La torre", "Reliquias de una edad muerta", "Bajo la corona de Poseidón", "En las ruinas", "Demencia, o la Musa del Caos", "Infinidad" y, por último, "Sobre mi fallecimiento".

El tiempo transcurrió mientras alguno de vosotros, olvidado el tema de comparar los libros (que parecían haber salido de la misma tirada, y no tener más diferencias que el maltrato recibido por el mar), leíais en voz alta alguno de los poemas para que los demás los escucharan. La noche cubría la bahía. Solamente una pequeña luz en la mesa del estudio de la segunda planta daba un tono de calidez a la atmósfera. La calefacción, en cambio, emitía un calor insano nada cálido, más bien agresivo y sofocante. Cuchillos de aire congelado y húmedo cortaban el aire ahí donde las rendijas en las ventanas daban paso a la tormenta en el exterior.

Entró la luz de la luna como un foco, sin que nadie se hubiera percatado de cuándo lo hizo. Era una luna redonda en un claro entre las nubes. A través de los cristales con encajes de escarcha, se la veía recortada por la cima de la Cabecera de Kingsport, donde estaba el Abismo. Si uno se fijaba con atención, en aquella silueta, se podía distinguir una pequeña protuberancia oscura con una luz diminuta en su interior.

Notas de juego

El módulo donde viene la aventura no traía poema alguno. El que hay en este post lo he hecho yo en un ratito. Si alguien se anima a crear alguno de los otros, que me lo mande por privado, para que yo lo haga aparecer en el momento oportuno.

La escena seguirá, pero podéis incluir cualquier acción: la que deseéis, tanto dentro de la investigación en curso como cualquier cosa que se os pase por la cabeza: son bienvenidas.

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27/11/2017, 16:34
Don Poppins

Una vez quedó claro que los dos libros eran iguales, me concentré en escuchar los poemas que mis compañeros leían.

¿Quién es ese compañero del que habla? ¿Es la culpa? ¿Su lado oscuro? ¿Un ser maligno? Pero su cuerpo acaba descompuesto... ¿Es su amante? ¿Su hermano?

Revisé el libro una vez más, buscando mensajes ocultos en los títulos, impares, pares, mezclados, omitiendo pronombres y artículos, del derecho y del revés... Acabé sacudiendo la cabeza y entregándole uno de los libros a Everett.

Todos los títulos me intrigan. ¿Puedes leer “Donde descansa mi hermano” y “Sobre mi fallecimiento”? Y será mejor que te des prisa, porque creo que William ha vuelto a casa...—Señalé con un dedo la luz que emanaba de la Cabecera.—¿Es una señal, una trampa, o una distracción?

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27/11/2017, 18:14
Jimmy Abbot

La poesía no era cosa de Jimmy. Él entendía de nudos, de peces, de navegar... Pero lo de los sentimientos y las letras le quedaba muy lejos, y al poco de empezar ya sentía como le dolía la cabeza. O puede que solo fuera su obcecación en que no lo comprendía, quien sabía.

-Yo... Creo que este hombre tenía problemas serios. Que macabro todo, descomposición, locura y muerte. Si Charles leía estas cosas, no me extraña que acabara así, pobre...-dijo, negando suavemente con la cabeza. Quizás estaban relacionando cosas que no estaban unidas entre sí... Aunque claro, entonces apareció la luz, y el marino miró fijamente la Cabeza.

-Pero se supone que ya no iba a volver, que ya no podíamos verle, ¿no? ¿Qué hace ahí?

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27/11/2017, 19:44
Amanda Hope

- ¿Que qué?

Concentrada como había estado en la lectura de los poemas, los cuales me ponían los pelos de punta (o quizás era el frío que se colaba y hacía contraste con la calefacción) no me di cuenta de aquella luz.

Miré entonces por la ventana, y se me encogió el estómago.

Ha vuelto. - Susurré casi para mí misma.

Miré a Aeryn, pensando en que quizás esa noticia volvería a trastornarla, pues allí comenzó todo. Yo estaba confusa.

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28/11/2017, 10:23
Aeryn

-Pues si, problemas muy serios tenía ese hombre. Te lo digo yo, que he pasado por algo parecido... -o al menos, uno de mis yos...

Pero la vena detective del otro yo, salió entonces.

-Me gustaría leer sobre Lord Byron. Fue uno de los últimos en verle antes de que le internasen, quizá podría tener algún escrito donde hablase de él...

Se quedo en silencio, observando por la ventana. Realmente no sabía como sentirse...

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28/11/2017, 13:13
Everett

Everett trata de prestar atención a los poemas, pero para su fría mente lógica carecen de cualquier sentido y son frases inconexas sin ninguna función y que no van a ninguna parte.

- Podría hablar más claro el tipo ese...

En cuanto se despista un poco su mente divaga hacia cosas que ve a su alrededor como una cerradura que está gritando por un poco de lubricante o una ventana mal encajada, problemas para los que si tiene una solución que pueda llevar a término.

Notas de juego

Yo una vez escribí una "Oda al café soluble" en forma de copla castellana, pero no me la quisieron publicar.

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29/11/2017, 15:16
Don Poppins

Aquella pulsión de la que os hablé, la que sentí cuando estaba encerrado en la Serpiente de Plata. El Abismo me llamaba, y yo pensé si sería William o un engaño. Aún desconozco la respuesta. Acabemos de leer esos poemas, busquemos una relación con Byron y acudamos a la llamada.

Señaló los libros.

—Los llevaremos con nosotros, en mi hatillo, por si los necesitamos más adelante. Lo que me lleva a preguntar: ¿Dónde está la Serpiente de Plata? ¿Mike? ¿La tenías tú? Déjamela, quiero enseñarle la luz de la Cabecera ahora que ninguno de nosotros está en su interior.—No dijo que la echaba de menos, pero así era.

Mientras esperaba, se alegró de que todos sus amigos estuviesen vivos y enteros. Recordó aquellos días felices de la niñez, juntos contra Jimmy el Moco. Recordó las ropas gastadas que sus amigos le daban cuando llegaba el frio. Los mendrugos de pan duro que el bueno de Fawkes compartía con él, y se alegró de que estuviese tan ocupado con su nueva vida que quedara al margen de todo, porque esos kilos de más no ayudaban en la escalada, no. Recordó también las noches estrelladas en el tejado de Aeryn, mientras ella hacía fotos de las casitas iluminadas con la cámara de su padre. Las clases de anudar de Jimmy, siempre con su palo preparado y su curiosidad exacerbada. Las escapadas con Everett para investigar el Bosque Negro que ahora era su hogar, y su infinita paciencia. Las curas de emergencia de Amanda, que ya apuntaba maneras desde su niñez, siempre con su carterita a cuestas. La picardía y valentía de Mike y su primo, que siempre iban delante si había peligro, y cómo Mike no dejó que Richard se involucrase como Don hizo con Gordi.

Los miró uno a uno. Adultos, heridos, mentalmente inestables, agusanados algunos, a punto de enfrentarse a una verdad para la que Don no sabía si estaban preparados. Pero Don quería estarlo. Lo deseaba desde lo más profundo de su alma.

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02/12/2017, 10:59
Guardián de los Arcanos

Mientras estás ahí, hablando o escuchando, sientes un ligero hormigueo en la cara y en la rabadilla. Miras con algo de confusión a los demás, intuyendo que podrían estar sintiendo algo parecido y te fijas que, sin comerlo ni beberlo, tienen todos una graciosa máscara de carnaval, de esas que cubren ojos y nariz, que representa un ratón: orejas en la parte superior, unos ojitos redondos e inocentes y una gran nariz alargada y cónica con sus bigotes, su gracioso botoncito en la punta y dos piños afilados debajo.

Te pica mucho, pero mucho la rabadilla. Con una sospecha creciente, palpas con la mano (y todo el mundo hace algo parecido) y te das cuenta de que algo te está creciendo ahí donde la espalda pierde su santo nombre.

Sospechando que tú también tienes una máscara, palpas tu rostro: orejas en lo alto, nariz afilada: lo tiene todo. Pero cuando la tocas, notas el tacto como si la máscara fuera tu propia carne, y te es imposible quitártela, porque es parte de tu propia cara.