Partida Rol por web

- ¿De primera mano? - te pregunta el mago divertido- Creo que teneis en demasiada estima nuestros conocimientos, apenas hemos empezado a arañar la superficie de lo que estas tierras pueden depararnos. Hemos estado demasiado ocupados con la defensa de nuestra ciudad, y ahora apenas conocemos lo que se extiende en una o dos semanas a la redonda, y de forma tremendamente parcial. Lo que yo digo - y hace una pausa dramática- es que es necesario emprender una propuesta coordinada para conocer lo que esta tierra puede ofrecernos. El número de bestias mágicas me ha parecido superior, igual que el de seres faéricos. Creo que debería fundarse una asociación para conocer realizar mapas y descripción de seres de todo el lugar. Eso sería bueno para Nigerthia, y para sus ciudadanos, y nos facilitará el trabajo cuando conquistemos todas estas tierras

Aprovecho mientras hablar para ponerme un poco del vino blanco y saborearlo.

¿Cuántos hombres se habrán perdido para conseguirlo?

Me pregunto mientras noto el frescor de la uvas invernales, aún presente en la bebida. En verdad no es como cualquier vino que pueda servir Tausel o cualquiera de sus competidores. Espero a que termine con la copa en la mano, realizando pequeños circulos para que pueda percibir su agradable frescor, después replico al mago.

- ¿Entonces por qué no lo haceis? Está claro que alguien como yo no podría, pero usted... - vuelvo a dar un trago a la copa, menuda esquisited - En cuanto a las criaturas mágicas, no creo que haya tantas, a menos que os agencieis todas nada más salir a la venta - sigo sonriendo sabiendo que es posible aunque no provable - O por lo menos, que sean muy fáciles de capturar. Yo mismo, por ejemplo, acabo de conseguir un hipogrifo tras semanas buscando algo parecido, con el que pretendo conseguir aumentar la oferta disponible. Y no crea que me ha salido barato por la gran oferta disponible.

- No es tanto querer poseerlas como poder estudiarlas. Alguna de esas bestias no existen en nuestras tierras. Sí: es necesario querer hacerlo. Pero habría que invertir bastante oro, y tener un grupo de gente dispuesta a explorar zonas y cartografiarlas, así como a traer las bestias propias de la zona.

- Bueno, si no tiene prisa yo puedo ir ayudándole con la tarea... - le sugiero aunque mi mirada demuestra que no será gratis, después vuelve al tono cordial con el que había empezado - De todas formas para eso habría que sentarse a discutirlo más profundamente ¿os apetece un poco de vino de escarcha? - poso mis ojos marrones en cada miembro del trío, empezando por el mago, seguido del susurrado y por último la joven, deteniéndome quizás algunos segundos de más en ella, valorando cuál puede ser su relación con el mago - Es algo distinto a los vinos habituales, por más suaves y exquisitos que puedan ser.

Termino realizando ese comentario observando sólo a la mujer y esperando una aceptación de mi oferta y un permiso para acercarme a la mesa.

El mago sonríe a tu apreciación y tu oferta parece gustar a los tres que ordenan a la esclava que junte ambas mesas. Mientras Veintitres lo hace fijas un poco más la mirada en la mujer joven. Es dificil determinar el vocabulario corporal de la chica, parece presentar un aire bastante neutro, aunque parece estar interesada en tu repentina aparición en la conversación. Sin embargo no eres capaz de determinar su relación con el mago

- Bien... así que estaría interesado. Eso es bueno. Le informaré de lugares que sería interesante cartografiar. Y espero que podamos llegar a un acuerdo en cuanto a ese particular. También para las bestias claro. De hecho... tal vez sería interesante hacer una especia de zoo para bestias mágicas y animales propios de estas tierras

Me acerco y tomo asiento junto a ellos y tras servirles el vino a cada uno continúo con la conversación.

- Le recuerdo que no debe tener prisa, aún tengo que domar al hipogrifo y son criaturas muy agresivas, quizás me deje manco o tuerto en el proceso - comento en tono burlesco, dado que no pienso dejar que haga ese tipo de cosas - ¿Y dijo un zoo? Para ello habría que montar partidas de caza de varios hombres - medito agitando la copa - Una cría quizás pueda ser capturada por uno sólo bastante sigiloso, pero para los adultos... - niego con la cabeza - Un equipo de cinco o seis hombres sería lo mínimo a considerar y tales casos provablemente deberían regresar inmediatamente con la pieza capturada - aprovecho para dar un pequeño trago - A todo esto, ustedes saben quien soy yo, pero por mi parte debo admitir que sólo usted, Kalim Al-Sehmed, me resultais conocido.

Es una forma algo sutil de exigir presentaciones más formales.

- Cierto, cierto... ¿donde están mis modales? - dice acelerada y despreocupadamente el mago- Este - dice señalando al noble quien te sonríe con cierta dejadez- Es lord Haradra Al-Zarif, aristócrata de la noble casa de la Bestia Trémula - y luego parece ir a dudar un instante para presentarte a la joven

La joven no parece cohibirse por la duda del mago, y te ofrece la mano con una sonrisa suave

- Yo misma me presentaré, el buen Kalim Al-Sehmed sólo me conoce desde esta tarde, y sus obligaciones y sus explicaciones han hecho que no le hablara de mi practicamente nada, con lo que no deseo ponerle en el compromiso de presentarme. Soy Fátima Al-Smentha, de la casa de la Bestia Trémula. Creo, señor Girac, que tiene buenas ideas. Aunque creo que ambos prescinden de cierta idea que podría reportar fama, dinero... y bienestar para la población. Creo que restringís los beneficios que ese "zoo" podría tener

Cojo su mano delicadamente, como si podría romperse en mil pedazos en caso de caer al suelo.

- Si se refiere a cobrar por verlo, debo admitir que no me había preocupado - anuncio mirandola a los ojos aún manteniendo su mano - Eso entraría dentro de las tareas de la asociación que Kalin podría fundar, como un medio para financiarse y yo no creo que me vería envuelto en esas tareas. No es tarea de un soldado decirle al general cómo realizar un ataque. - al final me decido por soltarta suavemente como si se tratara de una amarga despedida - Aunque estoy seguro de que Kalin o lord Haradra ya habían pensado en ello.

Termino desviando la mirada de Fátima para posarla en el mago y el aristócrata según pronuncio sus nombres, al fin y al cabo, somos cuatro en la conversación.

Fatima sonríe con delicadeza ante tus palabras y niega con la cabeza

- Nada tan básico. Ya asumía que se abonaría tal privilegio. Y también que no tendríais interés en dedicaros a tal menester. Mi propuesta es en realidad... una segunda ala del zoológico. - mientras habla ordena con un gesto a la esclava a acercarse y le agarra la muñeca, haciendo que se arrodille entre vosotros- Mi pregunta es ¿por qué limitarlo a animales y bestias salvajes? ¿Por qué no hacer un zoológico de seres inteligentes? Y ya que estamos, y dado que las hembras suelen tener otros usos que los machos en nuestra sociedad, y ser mas apreciadas por sus usos sexuales, ¿por qué no capturar para ese segundo zoológico las hembras más apuestas de cada una de esas especies y permitir el acceso carnal a estas en determinadas condiciones y con determinadas tarifas? Es innegable que tales apetencias son muy comunes en la ciudad. Esta pequeña bestia es un ejemplo de ello - comenta mientras jugetea con el pelo de la esclava

Noto como se agria el gesto ante la propuesta de Fátima, así que decido ser muy directo y dejar claro ese punto.

- Seré franco contigo Fátima - empiezo y vuelvo a posar la mirada en ella, pero ésta vez resulta bastante fría, casi asqueada - Yo nunca he usado una esclava para tal propósito y nunca lo haré, no te negaré que hay quien disfruta con ello y estaría dispuesto a pagar, pero aún así las mejores esclavas suelen valer demasiadas monedas para que salgan rentables - doy un trago a la copa para ayudarme a digerir la idea - además, está el hecho de que se necesitaría una gran fuente de recursos para restablecer el material una vez este se rompa - por fín parezco relajarme ahora que la idea de retozar con una esclava ya no ocupa mi mente - Y actualmente carecemos de esa fuente incluso de manera potencial. Cierto es que tenemos un gran territorio que conquistar, si, pero incluso los indignos defenderán sus tierras cómo animales heridos cuando se den cuenta de que vamos a por ellos y para cuando eso ocurra y se consiga, la idea del zoo ya debería ser una realidad.

Dejo la copa sobre la mesa mientras sigo buscando una posible solución al problema, dado que yo había descartado la idea. Por suerte ésta solución resulta bastante ovbia.

- ¿Podrías contemplarla como una ampliación futura? - sugiero.

Un gesto de sorpresa cruza el rostro de Fatima por un instante pero se recompone con velocidad

- Me sorprendeis, no os lo niego. Supongo que os dedicareis solo a capturar y adiestrar bestias y no seres inteligentes inferiores, puesto que la mayoria de los servicios que se exigen a las hembras capturadas (y a algunos machos) son de carácter sexual. En cuanto a vuestras objeciones, sin embargo, reconozco que son interesantes... pero no de vuestra incumbencia. Simplemente es bien probable que recibierais mucho dinero por hembras de otras especies inteligentes, que estén sanas, y que sean de las más hermosas de su especie. De hecho - añade sonriendo- vuestra aptitud hacia el sexo con inferiores, aunque peculiar, y supongo que negativa a la hora de adiestrar hembras, es en este caso más un mérito que un demérito, pues supongo que no tendríais problemas en asegurar que lleguen indemnes desde el punto de vista sexual

- Heris mis sentimientos Fátima Al-Semtha - le contesto sonriente, claramente bromeando, pero con la mano en el corazón como si estubiera dolido - Me gusta presumir de que ser un buen adiestrador ¿cómo iba a hacerlo de no poder educar una buena esclava? - mantengo la postura misma postura unos segundos más - Aunque tengo un talento natural para entrenar cualquier tipo de animal, incluso dentro de mi familia, por lo que no negaré que prefiero las bestias en ese aspecto. Y si, podría asegurar que llegarían indemnes por lo que a mi respecta, ¿por qué debería desfogarme con una esclava pudiendo disfrutar de la compañía de las grandiosas mujeres de Nigerthia?

- Todo muy interesante - interrumpe el mago la respuesta que parecía estar a punto de dar Fátima quien esboza una sonrisa y se encoge de hombros- pero no nos desviemos del tema. Entiendo por vuestras palabras, maese Girac, que tal vez estaríais dispuesto, a cambio evidentemente de una paga justa, de realizar labores tanto de captura de especímenes como de cartografiar las nuevas tierras. ¿Puedo contar con vuestro compromiso en ese sentido? Si debo solicitar las licencias y preparar el lugar en donde se asentaría el zoo, necesitaré hablar con inversores y mover un buen número de papeles, y preferiría hacerlo sabiendo que alguien está dispuesto a trabajar